I D E N T I D A D – Cuando todo iba bien

— POR: EROL

Draco terminaba de empacar sus ultimas pertenencias en su baúl, se le veía pensativo, estaba hasta un poco nervioso y no parecía el Draco de años pasados que organizara mucha bulla por el hecho de haber terminado otro año de clases y estar alejado por lo menos dos meses de la escuela.

— ¿Te pasa algo?- le pregunto Zabini que trataba de cerrar su baúl sin mucho éxito.

—Nada bueno, un presentimiento.

— ¿De que?- pregunto Zabini mientras se sentaba en el baúl forzándolo a cerrarse.

— No lo se pero no creo que sea bueno.

— Los presentimientos son erróneos así que olvídalo Draco- decía luchando con el baúl consiguiendo bajar un poco la tapa

— Tal vez y tengas razón Blaise- decía moviendo un poco la varita y cerrando el baúl de su compañero.

— ¡Gracias!- dijo Blaise sonriente- ¿Ahora a donde vas?

— A terminar con algo- decía Draco saliendo de la habitación.

Blaise le lanzo una mirada de cuestionamiento que el rubio ya no pudo notar, bajo con prisa saliendo de su sala común al hacerlo siguió su camino con paso más tranquilo hasta llegar a su destino que era donde había un par de Ravenclaws.

— Debra- le llamó Draco

Ella solo hizo una señal a su amiga que paso junto a Draco para dirigirse a su sala común.

— Dime- dijo ella sin girarse cuando sintió como un brazo la hacía levantarse y girarse a verle el rostro.

— Me gusta que me vean cuando habló- reclamo Draco.

— Ya te veo ahora dime que quieres- decía ella altanera.

— ¿Has estado llorando?

— No te importa.

— ¿Por quien ah? Porque se que por mi no a sido.

— Como si no lo supieras, por Laurie por supuesto es el único chico que quiero por si no te has dado cuenta.

— Te creía mas inteligente pero eres otra niña tonta y sentimental- decía Draco soltándola y viéndole con decepción.

— Di lo que quieras Malfoy ya quisieras ser la mitad de chico que es Laurie.

— No querida ahí te equivocas- decía Draco riendo- aunque déjame adivinar por que lloras ¿Te rechazo no, no quiso volver contigo eh?

— ¡No te incumbe!

— Ja- bufo Draco— Te rechazo ¡Pobrecita de ti!

— ¡Calla! Todo a sido culpa de la estupida de Granger.

— ¡Jamás le llames así entiendes!- decía Draco apretándola por lo brazos.

— ¡Suéltame me estas lastimando!

— Estas advertida y no hace falta decirte que no te quiero volver a ver por Slytherin o créeme que la vas a pasar mal.

Draco la soltó dejándola temblando del coraje, maldiciendo a Hermione pero ya se las pagaría de regreso a clases se las pagaría, una sonrisa se formo al recordar que por su causa ella había conseguido que suspendieran a la Gryffindor.

El sol estaba en su máximo esplendor pero pronto su luz se ocultaría dando paso a un atardecer de matices rojizos, azules y rosados, un espectáculo digno de fotografiar.

Eso pensaba la castaña recargada en la ventana de su habitación, luego de todo lo sucedido en la escuela y de haber descansado en su casa se sentía más relajada, se decidió a dar un pequeño paseo y regresar para cuando sus padres ya estuvieran en casa.

Tomo una chaqueta y se depuso a salir, al abrir la puerta de la casa se hallo con una lechuza que le miraba expectante noto el pergamino en su pata lo tomo y la lechuza se marcho.

Hermione cerro la puerta tras de si y comenzó a caminar sin rumbo fijo por la mojada calle con pergamino en mano uno bastante extenso de Ginevra Weasley, Ginny sonrió al recordar a su pequeña amiga.

¡Hola Hermione!

Espero que te halles muy bien aunque eh de dudarlo después de lo que paso con lo de tu suspensión pero créeme que fue lo mejor…

— ¿Lo mejor, lo mejor para quien?- pensó escandalizada Hermione deteniendo un poco su paso pero siguió leyendo.

Fue lo mejor además no afecta tus notas ni nada y además no te puedes imaginar lo que ah sucedido tras que nos enteráramos de tu suspensión, por supuesto nadie podía creerlo cuando Lavander y Parvarti entraron frenéticamente a la sala común y anunciaron que te habían suspendido, yo no me lo podía creer igual que la gente ahí presente como Ron hubieras visto su quijada que estaba por los suelos y Harry… ¡Harry! Salio furioso de la sala común maldiciendo a medio mundo, muchos reclamamos a Dumbledore la decisión, fue increíble chicos y chicas de todas las casas Herms ¿Cómo no me habías dicho que tuvieras tantos amigos, ah?

— ¿Tantos, que tantos? - se preguntaba Hermione extrañada.

Como te iba diciendo muchos reclamaron a Dumbledore pero el nos explico el motivo de la decisión ¡Qué divertido! Estaba muerta de la risa imaginándome a Debra y Cho las cuales POR CIERTO estaban rojas vete tu a saber de que, a muchos chicos se les vio la cara de tristeza y aun mas a Colin le terminaste abruptamente el negocio.

— ¿Negocio, que negocio?

Además Hermi el que lucía más extraño ese día era Malfoy estaba como ausente, me contó Ron que hasta en pociones Snape le llamo la atención, no se le vio con Debra en todo el día eso si que es raro esos dos andan más pegados que los gemelos, muchos RUMORES dicen que a él ya se le termino el gusto por ella pero ya sabes solo son RUMORES.

¡Ya me entere picarona! Con que besaste ah Laurie…eh de admitir que el chico es guapo pero no como mi "Nuevo prospecto" así como lo oyes Harry es cosa pasada estoy saliendo con alguien un Gryffindor de TU MISMO AÑO y el es simplemente increíble en verdad jamás pensé estar con el es tan…bueno solo tiene un pequeño gran defecto pero se que no es nada serio y dentro de poco será asunto concluido.

— ¿Quien será?- empezó a pensar Hermi en varias posibilidades todas erróneas.

¿Sabes quien ah terminado noviazgo? A que no lo imaginas por fin Harry a cortado a la china…(Censurado) y no has de imaginar la corto en frente de todo el comedor hasta Dumbledore se notaba feliz, todo esto a dos días que te fueras así que como te digo Herms de alguna manera hiciste mucho bien, ahora todos regresamos a la madriguera todos menos Harry el ahora esta con Sirius.

— ¡Que!- había resonado en la mente de Hermione jamás hubiera esperado tantas noticias tan de golpe.

— ¡Que! Dígame que habla en serio profesor- había exclamado un jubiloso Potter.

Harry Potter estaba en la oficina de Dumbledore un día viernes el último de su sexto curso el chico irradiaba felicidad igual que el hombre que tomaba su hombro y que no podría dejar esa sonrisa al enterarse igual que Harry del veredicto de un juez del ministerio "LIBRE DE TODA SOSPECHA".

— Así como lo oyes Harry- hablo el director de Hogwarts- podrás vivir de ahora en adelante con tu padrino eso si con las debidas medidas de seguridad.

— ¡Has escuchado Sirius!- decía risueño el chico omitiendo lo de la protección- ¡Es genial!

— ¡Claro que lo es!- exclamo un joven Black que lucía mejor que la primera vez que Harry lo conoció.

— ¡Y que esperamos!

Ese sería uno de los mejores inicios de verano que Harry hubiera tenido en un largo tiempo las cosas cambiarían radicalmente este verano en más de una forma, en más de una persona.

— ¡Sirius Black esta libre!- exclamó enojado Lucius azotando el periódico en el escritorio de su mansión

— Ya veo.

— ¡Señor debemos hacer algo!

— Seguro que lo haremos- dijo el señor oscuro mientras su imagen se veía en la chimenea del lugar- primero daremos un susto al ministerio mientras ustedes dos se encargan del verdadero objetivo, los planes no cambian les han de atacar esta misma noche ¿Han entendido los dos?

— Por supuesto- dijo Lucius mientras el hombre encapuchado de la ventana asentía de igual forma.

En otra parte de la mansión Draco bajaba del carruaje este año su padre no se había molestado en ir a recibirle y su madre tampoco pero de nuevo estaba en casa no sería el mejor lugar del mundo pero añoraba a su madre.

Bajo y se apresuro a entrar por las imponentes puertas de la mansión. Nada, ni un sonido camino con rumbo al Estudio tal vez ahí hallaría a su padre extrañamente la puerta se hallaba entreabierta.

— ¿Has escuchado?- dijo Lucius al hombre encapuchado mientras el asentía y sus ojos azules miraban con un brillo maligno hacía la nada.

— Entonces el plan se llevara a cabo esta misma noche- exclamo el padre de Draco.

Eso fue lo ultimo que Draco escucho pues su corazón se había sentido oprimido dificultándole el poder respirar mientras el trataba de hacerlo parar con una mano en el pecho hasta que el dolor ceso.

— ¡Draco!- llamo su madre mientras el se apresuraba a ir donde ella estaba.

— Madre- decía aun con la mano en el pecho

— Cariño mió por fin estas en casa- le decía estrechándolo en sus brazos- año con año creses mas.

— Un poco madre…un poco- decía intentando sonreír.

— ¿Te han gustado los dulces que te eh enviado?

— Mucho igual que los que has enviado los seis años anteriores.

— ¿Tienes hambre?

— No mucha- dijo el rubio intentando controlar el creciente rechazo a algo.

— No nada de eso anda ven a cenar tu padre esta ahora arreglando una asunto pero pronto se nos unirá.

— Si este, bien- decía Draco viendo aun con dirección del estudio hasta que su madre le comenzó arrastrar al comedor.

El bonito atardecer había desaparecido, la lluvia comenzó a caer cada vez mas precipitada así que Hermione guardo el pergamino ya después seguiría leyendo la carta de su amiga, empezó a caminar primero para después correr se había alejado bastante de casa y la lluvia iba en aumento. Por fin vio la puerta de su hogar y bajo su velocidad cuando llego a la puerta sintió una mano que le tomaba por el hombro.

— ¡Ah!- grito asustada mientras se giraba para encontrarse con el entrecejo fruncido de su padre— ¡Papá!

— Tu madre quiere comer fuera, vámonos nos espera en el auto.

— Si pero la lluvia me a mojado la ropa y…

— No estas muy mojada así que ándate ya- indico su padre.

Hermione subió al auto en la parte trasera mientras su madre se giraba para verla y dedicarle una sonrisa.

— Se me ocurrió la idea de salir a comer fuera hoy, ¿Qué te parece?

— Es grandioso- dijo Hermione sonriendo a su mamá.

— Que bueno que te guste, iremos a un restaurante nuevo es muy bohemio tal como ti te gusta, peque.

Hermione y su madre comenzaron a platicar como solían hacer siempre a diferencia de su padre con el cual Hermione no congeniaba mucho, su madre siempre conseguía ponerle de buen animo, ambas reían cuando en una vuelta el carro giro bruscamente.

— Pero que…- dijo el padre de Hermione mientras salía del auto dejando a ella y su madre asustadas por el brusco movimiento.

Su madre se quedo viendo al señor Granger mientras ella bajaba también del auto, por ultimo Hermione le siguió pensando que no llevaba consigo su varita, aunque ni si quiera sabía que pasaba solo el gesto confundido de padre, la castaña quedo momentáneamente cegada por una luz verde que dio de lleno al auto.

Eso fue lo último que Hermione vio antes de caer al suelo y perdiendo conciencia de todo. La opresión que tenía Draco se hizo más fuerte dificultándole el respirar y asustando a su madre cuando cayo al piso, algo similar le paso a Sirius con Harry cuando su sobrino grito por el intenso dolor de su cicatriz.

Continuara…

He disfrutado mucho con esta obra, especialmente en el descanso.

Groucho Marx