QUÉ PASARÁ MAÑANA-------- por Moonlight8
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Descripción: Un accidental encuentro pone el camino de Serena a un chico misterioso ¿Quién será?.
Nota: Los caracteres que aparecen en esta historia no son de mi propiedad, yo solo me baso en el anime Sailor Moon para recrear mi imaginación y crear mis propias historias.

En el capítulo anterior............

Serena, de acuerdo al plan de su amiga Yuriko salió con Akira, un popular chico de la preparatoria, capitán del equipo de baloncesto, pero su cita no fue nada de lo que ella pudiese esperar, al final de la cita..........

Serena se paró de la mesa donde habían estado "descansando" un poco, desde que habían estado en la máquina de baile por un buen rato, si es que se podía llamar a eso descanso, "estar allí sentada, escuchando los relatos de Akira", agarró el pequeño bolso que llevaba consigo y se dirigió a la salida.

-Oye, espera, yo te llevo-

-No, no te preocupes, yo puedo irme sola, a esta hora es fácil conseguir transporte, además..... - Serena se acordó de algo que le había dicho Akira -¿No dijiste que tenías una reunión muy importante con los miembros del equipo a las 5:30 p.m.?, si recuerdo bien...... eso es exactamente en quince minutos, vas a llegar tarde-

-Yo te traje, lo correcto sería que yo te llevase a tu casa- insistió el chico

-No, no te preocupes, de verdad, puedo irme sola, perderás mucho tiempo llevándome a casa- Serena no iba a dejar que la vieran más con este chico, además no iba a soportar ni un comentario más acerca del baloncesto y lo "grandes logros" del chico, si lo hacía, de seguro algo malo iba a pasar.

-Está bien, como tú quieras, pero por lo menos déjame acompañarte hasta la salida-

-Está bien- 'Es sólo hasta la salida, podré soportar eso', pensó.

Y tal como acordaron, así se hizo, Akira acompaño a Serena hasta la salida, allí el se subió a su auto, dejando a Serena esperando el autobús. Serena suspiro, por fin se había librado del basketbolista y luego metió la mano a su bolsillo en busca de dinero.

-¡NO PUEDO SER!- Serena gritó

Buscó en su bolso, pero nada, igual que su bolsillo, estaba vacío, ¡No tenía dinero!...... Y ahora ¿Qué haría?, ¡Ningún conductor la iba a dejar subir sin antes haber pagado!.

Definitivamente, éste iba a ser uno de los días más largos de su vida........

Continuando con la historia…

CAPÍTULO 5: ¿QUIÉN SERÁ ESE CHICO?

Era un grandioso día de sábado, el clima era cálido y los pájaros revoloteaban por doquier mientras que una chica no hacia más que suspirar en su habitación, resignada al castigo que le habían impuesto sus padres, de pronto... suena el teléfono, la chica, con la esperanza de tener algún contacto humano ese día, aunque fuese vía telefónica, se apresuro a levantar la bocina, la voz que oyó al otro lado de la línea le era familiar, su amiga, su gran amiga, já, qué ironías de la vida, a quién menos quería escuchar... si la tuviese al frente estaba segura de que no respondería de sus actos, pero... al mismo tiempo sintió alegría de escucharla, tenía la perfecta oportunidad de desahogar su ira antes de que ésta se esfumara, una sonrisa maquiavélica se formó en su cara mientras que en la bocina no dejaba de escucharse un intermitente ¿hola?, ¿Hola?.

-Yuriko, ¡Vaya! ¡Qué sorpresa!- contestó al fin Serena.

-¿Sorpresa?, Que te levantaste con fiebre o qué, yo siempre te llamo, además, ¡cómo no iba a llamarte!, me están comiendo las ansias por saber que pasó con lo de tu cita-

-¿De verdad quieres saber que pasó?... ¿De verdad quieres saber?- Serena habló en tono irónico, pero Yuriko no le prestó atención a eso.

-¡Claro que quiero saber!- la voz de Yuriko sonaba un tanto impaciente.

-Pues... qué te digo, que gracias a ti, mi gran amiga Yuriko pasé el día más aburrido de mi vida con un chico ególatra y presumido que no sabe más que vanagloriarse, y no teniendo suficiente con eso, mis padres me castigan toda una semana por culpa de tan dichosa cita, por supuesto, idea tuya... y hoy, precisamente hoy... un día esplendoroso de sábado tengo que quedarme en mi habitación sin derecho a salir o tener contacto humano... por supuesto, me ha ido de maravilla-

-¿Qué fue lo que pasó?, pensé que me iba a encontrar con una Serena hincha de la felicidad, pero con lo que me encuentro es con una refunfuñona que no sabe apreciar lo que hace su amiga por ella-

-¿QUÉ FUE LO QUE PASÓ?, QUE ¿QUÉ FUE LO QUE PASÓ?, ¡CÓMO TE ATREVES A PREGUNTARME TAL COSA!- el tono de voz de Serena se incrementaba con cada palabra que decía.

-Oye, tengo derecho a saber, soy tu amiga o ¿no?-

-¡Claro!, ¡eres mi amiga!, y por eso me metiste en este lío, ¿cierto?-

-Vamos Serena, cálmate, no te entiendo nada, ¿puedes contarme todo primero y luego enojarte?-

-Eres una cínica, pero mejor es que sepas lo que hiciste así no te dará por ocurrírsete otra idea como "el golpe"-

-Bueno, bueno, deja las regañinas para después, soy toda oídos-

-Pues…… para empezar……-

-¡SERENA!, ¡ACASO ESTAS HABLANDO POR TELEFONO!, CREÍ QUE HABÍA SIDO LO BASTANTEMENTE CLARO CUANDO TE DIJE QUE TE QUERÍA EN TU CUARTO Y QUE AL MENOS POR HOY NO TENDRÍAS NINGÚN CONTACTO CON TUS AMIGOS Y ESO INCLUYE EL CONTACTO VÍA TELEFÓNICA- Grito su padre desde el piso de abajo, al parecer su padre la había escuchado hablando por teléfono.

-¡Oh!, lo siento Yuriko, creo que tendremos que hablar después, mi papá me descubrió- Serena habló en un susurro.

-Pero Serena, qué fue lo que pasó, ¿Por qué te tienen castigada?-Serena sintió cómo su padre estaba a escasos pasos de su habitación y su ansiedad creció aún más.

-Lo siento, hablamos luego, adiós- Serena colgó el teléfono e inmediatamente después su padre entró en su cuarto, el enojo notablemente afectando su cara.

-SERENA, ¿QUÉ PARTE DE LO QUE TE DIJE NO ENTENDISTE?, TE DIJE QUE INCLUSO EL TELEFONO ESTABA PROHIBIDO PARA TI DE NO SER POR ASUNTOS ESCOLARES-

-Pero papá, yo solo contesté el teléfono, no era nadie, sólo número equivocado- mintió Serena.

-¡Claro!, y yo soy el rey de Inglaterra, ¿Me crees tonto o qué?... esto se queda conmigo, no voy a correr el riesgo de nuevo.....- Kenji desconectó el teléfono de la habitación de Serena y luego salió cerrando la puerta tras de sí, llevando el teléfono consigo.

Serena soltó un suspiro mientras se recargaba en la puerta de su habitación, su padre estaba realmente enojado con ella... y no era para menos, cuando ella había llegado a su casa, sus padres estaban apunto de un colapso nervioso y ella no pudo más que tartamudear cuando sus padres le pidieron una explicación a su retraso. 'si esto hubiese sucedido hace un par de años de seguro hubiese aprovechado este castigo para dormir o leer mis historietas', pensó, pero ahora todo es ¡tan diferente!, el sueño, uno de sus mejores escapes de la realidad, ahora le era esquivo y apenas si lograba dormir un par de horas en las noches.

No supo cuando, pero sus pensamientos pronto estuvieron sobre los acontecimientos en los últimos años de su vida... su vida, que comparada con lo que era antes de ser Sailor moon había dado un giro de 180 grados, había tenido que madurar a la fuerza, sobre sus espaldas de un momento a otro había recaído la responsabilidad de salvar a las personas, de salvar al mundo, nada más y nada menos que en una niña de 14 años cuya única preocupación eran sus notas en la escuela, una niña mimada y sobreprotegida por su padre. Como si eso no fuera suficiente, las memorias de un pasado lejano, en el reino de la luna... un reino hasta ese momento desconocido para ella, la habían abordado dejándole conocer que era una princesa y que el amor de su vida llamado Endimión, no era otro que Darien Chiba, el chico que tanto detestaba en la vida presente... desde ese momento se vio asediada por sus amigas quienes le recordaban una y otra vez lo irresponsable que era y lo madura que debería ser al enfrentar lo que se les venía encima. Pero no… nunca era suficiente para ella, después de la gran batalla con el Megaverso, vinieron más batallas, una tras otra, sin descanso... comprendía que sus amigas también habían tenido que sufrir cambios en sus vidas, pero ella, por más que lo pensara parecía siempre llevar la peor parte como la "gran princesa de la luna". Siempre se veía protegida por las demás Sailors, porque… según ellas, la princesa era la más importante de todas, eso era algo que no soportaba, odiaba ese título de "princesa", cuantas veces se había preguntado si las Sailors eran en verdad sus amigas por lo que ella era o simplemente era porque su título de princesa, porque una cosa si estaba bien clara en todo esto, sus "amigas" siempre pensaban que ella era una torpe… Y ¿Entonces? ¿Por qué estaban con ella? ¡Dios! Tantas cosas rodeaban ahora su vida, tantas batallas, tantas muertes... muertes de las cuales ella nunca quiso ser responsable, pero... no importaba lo que ella pensara, no importaba que ella detestara pelear, siempre era su obligación hacer el trabajo final… -'matar'-, fuesen o no humanos siempre cada ser que destruía con sus poderes dejaba un hueco en su corazón, sentía tanto dolor... pero nunca nadie lo supo, ella siempre guardó ese dolor para sí misma, no quería en ningún momento que dijeran que estaba evadiendo sus responsabilidades, porque siendo la líder de las Sailors debía de ser la más fuerte... sí, la más fuerte... y no sólo eran los enemigos, ella también había visto morir una a una a sus amigas, cayendo por protegerla... su corazón fue rasgado cada vez que ellas perecieron, incluso ella misma había experimentado aquella fuga de vida, qué atractivo era para ella haber caído para siempre en ese estado… -'muerta'-, pero no.... tenía muchas cosas delante que no podía, no debía abandonar…

Serena se tumbó en su cama y dio una ligera mirada alrededor de su cuarto, incluso allí se habían producido cambios, cambios que vinieron con su repentina adquisición de madurez, su cuarto ya no era el de una niña, no..... era más bien el de una joven mujer. Una sonrisa nostálgica se formó en su cara, todo quedó atrás se dijo para sí misma y lentamente cerró sus ojos.....

Serena estaba totalmente sorprendida, ¿Qué horas eran?, giro un poco su cara para ver que su reloj indicaba la 8:30, ¡cómo era posible que hubiese ocurrido!, solo había cerrado los ojos por un momento y cuando los abrió había oscurecido, -'no entiendo, ¿me habré quedado dormida?, no eso no es posible, estoy segura de que no estaba dormida, tan sólo cerré mis ojos, vi aquel lugar tan extraño y luego… luego... abrí los ojos y había anochecido ¿Cómo puede ser eso posible?'- pensó confundida.

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-Serena, ¿Cuánto hace que estás aquí?-

Serena levantó la cabeza para mirar a la persona que estaba junto a ella.

-Yuriko…-

-No respondiste a mi pregunta-

-Hace un buen rato ¿Por qué?-

-Porque no entiendo como es que siempre, no importa lo temprano que llegue, te encuentro aquí sentada esperando-

-Duermo poco, lo sabes y no soporto quedarme en casa por mucho en las mañanas-

-¿Y bien?, ¿Qué fue lo que pasó?- dijo Yuriko tomando asiento al lado de su amiga.

-Pues....... que toda la cita con Akira fue un fiasco, no sabes lo presumido que es ese chico, todo el tiempo se la pasó hablando de sí mismo y de sus triunfos, por supuesto, jamás me había aburrido tanto en mi vida-

-¡Ah!, qué pena, parecía prometedor el chico, pero bueno, aún nos quedan unos cuantos por probar-

-Ni lo sueñes, deja ese tema de lado que por ningún motivo voy a seguir con esto-

-Pero, ¿Por qué?... que Akira te haya desilusionado no significa que todos los chicos vayan a ser igual a él-

-No entiendes Yuriko, tú no estuviste allí, además, después de que terminó la cita vino lo peor-

-Explícate, no te entiendo-

-Bueno, como sabes, estaba tremendamente aburrida así que di por terminada la cita y quería irme a casa, Akira insistió en llevarme pero yo no estaba dispuesta a soportarlo ni un minuto más, así que le dije que no se preocupará que me iría sola, y... así fue, pero...

&&& FLASH BACK &&&

Y tal como acordaron, así se hizo, Akira acompaño a Serena hasta la salida, allí el se subió a su auto, dejando a Serena esperando el autobús. Serena suspiro, por fin se había librado del basketbolista y luego metió la mano a su bolsillo en busca de dinero.

-¡NO PUEDO SER!- Serena gritó

Buscó en su bolso, pero nada, igual que su bolsillo, estaba vacío, ¡No tenía dinero!...... Y ahora ¿Qué haría?, ¡Ningún conductor la iba a dejar subir sin antes haber pagado!

Serena pensó por un momento, qué se supone que haría…

Trato en vano de pedirle dinero a algunas de las personas que pasaban por allí, algunas personas sólo la ignoraban y unas tantas más le decían que estaba muy joven como para andar en esas, que trabajara, además estaba frente a un centro de videojuegos, muchos seguro debieron pensar que había gastado todo su dinero allí y se había quedado sin pasaje.-¡¿Quién la mandaba?!- La noche poco a poco se apoderaba de la ciudad y Serena empezaba a desesperarse, cuando de pronto se le ocurrió una idea... era obvio que no conseguiría transporte pues, incluso había intentado que la llevasen sin pagar, así que pensó -'Cuando me transformó en Sailor Moon, mis fuerzas se incrementan, de seguro que podré llegar más rápido si lo hago así, claro ¡qué tonta he sido!' -este detalle obviamente fue omitido del relato- pero parecía ser que la suerte ese día estaba en contra de ella, pues no sólo empezó a llover a cántaros sino también que extrañamente, ese día los perros decidieron que la detestaban y tuvo en más de una ocasión que correr y desviarse de su camino para no caer en las mandíbulas de uno.

Cuando por fin Serena llegó a su casa, lo que le esperaba no era menos aterrador que su larga caminata, nada más abrir la puerta y la cara de su padre apareció en escena, eran alrededor de las 00:30 horas y no había que ser un adivino para saber que habían formado todo un alboroto por su tardanza.

-¡HASTA QUE AL FIN SE DIGNA A APARECER LA NIÑA!-

-¡POR DIOS SERENA! DONDE HAS ESTADO, NOS TENÍAS MUY PREOCUPADOS-

-Yo, emm, pues...-

-NO, NO ES NECESARIO QUE INVENTES EXCUSAS, ERES UNA DESCONSIDERADA, SERENA, ¡CÓMO TE ATREVES A PREOCUPARNOS DE ESA MANERA!-

-¡LLAMAMOS A CASI TODAS TUS AMIGAS Y NINGUNA NOS SUPO DAR RAZÓN DE TI!-

-Lo… lo que pasó fue que…-

-NO TE MOLESTES EN DECIR NADA, NO QUIERO ESCUCHARTE, ¡ERES UNA TOTAL IRRESPONSABLE!-

Tras haber escuchado una larga e interminable perorata acerca de lo irresponsable que era, de lo mucho que se habían preocupado pensando en que algo malo le había pasado, Serena oyó a su padre dar el veredicto final, una semana sin salidas a ningún lado excepto a la preparatoria y un sábado entero en su habitación sin derecho a visitas o llamadas. En ningún momento, de la boca de Serena salió palabra alguna, sus fuerzas para sostener una discusión se habían marchitado gracias a la larga caminata que tuvo que sostener; lo único que atinó a hacer fue a bajar la cabeza en señal de arrepentimiento y asentir una y otra vez a todo lo que sus padres le decían. Serena subió totalmente agotada los escalones hacia su habitación, pero su día no había terminado aún, allí estaba Luna, con sus garras dispuestas a matar.

-SERENA STUKINO… ¡DONDE SE SUPONE QUE TE METISTE TODA LA TARDE HASTA ESTA HORA!-

-Luna, por favor, ya he tenido suficientes regaños por hoy, lo único que quiero es quitarme esta ropa mojada, meterme en la cama y "dormir" por cien años-

-Pues.... todo eso puede esperar, porque yo necesito una explicación- luna adoptó una pose amenazante.

-mira luna, en pocas palabras salí con un chico, me aburrí y quise irme de allí, no tenía dinero para regresarme, así que tuve que recorrer 2 kilómetros a pie (N.A no sé si es muy exagerado, pero en todo caso Serena tuvo que caminar mucho) y de verdad estoy muy cansada así que ¡NO ME MOLESTES!-

-¿CÓMO QUE SALISTE CON UN CHICO?-

Luna no obtuvo respuesta pues Serena se dirigió a su baño y cerró la puerta con todas sus fuerzas.

&&& FIN DEL FLASH BACK &&&

Cuando Serena terminó el relato Yuriko no podía de la risa.

-¡BASTA YURIKO!, yo no le veo la gracia- dijo Serena parándose de su asiento.

-Lo siento Sere, ¿De verdad te pasó todo eso?- Yuriko limpió con su mano las lágrimas que habían emergido de sus ojos de tanto reírse.

-¿Tu que crees?, ¿Qué me inventé todo eso?-

-ummm... pues no sé, eso de que tu gata te regañó me suena un tanto extraño-dijo Yuriko con aire reflexivo.

-Pues no sabes lo inteligente que es mi gata y ella me cuida mucho- dijo Serena un tanto ofendida aunque en su mente se decía '¡Qué tonta he sido!, como le fui a contar a Yuriko lo que me dijo luna, va a pensar que me estoy volviendo loca'.

-Es extraño, pero... está bien, te creo, yo tuve un perro que me entendía a la perfección, a veces hasta me parecía que me hablaba-

-Todo esto pasó por tu culpa, esa loca idea de "el golpe", pero...... ya verás, algo se me va a ocurrir para hacerte pagar-

-No digas tonterías, ya, olvídalo, más bien, vamos a clase que ya sonó el timbre-

-Sí, claro, todo por tu propia conveniencia, vamos-

Ambas chicas se dirigieron al salón de clase, una de ellas con una malévola sonrisa en su cara.

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-Así que te fue como a los perros en tu cita ¿no?-

-¿Como a los perros?, dirás como a los gatos, porque los perros me persiguieron a mí-

-Yo se los dije desde un principio, pero... como no quisieron escuchar... ahí tienes el resultado-

-No seas irónico, ya quiero dejar esto atrás... lo que sí quiero es que me ayudes a planear algo para darle un escarmiento a Yuriko, ella me metió en todo esto-

-Con todo gusto, déjame pensarlo un poco y ya verás como se me ocurre algo genial. Aquí se desvía mi camino, ¿Te acompaño a tu casa?-

-No, no te molestes, me voy sola, si mi papá, mi mamá o el molesto de mi hermano me ven llegar a casa con alguien de seguro voy a lamentarlo-

-Está bien, nos vemos, cuídate- Mark se acercó a Serena para darle un beso en la mejilla, esa era una demostración de afecto que solía tener con ella.

-Adiós Mark-

Ambos cogieron direcciones opuestas, Serena iba pensando -'si el castigo es toda la semana... supongo que eso incluye el viernes, si es así, perderé mi cita con Darien, ¿Qué le voy a decir?, no le puedo decir la verdad... aghhhh, estúpido Akira, estúpida Yuriko, estúpida Serena'-, cuando de pronto algo en su camino la hizo chocar y todos sus libros cayeron al piso junto con ella (N.A. una típica escena de la serie).

-Pero, qué demo...- Serena alzó la vista para ver qué era lo que había producido el choque sin terminar la frase.

-¡Oh!, ¡Cuánto lo siento!, iba… iba distraído y... no te vi... lo siento mucho, ¿te hiciste daño?- Un joven le ofrecía reiteradas disculpas a Serena atropelladamente, mientras trataba de ponerse en pie y recogía sus libros y los de Serena.

-No, no te preocupes, yo era la que iba distraída, pero si pudieras ayudarme a levantarme te lo agradecería mucho-

-Lo siento, qué torpe....... claro que te ayudo- dijo el chico muy apenado, dejando los libros a un lado y ayudando a Serena a levantarse del piso. Este pequeño acercamiento le permitió a Serena tener una mejor panorámica del chico, era un joven de cabellos castaños con pequeños mechones rebeldes que caían sobre su rostro y la base del cuello, sus ojos eran de un color miel que a la luz del sol parecían cambiar a verdes, una cabeza más alto que Serena, cuerpo atlético y dientes perfectos.

-De verdad lo siento mucho, iba tan distraído que no me fijé por donde caminaba- insistió el chico.

-No, la que lo siente soy yo, debo aprender a estar en la tierra mientras camino, estaba muy distraída-

El chico sonrió-Está bien, lo sentimos los dos, ambos tuvimos la culpa, si tú me disculpas, yo te disculparé a ti también-

-Está bien, te disculpo-

-Pues yo también, toma... aquí están tus libros- El chico le pasó los libros que había recogido a Serena, esta los tomó en sus manos y le sonrió.

-Gracias- ambos se quedaron mirando fijamente, cuando de pronto el reloj del chico le acordó algo a Serena - ¡Oh Dios mío!, me tengo que ir, nos vemos luego, adiós- Acto seguido sólo se vio una nube de humo que indicaba que por allí había pasado alguien. El chico quedo un tanto atónito por la repentina reacción de la chica.

-'Qué rara'-pensó-'pero... es hermosa... ¿Por qué siento que la conozco de alguna parte?'- una sonrisa se dibujó en sus labios. – 'Hoy me siento muy feliz'- se dijo a sí mismo el chico antes de reanudar su camino.

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-'¿Quién será ese chico?'-

-Serena, te estoy hablando-

-¡Ah!, ¿qué me decías luna?-

-¿Qué te pasa?, has estado en otro planeta toda la tarde-

-Nada luna, no me pasa nada- Serena se levantó de su cama y se dirigió a la ventana, corrió un poco las cortinas y exclamó -¡Pero qué hermoso día!, ¿No lo crees así luna?-

-¿Te sientes bien?-

-Claro luna, ¡como nunca!-

-No sé porqué, pero creo que me ocultas algo-

-No seas necia luna, yo no te oculto nada- la mirada de Serena seguía fija en el paisaje más allá de su ventana –'Nunca antes lo había visto, ¿Por qué me parece conocido?'-

-¡Claro!, Como no me ocultabas nada cuando saliste con ese chico-

-Ni me lo recuerdes luna, eso es tema olvidado. Más bien, dime algo....... ¿Tu qué crees? ¿Será que me levantan el castigo antes del viernes?- Serena alejó su vista de la ventana para mirar a luna olvidando por completo los pensamientos que habían estado asaltando su mente.

-Lo dudo mucho, tus padres están muy enojados con tigo y con justa razón, diría yo-

-Entonces debo inventarme una excusa para Darien…- dijo Serena hablando para sí misma pero fue lo suficientemente alto para que luna la escuchara.

-¿Excusa?, ¿Es que acaso no vas a decirle la verdad?-

-¡Claro que no luna!, ¿Qué pretendes que le diga?, mira Darien, este viernes no puedo salir contigo porque salí con un chico para darte celos, pero las cosas no resultaron como yo pensaba, así que camine dos kilómetros hasta mi casa.... pero como cuando llegué estaba demasiado tarde mis padres me castigaron durante toda la semana-

-Pues realmente tengo que admitir que esta vez no tienes excusa alguna-

-Precisamente por eso tengo que inventarme una, es eso o… convencer a mis padres de levantarme el castigo antes del viernes-

-No sé Serena, las mentiras no te llevan a nada bueno-

-Entonces... voy por la segunda opción... voy a convencer a mis padres de que me levanten el castigo-

-Pues no veo como, porque tu padre ni siquiera quiere verte-

-No, él no, pero sé que mi madre si me va a escuchar y ella... se va a encargar de mi padre-

-¡No tienes remedio!- dijo luna en un gesto de derrota.

Esa semana Serena estuvo haciendo todo lo posible por agradar a su madre y cada vez que podía le mencionaba lo aburrida y deprimida que se sentía en casa y lo bien que le sentaría salir con su novio el viernes; por su parte, Ikuko sabía perfectamente que si Serena se quedaba en casa el viernes era más que seguro que tuviera a su hija lloriqueando por todos lados hasta su nueva cita con su novio, ella sabía lo mucho que su hija quería al chico, nunca antes la había visto tan enamorada de alguien; además bien era cierto que últimamente su hija no se hallaba de muy buen ánimo aunque tratara de aparentar todo lo contrario, una madre siempre sabe conocer a sus hijos y le apenaba mucho verla de esa forma y aunque tratase sabía que lo que fuese que estuviese molestando a su hija debía resolverlo ella por sí misma. Total, como puede concluirse Serena termino por convencer a su madre que le levantarán el castigo el viernes en la mañana y aunque no fue muy fácil convencer a su padre de lo mismo, su madre se encargó de eso.

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EL VIERNES DESPUÉS DE CLASES......

¡RINGGGGGGGG!

-Serena, es para ti-

-¿Quién?-

-No sé, es un chico-

-'¿Quién podrá ser?, no puede ser Darien, el y yo hablamos ayer y quedamos en que él me recogería hoy aquí, además mi mamá le conoce la voz, ¿Mark?, no lo creo si hace solo unos minutos nos despedimos ¿Se le habrá olvidado algo?'- Serena pensaba tratando de adivinar quién podría ser mientras se dirigía a contestar el teléfono.

-¿Hola?-

-si, ¿Serena Tsukino?- se oyó decir al otro lado de la línea.

-si ella habla, ¿que desea?- dijo Serena con un tono incierto.

-Oh, Bueno mira... tal vez no te acuerdes de mí... hace unos días chocamos por casualidad a unos cuantos metros del parque-

-¡Ah!, el chico del parque, ¡Claro que me acuerdo!- dijo sin poder evitar esbozar una sonrisa -pero.... no entiendo, ¿cómo conseguiste mi teléfono?-

-Verás, ¿sabes donde está tu cuaderno de matemáticas?-

-Pues… ahora que lo preguntas, he estado buscando como loca ese cuaderno por todas partes y no he podido encontrarlo, pero... ¿Cómo sabes que se me extravió ese cuaderno?- Serena estaba un tanto perdida.

-Pues porque parece que tu cuaderno decidió dar un paseo y ahora está justo conmigo-

-¡¿Qué?! Pero.... ¡Cómo es posible!-

-Si mal no recuerdo, el día que nos conocimos hubo un gran lío con los libros y parece que por equivocación yo tomé tu cuaderno de matemáticas y tú tomaste mi libro de Medicina-

-¡Ah!, entiendo, entonces ya sé de donde salió aquel libro – iba diciendo cuando de repente una oleada de temor asaltó a Serena-'¡no puede ser!, él tiene mi cuaderno de matemáticas, no podía ser otro sino mi cuaderno de matemáticas, ¡por Dios!, espero que sólo haya visto las última páginas y no las notas en rojo del principio'-

-¿Estas ahí?-

-eh... si, si. Oye hay algo que todavía no entiendo... ¿Cómo conseguiste mi teléfono?-

-Tengo tu cuaderno ¿Recuerdas?, allí tienes anotados todos tus datos personales, incluyendo tu teléfono-

-sí, qué tonta-

-Bueno, el caso es que necesito mi libro y supongo que tu también estarás necesitando tu cuaderno, ¿Podríamos vernos para intercambiarlos?-

-…… ¿Ahora?-

-Si es posible, te lo agradecería… de verdad necesito mi libro-

-Está bien, que tal si nos encontramos en el Crown, ¿Lo conoces?-

-si, ¿A las tres esta bien?-

-Sí, está bien, entonces nos vemos-

-Bueno hasta pronto-

Tan pronto hubo colgado el teléfono, Serena estaba revolviendo su armario en busca de algo bonito que ponerse. Una a una iban volando por los aires las prendas de su guardarropa aterrizando en su cama, en una de esas, luna, quién en ese momento se encontraba durmiendo placidamente, sin darse cuenta quedó atrapada entre todo el lío de ropa.

-¿Qué es lo que está pasando?- grito luna bajo todo el tumulto de prendas tratando de liberarse.

-¿Luna?, ¿Qué haces allí?- Serena se dio vuelta buscando a su acompañante, más sólo pudo ver un pequeño bulto revolviéndose entre la ropa.

-SERENA, ¡SÁCAME DE AQUÍ!- grito de nuevo luna.

-¡oh!, lo siento luna- Se disculpó la chica revolviendo la ropa para liberar a su gata.

-¿QUÉ DIABLOS PENSASTE QUE HACÍAS?, ¿ACASO PENSABAS AHOGARME MIENTRAS DORMÍA?-

-Ya te dije que lo siento, sólo estoy buscando algo lindo para ponerme-dijo Serena en un apuro.

-¿Qué es lo que sucede aquí?, ¿Me perdí de algo?-

-Nada luna,¡OH!, esto es perfecto- Serena agarró una blusa en color beige de cuello en v y mangas hasta los codos y un pantalón de color negro entre todo el lío de ropa y en un abrir y cerrar de ojos tenía puesta aquella vestimenta.

-¿Qué acaso piensas salir?-

-Sólo un momento, luna...... ¿recuerdas el cuaderno de matemáticas que estuve buscando toda la semana?- Serena se giró para mirar a luna.

-Seguro, el motivo por el cual volteaste la casa al revés-

-Pues… ya sé quién lo tiene y debo ir a recuperarlo-

-Me alegro, pero… ¿Por qué tanto alboroto?-

-Por nada- decía Serena mientras se ponía un poco de brillo en los labios y daba los últimos toques a su cabello.

-Bueno, nos vemos luego luna- se despidió Serena mientras bajaba las escaleras.

Casi iba saliendo de su casa cuando Serena escuchó la voz de su madre detrás de sí.

-Serena, ¿A dónde vas?-

-eh..... Mamá, ya sé dónde dejé mi cuaderno de matemáticas y necesito ir a recogerlo- dijo Serena volteándose para ver a su madre -¡Oh Dio mío!, ¿Dónde tengo la cabeza?- inmediatamente después Serena corrió escaleras arriba para unos segundos después bajar con cierto libro en sus manos –'No puedo creer que casi lo olvido'- pensaba mientras cerraba la puerta tras de sí y se despedía de su madre quién no entendía la rara conducta de su hija.

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-'Parece que llegué temprano'- Serena se sentó en una de las mesas del Crown a esperar que el chico llegara, sus manos jugueteaban nerviosas con el libro moviéndolo de un lado a otro.

-¿Serena?- escucho decir tras de sí, la chica se sobresaltó al oír esa voz.

-¡Hola!, espero no haberte hecho esperar- dijo el chico tomando asiento en el lado opuesto.

-No, no te preocupes, sólo hace un momento que llegué-

-¡Me alegro!-El chico se maravilló de lo hermosa que se veía esta joven de cabellos rubios que tenía frente a el, el día que la conoció pensó que era hermosa pero ahora... sin su uniforme...... era toda una aparición celestial –Te ves muy linda con esa ropa- no pudo evitar comentar el chico.

Serena se sonrojó ante el comentario –Gracias- alcanzó a decir.

De pronto un incómodo silencio se hizo presente entre ellos.

-Bien, aquí esta tu cuaderno-dijo al fin el chico rompiendo el silencio que se había hecho entre ellos, entregándole a Serena un cuaderno de pasta rosada.

-¡Oh!, gracias, mira aquí está tu libro- Atinó a decir la rubia, acercando al joven el libro que permanecía en la mesa y con el que había estado jugueteando minutos antes.

-Gracias, no sabes lo mucho que lo he necesitado- El chico cogió el libro en sus manos y se le quedó mirando por unos instantes.

De nuevo el incómodo silencio...

-Bueno... creo que eso es todo... espero que no vuelvas a perderlo- dijo Serena señalando hacia el libro en las manos del chico y haciendo un leve movimiento que indicaba que se levantaría de su asiento.

-¡Oh!, ¡Claro que no!- dijo el chico saliendo de su breve encantamiento con su libro -¿Tienes prisa?... Quizá podríamos tomar algo y hablar un poco... en honor a nuestro casual encuentro… Tal vez el destino quiera algo con nosotros- el chico dirigió su mirada hacia Serena en espera de una respuesta.

-Seguro... ¿Por qué no?, pero por favor no me hables del destino-

-¿Por qué?, ¿acaso no crees en él?-

-No, es sólo que por un momento quisiera creer que no todo está escrito… el destino ya ha intervenido suficiente en mi vida-

El joven frunció el ceño-¿Qué quieres decir con eso?... ¿Acaso oigo un tono de decepción en tu voz?-

-Quizá...- la mirada de Serena se había tornado un tanto triste y parecía encontrar algo interesante en el piso –No me hagas caso, son tonterías mías- Serena levantó su mirada y hizo un gesto de negación con sus manos –mejor dime... ¿Quién se supone que es la persona que raptó mi cuaderno de matemáticas?-

-Bueno... qué te digo... es un chico universitario con el sueño de convertirse en un gran doctor- El joven no pudo terminar porque se vio interrumpido por alguien más.

-¿Serena? Hace días que no te veía por aquí, tenías muy abandonado el Crown, no es lo mismo sin ti-

-¡Andrew!, qué gusto verte, la verdad no he tenido mucho tiempo libre, pero ya ves, aquí me tienes- dijo la rubia sonriendo.

-Pensé que se te había olvidado el camino- Andrew frunció el ceño al notar la presencia del acompañante de Serena -¿Qué van a ordenar?- preguntó Andrew con un tono de voz frío.

-dos malteadas está bien ¿no? ¿De chocolate?- preguntó el chico mirando a Serena.

-Sí, por mí está bien-

-¿Algo más?- la mirada de Andrew no perdía ningún movimiento del chico.

-¿Quieres algo más?-

-No, así está bien Andrew- Andrew se retiró con un solo pensamiento en su cabeza '¿Quién será ese chico?'.

-Parece que alguien se siente celoso- el chico señaló a Andrew.

-¡Oh!, no digas tonterías, Andrew es mi amigo, el es como un hermano para mí-

-¿En serio?, pues a mi me parece que el no piensa lo mismo de ti, ¿Qué tal si nos tomamos las malteadas y vamos a otro lugar?- El chico se acercó más a Serena para hablar en complicidad –Parece que aquí nos tendrán vigilados-

-Está bien, quizá tienes razón en lo último, Andrew a veces es demasiado sobre protector, además es amigo de mi novio-

-uu... ahora entiendo-

Como ambos chicos acordaron, una vez tomaron sus malteadas.....bueno... el chico se tomo su malteada, Serena apenas si probo la suya dejaron el Crown en medio de risas por algún comentario que hizo el joven.

-¿Y bien? ¿A dónde quieres ir?-

-mmm.... déjame ver- Serena pensó por un momento –lo tengo, ya sé a donde iremos- Serena esbozo una pequeña sonrisa mientras cogía la mano del joven y empezaba a caminar.

-Óyeme, espera... ¿a dónde vamos?- decía el joven mientras trataba de seguirle el paso a Serena.

-Es una sorpresa, ya verás-

Minutos después…

-¿Y bien? ¿Qué te parece?-

-Es un hermoso lugar-

-Yo vengo aquí cuando necesito pensar-

-Pero... esto es propiedad privada, ¿No crees que los dueños se molesten?-

-Conozco a los dueños....casi no permanecen aquí, también conozco a los sirvientes y a ellos no les importa que yo venga de vez en cuando por acá...-

El sitio era una especie de bosque, hacía parte de los terrenos de una gran mansión que distaba mucho de allí, si se quisiera llegar a la mansión desde allí lo mejor era usar un auto. El lugar donde ellos se encontraban era un pequeño claro que estaba rodeado de árboles y cerezos, allí se había dispuesto un par de bancas al lado de un estanque artificial y flores de toda clase adornaban el lugar. Serena y el joven se sentaron en una de las bancas, ambos permanecían en silencio contemplando el paisaje. De pronto Serena empieza a escuchar una bella melodía, era el joven, que había roto el silencio con su dulce voz...

Las cosas pasaron muy deprisa
y los recuerdos tan despacio.
Son tan breves las sonrisas,
y tanto el tiempo que he esperado.
Para mi jamás te fuiste,
porque el mundo se quedo parado,
aunque ha sido un poco raro...

Serena miró al chico, tenía los ojos cerrados como si quisiera recordar algo... parecía estar en estado de éxtasis, su cara estaba tan relajada... al parecer aquellas letras salían del corazón…

Ahora viéndote de nuevo,
me doy cuenta que te eche de menos.
Ahora se que no soy dueño
de mis sentimientos,
que no importan los problemas
porque, al decirme que te quedas...

Se me olvido
que me jure olvidarte para siempre.
Se me olvido
que prometí por una vez ser fuerte.

Y es que ya ni me acordaba, corazón,
que me gusta tu mirada tanto, amor,
que sigue habiendo algo fuerte entre nosotros dos
y, ahora que te tengo enfrente, nada es diferente.

Me hace tan feliz que vuelvas;

Nunca quise que te fueras.
De que vale tanto orgullo,
tanta estúpida pelea
y perder en un segundo,
lo que has buscado una vida entera.

Se me olvido
que no he dejado nunca de quererte.
Se me olvido
que en el amor no vale ser valiente.

Y es que, ya ni me acordaba, corazón,
que me gusta tu mirada tanto, amor,
que sigue habiendo algo fuerte entre nosotros dos
y, ahora que te tengo enfrente, nada es diferente.

Se me olvido
que no he dejado nunca de quererte.
Se me olvido
que en el amor no vale ser valiente.

-Es hermosa- dijo Serena mirando al chico cuando terminó la canción.

-..........-

-Parece que te saliera del corazón aquellas palabras-

-No parece... así es... es un recuerdo de mi pasado-

-¿De tu pasado?- Serena frunció el ceño.

-No me hagas caso... a veces no sé ni lo que digo-

-........ Tienes una voz hermosa ¿Cantas o algo así?- Serena cambió de tema, no quería que él se sintiera incómodo, fuese lo que fuese lo que producía esa canción en él no le gustaba hablar de ello.

-Bueno... en realidad... formo parte de un grupo... a veces tocamos en bares, quiero decir... no somos famosos ni nada de eso-

-Pues déjame decirte que lo serían si pudieran hacerse conocer por más público, cantas de maravilla-

-Gracias... pero... dime tu estas en la preparatoria ¿No es así?-

-si, así es en la preparatoria Juban-

La tarde transcurrió tranquila entre pláticas de una cosa y otra... cuando Serena se dio cuenta ya había oscurecido...

-¡Oh por Dios!, ¡no puedo creer que lo olvidé por completo!-

-¿Qué pasa?....-

-Debo irme- dijo Serena mientras se levantaba de su asiento.

-Pero... ¿qué es lo que pasa?- dijo el joven confundido.

-Tengo una cita con mi novio y ya se me hizo demasiado tarde- la cara de Serena mostraba visible preocupación.

-Bueno... pues entonces ¡vamonos!- dijo el chico poniéndose de pie.

Ambos chicos salieron del pequeño bosque de la mansión y tomaron rumbo a casa de Serena, a mitad de camino Serena se detuvo.

-Creo que lo mejor es que nos despidamos aquí-

-Entiendo... espero que no sea la última vez que nos veamos-

-No, ¡claro que no!, Tienes mi teléfono ¿No?...-

-claro... y ¿Quién sabe?... tal vez pronto tengamos otro afortunado choque- Serena sonrió ante el comentario.

-bueno... Adiós-

-Nos vemos linda- el chico se aproximó a Serena y le dio un dulce beso en la mejilla, Serena se sonrojó ante tal acto.

-Adiós- Serena se alejó lentamente del chico y se dirigió hacia su casa. Cuando iba llegando no pudo evitar sentir una opresión en el pecho, el auto de Darien estaba estacionado al frente de su casa... eso quería decir que Darien ya había llegado...

Serena dejó salir un fuerte suspiro y luego sacó las llaves de su casa. Cuando giro la llave su corazón se aceleró súbitamente –'Qué le voy a decir a Darien'- pensaba.

Ikuko y Darien se encontraban sentados en el sofá de la sala hablando sobre algo que Serena no pudo escuchar porque inmediatamente entró ambos se quedaron en silencio.

-¡Darien!... ya estás aquí- dijo Serena un tanto nerviosa.

-Serena... ¿Dónde estabas?- preguntó Ikuko mirando a la chica seriamente.

-Pues.... fui a recoger mi cuaderno... ya te lo había dicho-

-¿En serio?... Serena podríamos hablar un momento- Ikuko se puso de pie y le hizo una seña a Serena para que se dirigiera a la cocina.

Darien sólo permanecía en silencio mirando a Serena.

-¡Claro mamá!... vuelvo en un momento Darien...-

En cuanto llegaron a la cocina Ikuko empezó a decir…

-ESCUCHA SERENA NO SÉ QUE ES LO QUE TE PASA, PERO QUIERO UNA EXPLICACIÓN...-

-¿De qué hablas mamá?-

-No te hagas... no me vas a decir que estuviste toda la tarde buscando tu cuaderno... –

-no mamá... lo que pasó es que...-

-¿Ves?, eso es lo que yo digo.... primero te desapareces y llegas de madrugada... y luego te pasas toda la semana rogándome que te levantemos el castigo porque hoy es tu cita con tu novio y resulta que la niña no parece tener el menor interés en ello…-

-Mama... yo...- Serena no sabía qué decir.

-No digas nada... parece que no tienes excusa... más bien ve y arréglate que Darien ha estado esperando mucho... ya tendremos tiempo para discutir esto-

-Está bien... Gracias mamá- Serena se dirigió hacia la sala a donde estaba Darien, quién parecía estar impaciente.

-¿Nos podemos ir?- dijo Darien en un tono frío poniéndose de pie.

-eh... pues... ¿Me esperas un momento?... no me demoro... sólo voy, me cambio y bajo-

-¿Tengo opción?- su voz dejaba ver un tono un tanto molesto. –No tardes- Darien volvió a tomar asiento.

-Vuelvo en seguida- Serena subió corriendo las escaleras y se cambió lo más rápido posible. En unos instantes estuvo de vuelta en la sala.

-Bien, estoy lista- Serena llevaba un simple vestido de tirantes en color negro hasta la rodilla.

-Bien... Vamos- Darien se levantó de su asiento y cogió su chaqueta sin el mayor ánimo –Hasta luego señora Ikuko-dijo Darien antes de salir.

-¿Estas molesto?- Serena no dejó de notar el frío comportamiento de Darien, ni siquiera había dicho su usual halago sobre su apariencia.

-No- Fue su respuesta.

-¿a dónde vamos?- preguntó Serena mirando a Darien con una alegre voz.

-Pues... ahora que lo preguntas... no lo sé... había hecho reservaciones en un restaurante pero... con tu tardanza.... creo que las perdimos-

-¡Ah!..... Lo siento- Serena se arrepintió de haber preguntado.

-Sube....-Darien abrió la puerta del pasajero delantero para que Serena subiera al auto.

Ya en el auto en vista de que Darien estaba tan callado Serena se atrevió a decir -¿Qué tal si vamos al mirador?... siempre me ha gustado ese lugar... además, es bueno de vez en cuando sólo algo informal-

-Si es lo que tú quieres...-

-Seguro…-

NOTAS DE LA AUTORA: ¡Hola a todos! Aquí estoy de vuelta con ustedes.....

¡¡¡Por favor, dejen reviews!!!.

Con cariño.....

Moonlight8

20 de enero de 2005