I D E N T I D A D – UN VERANO DIFERENTE
— POR: EROL —
El abogado entro por esa puerta, no se porque es imagen va a quedar grabada en mi mente el resto de mis días si de por si ya estaba yo bastante confundida todo se me venía a empeorar ahora mismo no recordaba nada pero nada desde hace dos semanas lo único que sabia es que ahora misma estaba suspendida en Hogwarts que un extraño Brujo me ofrecía su ayuda y que ahora mismo en la única que confiaba era en Lena; increíble no la conozco realmente pero confió en ella.
¿Extraño? Bueno mi vida ya ah sido extraña desde que puedo recordarlo. Aun con ello siempre había un lugar en el que me sentía normal y esa era en mi casa con mis padres, si bien no me llegaban a entender, ahora mismo me decían que mis padres estaban desparecidos y probablemente muertos, todo esto me lo informaba el abogado de la familia como una vez me lo había dado a conocer mi padre, un tipo que solo una vez había visto y que la segunda vez que le veía me venía con esto.
—Hermione- hablo Lena al ver que después de la palabra muerte la chica parecía estar en shock.
— ¿Muertos?
— Eso parece ser señorita.
— ¿Muertos?- parecía no querer comprender.
— Eso parece aunque no hay evidencia alguna, la verdad es que no hay nada ningún rastro de sus padre.
— Me esta diciendo que no hay nada, ¿Qué se esfumaron?
— Es la única explicación que le puedo ofrecer.
— ¿Y entonce porque esta usted aquí?
Un instante el hombre volteo a ver a Wilman, instante que le sirvió para saber lo que debía hacer.
— A mi me contacto la policía a raíz de que conocieron su identidad por lo que me informaron a usted la encontró una mujer en un estado no muy favorable, señorita yo no se mas que eso.
— Sigo sin entender.- continuaba la chica cuando una protesta del hombre la detuvo.
— Señorita yo solo eh venido a informarle eso y lo que pasara con usted de ahora en adelante.
— ¿Pasara, como que pasara?- Hermione estaba perdiendo todo el autocontrol que poseía- Hable…
— Bueno en esta situación…
— ¡Hable!
— Bien sus padres firmaron una misiva en caso de que a ellos; ambos, les ocurriera algo usted quedaría bajo la tutela de el señor Bryan Wilman aquí presente.
Un maullido fue lo único que se escucho en esa habitación en ese instante Lena que había entrado a escuchar la noticia; sutilmente, en su forma felina había quedado igual de confundida que la Gryffindor que tenia los ojos desorbitados que miraba al hombre que minutos atrás le hablara y que ahora era el responsable de ella de un momento a otro.
Lena miraba alternadamente a Bryan y a Hermione el parecía tranquilo, la noticia no sorprenderle mínimamente y la chica buscaba un respuesta en la pequeña gata pero claro que en ese forma ninguna respuesta le podría dar.
— ¿Esta usted bromeando no?- giro bruscamente la castaña al abogado y hombre que ahora mismo odiaba mas que a cualquiera que pudiera recordar en mucho tiempo.
— No bromearía con algo así señorita, ahora mismo estoy corto de tiempo pero le espero en mi despacho este martes para arreglar los demás asuntos de patrimonio de su familia, con permiso- y el hombre salio rápidamente sin esperar una misiva de la chica.
La chica se azoto en la cama llevándose un pequeño golpe que ahora mismo no le importaba mientras miraba a…
— ¿Bryan Wilman dijo usted?- preguntó mientras ella y la pequeña gata le miraban raro.
— ¡Una vez más!- se oyó el grito de Sirius.
— ¡Crucio!- fue el grito que se oyó salir de la boca de Harry y un potente rayo ilumino el lugar.
— ¡Magnifico Harry, cada vez vas mejor!- exclamo a su lado Sirius mientras sus ojos azules miraban con admiración a su sobrino— tu poder va en aumento.
— Si- dijo el chico un tanto sorprendido.
— ¿Qué pasa?
— Oye Sirius, ¿Estas seguro que el ministerio jamás se enterara de esto?
— No Harry esta parte como ya te lo dije es una zona por decir de alguna forma inexistente, no hay forma de que el ministerio se entere.
— ¿Pero no esta mal de todas formas estar practicando magia prohibida?
— No cuando hay un desquiciado que te quiere matar- dijo Sirius seguro.
— Pero Hermione me ah dicho…
—¡Ah con que pensando en Hermione!- dijo Sirius haciendo a Harry sonrojar.
— No lo decía por eso Sirius.
— Si claro, claro picaron. Bien creo que por hoy es suficiente ya después seguiremos con tus clases.
— Se supone que estoy de vacaciones
— Harry, Harry cuando derrotes a Voldemort tendrás suficientes vacaciones créeme- de un plof ambos aparecieron en su apartamento muggle.
El apartamento estaba en cierto modo "Arreglado" no es que fueran muy buenos con la limpieza pero unos movimientos de varita eran muy efectivos como el que ahora mismo hacía Sirius para aparecer una apetecible comida para después ambos pasar a sentar a la mesa y llenar el hueco como a veces decía Sirius.
— Harry- decía Sirius bebiendo un poco de su copa— no te lo había querido preguntar pero ahora que mencionaste a Hermione, ¿Qué tal vas con ella?
— ¿Cómo voy de que?- decía el rojo chico.
— Oh tu sabes las pocas y ultimas veces que eh estado en Hogwarts eh visto lo bonita que se ah puesto mas de un chico volteaba a verle en los pasillos
— ¿Tu has visitado Hogwarts?
— Uno tiene sus mañas- sonrió orgulloso- no olvides que soy un Merodeador, bueno ya respóndeme lo que te pregunte.
— Es mi amiga.
— Lo mismo decía tu padre en ocasiones con Lily.
— No se de lo que hablas- contesto muy rojo mientras tomaba algo de agua.—
— ¡Eso mismo decía el!
— Hermione es mi amiga, a-m-i-g-a.
— Bueno que bien que pienses eso porque no dudo que este año más de uno ande tras ella pero vamos eso a ti que te importa verdad al fin de cuentas es tu a-m-i-g-a.
— Hermione no les haría caso ella no es así, ¿Vale?
— Vale- respondió Sirius encogiéndose de hombros mientras una sonrisa aprecia en el guapo Black que sabía había dejado pensando al niño que vivió— aunque si como me dijiste ya hasta es amiga de Malfoy, ¿Como estás seguro de que no son algo más?
— No lo permitiría, además Malfoy tiene a una Ravenclaw por novia a la cual parece proclamarle gran devoción, no tengo de que preocuparme. Ya no tengo hambre.- dijo levantándose y encerrándose en su cuarto.
Malfoy y ella no pueden, es imposible, ella es mía, es mí amiga pensaba el joven mago con varita en mano. Ni Malfoy, ni ese Ravenclaw se le acercaran yo no la puedo perder ya perdí bastante no me pasara lo mismo con ella.
— ¿Estas segura?
— Si bueno si a usted no…
— Es tu decisión Hermione.
— Se lo agradezco.
— Me puedes llamar Bryan, Hermione se que esto ah sido confuso mucho muy confuso pero créeme que lo único que yo busco es tu bien.
— Gracias, es solo que los extraño.
— Aun no han hallado nada así que todavía hay esperanzas de que estén con vida no debes desanimarte.
— Te lo agradezco Bryan.
— Listo ese aparato muggle esta listo- entro Lena y tras ella la señorita McBell a quien Hermione se quedo mirando pues aun no le conocía.
— Oh claro-dijo Bryan al ver la cara de Herms— Hermione te presento a la señorita McBell ella trabaja para mi igual que Lena de ahora en adelante la veras muy seguido.
— Mucho Gusto- le dijo Hermione a la mujer que vestía idéntica a McGonagall.
— El gusto es mió señorita.
— Entonces andando- dijo un sonriente Bryan.
El grupo salio rumbo a la calle para abordar un coche que ya les esperaba, para alegría de Hermione por fin se podía ir de ese tedioso hospital no era que le trataran mal ni mucho menos pero el olor alcohol, enfermedad y otros hedores no era precisamente un paraíso al cual alguien quisiera regresar.
Sus heridas habían sanado muy pronto muy en parte a las pociones que Lena le había dado aunque algo que había extrañado de sobremanera era que en ninguna ocasión recibiera alguna visita como de Dumbledore o de alguien de la orden era extraño pero el estar en compañía de que ese mago; Bryan, y de Lena de la cual se había vuelto hasta un poco dependiente le hacía desistir de sus dudas de que estas personas fueran malas.
Desde que había despertado no habían dejado de cuidarle y procurarle. Este día era Martes y gracias a una petición hecha a su nuevo tutor Hermione había conseguido que le llevaran a la casa de sus padres seguramente en ella hallaría algo que recordara ese ¿Viernes?
No estaba segura si lo que fuese que hubiera ocurrida había sido en viernes de cualquier forma rumbo haya se dirigían así le darían oportunidad de además recoger unas cuantas cosas porque según lo dicho por Bryan se mudaría con ellos al mundo mágico.
— ¿Bryan?- llamo Hermione
— Dime.
— ¿Como conoces a mis padres? No lo entiendo tu eres mago ellos son muggles.
— ¿Podrías asegurarlo?
— ¿Que intentas decir?
— Nada en absoluto.
— ¿Me estas diciendo que eran brujos?
— ¿Tu crees que lo eran?
— ¡Por supuesto que no!
— Entonces ya tienes la respuesta a tu cuestión.
— Tu me estas respondiendo con preguntas, ¿Por qué no eres mas claro?
— No todos aceptan lo que son- pensó Bryan- Hermione yo conocí a tus padres en una comida de negocios de los muchos tantos que tengo.
— ¿Negocios…tu que eres mago?
—Si de algo se tiene que vivir, ¿Sabes?
— Lo se pero negocios en el mundo muggle me parece nuevo.
— Tengo negocios en el mundo muggle tanto como en el mágico pronto los has de conocer.
— ¿Y porque iba yo a conocerlos?
— Porque pasaras dos meses en mi casa en tu ahora casa y conocerás mas cosas de las que ahora mismo podrías imaginar.
— ¿Cómo que cosas?
— Como a manejarse en sociedad mágica- interrumpió la señorita McBell.
— ¿Sociedad mágica, existe eso?
— Herms como comprenderás tu situación ah cambiado radicalmente mucho mas ahora que estarás bajo mi cuidado cambiara mucho.
— ¿Qué tanto?- dijo ceñuda
— Lo suficiente- dijo sonriendo el hombre ante el ímpetu de la leona.
— ¡Llegamos!- exclamo Lena mientras bajaba del auto mientras Hermione volteaba a ver su casa y una nostalgia invadió su cuerpo.
— Lo has conseguido- y por una vez una autentica sonrisa apareció en el soberbio Lucius Malfoy estaba auténticamente orgulloso- aprendiste el arte de ser animago.
Frente a el Draco volvió a su forma natural mientras acomodaba su cabello rubio estaba realmente contento había superado las expectativas de su padre conseguir tan complicada técnica en solo tres días y más aun la sorpresa al ver que la tenía dominada.
— Has sorprendido a tu padre debes de estar orgulloso Draco.
— Lo estoy padre.
— Por hoy esta bien te puedes retirar a tus habitaciones o a donde te venga en gana- exclamo- tengo asuntos que atender te veré mañana- siguió y salio a rumbo desconocido.
— ¡Draco!- escucho su nombre, la figura de Narcisa Malfoy se acerca a su hijo.
— ¡Has estado, soberbio!
— No ha sido nada- contesto orgulloso.
— Un autentico Slytherin y pronto te convertirás en el mas fuerte de ellos- dijo su madre mientras ya se conducían a la imponente casa donde por lo pronto residían— pronto dejaras de ser el príncipe serás su Rey.
— A veces creo exageras un poco madre.
— Es solo que estoy orgullosa de ti- dijo acariciando el rubio platinado— ¿Y ya ah pensado mi príncipe en su princesa?
— No la eh dejado de pensar ni un momento.
— ¿Pero es que en verdad ya tienes una? Yo te eh conocido bastantes,
— Muchas princesas madre pero solo ella es mi Julieta. Solo que no me eh dado cuenta y es que a veces, cada cosa tiene su belleza pero no todos pueden verla, pero con ella…
— Con ella…- le siguió su madre
— Es diferente cuando estoy con ella jamás estoy incomodo a diferencia de los demás no hay poses, mascaras, el silencio no es incomodo…
— Si el silencio no te incomodo es que estas con la persona correcta.
— Pero hasta ahora me eh venido dar cuenta madre y ahora me trastorna su pensamiento, su imagen, jamás me había sucedido semejante cosa.
Su madre sonrió y ambos siguieron sus pasos en silencio cada cual en su pensamiento cuando Draco repitió la misma pregunta a su madre desde su llegada a Alemania.
— ¿No crees que es extraña la actitud de mi padre?
— No veo porque insistes con esa pregunta.
— Y no veo porque siempre la esquivas madre
— No hay una razón es solo que la guerra pronto estallara debes estar preparado, eso es todo.
— Lo dudo, hace no mucho la meta de mi vida fijada por mi padre era servir al Lord y de repente me dice que ya no debo ser mortifago y extrañamente ahora mismo la sangre pura no es su prioridad y me dices que, ¿No hay nada extraño en todo esto?
—No lo hay.
— Si claro- pensó Draco- pero ya me enterare.
Hermione bajo al auto atravesó el umbral de la puerta y al entrar a la casa pensó que en cualquier momento aparecería su madre y todo sería una mala pasada y es que todo se encontraba tal como siempre.
Tras ella Lena seguía sus pasos conociendo por primera vez una casa muggle, a decir de ella el asunto era bastante normal o eso suponía, sus pasos se detuvieron cuando Hermione comenzó a subir las escaleras, seguramente iría a sus habitaciones así decidió esperar afuera junto a Bryan que no había llegado mas que a la puerta denotaba cierto malestar en el por estar en esa casa.
Hermione llego hasta su habitación y tomo una mochila cercana y guardo un poco de ropa tomo su varita y unas cuantas cosas más pero al ver la montaña de libros torció un poco la boca.
— No creo que me dejen llevarlos todos- meditaba— Bueno entonces me llevare mi favorito "Historia de Hogwarts Vol.1".
Y eso hizo pero al tomarlo de las hojas resbalo un pergamino guardo el libro y seguido tomo el pergamino que decía que Ginny había enviado antes del accidente.
— ¿De cuando será este pergamino? No lo recuerdo- al abrirlo un maullido la desconcentro t al girarse se hallo con una mirada felina muy conocida- ¡Crookshanks!- dijo alegremente mientras se apresuraba a abrazar a su mascota— Tal vez en verdad nos espera una nueva vida, ¿No Crookshanks?
Se cargo la mochila y bajo las escaleras, echo un vistazo por ultima vez y cerro la puerta cuando una mano la tomo por el hombro cosa que la asusto…
-Flash Back-
Por fin la puerta de su hogar bajo su velocidad y se acerco con paso lento al llegar a la puerta sintió una mano que le tomaba por el hombro.
— ¡Ah!- grito asustada mientras se giraba para encontrarse con el entrecejo fruncido de su padre- ¡Papá!
— Tu madre quiere comer fuera, vámonos nos espera en el auto.
-Fin Flash Back-
— ¡Papá!- se giro rápidamente Hermione pero frente a ella solo estaba Bryan y la esperanza se esfumo.
— ¿Estas lista?
— Eh si- contesto rápidamente— Perdona.
— No te preocupes, ¿Recordaste a tu padre?
— Eso creo…no estoy segura
— ¿Te ayudo con la mochila?
— No gracias- pero el maullido de Crookshanks le dijo lo contrario— Bien esta bien.
Sin mas se dirigieron al auto Lena estaba fascinada con Crookshanks que extrañamente estaba muy amistoso con ella, eso no era el estilo del gato que usualmente era mesquino con los desconocidos.
Hermione no noto que hubo un momento en el que Bryan cargo al felino diciéndole "Bienvenido de nuevo, viejo amigo" y prosiguieron su camino según comento Lena a Herms iban a la casa Wilman. El verano siguió su camino de diferentes formas con muchos cambios y eso era lo que presentía el viejo director de Hogwarts.
— Las estrellas anuncian cambios Minerva, Severus.
— Perdone que yo no confié en los astros- dijo Severus acido como siempre.
— Deberías empezar hacerlo.
— ¿Y que anuncian?- dijo Minerva dejando su te de lado.
— Lo dicen todo pero nada a la vez solo se que seguramente no falta mucho para el desenlace.
— ¿Y no anuncian al vencedor, no?- dijo Severus en su amargado tono usual en el— igual que no anunciaron el ataque al ministerio.
— No hubo pérdidas que lamentar- recalco Minerva.
— No creo que ese fuera su fin Minerva- habló Dumbledore.
— ¿Cuál era entonces?
— Solo una distracción Minerva una mera distracción lo que me gustaría saber es, ¿Para que?
Crookshanks dormitaba en mis piernas mientras Lena me hablaba maravillas de la casa Wilman, sin embargo, cuando por fin divise la casa no era nada a lo que yo me había imaginado aunque realmente mi imaginación nunca ah sido tan basta como se debiera a mi edad, eso era una mansión.
La mansión Wilman porque eso era no una pequeña casa como yo me habría imaginado cuando lo menciono Lena, era el segundo lugar más impresionante que había visto en mi vida después de Hogwarts claro no había lugar a una comparación y de repente yo tendría que vivir ahí y aprender sobre "La sociedad mágica" debí de estar bastante asustada pero al parecer nadie pareció notarlo.
Al bajar admire mejor la casa la arquitectura era hermosa con columnas que parecían ser de orden jónico que eran el reposo para llegar a la entrada se tenían que subir unas escaleras a los lados reposaban dos figuras de unas criaturas mágicas de las cuales desconocía el nombre y no había visto en ningún libro.
Cuando llegamos a la puertas se abrieron inmediatamente dejando ver un recibidor por demás impresionante vamos ni siquiera se como describirlo todo era tan perfecto, hermoso totalmente hecho con magia el lugar era imposible que fuera de otra forma.
— Bienvenida a casa- dijo Bryan a mi lado.
Y así fue durante todo ese veranos e convirtió en un hogar y yo me convertí en todo lo contrario a lo que era o por lo menos eso había aprendido aparentar y el comentario de Bryan se volvió realmente cierto "Aprenderás mas de lo que imaginas". Sin saberlo Hermione no era la única que había aprendido nuevas clases de magia, también era única por haber olvidado el amor.
Continuara…
Los hombres son como los perros - vuelven una y otra vez.
Las mujeres son como los gatos - les riñes una vez y se van
