QUÉ
PASARÁ MAÑANA- por Moonlight8
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G
Descripción¿Cual fue el motivo por el que Serena
terminó con Darién?
Nota: Como siempre, la serie de
anime Sailor Moon pertenece a la gran Naoko Takeuchi, ojalá yo
ganará plata con escribir este fic, pero no, es solo un
hobbie.
En el capítulo anterior...
-No te atrevas a hablar de nosotras de esa manera la próxima vez...- oyó que le reclamaban por la espalda Serena, esta se volteo para ver a Mina frente a ella.
¿Por qué te molesta tanto?... Porque yo lo dije, o porque es la verdad... ¿eh-
¿Cómo te atreves?... Se supone que somos del mismo equipo... a ti tampoco te fue bien enfrentando a ese hombre...-
¿Se supone que somos del mismo equipo?...- dijo sorprendida la rubia – ¿En serio?... ¿Desde cuando?... ¿Desde que ustedes decidieron actuar convenientemente conmigo para que creyera que era su amiga?... ¿Sabes?... No saben actuar tan bien desde que últimamente se les olvido hacer el numerito...-
¿Qué es lo que pasa contigo Serena?...-
-AH! Rei, la temperamental de Rei viene a preguntarme que es lo que me pasa... no se supone que hay muchas cosas que las atan a ustedes a mí ¿Pues saben qué?... He decidido que ya no sean así las cosas... ya no tienen que rendirme pleitesía...- Mina, Rei e incluso Lita que estaba a escasos metros ayudando a Amy que empezaba a despertar se sorprendieron por las palabras... entonces sí las había escuchado hablar después de todo.
-Mira Serena, deja de hacerte la víctima... nosotros simplemente nos cansamos de ti y tu inmadurez, de todas las estupideces tuyas...-Haruka y Hotaru sólo presenciaban la escena sin saber qué hacer, pensaron en intervenir a favor de Serena, pero luego se dieron cuenta que no era necesario.
¡AH! Que bien... hasta que al fin reconoces algo Rei, pero ¿sabes que no fueron las únicas que se cansaron?... yo también me cansé de ustedes... y creo que no sólo yo... por ejemplo, Nicolas se cansó de ti, Rei... cualquiera se cansa de una chica que pueda ser tan falsa como tú...- ese fue un golpe bajo para Rei, que de inmediato cambió su cara de orgullo a una de dolor.
-Chicas, mejor vamonos, no vale la pena discutir con ella- dijo Lita quien tenía a cuestas a Amy pues todavía andaba algo atontada, Serena miró por unos segundos a Amy y en su cara se dibujó una expresión de preocupación, pero esta en seguida se desvaneció.
-Que les vaya muy bien "amigas"...- dijo con sarcasmo la rubia.
Continuando con la historia...
CAPÍTULO 11: LA VERDAD NO ES SUFICIENTE…
¿Cómo sigue?...-
-Sigue delirando… tiene fiebre muy alta… no sé que mas podamos hacer…-
¿Y si la llevamos a un doctor?...-
-Haruka¿como puedes decir eso tú?... ¿Qué crees que harían los médicos?... recuerda que esto no es como si Serena estuviera enferma…-
-Sí, tienes razón Michiru… pero no nos podemos quedar viéndola nada más…-
-Ya basta Haru, estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance… Hotaru, ve y trae más agua por favor…- dijo la chica con impaciencia.
-Si, en seguida regreso…-La niña salió de la habitación y en segundos estaba de vuelta con un recipiente lleno de agua.
-Kyros…no… no vayas… por favor…-
¿Serena?... Serena¿me escuchas?...- preguntaba Haruka, sacudiendo levemente a la chica, mientras ella, solo repetía el nombre de "Kyros", una y otra vez con una expresión sombría en su rostro.
¿Tienes que ir…-
-Sí, sabes que sí mi pequeña… es mi deber como guardián-
-No quiero que te vayas… es un viaje muy largo…- dijo la muchacha haciendo un puchero y acercándose un poco a él.
-Lo sé… pero debes entender… me necesitan…- dijo él rozando sus cabellos con sus dedos.
¿Y mi entrenamiento?...- el chico sonrió.
-No te preocupes que todo está arreglado, ya dejé a alguien para que se encargue de eso…No le des muchos problemas ¿si-
¿Yo- dijo ella con un tono de indignación en su voz.
-Sí, tú pequeña traviesa…- el chico se acercó aun más a la chica y poso su frente en la de ella, la miró a los ojos y sostuvo sus manos en las suyas. –Todo va a salir bien… ya lo verás…-
¿Me lo prometes?...-
-Sí- al oír eso, en los labios de la chica se formó una sonrisa… definitivamente creía en él y si el le decía que regresaría sano y salvo, así se haría. –Te amo- y después de decir eso, la chica entrelazo sus brazos en el cuello de él y beso sus labios tiernamente.
Después de unos segundos de disfrutar de su dulzura, el chico se separó de ella –Ven…- dijo cogiéndola de la mano – La reina nos espera…-
-Haru, déjala, sigue delirando…- decía Michiru mientras dejaba que Hotaru se acercara a la chica a cambiar de nuevo el vendaje en su vientre, parecía ser que cada vez era más a menudo que la tela se empapaba en sangre.
-No entiendo…. ¿quién es Kyros?...-
-El guardián…- dijo Hotaru, que para este momento estaba en estado de trance, con la mirada perdida.
¿Qué dices Hotaru-
-El guardián ha vuelto para cumplir con su destino…-
¿Hotaru-
¿Si Haruka- respondió la niña, mientras sus ojos volvían a la normalidad.
¿De qué guardián hablas?...-
¿Guardián?... ¿qué guardián?... ¡Ay papa haruka, el trasnocho te hace daño… vete a dormir mejor…-
¡HOTARU-
-Ya… ya déjala Haruka que la niña tiene razón… vete a dormir que yo cuidaré de Serena… nada ganamos con quedarnos las tres aquí…- Haruka hizo una expresión de desagrado ante el comentario y luego se dirigió hacia Serena.
-Nos vemos gatita… Por favor mejórate… tu eres fuerte y tienes que hacerlo…- Le susurró la rubia al oído, para después darle un tierno beso en la frente y marcharse a su cuarto.
-Buenas noches papa Haruka…- dijo Hotaru con tono sarcástico, moviendo su mano en señal de despedida.
-Y USTED JOVENCITA TAMBIÉN SE IRÁ A DORMIR…-
-pero Michi… yo quiero quedarme… Serena necesita…-
-Ya he dicho que te vayas a dormir, yo voy a cuidarla… mañana tienes clases¿o se te había olvidado-
-pues… yo pensé que faltar un día no haría daño…-dijo la niña con malicia.
¡Hotaru!...-
-Esta bien… esta bien… ya me voy… buenas noches Sere, por favor mejórate…- dijo la niña antes de salir de la habitación.
¿qué le pasa a esa niña?... cada día está peor…- susurro Michiru entre dientes.
¡AH! Que bien... hasta que al fin reconoces algo Rei, pero ¿sabes que no fueron las únicas que se cansaron?... yo también me cansé de ustedes... y creo que no sólo yo... por ejemplo, Nicolas se cansó de ti, Rei... cualquiera se cansa de una chica que pueda ser tan falsa como tú...-
Eso no es cierto… No… Yo no soy falsa… además Nicolas no…- Rei empezó a llorar desesperadamente, esas palabras que había dicho Serena se le habían clavado en el corazón.
-No te mortifiques, Rei… no hagas caso de lo que dijo la tonta de Serena… tu eres una persona muy especial… eres una buena amiga…-
–No, es cierto… es verdad, ella tiene razón, Mina… soy una falsa… no he sabido querer a nadie… es cierto… se suponía que era amiga de Serena y en cuanto ha volteado he empezado a clavarle el cuchillo por la espalda… -
¿Amiga de Serena?... Rei, Serena es una niña mimada y engreída… ¿crees que ella considere a alguien su amiga?...-
-Pero Mina, si ella muchas veces nos demostró que…-
¡Rei!... cállate ¿si?... ella no nos demostró nada, si alguna vez ella hizo algo por nosotras, es porque nos necesitaba… porque no podía sola… solo por eso…-
-Pero…-
-Pero nada Rei, no vale la pena…ven… más bien arréglate para que salgamos a divertirnos un rato… hay una nueva disco a la que quiero ir…-
-Tienes razón Mina… ¡vamos a divertirnos- dijo la sacerdotisa con el ánimo renovado.
¿Serena?...- La chica de cabellos aguamarina preguntó aun somnolienta, la noche anterior la había pasado entre vigilar que la fiebre de la rubia no subiera aún más y cambiar las vendas que cubrían el vientre de la chica, aunque por más esfuerzos que hiciera parecía que no sirvieran de mucho porque la fiebre persistía y la sangre que manaba de la herida cada vez era más copiosa, a mitad de la noche se preguntaba si había sido buena idea querer encargarse de todo ella sola, pero… era eso o soportar a Haruka que cada diez minutos se volviera más paranoica, lo cual en este caso no servía de mucho y por otro lado, Hotaru estaba haciendo su vida normal, así que no creía que fuera hora de interrumpir la disciplina que le habían impuesto a la niña que ya mostraba algunos comportamientos notorios de adolescente rebelde, no se dio cuenta a que horas se quedó dormida… pero de seguro que no había sido hacía mucho, aún así lo primero que notó fue que la cama donde estaba Serena se encontraba vacía, algo que sin duda la alarmó.
¿Serena?...- volvió a preguntar mientras se incorporaba y con la mirada la buscaba en la habitación. Hasta donde ella había visto, la chica no estaba en condiciones de levantarse, su preocupación aumentaba a cada segundo. Al mirar afuera de la habitación Michiru vio como las cortinas del balcón se movían y de inmediato se dirigió allí.
¿Serena?...- preguntó de nuevo con un notable tono de desesperación en su voz.
-Michi…- Para sorpresa de la chica, Serena estaba en el balcón y volteó a mirarla con una gran sonrisa en su rostro. –Buenos días- dijo aún sonriente.
-Serena… ¿qué haces aquí?... se supone que debes estar en cama… ¿Cómo te levantaste- decía la chica mientras halaba a regañadientes a Serena hacia la habitación.
-Pero Michiru… si yo estoy bien… no tengo nada…- respondió defendiéndose la rubia.
¿No tienes nada- Preguntó incrédula Michiru cuando estaba a punto de hacer acostar a Serena –y esta herida que tienes en el…- decía levantándole el camisón a la rubia para comprobar la herida que por cierto ya no estaba, ni siquiera una sombra de indicara que allí había una herida… Michiru tocó incrédulamente la piel de la chica. ¿Qué fue lo qué te hiciste?... ¿quién te curo- preguntó aún sorprendida.
-No hice nada ni nadie me curó… desperté bien esta mañana… aunque tampoco recuerdo haberme sentido mal ni nada por el estilo- decía la rubia incorporándose de nuevo.
-Pero…- Michiru iba seguir preguntando pero fue interrumpida.
¿Cómo sigue la……¡SERENA¿QUÉ HACES LEVANTADA- decía una muy sorprendida Haruka.
-Pues es que estoy bien… no tengo nada-decía sonrientemente la chica.
¿PERO COMO PUEDES DECIR ESO?... SI ANOCHE…-
¿Qué son esos gritos?... Ah! Veo que ya se dieron cuenta de que la Sery esta bien…- decía muy tranquilamente Hotaru, mirando a la chica con ternura.
¿Tu la curaste- Preguntó Haruka.
-No papa Haruka¿Cómo crees? Si hubiera podido hacerlo, lo habría hecho desde anoche…-
¿Y entonces qué fue lo que pasó-
Darien lo había pasado algo atontado esa semana, realmente no había sido el mismo en esos días, sino mas bien un zombi, nunca en su vida hubiera pensado que alguna vez Serena se atreviera a decirle que ya no lo quería o que quería que la dejara en paz, pero helo aquí ahora, en su salón de clases con expresión sombría y sin tener la menor idea de lo que hablaba el profesor, en sus pensamientos solo había espacio para una chica rubia de ojos azules, alegre como ninguna, que lo había dejado solo... en su mente pasaban las una y mil veces en que pudo hacer algo para pasar más tiempo con ella, en los detalles que no fueron... pero ya era demasiado tarde... la había perdido... las palabras de su ángel retumbaban en su cabeza –Darien... yo no quiero más seguir con esto, entiende... no quiero verte... sigue con tu vida y yo con la mía... esto es punto final porque...- la chica hizo una pausa, tenía que esforzarse para que salieran esas palabras y convencerlo a él-yo ya no te quiero...- Serena... -susurró Darien mientras su rostro se ponía tenso tratando de contener las lágrimas que luchaban por salir desde hacía algunos días, esa semana había sido una de las peores de su vida, había estado tratando de contactar con Serena porque no podía darse por vencido y pensar así nada más que su niña ya no lo quería, debía haber algo detrás de todo eso, tal vez... ¿y si pasara algo similar a cuando llegó Rini del futuro?...pero todo intento por buscarla y hablarle fue fallido, sabía que ella lo estaba evitando a toda costa y eso lo frustraba más que nada, el tener tantas cosas que decirle que ella en su momento no se lo había permitido...
Flash Back
LUNES
¿Señora Ikuko-
¡Darién!… ¿Como estás-
-Bien señora...- contestó sin animo –Dígame una cosa...-dijo apresurado ¿Serena se encuentra?...-
-Ehhhhmmm… No, Darién... ella no… ella no está- contesto vacilante la señora. Darien, al otro lado de la línea sabía que estaba mintiendo, Serena debió de hacerle señas a su mama para que la negara, aun así ese día insistió varias veces, pero siempre obtenía la misma respuesta, y después de la novena llamada del día, se sentía demasiado apenado con Ikuko y Kenji como para volver a llamar.
MARTES
Ese día Darien se levantó muy temprano y esperó un buen rato a que fueran las siete, era día de clases y Serena ya debía estar en pie a esa hora y era poco probable que ya hubiera salido de su casa. Marcó el número muy despacio y ansioso espero el tono de repique... uno... dos... tres... cuatro... cinco repiques...
En casa de Serena...
Ikuko daba vueltas como loca por la cocina, endemoniadamente ese día parecía que el tiempo corría más rápido que nunca y por primera vez se le hizo tarde para todo, Kenji revoloteaba por la casa en busca de una de sus medias gritando y desordenando todo a su paso y Sammy se bañaba apresuradamente en la ducha, e increíblemente, la única persona calmada y tranquila en la casa era Serena que esperaba pacientemente en la mesa el desayuno que preparaba su madre, Luna estaba perezosamente recostada en su regazo, aun no lograba despertarse del todo... de pronto el teléfono empezó a sonar pero nadie parecía prestar atención a eso hasta que después de siete repiques todos miraron impacientemente a Serena que parecía que no oía ni veía nada alrededor...
-Está bien... está bien... ya contesto- dijo Serena como respuesta a las intensas miradas de su padre, de Ikuko y de Sammy que ahora andaba en toalla por la casa buscando su ropa, que como por arte de magia había desaparecido ese día.
Serena se dirigió a la mesita donde estaba el teléfono que aun no dejaba de sonar, levantó la bocina, pero no dijo nada, esperaba que la otra persona hablara primero y después de unos segundos de silencio eso fue lo que sucedió ¿Hola?... ¿Con quién hablo?... ¿Serena?... ¿eres tú, Serena?... Serena escúchame, yo...- la rubia, apenas escuchó la voz se quedó helada... ¿Y ahora qué hacía?... después de haberlo enfrentado y decirle que no quería nada con él, no se sentía con las fuerzas suficientes para hablarle de nuevo, todavía le ardía el corazón cuando recordaba la escenita que presenció ese sábado... –'idiota mentiroso'- susurró en su mente y luego de eso colgó el teléfono sin haber dicho nada y salió de la casa lo más pronto que pudo. Ese día, Serena evitó ir a su casa el mayor tiempo posible, y cuando llegó su mamá le dijo que Darien había ido a buscarla, y aliviada de que no hubiera estado en ese momento se dirigió a su alcoba y se encerró hasta el siguiente día.
MIÉRCOLES
Darien no había podido dormir bien y parecía un león enjaulado en su departamento, iba de un lado para otro pensando en una y otra cosa, analizando los recientes acontecimientos, buscando la causa de que Serena no quisiera estar con él… ni quisiera verlo, no había que ser mago para darse cuenta que la mañana anterior era Serena quien había contestado el teléfono, pero se había negado a hablarle y luego en todo el día había desaparecido para que no la localizara ¿y ahora que hacía?... si por más que insistiera, ella no iba contestarle al teléfono y no iba a estar en su casa... ¿entonces donde la buscaba?... ¿cómo...? –La preparatoria- dijo en voz alta de repente, asintiendo para sí mismo –En la preparatoria no podrá huir...- siguió diciendo, mientras una idea se formaba en su cabeza y una sonrisa se formaba en su cara.
En la preparatoria Juban...
¿Cómo es posible que este señor sea tan inconsciente?... te juro que si sigue así lo amenazaré de muerte... ¿Cómo pretende que hagamos todo ese trabajo de un día para otro-
¡Basta Yuriko!... Te has quejado de eso desde la segunda clase... si sigues dando lora la que va a recibir amenaza de muerte es otra... más bien ve pensando en donde vamos a buscar todas esas cosas...-
-Pues... ¿te parece bien si vamos al cementerio y hacemos una análisis quiropráctico de lo que nos pide el señor este?... a Mister Terror le encantaría...-
-Yuriko...- dijo Serena impaciente.
-Y para empezar podríamos profanar la tumba de... ¡AY dios!...-
¿Qué sucede?...-
-No te muevas y mira hacia allá...- dijo Yuriko dramáticamente mientras señalaba con su dedo índice hacia la salida de la preparatoria, Serena volteó a ver y su cara palideció.
¡OH!... ¿Qué hace él aquí?...-
-Pues es obvio que te esta buscando ¿no?...-
-No quiero que me vea... ven acá Yuriko...- Serena tomó de la mano a su amiga y la halo hacía un rincón, vigiló muy de cerca los movimientos del pelinegro y luego como una delincuente frenética rodeo la preparatoria y salió con su amiga por el sitio que siempre utilizaban los alumnos mas indisciplinados para capar clase.
Darien esperó pacientemente, recostado en su auto, pero los minutos transcurrían y la rubia no aparecía, hacía ya más de una hora que el chico estaba en el mismo lugar y la preparatoria que antes hervía de estudiantes, ahora estaba desierta, tenía que admitirlo, era hora de resignarse de una buena vez… O Serena no había asistido ese día o se las había ingeniado para salir por otro lado, y al chico le parecía más la segunda opción… sin el menor ánimo se retiro de la preparatoria para irse a su departamento.
fin flash back
VIERNES
-Esto es inconcebible, Serena¡Ya basta!... Te has estado escondiendo de Darien toda la bendita semana¡ya me tienes harta, mira que meterme en la perrera municipal por ti, ya es mucho… estás actuando como una niñita… No sé que pasa entre tú y tu ex, pero ya… ya es suficiente, enfréntalo nena…-
-Está bien… está bien Yuriko… tienes toda la razón… no estoy actuando de la mejor forma, voy a enfrentar a Darien…-
-Bien por esa Sery… Pero… ¿qué fue lo que paso amiga?... En primer lugar¿Por qué le terminaste?..-
¿Quieres que te cuente?...-
-Por favor…- dijo Yuriko con ojos suplicantes, la verdad que la intriga la estaba matando.
-OK, entonces ayúdame a empacar mi ropa para irme a mi casa y de paso te cuento…-
-Sip, como diga mi capitana- dijo dramáticamente mientras empezaba a recoger la ropa que Serena había llevado a mitad de semana para quedarse en su casa para evitar contacto con Darien.
-Esto sí que es divertido… los humanos son tan débiles- decía el hombre con una sonrisa retorcida en su cara y un gesto de complacencia.
¿Qué haces aquí solo, mirando a la nada con gesto de estúpido?...-
¡AH!... Ker, querida Ker, no sabes lo divertido que pueden ser estos seres inferiores…-
-Déjate de estupideces… ven, quiero que hagas algo…-
¿Sabes Ker?...-
-dime.-
-Te estás convirtiendo en una amargada…-
-Y tú será mejor que cierres la boca si no quieres pasarla mal… no te llame para que te entretuvieras jugando como titiritero...-
¿En serio Serena?... ¿Me estas hablando en serio?...-
-Claro que sí Yuriko… yo no bromearía con algo así…-
¡QUÉ ESTUPIDO, IMBÉCIL, CÍNICO, ENGREÍDO…- decía gritando la chica.
-EY! Ya es suficiente… párale Yuriko… me vas a dejar sorda…-
-Pues es que…- decía la chica tomando aire -quién lo diría, y yo que pensé que tu noviecito era de lo mejorcito en ese sentido y no se andaba con bobadas de niño inmaduro…- dijo Yuriko sin pensar, mientras la cara de Serena empezaba a ensombrecerse.
-No, es otro de tantos más… no tiene nada de especial él…-
¡OH!... Sery, no te pongas triste, disculpa que haya sido tan insensible… no quiero que te pongas mal… ánimo nena, después de todoél es demasiado mayor para ti, y a ti te faltan muchas cosas por vivir que el ya hizo, déjalo, mejor… así estarás libre para hacer lo que quieres…-
-Sí, tienes toda la razón Yuriko… ¿sabes qué?... voy a hablar con el, le pondré los puntos sobre las íes y al diablo con lo demás, solo voy a pensar en mí y adiós a Darien Chiba…- dijo la rubia con un deje de ánimo reforzado.
¡Esa es la Sery que me gusta!... ¡Al diablo con los hombres!...-
En el salón de clases se encontraba sumida en sus libros la mas inteligente de las sailors y no solo era a las sailors a quienes superaba, sus calificaciones eran las mas notables de toda la escuela y con un poco de esfuerzo extra, las mejores de la ciudad.
-aquí esta de nuevo la computadora ambulante –decía una chica castaña en tono burlón rodeando el escritorio de la peli-azul, quien hacia caso omiso a los comentarios- y que aparte de sorda es muda.
-no me molestes mas Akiko –decía Amy en voz baja-
-que bien! Por fin habló... pero mejor no te desconcentro en tu intención de quedarte pegada en uno de esos libros… si sigues así tal vez lo logres…-
-ya déjame en paz! –Expresaba Amy tirando con rabia sus libros al piso.
-Vaya… después de todo, la niña genio si es humana…-
¿Quieres callarte de una buena vez por todas Akiko-dijo Amy casi gritando poniéndose de pie para recoger sus libros.
-Sí, mejor cállate Akiko… la niña nerd se ha enojado, déjala que recoja sus libros¿no ves que lo único que calma a la pobre cerebrito son los libros?...- agregó una chica rubia junto a la de cabello castaño. Amy miró de reojo resoplando fuerte, sin embargo siguió en su tarea de apilar los libros que habían caído al piso.
-Jajajaja tienes toda la razón Karime, lo UNICO que tiene la niña cerebrito son sus libros, la pobre no tiene a nadie más… ni creo que le interese… es una pobre niña antisocial…- La chica de cabellos azules dejó de nuevo los libros que había apilado y tenía ahora en sus manos en el suelo y con toda calma se levantó y miró fijamente a Akiko.
-Tal
vez yo no sea muy sociable, tienes razón… pero por lo menos
tengo dignidad… yo no voy pasando de mano en mano de cada chico que
se atraviese por mi camino, no soy una golfa como tú…-
contestó Amy haciendo énfasis en las últimas
palabras. La chica de cabellos castaños abrió los ojos
de par en par, sorprendida por la respuesta de la niña
cerebrito, y ahora demasiado ofendida levantó su mano
dispuesta a darle en la cara, pero Amy fue mucho más rápida
y detuvo su mano a mitad de camino, dándole con la rodilla de
lleno en el vientre a su "oponente".
Akiko
se arqueó contra el piso retorciéndose de dolor, pero
la rabia de haber sido golpeada por la "mosquita muerta de Amy"
le hizo recuperarse pronto y se incorporó dispuesta a seguir
con la pelea. Amy estaba por volver a recoger sus libros cuando
sintió que alguien se abalanzaba contra ella seguido por un
terrible ardor en su cara y algo aturdida pero más colérica
que nunca volteo para tomar a Akiko por el pelo y tirarla al piso.
Afuera, el bullicio que se producía en los descansos se iba calmando poco a poco mientras todos los alumnos de la preparatoria caminaban por los pasillos dirigiéndose a sus respectivos salones de clase. Mina iba conversando animadamente con una de sus compañeras sobre el nuevo centro comercial que se había inaugurado esa semana, pero al aproximarse al aula 101-D se sorprendió de oír a la mitad de sus compañeros vociferando toda clase de cosas. De inmediato ambas chicas se apresuraron a llegar al lugar y totalmente anonadadas miraban como la mayoría de la clase había formado todo un corrillo alrededor de "algo" que en extremo llamaba la atención. Mina, curiosa por saber de qué se trataba se abrió paso a apretujones hasta que logró ver dos chicas en el piso totalmente desordenadas en lo que parecía una batalla naval, mientras las personas alrededor las animaban a no darse por vencidas (N/A: típica pelea de colegio, todos ayudando a alterar más los ánimos). Mina observó pensando despreocupadamente –'que forma de arreglar los problemas… pero en cuanto llegue el señor Fujiyama…'- pero en cuanto reconoció a su amiga como una de las peleadoras, palideció totalmente y lo hizo aun más cuando sintió a una persona mayor alzar su voz por encima de la algarabía.
¡¡SEÑORES¿QUÉ ES LO QUE SE SUPONE QUE PASA AQUÍ?..- de inmediato se hizo un silencio completo en el lugar mientras todos los alumnos miraban con cara de terror a su profesor, dejando a los dos chicas a plena vista del superior.
-NO PUEDO CREERLO¡DOS SEÑORITAS PROTAGONIZANDO SEMEJANTE ESPECTACULO TAN BOCHORNOSO- Tanto Amy como Akiko estaban ahora de pie, tratando de poner un poco de orden a sus uniformes.
-Señor…. y-yo….- Tartamudeó Akiko.
-NO SE ATREVA A DECIR NADA SEÑORITA SAOTOME… USTED NO TIENE EXCUSA…- dijo el señor y luego dirigió su mirada hacia Amy –Y USTED SEÑORITA MIZUNO, ME SORPRENDE, JAMÁS PENSE ALGO ASI DE USTED.-
-Ya lo ve señor Fujiyama, la vida da "Sorpresas"- contestó Amy con toda frescura.
¡SUFICIENTE DE COMENTARIOS!...- dijo exaltado por la respuesta de la peli-azul- USTEDES DOS, ACOMPAÑANME A LA DIRECCIÓN- Todos los alumnos quedaron silenciosos con cara de "uy uy uy ahora si que están en problemas" mientras las dos alumnas salieron del salón acompañadas de su superior.
-En realidad tendrías que acompañarme al lugar Sery…Mark también irá-
-Esta bien Yuriko, le pediré permiso a mi mamá…- decía Serena al tiempo que llegaba a su casa – Aunque dudo mucho que me deje ir… ya fue demasiado con que me dejara dormir unos días en tu casa…-
¡Santo dios!... No se cansa…-exclamó Yuriko perpleja.
¿Quién?... ¿Mi mamá- preguntó Serena totalmente ingenua.
-Noooo… mirá de quien es el auto que está estacionado en tu casa-
¿QUÉ?...- exclamó la rubia mirando hacia su casa. – ¡OH! Qué cínico… pero creo que es lo mejor… así y le aclaro todo de una buena vez…- dijo la rubia con una calma sorprendente.
-Bueno amiga, pues entonces hasta aquí llego yo… te deseo suerte… ya sabes… no des el brazo a torcer… es un completo idiota- dijo Yuriko mientras le entregaba a Serena la maleta que llevaba en sus manos.
-Ok... Nos vemos después, gracias por todo…-
-De nada Sery, siempre para ayudarte… nos vemos... chau…-la rubia hizo un último gesto en señal de despedida y luego se volteo hacia el pelinegro que estaba junto al auto.
-Darien… ¿me buscabas-
¡Serena!... – exclamó Darien al oír la voz de la rubia detrás de sí, dándose la vuelta para enfrentarla.-Estaba por irme… vine a buscarte…yo… yo creo que necesitamos hablar…- dijo el chico nerviosamente al ver la dureza de la expresión en la cara de la rubia.
-Claro, si es lo que necesitas para dejarme en paz… entonces hablaremos… - decía fríamente la chica mientras abría la puerta de su casa y dejaba su maleta en el primer rincón que encontró, para luego salir sin ser vista por sus padres, cerrando la puerta tras de sí. ¿Y bien…- Darien miró un tanto extraño a la rubia pues creyó que por lo menos lo invitaría a pasar… pero no, se había equivocado… lo que quiera que sea que la hubiera hecho enojar era mucho peor de lo que se imaginaba, pero peor aún era que no sabía que era…
-Pues…- El pelinegro no sabía por donde comenzar, además no le agradaba mucho el estar parado frente a la puerta de la casa de Serena para hablar –Oye Serena… será que podemos hablar en un lugar más… ¿más cómodo?...-
-Darien, lo que tengas que decir, bien lo podés decir aquí o en cualquier parte…- dijo Serena un poco impaciente mirándolo con cara de fastidio.
-Esta bien…- dijo el chico un poco triste en ese momento por la actitud de "su niña" –La verdad Serena… me has dejado más que confundido con el hecho de que me terminaras…- empezó diciendo un poco nervioso el chico -en realidad, por más que lo he pensado, no encuentro razón para que tú así de repente hayas decidido acabar con todo… realmente creo que merezco una explicación…-
-No puedo creer que seas tan cínico Darien…- decía la chica con ironía en su voz ¿En verdad necesitas una explicación?...- seguía diciendo esta vez con rabia.
-Serena… podés dejar de una buena vez por todas la ironía y decirme ¿qué fue lo malo que hice- dijo con impaciencia el muchacho. Ya se estaba cansando de sentirse mal y culpable por algo que no tenía idea qué era.
-Pues si el señor quiere que se lo diga, aunque muy bien que lo debe saber, está bien… Se lo voy a decir… -Serena hizo una pausa como tratando de coger fuerzas para recordar aquella escena –El otro día que te fui a buscar te vi en tu departamento muy acaramelado con Crystal, tu inocente amiga… ¿quiere algo más el señor?...- decía la rubia con aparente frescura, mientras sentía un nudo en la garganta al recordar lo que había visto ese día.
flash back
Serena se había puesto unos jeans y una camiseta para estar cómoda, resolvió que era inútil rajarse la cabeza pensando en lo que podría pasar por la cabeza de su novio cada vez que la decepcionaba... ¿Negarla?... eso era algo que ella no había pensado... bueno, iba para su departamento a "hablar de asuntos importantes" y lo que le preocupaba no lo era menos... así que sin rodeos le pediría una explicación... El ascensor parecía más lento que de costumbre, era temprano, lo sabía, su ansiedad había hecho que se adelantara a la hora que había acordado con Darien... pero ¿Qué más daba?... era sábado y de seguro el chico ya había regresado de hacer sus compras matutinas. Serena se arregló el cabello nerviosamente mientras sus ojos fijos en la numeración del ascensor, esperaban a que llegara al piso indicado. La puerta se abrió y con un nudo en la garganta se dirigió al apartamento del joven... extrañamente la puerta estaba entreabierta, Serena empujo la puerta con cuidado, tratando de no hacer ruido, se asomó sigilosamente... no se le ocurría ninguna razón para que la puerta no estuviera cerrada...Darien no solía dejarla abierta... sus ojos repasaron por completo la sala y lo que vio hizo que su estomago se retorciera y el nudo que tenía en la garganta se hiciera aun mayor, por un momento se sintió mareada y tuvo que apoyarse en la mesita que había a la entrada.
Lo que veían sus ojos le parecía algo imposible… allí en la sala del departamento estaba Darien y… y una chica a su lado… como no reconocerla si era una de las chicas que más detestaba, era Crystal, una de las chicas con las que tanto salía Darien y por la que varias veces le había dicho que ya tenía planes… la chica que siempre excusaba el pelinegro, diciendo que sólo era su amiga y… ¿era la posición en qué estaban esos dos algo parecido a amigos?... Darien estaba recargado contra la pared, mientras Crystal se encontraba de lo más cómoda abrazándolo, y en unos segundos más pudo ver como los dos se besaban mientras las manos de Darien se posaban en la cintura de la chica.
Serena no pudo ver más… lo que había visto le era más que suficiente para saber quien era su "adorado Darien"… ¿qué más podría pasar allí?... no quería si quiera imaginárselo, pero a su cabeza llegaban imágenes que la bombardeaban sin cesar… ¿Cuántas veces el chico le había dicho que iba a salir con Crystal?... ¿Cuántas veces se había quedado ella tranquila en su casa porque Crystal solo era una amiga, mientras entre esos dos pasaban quién sabe cuantas cosas¿Cuántas veces había estado Crystal en el apartamento de Darien?... ¿Hasta dónde habían llegado¿Cuántas veces se había enojado Darien con ella porque según él, ella era una celosa por completo?... Serena no podía más su cabeza le daba vueltas, así que la chica retrocedió sin hacer el menor ruido y cuidando que la puerta quedase como estaba se marchó.
fin flash back
-OH Serena yo…-decía nerviosamente el Darien con la mirada fija en el piso al saber el porqué de la actitud de Serena, nunca pensó que lo que sucedió ese día pudiera haber sido la razón de que Serena terminara con él – Lo que tu viste no fue lo que crees…- se disculpaba el chico.
-AHH… ahora resulta que me estoy quedando ciega…- Serena no podía creer hasta donde podía llegar el joven a negar las cosas… si ella no lo hubiera visto, no lo hubiera creído, pero en este caso, no veía qué explicación podría darle él de lo sucedido.
-No Serena, pero lo que creo es que mal interpretaste las cosas… lo que sucedió fue que…- Darien no sabía por donde empezar.
¿Malinterprete las cosas?...- preguntó sarcásticamente –No seas insolente Darieén… creo que no vale la pena que hable contigo…- decía Serena mientras se daba vuelta dispuesta a entrar de nuevo a su casa.
-Escúchame Serena…- El chico tomó a la rubia de un brazo y la obligó a enfrentarlo.
¡SUELTAME DARIEN-grito la chica con ira y desprecio tratando de zafarse.
-Serena por favor…- Rogaba el chico sin atreverse a dejar ir a la rubia.
¡HE DICHO QUE ME SULTES DARIEN!...- seguía gritando la chica histéricamente.
¿Sucede algo hija- Kenji al oír gritos que venían de afuera decidió echar un vistazo para ver que sucedía, mientras Darien un poco asustado soltó de inmediato a Serena.
-Ehh… No papá… no te preocupes…- dijo apenada Serena –Solo estoy hablando un par de cosas con Darien…- Kenji miró sospechosamente a su hija mientras un ambiente tenso se formaba entre los tres y aunque no pareció muy convencido decidió volver a dentro.
-Esta bien hija… pero creo que es tarde y es hora de que entres... Y…- Kenji miró al pelinegro de arriba a abajo mientras el chico cambiaba de posición tratando de disimular su incomodidad–Hija, si tienes algún problema me dices ¿esta bien?...-
-Esta bien papá, no te preocupes...- dijo Serena en tono dulce mientras Kenji regresaba a la casa.
-Por favor Serena, tienes que escucharme…- dijo en forma casi suplicante el pelinegro una vez que Kenji se hubo ido.
-Sólo para ver qué tan sutil puede ser tu imaginación, te voy a escuchar Darien… habla de una buena vez porque ya oíste a mi papá, es tarde…- decía la rubia tratando de aparentar que en ese punto no le importaba nada de lo que le pudiera decir, Darien respiró profundamente mientras trataba de organizar sus ideas… sentía que se estaba jugando su vida y eso no le permitía pensar con cabeza fría.
-Escucha Serena… sé que algunas veces lo que vemos parece ser la única verdad que existe, pero por favor… quiero que trates por un instante ver lo que paso desde mi perspectiva y que entiendas que en ningún momento fue algo que yo quise o… que haya planeado…-
-ya… ya… déjate de protocolo por favor…- decía más que fastidiada la rubia ¿quieres decir de una buena vez por todas qué es lo que según tú paso?...- Darien alzó su mirada para ver a los ojos a "su chica" y lo que encontró en ellos le hizo estremecer, aquellas profundidades azules estaban llenas de rabia, decepción, y tal vez ¿odio?... el chico prefirió desviar su mirada hacia su auto rojo a dejar que esos ojos lo intimidaran.
-Lo que pasó esa tarde fue…-
flash back
Darien salía de su departamento para ir a su habitual día de compras matutina, su despensa estaba literalmente vacía, y necesitaba despejar su mente, esa semana no había sido muy buena para él… iba tratando de dejar su mente en blanco, con la única intención de observar todo a su alrededor… y si, lo estaba observando todo y también observó a alguien más… a una chica que lo saludaba insistentemente desde la acera, era Crystal, que además le estaba haciendo señas para que se detuviera y el pelinegro, como todo un caballero así lo hizo.
¡Hola cariño¿A donde vas tan a prisa¿Eh?...- saludo seductoramente la chica inclinándose sobre el auto de Darien.
-Hola Cristal- saludó jovialmente el chico -Voy a hacer unas compras al supermercado… jeje… si no lo hago creo que moriré por inanición…- decía en son de broma.
-Jajaja…. Ya veo… nada bueno que mueras por inanición cariño, sería todo un desperdicio…- comentó la trigueña –Oye dulzura ¿me harías un favor?..-
-Claro, dime…-
-Ya que tú vas al supermercado… ¿me podrías dar un aventón a la biblioteca que queda cerca de allí?...-
-Claro, Cristal, sube…- dijo muy caballeroso el chico mientras se bajaba del auto y abría la puerta de acceso al asiento del copiloto-
-Gracias cariño…- contestó la chica mientras sonreía seductoramente.
Darién conducía silenciosamente, mientras Cristal le iba platicando de cosas que le habían ocurrido en la semana, que en lo absoluto le interesaban al chico en ese momento, su mente estaba lejos de ese lugar… sus pensamientos estaban fijos en el hecho de que más tarde se encontraría con Serena y que tal vez no se había dedicado demasiado a ella…
-…Claro y pues no sé a qué horas gasté todo mi dinero…-iba diciendo la chica cuando la palabra "dinero" le recordó algo a Darien.
¡Oh dios!...- exclamó el chico al darse cuenta de algo.
¿Qué sucede Darien?...-
-Me acabo de dar cuenta de que voy al mercado sin mi billetera… hoy en la mañana la dejé en la mesa del comedor y no la traje conmigo…- dijo con desánimo el pelinegro.
-Oh… te prestaría con mucho gusto pero como te dije me he quedado corta de dinero esta semana…- decía dulcemente la chica.
-No, no te preocupes Cristal, puedo regresar por ella… creo que aún tengo tiempo…- dijo mirando el reloj – ¿Te dejo aquí-
-OH no, no te preocupes, vamos… te acompaño, yo tampoco tengo prisa…-
¡AH! Esta bien… Como quieras…- Y luego Darien condujo hacia el lado opuesto, en dirección a su casa para recoger su billetera platicando esta vez, animadamente sobre los nuevos métodos de cirugía que le daban una nueva perspectiva a la medicina.
-Bien, Cristal… espérame aquí… regreso en seguida…- decía el pelinegro mientras bajaba del auto cuando por fin habían llegado a su destino.
¡¡Darien!….- llamó Cristal cuando este ya estaba por desaparecer de vista.
¿Si dime- contestó volteándose a ver a la chica, mientras esta se bajaba del auto y lo alcanzaba.
¿Podría subir contigo?...- el chico la miró sin entender – Es que… necesito el baño- dijo apenada.
¡AH!... claro¡vamos- mientras subían en el ascensor un silencio incomodo se formó entre los dos chicos… Darien cambió de posición un par de veces y repasó cada detalle del techo del ascensor antes de llegar al piso donde vivía… de alguna manera, se sentía inquieto estando en un espacio tan cerrado con su amiga, mientras esta no hacía otra cosa que observarlo y buscar su mirada.
-Bien, aquí estamos… iré a buscar mi billetera… el baño queda hacia allá…- decía al abrir la puerta de su departamento señalando hacia el lado izquierdo desde la sala.
-Gracias…- la chica le sonrió dulcemente antes de dirigirse hacia donde Darien le había indicado echando un vistazo al lugar en el proceso.
El pelinegro fue directo a la mesita donde pensaba que había dejado su billetera, pero allí no estaba, con su mirada recorrió el lugar dando una rápida ojeada a los recuerdos que tenía en su mente de la mañana antes de salir. -'¡el sillón de la sala!' –exclamó en sus pensamientos mientras se dirigía al lugar con toda rapidez… por alguna razón quería salir lo más pronto posible de su departamento. Un vistazo al sillón y allí estaba el pequeño objeto de cuero negro, Darien lo recogió de allí complacido, y quiso echar una mirada a su contenido para asegurarse de que tuviera suficiente dinero… estaba totalmente concentrado en su labor cuando una mano en su hombro hizo que sobresaltara.
-Cristal, no te oí volver…- dijo cuando se volteó y pudo ver a su amiga en frente.
-Veo que encontraste tu billetera- dijo sonriente mientras posaba sus manos en el pequeño objeto y de paso acariciaba disimuladamente las manos del pelinegro.
-Ya podemos irnos… ¿no?...- decía Darien nerviosamente mientras trataba de alejarse de la chica.
¿Qué pasa Darien?... Me tienes miedo…- empezó a decir la chica con voz seductora mientras se acercaba otra vez al chico.
-Ehhh…. Cristal… se me va a hacer tarde…- respondía titubeante.
¡Oh! Vamos cariño… no me digas que tienes tanta prisa para ir al mercado cuando estamos los dos aquí "SOLOS"…- seguía diciendo la chica con un brillo en los ojos que asustó un poco al joven.
-Cristal… por favor…- empezó a decir Darien aún más nervioso al ver que la chica lo había acorralado contra la pared sin darse cuenta.
-Cariño… sabes que siempre me has gustado… ¿por qué te haces el difícil?...- hablaba en un susurro la chica mientras pasaba uno de sus dedos por la camisa de Darien.
-Cristal¿Qué haces?...-decía el pelinegro mientras trataba de quitarse las manos de encima, pero la chica no cedía mucho.
-No te voy a rogar Darien…- dijo la chica, mientras el pelinegro pensaba que le dejaría en paz y bajaba la guardia, pero para su sorpresa, Cristal lo atrapó entre sus brazos y lo besó sin más. Darien se sintió abrumado, la joven siempre le había parecido bonita y había admirado la forma en que se desempeñaba en su carrera, pero nunca había pensado en ella como mujer… no quería lastimarla, y trataba de quitársela de encima gentilmente, pero eso no funcionaba, pues Cristal se empeñaba en apegarse a él.
-Cristal… basta…no…- decía el pelinegro, pero sus palabras no parecían muy convincentes, lo que animó a la chica a ser más atrevida y besarlo apasionadamente… Darien sentía que el perfume de la chica y el ambiente lo estaban confundiendo… algo en la caricia lo hacía sentir bien y sus manos casi por voluntad propia se posaron en la cintura de la chica, mientras esta sonreía triunfante.
-'Esto no… no puede…'- pensaba confusamente Darien – 'No… no puedo… ¡SERENA!'- la imagen de la chica rubia sonriéndole le hizo recuperar el control ¡BASTA CRISTAL!... ¡BASTA!...- gritó fuerte el pelinegro mientras apartaba con fuerza de sí a la trigueña.
fin flash back
-Jajajajajajajajaja-
¿Qué es lo que te parece tan gracioso?... – preguntó extrañado Darien.
¿Esa es tu mejor excusa?... já… qué poca imaginación tienes… ¿Cómo pretendes que te crea semejante estupidez… además, en todo caso, no te deja en la mejor posición- decía fríamente la chica mirándolo con desprecio.
-Pero… pero… Serena es la verdad… y sé que tal vez no me comporte de la mejor forma pero… no sé que me paso… en realidad yo…- intentaba explicarse Darien mientras su rostro se tornaba sonrosado al no encontrar excusa para su comportamiento y al darse cuenta de lo absurdo que parecía todo lo que estaba diciendo.
-No puedo creer Darien que me creas tan estúpida como para pensar que puedo tragarme esa historia tan absurda… por lo menos deberías darme un poco más de crédito… YA BASTA DARIEN… deja la parodia de una buena vez… lo único que te puedo decir es que… ¡¡¡NO ME INTERESA MÁS ESTAR CONTIGO HAYAN SUCEDIDO COMO HAYAN SUCEDIDO LAS COSAS- dijo gritando Serena, mientras ocultaba en su mirada un par de lágrimas que luchaban por salir y cerraba la puerta con toda fuerza detrás de sí.
-Lo he arruinado todo…-susurró el pelinegro para sí, mientras ocultaba su cara en sus manos ¡Maldita sea- gritó el chico, golpeando furiosamente una de las llantas de su auto con su pie izquierdo. –'Serena… no puedo perderte… yo te amo…'- pensaba el pelinegro rumbo a su casa mientras sentía que su corazón iba a romperse si no pudiera volver con Serena.
-señorita Mizuno… veo que usted no tiene ningún antecedente en su hoja de vida… es más, está catalogada como una de las mejores alumnas de la preparatoria… creo que podríamos hacer una excepción con usted esta vez…- decía pacientemente un hombre canoso de unos cincuenta años mientras echaba un vistazo a unos papeles en su escritorio ¿Qué le parece?..- preguntó mirando a Amy por encima de sus enormes gafas.
-Por mí esta bien…- dijo sin darle la menor importancia al asunto –Gracias señor…- dijo levantándose de la silla dispuesta a salir.
-Un momento señorita Mizuno…- la detuvo el director cuando estaba por salir –Yo no dije que podía irse…-
¡Ah! Disculpe pero yo creí que…-
-Si… acabé de decirle que a mi parecer, teniendo en cuenta su currículo, podría pasarle por esta vez la falta… PERO… usted debe disculparse con la señorita Saotome y hacer las paces con ella…-
¿disculpe?... ¿me esta hablando en serio?...- preguntó Amy con un notable tono de fastidio en su voz.
-Sí, señorita Mizuno, le estoy hablando totalmente en serio…- decía el director en tono un poco más fuerte y menos paciente.
-Já… usted está loco…- respondió la chica despreocupadamente.
-señorita Mizuno, creo que usted se debería dirigir con un poco más de respeto hacia mí-
-Claro, en cuanto usted deje de hacer propuestas tan locas, por supuesto…-
-SEÑORITA MIZUNO… no veo que de loco pueda ver en lo que le he dicho… le estamos haciendo un favor al no manchar su hoja de vida- seguía diciendo el señor alterado por el comportamiento de la chica.
-Pues nadie le estaba pidiendo el favor señor, puede hacer perfectamente lo que quiera, porque yo no haré lo que usted me pide- decía en tono altanero la peli-azul mientras se ponía de pie.
-Pues entonces espero que le sirva para pensarlo la semana de suspensión que le espera- terminó de decir en derrota, mientras le entregaba un pequeño papel a Amy y hacía unas anotaciones.
-Claro, pensaré todo lo que usted quiera… hacía mucho no me tomaba un descanso… gracias señor director- terminaba de decir irónicamente mientras de nuevo se dirigía a la puerta de salida.
¡AH!... y necesito hablar con su acudiente señorita…-
-No se preocupe, se lo diré a mi madre… ¡¡si quiere le hago una cita con ella!…- gritó por último Amy antes de cerrar la puerta.
Continuará…
Con cariño,
Moonlight8
Escrito: 17 de junio de 2004
Editado: 2 de febrero de 2005
