QUÉ
PASARÁ MAÑANA- por Moonlight8
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G
Descripción: Recuerdos del pasado vienen a la memoria…
¿qué significan?
Nota:
Sailor Moon le pertenece a Naoko Takeuchi y yo no gano nada de dinero
con mis fics ¡No me demanden que no tengo plata!
En el capítulo anterior….
-Lo siento Darien… yo… ahora no puedo… necesito estar sola… te aseguro que no puedo… lo único que quería era decirte que me di cuenta que no me traicionaste con esa chica y pedirte disculpas por haber dudado… y lo único que puedo ofrecerte ahora es mi amistad… Lo siento…- dijo en forma segura.
Ya, tus caricias no saben a miel
Tus olores no me hacen soñar como ayer
Ya mis palabras no te dan calor
Tus manos ya no tiemblan
Cuando estás cerca de mí
-Está bien… si eso es lo que tú quieres… esta bien así… pero quiero que te quede bien claro que yo te sigo amando… y que no me voy a dar por vencido así de fácil…- Serena lo miró y sólo asintió para después marcharse.
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-Oigan… un momento…- Reflexionó Mina volviendo a mirar las líneas que había leído antes. –Aquí dice que el líder de ellos trató de atacar a la heredera al trono… ¿creen que haya sido a Serena?...-
-Pues… que yo recuerde… Serena no fue atacada cuando vivíamos en la Luna…-
¿Qué extraño?...- susurró Rei.
-Debemos tener cuidado… no hay mayor arma que el conocimiento…- dijo Amy.
Siguiendo con la historia….
Ella sabía lo que a él le molestaba y él sabia lo que a ella le dolía. Los dos se amaban, como se aman los esclavos: con temor. El, de vez en cuando le decía que la amaba, y ella algunas veces, se hacía la que lo escuchaba. Pasaron así 1095 días siendo infelices casi siempre, y casi a gusto de vez en cuando. Al llegar el día número 1096él le dijo que ya no le quería hacer más daño y ella no le respondió; él sabía que eso era solo una excusa, mala, por cierto, ya que a él le fascinaba que a ella le doliera. Ella, por su parte, seguía en silencio y él se molestó… se molestó tanto, que decidió no marcharse para seguir haciendo lo que a ella más le dolía, sólo porque ella acababa de hacer lo que a él más le molestaba. He aquí el "amor", terminó diciendo el poeta después de escribir esas líneas; un instante después, se paró y fue a hacerle la vida infeliz a la mujer que amaba, ya que sabía perfectamente lo que a ella le dolía.
CAPÍTULO 14: RECUERDOS…
Hacía dos noches que trataba de abrir los ojos pero no podía, se sentía débil y vulnerable, a veces sentía como hablaban alrededor suyo y hubiese querido decir algo, pero era inútil, por más esfuerzo que hacía siempre quedaba en lo mismo, en la oscuridad… a veces tenía visiones, a veces sólo se sentía caer profundamente en el abismo… creyó que su herida en el vientre había sanado, pero se había equivocado… ese día antes de caer en el ensueño había estado sangrando profusamente, pero no quiso decirle a nadie, no quería preocupar a nadie y menos cuando ese mismo día al atardecer el sangrado se detuvo y la herida volvió a cerrar, pero desde ese momento se sintió tan ida del mundo real que tuvo que recostase, pero al hacerlo se fue sumiendo en un profundo sueño, un letargo que había reclamado por completo la movilidad de su cuerpo.
-NO, así no, está mal… tu tienes que llevar la espada, no dejar que la espada te lleve a ti-
-Pues entonces hazlo tú…- dijo la chica en tono altanero –tu eres el experto… de todas maneras, yo no quería este entrenamiento…- terminó de decir mientras tiraba la espada al suelo y empezaba a marcharse.
-No estoy dispuesto a lidiar con niñas caprichosas, recoge esa espada inmediatamente de allí…- le dijo el hombre en tono autoritario. Mientras tanto, la rubia se volteaba y recogía el arma con enfado, eso de "Niña caprichosa" no le había gustado en nada. –Muy bien…- dijo él sonriendo triunfante, a lo que la chica hizo cara de fastidio –tienes que guardar tu cuerpo erguido niña, si no, es obvio que vas a perder el balance…-
-Lo conservaría erguido si la espada no pesara tanto…- dijo protestando sin siquiera voltear a mirarlo, pues eso significaría demasiado esfuerzo para ella con la espada encima y terminaría en el suelo, como en las últimas 10 veces.
¿Qué acaso no hemos hecho suficiente ejercicio de resistencia física?...- dijo acercándose a ella por detrás –mantente recta- ordenó mientras con su mano izquierda enderezaba a fuerza la espalda de la chica y la obligaba a sostener la espada en alto, con su otra mano. La rubia no pudo evitar sonrojarse, el mero contacto de sus manos, aún siendo brusco, le había enviado miles de sensaciones a su cuerpo, un terrible cosquilleo iba y venía… pero ella quería demostrarle que no era débil y lucho con todas sus fuerzas por permanecer recta con la espada en alto cuando él le soltó. –ahhh… así que sólo era flojera…- dijo en tono sarcástico mientras se sentaba en una gran piedra que había en el terreno en frente de ella –Si mantienes la espada sin perder tu posición por diez minutos, terminaremos por hoy…- dijo mientras cruzaba los brazos sobre su pecho. Serenity sólo apretó los labios un poco… ¡¡diez minutos era demasiado!... pero… le iba a demostrar que era capaz… además un descanso antes de tiempo le iría de maravilla, su cuerpo protestaba sin cesar cada vez que hacía algún movimiento… empezó a tratar de relajarse, dejando vagar su mente por el buen baño de agua caliente que se daría después, estaba complacida porque sus imaginaciones estaban funcionando y casi se sentía en su tina y una leve sonrisa se fue formando en su rostro.
¿qué es lo que te resulta tan gracioso- preguntó abruptamente el hombre haciendo que la chica abriera los ojos, que para este momento estaban cerrados.
-Nada…- dijo sin atrever a moverse, aunque quiso darle unos buenos golpes a él por despertarla de su ensueño, empezaba a sentir de nuevo el dolor de conservar esa posición y el adormecimiento de su mano. El hombre, al oír su contestación se levanto y se dirigió a ella, empezó a rodearla mientras la reparaba detenidamente. ¿QUÉ?...- le preguntó ella secamente –No me he movido…- dijo temiendo de que hubiera sido así.
-Nada…- respondió imitándola a ella –Llevas casi ocho minutos…- le dijo cerca de su oído, cosa que hizo que la chica sintiera de nuevo que algo le recorría el cuerpo, pero no se movió. Trato de nuevo de volver al estado de relajación que había logrado antes pero no pudo, así que empezó a recorrer el paisaje del lugar con los ojos como si no conociera la zona, miró los árboles alrededor, las esculturas, el cielo, las nubes negras… uu nubes negras… eso significaba que iba a llover, pensaba en eso cuando…
-AHHHHHH…- gritó la chica mientras perdía el control de su cuerpo, soltaba la espada y echaba a correr. Se escondió debajo de un grupo de árboles.
-nueve minutos y cincuenta segundos…No lo lograste…- dijo él muy tranquilo asomándose por entre las ramas de los árboles.
¿QUÉ?...- dijo ella recuperando de nuevo el aplomo –Pero… pero… no fue mi culpa…- decía señalando al cielo –Va a llover… me moví por el trueno… sabes que no los soporto…-
-Y justo te vienes a esconder detrás de unos árboles… ¿No sabes que los árboles atraen los rayos?...- decía sarcásticamente. La rubia se alejó casi por reflejo de la verde naturaleza y tomó rumbo hacia el palacio.
¿A dónde vas?...- preguntó haciéndola detenerse.
-A refugiarme en palacio…- contestó pensando que era obvio.
-No hemos terminado el entrenamiento…-
-Pero va a llover…- dijo protestando como niña chiquita y como si el cielo respondiera a su declaración pequeñas gotitas de agua empezaron a mojar su cuerpo.
-No me importa… hay que continuar…-
-Pero… pero…- decía la chica impotentemente.
-Pero nada…- dijo mientras volvía a la zona donde entrenaban. La chica suspiró resignada mientras empezaba a seguirlo pensando –'he ahí al hombre llamado Kyros, uno de los guerreros perteneciente al ejército que resguarda al reino, un chico de cabellos castaños, ojos color miel, dotado de una muy buena estatura y músculos marcados por el ejercicio continuo, un hombre acostumbrado a matar por defender su patria, acostumbrado a ser frío y sin sentimientos, y allí estaba ella, rogando por su compasión... porque compadeciera a una niña mimada' –Es absurdo- susurró –Después de todo me ha tratado muy bien… no he sufrido nada comparado con lo que le ha tocado sufrir a él…- siguió hablando para sí misma mientras recuperaba el ánimo.
De nuevo se había sumergido en aquellos sueños… o… ¿eran recuerdos?... parecía ser que aquello sucedía en la época del reino de la Luna… ¿quién era Kyros?... al parecer era su entrenador… ¿era verdad todo aquello que veía?... o sólo era producto del delirio… no lo sabía, pero le intrigaba aquel hombre, le parecía familiar… Aunque despertaba de su sueño, no lograba recuperar la conciencia, oía a su madre y a lo que suponía era un doctor, intercambiar palabras que por más que se esforzara, no podía entender, era inútil, volvía a caer en otro ¿recuerdo?
-Tienes que entender, Serenity…-
-No, mamá, no lo creo… ¡¡él me dijo que volvería- dijo gritando mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas.
-El ejército cayó en combate, sólo unos cuantos regresaron… y él no lo hizo…- dijo maternalmente mientras le acariciaba el cabello a la rubia. –Ya ha pasado un mes…-
-Noél regresará, lo sé…-dijo mirando a su madre a los ojos.
-Es inútil y dañino que sigas conservando la esperanza…- dijo levantándose de la cama de la rubia –Tienes que olvidar… tus responsabilidades te esperan… no quiero más debilidades Serenity, el lunes empezarás nuevamente tu entrenamiento...- dijo con voz autoritaria.
-Kyros… ¿por qué?... me dijiste que regresarías…- preguntaba la rubia al aire desoladamente cuando se encontró sola en su cuarto.
En el comando de Palacio
-Es intolerable esta situación…- dijo pensativamente la reina -Saburo, necesito el cuerpo de un soldado y las ropas del general Kyros…-ordenó.
¿Disculpe?...- preguntó el soldado confundido.
-Serenity no puede seguir así, si Serenity necesita pruebas, pruebas le vamos a dar…-
-No le entiendo mi reina…-
-Vamos a darle el cuerpo del General Kyros…-
-Pero mi reina…-
-Nada de peros Saburo, necesitamos que Serenity reaccione…-
-Como ordene mi reina…-
¿Qué quería decir esa visión que había tenido?... ¿acaso su madre le había engañado?... le dolía la cabeza, pero no lograba despertar… necesitaba despertar, no soportaba estar más en ese estado, si siquiera hubiera logrado descansar… pero no, se sentía más agotada de lo que podía sentirse antes cuando apenas si dormía.
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Habían sido días muy pesados para el joven que yacía ahora sentado en un pequeño y tranquilo café que quedaba cerca de su nuevo hogar, días en los que había convivido solo consigo mismo, demasiados días para aguantarse el solo, demasiados días para pensar… tenía la cabeza embotada de recuerdos del pasado y del presente… suspiró fuertemente y cerró sus ojos que aún le ardían por todas las lágrimas derramadas hacía tan solo un par de horas… era hora de enfrentarse contra todo lo que había querido esconder, era hora de tomar el mando de su vida y volver a comenzar, otra vez, era su tercer intento, dicen que la tercera es la vencida… -'espero que así sea'- había conseguido un nuevo trabajo con una firma de abogados como auxiliar, y si terminaba las materias que le faltaban, tendría buenas posibilidades de ascender y formar parte del buffet de abogados que conformaban la compañía. Era un buen comienzo… sacó una hoja de uno de los bolsillos de la chaqueta que traía puesta y la leyó… indudablemente era su caligrafía… después de todo, su encuentro con Fox había traído sucesos dolorosos a su mente… pero sólo era el comienzo… comenzar casi siempre es doloroso…
Tenía que ser un día y ese día tenía que ser hoy, no pude evitar desmoronarme, no se puede esconder la verdad, por más que lo intentes, ella te golpeará fuerte y de frente, dejándote sin defensas.
No pude entender en su momento y como no entendía, preferí enterrarlo, pero tras haber llorado como un crío, he podido recordarlo, Catherine, mi querida Catherine, faltaban pocos días para la boda, faltaban pocos días para que mi ilusión de que mi vida fuera completa a tu lado, se esfumara en el aire… cuando vi un deje de tristeza en tus ojos, no dude en preguntarte, no dudé en mirarte a los ojos y preguntarte temeroso si en realidad querías casarte conmigo, fue lo único que pudo pasar por mi mente para ver ese velo gris en tus ojos, pero tú, cambiando completamente de expresión, te pusiste a reír como loca, asegurándome que era lo más tonto que habías oído, y yo, suspirando aliviado, di gracias al cielo, olvidando "mi paranoia" como dijiste… pero mentiste, mentiste y disfrazaste todo aquello con una sonrisa… y yo de tonto no pude ver que tenías el mismo semblante de aquella muchacha sombría, fría, distante de los días en que te conocí… ¿Qué pasaba por tu mente, amor?... ¿Qué sentimientos te embargaban que no fuiste capaz de compartirlos conmigo?... ¿Por qué no confiaste y te dejaste hundir?. Miles de preguntas y recuerdos de mi vida contigo, de tu sonrisa, de tu aliento, de tu mirada se agolpaban en mi mente haciéndome doler la cabeza.
Recuerdo aquel día de verano en el que todo parecía perfecto, había estado contigo la noche anterior y me sentía refulgente de energía, me sentía lleno de ti y mientras iba a recogerte a tu casa alegre de volver a verte, tarareaba una canción.
Uno, dos, tres golpes a tu puerta fueron suficientes para que decidiera sacar mis llaves pensando en que estarías muy ocupada para atender. Entré y me pareció extraño ver que las copas de la noche anterior seguían en la mesa, eras demasiado ordenada para que a esta hora del día todavía siguieran allí, te llamé unas dos o tres veces pero el departamento sonaba demasiado vacío, estuve a punto de irme dando por sentado que abrías salido con urgencia en la mañana, pero algo me detuvo, fue como si de repente me gritaran y corrí con una urgencia inexplicable a tu cuarto y allí estabas tú, durmiendo placidamente… ¿Desde cuando tenías el sueño tan pesado?. Me acerqué a ti sigilosamente, temiendo perturbarte, sabía lo nerviosa que eras ante cualquier ruido extraño o repentino… besé tu frente suavemente pero lo que sentí me heló la sangre… estabas tan fría, tan vacía… no me di tiempo de pensar más, sólo descolgué el teléfono y llamé a una ambulancia y en unos minutos que me parecieron eternos en los que no me atreví a tocarte de nuevo, llegaron los paramédicos.
Después del dictamen médico quedé en shock, sabía que sufrías de una afección cardiaca, sabía lo rigurosa que eras con la dosis y sabía que no te equivocarías en la medicación, y sin embargo, habían encontrado cantidades exorbitantes de la droga en tu cuerpo, tu corazón había dejado de latir aproximadamente una hora después de que me marchara de tu departamento, te habías ido, te habías ido sin dar explicación, sin dejarme indicio de lo que te hubiera hecho sufrir tanto, te habías ido sin confiar en mí, sin despedirte… pero luego comprendí, la noche anterior no fue como cualquier otra, no… la noche anterior te despediste de mí sin que yo me diera cuenta… Te amaré aun en la oscuridad, me dijiste, pero no pude comprender tu secreta confesión… me aterra imaginar que lo tenías todo planeado, pero así fue…
Desde aquel momento me aferré a la idea de que fue un accidente, un lapsus en el que tú equivocaste la dosis… Y abandoné Alemania fingiendo una pérdida de memoria que nunca hubo… y ahora me doy cuenta que siempre has estado aquí conmigo.
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-Ker… no he tenido noticias de nada nuevo desde hace un rato…- decía un hombre moreno, de cabellos rapados, ojos verdes, expresión dura y una insignia marcada en su frente en mitad de los ojos, mientras se levantaba de la cama y se ponía la camisa.
-No te preocupes Nix…- decía la chica que lo acompañaba mientras le acariciaba uno de sus brazos –Sólo ha sido una pequeña calma… recuerda que estamos preparando un ataque masivo…- Nix volteó a ver a la joven.
-No me importa, necesitamos más ataques…-cerró los ojos –No sirvió de nada el veneno que Hipnos inyecto en la sangre de esa chiquilla, está más débil que antes…-
-Está bien, prepararé todo lo que sea necesario…- el hombre negó con la cabeza.
-Esta vez me encargaré yo…- dijo acercándose a la chica para besarla mientras Ker se entregaba por completo al disfrute del beso y lo abrazaba. El beso era posesivo, como siempre, Nix en cada gesto quería demostrar que era suya, su lengua se adentró en su boca con fuerza, exigiéndola, reclamando su aire, su aliento… Ker se quedaba sin respiración pero aún así continúo el beso, un ardor en su labio inferior le hizo echar un poco hacia atrás su cabeza, pero el moreno no le abandonaba, seguía mordiendo su labio con fuerza y desesperación, le hizo sentir un dolor agudo y finalmente cuando él se levantó para irse, ella sintió como su labio sangraba, sus dedos fueron a posarse instintivamente allí en donde los dientes habían desgarrado la piel. La chica suspiró mientras se levantaba sin importar que la sabana que la cubría se deslizara de su cuerpo para dejarla desnuda, su piel blanca y pálida relució en la oscuridad del cuarto y su cabello negro, con rayos rojizos cayó en cascadas hasta alcanzar su rodilla, se sentó en un escritorio cercano a la cama y encendió una vela negra, que rápidamente iluminó lugrúbramente la estancia, sus ojos rasgados de color negro, destellaron al ver de entre todos los papeles que habían en el escritorio una foto.
-Serenity…- susurró mientras pasaba sus manos por el papel –Tendrás que pagar caro que mi raza haya sido desterrada de tu reino… lo pagarás caro…- se mordió el labio herido con rabia, haciendo que una gota de sangre resbalara de este hasta el papel –Pero antes… nos devolverás lo que siempre tuvo que ser nuestro…- seguía diciendo mientras la sangre se esparcía por la foto.
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-Déjame pasar Mara, yo conozco la paciente…- decía el joven estudiante, insistiéndole a una enfermera que le dejara pasar a una habitación en especial.
-Pero doctor, no puedo dejarlo pasar, el caso lo está llevando el doctor Okinawa, y según sé, quiere pasárselo al doctor Chiba…-
¿QUÉ?... ¿al doctor Chiba?... dígame, Mara… ¿Dónde está el doctor Okinawa?...-
-Está en la sección de radiología…-
-Gracias Mara- dijo haciendo una señal de despedida con sus manos mientras se iba y la enfermera lo miraba extrañada.
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-Doctor Okinawa…- llamó el castaño a un señor de cabellos canos que miraba a través de un proyector una radiografía…-
-Fox¡qué sorpresa!... ¿qué te trae por aquí hijo?...- dijo el señor volteando a ver al chico.
-Señor…- dijo él mirando tímidamente hacia el piso –Desearía hacerle una petición especial a usted…- dijo sin rodeos encarando a su superior.
¿Qué te pasa chico?...- preguntó acercándose a él para tener una conversación más adecuada.
-Me enteré que recientemente usted recibió una nueva paciente, y que piensa darle el caso a Darien Chiba…-
-AH! si, claro… Serena Tsukino… esa chica está en malas condiciones… - dijo negando con la cabeza -no puedo atenderla como se debe porque tengo un viaje urgente que hacer, pero me interesa mucho su caso... confío en Darien… él es un muy buen médico…- terminó de decir mientras empacaba las radiografías en un sobre.
-AH! ya veo…- Fox iba a decir algo más pero el doctor Okinawa lo interrumpió.
¿Qué hay con la paciente…- preguntó el señor suspicazmente.
-Ehhh…- titubeó Fox –Desearía doctor, que, como un favor especial, en vez de asignarle la paciente a Darien Chiba me la asigne a mí…- dijo seca, pero seguramente.
¿Y por qué debería hacer eso?...- preguntó alzando una ceja mientras analizaba a Fox de manera inquisitiva.
¿Confía usted en mí, doctor Okinawa…- dijo sabiamente Fox, conociendo que él era uno de sus practicantes favoritos, hablaba muy bien de él.
-Claro que sí chico, he visto que te desenvuelves sorprendentemente en tu oficio…-
-Entonces déjemelo a mí, yo sé porque se lo digo…- el señor lo pensó por un momento.
-Está bien… te lo asignaré a ti… pero quiero aconsejarte que le prestes mucha atención… su cuerpo está muy debilitado, la chica había estado antes aquí y se le había diagnosticado anorexia, pero parece que es más grave de lo que se pensó…- dijo poniéndole una mano en el hombro al chico.
-No se preocupe doctor, sé que hacer… se lo agradezco mucho…-
-La mejor manera de agradecérmelo es viendo que esa chica se ponga bien…-
-Lo haré doctor, creáme que lo haré…- dijo muy seguro para después marcharse. Cuando el señor Okinawa estaba por marcharse vio regresar a Fox apresurado -AH¡Doctor Okinawa-
¿Y ahora qué Fox?...- dijo esbozando una pequeña sonrisa mientras pensaba 'estos chicos de hoy'.
¿Podría firmar la orden que me pone a mí al frente de la paciente?... quisiera empezar hoy mismo…- dijo pasándole al señor unos papeles.
-Por supuesto…- dijo el doctor sonriendo mientras cogía el lápiz y garabateaba su firma en una hoja.
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-Amy¿qué paso con Aoshi, hace varios días que no te vemos con él…- preguntó Mina despreocupadamente y la peliazul, ante tal pregunta se puso muy seria.
-Discutimos…- dijo sin darle importancia al asunto mientras seguía concentrada en la película que estaban viendo.
-Pero… ¿Por qué discutieron?...- siguió indagando Mina de forma curiosa.
-Cosas sin importancia…-
-Pero… ¿Qué cosas sin importancia- seguía insistiendo la rubia que nunca sabía como rendirse. Amy no estaba de humor para preguntas sobre Aoshi, así que volteó a ver a Mina con mala cara para que entendiera.
-Qui… ¿Quién es usted?... y qué… ¿qué hace aquí?... ¿cómo entró?...- preguntó Amy al ver la figura de un hombre en el umbral de la puerta. Todas las chicas voltearon a ver extrañadas hacia donde estaba haciéndolo Amy.
¡Qué chico más guapo- exclamó Mina.
-Gracias…- contestó él sonrojado.
¡Mina-la reprendió la pelinegra.
-Perdón- respondió ella cabizbaja.
¿Quién eres?... Y ¿qué haces aquí?...-demandó saber la sailor del fuego.
-Vaya… pensé que me reconocerían aún en mi forma humana…- dijo el chico despreocupadamente mientras entraba en la estancia con toda confianza y se sentaba en un sillón.
-Eh… ¿qué quieres decir?...- preguntó dudosa Mina.
-A… ¿Artemis?...- preguntó Lita.
-El mismo que está frente a ustedes…- contestó él sonriente.
¡No puedo creerlo!...- exclamó sorprendida Mina -y dije que era guapo… guacala – siguió diciendo poniendo cara de asco.
-Pero si si es guapo Mina…- le refutó Lita.
¡NO!...¡No es cierto- negó la rubia con determinación alzando sus manos.
¡Oigan ya basta!... hay cosas más importantes que necesitamos discutir…- les reprendió Amy.
-UU lo siento…- se disculpó Mina.
-Yo también…-
-Bueno, bueno… ¡en fin! Aquí lo que interesa saber es… ¿cómo volviste a tu forma humana Artemis- preguntó suspicazmente Rei sin dejar de mirar al chico de cabello platinado.
-Era… necesario… alguien me ayudó…- dijo impasiblemente.
¿Quién?...-
-Eso no es lo que importa ahora, lo importante es lo que vine a decirles…-
-Y ¿qué viniste a decirnos?...-
-Estuve averiguando sobre los nuevos enemigos…-
-Ahá…- dijeron todas al unísono ahora sentadas alrededor del antes felino.
-Son una familia de sabios…-empezó a decir Artemis.
-Ahá… los akiliar… eso ya lo sabemos… averiguamos que…-empezó a contar Amy todo lo que había descubierto con su investigación.
-Saben bastante… como dato adicional, les puedo decir que lo que buscan los akiliar son los 7 chacras más poderosos… su fuerza radica en el conocimiento… la mayor ambición de un akiliar es poseer tanto conocimiento como sea posible, los chacras develan las fuerzas más potentes dentro del cuerpo humano… fuerzas que unidas, podría hacer poseedor a una persona de miles de conocimientos… haciéndola inmensamente poderosa, así que lo más probable es que el objetivo de los akiliar vaya encaminado a obtener su mayor ambición…-
-Vaya… eso sí es información nueva… así que lo que buscan son los chacras…- dijo pensativa Amy.
-Les aconsejo que empiecen a entrenar duro… estos personajes son muy poderosos… y tal como están las cosas, nos podrían vencer fácilmente…- les dijo Artemis mientras se levantaba –Eso era todo lo que tenía por decirles…- dijo mientras hacía ademán de irse.
-A ha… un momento…- dijo Mina deteniéndolo por un brazo ¿Cómo sabemos que en realidad eres Artemis- dijo sospechosamente mientras entrecerraba los ojos y miraba a la cara del chico desafiantemente. –Podrías estar mintiendo…- siguió diciendo mientras empezaba a rodear al chico con mirada escrutadora.
-No veo razón para mentirles…-
-Podría ser un engaño…-
-Si no soy Artemis, entonces como sé que tienes fantasías sexuales con Kenji tu compañero de clase, además de Andrew…- dijo el joven con una sonrisa maliciosa en su cara.
¿Qué Mina?... ¿Eso es cierto?... ¿¿TIENES FANTASÍAS SEXUALES CON KENJI- Preguntó inmensamente curiosa Lita.
-ehh… no… yo… yo…- tartamudeaba la rubia que ahora tenía la cara totalmente roja.
-Pensé que yo era la única…- susurró Amy entre dientes sin darse cuenta.
¿Qué Amy?... ¿Tú también?... Pero si tú tienes a Aoshi…- Ahora Amy también estaba roja como tomate.
-Yo no he dicho nada…- dijo la peliazul, tratando de corregir lo que había dicho antes.
¿Quién es Kenji- Preguntó Rei que estaba totalmente perdida en el asunto.
-Bueno chicas, yo las dejo… las veré después…- Artemis aprovecho la confusión para irse.
¿Quién es Kenji- volvió a preguntar Rei totalmente confundida y la verdad era que Kenji era uno de los compañeros de clase de las chicas, un joven en extremo tímido, serio, inteligente y perspicaz que bajo sus lentes, escondía su natural sexappeal.
-Es Artemis… no hay duda…- dijo derrotada la rubia señalando hacia donde antes había estado el chico.
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-Serena…- llamó preocupado Fox a la chica que yacía en cama, con semblante aterradoramente pálido. Se acercó a ella lentamente y se sentó a un lado de la cama –Tu no tendrías que pasar por esto…- susurró mientras le acariciaba la frente cariñosamente. Apartó la vista de ella para leer el historial que tenía de ella en sus manos. –Paciente con alto grado de deshidratación, hipotensión, arritmia cardiaca….- leyó casi todos los síntomas típicos de la anorexia aguda, pero hubo algo más que le llamó la atención –Sustancia peligrosa no identificada, encontrada en el torrente sanguíneo- pensó por un momento… ¿qué podría ser?...- dejo a un lado los análisis y demás papeles que tenía en mano para examinarla él mismo, tomó su pulso, examinó su corazón con el estetoscopio, miró la pupila dilatada de sus ojos… todo aquello confirmaba lo que decían los papeles, pero aunque le habían dado el tratamiento correcto no había despertado, seguía igual… se levantó de la cama y se paró justo frente a ella, sin necesidad de hacer mayor esfuerzo, podía ver lo que había visto una vez antes en la chica, solo que esta vez era de mucha mayor magnitud… dos grandes bolas de energía, una de un color amarillo claro, y otra de un rojo escarlata, las dos se envolvían entre sí, pero parecía ser que la energía de color rojo, quería abarcar por completo la de color amarillo, haciendo que esta fuera cada vez más débil… Fox se concentró, cerrando sus ojos y puso sus manos en el pecho de la chica por espacio de cinco minutos, sintiéndose un poco mareado, se retiró del cuerpo de la rubia y buscó una silla casi a tientas, para descansar…
Pasó casi toda una tarde, antes de que por fin pudiera ver alguna reacción por parte de su paciente, eran casi las seis, y la tercera vez que pasaba a revisar su estado cuando vio que Serena empezaba a abrir sus ojos… la sensación no pudo ser más grata, realmente le alegraba ver aquellas lagunas azules.
¿Dónde estoy?...- fue lo primero que preguntó, tratando de incorporarse.
-shhh… tranquila…- la calmó Fox, haciendo que volviera a recostarse –Estas en el hospital…-
¿Qué?...- preguntó totalmente desubicada –Pero si yo…-
-Caíste en estado de inconsciencia por espacio de tres días…- le explicó él, al ver la confusión de la chica mientras revisaba unos exámenes.
¿Tres días?... pero… no recuerdo…- dijo mientras sentía que un fuerte dolor taladraba en su cabeza, el mismo dolor que había estado martirizando a Fox toda esa tarde.
-No estás bien… eso nos queda muy claro, pero no te preocupes… averiguaremos que pasa…- ella solo sonrío levemente para luego cerrar sus ojos, trataba de organizar sus pensamientos pues los recuerdos vistos en sueños se agolpaban de nuevo en su mente para sumarse a la confusión.
-Podríamos darte de alta mañana luego de hacerte unos análisis finales…- le dijo para tranquilizarla.
-No me gustan los hospitales…- susurró –No quiero estar más aquí…- dijo con voz de niña pequeña. Fox arrimó una silla al pie de la cama y se sentó en ella.
-Puedo organizar para que salgas hoy si quieres… aunque a esta hora no sería lo más adecuado… pero…- le dijo mientras la miraba tiernamente y posaba una de sus manos en la de ella.
-Quiero salir de aquí…- siguió diciendo irreflexivamente –Por favor…- dijo con ojos suplicantes.
-Está bien…- dijo acariciándole el cabello –Pero…- hubo un silencio en el cual el chico parecía estar buscando las palabras adecuadas – ¿Recuerdas que te dije que sería bueno que vivieras conmigo?...-
-Sí…-
-Creo que no deberíamos esperar más…-
-Entiendo…- dijo simplemente –Habría que decirle algo a mis padres…-dijo casi para sí misma.
-Estaba pensando en que podría expedir un parte en el que transfiera interna a una clínica especializada en "tu problema"… creo que no habría sospechas…- dijo mirándola expectante.
-Está bien… ellos creerán que estoy recuperándome… y… no es del todo mentira…-dijo sonriendo, pero su mirada mostraba todo lo contrario a esa expresión.
-Entonces está hecho, te dejare para que te arregles…- le dijo mientras le quitaba el suero que tenía pegado al brazo. –Podemos volver después para hacerte los exámenes…-
-Gracias…- Fox no dijo nada y salió de allí para tramitar los papeles de salida. Tenía muchas cosas en ese momento en la cabeza como para hablar más.
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En este momento no le importaba lo que pensaran Haruka o Michiru si se preocupaban o no, detestaba que siempre la observaran como a un espécimen raro de laboratorio, que la miraran espantadas cada vez que tenia esas visiones que predecían un futuro siniestro, que la cuidaran y la sobreprotegieran por ello, ese día había decidido no ir a clases a pesar de las reprimendas de su amiga Naoki -con quien había pasado la noche luego de salir despavorida de su casa, ella la había recibido sin hacer como siempre preguntas al llanto de la niña pelinegra, así era su amistad, desinteresada pero fundada en la lealtad y la comprensión- Es decir, para ir a clases necesitaba el uniforme y sus libros y al salir huyendo sin decir nada por supuesto que los había olvidado, así que de ningún podo podría ir a clases ya que no tenia la mas mínima intención de recoger sus cosas en su casa para oír las reprimendas de Haruka y los consejos de Michiru por su actitud.
Tokio era una ciudad realmente hermosa, todo funcionando en perfecta armonía como en esos momentos donde se podía disfrutar de la brisa matutina y los suaves rayos del sol iluminando su rostro, era increíble que todas las fuerzas malignas del cosmos estuviesen empeñadas en arruinar este ambiente perfecto, reflexionaba la niña caminando despreocupadamente por las calles de la ciudad, tal vez fuese la sailor mas temida de todas, la que llevase a su llegada muerte y destrucción pero ahora deseaba mas que nada se una joven de 12 años normal y común, sin una vida tan agitada y traumatizarte.
Hay una cosa que se debe tener en cuenta en una ciudad tan sumamente agitada como esta y es que no se sabe que pueda suceder, tal vez existan las casualidades, tal vez no, pero para Hotaru Tomoe esta podría ser una gran casualidad; al estar caminando entre preocupada y distraída por una solitaria calle justo al cruzar una esquina choco con alguien que iba en dirección contraria a ella.
-lo siento, estaba distraída –trato de disculparse aturdida la niña mientras se frotaba la frente, lugar donde residía el golpe de choque.
-no, el que debe disculparse soy yo, no se debe leer mientras se camina –agregaba el joven mostrándole un libro a la jovencita, al percatarse de quien se trataba no pudo mas que sonreír- pero miren a quien tenemos aquí¿hoy también te escapaste de clases? –preguntaba el chico con picardía ganándose una cruda mirada por parte de la joven.
-con su permiso –dijo la joven para seguir caminado sin siquiera mirarlo.
-Pasa –dijo el joven con una sonrisa abriéndole camino, viéndola desaparecer en la siguiente esquina- hey! –la llamó luego de pensarlo bien.
¿que quieres? –expresó de mala gana la niña girando un poco en los talones.
¿te gustaría tomar algo conmigo¿Conoces el Crow Center? Iba para allá…-
¿que te hace pensar que me gustaría tomar algo contigo-
-nada, pero ya que no tienes nada por hacer, lo supuse, no me vengas a decir que estás muy ocupada porque no es cierto, a estas horas deberías estar estudiando y yo te veo muy campante dando un paseo-
-tú también deberías estar estudiando –expresaba Hotaru a modo de reproche con las manos en la cintura.
-yo no tengo clase hoy –respondió Sammy triunfante¿entonces me acompañas-
-ummmm... esta bien –accedió después de pensarlo- pero solo porque a mi mejor amiga le gusta mucho ir a ese lugar y tal vez pueda verla –decía la joven encaminándose junto al chico castaño quien exponía una linda sonrisa.
Instantes después...
¿siempre eres así? –decía molesta la pelinegra a su acompañante.
-no, solo cuando estoy con mi hermana y últimamente contigo –expresaba riéndose.
-para mi no tiene nada de gracioso, eres muy descortés conmigo-
-pues defíneme la palabra descortés-
-me tratas mal y no mides tus palabras conmigo, eres muy ofensivo y maleducado-
-si decirte las cosas como son sin tragarme nada es ser descortés, pues lamentablemente si lo soy –simulaba dramatismo en sus palabras¿y tú siempre eres así-
-no comprendo-
-si¿siempre eres tan gruñona-
-hoy no ha sido mi día…-
¿y el día que te conocí saltando esa reja-
-tampoco era mi día –decía evadiendo la intensa mirada del chico.
¿porque no fuiste hoy a clases? –preguntó cambiando radicalmente de tema.
¿eh-
-porque no te voy a creer si me dices que no tuviste clases…-
-y que si es verdad-
-yo creo que te peleaste con alguien –decía sujetándose el mentón viendo el rostro extrañado de la niña- pero lo mas probable es que me respondas que no es cierto-
¿sabes leer la mente o que-
-esta bien, me descubriste, soy adivino pero pocos lo saben, me guardas el secreto? –hizo su petición logrando una enorme sonrisa por parte de ella que luego que convirtió en una sonora carcajada llamando un poco la atención de los pocos presentes.
¿Hotaru? –Escucharon ambos extrañados la voz masculina del dueño del establecimiento, la chica por reconocerla y el joven al percatarse que no le había preguntado el nombre a su linda acompañante, solo había supuesto que lo sabía.
-hola Andrew¿como estas-
-no tan bien como tu al parecer, pequeña-
-no exageres…- dijo rodando sus ojos.
-me alegra verte de nuevo por aquí¿viniste con Serena-
-no, vine con un amigo –decía señalando a Sammy- al contrario pensé que de pronto la encontraría aquí, ya que a ella le gusta tanto visitarte-
-creo que ya dejo esa costumbre que tenia de venir todas las tardes, hace mucho que no la veo, desde que ella y Darien...-dijo sin pensar, pero no terminó la frase -Bueno que desean para tomar, la casa invita- cambió de tema.
-lo que quieras esta bien para mi¿tu que quieres de tomar? –le preguntaba a un tímido Sammy quien se sentía fuera de lugar, pero no pasó desapercibido para ella la frase no terminada de Andrew, tenía una vaga idea de lo que el rubio se refería.
-por mi no se preocupen, cualquier cosa está bien –decía el chico sumido en sus pensamientos, haciendo conjeturas, hablaron de una chica de nombre Serena igual que su hermana, al parecer no cabía duda que se referían a ella, también habían nombrado a su novio, no podía existir tanta coincidencia¿esa es la amiga de la que me hablaste hace rato-
-si es una de mis mejores amigas, por no decir que la única, la quiero mucho, pero ahora ha tenido algunos problemas y no he podido verla con frecuencia, por eso pensé que la vería aquí-
¿que problemas- preguntó curioso.
-es como si tuviera el mundo a cuestas, es difícil de explicar y de entender, mira ya traen la orden¡Malteada de chocolate-
Pasaron los minutos y al parecer Sammy Tsukino no salía de su estupor, pensamientos referentes al extraño comportamiento de su hermana venían a su mente, su reciente enfermedad, sus innumerables secretos, sus extrañas amigas de las cuales conocía a unas cuantas, tal vez a los ojos de todos lo que menos le importaba era la vida intima de su hermana, pero de verdad que estaba preocupado por su salud y su comportamiento y pues si ella misma no quería decir nada pues el mismo tenia que averiguarlo y quien mejor que su nueva amiga Hotaru para ayudarle en esa tarea.
-tierra llamando a Sammy…-
¿eh?...-
¿que te pasa-
-nada, solo pensaba... oye ¿como sabes mi nombre si no te lo he dicho-
-claro que me lo dijiste, el día de la cerca fue lo último que te escuché decir…-
-que memoria-
-esa es una de mis mayores virtudes¿nos vamos? Ya me tengo que ir, se me hace tarde y en mi casa deben querer descuartizarme-
-esta bien, pero ¿cuando nos volvemos a ver-
-otro día que nos volvamos a encontrar- le contestó simpáticamente la joven.
-es decir que tendré que hacer uso de mi buena suerte-
-más o menos –expresaba con una linda sonrisa que lograba resaltar sus ojos amatistas- hasta luego y muchas gracias por todo-
-no sabes lo bien que combina esa sonrisa con tus ojos... hasta pronto –le decía alejándose de ella, ambos en direcciones diferentes pero con pensamientos muy similares.
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Los miembros del grupo Red Moon ensayaban totalmente concentrados en su música, hacía días que no estaba el grupo completo y por ende que no habían avanzado mucho, pero hoy se podían deleitar haciendo lo que mas les gustaba: tocar. La música los tranquilizaba, les daba un aire de complicidad a todos sus miembros y aunque la mayoría no se habían visto en días, en el recinto reinaba el total silencio desde el principio, silencio que ahora era irrumpido sólo por las notas musicales de los instrumentos. En sus rostros se notaba el placer que les producía tocar. Todo el ensayo de ese día fue silencioso, tal vez lleno de monosílabos que pronunciaban cuando algo les salía mal.
-Ahhh! Empezaba a extrañar esto…- dijo Danielle cuando el ensayo acabó, tirándose en el primer sillón que encontró.
-Sí, es cierto… yo también, ya me estaba oxidando…- le apoyó Terry estirando sus manos.
-Fue buena idea el hacer los ensayos en un salón de escuela de música… este lugar tiene muy buena acústica, las notas no podrían sonar mejor…-
-Podríamos organizar otra tocada en el bar Kairo's… extraño al público…- dijo David mientras se sentaba en el suelo, recostándose contra una de las paredes del lugar.
-AH si, ya sabemos David que te gusta hacer de estrellita… pero… no es mala idea la verdad…- dijo Alex ¿qué crees tú Fox?...- preguntó mirando al chico que no había pronunciado palabra, estaba demasiado pensativo.
-eh?...-
¿Te pasa algo- preguntó con cara de preocupación Michelle. –Estás muy serio…-
-No, no pasa nada… sólo que…- pero no terminó la frase ¿les diría?... tenía la inmensa necesidad de contárselo a alguien… era una alegría en medio de todo, y… sus pensamientos se habían vuelto demasiado confusos, siempre había estado seguro de todo lo que hacía pero ahora esta chica le hacía dudar.
-Solo que… ¿qué cosa-siguió preguntando Michelle, mientras los demás concentraban ahora toda su atención en Fox.
¿Recuerdan la chica rubia que les presenté el otro día?... ¿Serena?...-
-Claro que sí, una chica muy simpática…- dijo sonriendo Terry.
-Pues… ella está viviendo conmigo…- soltó así sin más el castaño.
-AHHH!... con que al fin pesco el amor a nuestro amigo Fox…- dijo Armand mientras le ponía una mano en el hombro al chico –Ahora sabrás lo que se siente y no me estarás regañando a cada rato como niño chiquito por mi relación con Linda.- dijo sonriendo orgulloso. Todos los demás se quedaron atónitos.
¿Cómo que vives con ella?... ¿Cuando nos perdimos de toda la diversión- preguntó Alex.
-ehh… no me malinterpreten, no tengo nada con ella, es sólo que le estoy ayudando porque tiene problemas en su casa- mintió –se quedará por un tiempo en mi departamento, pero nada más…-
-Ahá- dijo incrédula Danielle ¿Y entonces porqué tan pensativo-
-Es que…-
-Es que ¿qué?...- inquirió Armand.
¿Te gusta y quieres acostarte con ella?...- siguió diciendo Danielle, que nunca tenía pelos en la lengua para decir lo que pensaba.
-UU demasiada tentación en casa…- dijo poniendo cara de pervertido Terry.
¡NO! No es eso, chicos…- contestó Fox poniéndose colorado.
¿Entonces?...- Fox trató de ocultar una sonrisa que luchaba por formarse en sus labios, quiso decir –'solo que estoy muy contento de tenerla en casa aunque este preocupado por su salud'-
-sólo que no estoy acostumbrado a estar acompañado, y me preocupa que se sienta bien en casa, y que no le falte nada… no sé… igual es mujer y puede necesitar cosas que yo no voy a saber que son- respondió él, en parte era una de las cosas que tenía en mente.
-Te gusta…- dijo Alex sonriendo pero no hubo tiempo de contestación porque de inmediato escucharon el ruido de algo como una explosión en un salón contiguo. Los chicos se miraron alarmados y salieron a mirar qué era. Fox lo supo de inmediato, era otro ataque, sacó su teléfono celular y marcó un número… -Artemis, hay otro ataque… sí, así es… en la escuela de música… ok, adiós-
¿Pero qué es esa cosa?...- preguntó alarmada Michelle al ver a una chica por encima de la humareda que se levantaba de cabellos castaños y ondulados con espinas que salían de su frente, su espalda y los brazos formando un arco alrededor de su cuerpo, las de su frente eran más largas y gruesas, mientras que las que iban en la terminación de sus brazos eran cortas y delgadas, la mujer vestía con un traje sencillo de color blanco, sin mangas que le llegaba hasta la rodilla, llevaba sandalias, igual que Hipnos y un tatuaje en su mano que iba desde el dorso de la mano hasta finalizar el brazo de color dorado y negro.
-umnn…. más victimas…- dijo la chica a la cual miraba Michelle, volteando a ver a los integrantes del grupo de música.
-'una valkiria...'- pensó Fox al reconocer la forma de la mujer -Chicos, esto es peligroso, será mejor que se vayan…- dijo Fox mientras sus compañeros no lo dudaban dos veces, habían muchas personas tiradas en el piso con una de esas espinas en el cuerpo como para pensar en quedarse, todos salieron corriendo, excepto por el castaño que seguía allí.
-a ha… no se irán tan fácilmente- dijo la extraña mujer y se dispuso a atacar formando un ovillo con su cuerpo, cerrando las espinas contra sí, su cuerpo tembló totalmente mientras ella hacia vibrar cada partícula de su piel, para después estirar sus extremidades bruscamente y expulsar algunas de las espinas de su cuerpo, dirigiendo éstas hacia el grupo –Explosión- los chicos aceleraron el paso más que asustados, mientras Fox formaba un campo de energía y evitaba que las espinas llegaran a su destino, estas se estrellaron contra el campo y cayeron al piso. La mujer miró a Fox con desprecio, a la vez que miraba sus armas en el suelo.
-Un chico valiente… veo… ahora veamos si eres poseedor de algún chackra que valga la pena…- dijo para disponerse a atacar nuevamente, Fox trató de volver a crear otro campo de energía para protegerse, pero no pudo hacerlo, se extrañó de que eso ocurriera, pero al instante encontró el porque, a pesar de que el campo anterior había detenido la mayor parte de espinas, algunas habían logrado traspasar la barrera y lo habían rozado, en sus brazos tenía varios rasguños, lo mismo que en su cara y supuso que aquello había disminuido su energía, así que no le quedó otra opción más que correr a resguardarse en algún lugar, creo la ilusión de que aún seguía allí con algo parecido a un holograma, que mantenía con el poder de su mente mientras se dirigía a un salón vacío donde enseñaban piano.
-Debo pensar en algo…- se dijo a sí mismo mientras trataba de conservar la calma y mantener la cabeza fría, empezaba a sentirse débil y mareado.
-Fox…- susurró una voz detrás de él que le hizo sobresaltar.
¿Serena?... ¿Qué haces aquí?...- preguntó alarmado.
-Sentí que debía venir hacia acá… y encontré que hay alguna chica loca atacando a las personas…- dijo la chica que en ese momento ya traía puesto su traje de sailor.
-Tu sentido de percepción está agudizándose... puedes percibir cuando y donde se está llevando un ataque… veo…- dijo reflexivamente casi para sí mismo.
-Por eso los dolores de cabeza…- dijo ella que ya había sacado algunas conclusiones pero de inmediato ambos se sobresaltaron por el ruido de otra explosión más cerca del lugar de lo que esperaban. –Ahí está de nuevo esa chica… ¿qué esperamos?... vamos a atacar…- dijo con un brillo inusual en sus ojos la rubia.
-Espera…- Fox la detuvo por un brazo y la hizo retroceder.
¿qué pasa- le miró extrañada.
-Tu no vas a ningún lado…- dijo muy serio y con voz autoritaria.
¿Qué?... pero… no puedo quedarme aquí viendo…-
-Pues tendrás que hacerlo…- dijo secamente.
-Pero…-
-Si sales a enfrentarla, igual no podrás hacer nada, así que quédate aquí y espera a que esto halla acabado…- dijo mientras él se disponía a salir, había descubierto algo.
-Pero yo…-
-Dije que te quedes…- ordenó, mirándola severamente, a lo que la chica no pudo protestar, se quedó allí, viendo como Fox salía a enfrentar al enemigo.
-No te permitiremos que hagas más daño…- oyó Fox decir a una voz femenina apenas estaba asomándose afuera del salón.
-Pagarás por esas personas inocentes…- dijo otra mujer.
-Te castigaremos en nombre de la Luna…- siguió diciendo otra voz. La atención de la mujer se centró en las cuatro chicas y un chico que habían aparecido en ese momento dejando su ataque hacia unos cuantos estudiantes que quedaban, postergado.
¿Y quienes son estos?...- preguntó alzando una ceja.
-Somos sailor scauts…- respondió Mina.
-'¿Quién diablos los llamó?'- pensó Fox para sí.
-Ya, ya… - dijo haciendo gesto de desesperación –En todo caso no me importa…- y de nuevo se puso en posición de ataque, lanzando de nuevo aquellas espinas. –Explosión- Las sailors se dispersaron, tratando de evitar el ataque, mientras que Tuxedo Mask trataba de esquivar algunas espinas con sus rosas y Fox desviaba las que podía con su telequinesis. Hubo un momento en el que no podían ver nada por el humo que se había esparcido por el lugar, pero después de unos momentos, Fox pudo ver como la mujer levitaba por encima de ellos preparando otro ataque, el chico vio la oportunidad perfecta mientras la chica tenía su cuerpo enrollado, y de inmediato reaccionó. Esperaba que sus sospechas fueran ciertas. Cerró sus ojos y alzó su mano derecha concentrando energía en ella, un resplandor de color azul empezaba a formarse hasta convertirse en una esfera de tamaño mediano.
-destrucción- dijo Fox dirigiendo la esfera que tenía en su mano hacia la nuca de la mujer, allí en la base, tenía una espina de mayor tamaño y de color más oscuro que los demás. El impacto dio de lleno donde Fox quería, destruyendo aquel objeto filoso totalmente, de inmediato la valkiria se retorció y calló al piso gritando hasta que su cuerpo literalmente se disecó, dejando solo la piel.
¿Están todos bien?...- preguntó Tuxedo Mask al ver que el peligro había pasado.
-Sí, estamos bien…- respondieron tres chicas, pero… y ¿donde estaba Mina? Jupiter corrió de inmediato hacia un rincón del lugar, donde pudo ver a la rubia que estaba tirada en el piso con una de esas raras espinas clavada en un costado.
-Mina- gritó mientras sacudía a la muchacha entre sus brazos, pero era en vano, la chica tenía la mirada perdida y no respondía a ningún estimulo. Fox se acercó a ella y la examinó mientras Lita lo miraba con desconfianza.
-Es inútil que le hables…- le dijo –Está inconsciente…- dijo retirándole la espina de la piel con cuidado-
¿Quién eres?...- preguntó Tuxedo Mask con suspicacia. Fox lo miró con algo de enfado.
-Sólo alguien tratando de ayudar…- pero el pelinegro seguía mirándolo con desconfianza –No hago parte del enemigo…- agregó.
¿Fox?...- llamó una voz conocida por todos.
-Sailor Moon…- susurró el pelinegro al ver a la rubia. La chica se sorprendió. Apenas se daba cuenta de que Darien y las chicas estaban allí.
¿Estabas aquí y no viniste a ayudar?...- preguntó enfadada Mars. ¿Pero qué es lo que tienes en la cabeza?...- la rubia la miró indignada e iba a responderle cuando Fox se le adelantó.
-No creo que sea hora de pelear… además, ustedes no hicieron nada, sólo han hecho que den de baja a una de las de su grupo…- le dijo Fox con voz fuerte y mirada severa haciendo que Mars hiciera mala cara, pero no se atrevió a decir nada más, ella sólo fue a ayudar a Lita y Amy con Mina.
¿Lo conoces?...- preguntó el pelinegro, sin evitar pensar que el chico se le hacía conocido de algún lado mientras se acercaba a Serena que miraba desde lejos a las chicas socorrer a Mina. Después de todo, le preocupaba. Pero sabía que ya no se podía hacer nada por el momento.
-Sí, es un amigo…- dijo la rubia volviendo la mirada hacia él, mientras Fox llamaba por su celular a una ambulancia.
-Ya está… ¿nos vamos Serena?...- preguntó Fox cuando terminó con la llamada. Serena sólo asintió con la cabeza mientras evitaba la mirada inquisidora de Darien y se detransformaba. Darien no pudo sorprenderse más. El chico sabía la identidad de Serena y a ella no le importaba. ¿Quién era?
-Tuxedo Mask¡ven a ayudarnos!... ¡Mina está convulsionando!...- oyó decir a Amy interrumpiendo sus pensamientos.
-Nos vemos luego Darien…- dijo la rubia antes de irse y el pelinegro no pudo hacer nada por detenerla o averiguar más, tenía que ayudar a las chicas.
Continuará….
NOTAS DE LA AUTORA: wow, al fin logro ponerme al día, siii lo logré! Me siento realizada por fin! UU sorry por el ataque de euforia… bueno, pues espero que les guste este capítulo, a mi personalmente me ha gustado mucho, aunque mi musa estuvo peleada conmigo por un buen tiempo, a la final hizo las pases conmigo… ah! La escena de Hotaru la hizo mi amiga Tatekanine… tate gracias por la contribución tuya para este capítulo! A mi me gustó mucho la escena… ¡gracias de nuevo jackychan!
Y pues, la verdad no sé cuando vuelva a actualizar porque este semestre es prácticamente el último de mi carrera y lo veo lleno de ocupaciones, así que please, sean pacientes conmigo, igual no abandonaré la historia ¿eh? No se librarán de mí tan fácilmente…
Reviewers:
Starligt: gracias por seguirme en cada cap y dejarme review, me alegra mucho que te guste como va la historia, y sip parece ser que alguien le gana a Darien y ya verás que papel juega Fox en todo esto…
Lady Palas: la próxima vez, lleva cobijita… jeje y claro que no me molesta que te lleves los capis impresos a tu casa, al contrario es todo un honor…
Gaby(hyatt: espero que sigas dejando review y me encanta que te encante :)
Serenity Kaiou: Ya viste! Si pude! Si pude! Jejeje llegamos al capítulo 15 si! Gracias por tu luz divina si sirvió ves? Ahhhh pero eso sí… sigue dejando review, nos leemos…
Randa1: Donde están mis reviews? Pongo el letrero de "SE BUSCA"?
Tatekanine: De nuevo… gracias amiga por la colaboración con mi escena… actualiza tus fics eh?
Con cariño,
Moonlight8
Fecha de terminación: 14 de Febrero de 2005
