I D E N T I D A D – La Apuesta

— POR: EROL

La serpiente contemplaba embelesada el fuego que ardía en la chimenea su sonrisa era extensa, ni un ápice de sueño parecía surcar el fino rostro nácar a pesar de la ya alta hora de madrugada. Estaba contenta si bien no había logrado vengarse de Granger por la ofensa del anterior curso, su sonrisa fue apagando cuando percibió la loción característica del príncipe de su casa apareció, no estaba equivocada.

El rubio primeramente se paseo por el sillón de cuero negro donde ella estaba sentada, parecía examinarla cosa que la irrito y que lo hizo reír entonces anduvo hasta el otro sillón de cuero negro y se recostó en él subiendo sus piernas hasta estirarse cómodamente con el cabello cayendo en el rostro del rubio.

—Admítelo Pansy, te mueres por suspirar- rió coqueto.

—Idiota…-arrastró sus palabras— Hace mucho que tu no consigues arrancarme ni un suspiro.

—¿A que se debe lo alterado de tu estado?

—A tu presencia.

—Lo dudo, tú matas tener mi presencia y eres capaz de más con tal de tenerme a mí.

—Eso era antes de que te interesaras en una inmunda sangre sucia.

—¡Cuida tus palabras!- se levanto molesto.

—No digo más que la verdad.

—No hablemos de verdad Parkinson que sales peor parada que yo— le dijo recostándose de nuevo en ese momento una nueva serpiente apareció en escena; Blaise, un poco desalineado y con evidente cara de sueño sin embargo eso no evito su cara de sorpresa al ver a la chica y al rubio.

—¿Qué hacen ustedes dos aquí?

—Platicábamos de una pequeña apuesta, ¿Verdad querida?

—No se de lo que hables Draco.

—Eso de disimular no se te da Pansy y antes de que le reclames cualquier cosa a Zabini no fue por el que me entere de la apuesta.

—Ya me enterare quien ah sido- se marcho Pansy con dirección a su cuarto.

—Yo también- le anuncio Blaise.

—¿Qué ganabas en la apuesta Zabini?

—A Pansy.

—¿Qué?- se sorprendió el rubio levantándose rápido esa respuesta definitivamente no se la esperaba.

—Si yo me acostaba con Weasley y la dejaba después de eso Pansy sería mi novia.

—¿Vas a humillar así a Weasley solo por Parkinson?

—Yo la quiero Draco, se que para ti fue una diversión pero no es el caso conmigo a mi me gusta desde…desde siempre.

—¿Estas seguro que la quieres?- preguntó irritado.

—Sí- asintió.

—Blaise, no creo que quieras a la persona que dices y eso hasta yo lo eh visto.

Un nuevo ocaso aparecía en Hogwarts y sus alrededores despertando a los jóvenes brujos, después de muchos sobresaltos este parecía un día tranquilo y de lo más normal pero era solo eso, pura y mera apariencia. En la sala de Gryffindor ya el equipo de la casa estaba levantado por orden expresa del capitán que había conseguido el estadio para ser los primeros en entrenar para los partidos que se avecinaban. Harry se levanto impresionando a las chicas por lo bien que se veía en traje de Quidditch, el ni parecía prestar atención a nada que no fuera Hermione.

—¡Es hora de entrenar!

El equipo animado por su primer entrenamiento siguió a su capitán por los pasillos del castillo hasta por fin llegar al estadio.

—¿Lista para entrenar Hermione?- le pregunto un muy contento Harry.

—Te voy a sorprender capitán- sonrió la cazadora.

—¡Ustedes dos, a volar ya!- les grito Ginny desde el aire.

—¿Lista?- Harry no termino de preguntar cuando Hermione ya había despegado y el ni tardo ni perezoso le siguió—¡Me tendrás que decir quien te enseño a volar Hermione!

—Si claro- le contesto Hermione aunque no estaba segura de querer decirle.

—¿Estas seguro que se lo vas a decir?

—Draco ya te dije que si, yo se lo que hago.

—Aja- le contestó Draco— Eres mi amigo Blaise y esto…dudo que quieras a Pansy.

—No la quiero, me gusta, me encanta ¡Comprende!- le grito ya irritado.

—Se que quieres a Pansy pero a la leona pareces amarla- pensó Draco pero desistió de sus intento de convencer a Blaise.

—Fue una suerte que la profesora de encantamientos se enfermara y los demás tuvieran hora libre, nos a dado tiempo de entrenar.

—¡Como puedes decir eso Ron los estudios es por lo que todos estamos aquí!

—Tenía que ser…Hermione ya se que tu prioridad es estudiar pero es Tú prioridad no la del resto del mundo.

—¡No hables por todos Ron!

—¡Hablo por la mayoría!

—¡Porque crees que todo mundo es tan flojo como tu, hay gente que nos gusta estudiar!

—¡Mira que eres anormal Hermione!

—¿Yo anormal? ¡Comadreja!

—¡Que dijiste, ahora encima de todo usas palabras de Malfoy!

—¡Algo de razón llevan sus palabras!

—¿La has oído Harry?

Harry se quedo mirando a Hermione por largo tiempo cuestionándole con la mirada y con cierto dejo de temor en la mirada los tres estaban en el pasillo del aula de las pociones que era su próxima clase.

—¿Se ven a quedar ahí todo el día ustedes tres?- fue la gélida voz de Snape.

—¡No señor!- contestaron pálidos del susto.

—¡Entren ya!

Los tres ya iban camino al último banco pero claro Snape tuvo que intervenir.

—¡Potter siéntese con Goyle! Usted Weasley con Zabini y Granger con Malfoy.

—¡Pero…!

—¡Háganlo ya!

—Seguimos platicando de la apuesta después- se levanto Blaise cediéndole el paso a Hermione que en cuanto lo vio lejos con Harry volteo con mirada que cuestionaba a Draco.

—¿De que apuesta hablaban Draco?

Draco sintió que la piel se le erizaba al sentirse presa de los ojos de la leona que no lo iba a dejar ir sin una respuesta convincente.

Por un pasillo de Hogwarts Lena camina pensando en las palabras de Dumbledore "No tengo problema que se quede en Hogwarts, quien soy yo para impedir su misión", si claro para impedirla o para vigilarla y tenerlo al tanto de lo que sabía, que era mucho pero nadie se debiera descubrir el secreto encomendado desde hace ya casi dieciséis años.

Con una carta en mano llegó a la lechucearía; sigilosa, segura de que nadie la había seguido tomo una lechuza negra, era arriesgado mandar una del colegio pero no tenía otra opción así que alzo su brazo donde una lechuza se posó.

—Llévale esta carta Bryan Wilman, no permitas que te intercepten ¿Comprendes?- la lechuza parecía comprender sus palabras— Así me gusta, ahora a volar- levanto su brazo y vio la lechuza hasta que esta se hubo hecho un punto.

—¿Quién es Bryan Wilman, eh guapa?

—Tu competencia…Black- sonrió de lado.

—¿Ah si? Es bueno saber que por lo menos ya estoy en ella.

—¡No presumas!- le miro enojada mientras el reía.

—Así que mi competencia Wilman, lo conozco, es el tipo que vino el otro día a hablar con Dumbledore.

—Eso es lo que trató de averiguar.

—¿Qué si vino?

—Si.

—¿No me has escuchado? Yo mismo le eh visto.

—Las apariencias engañan Black.

—¿Cómo tú?

—¿Qué quieres decir?

—Si, tu me has engañado cuando te eh visto por primera vez, no es que me queje de haberte visto me eh deleitado la vista- le guiño el ojo— Pero bien me habrías podido decir que eras un felina de contrabando y no una maestra de estudios muggle.

—¡Solo eso me faltaba Black!- le soltó un puntapié mientras lo aventaba con tan mala suerte que Sirius cayo en una "gracia" de una lechuza— ¡Idiota!

—No te hagas tonto Draco, tarde o temprano me deberás decir lo de la apuesta- le susurraba Hermione a su compañero de equipo que molía el ajenjo.

—Hermione si sigues como hasta ahora no dude que Snape y tus amigos se darán cuenta que estamos hablando- le respondió Draco entre dientes.

—De eso ya se dieron cuenta todos desde hace un minuto que casi desapareces el ajenjo, no te vas a escapar Draco- le quito el polvo echándolo al caldero— ¡Me lo tendrás que decir!

—Lo veo difícil…

—¿Qué tanto?

—Ninguna de tus tácticas usuales te va a servir Granger- sonrió tomando unas ramas entre sus manos para molerles también.

—Así que ninguna usual Malfoy- le tomo de la rodilla.

—¿Quieres que nos descubran?- alejo la mano el rubio.

—El pequeño hurón adquirió algo de color- sonrió maliciosa.

—No me llames así, sabes que odio ese apodo- frunció el entrecejo— Además Potter y Weasley te pueden ver.

—Sabes que no es verdad Ron y Zabini llevan la primera hora discutiendo- volteo la castaño a verlos y verificar que en realidad ambos si discutían— Y Harry bueno lo de Harry es caso perdido- sonrió al ver al pobre Harry junto a Goyle que había copiado todo mal y ahora tendrían que repetir todo con Snape gritándoles al oído desde hace treinta minutos— No dragón tu salvación no esta cercana- le volvió a tomar de la rodilla con una sonrisa triunfante.

En el despacho de Dumbledore todos se miraban entre si entre contrariados y sorprendidos el único que para variar estaba de buen animo era Dumbledore.

—¡Potter se debe entrenar al doble!- grito Snape— dudo mucho que este inútil- señalo a Sirius— le haya enseñado algo aparte de cómo endulzar el oído.

—No soy un completo inútil, por lo menos sirvo de mal ejemplo.

—¡Lo oye usted señor!

—Aja, ja Sirius lleva verdad en sus palabras Snape y tu estas siendo muy injusto estoy seguro que Harry a aprendido bien de él pero no esta de mas entrenarle en nuevos hechizos.

—¿En verdad creen que Potter lo lograra?- les pregunto Lena.

—¡Usted no debiera estar aquí!- le reclamo Minerva.

—Pues lo estoy señora y déjeme decirle que según lo que veo la "Orden del fénix" no tiene un plan concreto de no ser por mi no sabrían que el ataque será en su querido baile de Halloween.

—Aun pienso que lo mejor sería cancelarlo- le dijo Minerva al director ignorando a la rubia.

—No podemos Minerva es necesario tender la trampa o de lo contrario no conseguiremos averiguar el paradero de la madre de la señorita Granger.

—¿Esta seguro que los alumnos…?

—No tengas preocupación Snape estarán bien todo esta listo con ayuda del ministerio.

—Eso espero- pensaron todos en la habitación.

—Hermione no eso no.

—¿Qué dices?- se inclino Hermione hacia Draco tratando de tomar algo de topacio y acariciando sin querer al rubio— ¿Te pasa algo Draco pareces acalorado?

—Llevas medio hora provocándome, ¿Qué esperabas?

—Esto puede acabar.

—¿Cómo?

—La verdad.

—Sabes, no es como quisiera que terminara es más creo que empiezo a disfrutar…

—Draco- tomo el cuchillo Hermione— Dime ahora.

—Hagamos un trato- le propuso de repente.

—¿Qué trato?

—Tú me dices una verdad y yo te digo otra.

—Bien un intercambio es justo.

—Tu primero, ¿Dónde estuviste este verano? Y no me vengas con que no lo recuerdas.

—¡Pero es verdad!

—No es cierto estoy seguro que sabes lo que paso después del ataque a tus padres.

—¿Mis padres? ¿Que sabes tu de mis padres?- se acerco la castaña nerviosa.

—No es que…- trato de arreglarlo el rubio.

—¿Sabes lo que paso?- le pregunto obteniendo silencio— Tu lo sabes, tu sabes lo que me paso en verano, ¿Por qué?

—Maldito Blaise todo esto es tu culpa- pensó Draco.

—Responde, ¿Qué tienes que ver?

—Mi padre fue quien les ataco- le susurro Draco y como un flash todas las imágenes y recuerdos volvieron a Hermione. Había recuperado la memoria.

Continuara…