I D E N T I D A D – Confrontación

— POR: EROL

Sirius miraba a Lena y ella le miraba a él primero con anhelo y cierto reproche. Después de que la junta en el despacho de Dumbledore terminara ambos habían quedado bajo la misión de "Encárguense del que señor Potter este en la mejor de las formas, refiero a lo emocional" de alguna forma Sirius se las había ingeniado para que ambos quedaran a cargo.

—¿Sabes? Analizándolo de cerca no tengo ninguna obligación de obedecer a Dumbledore yo solo recibo ordenes de Wilman.

Un rayo cayó en las afueras de Hogwarts y una tempestuosa tormenta se desato de repente obligándolo a todo el que estuviera afuera a irse a resguardar.

—Dumbledore te esta dando protección y además te cae bien.

—¡¿Tu que sabes de a mi quien me cae bien?

—Eres tan fácil para mi gatita- dijo socarrón.

—Idiota- pensó— ¿Tienes idea de cómo hacer que tu sobrino este de buen nivel emocional?

—Nivel emocional, vaya ocurrencia- rió Sirius pero se callo al ver la cara enfadada— Bueno, bueno si creo tener la mejor de las opciones es algo que a puesto de buenas a todo hombre desde el principio de la época…la criatura que le hizo pecar…que a derrocado reinos y tiranos algo que transformó el edén en…

—Mujer hablas de una mujer Black deja ya el rollo.

—¡Trataba de decir algo inspirador!

—Ah0 rodó los ojos Lena— Nombres, Black quiero nombres- dijo recargándose cómodamente en la silla.

—Hermione.

—Hermione… - susurro para si— ¡Hermione!- salto enojada.

—Tranquila gatita que tu me preguntaste.

—¡Hermione!- se acercaba más.

—¡Hermione!- grito entonces Sirius parándose de golpe.

A Lena no le dio tiempo de reaccionar cuando ya se había estrellado en una pared del salón de DCAO por un Expelliarmus que había salido de la varita de una castaña empapada que miraba con odio a Lena que se intentaba reincorporar sacando su varita y sorprendiéndose al ver a su atacante y las condiciones en que venía, parecía haber venido de una explosión pues un poco de uniforme estaba quemado.

—¡Hermione!- le grito Sirius colocándose enfrente de Lena— ¡¿Que pasa contigo?

—¡Ella, ella lo sabía!

—¿Qué pasa Hermione, porque me atacas?

—¡Y lo preguntas, mimblewimble!

—¡Impedimenta!

—Diablos, no se lo debí decir no debí- pensaba un rubio echándose a correr por los pasillos de Hogwarts resbalando, estaba bastante cansado de venir corriendo desde las mazmorras hasta el despacho de Black— Se lo dije, conociendo lo impulsiva que es ya habrá lanzando un hechizo.

—Flash Back—

—Mi padre fue quien les ataco.

Después de eso Hermione se alejo de él violentamente haciendo que varios voltearan a verla.

—Herms- le susurró Draco.

—Ellos me tuvieron todo este tiempo…

—¿Qué?

—Una trampa es una maldita trampa.

Un rayo cayo en los jardines de Hogwarts y la tormenta se desato.

—El mato a mi padre y después mi madre…

—Yo…es mi padre pero…

Hermione saco su varita apuntando primeramente a Draco asustando a varios que pensaban que ahí mismo quedaba el rubio pero Hermione dirigió la varita al caldero que exploto provocando una reacción en cadena con los demás. El salón entero de pociones exploto todo se volvió un caos se oían gritos de todos pero Draco consiguió ver a la castaña saliendo y sin pensarlo dos veces fue tras ella entre la confusión de los demás.

—End Flash Back—

—¡Hermione!- por fin la vio Draco.

—¡Draco que rayos le pasa a Hermione!— le grito Sirius.

—¡Me pasa que tengo que matar a esta mentirosa!- decía la castaña temblando.

—¡Herms!- decía una llorosa Lena.

—Hermione- la tomo del brazo Draco— ven estas muy alterada.

—¡No Draco, no lo estoy!

—Hermione- le halo delicadamente contra él abrazándola— ¿En verdad la quieres matar?

—No…- un gemido salio de su boca echándose sobre Draco llorando confundiéndose sus lágrimas con el agua que caía de ambos rostros por la lluviaç

—¿Qué ah pasado, porque esta así Draco?

—¿Quieres contarles?

—A Sirius tal vez estoy segura que ella ya lo sabe todo ¿OH no?- una mirada gélida de odio fue lo que dirigió Hermione a Lena.

—Te juro de que no se de que hablas.

—¡Mentira!- se separo de Draco que la tuvo que tomar con fuerza— ¡Tu lo sabes fue Bryan quien nos ataco!

—¡Que!

—Había salido con mis padres aquel día y mortifagos nos atacaron, primero a mi padre, el cuerpo quedo hecho cenizas-gimió Hermione recordando la escena recordando como su madre había visto lo mismo—la mejor bruja de esta generación no consiguió hacer nada- sonrió con amargura apretando los puños acercando a Lena y Sirius que la resguardaba— Era muggles no había forman en que se protegieran, ¿Tu como te sentirías?

—Lamento no haber estado ahí…

—No te vi pero estoy segura que estabas ahí eran dos mortifagos Lucius y Bryan, tu Bryan Wilman.

—¡No es cierto!- salto Lena enojada.

—¡Es verdad!- recalco Hermione— era Bryan el fue quien me ataco luego me tomo en sus brazos y me dijo que ¡Era mi padre, mi padre!

—Flash Back—

—Arrojas tu el hechizo o lo hago yo- hablo Lucius jugando con su varita ansioso por arrojar la maldición imperdonable

—Tu lo harás Lucius solo déjame decirle algo más antes de su deceso.

—¡Apresúrate entonces!

—No vale la pena que hayas llorado por esa mujer, traiciono nuestro linaje y ese muggle que llamas padre no lo es y sabes como lo se, ¿Quieres saberlo?

—El es mi padre.

—No Hermione tu padre soy yo.

—¡Mentira!- lo empujo la Leona furiosa.

—¡Maldita tonta! Toda tu vida te han engañada y ahora que te digo la verdad la niegas.

—¡No puedo creer la palabra de un maldito mortifago!- se levantaba con dificultad.

—¿Te gustan los engaños?

—No, por eso es que no te creo.

—¡Es porque estas contenta con lo eres!- la tomo en los brazos— Porque eres feliz con esta vida creyendo en una identidad, ¡Que yo te cree!

—¡Suéltala!

—¡Jane!- rugió furioso Malfoy tratándose de deshacerse de esta que intentaba quitarle la varita.

—Idiota- susurro el hombre dejando de lado a Hermione— ¡Mormotem!

—¡Ah!- grito Lucius cayendo al suelo mientras por su brazo comenzaba a llenarse de manchas negras— ¡¿Que has hecho?

—Tranquilo Malfoy no te vas morir...no por ahora claro, es un hechizo de muerte lenta…- sonrió burlón el hombre de cabello castaño.

—¡Eres un maldito cobarde Expelliarmus!

—¡Protejo! Jane la practica la has perdido- luego volteo y vio a Hermione— ¿Ves como mis palabras son verdad?

—¡No lo escuches Hermione!

—Dile adiós a Mama y a papá pequeña- acaricio su rostro y retrocedió hacia atrás— ¡Relaskio!

—Fin Flash back—

—Salí despedida solo sentí un golpe en mi cabeza al chocar contra una roca y sangre…- Hermione se llevo la mano a el lugar de la cicatriz— Perdí la memoria y hubiera sido mejor no recordar.

—Déjalo ya Hermione, vamos- la jalo Draco llevándosela mientras Sirius asintió a Draco que le volteaba a ver los chicos dejaron el salón y un llanto en este era el de Lena.

—¡Es verdad!

—¿Qué?- se giro Sirius mirando a Lena.

—Lo que ella a dicho es verdad…

— ¿Donde están Granger y Malfoy?

—¡Oiga el no lo sabe!

—Usted cayese Lovegood ahora estoy hablando con Weasley.

—¡No lo sabe profesor Snape!

—¡Se atreve a gritarme!- se inflo el pecho Snape.

—¡Si1- se inflo de igual forma la rubia haciendo enrojecer a Snape cada vez más del coraje.

—¡Luna!- le llamo Ron a su novia que lo defendía del molesto maestro de pociones.

—¡Espera calabacita! Mire profesor Snape a ido cama por cama preguntándole a todos si han visto a Hermione y a Malfoy pero nadie aquí sabe su paradero, ¡No lo saben, que no entiende!

—¡Pero que se cree usted Lovegood!

—¡Que no ve que se sienten mal!

—¡Le va a ir mal en pociones Luna!

—¿Ya encontró a Hermione y Malfoy?

—¡No ve que no Lovegood!

—¡Entonces que hace plantado aquí, vaya se a buscarlos!- grito Luna a un colérico Snape.

—¡Me duele!- se quejo Hermione.

—¿No que solo era la ropa la quemada?- decía Draco curando las heridas de la castaña.

—Pues así se sentía.

—Pues que poca sensibilidad tienes cariño.

—¿Me vas a echar pleito?

—No- negó el rubio callando y dedicándose a su labor— ¿Te sientes mejor?

—No porque aunque recupere la memoria no sirve de mucho. Draco, ¿Cómo te enteraste tu de lo que pasó?

—El pensadero de mi padre, una de sus ultimas voluntades a sido que viera todos sus recuerdas para tener armas con que defender el linaje y apellido Malfoy.

—¿De quien?

—De Voldemort y de ese hombre que te ataco.

—De mi padre…

—No estamos seguro de eso Hermione

—¿Qué peligro representa para ti Draco?

—Pues tu lo viste por su causa mi padre contrajo esa enfermedad la que lo consumió hasta la muerte yo tengo que…

—¿Matarlo?

—Probablemente- asintió Draco y un nuevo silencio los atrapo.

—¿Cómo te sientes?- susurraba una voz.

—Bien, solo es una quemadura leve lo mismo que las de tu hermano.

—Ron esta bien.

—Lo se- asintió la serpiente— estábamos juntos en la clase.

—Ah, no lo sabía- acaricio la pelirroja el rostro de Blaise pero este quito su mano.

—No Ginny, no sigas ahora mismo tenemos que hablar.

—¿De que?

—De una apuesta…

—¿Sabe donde esta Hermione? Responda ahora señor Potter.

—No profesor Snape la verdad es que me acabo de despertar.

—No luce tan mal Potter, pero claro como siempre quiere llamar la atención.

—No fue la explosión lo que me afecto profesor fue el peso de Goyle cuando cayo sobre mi.

—Pretextos, ¿Al joven Malfoy tampoco lo ah visto?

—¿No esta ninguno de los dos?

—Si claro que están Potter el problema es que no se donde.

—¿Usted cree que estén juntos verdad?

—Que respuesta mas obvia Potter, ¿En verdad espera que le responde?- bufo el profesor dirigiendo a otro alumno con la pregunta del día.

—Quiero dormir Draco.

—¿Quieres ir a tu torre?

—No, mejor nos quedamos aquí ¿Si?

—De acuerdo- sonrió el rubio y ambos entraron a la habitación acurrucándose juntos.

Draco estaba realmente cansado así que no tardo en dormirse, Hermione tenía mucho en que pensar, el odio empezaba a empañar cualquier rastro de pensamiento personal, ella se levanto lentamente para no despertar a Draco, beso la mejilla de su compañero y salio con prisa de su mini sala común hasta llegar frente a una gárgola, dijo un nombre y entro al despacho de la subdirectora, como pensaba Minerva no estaba así que se acerco a al chimenea tomando firmemente su varita y soplando unos polvos sobre el fuego que ardía.

Por fin estaba en el hogar de su enemigo. Oyó unos pasos tras de si y se giro lentamente para encontrarse con Bryan que le miraba sorprendido.

—¿Qué te ah pasado? Tu ropa esta quemada Hermione- se acercó preocupado.

—¡Aléjate!- le apunto con la varita.

—Hermione, ¿Qué haces?

—Estoy buscando el mejor hechizo para matarte.

Continuara…

Cuando nuestro odio es demasiado vivo, nos coloca por debajo de lo que odiamos.

La Rochefoucauld