CAPÍTULO 3
"La Graduación"

–¡Harry¡Harry¡Despierta Harry! –decía Hermione sobresaltada mientras movía el cuerpo de Harry –¡Harry James Potter!
–¡Qué¿Qué pasa?
–Te quedaste dormido, ya es tarde, muy tarde, vamos, apresúrate –dijo ella mientras sacaba la túnica de gala de Harry y su demás ropa del baúl.
–Oye Hermione ¿escuchaste esa canción?
–¿Canción? No Harry no hay tiempo para cantar, vamos –exclamó distraídamente mientras le quitaba los pantalones y la camisa.
–¡Hermione¿Qué haces?
–Ayudándote, corre, ya es tarde –insistió –además no hay nada que yo no haya visto ya.
–Pero si no te molesta prefiero hacerlo solo –se indignó él –soy autosuficiente, gracias.
–Está bien, pero corre, vamos, es tarde – insistió cansinamente y salió presurosa.

Harry se vistió a toda prisa y bajó junto a Hermione al Gran Comedor donde ya estabn todos los de séptimo reunidos. Al entrar, inmediatamente se escucharon los murmullos y alcanzaban a escuchar algunos comentarios:
–Uy, ya vienen, la pareja más candente de Hogwarts…
–Ya me imagino porque llegan tarde…
–Yo la vi como salió anoche a escondidas –dijo una conocida voz femenina.
Hermione sacaba chispas de furia tras el último comentario.
–¡Cómo se atreve! –refunfuñó.
–Ya cálmate, Hermy, recuerda que… oh vaya.
Harry se quedo impresionado ante la maravillosa decoración del Gran Comedor, elegantes moños y lazos con los colores representativos de las casas así como los escudo de cada una hechos de una especie de metal muy brillante y con centelleantes colores flotando sobre sus cabezas junto con las ya típicas velas flotantes, decenas de aves blancos volando y brillando por doquier como si fueran decenas de patronus. Para asombro de todos, las largas mesas de madera, ya no lo eran, las habían transfigurado en mesas de oro sólido. Por último coronando todo, el escudo de Hogwarts levitando sobre la Mesa Alta..
Al parecer, la única persona que no se encontraba impresionada en absoluto era Ron Weasley, quien estaba sentado en la mesa de Slytherin haciendo comentarios altaneros y soltando insultos y quejas:
–Bah, de seguro es oro leprechaun y francamente eso pajarracos se ven ridículos.
Cuando Harry pasó junto a la mesa donde se encontraba el pelirrojo, Harry y Ron intercambiaron miradas de odio mutuas y el moreno tuvo que resistir la repentina tentación de agarrar su varita y matarle.

Un rato después de que todos estaban ya sentados, la profesora McGonagall se levantó y comenzó:
–Futuros ex-estudiantes de Hogwarts, hoy nos dejan, pero solamente en forma física, porque seguramente siete años de educación mágica, siete años de compañerismo, dejaron a Hogwarts marcada en su corazón, apuesto que todos estos años en la escuela han dejado huella en ustedes y muchos de ustedes a la vez han dejado, huella aquí, por sus méritos académicos o por su logros deportivos o por ver su metas realizadas y sus sueños cumplidos.

La profesora hizo una pausa, a Harry le dio tiempo de voltear a un lado de la Mesa Alta, ahí estaba Malfoy, pensativo y con la cabeza agachada reflexionando, y, Harry se sorprendió al ver claramente que unas cuantas lágrimas atravesando su rostro. La profesora continuó:
–En esta fecha tan especial y yo aquí plantada ante ustedes en mi posición de directora, me hace recordar a un hombre, vamos, a alguien que era más que un hombre. Me refiero por supuesto, a alguien que ha quedado en sus corazones y sus mentes con toda seguridad.
"Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, el profesor Dumbledore, el director; quien estaría en extremo feliz y maravillosamente complacido de presenciar este bello momento, sé que muchos de ustedes lo harían sentirse orgullos, ya que, elijan el camino que elijan seguro será lo recorrerán exitosamente, y escogerán lo que es correcto en lugar de lo que es fácil."
"Espero siempre tengan en mente a ese gran mago".

Muchos rostros de los estudiantes estaban marcados por la tristeza, algunos hasta el extremo del llanto y otros cavilando. Un aire de melancolía se respiraba en el ambiente. Harry vio a sus compañeros de Gryffindor igual de tristes que los demás. A Hermione llorando junto a Parvati y Lavender (aparentemente, arreglaron sus diferencias) y a Nevill, Seamus y Dean muy serios.
–Pero oigan, esto es una fiesta es su graduación, así que a continuación disfrutaremos del banquete, luego la entrega de diplomas y reconocimientos y al final el baile, pero por último solo diré unas pocas palabras. Y aquí están¡Papanatas¡Llorones¡Baratijas¡Pellizco!...¡Muchas gracias!
El salón entero estalló en aplausos y vivas y repentinamente la comida apareció en magníficos platos sobre las mesas y todos comenzaron a comer.
–Mira Harry, la luna llena ¿qué romántico, no crees?
–Sí, pero no puedo evitar pensar en Lupin y Bill. ¿Cómo estarán?
–Están bien, recuerda que Slughorn prepara su poción todos los meses.
–Pues sí, tienes razón, no hay motivo para preocuparse ¿verdad?
–No, no lo hay, y menos ahora que ese malvado de Greyback está en Azkaban ¿quién iba a imaginar que los dementores afectan más a los hombres lobo? Aunque tiene mucha lógica desde luego.
–Como digas, siempre tienes razón.
Los alumnos continuaron comiendo el delicioso banquete, divididos entre la alegría y la nostalgia por Hogwarts.
La profesora se levantó, desenrolló un pergamino y se aclaró la garganta para hablar.
–Bien, después de este magnífico banquete se llevará a cabo la entrega de diplomas y reconocimientos.
Y al igual que en la ceremonia de selección, los fue llamando en orden alfabético, después de un rato y de que Padma y Parvati Patil y Sally-Anne Perks recogieran su diploma, Harry avanzó lentamente a la mesa de los profesores mientras todas las miradas se centraban a él pero a eso ya se había acostumbrado después de siete años de lo mismo. Harry pasó, recogió su diploma, saludó a los profesores quienes al parecer de Harry le estrecharon la mano con más fuerza que a los demás, Hagrid casi le arranca el brazo de la emoción y por sus enmarañados pelo y barba escurrían chorros de gruesas lágrimas.
Al llegar a su asiento junto a Hermione, ella lo abrazó y le dijo al oído: "Sabía que esto llegaría algún día; hay que disfrutarlo al máximo hasta el último momento". Después de un prolongado beso, sólo se separaron al sentir las miradas clavadas en llos, así que tuvieron que volver a ver a la profesora. Ella hablaba de nuevo:
–Ahora, me enorgullezco enormemente al presentar ante ustedes a los tres primeros lugares en aprovechamiento académico de esta generación: el tercer lugar es ¡Ernie MacMillan, de Hufflepuff! –anunció McGonagall, esperando efusividad pero sólo hubo un aplauso escueto.
–¡Segundo lugar, Harry James Potter, de Gryffindor!
Un gran aplauso recorrió con furor el Gran Comedor.
–¡Y el primer lugar es Hermione Jane Granger de Gryffindor!
El aplauso se hizo extensivo hacia Hermione quien casi se desmaya de la emoción.
La Profesora McGonagall continuó después de que el ruido se acalló.
–Como esta es una ocasión excepcionalmente especial, el profesorado hemos decidido traer algo diferente este año para su Gran Gala de Graduación. Tuvimos que solicitar permisos especiales al Ministerio así que espero lo disfruten.
De pronto, el Gran Comedor se oscureció sin aviso y nadie podía ver más allá de su nariz así que estalló en murmullos, incluso las aves plateadas habían desaparecido. Repentinamente una música inundó el recinto y una luz se encendió sobre un gran escenario que estaba en el lugar donde se suponía debía estar la mesa de los profesores.
–Buenas noches, soy Shakira, vengo de Colombia, sé que esta es su graduación así que espero disfruten el show porque este es su show y esto se llama "Ojos Así".

Ayer conocí un cielo sin sol
y un hombre sin suelo,
un santo en prisión
y una canción triste sin dueño.

La confusión del alumnado se convirtió en emoción y euforia y aunque muchos no conocían ese tipo de música, les encantaba.
Harry reconoció de inmediato esa voz, ahora sabía de quien era la voz que escuchó en su dormitorio, y ahora también sabía que esa cantante iba a ser de ahora en adelante, su favorita.
–Asquerosa muggle.
Harry volteó furioso hacia quien había lanzado ese comentario y comprobó sus sospechas, era Ron.
–Cállate, Weasley.
–Oh eres tú Potter, pensé que era alguien.
–¿Por qué no cierras tu enorme bocaza, Weasley? Maldito traidor.
–¿Y por qué mejor no te callas tú, Potter? Maldito impuro.
–Ya cállense los dos ¿no podemos disfrutar en paz nuestro último día? –rogó Hermione –por favor, Ron… –dijo ella suplicante –y tú Harry¿cuándo dejarás de enfadarte tan fácilmente? No le des la satisfacción de saber que te molesta, cálmate, por favor.
–Tú no me des órdenes, Herm…digo, sangre sucia.
Y tras esto, Ron se marchó.
–¡Estoy loca o estuvo a punto de llamarme Hermione?
–¿Qué más da? Es un idiota.
–No lo sé, es intrigante, por supuesto él es muy molesto pero no sé, es que hay algo inquietante en todo esto, porque bueno, nadie cambia así como así sin razón aparente. ¿No crees, Harry¿Harry?
Pero Harry ya no la escuchaba, estaba embobado observando a la colombiana y su manera de bailar, al igual que una gran cantidad de chicos con la mirada atónita en el Gran Comedor.
–¡Te estoy hablando, Harry!
–¿Qué¿qué pasa?
–Nada, nada.

And don't bother
I'll be fine
But she's waiting
The ring you gave to her will lose its shine
So don't bother, be unkind

–Mira quien es la celosa ahora.
–¿Celosa? Sólo pido un poco de atención de tu parte –reclamó ella con "Don't Bother" de fondo musical.
La discusión duró sólo unos pocos minutos porque se vio interrumpida por las primeras notas de una canción conocida por Harry y por la exclamación de éste.
–¡Espera! Esa es la canción que escuché en mi dormitorio.
–No me cambie el tema, señor.
–No, no es eso, sólo escúchala.
De mala gana Hermione centró su atención en el escenario y su cara de enfado cambió conforme la cantante avanzaba en su interpretación de "Tú".
–Oh Harry, es hermosa.
–Sí ya lo creo, pues a partir de hoy será nuestra canción.
Al terminar la canción, Harry y Hermione se abrazaron fundiéndose en un cariñoso beso.
Shakira continuó su repertorio de éxitos como "Moscas en la casa", "Se quiere, se mata", "La Tortura", "No", etc. Y al finalizar les dijo unas palabras a los alumnos de Hogwarts.
–Ok, espero se la hayan pasado tan de maravilla como yo, porque aunque dentro de pocos minutos me borrarán la memoria y yo despertaré en mi casa (espero que al lado de mi novio) esta ha sido una de las más gratas experiencias de mi vida ¡Gracias, Hogwarts!
Se retiró entre gritos, vivas y aplausos de la multitud de alumnos del colegio de magia, y después se escuchó que alguien gritó ¡Obliviate! detrás del escenario.

La fiesta de graduación continuó sin tropiezo alguno, entre alegrías y tristezas. Varios alumnos estaban en compactos grupos rememorando sus momentos en Hogwarts.
Un grupo de chicas de Hufflepuff lloraban desconsoladas abrazándose, pero aun llorando estaban manteniendo una conversación prometiendo visitarse a menudo.

En la fiesta cesó la música, indicando también que cesaba una importante etapa de la vida de esos jóvenes magos. Lo que va a pasar con ellos es impredecible, sólo el tiempo lo dirá. Pero una cosa es segura, esos siete años habían marcado la historia de la magia para siempre y todo se debía a un chico pelo negro azabache, ojos verde esmeralda, gafas redondas y una cicatriz, un chico llamado Harry Potter.