Hola, hola, mis queridos chicos y chicas, aquí estamos un día más con el segundo capítulo de mi nueva historia, pero antes de pasar a esa parte, nos toca responder a los RR que me habéis dejado. (17 muuy bien, chicos y chicas, esta muy bien para empezar.)

Lily Granger Potter. ¿Quieres saber más cosas de Richard? Es que tampoco hay mucho que decir, fue el primer amor de Evy, aunque no debía estar tan enamorada, porque en cuanto vio a Sirius se la paso. Comprensible, por otra parte. Lo de la etapa feliz Sirius y Evy... Primero tendrán que superar un pequeño bache. Lo de James y Lily, va a ir para rato, así que te aconsejo que te lo tomes con calma. En cuanto a los demás, casi todos salen en este, Will y Jesse van a tardar un poco más. Espero que te guste. Un beso.

SalyPotter: Hola, guapa, me alegro de que te hayas registrado y que al fin dejes RR. No me extraña que te encanten los ficts de los merodeadores, si es que los niños estos son los mejores... Me pasaré a leer tu fict, aunque tardaré un poco, más que nada, es que ando muy liada siempre, y además se me suelen olvidar las cosas. Tu recuérdamelo de vez en cuando, de forma sutil. Un besote.

MIACKA: Hola, bien. ¿Cómo estás tú? Espero que la historia te guste como la anterior. La verdad es que en vaya antro se metieron a vivir Joy y Evy: cucarachas, vecinas celosas, caseras groseras... Sí, pobre Sirius. Un beso.

Silmarwen754: Sí, yo también ando de luto por el padre de Sirius, que tristeza. Trataré de mandar a la rata al círculo polar ártico, a ver si termina congelado. A mi también me dan mucho, mucho, mucho asco las cucarachas. No son seres de este mundo. Chao.

Steffy potter: Anda, que te he pillado. Seguro que Evy te da envidia, ahí consolando a Sirius y James. Tranquila, a mi también me da envidia. ¿La madre de Snape mala? No lo sé, JK nunca ha hablado de ella. También creo que Snape podía usar otro color, aunque fuera gris. Me falta la extensión de tu mail. ¿Me lo puedes dar? Kisses.

Lucemvicuna(EADV): Gracias por lo de malvada, yo también te quiero. No me recuerdes lo de Bell, aún no sé como volverla Squib y envejecerla 105 años y medio. Lo de Squib le veo solución, pero lo otro... Adiosito.

Kurumi-desu: Hola. Si te refieres a que si la sala donde estaba el espejo por el que Evy saltó y terminó en la selva, era una de las entradas de Annath, la respuesta es sí. No conozco a nadie que relacionara el detalle. Mucha suerte con los exámenes guapa, y tranquila, cuando puedas escribe y en paz. Muakis mil.

Manuel: Uf, ese Crucios no iba muy bien lanzado. Siento hablar como Bellatrix, pero aún tienes que practicar. Como puedes ver ya saque el gancho. Lo que no sé es si lo has leído. ;-)

Ginny84: Hola, sí, acertaste, la casera de Evy y Joy esta basada en Concha. Sí, pobre Sirius. Gracias por la publicidad, preciosa. Un beso.

Ivy potter black: Ay, pobrecita mía, siempre con prisas. Nada espero que algún día encuentres cinco minutos para estar tranquila. En vez de un beso, te mando un valium.

Noriko: Hola, hada madrina. Sí, nada más empezar me cargo a uno de los guapetones, peor al menos me estoy quieta hasta... Bastante tiempo. No sé como ves tu a Ethan, para mi es estilo Brad Aquiles Pitt. La verdad es que la señora Bates es así porque... ¿No recibió bastante cariño en la infancia? No lo sé corazón. De verdad que no. Sí, lo de Snape es definitvo, ya es un malo, malote. Pronto verás el porqué. Y el resto, lo irás sabiendo sobre la marcha. Besos hada madrina mía.

Zelinair: Hola, me alegra que te gustara el principio del fict, sobre todo porque los primeros capis suelen ser un poco plof, yo sólo me engancho en el dos. Lo de los hermanos Marx tardará en salir, pero entre tanto espero que te guste. Un besazo.

Lucemvicuna: ¿Cruel¡Deja de decirme halagos que me sonrojo! Si te gustan los enredos, te aseguro que no te equivocaste de historia.

Aloromora: Siento que no te gustara el final de EADV, pero es que tampoco era un final, era más bien un punto y aparte. Acertaste, la historia va a ser larguísima. Yo le veo 40 capis por lo menos. Gracias por leer el favor y la profecía. Besazos.

Keikleen: Hola. Tranquila, si a veces cuando estás contestando mil RR agradeces que sean cortos. De momento no sé nada de tus friends, así que ya puedes hablar con ellas. Y ahora, vete y estudia un poco, para así salir cuanto antes de tu reformatorio y convertirte en una mujer de provecho. Sonó muy madre. Muakis.

AnnaTB: Hola, me encanta que te encantará EADV. Joy también es una de mis niñas favoritas. Tiene cada punto. Para no preocupar a tu madre, te aconsejo que pongas música, así se tapan un poco los ruidos extraños. Sí, la verdad es que es una putada que se haya muerto Toliman, si quieres le damos una zurra a Voldemort. Pos sí, Evy tiene un hermano. Un poco mayor que ella, pero un hermano. Samuel... te tengo una mala noticia, no creo que salga. Lo siento. Besos.

Iraty Rowling: Hola, tranquila, que no soy tu profesora, que mientras me dejes RR puedes tardar lo que quieras... Toliman ha muerto de una maldición, exactamente cual, no lo sé, peor estoy informándome. Lily y Bell salen en este, aunque muy poco. Reconocerás en este algún personaje similar a aquí no hay quien viva. Besuquis.

Rodew: Seguro que no hay nada entre James y Evy. Sólo amigos. Todas tus dudas se resolverán pronto, aunque no inmediatamente. Por cierto, el que necesita doce horas de sueño para conservar la juventud y belleza de su rostro es Jesse. Me encanta que le encante mi fict y trataré de actualizar siempre a la mayor brevedad posible. (Que bien escribimos las dos).

Marghiss: Hola, perdona, si te dejaría con la intriga o no, sobre que. Es que tu frase me desconcertó un poco. Me gusta que te haya gustado. Un besito.

Pos ya estamos, terminado esto pasemos al capítulo 2. Carla Gray Pictures se complace en presentar el capítulo 2 de esta producción. Algo más seria, por el momento.

Por amor al arte 2.

Funerales & Supermercados.

Sirius permanecía tumbado en su cama con los ojos abiertos, como había estado la última semana, salvo el día del entierro de su padre o cuando tenía que salir por cosas ajenas a su voluntad: comer, ya que James le dio órdenes a Puck para que no le llevase comida al cuarto, o ir la baño, ya que su habitación no lo tenía. En esas ocasiones aprovechaba para atemorizar a Puck, soltarle algún comentario hiriente a James e ignorar a Evy.

Por lo demás todo seguía igual: incapaz de llorar. Sabía que James, Evy y Puck habían llorado la misma noche de la muerte de su padre. Su oído de animago le había permitido oírlo. Bell y sus padres al día siguiente en el entierro. Todas las personas que apreciaban a su padre habían llorado su muerte. ¿Por qué él no era capaz de hacerlo? Es que no le quería? Por Dios! Era su padre! Y no era capaz de llorarle.

Lo que más miedo le daba era parecerse a su familia: a su madre, a su hermano, a su tío, a dos de sus primas... Seguro que ellos no habían derramado una sola lágrima. Por eso él quería llorar de una vez, para demostrarse a si mismo que era diferente a ellos. Pero no podía. Y eso lo enfurecía. Y lo pagaba con las dos personas más cercanas a él, las que más necesitaba, aunque jamás lo reconocería, con James & Evy.

Recordó el momento en que recibió la lechuza negra del ministerio, con la carta que explicaba a los familiares que la elite de aurores había sufrido un ataque y que había varios heridos graves entre ellos su padre. Tb recordó la cara del médico en San Mungo, sólo con verle la cara Sirius ya lo había sabido. Nadie que vaya a dar una buena noticia trae esa cara de tristeza.

Miro el reloj. Las dos de la mañana. Sus compañeros de casa ya debían estar acostados. Había veces que no le apetecía verlos, pero otras necesitaba verlos. Aquella noche era del primer tipo, así que ahora que seguramente no se los encontraría, se levantó para ir a la cocina y prepararse algo de comer.

Al salir casi se tropieza con Evy, que estaba dormida, hecha un ovillo en el suelo, como un gato. Pese a los intentos de Sirius por agotarla, la paciencia de la onza aún la impedía rendirse. Y eso que Sirius la estaba poniendo a prueba todo lo que podía.

Sirius no sabía el porqué, pero estaba deseando enfrentarse a Evy y James, que alguno de los dos le proporcionara la discusión violenta con la que podría soltar todo lo que llevaba dentro. Pero ambos, se la negaban una y otra vez.

Aunque de momento, Sirius no quería que Evy durmiera allí, en el suelo, prefería que durmiera en la cama. Se agachó, la cargo en brazos y la llevo a su habitación, que estaba enfrente de la de Sirius, donde la dejó en la cama con cuidado. No la arropó porque hacía demasiado calor, pero se la quedo mirando, luchando con el impulso de acariciarla el pelo.

¿Estaría enfadada por lo que paso el día del entierro? Después de que se fueran todos, Sirius permaneció plantado delante de la tumba recién sellada de su padre, tratando de llorar, cuando había notado una pequeña mano abrazando la suya, tratando de consolarle. Al mirar hacia abajo, se dio cuenta que era la mano de Evy. Con un gesto brusco la rechazó y la dio la espalda.

Desde entonces la ignoraba. Algo que era inmensamente difícil ya que su presencia inundaba la casa de James, desde la nevera, que pasó de sólo tener comida caducada ya que Puck sólo compraba si James se lo ordenaba a estar llena de mogollón de cosas sanas, (yogures con fibra, queso de untar bajo en calorías, sobres de fiambre, zumo envasado...), hasta el baño, (con cremas hidratantes, gel exfoliante, champú para pelo liso, compresas, colonia...) pasando por el salón, donde había discos de gente que cantaba fatal, pero que Evy había comprado porque los cantantes estaban buenos, y el tendedero, donde la ropa no estaba encogida ni desteñida y se podía ver más de un sostén o un tanga. Y aunque no estuviera nada de eso, su perfume de canela estaba por toda la casa.

'Tú sigue haciendo el idiota.' Dijo James. El moreno de pelo revuelto estaba contemplando la escena desde la puerta. 'Verás que pronto la pierdes.'

'¿Hablas por experiencia, no?' Contestó Sirius sin mirarle. Sabía que era un golpe bajo. Y que pronto tendría que dejar de usar a Lily para atacarle. ¿Pero por qué James no le atacaba en serio de una maldita vez?

Por el momento James no atacó, se limitó a hacer un ruido irónico y se fue para su cuarto. Una vez allí dio un puñetazo en la pared. Estaba más que harto de que Sirius sacara el tema de Lily, cuando no tenía ni idea de qué estaba hablando. Al final, Evy no sería la única en no aguantar... No, James, no. Basta de pensamientos desleales. No podía culpar a Sirius por estar hecho un lío y portarse así con ellos. Había perdido a su padre, James era muy pequeño cuando perdió al suyo y apenas se acordaba, pero seguro que él tb se portó así.

Además, Sirius les necesitaba, a él y a Evy, aunque no estaba seguro de que lo supiera, y la cosa con Evy estaba muy mal. Si la onza aún no se había ido el día del entierro, había sido por lo mucho que quería a Sirius, por eso y porque James la calmó cuando volvieron del cementerio. Hizo que Puck la diera un masaje relajante mientras él corría a Londres, a un supermercado Muggle donde podría comprar toda la lista de cosas que Evy le había pedido.

Cuando volvió se puso a colocar las cosas en la nevera ayudado por Puck que miraba asombrado todas esas cosas, dudando que fueran comestibles.

'¿Y que te pareció el supermercado?' Pregunto Evy, mucho más calmada, vaciando las bolsas y ayudándoles a colocar las cosas de la nevera en la nevera y el resto en la alacena.

'Bien.' Contestó James, aunque le había impresionado el tamaño del lugar, era como 7 veces el Callejón Diagon.

'¿Y no viste nada que te gustara especialmente?' Insistió Evy.

'No.'

'¿Pagaste en la caja 17?' Evy empezó a temer el fallo que tenía su plan.

'No, estaba cerrada. Pague en la 20. ¿Por?' La verdad es que a James le gustaría saber porque Evy quería que pagara en esa caja en concreto, pero tenía la impresión de que la onza no le contestaría.

'Por nada. La próxima vez paga allí.'

Y sin más esa pequeña crisis con Evy quedó zanjada. Aunque la herida ya había sido hecha y cada vez que Sirius la ignoraba, ahondaba más en ella. James no creía que Evy aguantara mucho más, y temía que la próxima vez un masaje y unos cuantos caprichos alimenticios no serían bastante para detener a Evy.

Y para colmo, al día siguiente sería el funeral. Si aquello había sido una tortura, cuando entrara el resto de la familia Black en escena, sería simplemente infernal.

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Sentada en la última fila ocupada del templo, a donde Sirius la había relegado, Evy recordaba exactamente porque ella nunca iba al templo. A los onzas no les gustaban las ceremonias de ninguna clase, ni bodas, ni bautizos, ni nada de nada. Y menos funerales. Para ellos los sentimientos eran algo íntimo, algo que reservas para tus personas más allegadas y no que exhibes ante media comunidad mágica.

Aquello fue idea de la Sra. Black, siempre impaciente por llamar la atención, una mujer imponente y majestuosa como una estatua de cristal y tan fría como ella. Estaba sentada en la primera fila, a la derecha, junto a su hijo menor, su cuñado y sus sobrinas favoritas. Sus ojos estaban enrojecidos de llorar, al menos a primera vista, pero más de cerca, veías que era puro maquillaje. Su marido no había sido más que un trofeo en vida y ahora en muerte no era nada. Sus ojos no expresaban la menor emoción.

A Sirius parecía pasarle lo contrario, no había llorado pero sus ojos parecían aullar de dolor a cada segundo. Estaba sentado en la primera fila, del lado izquierdo, junto a su tío Alphard, su prima Andrómeda, los tres Figg y James, que no se había dejado relegar como Evy, y se había aplastado en la esquina al lado de Bell. Menos mal que la rubia era de culo estrecho, porque si no hubiera sido imposible que James entrara.

Tras ellos, en la segunda fila estaba la mitad del profesorado de Hogwarts encabezado por Dumbledore. En la tercera fila, estaba Crouch y al menos 20 miembros del ministerio que se repartían tb por el otro lado junto a las amistades de la Sra. Black: los Malfoy, los Lestrange, los McNair... Lo mejor de lo mejor. (era un sarcasmo)

La cuarta fila era para la elite de aurores, muchos aún con heridas de la más diversa gravedad, que estaban más atentos al lado derecho que al chamán, casi temblaban del coraje y la impotencia de tener enfrente a la gente que querían detener desde hace meses y no poder hacerlo. Por fortuna tenían practica de cuando se los cruzaban por el ministerio.

Evy estaba en la décima fila, entre Remus & Joy, tenían el banco para ellos solos, ya que en su fila no había nadie más que ellos, Lily no había podido ir porque trabajaba ese día. Por lo visto era donde Sirius quería verla, tal vez, porque allí no podía verla, pensó la onza con amargura.

Tal vez, la razón de que a Evy aquello la disgustara tanto es porque los onzas no tenían ningún tipo de ceremonia funeraria, entre otras cosas porque ellos no dejaban cadáveres. Al morir su cuerpo envejecía todo lo que no había envejecido en años, hasta que finalmente se convertían en energía pura sin dejar el menor rastro físico de su presencia en el mundo.

De pronto Evy, notó que se había producido un cambio en la sala, al principio, metida en sus propios pensamientos no supo catalogar el cambio, pero enseguida reaccionó. Era que la puerta se había abierto dejando entrar a una persona encapuchada que se sentó discretamente en la última fila de la derecha, la más cercana a la puerta.

Como no tenía nada mejor que hacer, ya que escuchar al chamán hablar sobre mundos mejores a los que solo accedes cuando mueres y eres de sangre limpia, la deprimía bastante, se puso a examinar a la recién llegada. Porque era una mujer, de eso no cabía duda. Su figura era demasiado fina, para tratarse de un hombre, y la capa que la cubría por entero demasiado ornada. Otra cosa que la llamó la atención eran los guantes de cuero. ¿Quién llevaba guantes de cuero en verano?

Alguien que no quiere que le dé la luz del sol. Vaya, vaya. Eso era interesante. Sobre todo porque según las palabras del chamán, esa criatura debió haber sido fulminada por un rayo divino al poner los pies en el templo. Pero allí estaba, sentada y sumida en un respetuoso silencio.

Evy se dio cuenta entonces de que ya no era la única que miraba a la mujer desconocida. Remus, que había notado a su amiga distraída se había vuelto para identificar la causa, y al darse cuenta de quién era esa mujer, o de qué era, se había quedado mirándola fijamente. La Sra. Black tb se había vuelto, al igual que Adrien Figg, y ambas fusilaban a la desconocida de tal forma, que dejaba cristalino que para ellas dos no era una desconocida.

Al notar los cuatro pares de ojos fijos en ella, la mujer dejo caer un poco la capucha revelando su rostro. Era una mujer increíblemente hermosa, joven, de no más de 20 años cuando dejo de ser humana, de pelo castaño rojizo espeso y rizado, ojos violetas y labios jugosos que sonreían con insolencia a la Sra. Black y Adrien. La desconocida se levantó con la misma discreción que se había sentado, mientras se ponía la capucha, sus ojos violetas se clavaron en Remus & Evy, les dedicó una sonrisa casi cariñosa.

Cuando la mujer estaba a punto de abandonar la sala, Joy se percató de que sus amigos miraban hacia atrás y se volvió también, a tiempo para ver a la espalda de la mujer. Se volvió hacia sus amigos esperando una explicación, que ellos le dieron más tarde, en la recepción que hizo la madre de Sirius en su casa. Tal vez recepción no fuera el termino más adecuado para este caso, pero no se me ocurre uno mejor.

'¿Una vampira?' Pregunto Joy incrédula. Estaban los 3 solos en un pequeño jardincillo donde se había intentado cultivar rosas, pero las plantas necesitan amor y eso es algo que jamás se derrochó en esa casa. '¿Pero que hacía una vampira en el funeral de Toliman?'

'Supongo que la Sra. Black no la invitó a la recepción.' Trato de bromear Remus. Una mirada de sus compañeras le indico que no era el momento. 'No lo sé. Aunque si que es raro.'

'¿Sólo raro?' La voz de Joy se alzo levemente, al darse cuenta se controló y volvió a susurrar.' Te recuerdo que Toliman era un auror. Los aurores cazan vampiros. Así que repito. ¿Por qué iba un vampiro a ir al funeral de Toliman Black?'

'A lo mejor quería comprobar que estuviera muerto.' Sugirió Evy no muy segura. Tan poco segura, que ella misma se contradijo. 'Pero en ese caso hubiera ido al entierro o al tanatorio.'

'Puede que le conociera.' Remus se veía bastante incómodo. No por la conversación en sí, si no porque como buen chico de origen humilde se sentía como lobo fuera del monte en aquella casa. Las dos chicas le miraron como diciendo, "ya empiezas a pensar". 'Os recuerdo la reacción de la Sra. Black y de Adrien.'

'Tu suegra.' Completo Evy, ella y la madre de Bell no se llevaban bien. Venía por parte de Adrien, desde que Evy era novia de Sirius, tal vez antes. La onza nunca fue capaz de remediarlo. 'Ahora que lo dices no me pareció una vampira muy vieja...'

'¿Tb eres capaz de distinguir la edad de un vampiro?' Joy ya se iba a asombrar de los poderes de los Onzas cuando su amiga estuvo a punto de reír, pero logró reprimirse.

'Eso no tiene misterio.' Le aseguro Evy. 'Cualquiera es capaz de verlo. La piel de los vampiros se hace más blanca con el tiempo, más marmórea, y la de esa mujer era como de leche sucia. Y sus ojos... aún eran demasiado humanos. No creo que tenga un cuarto de siglo de vida como vampiro.'

'Pero eso no es lo raro.' Remus había adoptado esa pose pensativa que hacía suspirar a la mitad de las chicas de la escuela. '¿Te has fijado como se parecía esa mujer a Lily? Sí ya sé.' Dijo el licántropo antes de que Evy y Joy replicarán. 'El color de pelo no es igual, ni el de ojos, pero me refiero a la distribución general de rasgos. No sé, me recordaba a ella.'

'Todo eso esta muy bien.' Cortó Joy con su tono impaciente de princesa consentida. '¿Pero que hacia una vampiresa en el funeral?'

'¿Cómo que qué hacía allí?' El padre de Peter se unió a la conversación. Al contrario que su esposa e hijo era un hombre delgado con poco pelo, peinado para todos los lados con el fin de tapar las entradas, y un bigotillo ridículo que subía y bajaba al hablar.

'¡Era su esposa!' Los tres le miraron raro, hasta que cayeron en la cuenta de que el Sr. Petigrew no hablaba de la misteriosa vampiro si no de la madre de Sirius. Tal vez llamarla chupa sangre no fuera muy exagerado. '¡Pobre hombre! Casarse con esa mujer... Claro que yo estoy igual. O peor. Él ahora es libre, y os voy a decir una cosa, si existe realmente un mundo mejor que este, la arpía esa no entrará en él.' Ahí los 3 se perdieron, ya que no tenían muy claro si hablaba de su propia esposa o de la viuda de Toliman. '¡James!' Paso un brazo por el hombro del chico de pelo revuelto que había salido a tomar el aire. '¡Tu si que sabes!'

'¿Qué sé el qué?' Pregunto James. Porque retener a las mujeres no sabía. Y lograr que su mejor amigo le hablara tampoco.

'De la vida.' Le dio más palmadas en el hombro. 'Hiciste bien en dejar a tu chica. No como este chico.' Señaló a Remus. 'Y el pobre Sirius, mira lo mal que se les ve desde que tienen novia.' Se hizo el incómodo silencio ese de cuando alguien mete la pata hasta el fondo. '¿A que alguna de vosotras dos es la novia de Sirius?' Evy asintió con la cabeza mientras le fulminaba con la mirada.

'No se lo tengas en cuenta.' La mano de Mundungus Fletcher, un treinteañero de sonrisa irónica y ojos disolutos que Toliman Black había reclutado en los bajos fondos, se poso sobre el hombro de Evy, tratando de calmarla. 'Es que no ha disfrutado de mucho sexo y por eso esta resentido con las mujeres. ¿Verdad, Pet?'

'¡Anda, claro! Una vez que lo practiqué y mira lo que salió.' Señaló a la sala donde su hijo charlaba con Sirius & Bell. '¡Cómo para repetir!'

No pudieron evitar reír, luego se acordaron dónde estaban, en un funeral, y se controlaron, poniéndose serios.

'¿Así que tú eres Evelyn?' Pregunto una voz femenina. Evy se giró y se encontró con la Sra. Black. Sonreía sólo con la boca, sus ojos eran tan fríos como siempre. 'Al fin nos conocemos.'

'Sí.' Evy se levantó, era lo suyo ¿no? 'Lamento los circunstancias. Y lamento mucho más su pérdida.'

'Sí, lo sé. Es triste.' Nadie se lo creyó demasiado. Todos los presentes sabían que la señora Black estaba furiosa porque el ministerio se había negado a conceder la orden de Merlín de primera clase para su marido. Aún así todos la dieron el pésame amables, pero ella sólo tenía ojos para la novia de su hijo. 'Estoy cansada de tanta gente que no conozco. ¿Por qué no me acompañas a un lugar más tranquilo? A tomar un té.'

'Yo creo que mejor os quedáis aquí.' Se apresuró James.

'Sí, nosotros nos vamos, y así estáis solas.' Le apoyó Remus.

'Pero en un sitio público, a la vista de la gente.' Aprobó Mundungus.

'Por si pasa algo, Dios no lo quiera, que haya testigos.' Completó Joy.

'¿Pero que decís, ignorantes de la vida?' Pregunto el Sr. Petigrew. '¿Para que tanto empeño en vigilarlas? Ni que se fueran a matar si se quedan solas!'

'Eso pienso yo.' Contestaron la Sra. Black y Evy.

La verdad es que a todos les había pasado por la cabeza la idea de que si esas dos se quedaban a solas, una no salía viva de la entrevista, por eso no querían que se quedaran a solas.

Pero Evy tenía dos buenas razones para querer ir: la primera era que sabía que no podía achantarse delante de esa mujer, los seres como ella huelen el miedo y lo explotan en su beneficio. La segunda era que el hecho de que un Black quisiera estar a solas con ella era una verdadera novedad respecto a las última semanas.

Con un ademán la imponente mujer rubia, le indicó que la siguiera y Evy la acompañó.

'Avisemos a Sirius ya.' Sugirió Mundungus apenas habían desaparecido las mujeres.

'Mejor hacerlo vosotros.' James se dejó caer con cansancio en el banco. 'A vosotros os hará mas caso.'

'¿Sigue igual?' Se interesó Remus. Ya había escuchado las quejas de James y Evy al respecto y aunque no hubiera sido así, el propio Remus vio como Sirius rechazaba a Evy al final del entierro. Remus sacudió la cabeza. 'Como siga así la va a perder.'

'Mejor vamos a avisarle.' Joy se levanto y alisó los pliegues de su elegante túnica negra. 'A lo mejor si la rescata de la arpía de su madre, Evy se reconcilia con él.'

Ni Remus ni James pensaban que eso era tan fácil, pero aún así decidieron hacer caso a la dama e ir a por Sirius.

Ajeno al desastre que había empezado a fraguarse en el jardín, Sirius charlaba con su tío Alphard, un anciano simpático al que la Sra. Black procuraba no invitar a ningún acto familiar y que se había enterado de la noticia casi por los periódicos.

'Ya sabes, lo que necesites muchacho, estaré aquí para ayudarte.' Decía el buen anciano con tono paternal. 'Me alegra mucho que quieras alejarte de todos estos.' Hizo un gesto despectivo abarcando sus alrededores. '¿Tienes dónde quedarte?'

'Estoy viviendo en casa de James.' Sirius casi sonrió, ya que más bien sobrevivía en casa de James. 'De momento, creo que allí estoy bien.'

'Sirius.' Al oír su nombre y notar que alguien le tocaba en el hombro, el aludido se volvió y se encontró con Remus, que era el que le había llamado. A su lado estaba Joy y un paso por detrás de los dos, James cruzado de brazos.

'¿Pasa algo?' hasta Sirius vio que esa era la pregunta más retórica del mundo, sólo con ver las caras que traían se veía que pasaba algo y no era nada bueno.

'Hablemos a solas.' Remus le hizo una seña para indicarle que saliera al jardín de la forma más discreta posible.

'Ahora no puedo.' Sirius se dio la vuelta para hablar con Peter y Bell que se habían acercado a ver que pasaba.

Al estar de espaldas no vio como James se ponía a la altura de Remus y ambos chicos cruzaban una mirada de entendimiento. Tras asentir para confirmar su plan, se acercaron en plan mafioso a Sirius le agarraron por debajo de la axila y se lo llevaron arrastras al jardín, mientras él no dejaba de protestar.

Digamos que la maniobra de secuestrar al primogénito del finado en medio de su funeral es la clase de cosa que suele llamar la atención, así que todos se les quedaron mirando. Joy decidió aliviar un poco la tensión con una conversación despreocupada.

'Hoy hace un día precioso. ¿Verdad?' Las caras de los oyentes le indicaron a Joy, que a lo mejor esa no era la frase más afortunada que se podía decir durante un funeral. Así que trató de arreglarlo. 'Hablaba del tiempo.' Y como si fuera una meteoróloga entusiasta se puso a explicarles a la concurrencia las ventajas del clima inglés.

Entre tanto, Remus & James habían soltado a Sirius en el banco del jardín. En cuanto le soltaron, Sirius protestó:

'¿Me queréis decir que coño pasa?' Pregunto el chico furioso.

'Evy...' Trato de explicar Remus armándose de paciencia.

'¿Qué pasa con ella?' Sirius ya estaba esperando alguna jugada rara por parte de la Onza, era obvio que desterrándola a las últimas filas había logrado agotar su paciencia.

'Esta tomando el té con tu madre.' Replico James, sin hacer el menor esfuerzo por suavizar el golpe. Digamos que la marca del banco que lucía en su cadera había logrado terminar con la poca paciencia que al chico de pelo revuelto le quedaba.

'¿Pero cómo la habéis dejado?' Sirius se había quedado más pálido que la misteriosa vampiro del funeral.

'¿Importa eso ahora?' Respondió James con su tono más insolente.

'No.' Sirius optó por ignorar el tono de su amigo. 'Será mejor que vaya a por ella.'

'La primera cosa sensata que has dicho en todo el día.' Replico James siempre con ese tono sarcástico.

De nuevo Sirius le ignoró y se fue corriendo a buscar a Evy, estaba seguro de dónde estarían tomando té. Por su parte, James y Remus volvieron al salón donde se celebraba la recepción y donde, increíblemente, Joy aún continuaba hablando de las virtudes del tiempo:

'Y este calor, nos permite llevar túnicas de tirantes con colores vibrantes y motivos florales.' Al oír la charla educativa que toda la masa escuchaba con asombro absoluto, James y Remus intercambiaron una mirada similar a la anterior, y le aplicaron a Joy el mismo tratamiento mafioso que a Sirius. La sacaron arrastras de allí.

'Discúlpenla.' Pidió Bell con su tono de ángel que no ha roto un plato en su vida. 'Es que hoy no se tomo su medicación, pero ahora se la vamos a dar.' Y salió apresuradamente tras sus amigos.

'¿Entonces Joy se medica?' Preguntaba Peter yendo tras la rubia. 'Ya decía yo que esa no salía con Snape por su atractivo.'

Por su parte, la Sra. Black había elegido para tomar el té con Evy, "la habitación más discreta de la casa" un impresionante salón en el que perfectamente hubiera cabido una sala de cine grande, de esas de las butacas escalonadas, con bar de palomitas incluido. Estaba adornada con cabezas de elfo cortadas, ya que como la Sra. Black la dijo a Evy, "su familia seguía esa respetable costumbre". Y presidida por el árbol genealógico de los Black.

Lo primero que observó Evy es que los nombres de Alphard y Andrómeda, los familiares favoritos de Sirius, estaban desaparecidos del mapa. Pero no lo observó mucho tiempo.

'Supongo que vosotros, los hijos Muggles.' Evy captó el esfuerzo que supuso para la mujer no decir Sangre Sucia. 'No tenéis nada parecido a un árbol genealógico.'

'La verdad es que no.' Contestó Evy. Sobre todo porque los onzas no hacían mucho caso a la familia. De hecho cuando se aburrían se cambiaban de nombre y apellidos y se iban a vivir a otro sitio. Así no había forma de seguir el rastro familiar de nadie.' No somos tan ordenados.'

'Sí, verás.' La mujer tomo un sorbo de té e hizo un esfuerzo por sonar maternal. '¿Tus padres trabajaban para National Geographic?'

'Sí, de hecho eran zoólogos.' Contestó Evy.

'Entonces supongo que debes de saber de animales.' No esperó a que Evy asintiera. 'Sabrás que en la selva hay animales con rayas, como las cebras, y animales con manchas, como los leopardos. Unos no se mezclan con los otros.' La verdad q de bichos con manchas Evy sabía bastante. 'Pues mi querida Evelyn, nosotros los Black, somos rallas y TU eres una mancha.'

La Sra. Black hizo una pausa para que la información calara en la mente de Evy, que seguramente por no ser de sangre limpia iría más lenta de lo normal. Pero hacía tres horas que Evy había procesado la información y estaba distraída con algo nuevo.

"Qué curioso" Pensaba la onza "Si esto fuera una película o una historia de ficción, ahora sería cuando me ofrecerían una cantidad exorbitante de dinero para que me alejara de Sirius"

'¿Evelyn, qué te parecerían 300.000 G a cambio de que no vuelvas a ver a mi hijo?' "Lo sabía. Mi vida es una historia de ficción. ¿Y por qué no me hicieron más alta?"

'¿Qué?' Atino a decir Evy, con asombro. Más delante se recriminaría esa palabra. Ella que presumía de su ingenio y sólo había atinado a decir "qué".

'Supongo que no es bastante. ¿Qué tal 400.000? Seguro que es más dinero del que has visto en tu vida. Con él te podrías pagar los estudios en... Por ejemplo, Salem. O tal vez la escuela Mao Shan en China.' En realidad a la Sra. Black le daba igual donde se fuera aquella advenediza, mientras fuera lejos de su hijo, si actuaba rápido aún podía ofrecerle dos hijos como guerreros al Señor oscuro.

Pero algo no iba como ella pensaba. En concreto, Evy no era como ella pensaba. Superada al sorpresa inicial, Evy empezaba a experimentar otras sensaciones: la más importante la ira, por supuesto. Para empezar Evy no era pobre de verdad, era una pobre circunstancial, en cuanto cumpliera los 18 accedería a la herencia de sus padres, que era mucho mayor que 400.000 G. Para seguir...

'Señora.' Tuvo buen cuidado en decirlo de tal manera que a ella le quedara claro, que no la consideraba una señora, ni siquiera un ser humano. 'Si hay algo que pueda alejarme de Sirius, le aseguro que no es su asqueroso dinero.' Se levantó y lanzo una servilleta que tenía bordado el emblema de los Black contra la mesa de té sin apartar los ojos de la mujer. 'Por muy rica q sea, la aseguro que nunca tendrá dinero suficiente para comprarme.'

Y empezó a andar en dirección a la puerta bastante contenta consigo misma. Le había prometido a James, después de hacerle ir a un supermercado que estaba a mil kilómetros de su casa, que se iba a controlar y a portarse bien. Vamos que nada de ponerse a gritar como una histérica ni trasformarse en jaguar y descuartizar a nadie ni nada de nada. Y hasta ahora lo había cumplido, y eso que se lo habían puesto difícil. Pero ella había sabido imponerse a las circunstancias.

Entonces abrió la puerta... y se encontró con Sirius.

'¿Desde cuándo has escuchado?' Pregunto la chica con un susurro apenas audible. Sirius vio como detrás de la chica, su madre se recuperaba de la sorpresa y se interesaba por la conversación. Tal vez todo no estaba perdido aún.

'Desde que dijiste que tus padres eran zoólogos.' Admitió el chico hablando tan bajo como ella, tratando de que su madre no lo oyera.

La verdad, era que cualquier deseo de tener una pelea violenta con Evy se había evaporado después de oír como Evy rechazaba una pequeña montaña de dinero por él. Ahora deseaba más hacerla el amor por toda la casa, desde las alfombras del siglo XIV bordadas con hilos de oro, hasta las mesas de madera de ébano importadas, pasando por camas, cuartos de baño e incluso lámparas de araña.

El problema es que ahora estaba más cerca de lograr la discusión violenta que con tanto afán había buscado, que de lograr el sexo.

'¿Ah, sí? Y a que esperabas para entrar? A la pausa publicitaria?' A pesar de que Evy trato de controlarse, su voz había subido un par de decibelios. Tampoco dejó que Sirius contestara. 'Eres un verdadero hijo de puta.' Evy jamás había pronunciado esa frase con más sentimiento.

Observó que en el pasillo había una chimenea encendida con la bolsita de polvos Flu correspondiente. Naturalmente, estaba encendida en honor de Evy, la Sra. Black habría querido que ella se fuera con la mayor discreción posible. Sirius vio la dirección de su mirada y captó la gravedad del problema. No es que antes no lo hubiera captado, es que ahora lo veía enorme, en relieve y con rótulos luminosos.

'No es lo que piensas.' Dijo a la desesperada, tratando de agarrar el brazo de la Onza. Pero ella había previsto el movimiento y lo rechazó.

'¿Tu que sabes que estoy pensando?' Y antes de que pudiera detenerla, Evy dio el paso que la faltaba para entrar en la chimenea, tomar la bolsa de polvos Flu y gritar. 'Al valle de Godric.'

En cuanto Evy, llego a la casa de James, cortó un pequeño cable que conectaba la chimenea a la red Flu. Si Sirius quería seguirla que se lo currara porque por allí no podía ir.

'¿Ya han llegado los señores?' Puck apareció emocionado por cumplir cualquier orden por absurda que fuera que le dieran los chicos. 'Eres tú.' Pero al ver que era Evy, hasta sus orejas cayeron sin entusiasmo. La chica no le había caído bien desde nunca, Evy empezaba a sospechar que el elfo la consideraba una especie de puta ambiciosa. Claro, que por lo visto era una opinión bastante extendida por el lugar.

De pronto a Evy le entraron unas ganas inmensas de largarse de allí. Por lo que le habían dicho, Roma era genial en aquella época del año.

'Puck, tengo que irme con mi primo. ¿Me ayudarías hacer la maleta mientras yo voy a pedir un taxi?'

'Por supuesto.' Puck corrió como si fuera Speddy González en su prisa por cumplir esa orden de la chica. La primera vez que hacia el menor esfuerzo por complacerla.

Evy meneó la cabeza y bajo hasta una cabina de teléfono que había en la carretera, desde donde podría llamar a un taxi.

Entre tanto, Bell, Remus, Peter y James soportaban las quejas de Joy:

'No entiendo porqué me habéis interrumpido. ¡Si estaban todos fascinados! Estaba a punto de convertirlos en adeptos a la moda.'

'¿No le ibais a dar la medicación?' Pregunto Peter, harto de oírla. (NC: Cuándo te la den a ti para que no seas un capullo, capullo)

Entonces paso Sirius por allí, en dirección al garaje donde tenía la moto. No parecía muy contento.

'¿Las has encontrado?' Le gritó Bell en un curioso tono de angelito verdulero.

Pero Sirius la ignoro olímpicamente. Al poco rato oyeron el rugido del motor de la Harley.

'Esta bien, hagamos un análisis objetivo de la situación...' Bell trató de sonar alegre pero no la salió muy bien.

'La situación es que seguramente la madre de Sirius le ha encontrado las cosquillas a Evy, y luego Sirius habrá encontrado la forma de rematarla.' Mientras hablaba James se había puesto en pie. 'A estas alturas, Evy estará en casa haciendo las maletas ayudada por Puck, que tiene muchas ganas de que se vaya de casa. Y ahora yo tengo que ir a calmarla para evitar el desastre.'

'¿Por qué?' Pregunto Peter que no veía ningún problema en que Evy se fuera, la chica siempre le había puesto muy nervioso. Estaba convencido de que era un Gremli.

'Porque Sirius no superara esto sin ayuda de Evy, pedazo de cenutrio.' Soltó Joy, que llevaba un rato picada por eso de que quisieran medicarla.

'¿Pero adónde iba a ir, Vega?' Peter era el único de sus amigos que aún llamaba a Evy, Joy Y Lily por sus apellidos. Bell envidiaba ese honor. 'Por no tener, no tiene donde caerse muerta, mucho menos donde vivir.'

'La verdad es que ahora tiene pocas opciones.' Comento Bell. 'Con Joy no puede ir porque Snape no la traga. Conmigo tampoco porque mi madre...' Bell se detuvo antes de decir que tampoco, aunque todos lo sabían. 'No quiere visitas este verano. Solo la queda Lily.'

'Y Ethan.' Añadió Joy, después de conocer a ese hombre que era un cielo, en caso de apuro Joy hubiera recurrido a él el primero sin pensarlo ni media vez. 'Que esta en Roma.'

Remus y James cruzaron una mirada.

'Me voy para casa.' Dijo James.

'Te acompaño. Puede que necesites mi ayuda.' Se ofreció Remus. En principio James iba a rechazarlo, pero luego recordó que en caso de que la cosa estuviera realmente fea, Evy al final escucharía a Remus.

Los dos chicos se despidieron de sus amigos, que no tardaron demasiado en largarse de la recepción, y tomaron el autobús Noctámbulo hasta casa de James. Al bajar, James, se fijo en un extraño coche blanco con un letrero encima aparcado frente a la cabina de teléfono, en la carretera que estaba debajo de la colina.

'¡Que raro!' Comento el chico mirando el coche. 'Por aquí nunca paran coches.' James entro en la casa, pero Remus se quedó mirando el coche ya que él si sabía lo que era. Fue hacia el taxi.

Cuando James entró en la casa, se encontró con una violenta discusión entre Evy & Sirius. A James no le sorprendió demasiado: Sirius había buscado esa discusión toda la semana.

'Evy, por favor, cálmate.' Estaba diciendo Sirius. 'Hablemos un momento.'

'¿Hablar? Ahora quieres hablar? Llevas una maldita semana sin ni siquiera mirarme a la cara!' Gritó Evy con la voz temblando de furia. 'Y ha sido casi mejor, porque de cada 2 palabras que han salido de tu boca en ese tiempo, 5 eran para atacar a James o a Puck.'

'Pero Puck no se queja, Señor.' Puntualizó el elfo. James le hizo una seña para que se apartara del campo de minas. Puck obedeció.

'Y ahora quieres hablar.' Siguió Evy, como si el elfo no hubiera hablado. 'Pues mira, ahora a la que no le apetece hablar es a mi.'

'Evy, entiendo que no quieras hablar con él.' James intervino, trato de hacer que la chica se sentara en el sofá y soltara la maleta. Pero ella se negó a avanzar y aferró la maleta con fuerza. Pues bien, hablarían de pie. 'Pero habla conmigo, por favor. Dime que ha pasado.' Oyó que Remus llegaba y cerraba la puerta, Evy le miro un segundo, pero volvió a mirar a James.

'¿Qué que ha pasado? Lo sabes perfectamente, has estado aquí la última semana. Pero por si acaso te lo resumo.' Evy empezó a enumerar ayudándose con las manos. 'Me despidieron de mi trabajo, mi piso fue invadido por cucarachas, el padre de mi novio ha muerto y mi "querido" novio se ha pasado una semana ignorándome y ahora...'

'Como tu has dicho mi padre había muerto.' Intervino Sirius molesto por la alusión a su persona. 'Perdona por no haber tenido tiempo de atender tus delicados sentimientos.'

'Sirius.' Le advirtió Remus. Evy miró un segundo a Sirius fuera de sí, de hecho James sólo había visto a una chica más furiosa en su vida: a su ex novia Lily.

'Ahora la pedazo puta de la madre de este.' Evy señaló a Sirius que estaba cruzado de brazos enfurruñado pero interesado en saber qué la había hecho para que se enfadara tanto. 'Me acaba de ofrecer un pastón para que me largue de la vida del idiota de su hijo.'

'¿Y lo has cogido?' Pregunto James totalmente escandalizado. Puck hizo un ruido que sonaba a "me lo esperaba". Remus arrugó la frente. Y Sirius empezó a entender cual fue su error, el mismo que había cometido James, ya que cuando el moreno de pelo revuelto hizo esa pregunta, la cara de Evy pareció haber recibido un golpe.

'No.' Evy se soltó de James y se encaró con los dos amigos a la vez, retrocediendo un paso. 'Al contrario, que lo que tu, tu amigo y tu elfo pensáis de mi, no me vendo tan fácilmente.'

'Ey, que yo en ningún momento he dicho nada de eso.' Protesto Sirius.

'¡Pero lo pensaste!' Evy apartó a James de la trayectoria para poder discutir con Sirius tranquilamente. 'De lo contrario no te hubieras quedado escuchando tras la puerta, para ver que respondía. Si no hubieras tenido dudas al respecto habrías entrado nada más hacerme ella la oferta.' Como aquello era lo bastante cierto, como para que no hubiera réplicas, los dos animagos se callaron. 'Que me ignores ye me cabrea bastante, pero que encima tengas tan baja opinión de mi hace que desee no respirar ni en tu misma atmósfera.' Hizo una pausa para ver si alguien decía algo, como vio que no iba a ser así. 'Si eso es todo, tengo un taxi esperando para ir al aeropuerto. Decidle a Joy que la mandaré una postal de Roma.' Y arrastrando su maleta de ruedas, fue hacia la puerta, que Remus mantenía bloqueada.

'De hecho no tienes un taxi en la puerta.' La corrigió el licántropo sin moverse de dónde estaba. 'Le he pagado la carrera y le he dicho que habías cambiado de idea.'

Remus sostuvo la mirada de Evy un buen rato, bastante tranquilo, teniendo en cuenta que sospechaba que la Onza calculaba si la daría tiempo a volverse jaguar y descuartizar a Remus antes de que Sirius se trasformara en perro y James en... lo que sea que se trasformara, y lo evitaran.

Remus decidió ser más osado aún. Arrebato la maleta a la joven, ignorando sus protestas, y la llevo arrastras al sofá donde la obligo a sentarse. Le pareció un milagro haber salido de eso con solo tres arañazos y ningún zarpazo. James y Sirius se acercaron por si tenían que intervenir. Puck tb parecía a la espera de los acontecimientos.

'Evy, haz el favor de calmarte.' Remus se sentó enfrente de ella, en una mesa que en realidad servía para apoyar los pies.

'No me da la gana.' Respondió ella furiosa.

'Pues al menos dime si puedo hacer algo para que te quedes aquí. – Insistió Remus empezando a notar cierta frustración.' Venga seguro que hay algo que quieres y que te calmaría.

'Sí.' Admitió Evy al cabo de unos segundos. Los 3 chicos empezaron a sentir que iban a alguna parte. 'Irme de aquí.' Dirección equivocada.

'Eso no va a poder ser, así que busca otra cosa.' La pregunta que rondaba la mente de Remus ahora, era ¿Por qué tuve que ser tan amable? Por qué me metí en este lío?

'Quiero que esos 3 se vayan.' Evy señaló a James, Sirius y Puck, pero no se volvió a mirarlos. Remus les miró suplicante, estaba seguro de poder lograr que se calmara y se quedara si los dejaban un rato a solas.

Por una vez Sirius parecía tranquilo, en fin, el animago no soltó una frase estilo: "pues si se quiere ir que se vaya" como hubiera hecho en circunstancias normales. Si no que salió andando sumisamente por la puerta. James, que sabía que si quería que Sirius volviera a la normalidad, necesitaría a Evy, también salió. Como Puck no quería quedarse a solas con un licántropo y una onza, tb salió de allí.

Estuvieron un rato sentados en el porche sin hablar. Menos Puck, que aprovechó para descolgar la ropa tendida. Al final, Sirius habló.

'Siento como me he portado las dos últimas semanas.' Dijo el joven de ojos grises con tono arrepentido.

'Estabas en tu derecho.' James le resto importancia con un gesto. 'Tu padre ha muerto es normal que te comportarás como...'

'Un cabrón sádico y desquiciado.' Concluyo Sirius.

'Si.' Confirmo James. Sirius le lanzo una mirada herida, ya que esperaba que James le dijera que no era así. Al final sonrieron los dos. 'La verdad es que encontraste la mejor forma de hacernos daño a todos. Yo con los gritos que le soltabas a Puck, me hubiera podido manejar bien, mejor que con las borderías; Evy, esas borderías te las hubiera cortado de raíz si hubieran sido para ella y Puck si le hubieses ignorado, se habría quedado tan pancho.'

'No lo hacía aposta.' James le miro escéptico. 'Vale, si lo hacia aposta. Pero lo único que quería es que alguno se peleara conmigo. Una discusión de verdad, que me dejara sacar lo que llevaba dentro... Y ahora que lo tengo no la quiero.'

'Seguro que Remus logra calmarla.' Dijo James confiado.

'Sólo por curiosidad, Sr. Black...' Empezó Puck con timidez.

'Te he dicho que me llames Sirius.' Señalo el aludido.

'Pues Sr. Sirius. ¿Cuánto dinero rechazo la Srta. Vega?'

'Creo que 500 mil.' Los ojos del elfo se abrieron tanto que alcanzaron el tamaño de balones de fútbol. Aquello era una pasta. James silbó.

En ese momento, la puerta se abrió y ambos se levantaron ansiosos para ver a Remus que salía con un par de hojas llenas con la letra infantil y redonda de Evy. Puck tb se acercó.

'¿Cómo ha ido?' Preguntaron los dos como si Remus fuera un médico que saliera de una complicada operación quirúrgica y ellos quisieran saber los resultados cuando antes.

'Se queda.' Los tres respiraron con alivio. 'Pero con condiciones.' Volvieron a ponerse tensos. 'Para ti, James, quiere que vayas al supermercado de la semana pasada y le compres todo lo que viene en esta lista.' Remus le entregó una de las hojas. 'Y ha hecho especial hincapié en que pagues en la caja 17.'

'¡Pero que manía tiene con esa caja!' James aparto los ojos castaños de la lista. '¿Por qué tiene que ser esa caja, exactamente?'

'A mi tb me parece extraño.' Confeso Remus. 'Pero tc entiendo para que quiere mortadela con dibujos de Pikachu y Nocilla de tres sabores.' Ahí Remus compuso la clásica cara que ponen los hombres para expresar que no entienden a las mujeres, aunque parezca que sí. 'Para Puck, dice que si no te importa darla un masaje como el del otro día.'

'Puck, lo hará encantado.' Desde que oyó la cantidad de dinero que había rechazado la onza, su opinión sobre ella había mejorado bastante.

Finalmente, Remus se volvió hacia Sirius, que aguardaba impaciente su encargo. Y es que no había nada que no estuviera dispuesto a hacer para lograr el perdón de Evy: iría hasta la Antartida para llevarla un pedazo de hielo, a las entrañas de la tierra a buscarle un diamante, a Júpiter a buscarla una roca volcánica... Lo que quisiera.

Sirius, creo que te va a costar más que a los otros. – Al oírlo la sonrisa deslumbrante de Sirius, se puso mustia hasta quedar como esas caras tristes. Vamos que paso de :-) a :-(. '¿Por qué no acompañas a James con la moto al supermercado? Igual mientras se la pasa.' Sugirió Remus tratando de animarlo.

'Es cierto.' Se animo Sirius de nuevo. 'Además allí podré comprarle un regalo enorme, y con él seguro que me perdona.'

'¡NO!' Exclamaron James & Remus categóricamente.

'Sirius, escucha esto con atención.' Remus habló como habla la policía a la gente que esta en lo alto de una cornisa amenazando con lanzarse al vacío. 'Bajo ningún concepto, intentes solucionar esto con regalos. Te recuerdo que la raíz del problema se encuentra en el dinero.'

'Tendrás que usar tu ingenio.' Apoyó James.

'Ya.' Sirius seguía pensativo. 'Bueno, supongo que por el camino se me ocurrirá algo.' Se volvió hacia James. '¿Nos vamos?'

'Sí.' James se volvió hacia Remus. '¿Quieres venir?'

'No, me voy a casa. Mi madre se queja de que desde que tengo novia casi no me ve el pelo.' Remus se volvió hacia Sirius. 'Suerte.'

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'¡Cariño, ya estoy en casa!' Anunció Joy desde la puerta del despacho donde Snape se dedicaba a hacer cuentas, "ayudado" por su amigo Rosier.

"Ayudado" porque Rosier se dedicaba a jugar al baloncesto con pergaminos arrugados y una papelera, superando el record mundial de más canastas falladas en dicha especialidad.

'¿Cómo esta ese Black que sale con tu amiga?' No es que a Snape le importara realmente, pero había aprendido la lección. Cuando Joy volvió del entierro, y Snape no pregunto siquiera por el chico, su novia le había pegado una bronca de impresión y le había dejado sin... postre hasta la fecha.

'Su padre ha muerto. ¿Como estarías tú?' Contestó Joy, sin moverse de la puerta.

'Aliviado. Igual que tú.' Snape no levantó sus enigmáticos ojos negros del pergamino donde hacia cuentas.

'Supongo.' Admitió Joy. 'Si te soy sincera me preocupa más Evy, no sé si a estas alturas estará aún en casa de James o en un vuelo camino de Roma.'

'¡Espera!' Intervino Rosier. '¿El bombón de tu amiga esta libre? – La respuesta de Joy fue una mirada desagradable. 'Vale, ya me callo.'

'De todas formas, te recuerdo que a tu padre no le vas a ver en mucho tiempo.' Señalo Joy.

'Sí, fue una suerte que circulando borracho se chocara con Lucius Malfoy, y le mandaran a la cárcel por tiempo indefinido a la espera de juicio. ¿Verdad, Sev?' Comento Rosier con un tono irónico. El aludido le lanzó una mirada de advertencia. Rosier cerro el pico.

'Sí fue una suerte.' Aunque Snape sabía que no tenía nada que ver con la suerte. Eran pequeños favores, que hacía el señor Tenebroso y que antes o después tenías que pagar.

'¿Y qué tal van las cuentas?' Joy al fin entro en la habitación, se puso tras la silla donde su novio estaba sentado, le abrazo, le beso en la mejilla y miro el pergamino de las cuentas.

'Fatal.' Snape dejo caer la pluma sobre el pergamino y se llevo las manos a la cara con gesto desesperado. Luego volvió a mirar el pergamino, como si ese gesto que acababa de hacer pudiera lograr que el resultado de las cuentas cambiara. 'Con el dinero de que disponemos, no podemos mantener esta casa.'

'Te lo dije.' Suspiro Joy, feliz por haber acertado, pero triste por tener razón. 'Si nos trasladamos a un apartamento y vendemos la casa, iremos mejor de dinero.'

'Es verdad.' Admitió Snape. La verdad es que fue un palo duro para él estar haciendo cuentas durante cuatro horas para llegar a la misma conclusión que su novia llego en cuatro segundos.

'En el Profeta he visto un par de anuncios de pisos que parecían estar bien.' Joy dejo caer el periódico sobre la mesa. 'Son de tres habitaciones, con lo que es perfecto. Una para tu madre, otra para nosotros y la tercera para mi ropa.' Snape parpadeó por el reparto de habitaciones.

'Mejor comprarlo de cuatro habitaciones.' Intervino Rosier. 'Que así me puedo pasar yo de vez en cuando.'

'Tres estará bien.' Decidieron Joy & Snape tras intercambiar una mirada.

'Pues mañana nos ponemos a ello.' Concluyo Snape. Joy sonrió. Impaciente por ir de compras.

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Por su parte, Sirius acababa de aparcar en el aparcamiento exterior del centro comercial, enfrente había un parquecillo. Por desgracia, aún no se le había ocurrido nada para hacer que Evy le perdonara y eso no era normal, sabía que contra más tiempo la dejará más difícil sería que ella le perdonara. Para colmo el maldito parque estaba lleno de parejitas acarameladas. ¿Por qué cuando te van mal las cosas en el terreno amoroso a tu alrededor sólo hay parejas felices?

Pero entonces se fijo en que en el parque había más que parejas felices... Y le vino la inspiración.

'James.' Cuando el aludido se dio la vuelta, Sirius le lanzó las llaves de la moto. El moreno de pelo revuelto las cazo al vuelo y le miro sin entender. 'Voy a comprar un par de cosas en el parque y vuelvo a casa en el autobús noctámbulo. Creo que sé como hacer que Evy me perdone.'

'¿Seguro?' James le miro con recelo. 'Mira, que igual lo empeoras.'

'Tranquilo, funcionara.' Aseguro Sirius tan confiado que James no quiso quitarle la razón.

En cuanto James se quedo solo, entro en el centro comercial y fue directo al supermercado. La otra vez tardó una eternidad en encontrar las cosas, pero esta vez, como ya sabía donde estaban, esperaba tardar menos.

Pero James ignoraba una cosa: si tu vas una semana determinada a un supermercado las cosas estarán en un sitio. Pero si vas la semana siguiente, esas mismas cosas, lo más probable, es que estén en un lugar completamente distinto. Y no preguntes a los empleados, ellos con suerte, te dirán la ubicación de cinco semanas antes.

Así le paso a James, habían cambiado de sitio las neveras de los yogures, y nadie parecía saber donde estaban. Cuando James ya había hablado con tantas chicas de los yogures Bio, que se sentía José Coronado, apareció un chico de pelo castaño con tupé, ojos avellana y un serio problema de acne, que según su placa se llamaba David Mulder, que le indicó donde estaban las neveras.

Una vez cogidos los yogures, sólo le quedaba un encargo por cumplir: pagar en la caja 17. No entendía porqué Evy quería que pagara en esa caja en concreto, pero aquel día estaba abierta y decidió averiguarlo.

Lo primero que podía decir de esa caja era que tenía la fila más larga. Tanto es así, que el bueno de David, dijo que James era el último que podía pagar allí. Los que estaban detrás de él, se fueron apesadumbrados sin dejar de repetir: no es justo.

Entonces James se percató de otro detalle: la fila estaba compuesta exclusivamente por hombres. Todos de la edad de James. Todos vestidos más para ir de ligue a una discoteca que a hacer la compra. Lo único que se le ocurría era que la cajera estuviera buena. James trató de comprobarlo, pero no vio mucho.

Tuvo que esperar hasta llegar a la caja en sí, y ver a la cajera en persona. ¡Y claro que era guapa! Una belleza pelirroja de ojos verdes, cuerpo de infarto que ni siquiera el horrible uniforme lograba estropear.

'Buenas tardes.' La chica alzó la cara con la sonrisa mecánica que dedicaba a todos los clientes, pero se la quedo congelada al ver a James.

'Hola Lily.' Sí, la chica de la caja 17 era la ex novia de James, Lily Evans en persona.

Y James ya sabía porqué Evy tenía tanto interés en que él pagara en esa caja en concreto.


Antes de hablaros del próximo capítulo, hay una cosa que realmente me gustaría saber. ¿Esperabais que la cajera de la caja 17 fuera Lily? Supongo que muchos sí, porque me veis venir ya, o no, igual fue una sorpresa, pero realmente me gustaría saberlo, así que si sois tan amables de dejar un RR y decírmelo os lo agradecería mucho, subiendo por ejemplo antes el siguiente capítulo.

Pasando al siguiente capítulo, pues en este han quedado cuatro cosas en vilo:

1) ¿Cómo pudo la alumna más brillante de Hogwarts terminar trabajando de cajera en un supermercado? No es que haya nada malo en ello, es que es un salto bastante grande. Pues en el siguiente capítulo lo descubriremos.

2) ¿Conseguirá Sirius que Evy le perdone con la genial idea que ha tenido en el parque? (SIIIIII, es decir, ya lo veréis)

3) La gran catástrofe: Snape & Joy buscarán casa "ayudados" por Rosier.

4) Descubriremos el nombre de la vampira del funeral. Su historia entera saldrá pero más adelante. Entre tanto, me encantará oír vuestras teorías al respecto. ;)

Y con esto creo que no tenéis excusa para no dejar RR, ya que por falta de cosas sobre las que opinar no es. Falta de tiempo, vamos, si habéis leído esto que os habrá llevado un rato largo, creo que tenéis tiempo para dejar un "Hola, me esperaba lo de Lily. Creo que la vampira del funeral es la madre biológica de la pelirroja que en verdad es hermana de Sirius, Hasta pronto." Yo no he tardado ni un minuto en escribir esa frase, y eso que he tenido que retroceder para quitar rallajos rojos. Igual os lleva 3, por eso de que hay que descargar la página, pero que no creo que os cueste tanto.

En fin, que ya veremos cuanto tarda en salir el 3, creo que no mucho, porque ahora mismo estoy a la mitad, así que dependerá de vuestro grado de interés que se mide en RR, por cierto.

Un beso y hasta pronto.

CarlaGray.

Orgullosa Lupina, miembro de la orden Siriusana Hija política de Veronika, hermana adoptiva de Mya & Maru Malfoy, tía de Azi Black, paciente de Serenity, emperatriz consorte de Alon. Ahijada del hada madrina Noriko. Pariente en potencia de Miss Molko. Miembro de las 11 de Mey. (Interesadas en robar bancos, huevos faberge o casinos,dejen RR con su curriculum.)

Aclaración: La vampiresa del funeral no es la madre biológica de Lily y desde luego ella y Sirius no son hermanos. Sólo os ponía un ejemplo.