Hola, hola. Me prometi a mi misma que cuando la cosa esta marcara que llevaba 50 RR en el fict subía el nuevo capítulo, pero como una servidora no tiene palabra ni consigo misma, pues con 43 me vale. Una cosa que me ha puesto muy contenta, aparte de lo deprisa que habéis reaccionado, es que la mayoría captasteis lo de que Lily era la cajera. Eso significa que estáis despiertos, cosa que os será muy útil para cazar mis giros extraños. Pero que tampoco os echéis muchas flores que anda que no di pistas. De la vampiresa no os pienso hablar hasta su momento así que me insistáis. Pero vamos, que si no nos eternizamos y vosotros estáis aquí para leer un capi:
Lily Granger Potter: Hola, felicidades por lo de Lily, aunque estaba fácil. Tu lo que quieres es que Sirius no sea hijo de la pedazo arpía esa, que te veo venir. A ver, alma de melocotón, Lily y Sirius no son hermanos ni nada extraño, y Lily no es hija de la vampiresa, a su madre estás a punto de conocerla y, bueno... La verdad es que es un punto. Will va a tardar un rato en salir, me parece que hasta el 5 nada. ¿Pero cómo os puede gustar Rosier? Todavía lo de Snape lo entiendo, pero lo de Rosier... En fin, te mando un beso hasta Sevilla.
Lucemvicuna. ¡Sí, sorprendí a alguien! Es que casi todas me acertasteis lo de Lily y empezaba a pensar que estaba perdiendo el toque. No, corazón de amapola, Lily no es un vampiro, y no tiene hermanas que lo sean, aunque Petunia... Podría serlo, mira. No es que a Adrien no le gusten sus amigas, le tiene tirria a Evy, solamente, que yo sepa de Joy y Lily no dice nada.
LILY – EVANS: Hola, sí ya sé quien eres, supongo que mi odiada Némesis, y yo sí sabía lo que significa esa palabra, se lo iba a explicar yo a Anto, peor como ya lo hiciste tu tan "amablemente" una cosa menos de la que encargarme. Espero que no te importe que te responda aquí, que tengo más espacio, aunque en HA te mandaré un "cordial" saludo. Y si te importa, la verdad es que me da igual. Yendo al tema, primero de todo me tendrás que explicar porque eres mi Némesis, o yo soy la tuya, es que entre tus desvaríos con tus múltiples personalidades y sobre mis personajes no fui capaz de encontrar la respuesta. Piensa que si me convences te añado a la firma. Aunque eso fijo que te da igual. Te digo que no sé porque somos opuestas, si tenemos opiniones bastante similares: nos encantan los ficts de Henar, no queremos que Bell este con Remus, adoramos a Joy y Yeye... Vale, diferimos un poco en lo de Lily, (¿Gracita Morales en cine de barrio? Cielo, si la tal Kykio te vuelve a ofrecer un yogur no te lo comas, que fijo que esta caducado.) Por cierto, en tu plan de matarme e irte al infierno a torturar a Kykio veo un pequeño fallo: creo que no has pensado en que yo también estaré por ahí abajo, puedo ser bastante reconrosa y vengativa y tendré el tiempo libre necesario para "tenerte ocupada". En resumen, que haber si la que termina siendo torturada por toda la eternidad eres tú y no Kykio. "La destrucción es el primer paso hacia el renacimiento" Querías que te tradujera esta frase al cristianismo, creo que quiere decir, que si te lo cargas todo, luego lo puedes reconstruir de nuevo. ¿Dices que lo sacaste de Evangelion? Seguro que no fue el lema de George Bush para invadir Irak? Y más o menos, eso es todo. Porque como me meta con los personajes no terminamos en la vida. Sólo 2 cosas más: lo de Snape, sí, es un mortifago, pero es que tiene que serlo, y aún así, yo sigo sin saber odiarlo. No me sale. La segunda es que te aseguro que la pareja Bell y Remus no terminan juntos. Garantizado. (Pero no sé lo digas a nadie.) Sayonara mi loca Némesis.
AnnaTB: Sí, la verdad es que el interés por parte de Evy era bastante mosqueante. Coincido contigo respecto a la madre de Sirius: vaya guarra. Menos mal que nuestro niño salió al padre. Chao.
Potterbefevans90: Por favor, ponte las sandalias y nada de quitarse sombreros. Los estriptease que los hagan los chicos. Sí, que era Lily la cajera estaba claro. (Eso de que todos los supierais me esta deprimiendo, me siento tan predecible. Gracias por escribir. Besos.
Ginny84: Hola, guapa. Vale, culpable, lo de la madre de Sirius lo saque de George de la Jungla. Es que a la madre de Sirius me la imagino estilo madre de Úrsula, y claro, se me coló. ¿Sabes que pasa? Que vampiresa no me suena bien, pero "vampira" la cosa esta me da error o me lo autocorrige. También veras muchas veces que digo vampiro, aunque sea una chica. sigue siendo lo que mejor me suena. ¿Tu grupo es el mismo que el de Lady Angelina? Es que ella también me dijo que me pasara por allí y que si podía publicar allí. Dime como encontrarlo y me pasaré cuando tenga un hueco. Un besote.
Aloromora: Me gusta que te gustara el capítulo. Uf, la verdad es que no sé como James no se dio cuenta porque todas vosotras lo dedujisteis rápido. Sí, Sirius se pasó bastante, aunque de cachorro arrepentido esta muy mono. Un besuqui.
Tsubasa Malfoy: Tranquila, por lo del RR, de verdad que no hace falta que me deis explicaciones, parece que os impongo más que la McGonagall. Tienes razón con Sirius se puede llegar a entender que estuviese algo desquiciado por lo del padre, pero llego a unos extremos... Me gusta que te guste. Chaos.
Xio: Sí! Alguien que se sorprendió! Lo siento, pensaba que había perdido la facultad de sorprender a la gente. Sí, lo del dinero es de George de la Jungla, aunque mezclado con una película llamada Sabrina y... Pero el guión es de George de la Jungla. Un beso.
Zelinair: Oh, vaya, siento que se te terminaran las vacaciones. Nada, ya no tienes que esperar más, 11 RR más y tus dudas serán despejadas. Besos.
Ivy Potter Black¿Antes de nada, te han echado de las prácitcas o aún curras allí? Seguro que te fue mejor de lo que piensas. Hablando del fict, seguro que no confundes a la madre de Bell con la de Sirius? Aunque con el toque que tiene Evy para las madres, cualquiera de las dos la trata fatal. Un besazo.
Laura P.E. Hola, si me has dejado algún RR, por lo menos tu nombre me suena y eso quiere decir algo. Me alegra haberte despistado con lo de la vampiresa, ya que con Lily no logre hacerlo. Disfruta el capítulo.
Keikleen. ¡No te metas con los que no vieron venir lo de Lily! Con la ilusión que me hace ser impredecible para algunas personas... Yo tampoco tendría para empezar con el dinero que la ofrecieron a Evy, es una miseria, sobretodo porque no tienes dinero para el billete de vuelta junto a Sirius cuando lo extrañes hasta morir. Mil besos.
Dimebonitareina. ¿La vampiresa tía de Lily? Pos va a ser que no. Pero gracias por jugar. De Bell no me digas ya más nada, como me empiece a dar muchos problemas me la cargo y digo que la vecina de Harry es una prima Squib que se llamaba igual. Solucionado. . Besos.
Iraty Rowling: Bien por ti, también lo sacaste. Ya veremos que dicen y hacen esos dos. ¿Alma de fresón mía, no te parece un poco cursi lo de los globos? Bonito sería la verdad, pero un poco cursi para Sirius. En cuanto a Joy y Snape, bueno, al menos son divertidos. No sé, a mi me gusta esa pareja. Aunque están condenados a no estar juntos. Besos.
Carolina T: Hola. 1. Siento haberte disgustado con lo de Lily y James. 2. ¿Quién es Tiberius? 3. Otra que vio venir lo de Lily. 4. ¿En serio, quién es Tiberius?
Made: A mi tb me da pena Siriusm pobrecito mío. Lo de Crouch vas a tardar en saberlo pero entre tanto vas a estar tan entretenida que no te dará tiempo a pensarlo. Besines.
Dany Black: Supongo que después del susto que se ha llevado con Evy, Sirius será mucho más majo de ahora en adelante. También odio a la madre de Sirius.
Hikari Katsuragi: Hola, me alegro que te guste. ¿Así que crees que la vampiresa tiene que ver con Evy? Pues no eres la única que lo cree... Besos. PDTA: si soy, española. De aquí, de Madrid, para más señas.
Antiope Black (1) Me alegra que te gustara el principio, sé de gente que lo encuentra aburrido, por eso me alegro de que te guste . Sí, es una pena lo de Toliman.
Antiope Black: Tienes razón con la madre de Sirius, lo es y con todas las letras además. ¿Crees que he tardado mucho en actualizar? Un besote.
Adrea Black: No me lo puedo creer, regresaste. (Un coro de borrachos sale a cantar el aleluya, desafinando bastante.) Ya, vale, silencio por favor. En, fin ya veo que has estado ocupada, vaya vida intensa que llevas. Bueno, yendo al RR en sí, dices que te extraño la actitud huidiza de Lily, pos no sé, yo creo que si te van a dar una mala noticia, tiendes a practicar el escapismo. En cuanto a Petunia, yo más que arisca diría que es borde de narices, pero es genial que ninguna de las dos sea tan hipócrita como para fingir que se importan. Se llevan mal, y punto. Ya me figuraba que a ti el 1 no te iba a entusiasmar, pero para arrancar los ficts suelo tirar de los personajes que me resultan más fáciles escribir, y en este caso son Evy y Joy. Y lo de matar a alguien más... De momento a nadie. Ya avisaré de las malas noticias para que os mentaliceis. La verdad es que Sirius se paso bastante: mira que ser tan cruel y capullo con sus amigos que no tienen culpa de nada... Hablando de las fallas: estuve en las de Gandía. Super chulas. Y eso que a mi los petardos me dan mucho miedo... Besos de torrijas.
Steffy Potter. ¿Te mencioné que me encanta que te encante mi fict? Me alegra haberte sorprendido con lo de Lily, aunque creo que la pelirroja también se sorprendió de ver a James allí. ¿De verdad que nunca habías leído una vampiresa en los ficts? Oô Seguro que la has leído pero no te acuerdas. Chao.
K-rmen: Gracias por perdonarme lo del padre de Sirius, a mi no me gusto matarlo, pobrecito mío. Tienes razón, lo mejor de todo esto será la reacción de la pelirroja, con el carácter que tiene y en un lugar con tantas cosas que lanzar a la cabeza de James. Tranquila, creo que la idea de Sirius dará resultado. Abrazos.
Padma Patil Naberrie: Me alegra verte de vuelta, la verdad es que te extrañaba. Me alegra que te este gustando lo poco que has leído de esta historia. Muakis.
Bars9: Guachas gracias, guapetona. Suerte con lo de escribir y actualizar en este siglo.
Lady Angelina: Bueno, bueno, menuda oferta... ¿Cómo lo haríamos? Te lo tendría que mandar o lo copiarías y pegarías de Te lo digo porque una vez lo intenté subir en un amago de grupo que montamos una amiga y yo y no había manera, ocupa más de 6MB que es el máximo que tienes para subir en grupos. Por lo menos era lo que te dejaban antes. De todas maneras mi mail es correodekarla69, en Hotmail. Te escribo y hablamos más tranquilas. Besos.
Pues ya con todos los mensajes contestados vamos al nuevo capítulo, CarlaGrey Pictures se complace en presentar un nuevo capítulo de esta producción.
Por amor al arte 3.
La chica de la caja 17.
Para entender cómo Lily terminó sentada en esa caja 17, la tarde del funeral del padre de Sirius, tenemos que retroceder un mes en el tiempo.
A la época en que Lily se pasaba el tiempo encerrada en su cuarto, escuchando canciones deprimentes de Amaral, (sin ti no soy nada, Te necesito, toda la noche en la calle... Bueno, esa no era deprimente, pero la gustaba bastante), tumbada en la cama y preguntándose qué diablos le había dicho Crouch a su James, para que ya no quisiera ser su James.
Pero un día alguien rompió su monotonía llamando a la puerta. Hasta entonces nadie la había molestado: su madre, había recaído en la bebida tras una breve reconciliación con el padre de Lily, que había terminado largándose con su nueva secretaria a Ibiza y su hermana trabajaba de secretaria en una empresa de taladros, Grunning o algo así. Resumiendo, que la llamada a la puerta era lo bastante insólita como para que Lily quitara la música, se levantara de la cama y abriera la puerta.
'Tenemos problemas anormal. – Anunció su hermana Petunia, entrando en la habitación de Lily.
'¿Y me lo dices a mi? – Que Lily se asombrara no tenía nada de extraño: en caso de que Petunia tuviera problemas, pedirle ayuda a Lily sería lo último que haría en el planeta. - ¿Qué pasa?
'Han detenido a mama esta mañana. – Petunia estaba en la habitación de su hermana con los brazos encogidos procurando no tocar nada. No fuera a ser que la anormalidad de Lily fuera contagiosa. – Por escándalo público.
'¿Otra vez? – Lily logró con gran esfuerzo reprimir la carcajada.
Su madre tenía como unos setenta millones de denuncias por escándalo público. Verbena, así se llamaba la buena mujer, decía que cuando bebía oía voces, voces que la decían: "Desnúdate, Verbena, eres demasiado bella para ocultarlo al mundo." Y claro, Verbena, obedecía.
Se iba a un lugar discreto, como Trafalgar Square, las casas del parlamento, la abadía de Westmisnter... y allí que se desnudaba. Lily estaba casi segura, de que no había un solo hogar en Japón en que no hubiera una fotografía de su madre desnuda para ilustrar lo desvergonzadas que son las mujeres europeas.
'Sí, pero esta vez ha sido peor. – Si uno miraba a Petunia con atención se daba cuenta que ella tb estaba a punto de reír, pero no podía permitirse demostrar que sentía algo por su familia que no fuera vergüenza ajena. – Se ha colado en el Palacio de Bukingham, se ha metido en la habitación del príncipe Carlos y se ha puesto a bailar desnuda para él.
Lily miró a su hermana estupefacta tratando de decidir si Petunia bromeaba. Luego recordó que su hermana carecía de sentido del humor, así que hablaba en serio. Y por primera vez en varios días, Lily se puso a reír como loca.
'¡No tiene gracia! – La riño Petunia, molesta porque ella iba a terminar por reír tb, pero Lily al fin se controlo.
'¿Y hubo suerte? – Pregunto Lily.
'No, ya te he dicho que la han detenido. – Contestó Petunia sin entender la pregunta.
'Quiero decir, si se ligo al príncipe Carlos. – Petunia no contestó. – Vamos, no pongas esa cara de muermo. Como si a ti no te gustara la idea de ser princesa de Inglaterra. – A su pesar Petunia tenía que admitir que la gustaba bastante la idea. Viendo que su hermana no tenía ganas de bromear Lily se puso seria. - ¿Cuánto tiempo estará ingresada esta vez?
'Ese es el problema. De nuevo dice que quiere tomarse su desintoxicación en serio. – Petunia hizo una mueca desdeñosa, si la hubieran dado un penique por cada vez que su madre las había dicho eso, Petunia no se hubiera tenido que liar con el hijo del dueño de la empresa de taladros para disponer de efectivo. – Y ha escogido una clínica muy cara, donde van los famosos. Por lo visto allí esta Madonna.
'Bueno, igual con ella si tiene suerte... – Trato de bromear Lily para que su hermana se relajara, pero decidió dejarlo por imposible. - ¿Cuánto nos va a costar esta vez?
'Mil libras. – Contestó Petunia. Lily silbó. Era mucho dinero. – Podemos pagarlo a plazos, pero con mi sueldo de secretaria no llego para pagar los plazos y mantener la casa y ese que dice ser nuestro padre, se niega a ayudarnos.
'¡Lo tengo! – Exclamó Lily tan emocionada como Arquímedes cuando salió de la tina donde se bañaba desnudo después de descubrir su famoso principio. – Demanda a tu empresa por acoso sexual y conseguiremos el dinero.
'¿Qué? – Pregunto Petunia. Fue la última palabra que logró articular en una hora larga.
'Vamos, no pongas esa cara de pasmo que no es una idea tan descabellada. – Siguió Lily segura de haber encontrado la solución a todos sus problemas. – Puedes decir que el hijo del dueño, Vernon Dursley, te amenazó con dejarte sin empleo si no salías con él, cosa que, por cierto, yo no tengo tan claro que no ocurriera, porque si no, no entiendo que haces con él. El caso es que ni siquiera creo que tengamos que ir a juicio, la mayoría de las empresas pagan para ahorrarse el escándalo. ¿Qué te parece? – Petunia no contesto, lo que permitió a Lily unos segundos para meditar su idea. – Hombre, inconvenientes tiene, lo admito. Igual te despiden y te quedas sin novio, pero seguro que con la pasta que nos dan podemos pagarle la clínica a mami y de paso tu te haces un lifting o algo por el estilo y cazarías a uno mejor en un periquete. ¿Qué opinas?
En vez de contestar, Petunia salió de la habitación. ¿Cómo pudo pensar que la anormal podría ayudarla realmente?
Vista la (incomprensible) falta de entusiasmo de su hermana mayor por la idea de la demanda de acoso sexual, Lily tuvo que pasar al plan B, es decir, buscar trabajo. Lo cual resulto ser un problema, dado que necesitaba dinero Muggle, busco trabajo en el mundo Muggle, donde casi todos los trabajos requerían experiencia previa. Experiencia que Lily no tenía y que no podía conseguir dado que nadie la daba trabajo por no tener experiencia.
Después de varias entrevistas de trabajo, a cuál más desastrosa, Lily decidió embellecer su currículo. Por ejemplo, al verano que paso en un campamento infectado de mosquitos lo llamo "experiencias en el área de trasfusión de sangre". Al día que le sacó un diente de leche a un niño de un puñetazo lo calificó como "jornada práctica de odontología". A cuando cogió a dos compañeras de la escuela y las dejó durmiendo en el lago con dos colchonetas para que no se ahogaran lo llamo "organizar cruceros". Y finalmente, a cuando ayudo a Joy & Evy a organizar una subasta de solteros lo etiquetó como "Curso práctico de Merchandaising", omitió el detalle de que dimitió.
Aún así no le fue bien en las entrevistas, ya que ahora tenía demasiada experiencia en campos muy diversos y no encajaría bien en su empresa y preferían contratar a alguien al que poder pagar menos sueldo.
Por eso, cuando el dueño de la cadena de supermercados que había abierto en el recién inaugurado centro comercial cerca de su casa la entrevistaba, Lily estaba dispuesta a hacer y decir lo que fuera para conseguir el puesto.
'Tu currículo es impresionante, Lily. – Decía el señor Holmes. Un señor que parecía escapado de un anuncio de Malboro Country, ya que iba vestido de vaquero completo: camisa de cuadros, vaqueros con trozos de piel de vaca, botas de montar y sombrero. Al principio, Lily pensó que iba así vestido porque era el día del orgullo tejano, pero luego ya vio q esa era su forma de vestir habitual. - ¿Por qué te despidieron de todos estos sitios?
'Es que... – Lily buscó una buena razón, que la permitiera además conseguir ese trabajo, ya que tenía la impresión de que esa pregunta fue su ruina en anteriores entrevistas. – Digamos que en esas empresas tenían una política muy estricta con el tema de tirarse al jefe. Y claro, me despidieron.
'Se acabo la entrevista. – El señor Holmes cerró la carpeta con brusquedad y sonrió. - Estás contratada.
'¿De verdad? – Pregunto Lily tan emocionada que estaba apunto de abrazarle.
'Sí, empiezas mañana. – Lily se levantó tras darle las gracias. – Ah, Lily. Que sepas que en supermercados Holmes, no despedimos a nadie por tirarse al jefe.
'Lo tendré en cuenta. – Lily se dio cuenta de que tendría un pequeño problema, pero eso era algo con lo que ya lidiaría con el tiempo. Ahora tenía trabajo.
La asignaron la caja 17 y su belleza e inteligencia la hizo destacar enseguida. Naturalmente esas dos cualidades nunca dejan a nadie indiferente, pueden pasar dos cosas: Que te conviertan en la chica más popular del lugar y te conviertas en la líder de un pequeño reino o que todo el mundo te odie y te conviertas en un marginado con un selecto, es decir, pequeño, grupo de amigos. A Lily en Hogwarts la paso lo segundo. Y en el supermercado la paso igual.
Sólo hizo dos amigos en el supermercado, una fue Gertrudis Klaus, una rolliza joven más ancha que larga, de ojos pequeños que físicamente se parecía al novio de Petunia y cuyo carácter inflexible la había ascendido a encargada. Desde el primer día la chica había tomado a Lily bajo su ala protectora y la había protegido y favorecido entre las demás simples cajeras. Cuando se lo contó a Evy, ella le sugirió que Gertrudis era lesbiana y que seguro que quería tema con ella.
Su otro amigo era David Mulder, un chico un poco mayor que Lily, que se dedicaba a reponer el género en los estantes. Era castaño, de ojos y pelo, y de no ser por los problemas de acne que padecía el pobre sería un ejemplar bastante atractivo. Lily buscaba un hueco en su agenda para ir al callejón Diagon y conseguir un remedio para el problema de su nuevo amigo.
Pero a Lily no le molesto no tener amigas entre las cajeras, pronto las hizo entre los clientes. Por la mañana iban las amas de casa y los ancianos jubilados, pese a que Lily se había jurado así misma que jamás sería un ama de casa nunca las trató con prepotencia, si no que era un cielo. Y nunca hacía esa cosa que hacen todas las cajeras de poner en la misma bolsa los huevos con una botella de cristal o llenar demasiado las bolsas que molesta a todo el mundo. Tampoco se quejaba cuando los ancianos la pagaban penique a penique la cuenta, si no que les ayudaba con paciencia.
A mediodía iban los que salían de trabajar a esa hora y tenían que correr para recoger a sus hijos en el colegio y hacer la comida. Esa gente iba embalada y no soportaba a las cajeras torpes. Lily no lo era, así que esa gente estaba encantada con ella.
Lily solía comer a las cuatro, le había pedido al señor Holmes, que no la negaba nada, esa hora para comer con su amigo David. Y volvía a las cinco. Justo a tiempo para atender a los niños que al salir de la escuela, eran enviados por sus madres a hacer recados. Esos niños estaban todos, sin excepción, enamorados de Lily, en cuanto la hablaban se ponían colorados como el pelo de su amada. Lily era amable con ellos y sonreía cuando la venían con dibujos y otros regalos.
Desde las seis y hasta el cierre, era la hora de "los niños grandes", tb estaban enamorados de ella, pero eran mucho más... Insistentes. Capaces de estar media hora dando la lata a Lily con tal de conseguir una cita con ella, y nada acostumbrados a oír la palabra no. Pero Lily se lo contó a David y al Sr. Holmes que la ayudaban a librarse de ellos.
Esa fue la hora a la que James apareció por allí, y cuando lo vio Lily no se lo podía ni creer. Últimamente había estado liada para pensar en él a cada segundo, pero siempre dejaba un minuto o dos para ello, sin embargo ya había empezado a pensar que el recuerdo del atractivo de James era una jugada de su mente, pero no. Es más su mente se había quedado corta.
¿Cómo había sabido que ella trabajaba allí? Fue su primera pregunta, pero al ver que el chico parecía tan sorprendido como ella, se dio cuenta de que era una casualidad.
Recuperó el control sobre si misma lo suficiente como para saludarle y sonreír:
'Hola James. ¿Cómo te va todo? – Lily empezó a pasar la compra por los IR para leer el código de barras, sin mirar las cosas que pasaba pero muy atenta a ellas.
'Bien. – Contestó James cortado. Por primera vez en su vida no tenía ni idea de cómo hablarle a una chica y dejaba que ella llevara el peso de la conversación.
'¿Y Sirius? – Siguió Lily al ver que él no se iba a extender mucho con la respuesta. Mientras hacía recuento de la compra, se puede saber mucho de una persona por las cosas que compra.
'Algo mejor. – Dijo James.
'Me alegro. – Lily sonrió con calidez, como si no estuviera furiosa con él. Eso animó a James.
'Escucha, Lily, lamento mucho como terminaron las cosas, pero me gustaría que volviéramos a ser amigos, de lo contrario, creo que va a ser muy incómodo para todos, porque tenemos amigos comunes. ¿Qué me dices, Lily?
'¿En efectivo o con tarjeta?
'¿Qué? – Pregunto James confundido por la respuesta.
'La compra, James, qué como vas a pagar la compra. – Suspiro Lily.
'Con dinero. – James empezó a rebuscar entre las libras de las que disponía. - ¿Cuánto es?
'16'80. – Contestó Lily. Mientras le veía tratando de desliarse con las libras, algo enfurruñado porque la pelirroja no le hubiera hecho ni caso, Lily sonrió enternecida. No le podía dejar ir así. Cuando tomaba el dinero, le dijo. – No es que no quiera hablar. Es que ahora estoy trabajando. Salgo dentro de una hora, hoy no me toca hacer caja. Si quieres podemos ir a tomar algo y hablamos.
'Esta bien. – Al recoger el cambio James lucía una sonrisa tan adorable que hubiera hecho temblar las rodillas de cualquiera. De no estar sentada, Lily hubiera caído al suelo. - ¿Nos vemos en la cafetería esa... Jamaica?
'Perfecto.
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Lily volvió a mirar el reloj. James se retrasaba. La pelirroja ya sabía que James no era un neurótico del orden y la puntualidad como ella, pero tres cuartos de hora eran demasiada tardanza hasta para él. Si lo llega a saber no le hubiera pedido a Gertrudis el favor de que la dejara salir antes, con el dinero extra que te daban por hacer recuento, Lily se podría haber comprado unas Dr. Martins preciosas que había echado el ojo en la zapatería.
'Perdone. – La camarera que la había puesto una deliciosa tarta y un batido, se acercó a la mesa. – Estamos a punto de cerrar. Ya sabe... Juega Inglaterra la final de la Euro copa y queremos ir a verla a casa.
'Lo siento. – Lily sonrió a modo de disculpa. - ¿Cuánto es?
'3´80. – Contestó la camarera. Lily empezó a sacar el monedero.
'Ya pago yo. – Contestó una voz masculina. Lily alzó la mirada esperando ver a James, pero era su amigo David. ¡Qué idiota! Seguro que James no iba a ir. ¡Vaya pérdida de tiempo! David se sentó frente a ella mientras la camarera volvía a por el cambio. - ¿Qué hace una chica tan guapa como tú sola un sábado por la noche?
'Había quedado con alguien, pero creo que me ha dado plantón. – Lily puso cara de circunstancias.
'¿Plantón? A ti? – Se escandalizó David. - ¿Quién ha sido el idiota? Espera! No será ese moreno, alto, de pelo revuelto con el que te vi hablando esta tarde?
'¡Premio para el Sr. Mulder! – Confirmo Lily.
'¿Y exactamente cómo se llama?
'Es James.
'¿James? – repitió David. - ¿El famoso James? El James que es el gran amor de tu vida? El mismo James que te dejo sin ninguna explicación tras una relación más breve que el paso de Antonio Camacho como entrenador del Real Madrid? Ese James?
'El mismo. – Lily ya había puesto al día a David de todos los detalles de su vida.
'¡Guau! No creo que haya dos personas que hagan mejor pareja que vosotros dos. – Lily se encogió de hombros. Se sentía mal porque James no estuviera allí. Lo único que la faltaba era recaer en la depresión que sufrió a principios del verano. David noto que iba a ponerse a llorar. – Eh, venga, no. Lily no llores. – La alzó la barbilla. – Si te ha dejado plantada no se merece ni una lágrima. Venga. Déjame ver esa sonrisa preciosa, que es más bonita que la de Julia Roberts... – Lily hizo el gesto que haría un niño para pedir tiempo a su madre para tragar la comida que tenía en la boca antes de que su progenitora le metiera otra cucharada de puré. Luego sonrió. – Eso esta mejor. ¿Qué te parece si vamos a tu casa y encargamos una pizza para ver juntos el partido? Invito yo.
'Su cambio. – Intervino la camarera dando tiempo a Lily a pensarlo.
'Esta bien. Pero me ayudarás a repasar Las Teorías. – Accedió la pelirroja.
'Por supuesto.
Cuando Lily se levantó vio que David llevaba un par de bolsas del supermercado llenas de pizzas para calentar y un par de Coca Colas, a todas luces David no las había pagado.
'¿A eso lo llamas invitar? – Lily fingió enfadarse, llevando sus manos a las caderas, pero su sonrisa quitaba peso al enfado.
'Bueno, invita el Sr. Holmes. – David le paso el brazo por los hombros a la pelirroja y se fueron caminando hasta casa de la chica.
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Aclarar que no es que James hubiera dejado plantada a Lily. Después de pagar la compra, había dejado las cosas guardadas en la moto, al ser mágica tenía una especie de maletero en el que cabía de todo y donde la comida no se estropeaba. Bueno, a lo mejor los helados de tiramisú sí, pero para algo iban en la bolsa térmica.
Luego decidió ir bien preparado a la cita. O al encuentro y llevarla un regalo a Lily. Unas flores sería lo mejor. Encontró una floristería en el mismo centro comercial, el problema era que sólo tenían ramos de rosas. Lily odiaba las rosas.
En una ocasión, cuando tenían catorce años, James iba por un pasillo de Hogwarts con un ramo de rosas para una de sus citas y se cruzó con Lily. La pelirroja miró despectiva las flores.
'¿Es qué los hombres no sabéis ser originales? – Comentó Lily con su tono de "los hombres son estúpidos". – Ninguno sois capaces de encontrar una flor bonita que no sea la rosa, pero sois capaces de comprar veinte mil sabores y colores de condones.
'Pues las rosas son unas flores muy bonitas. – Se defendió James colorado y ofendido ya que Sirius le había metido en el bolsillo 20 condones de distinto sabor, olor, color y uno musical.
'Lo que tu digas, pero si a mi un tío me regala rosas se las tragará con espinas y todo. – Lily sobrepasó al chico y se fue para la sala Común.
'Tranquila, que con lo maja que eres nadie te las regalará nunca. – Le grito James a la trenza roja de la chica. Ella en respuesta le levanto el dedo medio sin girarse.
Como sabía que no le gustaban las rosas, James insistió en que le ofrecieran otra flor. Estuvo un buen rato discutiendo con el dueño de la floristería, hasta que al fin, lo único que tenían distinto a una rosa era una planta carnívora. James ya había tenido malas experiencias con eso de regalarla cosas con colmillos a Lily, luego ella le acusaba de tratar de matarla. Así que lo rechazó y se fue.
Entró en una papelería y al final le compró una tarjeta con un Bambi saltarín y un peluche de un ángel dormido. La dependienta le pregunto si lo quería para envolver y él contestó que si. Estuvo cerca de tres cuartos de hora para envolverlo debidamente.
Cuando James vio la hora se dio cuenta que llegaba tarde, muy tarde, recordó que Lily era una obsesa de la puntualidad, y corrió mientras se preparaba para el broncazo y cuando llego frente al café...
Se encontró con Lily hablando muy animada con un chico, al que no le podía ver la cara, pero de espaldas era muy atractivo, y la pasaba el brazo por los hombros. La chica no sólo no rechazó al descarado de un guantazo, si no que le sonrió y se fueron andando.
James no pudo resistir la curiosidad, vale, en realidad eran celos, pero quería saber si esos celos eran infundados. Así que empezó a seguirlos en plan espía, o amante paranoico. Al principio iba pegándose a las paredes, tratando de camuflarse tras las farolas, dando volteretas de arbusto a arbusto... Pero al cabo de un rato se dio cuenta de que la pareja no sabía que los estaban siguiendo. Estaban demasiado ocupados con sus risitas y toqueteos y besitos como para darse cuenta de otra cosa. Así que decidió andar normal aunque pensando la manera de mutilar, descuartizar, desollar y matar al gigoló ese.
James nunca supo como se controlo y no le lanzó una maldición. Vio como Lily abría la puerta de su casa sin dejar de sonreír y que el gigoló entraba pegado a ella como si fuera su sombra, todo el rato cargando una bolsa, que la paranoia de James le hacía pensar que estaba llena de juguetes eróticos.
Desde la calle, James observó que las luces de la casa se encendían y apagaban al paso de la pareja, hasta que una de las habitaciones del piso superior se encendió, James dedujo que era el cuarto de Lily. Ahí si que todos sus instintos homicidas y posesivos experimentaron una dura prueba, ya que estos le pedían que se apareciera en esa habitación y le diera de leches hasta en el carné de identidad al gigoló.
Cuando las sombras en la ventana le revelaron que Lily le estaba quitando la camisa. En ese momento, dejo caer el peluche y la tarjeta al suelo y la empezó a pisotear con todas sus ganas, dando saltos de antílope encima de ellos. ¡Qué poco había tardado cierta pelirroja en olvidarle y buscarle un sustituto¡Por eso quería verle! Para contarle que tenía novio nuevo antes de que se enterara por otra parte.
Una vez destrozados, como aún no estaba tranquilo, decidió ir a casa a terminar de desfogarse pegándole un par de gritos a la responsable de su descubrimiento. Por si acaso recogió el peluche y la tarjeta del suelo.
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'¿A que hora es el partido? – Pregunto Lily mientras encendía la luz del vestíbulo.
'Dentro de media hora. – Contestó David, para entonces la pelirroja había llegado a la escalera y había encendido la luz, por lo que David apago la del vestíbulo.
'Bien, nos da tiempo a repasar Las Teorías. – Lily le condujo hasta su habitación.
En la pared más grande, donde tiempo atrás hubo mil fotografías de cantantes y futbolistas, ahora sólo había una pizarra blanca en la que estaban escritas las diversas teorías de porqué James la había dejado o lo que es lo mismo, que diablos le habían dicho Crouch & Dumbledore para que la dejara más tirada que una colilla, ella las llamaba Las Teorías, a secas.
Tiempo atrás, cuando Lily le contó a David su vida amorosa, el chico se había quedado tan intrigado como la propia Lily por los motivos de la ruptura. Es que a David le encantaban los misterios. No es que fuera un aspirante a Sherlock Holmes de tercera como Rosier, es que el lema de David, era el mismo que el del agente del FBI con el que compartía el apellido Mulder: "La verdad está ahí fuera."
La verdad es que David compartía con el agente Fox Mulder mucho más que el apellido, la obsesión por los misterios y el lema. Tb compartía la creencia de que existe vida en otros planetas y algunos de esos seres están entre nosotros tratando de ser humanos, recabando información para derrotarnos mejor el día que vengan a robarnos el planeta.
Naturalmente, esto le había granjeado las burlas de todos sus compañeros de trabajo en el supermercado. Eso y los granos. De hecho la gente insinuaba que no se llamaba David Mulder, que se había puesto ese nombre para parecerse más a su ídolo. Lily, gracias a su peculiar relación con el señor Holmes, podía asegurar que el verdadero nombre de David era Matt Kenn, pero se llevaría aquel secreto a la tumba.
David pasaba de esos rumores, no le importaba ser un incomprendido porque él esperaba a una persona especial que algún día llegaría: esperaba a su Scully. Naturalmente, en cuanto vio la cabellera roja de Lily se dio cuenta que la había encontrado. Esa misma tarde se la llevo a comer, y tras superar la agresividad inicial de Lily, logró ganarse su amistad y confianza.
¿Cómo supero la agresividad inicial de la pelirroja? Muchos chicos, James entre ellos, matarían por saber ese secreto. Pero fue muy simple, la dijo a Lily que era su Scully, y eso implicaba que nada de sexo, al menos no en las primeras siete temporadas. Igual en la séptima se daban un pico, pero nada más. Aunque lo más probable, es que para ese entonces David hubiera conocido una bella venusiana y las mujeres terrícolas carecerían de atractivo para él. Cuando Lily se convenció de que David no la quería por el sexo, si no por su pelo rojo, la pelirroja se relajo lo bastante para confiar en él.
'¿Qué Teoría quieres repasar? Mierda! – David estaba abriendo una coca cola, pero el viaje hasta la casa de Lily la había movido demasiado y al abrirla el líquido salió a propulsión manchando la camiseta del chico. - ¡Joder!
'Anda, te ayudo a quitártela. – Lily se acercó y le ayudo a sacarse la camiseta de Expediente X que llevaba el chico. Lo hizo porque sabía que era la camiseta favorita del chico. Si hubiera sabido los problemas que la traería ese gesto amable, le hubiera comprado una nueva. – Lo pondré en la lavadora.
'¿Tu hermana no viene? – Pregunto David, tomando una camiseta que Lily había cogido de las promociones de bebida que hacían en el supermercado (en concreto era de Ron Bacardi) y poniéndosela.
'No, ha salido a cenar con su novio. – Contestó Lily desde el cuarto de la lavadora con desdén. – Crisis terminada. En nada la tienes limpia. – Le tranquilizó al regresar a la habitación.
'¡Genial! Qué teoría quieres repasar?
'La de "la otra mujer". – Los ojos verdes de Lily se dirigieron a la teoría menos desarrollada de toda la pizarra. Si se habían centrado tan poco en esa teoría era por una razón muy sencilla:
'Pero el propio James ya te dijo que no había otra chica. – Razonó David.
'En ese momento no la había, pero ahora... – Lily rebuscó en los bolsillos de su falda vaquera y sacó un ticket de la compra. – Tengo cierta información que me hace reconsiderarlo.
'¿Es el ticket de su compra?
'Sí. – Contestó Lily con una sonrisa traviesa.
'¿Y no deberías habérselo dado?
'Él no me lo pidió. – Contestó Lily sin dejar la sonrisa.
'¿Y que ha comprado? – David, al igual que todas las personas que han trabajado en un supermercado, saben que se puede saber mucho de la gente según lo que compra.
Una mujer que se lleve un montón de productos ligth es una mujer que se considera gorda y quiere ponerse a dieta. Alguien que haga una compra exclusivamente de chocolate esta atravesando una verdadera depresión. La gente que compra batidos energéticos pretende ir al gimnasio, aunque luego no lo hace. Los que compran verduras tienen al menos un hijo. Y los que compran pan de molde... eso les despistaba bastante, porque no hay nada más ambiguo que el pan de molde. Un hombre que compra pan de molde puede estar tan soltero que sobrevive a base de sándwich o tan casado, que tiene que hacerle la merienda a los niños. Tras esta breve introducción a la psicología de las compras, volvemos a la historia.
'Pues ha comprado: yogures bio desnatados, mermelada de ciruela baja en azúcar, queso de untar bajo en calorías, helado de tiramisú, pan integral... ¿No lo ves? – Lily interrumpió su lectura para mirar a David. - ¿Qué clase de hombre compra por propia voluntad yogures Bio?
'¿José Coronado? – Pregunto David.
'Aparte de él. La respuesta es ninguno. Seguro que tiene alguna zorrita viviendo en su casa. – Lily se levantó y empezó a dar vueltas por la habitación. – Seguro que cuando se levantó de la cama, después de una noche de sexo desenfrenado, dicha zorrita, le dijo que la próxima vez quería untarle en yogur Bio... Y por eso estaba ahí. Eso era lo que quería decirme: que me ha encontrado sustituta. Pero al final le ha faltado valor para contármelo a la cara y no se ha presentado.
'¿X curiosidad: qué clase de sexo practicabas con ese chico para que te parezca normal untarle en yogur? Sobre todo porque para eso es mejor el helado de Tiramisú. – Cuando Lily le lanzo una mirada perdonadora de vidas, David entendió que no iba por buen camino. - ¿Qué más ha comprado? – Pregunto David tras unos segundos de respetuoso silencio.
'Eso es lo que no sé dónde encaja: la mortadela de Pikachu. – Lily le miró desconcertada. – A no ser que la zorrita tenga hijos... Pero entonces habría comprado algo más para el niño. – De pronto Lily enterró la cara en sus manos y dejo que su largo pelo negro la cubriera ambas. – David, se acabo, le he perdido. Para siempre.
'Venga, no. – David se acercó a ella y trato de apartar sus manos de su cara, pero ella no se dejo. En vista de ello le hablo a las manos de la chica. - ¿Te cuento mi teoría? – David decidió interpretar el gruñido de la pelirroja como un sí. – Yo creo que tu James es un alienigena, claro que él no lo sabe, porque le abandonaron en la Tierra siendo niño. Cuando el director de tu instituto se lo contó antes de daros las vacaciones, el pobre se sintió confuso, normal. Por eso decidió pedirte el descanso. No te dijo porqué te dejaba, porque no quería asustarte. Además, igual vuestro ADN no es compatible y no podéis tener hijos ni nada y... ¿De que te ríes?
'Es que me encanta tu forma de pensar. – Lily desenterró la cara y le dedicó una sonrisa deslumbrante a su amigo. – Pero no siempre están metidos los seres de otros planetas en todos nuestros problemas.
'Ahora hablas como Scully. – David sonrió. Luego miro el reloj. - ¡El partido va a empezar! Venga, vamos.
Lily siguió a su amigo al salón donde vieron la final de la Euro copa, Inglaterra frente Alemania. Aunque Lily, no estaba muy atenta al partido, su mente volvía a dar vueltas a dos ideas¿por qué había perdido a James? Cómo podría recuperarlo?
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Mientras algo más lejos de allí, un rato antes, un chico de ojos grises también se planteaba como recuperar a la persona que amaba. Aunque al menos Sirius lo tenía bastante más claro que la pelirroja...
El chico iba subiendo la escalera hacia el desván donde vivía Puck y donde el elfo le estaba dando un masaje genial a Evy, puede que los magos a los que antes servía Puck fueran unos verdaderos aprendices de Marine, pero no había duda que sabían lo que un elfo doméstico necesita saber.
Evy estaba en la gloria en aquel momento, tenía que hacer un gran esfuerzo para no ponerse a ronronear. Por fortuna, Puck no paraba de hablar.
'¿Puck puede hacerla una pregunta?
'Claro. – Respondió Evy distraída.
'¿Cuánto dinero le ofreció a la señorita la madre del señor Black para que la señorita dejara en paz al señor Black?
'Cuatrocientos mil.
'¡Vaya! – Evy pensó que lo que asombraba al elfo era que Evy hubiera rechazado el dinero. La verdad es que estaba un poco harta de la fama que tenía y que no sabía como se había ganado. Pero lo que impresionó a Puck es que Evy no sólo había rechazado el dinero, si no que además decía haber rechazado menos dinero del que le ofrecieron realmente. Su opinión de la chica mejoraba por momentos y empezó a prepararse para darle un buen masaje.
Fue cuando se fijo en que en la puerta estaba Sirius haciéndole señas. Tras un rato de meditación, el lenguaje por señas de los elfos es algo distinto al humano, entendió que Sirius quería que le dejara a él que le diera el masaje a Evy. Puck dudo, había estado presente en el inicio de la pelea de ambos y le daba miedo verse metido en otra igual. Por otra parte... ¡La idea del señor Black era tan romántica!
Le hizo una seña para que se acercara discretamente, seña que Sirius tardo algo en interpretar por las diferencias en el lenguaje de señas dichas antes, y al final Sirius le obedeció. Con habilidad las manos de Sirius empezaron a dar el masaje mientras Puck se retiraba sigilosamente.
Sirius estaba empezando a cogerle el gusto a dar masajes cuando...
'Con un masaje no darás el millón de pasos necesario para que te perdone, Sirius. – Comento Evy sin levantar la vista para mirarle.
'¿Cómo sabes que soy yo? Ah, claro. Supongo que los dedos de un elfo son distintos a los de un mago. – Fue una suerte para Evy que Sirius encontrara una explicación tan lógica. Ya que la verdad, no favorecía demasiado a la onza. Decir que la diferencia entre los masajes de Puck y los de Sirius era que los primeros la relajaban y los segundos la excitaban, la hubiera hecho perder posiciones para la discusión.
'¿Qué haces aquí? – Evy apartó la mano de Sirius y se sentó, envolviendo su cuerpo desnudo con la toalla. – Si has venido a que te perdone, te aseguro que sólo por ver tu cara bonita no lo conseguirás.
'En realidad he venido a ofrecerte un espectáculo único en la historia. – Sirius se acercó a la bolsa que había traído consigo, y tomo una pequeña pelota. – Srta. Vega, va a disfrutar de una actuación única en la historia. Tengo el placer de presentarle al único, fantástico, inigualable e increíble Sirius Black. – Hizo una reverencia a Evy que le observaba con una ceja arqueada. – En un acto de desesperación.
Tras esto tomo la pelota de goma, una de esas que las das un bote suavecito y ellas botan ciento diez mil veces sin parar, y la lanzó contra una pared. Casi al instante, Sirius se trasformo en un adorable cachorro de perro negro y empezó a perseguir la pelotita tratando de cazarla.
Que la pelota iba para la izquierda, Sirius corría para la izquierda... Que iba para la derecha, allá que iba Sirius. Que botaba alto hasta chocar con el techo y luego rebotaba hacia abajo con renovada fuerza, Sirius saltaba, no la alcanzaba y estaba a punto de comerse la pelota en el rebote. En principio el objetivo era que Evy estuviera menos enfadada con él, pero al cabo del rato, lo único que importaba era jugar con la maldita pelota.
Hubo un momento que si Evy subía media pulgada más la ceja, se la juntaría con el pelo. Aunque la vez que Sirius casi se traga la pelota, su gesto se relajo y estuvo a punto de sonreír. En realidad, era bastante tierno ver a Sirius hacer eso por ella. Por otra parte la daba miedo que en una baza se chocara contra una pared y su niño se abriera la cabeza.
Como siempre que una piensa algo malo, ese algo no suele tardar en cumplirse: Sirius derrapó y casi se estrella contra una pequeña mesilla que tenía Puck.
'¡Sirius! – Evy no tardó ni medio segundo en saltar de la camilla y llegar junto al cachorro que se sacudía la cabeza como sí así pudiera quitarse el aturdimiento que le había quedado. Evy le examino para ver que estaba bien. Mientras Evy le inspeccionaba, Sirius se preguntaba si era o no el mejor momento para volver a ser humano y hablar. Para responder al pensamiento, Evy dijo. – Te advierto que rompiéndote la cabeza no lograras recorrer el medio millón de pasos que necesitas para que te perdone.
'¡Ey! Había recorrido medio millón de pasos, estaba en el buen camino.
'No le mate, señorita, él la quiere a su manera. Puck no quiere que le mate. – Al oír el ruido, Puck llego corriendo suplicando por la vida de Sirius, ya que estaba seguro que Evy le estaba matando.
'Tranquilo, Puck, Sirius esta bien, no le he hecho nada. – Lo tranquilizó Evy.
'¡Maldita onza manipuladora! – Como aún eran pocos en el estrecho desván de Puck, llego James, muy cabreado por haber perdido a su Lily, aún estrujando el peluche del ángel algo pisoteado. En vista de que a Sirius no le gusto la actitud tan agresiva de James para con su novia, el cachorro se puso delante de ella, gruñendo a James. – Sirius, no hagas el idiota.
'No hace el idiota. – Dijo Evy secamente. Luego examino el contenido de las manos de James. – Bonito peluche, pero no estaba en mi lista. Además esta algo pisoteado. – James no contestó, se dedico a mirarla como si fuera a despedazarle en cualquier momento. – Deduzco que ya viste lo que había en la caja diecisiete. ¿Por qué no te gusto?
'¿Qué había en la caja 17? – Sirius recuperó su forma humana y se intereso por el motivo del enfado de James.
'Ahí trabaja Lily. – Le explico Evy sin hacer el menor esfuerzo por ocultar su satisfacción. Aunque luego se quedo callada, puede que su plan no hubiera salido como esperaba, igual no habían terminado haciendo el amor sobre la cinta transportadora, de lo contrario James no estaría furioso. - ¿Qué tal te fue con Lily?
'Mal. – James se dio la vuelta y se fue del desván. El elfo, el animago y la onza intercambiaron miradas y se fueron corriendo detrás de James.
'¿Mal? – Pregunto Sirius. – No puedes dejarnos con un simple "mal". Dinos exactamente que pasó. ¿Te dijo algo?
'Sí. – el trío aguardaba expectante. – Me pregunto: "¿En efectivo o con tarjeta?"
'James, haz el favor de explicarte mejor porque la verdad es que fuera de contexto suena un poco mal. – Le aconsejó Sirius.
'Bien. – James empezó a dar vueltas por la habitación, mientras los otros le miraban. – Fui a pagar a la caja 17 como la manipuladora de tu futura ex novia me pidió y me encontré con Lily. Al principio me quedé un poco cortado, pero al ver que ella no parecía enfadada me relajé. Y la invite a hablar. Fue cuando ella me soltó lo de cómo quería pagar la compra. Al final, quedamos para tomar un café y por comprar el maldito ángel este. – Lanzó al peluche contra el suelo y le dio una patada, durante un segundo los ojos de sus amigos siguieron al peluche, antes de volver a mirar a su amigo. – Llegué tarde y me le encontré abrazada a un gigoló de medio pelo.
'¿Dices que la pelirroja sale con alguien? – Pregunto Sirius. James asintió.
'Ella no me ha comentado nada. – La defendió Evy al instante. - ¿Seguro que...?
'Ya lo creo que estoy seguro. – Corto James. – La seguí a su casa y vi como le llevaba hasta su habitación y empezaba a desnudarle.
'¿La seguiste? Qué falta de confianza es esa para la mujer que amas? – Se escandalizó Sirius. Evy le miró con cara de "¿Y tu te atreves a escandalizarte por eso?" - ¡Oye! Yo ya he aprendido la lección y ahora confió plenamente en ti. – Evy aún le miro un segundo antes de volverse hacia James.
'Tienes que admitir q es bastante raro lo que cuentas. No es fácil que Lily confié en un hombre, y más difícil es aún que se vaya a la cama con nadie... – Evy buscó unas palabras para definir a su amiga. – Ella no es así.
'Pues yo sé lo que he visto Evy. – Contestó James tajante. Como no tenía nada más que decir fue a la cocina para guardar la compra. – Por cierto, he quedado con Bell, Remus & Peter, vienen a comer pasado mañana.
'¿Cuándo has quedado con ellos? – La pregunta de Evy & Sirius era más bien "¿Cuándo has quedado con ellos que nosotros no nos hemos enterado?"
'Cuando han empezado vuestros problemas. – respondió James, serenamente. – Así que espero que por entonces os comportéis como gente civilizada.
Sirius miró a Evy para preguntarla si ella se iba a portar de forma civilizada, pero ella mal interpretó su mirada:
'Te aseguro que poniéndome esa cara encantadora no conseguirás dar el cuarto de millón de pasos que te separa de mi perdón. – Tras eso Evy bostezó como un gato. – Estoy cansada. Me voy a la cama. – Empezó a subir las escaleras y cuando estaba arriba. – Sirius.
'¿Sí? – El aludido miro hacia arriba.
'Gracias, por acostarme anoche en mi cama.
'De nada. Pero no creo que eso me acerque a tu perdón. – Sirius puso su mejor cara de niño malo adorable. Ella sonrió en plan "no tientes tu suerte". – Esta bien dejaré para mañana el resto del espectáculo. – Evy giró para observarle alarmada. – No te asustes, te aseguro que el número en que salto por dentro de un aro de fuego es, modestia aparte, espectacular.
Evy subió a su cuarto, convencida de que Sirius no hablaba en serio con lo del aro de fuego. Nadie estaba tan loco como para hacer eso. Nadie salvo Sirius, se recordó a si misma deteniendo el proceso de ponerse una camiseta de tirantes para dormir. Esta bien. Lo primero que debía hacer al día siguiente era pedirle a Puck que lanzara un encantamiento, para que no se pudiera encender fuego en la casa.
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'¿Así que pasado mañana vas a comer a casa de James? – Adrien Figg entro en el cuarto, donde su única hija se desenredaba el pelo.
'Sí. – Confirmo Bell. – Tengo ganas de ver como ha quedado. Espero que entre él y Evy logren animar a Sirius un poco. – Como siempre que se mencionaba el nombre de su amiga, su madre torció el gesto. – Mama¿por qué no te gusta Evy? – Pregunto, decidida a satisfacer su curiosidad.
'Me recuerda a Lizbell. – Contesto Adrien como si eso lo explicara todo.
'¿Quién es Lizbell?
'Alguien que nos hizo mucho daño. – Respondió Adrien. La mujer se levantó y le dio un beso a su hija. – Descansa cariño. No te preocupes por Evy. Seguro que me equivoco con ella. Al menos eso espero.
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Al día siguiente, Snape & Joy acompañados por Rosier que se les había acoplado en el último segundo, se lanzaron a la aventura de buscar piso. Formaban un grupo cuanto menos pintoresco: Snape con su ropa negra que recordaba a un vampiro de película de los años 30, Rosier con su aspecto de drogadicto trasnochado que parecía que te iba a atracar y Joy vestida para la ocasión con un precioso traje de falda y camiseta que la hacía parecer una chica seria y responsable a la que venderías tu piso sin pensarlo dos veces.
'¿Por dónde empezamos? – Pregunto Snape.
'¿Que tal por el piso de Battersea? – Battersea, era el antiguo barrio de Joy, donde vivía con Evy. No creía que allí pudiera encontrar nada bueno.
'Yo conozco un piso que se ha quedado libre hace poco y que esta muy bien. – Empezó Rosier, pero la pareja le ignoró.
Tomaron el metro para ir hasta allí. Mientras Joy & Snape trazaban rutas para ir a ver los demás pisos, por si acaso, Rosier se dedicó a "flirtear"según él, a espantar según Joy, a toda chica que se encontraba.
Cuando llegaron al piso que estaba en venta se encontraron con tres cosas. No era de tres habitaciones, tenía la remota posibilidad de construir los muros necesarios para tener tres habitaciones tan pequeñas, que dos hormigas habrían estado muy apretadas.
Joy & Snape fueron al siguiente piso. Ese no estaba realmente mal de tamaño, el problema era que estaba muy sucio. Joy calculo que allí no habían limpiado desde la época del rey Arturo.
'¿Así que esa es tu chica? – El casero sorbió por la nariz y se sacó los calzoncillos del culo, mientras miraba a Snape, que procuraba no tocar nada. – Pues te alegrara saber que si tu chica se queda sola en casa, yo soy el único que tengo llaves para entrar. – Snape miró realmente al casero por primera vez: su aspecto, (afeitada la cabeza, lleno de tatuajes...) Le hizo pensar a Snape que aquel tío tenía al menos 22 denuncias por agresión sexual.
'Joy, busquemos en otra parte. – Decidió Snape.
Cuando estaban por las escaleras, Rosier que no se había perdido detalle insistió de nuevo:
'Mi hermana trabaja en una inmobiliaria mágica y tiene en venta un piso precioso que va con vuestro estilo...
Pero la joven pareja no le hizo mucho caso. Probaron suerte en la 3ª dirección. Esta era un edificio antiguo y bonito. Con una preciosa puerta pintada en rosa quisquilla. A Joy le gusto la puerta, porque el quisquilla era el color de moda. Abrió un hombre de cara apacible vestido de blanco.
'Venimos por el anuncio del piso. – Informó Joy.
'Sí, vengan por aquí. – El hombre les guió y les fue enseñando la casa entera.
'¿Y todo esto sería para nosotros? – Pregunto Joy incrédula, ya que les estaba enseñando la mansión.
'Sí, todos los hermanos y hermanas convivimos aquí en paz y armonía. Hasta la llegada del Supremo Hacedor. – Al oír la respuesta, Rosier & Snape intercambiaron miradas burlonas. Repito: Snape & Rosier, dos mortifagos, se burlaron de un miembro de una secta. – Esperamos con paciencia su regreso.
'Ah. Pues me alegro por ustedes. – Joy forzó una sonrisa y empezó a pensar en como salir de allí. – Porque esperar es... algo muy bonito. Pero es que... ¿sabe? Yo no tengo paciencia y el vestuario monocromático... Pues no va conmigo. Hasta pronto.
Cuando estuvieron a una distancia prudencial de la casa, Joy rompió la lista de direcciones y se volvió hacia Rosier:
'¿Dices que tu hermana trabaja en una inmobiliaria?
'Al fin entráis en razón. – Exclamo Rosier. – Vamos, seguro que en nada os encuentra piso.
La hermana de Rosier, se llamaba Celia, era una mujer joven, de unos 22 años, rubia, con ojos verde azulados, y apariencia tan elegante y moderna como la de Joy, aunque como la mayoría de las mujeres que habían ido a Slytherin resultaba algo fría. Joy nunca sabía como comportarse con ellas, estaba acostumbrada a la dicharachera jovialidad de las Hupplepuff y a la alocada pasión de las Griffindorf. Pero Celia, tb era agente inmobiliaria y sabía tratar bien a los clientes.
En cuanto Rosier se presentó en la agencia con Joy & Snape, Celia supo que casa debía enseñarles. Tomo unas llaves y un trasladador hasta el elegante barrio de Notting Hill y les mostró la casa.
'¡Dios mío! – Exclamo Joy al verla. – Es como un sueño hecho realidad.
Era la mejor definición: la casa era blanca, espaciosa y diáfana. Era un ático por lo que la vista era impresionante. La cocina era tan impresionante que daba ganas de ponerte a cocinar.
'¿Puedo...?
'¿Curiosear? – Concluyo Celia por Joy. – Claro. Deja que te enseñe el baño. Personalmente yo estoy enamorada de él.
'Pues no sé lo diré a tu Zabini o se pondrá celoso. – Comento Rosier, ganándose una mirada gélida de su hermana.
'¿Eres la prometida de Zabini? – Se extraño Joy, ya que el Zabini que conocía era de su edad.
'De Zotlan Zaibini, el hermano mayor. – Aclaro Celia. - Nos casaremos el año que viene.
'¿Te gusta la casa? – Pregunto Rosier a Snape que admiraba las vistas desde la inmensa terraza.
'¿Qué tiene de malo? – Contesto Snape sin darse la vuelta.
'¿Por qué iba a tener algo malo¡Es perfecta! Deberías de ser más confiado. – Se ofendió Roiser.
'AAAAAAAA. – Gritó Joy. Snape se incorporó alarmado de la terraza e iba correr a ayudar a su amada cuando Rosier abandonó la pose ofendida y dijo.
'Joder, olvidamos deshacernos de los cuerpos. – Snape se paró en seco y se volvió hacia su amigo.
'¿Qué cuerpos? – Pregunto en un tono que los alumnos de Hogwarts aprendieron a temer, por venir de un prefecto y preceder a un pérdida cuantiosa de puntos.
'Ninguno. – Contestó Celia. – Por fortuna, ya me encargue de ellos en su momento. – Le lanzó una mirada de censura a su hermano pequeño. – Tu novia acaba de ver la ducha y se he emocionado. Por eso gritó. Es una chica muy maja, pero no creo q este hecha para "esto". No es lo bastante... dura.
Joy volvía en ese momento del baño, para contarle a Snape lo genial que era, pero al oír que hablaban de ella, se escondió y se puso a escuchar con atención.
'Olvida a Joy. ¿De quién era esta casa? – Snape se cruzó de brazos y sus ojos negros exigieron respuesta.
'De unos Muggles... – Rosier hizo un gesto para restarle importancia.
'Han desaparecido misteriosamente y han puesto la casa a la venta. Con un pequeño suplemento puedo venderte la casa con muebles. – Ofreció Celia de forma servicial.
'Voy a buscar a Joy. – Respondió Snape. De repente la casa le parecía algo repulsivo.
'No hace falta. – Joy decidió hacer acto de presencia. No entendía porqué Snape quería largarse de la casa, si unos Muggles se habían ido precipitadamente mejor para ellos 2. Le tomó de la mano y le arrastró hasta el baño. - Tienes que ver el baño. Sólo la bañera ya es más grande que el lago de Hogwarts. Y además tiene la radio incorporada. ¡Imagínate! Al fin podré cumplir una de mis fantasías sexuales: ducharme con Alejandro Sanz.
'Joy, no podemos quedarnos.
'¿Por qué no? – Joy dejo caer la mano de Snape y le miro interrogante.
'Pues. – Snape empezó a buscar una buena excusa. – Es demasiado cara.
'No lo es. – Contradijo Celia. – Se ajusta totalmente al presupuesto que me disteis.
'La zona, es una zona de Muggles. No estaremos del todo cómodos. – Siguió Snape.
'Te equivocas: en esta zona viven muchos magos. – Corrigió de nuevo Celia.
'Yo creo que la casa es genial. Nos la quedamos y punto. – Sentenció Joy. – A no ser que tengas una buena razón para no querer esta casa.
Snape suspiró. La tenía pero no podía contársela a Joy. Así que esa misma tarde habían hecho la mudanza entera a su nueva casa.
Joy estaba encantada chapoteando en la bañera que había iluminado con pequeñas velas. De repente, las llamas empezaron a oscilar. Nada raro. Sería cosa del viento. Hasta que Joy se percató de que no había ninguna ventana abierta.
Otra cosa extraña es que la temperatura del agua empezó a descender como si hubieran metido mil litros de hielo dentro de la misma. Como Joy era friolera decidió salir de la bañera para no congelarse, y busco la toalla al tacto, cuando vio que una mano fría se la tendía.
'Gracias. – Dijo la chica pensando que era su novio.
'De nada. – Contestó una voz gutural y fantasmal.
Joy se dio la vuelta y se encontró con la cara de un desconocido. Un desconocido muerto y putrefacto, con pústulas sangrientas por toda la cara, para más señas.
'AAAAA. – Grito Joy asustada cerrando los ojos.
'¡Joy! – Snape acudió al rescate. - ¿Estás bien?
'Ahí, ahí, ahí, ahí, ahí, ahí, ahí, ahí, ahí. – Joy señaló nerviosa con la mano hacia donde vio la cara fantasmal.
'Joy, ahí no hay nada. – Snape la acarició la cara para tranquilizarla lo bastante como para que la chica abriera los ojos. Comprobando por si misma que no había nada que temer. – ¿Seguro que estás bien? – La pregunto Snape intranquilo.
'Sí voy a mi habitación a vestirme. – Joy sonrió, tratando de aparentar confianza. Una de las ventajas de su casa, era que tenía cuatro habitaciones, por lo que Joy tenía su propio cuarto. O es creía ella, ya que cuando cerró la puerta, lo que se encontró, a escasos centímetros de su cara, fue al fantasma.
'No te librarás de mi tan fácilmente. – Le amenazó el fantasma.
'AAAAAA. – Joy salió corriendo y se refugió en la habitación de Snape. Que la miró extrañado. - ¿Puedo dormir contigo?
'Claro. – Snape la hizo sitio en la cama. Joy se acurrucó a su lado, pensando que al menos su novio podía hacer magia para espantar a ese fantasma.
Parece que la casa nueva de Snape y Joy viene además de con ducha de lujo con fantasma incluido. ¿Iría incluido en el precio de la casa? En fin repasemos un poco: la cosa entre James & Lily esta bastante chunga ya que los dos creen que el otro esta saliendo con otra persona; Sirius parece que va en el buen camino con Evy, Joy tiene un fantasma en casa...
Por otra parte, hablemos de Lizbell, un poco. Lo poco que de momento necesitáis saber de ella. Lizbell es la vampiro del funeral. Era bruja, fue a Hogwarts donde conoció, entre otra mucha gente a los padres (y madres) de Bell, Sirius y James. Sí, si de James. Dejo de ser humana para convertirse en uno de los no - muertos, con 20 años. En algún momento entre que salió de Hogwarts y se hizo vampiro tuvo un romance, (aventura, rollo, como más os guste) con Toliman, eso lo acertasteis todas. Romance q no termino de salir bien porque... De momento eso es todo sobre ella. Ya sabréis la historia completa de su propia boca, algún día.
1. Para el próximo capítulo tendremos los siguientes puntos:
2. La comida de Remus, Bell y Peter en casa de James.
3. James vs Lily, segundo round.
4. Joy se convertirá en la cazafantasmas más fashion de la historia, una especie de Dafne, la pelirroja de Scooby Do, versión HP.
Eso es todo, ya sabéis el resto: dejadme mensajes, sed buenos, tened paciencia, os quiero mucho a todos, (hasta a los ingratos que no escribís) yun beso.
CarlaGrey.
Orgullosa Lupina, miembro de la orden Siriusana, administradora adjunta de FW. Hija política de Veronika, tía de Azi Black, hermana de Mya Malfoy y Maru Malfoy, paciente de Serenit. Emperatriz consorte de Alon. Ahijada del hada madrina Noriko. Casi pariente de Miss Molko. Miembro de las 11 de Mey.
