Hola, hola, seguro que no os esperabais que subiera un capi nuevo tan pronto. . La verdad es que yo tampoco, así que no os acostumbréis, porque no creo que esto vuelva a pasar... Hasta la semana que viene. Pero luego ya volvemos a la rutina de cada dos semanas. Entre tanto, vamos a responder a los mensajes que me habéis mandado.
Lily Granger Potter: Un consejo, cuando estés leyendo, a no ser que sea muy de noche, ponte música alta, tapará las risas un poco y tus padres se creerán que te ríes de la radio. ¿Te cae bien Verbena? Que sepas que su nombre es de planta, como el de sus hijas, para no romper la tradición. Hoy volverá a salir en persona. A mi también me preocupa el fantasma de Joy, la morena loca esta, es capaz de de ver que sus cadenas están desfasadas y obligarle a comprarse otras. Nada, a reír guapeta, y suerte en la búsqueda de tu James.
Silmarwen754: Uf, tu quieres saber muchas cosas. Lo de Crunch como dices tu, (suena a marca de chocolate crujiente) tendrá que esperar. Tranquila, vas a leer de la rata por última vez, en mucho tiempo. Entre nosotras: yo creo también que Evy ha perdonado a Sirius, pasa que no lo quiere reconocer. Chao.
CaRoLiNa T: Tranquila, solo fue que me rallaste con lo de Tiberius, a veces me lío con los nombres de personajes que no salen habitualmente, pero ese no me sonaba mucho. Sí, que Sirius se pasó, pero luego se sabe hacer perdonar. Adiosito.
Xx tintalle beth sandgirl xX: Hola, ex ingrata que no escribías. ¿Por qué me voy a enfadar? Más vale tarde que nunca. ¿Te gusto David/Matt? Pues cuando Lily le consiga un remedio para el acne, te derretirá. O igual sin granos no te mola. Lo de Scully, es que Mulder no es nada sin Scully, sin una persona que le obligue a bajar de la luna de vez en cuando. Por cierto: yo entiendo a David. Antes de bañar a alguien en yogur bio, lo baño en helado de tiramisú, más que nada porque es más barato. Te aseguro que leer tu RR no ha sido una tortura, y más después de la clase de aditivos que acabo de sufrir. Chao.
Made: Hola, guapa, no exageres, que tampoco tardo tanto... Te recuerdo que hay gente por ahí que actualiza una vez al año y da gracias que no me de por inspirarme en ellos... Perdona el ataque, es que estoy sensible con el tema. Trataré de que estén todos juntos, pero es que algunos, (y no estoy mirando a James, y Lily, para nada) me lo ponen muy difícil. Besos.
Ivy potter black. ¿Cómo anda mi estresada favorita? Al final, aguantas como una campeona las prácticas. (Ahora me dice que lo dejo, y me hunde.) Seguro que lo haces muy bien. Sí, lo de James y Lily es increíble, no podñian ser más parecidos aunque se lo propusieran. Besitos.
Natalia: Hola, gracias por escribir y por las cosas tan bonitas que me dices y por haberte leído todas mis historias y... Uf, vaya, por muchas cosas. No sé si habrá otro después de Por Amor al Arte, es que este es un monstruo de fict, al que no le veo final... Así que al menos me tendrás para rato. Hasta pronto.
Zelinair: Hola, sí, ya sé que me abandonas y te vas para el otro lado... A ver, cariño, ya sé que piensas que la más mejor para Remus eres tú, pero como que no te recomiendo que te pongas en mis manos, así que dejamos a Bell y a la otra. ¿OK? Besos.
AnnaTB: Uf, tu les pides mucho a los chicos: no son capaces de tragarse contigo una película de Sandra Bullock, (¿qué pasa? A veces me gusta esa chica.) Se ven a tragar una pelota de goma... Bueno, igual si les das a elegir entre ambas opciones escogen la pelota. ¿La madre de Bell enamorada de Toliman? Que yo sepa no. Aunque ahora los personajes me ocultan cosas, así que vete a saber... Déjate de hipótesis, que eso cansa mucho.
Ginny84: Hola, sí, la verdad es que ese par de Rosier y Snape andar riéndose del miembro de una secta, cuando ellos mismos forman parte de una... Porfa, dime de nuevo la dirección que soy un desastre y lo pierdo todo... '. Lo siento. Besos.
K-rmen: A mi también me ponen de los nervios a veces James y Lily, pero bueno, ellos son como son... ¿De verdad creías que Lizbell era la madre de James¿Y como te encajaba el que la madre de Sirius y la de Bell la miraran tan mal? Bueno, la de Sirius mira así a todo el mundo, pero la de Bell... Un besote.
Kurumi-desu. ¿Qué tienen en común Lily y Lizbell? De momento, que son pelirrojas y el inicio de su nombre. Ya tendrán muchas más. Joy es bastante lista, antes o después se enterara, para desgracia de Snape. En defensa de Lily, yo creo que James ya es bastante neurótico sin ayuda de nadie. Muchos besos.
Dimebonitareina: Sí, la madre de Lily va a salir bastante más. Que peligro tiene esa buena mujer. También creo que Sirius debería de currárselo un poco más, una cenita romántica en Paris, una vueltecita por Venecia... Si la felicidad esta en las cosas pequeñas. (Salvo en el sexo.) La verdad es que Celia es bastante lista, no sé a quien de la familia habrá salido. Igual es adoptada. Bueno, si te das prisa igual puedes ser la viuda de Rosier y heredar su parte del negocio inmobiliario. Si es así quiero mi comisión de celestina. Aunque sea en forma de piso con muerto incluido. Besos.
Keikleen: Hola, pues hay gente más rara por ahí que tu amiga y David y que insiste en no perder de vista a los monos, por si El planeta de los Simios. En defensa de Joy: te aseguro que ese fantasma no es como los Casper de Hogwarts. Este es más bien como los de "13 fantasmas", no sé si has visto la película, pero es penosa. Will ya sale en el 5. Yeye, tardará en llegar. Pero llegará.
PadmaPatilNaberrie: Bueno, al menos la nueva casa de Joy no huele a Muggle muerto, que eso si debe ser asqueroso. A mi también me gustaba la idea de David de que James era un extraterrestre, además, que en cierto sentido es verdad. Sí, la forma de conseguir Lily su nuevo trabajo de cajera la saque de Briget Jones. Besazos.
Lucy Diamonds (2): ¿Quieres leer algo curioso? Me llego antes tu segundo RR que el primero. Vamos que me llego antes el del 3, que lo mandaste después, que el del 2, que lo mandarías antes... Mejor lo dejo, que seguro que te da igual. Bueno, vaaale, trataré de no pasarme mucho con Bell, pero yo creo que hasta el momento, me estoy portando muy bien, y lo que me cuesta. La madre de Bell no soporta a Evy porque la recuerda a Lizbell, que les traicionó. Y no puedo decir ya más nada, al menos de ese tema. ¿Snape se paso al lado de Voldy por Joy? Primera noticia. Ah. Lo dices por eso de "dijeron que no la harían daño si se unía a ellos". Pero eso fue que Snape lo exigió al firmar el contrato, por decirlo de alguna forma. No creo que Joy termine de mortifaga, ya oíste a Celia, no creen que tenga carácter para ello. Pos nada, dentro de poco te respondo al RR del 3.
Iraty Rowling: Tienes razón con James y Lily, es como eso que dicen de que los hombres hablan marciano y nosotras venusiano, y así no hay manera de que nos entendamos. Supongo que a Bell y Remus les va bien en su relación. En fin, ya deje que la rubia se lo quedara, encima no voy a permitir que me lo restriegue. Cuando están en plan pareja, no miro para no saber que hacen, y como no sé lo que hacen no lo puedo escribir. Mira, no me hables tampoco de Yeye: se lo esta pasando tan bien en Grecia que no hay manera de que quiera volver conmigo, estamos renegociando el contrato, ya te contaré. Lo de David y él, ya se me había pasado por la mente, pero ellos no lo terminan de ver, así que lo deje por imposible. Besos.
Lucy Diamonds: Sí, la Evy tiene un autodominio impresionante, (aunque creo que se dio una ducha fría en cuanto dejamos de mirar). ¿Un buzo es una camiseta? Lily no se las va quitando a todo el mundo, sólo a James y David, y a esos dos se lo quitaba yo también. Antes de irme, me llego un mail tuyo, casi fijo que tardaré en responderlo, porque se me suelen olvidar esas cosas... Pero que te lo responderé fijo. Y aparte de todo esto, que sepas que un personaje que sale dentro de pocos capis se llama como tu, pero lo escribí antes de conocerte. Se lo puse por la canción de los Beattles, supongo que es de ahí de donde lo sacaste tu. ¿Te importa? Si eso se lo cambio, pero avísame. Besines.
Por amor al arte 4.
Entre peleas y fantasmas.
Tal y como acordaron, Bell, Remus & Peter fueron a comer a casa de James dos días después del funeral. Hablaron de casi todo, pero principalmente de Sirius y el supuesto nuevo novio de Lily. Más de lo segundo que de lo primero, ya que Sirius les aseguro que estaba genial y no quería hablar más del tema.
.-¿James, estás seguro de lo que vistes? – Pregunto Remus en un tono muy sereno. Al ver que a James le podía ofender trató de sonar más razonable. – Quiero decir, que es muy raro eso de Lily. En fin, que ella no confía en ningún chico.
.-Hablas como la pareja feliz. – James señaló con la cabeza a Sirius & Evy, con el tono dio a entender que hablar como ellos no era un cumplido.
.-Porque tiene razón. – Se picaron los dos aludidos molestos. Las cosas entre ellos iban normal. Lo cual, tratándose de Sirius & Evy era ir mal, ya que para ellos los términos medios no existían: o se llevaban muy bien o muy mal. Y llevarse normal, era llevarse mal. ¿Os habéis enterado o lo compliqué demasiado?
.-No puedo creerlo... – Bell parecía tan afectada como un niño al que le hubiesen contado que el sabor delicioso de su golosina favorita se debía a que usaban babosas como ingredientes. – Claro, que fuiste tú el que la dejaste. Pero aún así se ha buscado sustituto demasiado pronto.
.-Cierto, cierto. – Apoyó Peter, concentrado en la imposible tarea de aparentar inteligencia. – Todas son muy malas. Ha tardado un mes en olvidarte y reemplazarte. – James hizo una mueca de dolor al oír la desagradable expresión de reemplazar. Pero Peter no lo vio, o no supo interpretarlo.
.-¿Y cuánto tiempo tenía que esperar para liarse con otro? – Evy estaba junto a la pila de la cocina fregando cuchillos, pese a las quejas de Puck, que aseguraba poder hacerlo sólo. Pero mira por donde, a Evy la relajaba fregar. – Un mes, dos... Pero en cambio los tíos, tardáis cero segundos en liaros con otra en cuanto se os deja.
.-Evy, deja de jugar con el cuchillo a ver si vas a desgraciar a alguien. – Sirius estaba de espaldas a ella, pero aún así sabía que mientras la onza hablaba su mano hacia aspavientos con el cuchillo. ¿Compenetración? No. Al menos no solo eso. Tb estaba la manera que se encogía Peter al oírla hablar.
.-Hablas como la pelirroja. – James la observaba con rencor, ignorando el cuchillo. De nuevo no era un cumplido.
.-Puck quiere hablar. Puck quiere decirle al señor Potter que no cree que la señorita pelirroja este con otro. Puck no cree que el señor Potter pueda estar enamorado de una chica tan veleta. Puck cree que la señorita pelirroja debe ser buena, dulce y leal. Puck desea conocerla. – Tras ese discurso, Puck sirvió el café.
.-Puck, lo has clavado. – Le felicito Sirius, mientras se balanceaba en la silla.
.-Salvo lo de dulce. – Añadieron todos a la vez. E intercambiaron sonrisas.
Sin saber porqué a Sirius le empezó a dar el agobio. Los últimos días habían sido así, con 3 ocupaciones concretas: convencer a James de que hablara con Lily, lograr el perdón de Evy y superar sus fases de agobio.
Eran fases que le asaltaban en cualquier momento. Haciendo cualquier cosa simple: untarse una tostada, ayudar a Puck a tender la ropa, pese a las negativas del elfo, o como ahora estar sentado con sus amigos tomando café... Le asaltaba el terrible pensamiento¿Cómo puedo estar haciendo esto tan vulgar cuando mi padre ha muerto hace apenas una semana?
Entonces tenía que irse de dónde estaba y quedarse sólo. Bajaba al garaje y se ponía a limpiar la moto, o si estaba limpia, que era lo lógico, se la quedaba mirando embobado pensando en cuando su padre, James y él empezaron a repararla.
.-Necesito estar solo. – Sirius se levantó bruscamente de la silla. Se volvió hacia las visitas. – Me he encantado veros a los 3. – Se levantó, beso a Bell en la mejilla, revolvió el pelo a Remus y le dio una palmada en la espalda a Peter. – Suerte en Durmstang. – Y se fue al garaje.
James & Evy le observaron irse con ansiedad. Evy miró al animago y asintió para indicarle que se encargaba ella. James la hizo una indicación de que tb creía que era lo mejor. La chica ya le había perdonado. Era lo que tenía Evy, su primer pronto era muy fuerte, tan fuerte, que si sobrevivías a él, te dabas cuenta que se la pasaba enseguida.
.-Ahora vuelvo chicos. – Se despidió Evy, aunque se lo podía haber ahorrado ya que Bell estaba ocupada.
.-¿Durmstang? Al final te han dado la beca allí? – Preguntaba la rubia al gordo cabrón, es decir a Peter.
.-Sí. – Contestó, el gordo cabrón, vamos, Peter orgulloso. ¿Por qué me traiciona tanto el subconsciente?
.-¡Estupendo! – se alegró Bell sin ocultar su entusiasmo. Un año sin la rata. Ese año en Hogwarts iba a ser el mejor de todos. – Si necesitas ayuda para comprar algo, o hacer la maleta y que te puedas ir cuanto antes avisa.
.-Oh, no. Mi padre ya se ocupa de todo. Esta muy orgulloso de mi. – Al decir esto Peter, Remus & James cruzaron una mirada. Los dos chicos recordaban lo que les contó el Sr. Petigrew en le funeral sobre los motivos de su abstinencia sexual. – Hasta me ha comprado el billete para que me vaya un poco antes con mi madre, para que ella me ayude a instalarme. – De nuevo James & Remus se miraron con cara de póquer, seguro que el señor Petigrew estaba encantado de librarse de su esposa y su hijo un par de días.
.-Bueno. Nosotros nos vamos. – Anunció Remus tras dar un vistazo a su reloj. – Puck el café es delicioso.
.-Pero Puck ha visto que el señor Lupin, no ha tomado café. – Razono el elfo. Dado que ellos no eran de la familia, los podía contradecir.
.-Ya, pero tenía un aspecto delicioso. – Remus no tomaba café cerca de la luna llena, ya que si como lobo era muy peligroso de por si mismo, si encima se le añadía cafeína, la masacre estaba servida. – En serio, debía estar muy bueno.
.-Puck se lo agradece. – Hasta las orejas de Puck se alzaron de la ilusión que le hizo la frase. Su nueva familia era muy maja, pero tenía problemas para apreciar un buen café.
.-¿Cómo es que os vais tan pronto? – Pregunto James.
.-Es que tenemos la clase de apertura de chacras. – Explico Bell mientras recogía su bolso quedando de espaldas a James. Por eso no vio como la cara del moreno enrojecía, hasta casi le salía vapor por las orejas.
.-Es una clase genial. – Remus, sí había visto la cara de su amigo, por ello no pudo evitar chincharle un poco. – Deberías apuntarte.
.-A mi no me interesan esas perversiones. – Contestó James, tratando de hacerse el puritano, cosa que le salía fatal, ya que se le escapaba la risa de niño travieso.
.-Claro, como ahora no tiene con quien hacer perversiones. – Cabeceó Peter comprensivamente. Al oírlo, la sonrisa de James fue sustituida por una expresión homicida.
.-Peter, vete. – James se había levantado y le señalaba la puerta al GC.
.-Pero... – Balbuceó Peter, temeroso de haber logrado enfadar a James.
.-Vete. – Repitió James.
Cuando las tres visitas se hubieron ido, James suspiro. Se quedo un rato mirando la mesa vacía, como si fuera la cosa más emocionante del mundo. Y al final tomo una decisión: iría a ver a Lily, la daría la oportunidad de explicarse.
.-Puck, voy a salir. – Le anunció a su elfo, mientras corría hacia la puerta.
&·&·&·&
Al principio cuando Evy bajo al sótano, sólo vio un par de cajas apiladas de mala manera formando pequeñas torres, cerca de las paredes. Y en el centro, como si fuera el plató central, estaba la preciosa moto de Sirius, una Harley Davidson, o algo así. La verdad es que los conocimientos de Evy de motos eran inversamente proporcionales a los de Sirius. A ella la gustaban más los coches. Sobre todo, los Jaguar.
El caso, es que al principio no vio a Sirius. Espero a que sus ojos se adaptaran un poco a la oscuridad, y lo localizó, estaba sentado en una pila de cajas, mirando la moto. Había desviado un poco la mirada hacia Evy al ver que la puerta se abría, pero luego volvió a centrase en la moto.
James le había dejado muy claro esa mañana, que no iban a dejar que se encerrara en el sótano para huir de ellos y de sus problemas. Cada vez que Sirius tratara de hacerlo, él o Evy irían a dar la lata. No habían sido sus palabras, pero era la interpretación de Sirius. Al menos debían reconocer que había dado un paso: ya no se encerraba en la habitación.
De momento Evy no dijo nada. Siguió los ojos grises del joven mago hasta la moto. Sin querer la vino a la memoria el recuerdo del fin de semana que pasó en casa de Andrómeda, cuando el padre de Sirius la había querido dar una vuelta en la moto y ella se había negado:
.-Es que la veo demasiado inestable para ser tan grande. – Había tratado de escabullirse la onza.
.-Ja. ¡Muy bueno! – Se burlo Toliman. – Sirius, creo que no la estás enseñando bien. – Negó con la cabeza mirando a su hijo, como riñéndole, pero sin dejar de sonreír con picardía.
.-Es que es una alumna difícil. – Se excuso Sirius, sin seguirle el rollo a su padre.
.-Así no me hacéis abuelo en la vida. – Suspiro el hombre resignadamente.
La verdad es que ahora se arrepentía de no haber subido a la moto, en realidad no era tan grande como recordaba... Casi sin darse cuenta se había acercado a la brillante moto y alargaba su mano para acariciarla, como si fuera un caballo que estuviera a punto de domar, pero se detuvo. A lo peor a Sirius le molestaba.
¿Puedo? – Evy le pidió permiso, volviéndose hacia él. Como respuesta, Sirius se encogió de hombros.
Evy entonces, posó la mano en el manillar y con delicadeza, como si tratara con un ser vivo, recorrió con un suave dedo la distancia entre una punta del manillar y la otra.
.-¿No quieres subirte? - ¿Eran imaginaciones de Evy o la voz de Sirius estaba más cerca que antes? Se concentró en la pregunta. La verdad es que lo que la daba miedo era que la moto se moviera, pero con la moto... ¿Desenchufada? Eso mismo, desenchufada y quietecita, la moto la parecía inofensiva.
Con un ágil salto felino se subió a la moto, de no ser porque llevaba tacones a duras penas llegaba a los pedales y la sobraba media silla... Jamás se había sentido tan menuda como en ese momento.
Para colmo tuvo un pequeño susto, cuando noto un brazo que rodeaba su cintura desde la derecha, mientras una cabeza se apoyaba en su hombro izquierdo y en su espalda sentía como se apoyaba el pecho de Sirius.
.-Tu conduces. – Dijo el chico, tendiéndola las llaves.
.-Sabes que no sé como se maneja este trasto. – Evy rechazó las llaves y trato de girar la cabeza para verlo. Sirius fingió que el comentario había dolido.
.-Es una moto, no un trasto. – La corrigió Sirius, con tono de profesor ofendido por la insolencia de un alumno. - ¿Ves el pedal izquierdo? (NDA: no tengo ni idea de motos. Lo que viene a continuación es pura imaginación mezclada con intuición.)
.-¿Ese al que apenas llego? – Sugirió Evy irónica.
.-Es el acelerador. – Le susurró Sirius en la oreja ignorando el comentario de su chica. – Contra más lo pulses más deprisa iremos. Si mientras lo aprietas, pulsas este botón. – Tomo la mano derecha de Evy y la condujo hasta un botón negro situado en la cruz de la moto. – Despegaremos del suelo. Si lo haces sería recomendable que antes le des a este otro botón. – Deslizo la mano de la onza hasta otro botón plateado. – Para que nos hagamos invisibles. ¿Qué más¡Ah, sí! Supongo que tb te interesa saber como se frena.
.-Si que estaría bien saberlo. – Reconoció Evy, que se empezaba a mosquear por el motivo de aquella clase gratis.
.-Pues están aquí. – Esta vez tomo las dos manos de Evy y las inclino hacia los manillares, quedando los dos inclinados sobre la moto. Desde aquella postura, Evy no llegaba a los pedales ni de coña. – Y como habrás deducido con el manillar decides la dirección que tomas. Ahora, pones las llaves ahí. – Sirius logró meter las llaves en el circuito de encendido rodeando con su brazo derecho el cuerpo de Evy, de ellas colgaba un llavero cuadrado. – Y si pulsas aquí. – Señalo el llavero cuadrado. – Se abrirá la puerta del garaje y podremos dar una vuelta.
.-¿Qué? – Justo lo que Evy se temía. – Debí sospechar que habías desarrollado tendencias suicidas cuando empezaste a lanzarte de cabeza contra las paredes persiguiendo pelotas de goma. – Evy suspiro, fingiéndose deprimida, mientras Sirius soltaba una risilla.
.-No tengo tendencias suicidas. – La tranquilizo Sirius, aunque sin convencerla del todo. – Sólo me apetece dar una vuelta contigo, y sé que si te dejo bajar de aquí con la excusa de que conduzca yo, sales corriendo. – Evy iba a protestar, pero Sirius no la dejo. – Sabemos que es verdad. Así que arranca.
.-A ver Sirius. – Trato de razonar Evy, negándose a arrancar. – Acabas de ver que si me pongo al manillar, no toco los pedales, y si toco los pedales no llego al manillar. ¿Tu crees que yo puedo conducir así?
.-Pero como no necesitas ir frenando y acelerando a la vez, no es necesario que llegues a los dos sitios a la vez. – Señaló Sirius. – Además, si te lías el piloto automático esta allí. – Señaló con la barbilla una pequeña palanca negra. Luego se preparó para rechazar una segunda excusa de Evy.
.-De verdad, que no puedo manejar esto, es demasiado grande para mi. – Evy trató de bajar de la moto, pero Sirius la sujeto.
.-Pensaba que ya estabas acostumbrada a manejar "cosas grandes" – Le susurró el moreno de forma seductora en la oreja. La verdad es que cada una de las instrucciones habían sido dadas de esa manera.
.-Fantasma. – Le riño Evy, divertida, en el fondo. Luego se concentró en recordar cada una de las instrucciones. – Esta bien. – Susurró, admitiendo su derrota. – Pero si ves que me lío.
.-Tomo yo el control. Tranquila.
Evy soltó el aire de golpe, y giro la llave, noto el ronroneo suave del motor, y los brazos de Sirius en su cintura. Tb vio como la puerta del garaje se abría... Volvió a suspirar y logró pisar los pedales para acelerar.
&·&·&·&·&
Por su parte, James había averiguado que era el día libre de Lily. Se lo había dicho una chica gorda con pinta de mala leche, que cuando pregunto por su ex, le había mirado mal de verdad.
Puestos a suponer, James decidió que Lily debía estar en su casa. Así que tras comprar unas pastas, por eso de no presentarse con las manos vacías se plantó en casa de la pelirroja. Iba muy puesto, como tratando de hacer que la chica recapacitara y recordara que James era uno de los chicos más guapos que había conocido.
TOC, TOC.
.-¿David? – La voz de Lily se oyó al otro lado de la puerta. ¿Con que el gigoló se llamaba David? Por qué le sonaba tanto el nombre? – Te dije que hoy no podíamos vernos... – Lily se interrumpió al abrir la puerta y no ver a David, si no a James, tan asquerosamente guapo como siempre, con una caja de pastas en el brazo. - ¿Qué haces aquí?
.-Venía a verte. El otro día tuve un imprevisto y no pude ir a la cita. Quería disculparme con ello. – James esbozó una sonrisa adorable. La misma que hizo que Lily estuviera a punto de caerse de la silla dos días antes. Pero esta vez apenas la afectó.
.-Pues ya estás disculpado. – Lily trato de cerrarle la puerta en las narices, pero James la paró con el brazo. Se observaron unos segundos con ojos cargados de testarudez. – James hoy no es un buen día.
.-¿Por qué no? – Pregunto James.
.-Porque...
.-¿Lily, quién es? – Una mujer había asomado su cabeza desde lo que parecía ser el salón. James la echó unos 40 años y desde que la vio supo de quién había heredado Lily los ojazos verdes y el físico impresionante. - ¿No serás tan grosera como para dejarlo en la puerta?
.-Es que James ya se iba. ¿Verdad? – La pelirroja le lanzó una mirada elocuente, que James entendió a la perfección.
.-Sí me iba. – James dejó que la sonrisa de alivio se formara en los labios de Lily, antes de añadir. – Pero he cambiado de idea.
.-¿Has dicho James? – Pregunto la mujer, que a todas luces era la madre de Lily.
.-Sí, señora. – James entró en la casa esquivando a Lily, que cerró la puerta con un fuerte golpe. Por su parte el merodeador, llego hasta la mujer y la beso galantemente en la mano. – Encantado, señora Evans.
.-Verdant. Verbena Verdant. Después de todo estoy divorciada. – Corrigió la mujer con coquetería. Lily se llevo las manos a la cabeza. ¡Su madre estaba coqueteando con su guapo ex novio! Sabía de gente que se había convertido en sociópata por mucho menos. - ¿Y que te trae por aquí?
.-Venía a ver a Lily. – James dejo que Verbena le condujera al salón y le acomodara en el sofá. - Es que el otro día la deje un poco en plantón y quería pedirla perdón por ello.
.-Vaya ¿en serio? – Verbena le lanzó a su hija menor una "discreta" mirada que venía a decir, "¿ves como esta loco por ti?" Tan discreta que solo la vieron Lily, James, Petunia, qaue no estaba en la habitación, y el vecino de enfrente.
.-Sí. – Confirmo James, mirando con dulzura a Lily.
.-Pues en ese caso, Petunia y yo nos vamos para que podáis hablar a solas. – Verbena se levantó del sofá y la hizo un gesto a su primogénita para que tomara el bolso. – James, tu como si estuvieras en tu casa. Toma café, comete un yogur, ve al baño cuando necesites, haz el amor con Lily para sellar la reconciliación en la habitación de la casa que prefieras.
.-¡Mama! – Protestaron las dos hijas escandalizadas. Lily por la frase en sí, mientras que Petunia porque ese ofrecimiento no se lo hizo a su novio.
.-¿Qué? – Verbena miró a James y como si le confesara un terrible secreto le dijo. – Mis hijas se creen que estoy más pallá que paca, porque acabo de salir de la clínica de desintoxicación.
.-Felicidades. – Dijo James, sin saber muy bien como reaccionar ante esa información.
.-Y para celebrarlo, me voy con mi hija Petunia a comprar una botella de ginebra. – Anunció la mujer más feliz que un cascabel.
.-¡Mama! – Gritaron de nuevo sus hijas. Con el pastón que las había costado la desintoxicación, pastón que aún no terminaron de pagar, y su madre pensaba recaer en la bebida.
.-¡Era broma! – Verbena alzó sus ojos al cielo. - ¿Qué hice yo para cargar con unas hijas sin sentido del humor?
.-Mejor nos vamos. – Dijo Petunia, impaciente por perder de su vista al delincuente ex novio de su hermana.
.-Si, vamos. – Desde la puerta del salón Verbena se volvió hacia James. – Lo dicho James: como en tu casa.
.-Adiós mama. – Se despidió Lily como si fuera una amenaza. Cuando se quedaron solos, Lily se volvió hacia James. – Quita de tu mente esa idea: no vamos a enrollarnos en ningún lugar de esta casa. – El tono en que lo dijo, como si fuera algo desagradable, fue lo que enfureció a James.
.-Tranquila, ya sé que ahora te enrollas con otro. – Y James furioso tenía tendencia a hablar de más.
.-¿Qué? – Se sorprendió Lily. ¡Qué cara! El que tenía por ahí una zorrita era él. Cruzó los brazos sobre su pecho. - ¿Y con quién se supone que me estoy enrollando? – Pregunto con un tono de superioridad que no usaba desde sus tiempos de prefecta.
.-Como si no lo supieras. Te vi el otro día hablando con él, cuando supuestamente habías quedado conmigo. – Lily iba cortar aquello, furiosa, porque se suponía que él no había estado allí. – Vi como venías con él a tu casa y vi como os desnudabais. – James apenas reconocía esa voz como suya. De tan cargada que estaba de celos.
.-¿QUÉ HICISTES QUÉ? – Pregunto Lily completamente fuera de sus casillas. - ¡Esto es el colmo! Primero me dejas nada más bajar del tren y sin dar una explicación. Luego me dejas plantada en un bar. Y ahora entras en mi casa a decirme que me has estado espiando y prácticamente me llamas puta. ¿Pero tu de que vas?
.-No te he llamado... eso. Creo que si hay alguien que se dedica a la prostitución es tu querido amigo David. Ese gigoló. – Contestó James con desprecio.
.-Fuera de mi casa. – Lily señaló la puerta con un dedo que temblaba de ira. – No quiero volver a verte. – James se levantó, pero aún tenía mucha adrenalina por sus venas, como para sentirse arrepentido. Y menos cuando al llegar a la puerta, Lily le llamo para decirle. – Por cierto, si David es un gigoló, que sepas que hace realmente bien su trabajo. Y Ahora vuelve con ella.
Luego llegó hasta la puerta y le dio con ella a James en sus narices, dejando a James con las palabras: "¿No lo estarás comparando con nadie, no? De que ella estás hablando?" En la boca.
&·&·&·&·&
James tardó poco más de 15 minutos en llegar a casa de Bell, que había vuelto de su clase de chacras, llorarle un poco sus desgracias, y luego volver a su casa a hacer lo mismo con Evy, Sirius y Puck.
.-¡Ya estoy en casa cariños! – Saludo cuando llego, con tono malhumorado.
.-¿Qué ha pasado, señor? – Se preocupó Puck, al ver la tensa expresión de James.
.-Vamos, con Evy & Sirius. Os lo contaré a los tres. – James avanzó decidido hacia las habitaciones.
.-No, Puck cree que no debemos molestarles. – Se alarmó el elfo tratando de evitar a toda costa, y sin mucho éxito, que James llegara a la habitaciones. Pero James no le hizo caso. Se fijo en que la habitación de Sirius estaba vacía. Estaría en la de Evy.
.-Chicos, tengo algo que contaros. – La puerta estaba abierta, así que James entró sin llamar. Se encontró con Sirius & Evy tumbados en la cama, desnudos salvo por unas toallas mojadas. Bueno, si solo los había cortado el rollo, de forma literal, no pasaba nada. – Vamos, Puck, ven aquí.
Puck entro algo asustado y se quedó cerca de la puerta por si tenía que salir corriendo. Sus antiguos amos se ponían furiosos si se les interrumpía en esas circunstancias.
.-Tranquilo, James. No molestas ni interrumpes nada. Puedes pasar. – Comentó Sirius irónico, cuando se recuperó de la sorpresa y tras asegurarse de que Evy estaba tapada hasta un poco por debajo del cuello.
.-Esto es más importante que vuestra vida sexual. – James se interrumpió al fijarse en un detalle: sus dos amigos tenían los ojos enrojecidos. Como si hubieran estado llorando. - ¿Estais bien? Ha pasado algo?
Sirius miró a Evy, que le respondió con una breve sonrisa cómplice. ¿Qué si había pasado algo? Después de regresar de su paseo con la moto, en el que al final se puso al mando Sirius, más que nada porque Evy conducía despacio y le ponía nervioso. Pero como la onza decía la daba miedo ir muy deprisa y no darla tiempo a llegar al freno. El caso es que después de regresar de su paseo, habían ido a ducharse.
.-Claro, que ambos compartían el baño.
.-Dúchate tu primero. – Cedió Sirius caballerosamente.
.-No, me importa esperar. Ayudaré a Puck a hacer la cena. – Evy hizo un gesto para indicar que no tenía prisa.
.-¡Puck no necesita ayuda! – Exclamó la voz chillona de elfo. A Puck le molestaba que Evy no se comportara como una dama bruja decente, y se quedara quietecita mientras se lo daban todo hecho. – Puck prefiera que la señorita Evelyn descanse.
.-¡Joder, vaya oído que tiene! – Se admiró Evy. No era para menos, Puck estaba en la cocina, Sirius y ella en el piso de arriba y no estaban gritando.
.-Sí, supongo que eso de tener las orejas grandes realmente sirve de algo. – Apoyó Sirius. – En serio, nena, dúchate tu primero. – Para demostrar que no le importaba cederle el turno a Evy, se dio la vuelta y se fue para su habitación.
.-Podíamos ir a la vez. – Sugirió Evy, tras los breves segundos que paso mirando la espalda de Sirius. Un poco más debajo de la espalda.
Al oír la sugerencia Sirius, se dio la vuelta para asegurarse que Evy hablaba en serio. Cuando por la expresión de Evy dedujo que así era se quedo tb pensativo. La verdad es que tenía muchas ganas de ducharse con Evy, sobre todo porque sabía que era la forma de la onza de decirle que todo estaba perdonado. Pero de nuevo le vino el agobio y se quedo frenado. Sin saber que hacer a continuación.
Evy lo notó, leyó en los ojos grises la misma expresión que había tenido el chico antes de desaparecer. Algo nerviosa, porque estaba segura que había sido algo que ella había dicho la causa, se acercó hasta él. Con un dedo le acarició la barbilla, con la misma suavidad que un rato antes acarició el manillar de la moto.
.-Te duchas tu primero. – Decidió Evy, sobresaltando a Sirius, que había cerrado los ojos cuando la onza le toco. – Pero luego te quedas en mi habitación. Tienes que soltarlo de una vez.
.-¿Soltarlo? – Pregunto Sirius.
.-¿Crees que no sé por lo que estás pasando? Te recuerdo que yo tb perdí a mis padres. – La voz se la quebró un segundo a Evy.
Sirius la miro como si no la hubiera visto en mil años. Lo había olvidado. Además, Evy apenas hablaba de sus padres. Y ahora que lo pensaba, James tc tenía padres. Había estado haciendo el gilipollas todo el tiempo cuando a su lado tenía a dos personas que habían pasado por lo mismo y que le podían entender a la perfección.
.-Lo que realmente me tiene machacado es que no puedo llorar. – Le estaba contando Sirius a Evy un rato más tarde. El chico estaba en la ducha y ella estaba sentada en el lavabo, con los pies apoyados en la tabla bajada del váter. – Y eso me hace sentir como si no le quisiera bastante. Como si fuera un perro insensible.
.-No lo eres. Es normal. – Le tranquilizo Evy. – Es solo que aún no lo terminaste de asimilar. Cuando mi madre... murió, yo tardé más de una semana en llorar. Y me sentía como tu, como si no la quisiera lo suficiente. Pero al final termine llorando. Y tc te creas que me sentí mucho mejor.
.-¿Cómo lo lograste? – Pregunto Sirius. En parte porque quería saber más cosas de la familia de Evy. Lo único que sabía de los padres de la chica es que eran zoólogos, y una parte de él, no estaba convencido del todo de que eso fuera verdad.
.-Un día, como una semana más tarde, estaba mirando entre sus cosas. Mi madre tenía como un cofre secreto, donde me decía que guardaba sus cosas más valiosas. – Evy sonrió con nostalgia. – Yo siempre quise ver lo que había dentro, así que decidí que era mi oportunidad de averiguarlo. El caso es que encontré la llave y lo abrí. Dentro sólo había una rosa seca y un papel enorme. Era un dibujo que la hice cuando cumplió 35 años. La pregunté que quería y ella me dijo que una manada de 35 pegasos. Uno por cada año de vida. Así que se lo dibuje. – Hasta ese momento la voz de Evy había sido extraña, sin su vitalidad acostumbrada, pero de repente la recuperó. – Recuerdo q mi prima Eirene me puso furiosa: dijo que parecían vacas con alas, sentadas en un burro. – Declaró con tono ofendido, que luego pasó a modesto. – Y la verdad es que tenía razón. – Evy soltó una pequeña risa.
.-Tenías unos 7 años. Es normal que dibujaras fatal por entonces. – Comento Sirius divertido. Estuvo tentado de preguntar si aún tenía el dibujo.
.-No, siempre he dibujado mal. Nuca me ganaré la vida de esa manera. El caso es que cuando vi que ella había guardado ese dibujo como si fuera una obra de arte, entre los tesoros más valiosos para ella... Empecé a llorar y no pude parar. – Concluyó con tono abatido. De hecho pese al tiempo trascurrido, estaba a punto de llorar otra vez.
Fue entonces cuando Sirius salió de la ducha. Al ver que la chica estaba casi llorando, se acercó a ella y la abrazó. Empezó a acariciarla el pelo para consolarla.
.-Estoy bien. – Evy se separó con suavidad de él, y para demostrar que estaba bien, sonrió. Una sonrisa acuosa pero una sonrisa. - ¡Debería de consolarte yo a ti!
Sirius sonrió, negó con la cabeza, como diciendo "olvida eso ahora". Y la beso con suavidad los labios.
.-Descansaré un rato en tu cuarto. – Dijo Sirius. – Tu dúchate tranquila. – Evy asintió, más calmada.
La ventaja del cuarto de Evy frente al de Sirius es que el de ella se comunicaba directamente con el baño. Sirius entró en el cuarto de la chica y se dejo caer en la cama según iba es decir boca abajo. Se quedó así, respirando el olor a canela de Evy mezclado con el suavizante floral que usaba Puck para lavar las sábanas que habían comprado James y el propio Sirius.
Se quedo pensando lo mal que los había tratado a los 3 desde el día que había vuelto del hospital. Recordaba cada frase hiriente que la había lanzado a James, y como sus ojos castaños acusaban cada golpe; cada grito que le había dado a Puck haciendo temblar al elfo; cada vez que había fingido que Evy no estaba allí, sólo para ver el cóctel de furia y dolor que se formaba en su cara... Los había tratado fatal. Sólo porqué habían llorado por su padre antes que él.
Toliman no hubiera querido que los tratara así. Toliman los había querido a los tres. Siempre bromeaba con adoptar a James y regalar a Regulus a la beneficencia, a Evy siempre le preguntaba como iba lo de hacerle abuelo o en su defecto lo de la boda, y Puck... bueno, al elfo le trató mucho menos, pero tb le trató genial.
Sirius percibió algo caliente corriendo por su cara. La verdad es que llevaba un rato sintiéndolo. ¿Estaba llorando? Justo cuando pensaba que no tenía capacidad de ello.
.-Te podías haber secado el pelo. Me vas a empapar la cama. – Evy había entrado a la habitación, pero al ver que algo raro pasaba se olvidó de su cama.
Se acercó a Sirius que aún estaba tumbado boca abajo en la cama, y le toco en el hombro, para ver que estuviera bien. Él se dio la vuelta el tiempo suficiente para abrazarla y quedarse llorando en su hombro. Ella apoyó la cabeza en el hombro del chico y dejo que las lágrimas que aún la quedaban salieran.
Por tercera vez en su vida, un hombre, lloraba en su hombro: Sirius, James y Ethan. El primero. Tras la muerte de su madre.
Cuando ambos derramaron todas las lágrimas que podían, se quedaron tumbados y abrazados en la cama de Evy. Fue entonces cuando entró James.
.-Chicos, tengo algo que contaros. – La puerta estaba abierta, así que James entró sin llamar. Se encontró con Sirius & Evy tumbados en la cama, desnudos salvo por unas toallas mojadas. Bueno, si solo los había cortado el rollo, de forma literal, no pasaba nada. – Vamos, Puck, ven aquí.
Puck entro algo asustado y se quedó cerca de la puerta por si tenía que salir corriendo. Sus antiguos amos se ponían furiosos si se les interrumpía en esas circunstancias.
.-Tranquilo, James. No molestas ni interrumpes nada. Puedes pasar. – Comentó Sirius irónico, cuando se recuperó de la sorpresa y tras asegurarse de que Evy estaba tapada hasta un poco por debajo del cuello.
.-Esto es más importante que vuestra vida sexual. – James se interrumpió al fijarse en un detalle: sus dos amigos tenían los ojos enrojecidos. Como si hubieran estado llorando. - ¿Estais bien¿Ha pasado algo?
.-No. No estoy del todo bien. – Admitió Sirius. James se quedó sorprendido de que Sirius hubiera admitido al fin que no estaba bien. – Pero lo estaré. – Añadió Sirius con su tono más confiado.
.-¿Cómo lo has hecho? – James miro con verdadera admiración a Evy, que iba responderle, pero James la freno. – No, mejor no me lo digas. Creo que es mejor que no me habléis de vuestra vida sexual. Volviendo al tema de antes he venido a comunicaros que es oficial: la pelirroja sale con otro.
.-¿Cómo que es oficial? – Pregunto Sirius extrañado.
.-Síiiiii. Me lo ha confirmado ella misma. – A continuación James les contó toda la conversación con Lily. – Y al final admitió que se lo tiraba, que era muy bueno en su trabajo. Seguro que no es para tanto. – Añadió desdeñoso.
.-Bueno, yo eso no lo calificaría de confesión. – Corrigió Sirius, ganándose una mirada furiosa de James. – Vamos, Prongs, tu mismo la retaste a que te diera esa respuesta.
.-¿Y dices que ha dicho que volvieras con ella? – Intervino Evy, haciendo que los ojos castaños del merodeador se posaran en ella.
.-Sí, tendrá cara. Es ella la que se enrolla con otro y se pone a insinuar que yo tengo una aventura. – Se ofendió James.
.-Oh, oh. – Comento Evy.
.-¿Cómo que oh, oh? – James recondujo su enfado de Lily hacia la otra chica cercana, Evy. - ¿Qué significa ese oh, oh?
.-Es que puede que tenga la impresión de que estás con otra por mi culpa. – Confeso la onza con su voz cargada de pesar.
.-¿Por qué iba a pensar Lily eso? – Pregunto James.
.-Por lo que te mandé comprar. Es la clase de compra que haría una mujer, o un hombre a petición de su amante... Pensé que con la mortadela de pikachu lo compensaría, pero no funcionó.
.-Ah. ¿Para eso querías la mortadela? – Sirius estaba bastante intrigado con la mortadela. La onza no lo había probado, y con razón, estaba asquerosa.
.-Sí. – Confirmo Evy.
.-¡No puedo creerlo! Cómo me mandaste a comprar eso sabiendo lo que ella pensaría? – Se enfureció James.
.-Pensaba que os reconciliaríais y ella no se fijaría en la compra. Claro que no contaba con vuestro talento natural para joder las cosas. – Contestó Evy, furiosa por aquella ingratitud. Sirius soltó una risita.
.-Calla, pulgoso. – Ordeno James con sequedad. – Por el bien de todos Evy, hazme un favor: no me ayudes. – Tras eso salió de la habitación dando un portazo.
.-Puck se disculpa por la intromisión. – El elfo hizo una reverencia y abandonó la habitación, dejando a la pareja callada y pensativa.
.-A lo mejor debería ir a hablar con Lily y explicarle lo que realmente pasó. – Comento Evy después de un rato.
.-Creo que es mejor que no lo hagas. – Negó Sirius. – No te metas entre ellos. Es lo mejor para todos. Al menos de momento.
.-Supongo. – Admitió Evy, aunque no muy convencida. Luego la onza depositó toda su atención en el chico acostado a su lado. - ¿Mejor?
.-Sí, al menos no soy como el resto de mi familia. – Contestó Sirius con una deslumbrante sonrisa de alivio en la cara.
.-Bueno, pero eso ya te lo podía haber dicho yo. – Rió Evy acariciando la melena negra azulada del muchacho, y quedándose quieta, perdida en sus ojos grises.
.-¿Puedo quedarme contigo esta noche? – El tono de Sirius era el de un niño al que le da miedo la oscuridad y quiere pasar la noche con su madre. – Sólo dormir. – Se apresuró a aclarar. La reconciliación aún no era lo bastante fuerte como para arriesgar tanto. – Necesito abrazarte. – Dijo como para rematar.
.-Claro. – Evy logró deshacer el extraño nudo en su garganta lo bastante para hablar. ¡Cómo si ella pudiera resistirse a un súplica así!
&·&
En alguna parte de Londres, otra persona tb se preparaba para afrontar la noche, aunque era una noche muy distinta. Joy estaba en su cama adoselada que parecía el puesto de frutas y verduras del mercadillo de los jueves, ya que del baluarte colgaban ristras de ajos. Sentada estilo indio en la cabecera de la cama, Joy permanecía alerta. De su cuello colgaban todos los amuletos protectores habidos y por haber. En su mano izquierda sostenía un martillo y en la derecha una estaca de plata.
Sí, ya sabía que eso a lo mejor tendría cierta utilidad si se enfrentara a un vampiro, pero que para un fantasma lo llevaba chungo. Pero Joy no tenía tan claro que fuera un fantasma, desde luego no se parecía en nada a ningún fantasma que hubiera conocido, cualquier fantasma de Hogwarts, incluso el barón sanguinario, era más amable que ese fantasma. Y más guapo.
Para colmo, Joy tenía que enfrentarse a él sola: su suegra había ido a una reunión de madres de sangre limpia mientras que Snape estaba trabajando. Joy no tenía la menor idea de en que consistía ese trabajo, pero tenía muy mal presentimiento respecto a él.
¿En fin,qué clase de trabajo duraba toda la noche y volvías con ese olor tan extraño impregnando tu piel? Joy temía cual era ese trabajo. Si era cierto no podría soportarlo. ¡Ella no quería salir con un músico de rock! Si al menos fuera de Pop, pero el rock estaba tan desfasado.
Las divagaciones de la chica sobre el trabajo de su novio fueron interrumpidas por la oscilación de la luz. Señal de que el fantasma iba a aparecer por la habitación.
.-¡Sí! Ven! – Le invitó Joy con una sonrisa torcida. - ¡Da la cara! Bestia inmunda! – Joy vaciló. ¿No se habría pasado con eso de bestia inmunda? Igual eso le enfadaba un poco. – Oye, que lo de bestia inmunda te lo digo de buen rollo. En plan amiga.
.-No, si no me ha sentado mal. – Contestó una voz sin cuerpo que parecía salir de las mismas paredes de la habitación. – Y ahora... ¡Vamos a jugar! – Joy se desconcertó, ya que la voz parecía la de un niño.
Pero no tuvo tiempo de analizarlo, antes de darse cuenta de lo que pasaba. El fantasma había hecho levitar la cama de Joy hacia el techo, con ella encima, a la vez que la hacía girar como una peonza. Parando de forma brusca al llegar casi al techo. Joy estuvo unos segundos tumbada en la cama, evitando respirar para no dañar los frescos del techo.
.-¡Bájame ya, cabrón! – Gritó Joy cuando ya no podía aguantar más.
.-Como quieras. – Canturreó el espíritu, a la vez que dejaba caer la cama a plomo al suelo.
.-Joder. – Jadeó Joy cuando se recuperó de la impresión en el estómago.
Aquello era lo último, decidió Joy, mientras veía como el espíritu se dedicaba a jugar con los cosméticos de la chica. Al día siguiente iría a investigar formas de lograr que ese maldito fantasma fuera hacia la luz.
&·&
Entre tanto, en su "trabajo" Snape procuraba disimular su impaciencia. La verdad es que se le terminaban las excusas con Joy, la chica no era tonta y empezaba a preguntar por su trabajo. Y Snape no sabía que decirle. No quería perderla, pero aquel no era la clase de trabajo en el que uno dimitía y buscaba algo mejor.
Además, por mucho que le jodiera admitirlo, desde que era uno de ellos, su vida había mejorado sustancialmente: se había librado del capullo de su padre, un borracho cabrón que le daba palizas a su madre noche sí, noche tb; vivía en un precioso atico de Notting Hill con su preciosa novia; su madre parecía feliz, tenía dinero... Todo era perfecto, si omitías el espinoso tema de matar gente inocente, claro.
Por su parte, Voldemort ya había dado por terminada la reunión, casi, ahora iba cuando torturaba a alguien del círculo que la había fallado estrepitosamente en algún encargo:
.-McNair, Zabini y Wilkes. – Al grito del señor Tenebroso tres mortifagos avanzaron al centro del círculo. - ¿Cómo va lo de atacar el valle de Godric?
.-Pues... – Todos hicieron distintos gestos de vergüenza.
.-Ya sé que me habéis fallado. – Cortó el señor Oscuro con una voz fría en que se unían la furia y el desprecio. - ¿Tenéis alguna excusa para ello?
.-Intentamos entrar por la red Flu. – Explico Zabini, con voz temblorosa. – Pero desde hace unos días no funciona. La casa esta desconectada de la red.
.-Y además, como el valle es inmarcable incluso en los mapas mágicos... – El tono de Wilkes no dejaba dudas sobre el hecho de que la idea se le acababa de ocurrir.
.-Por no mencionar que ese lugar esta protegido con la misma magia que Hogwarts, así que... es más difícil acceder al chico de lo que pensamos. – Concluyo McNair.
.-Excusas. – Fue la respuesta del Señor Tenebroso. – Merecéis el dolor. – Ninguna de las tres figuras encapuchadas hizo algún esfuerzo por ocultar su miedo. – Pero os daré una oportunidad. La última. – El alivio que mostraban los 3 en ese momento era tan grande como la decepción del resto de los presentes, que esperaban algún espectáculo grotesco para darle el broche final a la noche. – El chico saldrá en algún momento... Es uno de los favoritos de Dumbledore, será un golpe de efecto para él. – Lo último lo dijo, como si pensara en voz alta.
Dumbledore. Voldemort sabía que no estaba preparado para enfrentarse el mago y salir victorioso del duelo, es decir, matarle. No era tanto una cuestión de fuerza, ya que posiblemente la de Voldemort era mucho mayor que la del anciano mago, como de sicología. En la mente de Voldemort, donde realmente se decidían las cosas, aún era un alumno de Hogwarts y Dumbledore el profesor de Trasformaciones que le descubrió cuando abrió la cámara secreta. Con esa mentalidad no podía vencerle.
Dio por concluida la reunión y todos se fueron dispersando.
.-Snape. Quédate necesito hablar contigo. – Le llamo el señor oscuro cuando todos iban desapareciendo rumbo a sus casas.
Rosier palmeó la espalda de su amigo para insuflarle ánimo, antes de tomar la chimenea hacia su casa.
.-Siéntate. – El tono de Voldemort no dejaba claro si era una invitación o una orden. Por si acaso Snape se sentó frente a él, en un taburete, mientras el señor Tenebroso lo hacía en un mullido sillón. – Llevas poco entre nosotros¿te adaptas bien? Has tenido problemas?
.-No, todo bien. – Snape se quedó aturdido por las preguntas en plan director preocupado del mago oscuro.
.-Bien. – Voldemort sonrió con aprobación. - ¿sabes? Tu y yo somos muy parecidos.
.-¿Ah, sí? – Se sorprendió Snape, luego recordó que las personas frías e indiferentes no se sorprenden. Así que repitió con tono calculador. - ¿Ah, sí?
.-Sí, los dos tuvimos un padre muy inferior a nosotros, un padre que no nos comprendía. Naturalmente nos deshicimos de él. Yo de forma más expeditiva que tu. – Señaló con una carcajada maligna. – Pero creo que con el tiempo todo se andara... Bueno, ya sabes cualquier problema que tengas aquí estoy, para ayudarte. – Con esto dio por terminada la charla. Snape se levantó, estaba como en trance por la escena en la que acababa de actuar, con todos sus sentimientos enmarañados.
.-Cuando llego a su casa, sólo pudo tumbarse en la cama, sin quitarse la ropa, y quedarse allí tumbado. Pensando que jamás podría volver a dormir en la vida. ¿No dicen que el sueño es para los inocentes? Justo cuando pensaba esto, se quedó dormido.
&·&
Fiel a su promesa, Joy se levantó temprano, se vistió, se tomo un café y paso a ver a Snape. El pobre estaba tan cansado que se había acostado sin desvestirse, aunque tb podía ser que el pijama fuera negro, cosa que a Joy no la sorprendería.
Después de eso salió al sol de finales de agosto que empezaba a calentar en el elegante barrio de Notting Hill, y se fue a buscar a un experto en fantasmas. Si estuviera en Hogwarts, consultaría al maestro Chen, pero al no estar allí debía consultar con otra experta.
Subió por las escaleras de la Biblioteca Mágica Nacional y donde podía encontrar a la personas que más sabía de fantasmas en todo Londres, al menos a la personas que más sabía del tema que Joy conocía.
.-¡Hola Isis! – Saludo Joy a un preciosa joven de rasgos orientales que estaba colocando libros en lo alto de una escalera.
Isis Priestly era una compañera de escuela de Joy, ambas eran miembros del equipo de Quidicth de Griffindorf, y siempre se habían llevado realmente bien. La oriental era una experta en supersticiones, por eso sabía de fantasmas más que nadie.
.-¡Joy! – Respondió la aludida con alegría. Tal alegría que los libros se cayeron al suelo. - ¡Ops!
.-¡Isis! – Bramó una voz masculina al oír el ruido de los libros al chocar con el suelo.
.-No paso nada señor Chang. – Contestó Isis serenamente mientras bajaba a abrazar a Joy de un salto. - ¿Qué puedo hacer por ti?
.-Tengo un problema. – Confesó Joy. – En mi casa hay un fantasma.
.-¡Eso es genial! – Exclamó Isis sin ocultar su envidia. Una de las mayores frustraciones de su vida es que en su casa no había ningún fantasma.
.-No te creas, es muy mal rollo. – Insistió Joy. – Necesito que me ayudes con él.
.-Es que ahora estoy ocupada. – Isis lanzó una mirada agobiada a su alrededor. – El señor Chang se enfadaría si abandonara mi puesto.
.-Oh, no. – El aludido se presentó ante ellas. Para sorpresa de Joy era un hombre joven aunque algo estirado, lo que le hacía parecer viejo. – Tómate el tiempo que necesites. Y por si queréis ir a comer algo. – Las sacó un fajo de billetes.
.-Aún no es hora de comer. – Dijo Isis confusa.
.-Pues desayunar. Y hablar todo lo que queráis. – El señor Chan agradecía infinitamente la oportunidad de librarse de Isis. Si no fuera la hija de los patrocinadores la habría mandado a paseo hace tiempo. Aunque tb estaba que quería casarse con la hermana mayor de la chica.
&·&
.-¿Y dices que es muy agresivo? – Pregunto Isis, removiendo su té de naranja.
.-Sí, se pasa la noche haciendo guarradas. – Confirmo Joy cortando su crepe de jamón y queso.
.-¿Qué tipo de guarradas? Eso puede decir mucho del fantasma con el que tratamos.
.-Levitar cosas principalmente. En líneas generales es un fantasma muy infantil.
.-Mmmm. – Isis compuso una expresión pensativa. – Si dices que es infantil y agresivo... Puede ser un polthergeis.
.-Lo pensé pero... Los polthergeis no tienen un aspecto tan desagradable como mi fantasma. – Negó Joy.
.-Si es muy feo podría ser una furia. – propuso Isis.
.-Las furias son mujeres.
.-Vale, cambiemos de técnica. Si no podemos saber que tipo de fantasma es, veamos qué lo originó. – Joy hizo una mueca de incomprensión. Isis se explico. – Sabemos que sólo los magos y brujas vuelven como fantasmas. Así que un mago debió de morir en esa casa.
.-¡Sí! Recuerdo que Celia, la hermana de Rosier, comentó que por esa zona vivían magos. ¿Pero de que serviría?
.-Cierta clase de muertes pueden traumatizar y crear un espíritu muy agresivo. – Explico Isis.
.-¿Cierta clase de muertes? – Joy frunció sus cejas, perfectamente depiladas. - ¿Qué clase de muertes?
.-Asesinatos principalmente. – Contestó Isis. – Consultaremos la hemeroteca.
.-¿La qué?
.-La hemeroteca. – Repitió Isis burlona. – Es como una biblioteca pero de periódicos y revistas. En nuestra hemeroteca mágica se guardan publicaciones que datan de 1511. ¡Vamos, seguro que encontramos algo!
Pero después de una semana de infructuosa búsqueda no habían encontrado ninguna muerte violenta relacionada con la casa de Joy. Según las publicaciones mágicas, que ambas chicas revisaron desde las más recientes a las más antiguas, nada digno de mención había ocurrido en ese lugar en los últimos 400 años. Más allá de esa fecha no podían investigar, pero Isis no creía probable que un fantasma pudiera permanecer resentido más de cuatro siglos, y como Joy decía, su fantasma no vestía de época.
Así que el día 25 de agosto de 1976, fecha que quedaría gravada a fuego en la mente de Joy, volvía a su casa totalmente frustrada por no saber ni siquiera la identidad de su fantasma. Era uno de esos días tontos de verano, en que el sol juega al escondite entre nubes negras que anuncian lluvia, y aunque la tormenta aún no se había desatado, todo parecía indicar que lo haría de un momento a otro.
Joy se bajo del autobús, y cuando se preparaba para cruzar a su portal cayeron las primeras gotas, cruzó corriendo la calle, ya que llevaba el pelo liso y si la caían una gotas sería su perdición y fue al llegar a su portal cuando vio que había dos personas esperando: sus amigos Remus & Evy.
Los dos tenían una cara tan espantosa que parecía que les había pasado por encima un tren unas 7 veces, y para rematar les hubieran metido un puñetazo en cada ojo. Pero lo que más impresionó a Joy fue el aspecto del pelo de Evy, hasta entonces siempre había estado liso y brillante, pero aquella tarde se la veía desgreñado y sucio. Y a Evy, que veneraba su pelo liso, no parecía ni importarle.
.-¿Qué ha pasado? – Pregunto Joy, asustada por el aspecto de sus amigos.
.-Te lo contaremos mientras haces la maleta. – Contestó Remus. Fue entonces cuando Joy vio, que efectivamente, a Remus alguien le había sacudido un puñetazo.
.-¿La maleta? Chicos, es muy tarde para ir de vacaciones. – Razonó Joy, tratando de quitarle hierro al asunto.
.-No son vacaciones. – Aclaro Evy incorporándose, ya que hasta entonces había estado reclinada contra la pared. – Es supervivencia. Y en cuanto te contemos el día que hemos tenido lo vas a entender.
Pues esto ya termino por hoy, para saber lo que les ha pasado a Remus Y Evy, en los próximos capítulos retrocederemos en el tiempo, para ver el 25 de agosto desde los distintos puntos de vista de todos los protagonistas. En el cinco veremos el día que tuvieron James, Sirius, Evy y Puck.
Otro tema: estaré encantada de escuchar vuestras teorías sobre el fantasma de Joy: no os pido nombres ni apellidos ni edad, solo quiero que me digáis cómo creéis que llego allí, que lo mato, ya sabéis lo que hicisteis con Lizbell, aunque no sabíais su nombre. Tendréis tiempo para pensarlo, la respuesta va en el capítulo 6, así que sólo quiero ver como va el juego, os necesito muy despiertos todo el tiempo.
Carla Grey.
Orgullosa Lupina. MOS. Hermana de Mya y Maru Malfoy. Tía de Azi Black. Hija política de Verónika. Paciente de Serenity. Emperatriz consorte de Alon. Ahijada del hada madrina Noriko. Casi pariente de Miss Molko. Miembro de las 11 de Mey.
