Hola¿qué tal? Supongo que sorprendidos de verme con una actualización tan pronto y encima con dos capítulos. La verdad es que hasta yo lo encuentro raro. ¿Qué me estará pasando? En fin, que mejor respondo a los RR y me dejo de divagar.Y otra cosa, el tema del fantasma de Joy se resuelve en el siguiente capi, al igual que en el tema de Lizbell, solo os daré el toque a los que os vea peor encaminados, así que si no digo nada, es que vais bien:
Made: Hola, me alegra que cada día te guste más el fict. Lo de Crunch, (haces que suene a marca de chocolate) va a tardar en salir, ten paciencia, pero lo de Evy y Remus lo vas a saber en los siguientes dos capítulos. Un besazo.
AnnaTB: Hola, tranquila, lo de las suposiciones no era obligatorio. Y no te asustes: a veces Evy se vuelve alarmista y no hay quien la aguante. Espero que esto llegue antes de que mueras colapsada. Chao.
Silmarwen754: Tranquila, pronto sabrás lo que ha pasado. Del fantasma no hablo, pero eso de que Rosier sea tan bueno... Yo no lo tengo tan claro. Sigue siendo un mortífago. Ten fe, muchacha, seguro que James y Lily volverán a estar juntos algún día, aún no han concebido a Harry... Tranquila, no estaré hasta el 25 para juntarles. (Puedo estar más.) Me gusta que Verbena te cayera bien. Es una mujer singular. Adiosito.
Ginny84: Hola, guapa. Me alegra que te guste. Ya hablaremos del fantasma, te adelanto que esta mosqueado con Snape pero no porque sea mortifago precisamente. Mil besos.
Keikleen: También creo que Evy debería hablar con Lily y aclarar el malentendido, aunque si ese par de dos no sacara conclusiones precipitadas... Pero bueno, Lily y James son así. Es verdad, lo de los fantasmas esta totalmente desfasado, aunque no más que llamar a un exorcista. Creo que actualicé tan deprisa que no te dio tiempo a meditar lo del fantasma. No importa. Por cierto, yo creo que un 76 sobre 100 es una buena nota. ¡Felicidades!
Kurumi-desu: Espero que ya se te haya pasado el ataque a lo Golum. De todas formas, James es bastante más grande que un anillo, no te imagino acariciándole con una mano y... Vaya, que mal se puede pensar de lo que acabo de escribir. Por favor, ignorálo. Muchos besos.
K-rmen. ¿Así que pensaste que Lizbell era la madre de James porque era pelirroja? Pues es que yo no creo mucho en la tradición de los Potter con las pelirrojas... Sobre todo porque eso implica que Harry termine con Ginny y no me gusta nada esa opción. Tranquila, que no ha sido cosa de Sirius. Por mucho que le quiera yo no le dejo que le dé puñetazos a mis Remus. Entiendo tu opinión sobre Voldy, pero yo es que con los malos desarrollo unas relaciones amor odio muy extrañas... Y este malo en concreto, desde que pusieron a Ralph Fiennes para interpretarlo, yo es que en las películas voy con él. En los libros, no, pero en las películas, me tiene de su parte. Un abrazote.
Ivy potter black: Y lo bien que me hubiera venido saber todo eso de motos dos semanas antes. Al menos acerte con donde estaban los frenos. Uno de cuatro, no está tan mal para no tener ni idea. Felicidades por haber superado la semana de prueba y me alegro de que estés más tranquila. Muakis.
Aloromora: Vale, me dejaste con la intriga, y eso no lo puedo consentir. ¿A quién te recuerda el par de James y Lily? Es que sonaba a que era alguien muy cercano a ti. Vale, ya dejo de ser curiosa, no me lo cuentes sino quieres. Yo más que Evy se muera, para mi que se derrite, cuando Sirius la mira, y no lo tiene que admitir, porque Sirius es lo bastante listo como para saberlo por si mismo. Sí, la rata se va. No sabes la ilusión que me hace no volver a escribirle en una temporada larga. Un besazo.
Lucemvicuna: Uf, no sé porque Voldemort estaba tan majo, pero la verdad es que es para mosquearse. ¿Me di bastante prisa en actualizar?
Hermy: Hola, primero espero que hayas encontrado este fict. Segundo, me alegra que te gustara EADV. Tercero, espero que te saliera muy bien el examen. Besos.
Adrea-Black: Bueno, mira quien ha vuelto. Sí, guapa, estuve en las fallas de Gandía, estaban muy chulas. Aunque no sé, a mi ya te digo que los cohetes y los petardos me crispan los nervios, yo creo que en la Mascleta es básicamente eso. En cuanto a James y Lily, teniendo en cuenta que las marcas están para ser batidas, cuarenta capis no sé, peor más de veinte para estar juntos de nuevo sí que lo creo. ¡No me lo puedo creer! Es lo más cerca que has estado de que Evy te caiga bien, seguro que en este hará algo que no te guste y volverá a cagarla, pero como casi seguro que en este no me dejas RR, no importa. Del fantasma no digo nada, pero¿Tu lees mi mente? Ya verás porque. Tranquila, tranquila, James esta de una pieza, (y las piezas que más te importan pillina intactas) en cualquier caso, te digo que de momento no muere nadie. Un besazo de fresas bañadas en copa danone, si no las probaste, hazlo que estásn buenísimas.
Rodew. ¿Sabes quién es Bebe? Me acabas de sonar a su canción. También quiero que Lily y James se arreglen. Pero son dos cabezones y así no hay manera. Pronto verás lo del fantasma. Mil besos.
Steffy potter: me alegra que te guste. Aunque no te quejes, que últimamente actualizo muy rápido.
Antes de empezar con este capítulo, advertiros de algo, la máquina del tiempo se me fue demasiado al pasado. Empezamos en san Valentín de 1975, no el de la subasta, sino el de un año anterior a EADV, y luego vamos a la mañana del 25 de agosto de 1976 y ya todo seguidos. ¿Vale? Ahora sí, os dejo con ello.
Por amor al arte 5.
Días de playa.
Hogwarts, San Valentín de 1975.
Un año más había llegado San Valentín a Hogwarts, y un año más Dumbledore había decidido boicotear el baile de San Valentín que las presidentas de distintas asociaciones de estudiantes, orientadas a la búsqueda de nuevas formas de babeo ante la presencia de merodeadores y otros monumentos de la escuela, trataban de obligarle a hacer.
La técnica empleada por el anciano mago aquel año, había sido invocar en el Gran Comedor una playa hawaiana, con la idea de que después de dar el día libre a sus alumnos para que andarán por allí, por la noche estarían tan cansados que no querrían ir al baile, y si alguno aún tenía ganas de fiesta, tenía como excusa que el gran comedor estaría lleno de arena.
Todos los alumnos estaban encantados con la idea de la fiesta hawaiana. A los chicos les encantaba poder ver a sus compañeras con bikini en lugar de con esos uniformes de niñas buenas. Por su parte, las chicas una vez depiladas y demás, estaban deseando poder presumir de bronceado. Además era un descanso para los que en breve se enfrentarían a los TIMOS y EXTASIS.
Los 3 merodeadores y la rata traidora, eran los más felices de todos. En menos de 10 minutos se habían proclamado los reyes de la playa, todas las chicas, medio desnudas, se peleaban por ponerles crema solar, por servirles una de esa copas con forma de coco que llevan sombrillas... Vamos, estaban en la gloria y eran la envidia de los chicos de la escuela.
Pero ellos no parecían muy encantados de la vida: la rata se sentía excluida porque las chicas pasaban de él; Remus se sentía agotado, ya que la luna llena fue la noche antes; Sirius buscaba sin encontrar un lugar con el que estar a solas con su nueva conquista y James se aburría de todas aquellas bobas superficiales. ¿Dónde andaría su pelirroja favorita, su prefecta perfecta?
Ah, sí. Estaba con toda su panda de amigas, apartadas de todo y todos...
.-Bueno, yo me voy al bar. – Anunció Evy, vestida con un bikini de triángulos con motivos de leopardo tras ayudar a sus amigos a colocar todo. – He quedado allí con los Tarlenton. – La joven elevó la voz para que Sirius lo oyera. El animago no mostró mucho interés, él tb tenía plan y eso significaba que durante unas tres horas, la chica afortunada sería la única mujer en el mundo para él.
.-Ey, no. – Protestó Lily. – Con lo que me ha costado inflar las colchonetas, ahora te das un baño con nosotras. – La pelirroja señalaba a dos flotadores gigantes uno con forma de orca y otro de monstruo de Lago Ness, que estaban en la orilla.
.-Esta bien. – Suspiró Evy, sabiendo que llevar la contraria a Lily no era sano. Además hacer esperar a los chicos les haría bien.
.-Probemos cuantos nos podemos subir. – Propuso Will tomando la colchoneta del monstruo y corriendo hasta el agua perseguido por las tres chicas y su amigo Yeye. Bell, una rubia de pelo rizado, se quedo en la sombra dormida.
Cuando estuvieron en el agua, empezaron subirse a la colchoneta: primero subió Will, que se quedo allí sentado como un vaquero, le siguió Evy, que se aferró a la cintura del muchacho y después fue Lily y luego... La colchoneta se encabrito y los tres terminaron en el agua y el monstruo del Lago Ness en la playa.
No se desanimaron. Volvieron a probar, sólo que esta vez subió primero Joy y después intento subir Yeye. Justo cuando lo tenía conseguido, casi, vino una ola enorme que les dio veinte volteretas y le hizo tragar más agua que un camello.
Después de unos cientos de intentos más, y de terminar todos con una buena colección de arañazos producidos al rozar las costuras del plástico, desistieron de su intento y optaron por una nueva actividad playera.
Decidieron hacer un castillo de arena, o mejor aún, hacer realidad el sueño de su amiga Bell de tener unos pechos enormes. Para ello, aprovecharon que la rubia se había quedado dormida bajo una palmera, para enterrarla en arena con la forma de una sirena pechugona.
.-Fue divertido. – Evy dio el broche final colocando una pequeña concha coronando cada uno de los pechos de arena. – Ahora sí me voy con mis niños. – Y salió corriendo hacia la cabaña de paja que hacía las veces de discoteca.
.-¿Y ahora a que jugamos? – Pregunto Joy dispuesta a que la fiesta no decayera.
.-No sé, estoy cansado. – Contestó Yeye, aplicándose protector solar en el pelo.
.-A veces no sé en que piensa Dumbledore. – Los ojos verde jade de Will escrutaban la playa con desaprobación. – Si uno se ahoga aquí, no hay una vigilante macizorra para hacerte el boca a boca.
.-¡Podemos jugar a eso! – Se entusiasmo Lily.
.-¿A los vigilantes de la playa? – Se asombró Joy. No era para menos, Lily siempre decía que ese serie era basura.
.-Aja. – Confirmo Lily, que tenía ganas de hacer el idiota un rato. – Aunque admito que no sé jugar, porque no sé de que va esa serie. Me parece muy sexista pero todo sea para que Will no se traumatice por esto. ¿Así que, Will, que debo hacer?
.-Para empezar debes tener una tabla para usar de salvavidas. – Will se animó un poco. No todos los días, la chica más guapa de la escuela, se pone totalmente a tus órdenes.
.-Ya esta. – Lily arrancó la tapadera de la nevera y empezó a posar con ella. Cuando se cansó. - ¿Qué más?
.-Ahora: corre. – Ordeno Will.
.-¿Por qué? – Se extraño Lily.
.-Porque eso es lo que ellas hacen: corren. – Explico Will.
.-¿No debería ahogarse alguien? – Insistió Lily sin moverse de dónde estaba.
.-Lily, deja de pensar. Las vigilantes de la playa no piensan. Sólo corren, así que corre. – Repitió Will.
.-Will, estoy tratando de entrar en mi personaje. Para ello necesito entender sus motivaciones personales para correr. – El tono de Lily parodiaba a las grandes divas de Hollywood, cuando hablaban de lo duro que fue preparar un personaje determinado. - ¿Por qué corren¿Acaso quieren adelgazar¿Las gusta el movimiento de sus melones operados al correr¿Tienen complejo de Forrest Gump? – Lily negó con la cabeza. – Yo no puedo trabajar en estas condiciones.
.-¿Y si te pongo banda sonora? – Ofreció Will como quien esta en un mercado persa regateando por una alfombra. Les hizo una señal a Joy & Yeye, que empezaron a cantar una estúpida canción sobre gente que esta en la oscuridad y otra q esta en la luz, pero nunca es tarde si quieres ayudar a alguien etc... - ¿Te motiva ya para correr?
.-Ya te digo. – Lily empezó a correr, más que nada porque estaba claro que Joy & Yeye, no iban a ser los nuevos Pimpinela, ya que cantaban fatal. Pero aún así, Lily corría a cámara lenta, posando como vio hacer a las pavas esas. La verdad es que era divertido.
Pero dejo de serlo, cuando Lily se percato que James Potter la observaba. Sus ojos castaños estaban clavados en ella, devorándola sin disimulo a través de ellos, mientras una sonrisa perezosa y soñadora asomaba a los labios del joven. Lily ya había notado que James la miraba mucho últimamente. Y no la gustaba lo más mínimo.
.-¿Qué miras? – Le pregunto la chica con su tono más cortante.
.-Si eres un vigilante de la playa, debes ayudar a quien lo necesite. ¿No? – James ignoró la pregunta de la chica, para centrarse en la suya, que después de todo era más interesante. – Pues que sepas que yo estoy muy mal. Necesito que me hagas el boca a boca urgentemente.
¡Vaya morro! Hacia dos meses ni la miraba a la cara y ahora quería que le hiciera el boca a boca. De no estar Leticia lista para morderla si se metía con su Dios Potter, le diría a la supuesta divinidad unas cuantas verdades. Pero debía controlarse. Además, jugar con él un poco sería igual de divertido.
.-Desde luego que sí, Potter. – Contesto finalmente Lily, con una sonrisa adorable, dejándose caer en la toalla del chico. – A ver¿qué te pasa exactamente?
.-Me siento un poco mareado. – James se metió enseguida en el personaje, la idea de jugar a los médicos con la pelirroja era realmente excitante. – Y cansado. Creo que no tengo pulso. Realmente necesito el boca a boca.
.-Sí, es verdad. Estas muy mal. – Convino Lily, tras comprobar el pulso por la muñeca. ¡Malditas las ganas de medirlo en el pecho del muchacho! – Necesita el boca a boca con urgencia. – Espero a que la sonrisa triunfal del muchacho se formara y que pusiera los labios en posición para gritar. - ¡Yeye¡James necesita que le hagan el boca a boca!
.-¡Voy! – Yeye se levantó de su toalla y fue directo a la de James. Pero no sólo él había oído el grito de Lily, casi todas las chicas de la playa tb, y al enterarse de q sus dios necesitaba atención médica corrieron a salvarle.
.-Te odio, Evans. – Exclamo James, huyendo de la panda de enfermeras vocacionales que le perseguían.
.-Lo mismo digo. – Contesto jovialmente la aludida entre carcajadas. Aunque por alguna razón, aquélla victoria no le sabía como tal. ¿Qué pasaba allí?
Por su parte Bell acababa de despertar con dos sensaciones muy dispares: la de estar siento observada y la de haber sido enterrada en arena. No tardo en comprobar que ambas eran correctas. Remus la observaba atentamente y ella formaba parte de la escultura de una sirena pechugona de arena. Aunque la idea de tener un pecho abundante la encantaba, la de estar enterrada en arena la daba claustrofobia.
.-Lupin. – Llamo la chica con su tono más meloso. - ¿Me ayudas a salir de aquí?
.-Porque me lo pides con ese tono y por ser tu. – Accedió el aludido, con una sonrisa divertida. En unos minutos había liberado a la chica, que tenía arena hasta en las orejas.
.-Ya verás cuando pille a esa panda de graciosos. Los mato. Te juro que los mato. – Amenazaba la rubia molesta, cuando Remus asentía comprensivo. – Volveré a mi cuarto a ducharme.
.-¿Por qué no te das un baño en la playa? – Propuso Remus. Al oírlo, Bell enrojeció, no podía decirle que tenía ciertos problemas femeninos, aunque por la reacción del merodeador de ojos dorados, se había dado cuenta por si mismo. – te acompaño.
.-¿Qué? No quieres quedarte aquí y dejar que tus admiradoras te mimen? – Bell se rió divertida al ver la expresión de cansancio de Remus. – En tal caso me encantará que me escoltes hasta nuestra sala común.
Sirius era el merodeador que más disfrutaba ese día, al fin había podido tirarse a Cinthya Crawford, una de las macizas de séptimo. Era la primera vez en meses que Vega no le fastidiaba una cita.
Hablando de la reina de Roma, la chica estaba en la pista de baile, meneando sus felinas caderas al ritmo de salsa junto a los gemelos Tarlenton. Que trataban de seguirla el ritmo sin conseguirlo, y es que la chica parecía fusionarse con la música. Sirius observo a su pequeña rival de forma apreciativa.
Después de un rato, la chica se cansó y aviso a sus dos admiradores que iba a beber algo. Todo lo que había era bebidas sin alcohol, cerveza de mantequilla aparte, pero Evy pidió una piña colada. Estaba esperando su bebida cuando un brazo fuerte la abrazo por detrás y una voz sensual la acarició la oreja:
.-¿Cómo estás pasando el día, nena? – Sirius la dejo el espacio suficiente para que se encarara con él.
.-Bien, aunque no tanto como tu por lo visto. – Los ojos verde dorados se entrecerraron suspicaces. No había más que mirarle para ver que había triunfado con la Crawford. Lo cual era una derrota para Evy, pero mantuvo el gesto imperturbable. – Claro que igual pronto practico yo mi postura favorita.
.-¿Ah, sí? Cuál es? – Se intereso Sirius.
.-Yo debajo y los dos chicos encima. – Contestó ella con descaro. En ese momento la trajeron la bebida, ella la tomo y trato de irse, pero Sirius la detuvo atrapándola entre él y la barra.
Alargo la mano y sujeto un mechón rebelde tras la oreja de la chica. La piel en esa zona era asombrosamente suave. ¿Sería igual en todo su cuerpo? Le asaltó un pensamiento posesivo hacia aquella joven descarada que aseguraba no sentir la menor atracción por él. ¿Y si le atraía algún otro? La idea de que ella pudiera arquearse bajo el cuerpo de otro chico, de la misma manera que Cinthya se arqueó bajo el suyo, le llenaba de una furia incontenible. Por encima de su cadáver, decidió.
.-No cuentes con eso, nena. – Sirius esbozo una sonrisa seductora. – Pero podías conformarte conmigo. Valgo por dos.
.-Tentador. – Admitió Evy. Pero sabía que si aguantaba el juego, pronto la vendrían las cartas que quería. Sólo era cuestión de paciencia. – Pero no. Me esperan. – Y con esto se deslizo bajo los brazos de Sirius para volver con sus parejas.
Entre tanto en la playa, la fiesta empezaba a decaer. Lo que muchos habían pensado que era el calamar gigante que se había colado en la playa, resulto ser una invasión de medusas y la mitad de los niños de primero tenían picaduras, un viento se había desatado y una sombrilla se había clavado en el pecho siliconado de una alumna de sexto de Slytherin, y se lo había reventado como un globo. Además el volcán se había desmadrado un poco. Estaba soltando humo, temblaba, escupía un líquido rojo viscoso...
Dumbledore decidió dar la fiesta por terminada. Antes de que les alcanzara el Tsunami.
&·&
Valle de Godric. 25 de agosto de 1976.
Sirius había entrado por la mañana en el cuarto de James y tras despertarle le anunció:
.-Evy y yo hemos decidido ir a la playa. Y Puck y tu venís con nosotros.
.-Deja de decir chorradas. Quiero dormir. – James se acurrucó aun más entre sus sábanas. Sirius suspiro, esperaba más colaboración por parte de su amigo. Para estimular al chico, hizo desparecer las sábanas con un hechizo. – Eh. ¿Qué haces?
.-Mira, James. – Sirius se sentó en la cama de su amigo. Iba vestido con unas bermudas y una camiseta de manga corta, con un dibujo de Iron Maden. – es verano, dentro de poco volvemos a la escuela y ninguno de los cuatro hemos hecho algo realmente veraniego, así que¡Vamos a la playa! – Con disgusto vio que James no se movía. Decidió jugar su última baza. – Si no vienes vuelvo a la primera fase de mi depresión.
.-Esta bien, esta bien. – James cedió ante la amenaza de su amigo. – Ya voy, ya voy.
.-Baja enseguida. Estaré abajo atando a Evy. – Informó Sirius.
.-¿Qué? Sirius si empezáis con vuestros juegos vamos a llegar a la playa a las mil y para eso no merece la pena ir. – Refunfuñó James.
.-A atarla el bikini a Evy. – Aclaro Sirius. James se avergonzó ligeramente por la confusión. Pero se avergonzó aún más cuando Sirius pregunto. - ¿Qué clase de sexo practicabais la pelirroja y tu?
.-¿A que viene ese pregunta? – Para ocultar su rubor, James rebusco su bañador por su baúl.
.-Te has molestado por el tiempo que perdería si atara a Evy, pero no te escandalizaste porque la atara. – Apunto Sirius. – Por cierto, si no es mucho pedir, me gustaría que arreglaras las cosas con Evy, sabes que no lo hizo con mala fe, solo quería ayudarte y...
.-Sirius, tranquilo. Ya la perdoné. – Aseguro James.
.-¿Seguro?
.-Seguro. – Confirmo el chico de ojos castaños.
.-Bien. – Sirius sonrió satisfecho. – Pues díselo a ella. Esta muy disgustada.
.-Pensaba que tu te habías ocupado de animarla. – James se refería a que en la semana anterior apenas había visto a la pareja, habían estado encerrados en la habitación "poniéndose al día".
.-Ha sido mutuo. ¿Sabías que los abdominales humanos se pueden usar para rallar queso? – Se interesó Sirius con tono jovial.
.-Ni lo sabía ni necesitaba saberlo. – Respondió James secamente.
.-Ya, pero por favor sé bueno y dila que la has perdonado. – Sirius puso su mejor cara de cachorro y ya tenía medio convencido a James cuando...
.-¡NOOOOOO! – El agudo grito de Puck interrumpió la conversación de los dos jóvenes. Corrieron al salón que era de donde procedía el escándalo.
.-¿Qué pasa? – Preguntaron los dos merodeadores.
.-La señorita quiere matar a Puck. – El elfo se apresuró a esconderse tras los chicos.
.-No. – Negó Evy. – Sólo quiero darle crema solar. – Les mostró un tubo de crema protectora de factor 750, el más alto conocido por el ser humano. – Esta muy blanco, si va a la playa así, le traemos de vuelta dentro de un tupper y en forma de cenizas.
.-¿Y por qué no se la das en la playa? – Pregunto James.
.-Hay que aplicarla media hora antes de exponerte al sol. – Evy señalo la etiqueta del producto. – Lo dice en las instrucciones.
.-Evy tiene razón. – Sirius obligo al elfo a salir de detrás de él. – Deja que se dé solo la crema solar, Evy, es lo mejor. Por la espalda se la puede dar con un hechizo. ¿Ya esta? Podemos arreglarnos para irnos a la playa?
.-Vale, esta bien. – Suspiraron los otros tres, como si ir a la playa fuera un sacrificio inmenso.
.-Pero me tienes que atar. – Le recordó Evy, mientras se echaba hacia atrás las cuerdas del bikini para que su novio le atara al cuello.
.-¡Puck piensa que si se ponen a jugar a atarse no nos iremos nunca! – protestó el elfo enfurruñado.
.-De verdad, es cierto que los elfos se terminan pareciendo a sus amos. ¡Estas tan enfermo como James! – Se picó Sirius. – Dejaos todos de gilipolleces, y en 15 minutos os quiero a todos en el garaje para ir con la moto. El que no este no se viene.
.-Y punto en boca. – Añadió Evy en tono burlón. Sirius la miró molesto porque le parecía que la chica se había burlado de su tono autoritario. Ella se limitó a sonreír con inocencia y agitar los lazos del bikini para recordarle que aún no la había atado. Sirius gruñó pero se los ató.
&·&
Finalmente, todos estuvieron listos, más o menos, en el plazo previsto por Sirius, cargaron la moto con todo lo necesario para un día de playa según Puck y se fueron para una playa secreta que habían encontrado James & Sirius de pequeños. Aclarar que los esclavos hebreos cuando abandonaron Egipto guiados por Moisés, iban menos cargados que la moto de Sirius, ya que Puck había cargado hasta con el horno microondas.
.-¿Eso es el mar? – Pregunto Puck con asombro mirando la inmensa masa de agua que aquel día estaba algo agitada y había captado del cielo plomizo un tono gris azulado. (NC¡Cómo los ojos de mi Sirius! Mm. Me callo.) Vamos, que aunque no estaba en su esplendor, el mar siempre es bonito. – Puck cree que es precioso.
.-¿A que sí? – Confirmo James, acababan da colocar las cosas, y Sirius y él ya se estaban quitando las camisetas para darse un chapuzón. (NC: Empiezo a pensar que este capítulo no es buena idea. Mis chicas se me van a alborotar demasiado.) – Pues ya verás cuando te des un baño. El agua estará deliciosa.
.-No, no. Puck no quiere bañarse. Puck no sabe nadar. Puck se ahogaría. Puck es feliz solo con ver esa cosa tan bonita.
James & Sirius intercambiaron una mirada. No les gustaba la idea de que el elfo se quedara allí mirando mientras ellos se lo pasaban bien, pero tampoco querían obligarle a hacer algo que le asustaba. Difícil decisión. Se encogieron de hombros y corrieron hacia el agua.
Puck ya estaba a salvo de que sus amos le obligaran a bañarse pero no de Evy. Contrariamente a lo que la gente piensa, los gatos no temen al agua porque no sepan nadar, simplemente no les gusta el agua porque se les moja el pelo, pero todos los felinos son grandes nadadores, y si en un momento dado se tienen que mojar pues ellos se mojan. En el caso de Evy, además, se había criado prácticamente en Anath, jugando en las olas del mar que lo bañaba, así que el agua la encantaba, por eso quería que Puck disfrutara del mar al máximo.
.-¿De verdad no te quieres bañar? – Pregunto Evy con su tono adulador. Al ver que el elfo iba a empezar con la cantinela, le corto con una dulce sonrisa. – Ya sé que no sabes nadar¿pero por qué no te acercas a la orilla y te mojas los pies un poco?
.-Puck quiere. – El pequeño elfo, tomo la mano que la joven le ofrecía y se dejo llevar hasta la orilla del mar. Los chicos, que estaban en el agua, haciendo el bestia, pararon al ver la escena.
.-¿Puedes creerlo? – Se asombro James señalando la escena. – Hace una semana, Puck no quería verla ni en pintura, y ahora deja que ella le lleve de la mano hasta el agua.
.-Ver para creer. – Le apoyo Sirius antes de lanzarse a tratar de hacerle otra aguadilla.
Un grito del elfo, volvió a interrumpir su batalla. Miraron hacia la orilla donde Puck señalaba la superficie del mar, que se acercaba y se alejaba de forma rítmica.
.-Se mueve, se mueve, se mueve. – Repetía realmente asustado.
.-Sí, pero no pasa nada. – Para demostrarlo, Evy se adentró lo bastante para que las olas lamieran sus diminutos pies, pero sus manos pudieran guiar a Puck si se decidía entrar. – Se llaman olas, el mar las hace continuamente. Pero no te harán daño.
Justo cuando decía eso Evy, la hermana pequeña de la ola que dio la vuelta al trasatlántico Poseidón, les dio un buen revolcón a Sirius & James, (NC: quien fuera ola.) Que volvieron a superficie escupiendo agua y fingiendo que se ahogaban.
.-Me muero, me ha matado. – Sollozó falsamente James, mientras Sirius se hacía el inconsciente y se dejaba ir al fondo del mar.
Como es natural, ante ese panorama Puck corrió a refugiarse entre las tumbonas y Evy se les quedo mirando a los dos sin ocultar su furia. ¡Casi le tenía dentro del agua!
.-A ti porque me dejas vivir en tu casa. – Soltó la onza señalando a James. – Y tu porque eres bastante bueno en la cama. – Eso se lo dijo a Sirius. – Que si no, no sé porque os aguantaba. – Tras decir eso, se dio la vuelta y con tono cargado de cariño le dijo a Puck. – No hagas caso a los anormales profundos. Te aseguro que no te va a pasar nada...
Se preciso de toda la paciencia de Evy, del valor de Puck y de la colaboración de James y Sirius, que al final decidieron dejar de hacer el idiota pero lograron que Puck se metiera en el agua... Lo que no lograron después es que el elfo saliera de allí, ya que estaba encantado de la vida. Ni siquiera hubo manera de convencerlo para que saliera a comer, aunque accedió a quedarse en la orilla.
Mientras el trío devoró su pequeño festín a base de bocadillos. El de James era de sobrasada con gominolas, el de Sirius de lomo con chocolate y el de Evy de queso de untar con piña en almíbar. Estuvieron hablando de todo un poco, para alivio de Sirius, James & Evy firmaron la paz y luego trataron de discutir de forma objetiva sobre la pelirroja, cosa muy difícil, ya que James no atendía a razones y Sirius no tenía paciencia en las discusiones.
Evy no ayudaba mucho ya que estaba más pendiente de que Puck no se hubiese metido muy adentro; que no se estuviera quemando por el sol, cosa improbable porque no había sol y ninguno de los dos chicos se creían eso de que le viento tb quemaba; que no se lo llevara una ola... De hecho las únicas aportaciones de la onza a la conversación fueron las siguientes palabras¿estará bien? Repetido una media 30 veces.
.-Voy con él. – Evy se levantó, (estaba sentada con la espalda apoyada en el pecho de Sirius) dio un beso a su novio y fue junto al elfo.
.-Ver para creer. – Repitió Sirius moviendo la cabeza con incredulidad.
.-Sí. ¿Cómo estás? – Se interesó James. Sirius no contesto al momento, pero no era como al principio, que le molestaba la pregunta, era más bien como si meditara la respuesta.
.-Le extraño. – Confesó al final el mago de ojos grises. Dichos ojos estaba clavados en Evy, que saltaba olas en la orilla junto a Puck, con la camisola blanca que llevaba revoloteando en el viento. – Antes me pasaba el rato molesto porque se metiera en mis asuntos pero ahora... Extraño que lo haga. Me resulta increíble que no vaya a volverle a ver y... Gracias por todo. – Volvió la mirada hacia su amigo.
.-¿Por qué? Yo no hice nada. – Replico James.
.-No, hiciste mucho. Fuiste tan cabezota como yo. Y ya es decir. No dejaste que Evy se fuera de nuestro lado, porque sabias que la necesitaría junto a mi y tu tb estuviste ahí. Aunque te traté de puta pena. Por eso gracias.
.-De nada.
Ambos chicos se abrazaron, terminando así con cualquier tensión que pudiera quedar entre ellos. Evy se giró y sonrió al ver la escena, apartando un mechón mojado y salado, que el viento había arrojado a su cara. El viento...
Pasaba algo raro con él... había cambiado de dirección. Ahora soplaba de la costa hacia el mar, y no al contrario, además era frío e iba perdiendo ímpetu, como si el aire fuera tan pesado que el viento simplemente no podía desplazar sus moléculas. El agua tb era más fría, casi polar.
Teniendo muy mal presentimiento, Evy se miro las manos: tal y como sospechaba estás estaban cambiando de forma, en vez de sus pequeñas manos de niña, se veían las manos de un jaguar joven. Dado que ella no se estaba trasformando eso sólo podía significar una cosa realmente mala...
.-Puck, sal del agua. – El tono de la chica, un tembloroso balance entre la orden directa y el pánico, impresionó a Puck lo suficiente para obedecerla sin rechistar.
Tb influyó el hecho de que la chica corriera hacia las toallas, donde James y Sirius charlaban ahora de cosas menos trascendentales como Quidicth, pero se callaron al ver la cara que traía Evy.
.-¿Qué pasa nena? – Como respuesta Evy, tomo a Sirius de la barbilla y le hizo mirar sus manos, que ya no eran sus manos humanas para nada. Además la trasformación se extendía inexorablemente por todo su brazo.
.-Dementores. – Concluyo James al verlo.
.-Al menos dos. – Evy había deducido eso por la rapidez con la que se trasformaba.
.-Bien. – El tono de Sirius era más de todo lo contrario a bien. Se volvió hacia James. - ¿Qué hacemos? Nos trasformamos? Como animales seríamos menos sensibles a ellos.
.-Pero no podríamos invocar un Patronus para hacerlos huir. – Señaló James.
.-Cierto. – Sirius agarró a Evy de la nuca, que tenía los ojos cerrados tratando de seguir humana el mayor tiempo posible, y la dio un pedazo beso. – Necesitaré un buen recuerdo dentro de poco. – Explico a la onza que ahora tenía los ojos abiertos como platos de la sorpresa. Sirius la apartó un mechón de la cara y la aconsejo. – No te resistas.
Evy asintió y en un mili segundo la mano de Sirius acariciaba el lomo de una joven y esbelta jaguar.
.-¿Patronus, entonces? – James había observado la escena con envidia. ¿Dónde estaba su pelirroja cuando se la necesitaba? Ah, sí. Revolcándose con el gigoló David que hacia tan bien su trabajo.
.-Sí, Patronus. – Confirmo Sirius.
.-Bien. ¿Puck, sabes ejecutar algún hechizo contra dementores? – Le pregunto James al pequeño elfo.
.-Sí. – Confirmo Puck, tras mirar al mar. – Puck sabe.
.-Pues úsalo.
Los planes del trío se vieron interrumpidos por un gruñido de Evy, que miraba hacia una pequeña cueva en cuya entrada habían aparecido unas oscuras figuras, una mucho mayor que la otra.
Casi al instante los dos magos terminaron en el suelo. La playa había desaparecido...
Sirius estaba sentado en una silla de la sala de espera de San Mungo y un médico con cara de "lo siento, no pudimos hacer nada" avanzaba hacia él.
James estaba sentado en el despacho de Dumbledore y el viejo mago le miraba cansado. A su lado Crouch le decía: "¿Lo entiendes?"
Por su parte Evy había acertado: eran 2 dementores. Los más raros que el jaguar había visto en su vida. Y escoltada por Ethan ya había visto varios, incluso sabía matarlos. X eso sabía que el comportamiento de esos dementores no era nada normal.
Lo normal era que un dementor al ver un onza huyera. Instinto de supervivencia puro y duro. Sabían que ante ellos estaba el único ser que podía destruirlos y preferían salir x patas. Pero estos no... Y no era valor. Los dementores no usaban de eso. Era más bien, que no sabían que clase de ser se interponían entre ellos y las apetitosas almas de los 2 magos.
El jaguar gruñó irritado a su parte humana. ¡No era momento de analizar si no de desgarrar! Tanto peor para el dementor si no sabía lo que le esperaba! El beso de su canino compañero había hecho correr el Júbilo por sus venas y el jaguar anhelaba usarlo contra el dementor de la derecha. El más fuerte. Eso enseñaría al otro a temerla.
No rugió, cuando saltó hacia la garganta del dementor su punto más vulnerable. Salto con felina frialdad, derribando al dementor con su peso. No mordió, sabía que la sangre del dementor no era venenosa, al menos para ella, pero sí asquerosa. Clavo sus zarpas en los brazos de su presa para inmovilizarlo, uso otra delantera para que no moviera la cabeza y con la otra lo desgarro la garganta. Pero en vez de sacar las garras de ahí, las dejó clavadas, inoculando el veneno por el sistema circulatorio de la criatura q empezó a agitarse en las primeras convulsiones de la muerte.
El jaguar sabía que su veneno aún no era lo bastante fuerte como para matarle al instante. ¡Pero mejor! Qué sufriera un poco! Sólo tenía que mantenerle quieto y procurar no... ¡No! No debió mirarle a los ojos! Una rápida sucesión de imágenes atravesaron la mente del jaguar que tuvo que soltar la presa, mientras lanzaba gañidos de terror.
El dementor se sintió libre de nuevo, pero ya era tarde para él... Un escalofriante grito surgió de su garganta desgarrada al sentir que el juego se había terminado para él. Mientras a pocos metros de él, el jaguar se agitaba en la arena, tratando de escapar de las atroces imágenes que cruzaban su mente.
Por su parte el otro dementor miraba la escena sorprendido de que su compañero estuviera muriendo. Era algo tan nuevo para él. Pero el otro ser, el que le había matado, y ahora temblaba en la arena estaba asustado. El miedo. Por fin algo familiar. Se olvidó de los magos y se acercó al ser sin identificar, curioso¿A qué sabría su alma?
.-¡Expecto Patronum! – Gritaron 3 voces a la vez a espaldas del dementor.
Al volverse, se encontró con una inmensa marea de luz blanca junto a la que galopaban un ciervo y un perro, directos hacia él. No pudo hacer nada mientras la marea blanca lo embestía y lo enviaba a la estratosfera.
Sirius & James, aun de rodillas bajaron las varitas, mientras Puck hacia lo mismo con las manos. Al ser el dementor más fuerte el que los tenía doblegados, cuando empezó a agonizar quedaron libres para ir a por el otro. Tras soltar la varita James cerró los ojos y se dejo caer de espaldas a la arena, tratando de quitar de su mente lo que acababa de ver.
A la vez que ellos habían bajado las varitas, el dementor agonizante se convertía en polvo cósmico, dejando a Evy libre para volver a su forma humana. Pero no lo hizo. Se quedo como jaguar inmóvil tumbada en la arena.
.-Evy. – Sirius se acercó a ella y acarició la cabeza felina, para que reaccionara. Pero ella se limitó a sollozar suavemente. – Nena, no. – El joven moreno empezó a preocuparse. Trató de recordar que había leído sobre los onzas y los dementores, algo que le dijera que aquello era normal, pero su mente estaba en blanco.
.-¿Esta bien? – James se acuclilló junto a la pareja y miro al gran gato tumbado con la preocupación pintada en sus ojos castaños.
.-No lo sé. – Sirius siguió observando un rato más. Hasta que se harto de esa pasividad que no iba con él en absoluto. - ¡Joder! Evy! Reacciona! – Y empezó a agitarla como una maraca para ver si la hacía reaccionar.
.-¡Suelta! Joder! – Y funcionó. La Evy humana le lanzó una mirada furiosa. Pero antes de poder soltarle su lista de quejas completa, se encontró con 3 pares de brazos tratando de ahogarla en un abrazo de oso. – Chicos... Me... estáis... ahogando...
.-Lo siento. – James & Puck la soltaron al momento, pero Sirius no.
.-No vuelvas a darme estos sustos. – Le advirtió mientras sembraba su cara de besos. – Nunca. Prométemelo.
.-Lo prometo. – Aseguro Evy impresionada por la reacción del chico. Después de que rechazara el dinero que su "adorable suegra" la ofrecía, a Evy le habían entrado unas paranoias tontas de si Sirius la quería lo bastante como para haber rechazado el dinero, si las posiciones estuvieran invertidas. Vamos, si la quería igual que ella le quería a él, y ahora al fin tenía un sí como un castillo de respuesta. Le sujetó la barbilla y le beso en los labios dulcemente.
.-Buen Patronus, Puck. – James le felicitó al elfo para no mirar la escena. Por un lado le daba envidia, por otro...
.-Puck se lo agradece. – Puck había usado sus grandes orejas para taparse los ojos y no ver a Evy desnuda.
.-Será mejor que te vistas nena. – Comento Sirius al darse cuenta del problema. Aunque para él no lo era tanto. – Y volvamos a casa.
.-Sí, gran idea la de venir a la única playa con nido de dementores incluido. – Contestó James con sarcasmo.
.-¿Cómo iba yo a saberlo? – Se defendió Sirius. – No hay ningún mapa donde figuren las direcciones de los nidos de esas cosas...
.-Esos dementores no salieron de un nido. – Evy se había aproximado al lugar donde murió el dementor más grande, quería ver si su corazonada era cierta. Y lo era. Cuando se incorporó les mostró a sus amigos una chapa metálica del tamaño de la uña de un pulgar con una A, en letra gótica grabada. – Este es el símbolo de los dementores de Azkaban.
.-Eso explica su reacción ante ti. – A la mente de Sirius vinieron los recuerdos de todo lo que había leído sobre el tema. – Son dementores domésticos, no conocen cuales son sus presas ni sus depredadores naturales. Por eso no dieron la vuelta.
.-Esto no es bueno. – James tenía la mano bajo el mentón, meditando. – Significa que o nadie controla a los dementores de Azkaban o...
.-O que los controla una persona que no quiere que estén en Azkaban. – Completo Sirius.
.-O ambas cosas a la vez. – Matizo Evy.
.-Será mejor volver a casa. – Decidió James. – En el valle de Godric hay hechizos contra ellos.
&·&
Al volver a casa, en el valle de Godric, se encontraron con 4 personas esperando en la puerta: Bell, Remus, Will y una chica de pelo corto castaño a la que ni James ni Sirius conocían.
.-¡Jack! – Pero Evy, sí. Después que la desconocida dijera tb el nombre de la onza se fundieron en un abrazo. - ¿Cuándo viniste de San Francisco? Por cuánto tiempo te quedas?
.-Uf, vine hace 2 semanas. Y me quedaré unos 3 años. – La tal Jack hizo una pausa para recrearse con la expresión de sorpresa en la cara de su amiga, antes de anunciar. - ¡Voy a estudiar los EXTASIS y los TIMOS en Hogwarts!
.-¡Genial! – Evy abrazó a su amiga con más fuerza, mientras daban brinquitos emocionados.
Jacqueline Sparrow, alias Jack, era la hermana menor de Will, 11 meses menor que él. Estudio el primer año en Hogwarts, entrando un año después que Evy & Will, pero sus padres la mandaron a San Francisco a estudiar a una escuela sólo para chicas, antes de que fuera demasiado tarde y la mala influencia de sus amigas Joy, Isis & Evy la destrozara para siempre. El día en que Jack se escapo de la escuela, se fugo a Los Ángeles con un motorista de esos barbudos, onza, para más señas, y regresó con un "Fuck you" tatuado en la pelvis, quedo perfectamente claro, que ya era demasiado tarde para ella. Por eso decidieron traerla de vuelta a Hogwarts, donde (supuestamente) Will podría controlarla.
Físicamente, Jack era una chica de estatura media, curvosa, no tanto como Joy, pero sí lo bastante como para llamar la atención, piel color canela, pelo castaño tirando a negro, que llevaba siempre muy corto, salvo el flequillo, que iba largo y casi tapando su cara. (NC: Como Halle Berry en Catwoman.) En la comisura de sus labios bailaba siempre una sonrisa de diablilla traviesa, que quedaba completada con el brillo juguetón de sus ojos, unos días verde jade y otros de color ambarino.
.-¡Hola! Te acuerdas de mi? Soy Will, uno de tus mejores amigos. – Se irritó Will, por la falta de atención. Últimamente todas las mujeres pasaban de él. Evy parpadeó recordando que había más gente.
.-Lo siento, Will. Pero a Jack llevaba más tiempo sin verla. – Aun así Evy le dio un abrazo. Luego se acordó de sus compañeros de fatigas que miraban a Jack sin saber quien era. – No sé si os acordáis de Jacqueline, Jack.
.-Ah, sí. Claro Jack. – Exclamaron James y Sirius como si la conocieran de toda la vida, pese a que no los sonaba de nada.
.-No tenéis ni idea de quien soy. – Dijo Jack sin enfadarse.
.-Pues va a ser queno. – Confesaron los chicos, algo cortados.
.-No pasa nada. A Remus tb le ha pasado. – Jack dedicó una sonrisa dulce al licántropo. Bell entornó los ojos al ver que Remus respondía a la sonrisa x educación. James tb miró mal a Remus: como el lobito volviera a las andadas...
Evy & Will cruzaron miradas. Jack no había cambiado nada. Ya cuando Evy la conoció estaba enamorada en plan colegial de Remus y por lo visto la obsesión no se la había pasado lo más mínimo. Aunque Evy no podía decir nada malo al respecto porque ella era igual con respecto a Sirius.
.-No es que no me alegre de veros, pero ¿Por qué estáis aquí? – Hablo Sirius con la intención de que se olvidara el mal rollo del ambiente. – Y con ese aspecto... – Sirius desaprobó con una mueca la pinta de traperos de sus amigos.
.-Como si a vosotros os fueran a dejar comer en el Ritz con la pinta que lleváis. – Los ojos dorados de Remus se burlaron del aspecto de sus amigos, que no era mucho mejor que el suyo.
.-Vamos para adentro. – James abrió la puerta e invito a todos a entrar detrás de él.
.-Puck les preparara algo. – Ofreció el elfo yendo directo a la cocina.
.-No, Puck no te molestes. – Trato de pararle Remus.
.-No es molestia para Puck. – Negó el elfo alegremente.
.-Te acompañó a la cocina. – Evy fue tras el elfo, impaciente por saquear todas las reservas de chocolate de su despensa.
.-Os ayudaré. – Sirius les siguió ya que la cocina ahora tenía un doble atractivo para él: la comida y Evy de la que no quería separarse ni un segundo. Tanto era así, que en el viaje de vuelta había dejado a James conducir la moto, mientras él iba en el sidecar abrazando a su chica.
.-Traedme algo con chocolate. – Les pidió James dejándose caer al sofá con cansancio.
.-¿Qué os ha pasado? – Pregunto Remus. Aunque por la obsesión hacia el chocolate del cuarteto o su adicción al chocolate era contagiosa o les habían atacado unos dementores.
.-Nos atacaron unos dementores. – Resumió James antes de empezar a relatarles su aventura con más detalles.
Mientras hablaba Remus miraba a Evy con curiosidad. ¿Qué habría visto la onza al mirar a los ojos del dementor? Pese a que Remus no era un experto en esos seres, y esperaba no tener que serlo nunca, si sabía que las personas normales ante un dementor reviven la escena más traumática de su pasado. Pero los onzas al mirar a los ojos de un dementor lo que ven es su futuro. La versión más cruel, horripilante, oscura y trágica de su futuro. Por eso quería saber lo que había visto Evy.
Finalmente, Puck, Evy & Sirius volvieron al salón, cargados con una bandeja en la que había 6 vasos de Nesquit, 6 sandwiches de Nocilla, 6 copas de helado de chocolate belga y una fuente entera de bombones de chocolate. El cuarteto las devoró con avidez.
.-¿Y a vosotros que os ha pasado? – Pregunto James. Aunque apenas le entendieron mucho, ya que su boca estaba llena con el bocadillo de nocilla. El joven moreno dio un trago de Nesquit y ya con la boca vacía repitió la pregunta.
Remus suspiró y se preparó para contarlo.
Y se acabó lo que se daba. Lo siento pero tendréis que acostumbraros a esto, a los capítulos más cortos para que quepa todo. Este era de 16 páginas, y más o menos irán todos igual, de ahora en adelante.
Otra cosilla. ¿Qué os parece Jack? Sí, ya sé que la conocéis muy poco, en el siguiente capítulo la conoceréis un poco mejor, pero de momento os puedo decir que era la clase de loca que faltaba en la panda de las chicas y que es lo opuesto a Bell tanto en físico como en personalidad. Así que antes de lanzaros las de la Plataforma de protección de Bell contra su cuello, o la Asociación de Remus es Mío y sólo Mío, dadla una oportunidad.
Y ya en el próximo capítulo iremos atrás en el tiempo para ver que les ha pasado a Remus, Bell, Will y Jack y luego conectaremos con la escena final del capítulo 4. Es decir, que Joy estará por aquí.
Y en breve podréis leer ese capítulo, por algo los subí los dos juntos.
Muakis para todos.
Carla Grey.
