Hola, gente. ¿Cómo va? Supongo que bien, aunque con mucho calor. Que suerte estar de vacaciones, aunque bueno, solo una semana más y yo presumiré de ello. entre tanto, toca contestar a los RR. Gracias por ellos.

Gerulita: Hola, muchas gracias. Me alegro de haberte aclarado un poco las cosas. Me encanta que te encante la historia. Tranquila, que pronto sabrás que va a pasar con la toda esta panda de locos. Besos.

Ginny84: Vaya, gracias, nunca me habían acusado de dejar grogui a la gente. Siempre es un placer oír nuevos cargos, lo de hacerme responsable de los suspensos ya era repetitivo. Un beso.

Caperucita Roja: Vale, sí a todo. Bueno lo que dices de Harry esta por ver porque el futuro aún no esta claro, pero lo de Evy y Lily sí. Chica, es que te veo con las ideas tan claras que no sé que contestarte, a ver si te lío de nuevo. Besines.

kurumi-desu: Ignora lo de los sitios libres a veces se me pira la pinza... A ver por partes. Sí, Ethan tiene una hija de su primer matrimonio, que se llama Eirene. Evy es hija de Ethan y de Satine. Para lo de Grindelwald tienes que relajarte un segundo. ¿Ya? Bien. Grindelwald supuestamente fue ejecutado, peor es un Odal y hasta que no mueren 7 veces pueden volver a dar la lata. Es decir, que después de ser ejecutado aún dio el coñazo, solo que se cambio de nombre y dijo que era hijo de Grindelwald. Es confuso, pero espero habertelo dejado un poco más claro. Un accidente para Nemius era algo que no entraba en su plan, pero teniendo en cuenta que su plan, dejaba fuera a todo lo que no fuera de Sangre Limpia, pues digamos que hay un gran número de accidentes por ahí campando. ¿mejor? Cualquier cosa ya sabes que aquí estoy. Muaks.

Made: Sí chica, el anterior fue un poco lioso, pero a partir de ahora volvemos con nuestros niños y más tranquilos. ¿Tu crees que Sirius flipara mucho cuando se entere de lo de Lizbell? Yo creo que conociendo a su madre, lo raro sería que su padre no hubiera tenido sus cosillas por ahí. Besos.

Andita: Una pregunta¿por qué las que no dejais RR os creéis malas? Al menos tu lo dices con humildad, pero una pava me dejo una vez un RR presumiendo de no haberme dejado nunca RR y de no volver a hacerlo. En fin, que gracias por dejar RR. Normal que te mole James, a mi Snape me paga porque le deje mal, pero no es personal. ¿Bell solo te descoloca a veces? A mi casi siempre, pero ya me llevo mejor con ella, más que nada que ya le amarga la vida Jack y yo me ahorro complicaciones. Besotes.

Dimebonitareina: no sé si te acuerdas de todo lo que me pusiste, peor yo te lo numero y espero que hagas memoria. 1) Sí, Evy es hija de Ethan. 2) Voldemort no quiere una alianza con druidas, onzas y vampiros, algunos al menos, porque sabe que tarde o temprano se volverán contra él, como se volvieron contra Grindelwald, prefiere matarlos antes de darles tiempo a enfrentarse a él. 3) Ethan y Lizbell no pueden cerrar la Cámara porque no tienen todas las llaves y sí en cuanto una llave es destruida la Cámara se destruye con ella. Voldemort tiene sus motivos para no destruirlas, cuando me entere de cuales son, yo te lo digo. 4. Sí. 5) También sí. 6) Acertaste de nuevo. 7) Supongo que Ethan y los demás ya descargaron toda su hostilidad contra los magos. Además, no hubiera mandado a su hija a una escuela de magos, si estuviera pensando en montar una segunda guerra contra ellos. 8) Has dicho unas verdades como templos. Los licántropos no se sabe, en la guerra de Grindelwald los pocos que se posicionaron lo hicieron con el Ministerio, aunque en la guerra de Eva Badsaint, lo hicieron con los rebeldes. 9) Mm, eso ya lo verás. 10) No, en los cromos dicen que Dumbledore derrotó a Grindewald, no dice nada de que lo matara. 11) Las dos cosas. 12) Sí, Kevin era un Fraser. ¿Se le nota, eh? Espero haberte aclarado las cosas mejor. Un besin de nata.

Shen-Tao: Joder. ¿Eso hice? Pues te juro que ni me enteré. Galahad sí, es del rey Arturo lo de Garret no lo sé de donde lo saque. Igual es de ahí y no me acuerdo. No me salió tu mail, dime solo el nick y si es Hotmail o yahoo. Tranquila, yo tampoco me conecto mucho.

Marghi: No, no me lo habías dicho, pero tampoco me lo digas mucho, que me lo creo y me vuelvo insoportable. Eso digo yo. ¿Por qué pongo tanto nombre? Luego me toca recordarlos y soy malísima para eso. Muaks.

Tsubasa Malfoy (13): Vaya, hacia mucho que no oía la teoría de que Loveday le había lanzado un hechizo a James. Siento decirte que no. James no estaba bajo el hechizo de nadie. Eres cruel, a mi Loveday me da pena, porque si que la pobre lo paso mal aunque no lo creas. Aunque te apoyo. Yo creo que si Loveday quisiera a James celebrarían los dos meses como es debido. ¡Pobre, Lily, nunca la dejan hacer nada divertido! Besazos.

Traviesa1500: Pues claro que tienes perdón. Ya que sé que estas bien, me quedo tranquila y se me pasa el mosqueo. Tienes razón: de igual manera que Voldemort es mestizo el que logre tocar el Cetro deberá serlo también. Pero la gente obsesionada con la pureza de sangre no ve más alla de sus narices. Espero que te guste.

Selene Miller¿Qué quiere decir dura? Espero que sea algo bueno. Uf durante un segundo me ha parecido leer a Lily quejándose de Loveday, lo hace continuamente. Supongo que si la pelirroja no ha terminado con ella es porque se la va la fuerza por la boca. También creo que la cosa va mal si Sirius y Evy son los responsables del grupo. El punto de los druidas es que son más poderosos que una mago/bruja medio, su poder puede competir con el de los herederos, y más, porque dominan la magia sin varita. Y bueno, ya verás... Besos.

Adrea-Black: Hola, guapetona. Me alegra que al fin estes libre como los pájaros, pero digo yo que te irás de vacaciones que te lo tienes merecido. Ays, la playa... Por lo del bate, es que si te digo la verdad nunca recuerdo que pongo en los RR, bastante tengo con acordarme de lo que escribo en el capítulo. A ver, Karen es la madre de Kevin, hasta ahí llegas, simplemente formaba parte de la organización. ¿Cómo que de donde viene Lizbell? De una familia Muggle. En cuanto a Grindelwald, aún no esta muerto del todo, aunque sobre el papel sí lo esta. (Cambio su identidad y se hizo pasar por su hijo. ¿Mejor?) ¿Has visto las botellas de Mahon marroncillos raras? Ese es el color topacio, pasa que queda mucho más bonito dicho así. Besazos de granizado de fresa.

Saphira: Muchas gracias por lo de la imaginación. Jo, es que esto no era lo mismo sin los niños, peor ahora les tendremos de vuelta en dos capis. Y algo habrá entre Joy y Will. Chao.

Iraty Rowling (14): Es que lo de Aidan va con el nombre, la verdad es que ese hombre si que sabe escoger sus identidades... Y tienes razón, un pequeño incesto entre tanto homicidio no pasa nada. Hasta ahora.

Iraty Rowling: Hola de nuevo. Sí los Mahutam son un verdadero caos familiar, y eso que aún no sabes la mitad de los rumores que corren por ahí... Por lo que sé, y eso lo saque de Rowling, en los cromos dice que Dumbledore derroto a Grindelwald, no dice nada de que lo matara. Si estuvieramos hablando de Voldemort te diría que son conceptos idénticos, pero con Dumbly, creo que el matiz es importante. Probablemente Elisa sería vieja si estuviera viva, peor como no lo esta. En cuanto a Aidan/Ethan, él ronda los 70, aunque con eso de que es onza no los aparenta. Besitos.

steffy potter: Ok, aquí tienes el nuevo capítulo.

AnnaTB: Ay pobre, la verdad es que eran unos capis muy densos para mentes cansadas de exámenes, igual debi ponerlo en advertencias. Aun así te quedaron claros conceptos básicos, porque sí, Evy es hija de Ethan. Pronto verás lo del pueblo.

Ivy potter black: Gracias por lo de mala y retorcida. Besazos, guapa.

K-rmen: Me alegro de saber de ti, que cuando no tengo noticias vuestras me preocupo. Sí, pobre Sirius, menos mal que los genes que heredó de su madre son recesivos y no se manifiestan. El que no tuvo esa suerte fue Regulus. A mi también me encantan los vampiros. Besos.

Por amor al arte 16.

Little Hagleton.

.- ¿Has hablado con David? – Pregunto Joy apenas entró Lily en el cuarto de las chicas. Estaba reunido allí todo el grupo, menos James y Loveday, en relativa paz. Toda la que permitían los piques entre Joy, Jack y Bell. - ¿Tenemos coche?

.- Sí, pero hay un problema. – Contestó la pelirroja. – Es el coche de David...

.- ¿David tiene coche? – Interrumpió Will sorprendido. Lily le lanzo una de esas miradas con las que se puede cocer agua y el chico carraspeó con nerviosismo. – Es que pensé que tendría un OVNI o algo así...

.- Pues no, Will, no... Tiene un coche, concretamente el mismo maldito modelo de coche que conduce el agente Mulder en la serie. Y el agente Mulder no conduce un monovolumen ni una furgoneta, sino un coche enano en el que solo caben, David y otras cuatro personas, cinco si una esta dispuesta a viajar en el maletero. – Explico Lily con untonocortante, que no lograba enmascarar que estaba preocupada por otra cosa.

.-No pasa nada, se sortea y punto. ¿Quién puede ir? – Isis empezó a cortar trozos de pergamino para escribir los nombres de sus amigos en ellos.

.- Yo no puedo ir. – Se apresuró a decir Lily, revelando el motivo de su fastidio. – Mi madre dice que quiere verme cuanto antes, que tiene algo importante que contarme... – Y viniendo de Verbena eso era de lo más preocupante. ¿Habría recaído en la bebida¿Querría retomar su carrera de actriz donde la dejo¿Habría decidido imitar a una de las princesas de Mónaco y fugarse con un artista circense?

.- Bueno, una menos. – Isis quitó el papel de Lily.

.- Que sean dos menos. Ethan viene a Londres y quiere verme. – Se excuso Evy. – He quedado en el centro comercial de al lado de tu casa, Lily. ¿Te importa acogerme por una noche?

.- Al contrario. – Contestó la pelirroja. La verdad es que su madre, su hermana, su padre, el novio de su madre, el novio de su hermana, la novia de su padre y la mancha de su sangre en el pasillo era más de lo que Lily se creía capaz de soportar. La presencia de Evy sería un verdadero apoyo.

.- Pues supongo que tú Sirius ya no vienes... – Isis empezó a retirar el papel del chico.

.- ¿Por qué no? .¿Porque no vaya Evy? Te aseguro que podemos existir como entes separados perfectamente. – La queja del chico hubiera tenido más credibilidad de no ser porque tenía la cabeza en el abdomen de Evy, que había vuelto a enfrascarse en la lectura de sus apuntes de Pociones. – Aunque en este caso, iré a ver a mi tío Alphard y luego quiero conocer a Ethan. – Pronunciese el nombre como el de un futuro rival. - También puedes quitar a James, seguro que Dumbledore le dice algo nuevo ahora que esta en su despacho y pasa de nosotros otra buena temporada...

.- O vuelve a cambiar de novia... – Añadió Lily con el mismo tono herido que Sirius.

.- Ya. ¿Alguien más se raja? – Pregunto Isis.

.- Yo no puedo ir, viene mi prima Giselle y tengo que ir a recibirla a la central de trasladadores. – La renuncia de Bell tampoco fue una sorpresa, se había opuesto a la excursión casi desde el principio. Isis se encogió de hombros.

.- ¡Ah!. ¿Viene Giselle? – Sirius usó un tono ilusionado y alzo un poco la cabeza de la "almohada".

.- ¿Y esa quién es? – Preguntó Evy celosa. No sólo por la reacción del chico, sino porque al oír el nombre de la chica la vino a la mente la imagen de los anillos en la iglesia.

.- Mi prima, la que estudia en Beuxbastong. – Explico Bell. – Sus padres viven en Francia, pero solía pasar el verano con nosotros...

.- Ese nosotros suena muy intimo... – Pinchó Jack desde dentro de su baúl donde supuestamente ordenaba su ropa, aunque lo que realmente hacía era replantearse su estrategia de ataque con Remus. - Yo no voy. Los pueblos perdidos en los que casi seguro que no hay agua corriente y tienen una tienda para todo, no me atraen lo más mínimo.

.- Yo si iré. – Se apuntó Remus, para alivio de Isis, que ya empezaba a desesperarse.

.- Bien, pensado, el turismo rural está de moda... – Se corrigió Jack al reconocer la voz de su amado. Además, un lugar que no debía tener ni biblioteca era ideal para pasar al ataque.

.- ¿Podría ser menos sutil? – Se burló Evy con tono cariñoso sin dejar de jugar con el pelo de Sirius. El moreno sonrió, divertido por el comentario de su compañera y las caras que ponían Remus y Bell.

.- Yo también quiero ir. – Intervino Jesse. Joy y Will también se apuntaron.

.- Esta bien, como somos seis, una mano inocente sacará un nombre que será el que se quedé en tierra. – Isis acababa de guardar los nombres en un saco. – Aunque la duda es de donde voy a sacar yo una mano inocente... ¡Ah! Lo tengo. Iré a por una incauta de primero... – La oriental salió apresuradamente y regresó con una niña que parecía temer que la fueran a matar en cualquier momento. El alivio se vio claro en su rostro cuando vio que sólo querían que sacara un papelito. – Y la desafortunada persona que se queda en tierra es... ¡Jack!

.- ¿QUÉ? – El grito de Jack, semejante a una leona de caza, dio a entender claramente que si pillaba a la niña, ni los del CSI podrían identificar su cadáver...

.- ¡Corre, pequeña corre por tu vida! – La aconsejo Isis mientras mentalmente empezaba a elaborar un plan de protección de testigos para que Jack nunca descubriera la identidad de la pobre niña.

.- ¡LA MATO! .¡CUANDO PILLE A ESA MOCOSA LA MATO! – Bramó la joven furiosa. Por los ruidos de dentro del baúl parecía que más de un bote de colonia estaba destrozado. - ¡HABÍA ENCONTRADO MIS BOTAS DE TRECKING!

.- Bueno, yo me voy a ver si tengo todo guardado en mi baúl. – Remus decidió escapar del tenso ambiente que impregnaba la habitación con esa tonta excusa.

.- Te ayudo. – Bell fue tras él, contenta y aliviada de que Jack no pudiera ir a ese pueblo perdido con su Remus.

.- Estos van a terminar como los de la película "Obsesión", y sino, tiempo al tiempo. – El comentario de Jesse hizo que todos asintieran, mostrando su acuerdo.

.- ¿En esa no mueren todos? – Pregunto Jack, desde el baúl.

&·&·&

.- ¿Me llamabas, Albus? – James entró en el despacho del director con absoluta confianza. No se molestó en saludar a Crouch, que también estaba allí. James nunca se consideró amigo de ese hombre, pero el episodio del hospital dejo claro no sólo que nunca serían amigos, sino que el moreno no tenía el menor interés en serlo.

.- Sí, según lo que hemos visto en los entrenamientos, has mejorado mucho. – Ante el comentario de Dumbledore, James se encogió de hombros sin demasiado interés. Aquello era lo que más histérico ponía a Dumbledore, desde el episodio del hospital, James mostraba un pasotismo absoluto por todo. Sí hacía las cosas que se le pedían que hiciera, y desde luego era de los mejores alumnos de la escuela, pero rara era la vez que ponía el corazón en ello. El anciano se obligó a retomar el hilo. – Creemos que estás listo para entrar en el Laberinto...

.- ¿Cuándo será? – La mención del laberinto habría hecho que muchos magos adultos se estremecieran de miedo, pero James se limitó a alzar una ceja, como si fuera exactamente lo que esperaba que le dijeran y le diera exactamente igual.

.- Este fin de semana, justo cuando todos los alumnos se hayan ido ya a sus casas. – Dumbledore deseó controlar sus nervios. Un poco más y saltaría por encima de la mesa, agarraría a James del cuello y le soltaría mil bofetadas hasta que reaccionase. ¡Ese chico no era así! Eso era la mala influencia de Loveday, que parecía que tenía leche de soja rica en omega 3 en las venas en vez de sangre.

.- Te traigo una lista de aurores jóvenes que aún no han pasado la prueba pero están listos para ello... – Crouch tendió hacia el joven un pergamino con cinco nombres, James no se molestó en mirar ni la lista ni al hombre.

.- No lo necesito. Quiero a Sirius de compañero en el Laberinto... – Los ojos castaños se clavaron con tal firmeza en los de Dumbledore, que el director supo que nada haría que el joven cambiara de opinión.

.- Así que por eso insististe tanto en que Sirius se uniera a tus clases de Occlumancia... – Entendió Dumbledore. La verdad es que fue una jugada astuta.

.- Pero, los dos sois demasiado jóvenes para... – Crouch se sentía molesto, por la jugada del joven, y porque le parecía que Dumbledore estaba orgulloso de ello.

.- Iremos, Sirius y yo, y no hay más que hablar. No confío en ningún otro para ello. Si eso es todo... – James se levantó sin esperar respuesta, para él, sí era todo. – Tengo cosas que hacer. – Y salió de mala leche. Como siempre que veía a Crouch...

Le encantaría sacudirle unos cuantos puñetazos en la boca del estómago a la vez que le gritaba: "¿No se suponía que si yo estaba lejos de Lily, Voldemort la dejaría en paz? Pues mira por dónde que no sólo es mentira, sino que además la acosa en sueños..."

Pero ahora no debía pensar en Lily. Tenía que comunicarle a Sirius que estaba listo para el Laberinto y que quería que fuera él quien le acompañara... Sabía que el chico no se negaría y luego debían empezar a mentalizarse para ello.

Encontró a su amigo en su cuarto junto con Bell y Remus. La pareja discutía a causa de Jack, como siempre y el merodeador trataba de mediar un poco en la discusión. Soltaba un discurso sobre que los celos de Bell eran infundados y bla, bla, bla...

.- ¿Otra vez con eso? Ya os dije que tiene una fácil solución: Remus, deja de ser el profesor de esa chica. – Dijo James, mirando al licántropo.

.- ¡Ah, claro! La culpa es exclusivamente mía... – Se ofendió Remus. - ¿Y que tu "hermanita" pase el rato charlando con Prewett de sus viajes a la India no tiene nada que ver?

.- Claro, que no. Prewett no esta encaprichado de mí. – La respuesta de Bell hizo que Remus soltara un bufido. En otro momento hubiera sentido un instinto protector hacia esa chica tan insegura, pero en aquellos momentos sólo se sintió irritado porque no viera lo que tenía enfrente.

.- Sí que lo esta. – Sirius puso la mano sobre el hombro de Remus y evitó que el licántropo dijera algo cruel de lo que terminaría por arrepentirse. El moreno optó por un cambio de tema y se volvió hacia James. - ¿Qué quería Dumbledore?

.- Estoy listo para pasar el laberinto. – Anunció James sin mucha ceremonia. Después de que Lily soñara con Voldemort, las tres personas que estaban en su habitación le habían obligado a contarles todo... También trató de hablar con Lily, pero la pelirroja había desarrollado una nueva táctica contra él, la de "no pienso volver a mirarte o hablar contigo en mi vida".

.- Pero, James, el laberinto solo lo pasan los aurores en su último años. Y solo aquellos que han demostrado ser muy superiores a la media... ¡No puedes decir que vas a entrar en el Laberinto como quien se va a dar un paseo por el lago! – Le soltó Bell histérica. Aquella calma antinatural no la molestaba en Loveday, ya que era innato a ella, pero en el caso de James la era desquiciante.

.- ¿Quién va a ser tu compañero? – Sirius no parecía especialmente sorprendido. había visto de lo que era capaz James en las clases de Occlumancia, donde, pese a que él y Loveday eran buenos, el merodeador de pelo revuelto los había dejado muy atrás...

.- Tú. – Contestó James como sino pudiera ser de otra manera.

.- ¿Qué?. ¿Vas a entrar en el laberinto con un crío no mucho mayor que tu? – Saltó Bell. - ¿Te has vuelto loco?

.- No, Bell, sé lo que hago. En ese lugar tienes que confiar en la persona que esta a tu lado. Y confío en Sirius tanto como en mi mismo. No quiero a otra persona que no sea él.

.- Gracias, James. – Se emocionó Sirius de forma visible.

.-Haz lo que quieras. – Bell, furiosa, salió de la habitación dando un portazo que hizo que cayera algo de yeso del techo.

.- No se lo tomes a mal. Esta preocupada por vosotros. – Dijo Remus con los ojos dorados fijos en la puerta.

.- Ya lo sé. – Aseguró James mirando también a la puerta.

.- ¡Joder! – Los 2 miraron a Sirius. – El cabreo que se va a pillar Evy cuando la diga que no puedo ir a lo de Ethan...

.- Ah, no pasa nada. Si no se puede, no se puede. – Pero la Onza se lo tomo sorprendentemente bien.

.- ¿Seguro? – Insistió Sirius sin creérselo del todo.

.- Claro. – La verdad es que a Evy la venía de fábula. Así se ahorraba una incómoda presentación: "Ethan este es Sirius, mi novio, igual te suena porque te cargaste a su padre este verano". – Suerte en el laberinto. – Se puso de puntillas le beso en los labios y salió corriendo para coge el tren a Londres antes que el chico pudiera decir:

.- Pero si yo no te he dicho nada del Laberinto. – Aunque lo había pensado en su presencia. El chico la observó ir con preocupación.

No era la primera vez desde que se tomara la poción famosa, que Evy le leía algún pensamiento. Aunque tal vez leer no era la palabra indicada, era más bien como si, cuando Sirius estaba particularmente preocupado o muy furioso o experimentando cualquier sensación intensa, ella lo captara e interpretara de la forma correcta... La única explicación que se le ocurría era que la poción estuviera interaccionando con el Júbilo de la sangre de Evy y que potenciara sus poderes. Aún así era preocupante.

Pero de momento no podía permitirse el lujo de pensar en ella, primero tenía que ayudar a James y a él mismo a sobrevivir al laberinto.

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El plan para el fin de semana ideado por Joy era muy sencillo: según llegaron a la estación David les esperaba con el coche listo y se iban directos a Little Haggleton, sin pasar por casa. El joven amigo de Lily se había encargado de hacer las reservas en una casa rural, que salía un poco cara pero tenía más de un baño completo y había sido desratizada.

Aunque como siempre que planeas algo, hay un pequeño detalle que nunca puedes prever y que hace que pierdas mil horas y media. En este caso fue que Jesse no aparecía por ninguna parte.

.- ¿Pero donde esta ese chico? – Joy golpeó el suelo de forma rítmica y nerviosa con sus playeros fashion.

.- No va a venir. – Anunció Jack llegando en ese momento con su equipaje. – Le ha surgido un imprevisto y me ha cedido su sitio.

.- ¡Oh, dios mío Jack! .¿No le habrás matado? – Isis se tapo la boca con sus manos, asustada.

.- ¡No! – Exclamó Jack escandalizada antes la idea de que ella pudiera hacer daño a uno de sus amigos. Si todavía andará detrás de Remus... – Sus padres han venido a buscarle para hablar de no sé que. Les llevara rato. En realidad me ha dicho que viniera a deciros que os vayáis sin él. Pero como ahora os sobra sitio, pues yo me "acoplo". – En ese punto le dirigió una sonrisa cargada de intención a Remus.

El licántropo suspiro y entró en el coche para sentarse en el asiento del copiloto. Menos mal que Bell se había ido con su madre un rato antes, sino menuda pelea tendrían. Isis y Joy se encogieron de hombros y entraron en el coche, primero Joy que se fue hacia la puerta cerrada y luego Isis que quedó en el medio.

Cuando Jack iba a subir su hermano la detuvo agarrándola del brazo y la dirigió una mirada de advertencia.

.- Antes de que digas nada, hermanito, deja que te haga una pregunta. En todos estos años. ¿Cuándo me has convencido de que desistiera de algo? – Jack trató de liberarse de la mano de Will, pero el joven había ganado fuerza. – Nunca. ¿Qué te hace pensar que esta vez será distinto? – Will la soltó aunque todavía parecía enfurruñado. La joven le dio una palmada suave en las mejillas. – Te toca en el maletero. – Y sin más se subió al hueco que sus amigas le habían dejado libre, cerró la puerta y bajo el seguro.

Unos segundos después oyeron el sonido del maletero al cerrarse. Pero Will no había subido ahí.

.- Ni de coña pienso ir en el maletero. – Anunció el chico abriendo la puerta del lado de Joy y haciendo un gesto a las chicas para que se apretujarán.

.- ¿Ya estamos, todos? – Pregunto David desde el volante. Tras oír la respuesta afirmativa arranco el coche. – Vamos allá. La verdad esta ahí fuera. – Añadió el chico con una voz más profunda e interesante.

&·&·&

Joy puso a tope el agua caliente de la ducha sin importar que quemara su delicada piel, confiando en esterilizarse así de cualquier vestigio del desastroso viaje desde Londres.

Por empezar por alguna parte, Joy empezaría por la carretera hasta el pueblo. Una carretera secundaria fatalmente iluminada, con más curvas que cinco montañas rusas juntas. Eso podía no haber sido tan problemático, de no ser por la niebla espesa que lo cubría todo y porque una de las luces delanteras del coche de David, estaba fundida, y el chico no la arreglaba porque así se podían localizar mejor los OVNIS. Al llegar, Isis la confesó a Joy que si en cualquier momento hubiese aparecido el fantasma de la niña de la curva, no lo hubiese sorprendido lo más mínimo.

Podría seguir por la música, por eso de que se supone que amansa a las fieras, Remus puso música para ver si calmaba a Jack, pero todas las cintas tenían gravada la misma melodía que el licántropo calificaba de chirriante. Cuando pronunció esa palabra David le lanzó una mirada de inquisidor apunto de quemar a un hereje.

.- Es la BSO de expediente X. Gano un EMI. – Anunció el conductor con voz gélida.

Y por último, y con mucho, el peor trance para Joy hacer el viaje totalmente pegada a Will. Tan pegada como que la única forma de el chico tenía de colocar el brazo era rodeando los hombros de Joy, lo que obligaba a la morena a apoyar la cabeza en el hombro del chico... Lo más erótico que Joy había hecho, (sueños aparte) desde el mes de agosto. Realmente era una ventaja ser mujer y que nuestros estados de alta excitación no sean tan evidentes como los de los chicos, de lo contrario Joy hubiese muerto de vergüenza.

Finalmente, habían llegado al pueblo de Big Haggleton, que era donde tenían la casa rural, a Little Haggleton irían al día siguiente por la mañana, no eran más de 3 kilómetros de distancia y al menos en aquella ciudad había "tiendas de verdad",como las llamaban Jack y Joy.

Lo primero que hizo la joven Sparrow al bajar del coche, bueno, lo segundo, porque lo primero realmente fue tratar de rozarle el aura a Remus, fue preguntarle a la dueña de la casa rural, que salió para saludarlos, era si allí tenían algo parecido a discotecas...

Cristine Cahn, así se llamaba la mujer madura y cuyo color de pelo, a fuerza de haber abusado durante años de tintes de baja calidad, era indefinido, la miró ofendida. Sin embargo, tenía unos ojos bastante bonitos, color miel, almendrados y expresivos.

.- Pues claro, tenemos un pub. – El rostro de Jack se iluminó. Después de 3 meses encerrada por la noche en Hogwarts, necesitaba ir de marcha como el mismo aire que respiraba. – Pero ya habrá cerrado.

.- ¿A las 10 de la noche? – Preguntaron los dos hermanos Sparrow a la vez.

.- Sí, es muy tarde. – Contestó Cristine, antes de invitarles a entrar. – Os preparé la cena. En cuanto os instaléis en las habitaciones, podéis bajar a cenar.

Joy fue la primera en bajar a cenar, las habitaciones eran de dos y se las había arreglado para que la tocara con Isis, en su estado de carencia de sexo, Will o Remus eran más de lo que podía soportar. En cuanto a Will se las ingenió para estar con su hermana y evitar así que esta se escapara para acosar a Remus en medio de la noche. En cuanto a Remus le tocó con David, como habréis deducido. El caso es que Joy llamó a Lily y Evy para decirlas que habían llegado bien y que Jack estaba con ellos, y luego se dedico a curiosear por el salón las fotos de unos niños en diversos estadios de crecimiento...

.- Ya esta la cena. ¿Tus amigos aún no están? – Preguntó Cristine, al ver a Joy sola.

.- El mito de que las mujeres tardamos más en arreglarnos que los hombres. – Joy se encogió de hombros, la caía bien la mujer, era simpática. - ¿Son sus hijos? – Señaló las fotos.

.- Y mis nietos. – Confirmó Cristine con una sonrisa. - ¿Te gustan las salchichas?

.- Depende, .¿la de quién? – Se la escapó a Joy, pero pronto se recuperó. – Vamos, que sin son las artesanas de campofrío.

.- No, son de aquí. De matanza. – Explico la mujer.

.- Pues esas son muy buenas. – Remus llegó en ese momento, con una camiseta de manga corta superpuesta a una de manga larga y vaqueros. Joy pensó que Jack iba a ser incapaz de responder de sus actos cuando le viera.

.- ¿Y su marido es policía? – Joy le enseñó una foto de un hombre uniformado. No era muy guapo. Moreno, calvito, con bigote, pero le sentaba bien el uniforme.

.- Sí, es el comisario del pueblo. – Contestó con orgullo Cristine, repitiendo a Joy la invitación de que se sentara. – Lleva siendo policía aquí, más o menos 20 años...

.- Vaya, eso sí que es tiempo. – Comentó David, que llegó en ese momento y se sirvió salchichas. – ¿Keptchu no tiene? - La mujer negó con la cabeza apesadumbrada, como si hubiera cometido un gran error. – No importa.

No tardaron en bajar los demás y sentarse a cenar, Will procuró que su hermana estuviera lo más alejada posible de Remus y en una posición en que los pies de la joven no pudieran hacerle nada raro al licántropo. La pobre Jack tuvo que limitarse a introducir la comida en su boca de una manera tan seductora y erótica, que si os lo relatara con un mínimo de detalle tendría que duplicar el rating del fict.

Joy decidió seguir sabiendo cosas de Cristine y aprovechó la cena para ello. Sí, había vivido en Big Haggleton toda su vida. Sí, una vez fue a Londres, pero no la gusto, demasiado ruido, aunque el metro tenía su encanto. No, no sabía nada de asesinatos extraños, aunque era raro, porque en verano una periodista estuvo allí y la pregunto lo mismo.

.- ¿Brujos?. ¡Eso no existe! – Cristine rió, sin saber que estaba cenando con cinco seres de esa especie. – Aunque... Mi madre solía contarme la historia de una bruja que vivía en Little Haggleton, bueno, un poco más allá de allí... En una pequeña casita en el bosque cercano. Solía hablar con las serpientes y todo el mundo la temía, aunque todos iban a ella a comprar remedios baratos y esa clase de cosas.

.- ¿Y dónde vivía? Es que estamos haciendo un trabajo para el colegio sobre brujas y esas cosas... – Explico Joy. Cristine tragó y les indicó como ir a la casa.

Eso fue por la noche, pero al día siguiente, sábado, Joy fue la primera en levantarse y ducharse. Cuando dejó el baño libre, despertó a Isis bruscamente, experimentando un sádico placer en devolverle el favor que la oriental la hacía cada mañana en Hogwarts. Una vez segura que Isis estaba lo bastante despierta como para no dormirse de nuevo en la ducha, Joy bajó a desayunar.

Le habían insistido a Cristine que no hacía falta que se levantara para prepararles el desayuno, pero la mujer era cabezota y la gustaba cocinar. Así que cuando Joy bajó se encontró con David, con camisa y pantalón de traje, (la ropa de batalla del tal Mulder), Will con unos vaqueros bastante rotos y una sudadera de su grupo de música favorito y una montaña de tortitas recién hechas.

Por su parte, Jack decidió aprovechar que su hermano acababa de darle unos segundos de relativa libertad para colarse en la habitación de Remus a ver si había algo interesante que ver. Pero para mala suerte de la joven, Remus ya estaba casi vestido. Aunque ver al chico que te gusta abrocharse la camisa tiene su morbo, evidentemente no tanto como ver que se la desabrocha pero algo es algo.

.- ¿Querías algo, Jack? – Pregunto Remus, con amabilidad teñida de desconfianza.

.- Pues sí. – Como si fuera la invitación que Jack esperaba, entró y se sentó en la cama del chico. – Verás, hay un problema que me atormenta...

.- Pues si puedo hacer algo por ayudar.

.- Te aseguro que bastante. – Una sonrisa de diablilla brotó en la cara de la joven. – Verás, es que aunque nuestra relación es muy bonita. Estoy un poquitín harta de que siempre sea yo la que haga todo. En fin, nuestro primer beso fue porque moví ficha yo, siempre estás huyendo de mí...

.- ¿Y no crees que eso significa algo? – Pregunto Remus. En el fondo le asombraba la incapacidad de esa chica para captar las indirectas de rechazo.

.- Hombre, pues una persona mucho más insegura que yo, (tu novia, por no ir más lejos) pensaría que no te sientes atraída por mi. Pero yo sé que no es cierto. – Aseguró Jack.

.- ¿Y de dónde sacas que no es cierto? Porque que yo sepa, nunca te di motivos para que tu pensarás que entre nosotros puede haber algo más que amistad... – Aquello era lo que más llamaba la atención de Remus, de donde venía la obsesión de esa chica. No es que fuese la primera vez que despertaba una pasión similar en una chica... Carlotta Clivers, la chica con la que perdió la virginidad, era estilo Jack. Aunque una vez que se liaron se la pasó el punto rápido. ¿O fue a él? Ahora no lo recordaba.

.- Pues de hecho sí lo hiciste. – Remus se giró rápidamente, como si hubiera captado una amenaza. – Me confesaste que eras un licántropo, y eso es algo que no has hecho con aquellas que consideras tus amigas. Ni siquiera se lo dijiste a Bell. Joy me lo contó el otro día. – Jack sonrió. Pero no era su clásica sonrisa de diablilla mala. Era una sonrisa dulce y tierna. Luego se levantó y desde la puerta le dijo. – Entiendo que necesites tiempo para arreglar tus cosas, plantearte como dejar a Bell sin que James te mate y eso... Pero piensa que igual no estoy aquí siempre. – Y cerró la puerta.

Remus la miró desconcertado. ¿Eso de "igual no estoy aquí siempre" que significaba¿Qué igual se hartaba y se buscaba a otro¿O algo peor...?

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Para ir más deprisa, ya que no disponían más que del fin de semana, decidieron dividirse en grupos. El "azar" quiso que Joy, Isis y Will fueran a investigar al pueblo de Little Haggleton sobre los asesinatos de 26 años antes...

Fue increíblemente sencillo: entraron a tomar una cerveza en la taberna del pueblo y quince minutos más tarde ya sabían hasta el árbol genealógico del único gato callejero del pueblo.

Isis tomo nota de forma diligente en su libreta tanto de lo que averiguaban como de las dudas que les surgían.

Los asesinados fueron los Ryddle. (¿Por qué les sonaba tanto el apellido a los 3?) Se sospechó del jardinero, Fran Bryce, pero la autopsia le descartó como sospechoso.

.- Una idiotez. Esos destripa – cuerpos, sólo hacen que las cosas sean condenadamente complicadas. Y entre tanto nosotros tenemos que convivir con un maniaco homicida... – Les dijo la mujer del tabernero.

Por supuesto, después de eso la visita a la mansión Ryddle era obligada. Para empezar el jardinero, Frank Bryce, aún trabajaba allí. Para seguir igual encontraban alguna pista.

.- ¿De verdad que hay un jardinero aquí? – Joy observó horrorizada la selva de malas hierbas que los del pueblo llamaban jardín. El jardín que ella tenía en Griamuld Place era mil veces más grande y su padre había contratado una legión de elfos sólo para su cuidado. Estaba claro, que hay cosas que es mejor que hagan los elfos que las personas.

.- Sí, yo. – Las dos chicas pegaron un respingo, Will se volvió con una estudiada sonrisa. El hombre que tenían enfrente, maduro y amable, algo molesto por la presencia de los jóvenes allí, no les pareció un asesino. – No seréis de esos niños de la aldea y venis aquí a tirar piedras a los cristales.

.- No. – Exclamaron las chicas ofendidas. ¡Cómo si ellas no tuvieran mejores cosas que hacer que tirar piedras a los cristales!

.- Entonces, seguro que venís a jugar a las casas embrujadas. – Aseguró el hombre, sin dejar de mirarles como si solo fuesen un trío de gamberros.

.- No somos del pueblo, Sr. Bryce. – Will decidió tomar el control de la situación y mostró su sonrisa más encantadora, aquella que le había abierto tantos brazos femeninos en la escuela, y que a los de su mismo sexo les transmitía una sensación de confianza. – Vera, soy pariente de Karen Kelson. Una mujer muy guapa, periodista. Habló con usted este verano...

.- Oh, sí. – El hombre se relajó de forma visible. – Una mujer muy hermosa y su niño encantador. – Al oír hablar así de Karen y Kevin, Joy tuvo que esforzarse por no sollozar. Will lo notó y la pasó el brazo por la cintura. ¡Si es que era una monada! - Fueron amables conmigo. La gente por aquí... Bueno, cree que les voy a despedazar o algo así. Perdonar, soy un grosero. ¿os apetece tomar algo?

La casa del jardinero recordaba asombrosamente a la casa de Hagrid en Hogwarts aunque en tamaño humano. Hasta las pastas de té eran duras como piedras. Joy empezaba a comprender que el trabajo de investigador era peligroso... para la línea. La única forma que habían tenido de sacar información a la gente hasta el momento, fue sentarse a comer con ella.

.- Supongo que Karen necesita más información... Me dijo que mandaría a alguien y que no me sorprendiera si era algo joven. – Empezó a hablar el hombre. – Pero no recuerdo nada nuevo... Como ya le dije a Karen y a la policía vi entrar a un joven de pelo oscuro y piel clara antes de los asesinatos. Y nada más...

.- Un joven de pelo oscuro y piel clara. – Anotó Isis.

.- Sí, siento no poder deciros nada más... – Se disculpó el hombre.

.- Creo que sí puede. – Intervino Joy. - ¿Quién es ahora el dueño de la casa? .¿Algún miembro de la familia Ryddle?

.- Oh, no. Todos los Ryddle murieron esa noche. La casa ha tenido varios dueños desde entonces, el actual es un hombre rico de la ciudad. No viene nunca por aquí, pero paga todas las facturas. Dicen que lo adquirió por motivos fiscales... – Nota mental, pensó Joy, averiguar quien es el dueño de la casa. Ella no era tan intuitiva como Evy, pero tenía la impresión de que conocía al propietario.

.- ¿No vive nadie aquí? Aparte de usted. – Se extrañó Will. Para él, cuya casa era espantosa, aquella casa era ideal, omitiendo el tema de los asesinatos.

.- No, tuvo varios inquilinos, pero todos decían que había algo maligno aquí y se iban enseguida. – Contestó Frank, la verdad es que sentía que se referían a él, aunque había sido acusado injustamente.

.- ¿Podemos dar un vistazo por ahí dentro? – Frank no puso ninguna pega a la petición de Will así que pronto los tres estaban dando vueltas por la casa.

.- ¡Es tan emocionante! Una verdadera casa maldita... – Isis se fue a investigar por su cuenta.

Por su parte Joy también daba vueltas por la casa, dividida entre dos instintos: el suyo más natural, de cómo decoraría la casa, que alfombras pondría, que muros tiraría abajo... Y otro, más nuevo para ella, de investigadora, y la verdad es que entendía a las familias que se fueron de allí. Había algo maligno en aquella casa. Lo mismo que en su ático de Notting Hill, si uno se esforzaba un poco sabía que la muerte había paseado por aquellos pasillos...

.- ¡Vaya pedazo casa! – Joy pegó un ligero respingo, pero sólo era Will, que había entrado tras ella. - ¿Estas mejor? Me pareció que cuando Frank mencionaba a Karen y Kevin estabas a punto de desmoronarte.

.- No. Vamos, sí. Estoy bien. – Sonrió para demostrarlo. – Pero es que me siento tan...

.- No fue culpa tuya. No podías saberlo. – Will se aproximó a ella. Demasiado cerca, para una chica necesitada de sexo y consuelo. Joy se concentró en actuar con naturalidad, aunque no hay nada menos natural que tratar de actuar con naturalidad. – Y no estás obligada a hacer nada por ellos.

.- Tal vez, pero yo me siento así. Se que es ilógico, pero siento que si puedo salvar a Kevin, a lo mejor puedo salvarme a mi. – Dijo la joven con timidez.

.- ¿Salvarte?. ¿De qué?

.- ¡De estar sola para siempre! Como Kevin. – Will la levantó la barbilla con delicadeza, para mirarse.

.- Nunca estarás sola. Nos tienes a todos nosotros. A Evy, a la loca de mi hermana, a los merodeadores, a Lily, a Isis, a mi... Y no puedo hablar por los demás, pero por mi parte puedo decir que estaré ahí siempre que me necesites.

Esa fue la frase que volvió a Joy loca del todo... Antes de darse cuenta se puso de puntillas y acercó sus labios a los de Will. Estaban muy cerca, cada vez más cerca, casi rozándose y entonces...

.- Voy a buscar a Isis. – Will se apartó y Joy casi se estrella contra la pared.

La morena miró la puerta por la que el chico acababa de irse. ¿Acababa de rechazarla? Para ella que sí...

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Mientras, a David, Jack y Remus les había tocado en suerte un paseo por el bosquecillo hasta la cabaña de la bruja.

.- ¡Esto es emocionante! – David había sacado su videocámara e iba filmando por el bosque. - ¿No os sentís como los protagonistas de La bruja de Blair? – No espero la respuesta de sus dos compañeros, se giro y filmo la casita que estaba encajada en el fondo del claro.

.- ¿En esa no mueren todos? – Pregunto Jack, mirando a Remus asustada.

.- No lo sé, el cine de terror no me gusta. – El licántropo se encogió de hombros antes de saltar de una roca a otra en plan cabra montesa.

Cuando estuvo segura de que los dos chicos no la veían, Jack se llevo la mano al costado, donde sentía un dolor punzante. Joder, ahora no. Encima se había dejado la poción en la casa rural. Tonta, tonta, idiota. Tras recriminarse a si misma un rato, cosa que no solía hacer puesto que ella era perfecta, decidió ignorar el maldito dolor como hacía siempre. Mientras no volviera a toser sangre, como la paso en SF, todo iría bien.

Con cuidado, empezó a descender la pendiente y llegó a la puerta de la cabaña, donde los chicos la esperaban.

.- Lo siento. – Se disculpó la chica avergonzada por haberlos hecho esperar. Lo que más odiaba de estar enferma es que la hacía sentir insegura. - ¿Vamos? – Ya estaba dispuesta a entrar, pero Remus la puso detrás de él y entró primero con la varita apunto.

El techo de la cabaña estaba destrozado, a consecuencia de ello se veían unos inmensos charcos en el suelo de lo que una vez fue el salón. Las termitas también habían estado por allí y se habían comido una buena parte de las paredes de madera que separaban las habitaciones.

.- Que curioso. La cocina esta intacta. – Comentó David. Había tenido que apagar la cámara porque estaba muy oscuro para grabar allí.

.- Eso no es una cocina. – Dijo Remus al acercarse. – Mi madre tiene una sala igual a esa en casa: la usa para practicar pociones sin que mi padre y yo nos inmiscuyamos.

.- Vaya. Entonces supongo que eso no son libros de cocina. – David señaló una estantería que había en un rincón lleno de libros viejos y polvorientos. Muchos de ellos casi carcomidos por la humedad. Remus se acercó y los examinó.

.- No. Es increíble.

.- ¿Por qué?. ¿Qué son? – Pregunto David, intuyendo por el tono de su amigo que era algo importante.

.- Las Genealogías de Nemius. Sólo hay 3 copias en todo el mundo: una estaba en el ministerio, pero fue robada en 1941. las otras dos nadie sabe donde están. Aunque por lo visto una estaba aquí... – ¿Pero que coño hacía un libro tan importante en manos de una bruja de pueblo¿Quién era aquella mujer?

.- Chicos, venid a ver esto. – Jack les llamó desde el otro lado de la casa. Los dos se fueron hasta donde estaba. – Toqué este candelabro y se abrió la pared... – Jack señaló un túnel que se había abierto en la pared y que se introducía en las entrañas de la tierra.

.- Quedaos aquí. – Remus empezó a descender solo las escaleras usando la varita para iluminarse. Cuando notó que alguien le seguía. - ¿No os dije que os quedarais arriba?

.- Por muy bueno que estés, tu a mi no me mandas. – Contestó Jack en pleno ataque de rebeldía. – Además el pasadizo este lo encontré yo.

.- Es obvio que la mujer que vivía aquí, no era una bruja, sino una alienigena. Si ahí abajo aparece algún ingenio que permita comunicarse con vida extraterrestre, debo verlo. – Dijo David, por detrás de Jack. Remus suspiró, si hubiera tenido que escoger compañeros para estar en ese pasadizo seguro que no serían ellos. – ¿Eso no es una serpiente?

.- Sí, lo es. – Confirmo Remus. Notó como Jack le agarraba el brazo con fuerza. De entre toda la información que solía asimilar, le vino el recuerdo de que a Jack lo que más miedo le daba eran las serpientes. – Y hay bastantes. – Notó como Jack apoyaba la frente en su espalda, y sin saber porque, le dieron ganas de darse la vuelta y abrazarla.

.- ¡Que miedo! Como en Anaconda. – Comentó David.

.- ¿En esa no mueren todos? – Jack sacó la cabeza de la espalda de Remus para mirar a su espalda. Luego miró al frente, a lo que Remus iluminaba: una amplia cueva, llena de estalactitas y de serpientes, presidida por una enorme estatua con cabeza de serpiente y cuerpo de hombre. Bajo ella había una especie de altar en roca gris rectangular con unas sospechosas manchas rojas. - ¿Qué es esto?

.- Vámonos de aquí. – Remus agarró la mano de Jack, y empujó a David hacia la salida.

.- ¿Por qué¿Qué es eso?- repitió Jack, sin entender el ataque de Remus.

.- Un templo de Nagas. – Explico Remus. – Y ha sido usado para sacrificios en los últimos tiempos...

.- ¿Sacrificios? – Repitió Jack. Ya habían salido del túnel y Remus les llevaba a la cocina para coger los libros antes de largarse.

.- Humanos, de niños generalmente. – Remus tragó saliva. Los licántropos siempre habían sentido un miedo ancestral por los Nagas. Tal vez por eso, cuando captó su olor en la gruta se puso tan nervioso.

.- ¿Y que hacía un templo Naga en el sótano de la casa de una bruja? – Insistió Jack cuando ya estaban en el coche. David estaba inusualmente callado, al igual que Remus también había notado algo que le puso el vello de punta, pero al contrario que él lobito, él no había sabido ponerle nombre a la causa.

.- Porque no era una bruja. Era su sacerdotisa.

.- Lo dices como si eso significara algo. – Habló David por primera vez desde hace un rato.

.- Los Nagas sólo admiten como sus sacerdotisas a las mujeres de la casa Slytherin. Y no me refiero a la casa de Hogwarts, sino a la estirpe de Slytherin. – Matizó Remus. – Recojamos a los demás y vamos a Londres, cuanto antes... – Por el espejo vio que Jack se llevaba la mano al costado y que hacía un gesto de dolor. - ¿Estás bien?

.- Sí, solo que me trajiste tan deprisa que me provocaste flato. – Se quejo la joven. Luego sonrió con malicia. – Si quieres dejarme sin aliento, tienes mejores formas de lograrlo. – Remus meneó la cabeza, esa no cambiaría nunca.

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Jack notó que algo no iba bien entre su hermano y Joy en cuanto los recogieron a ellos dos y a Isis en el pueblo. Will entró por el lado de Isis y Joy por la puerta contraria, se concentró en mirar por la ventana y no dijo ni media palabra hasta que llegaron a la casa de Cristine. Mientras, Remus y David lograron contagiar de su nerviosismo visceral a todos, probablemente si Jack hubiera sabido un poco más de historia también se hubiese puesto tan histérica como los demás, pero no hay mayor felicidad que vivir en la ignorancia...

Decidieron recoger sus cosas e irse para Londres, aunque Cristine se empeñó en que se quedaran a comer, cosa que hicieron... Jack se escabulló a su habitación y logró tomarse su poción sin que Will la viera, lo último que necesitaba era un hermano sobreprotector preocupado por su enfermedad mortal e incurable.

Por su parte, Joy llamó a casa de Lily para decirle que ya volvían y que si se podía quedar en su casa. La pelirroja contestó que sí, desde luego, cuantas más mejor. Y que David se pasara también a cenar. Joy la notó preocupada.

Llegaron a Londres de noche, en medio de una suave nevada. David, majamente fue dejando a la gente en sus casas, a medida que iban pasando. Primero dejo a Jack y Will en su mansión de Griamuld Place y luego a Isis en la biblioteca Mágica, ya que vivía una manzana más lejos.

Por último, se desvió hasta el barrio de Remus, para dejarle en su casa. En cuanto se quedaron solos Joy pasó al asiento de delante, y sin pedirle permiso a David plantó una cinta suya en el casete, seguro que Remus la habría matado de saber que todo el camino la morena había llevado una cinta con los éxitos de Hombres G en el bolso...

.- Esa música esta chula. – Aprobó David, Joy sonrió. – Por cierto¿te pasa algo con tu amigo Will? – La sonrisa de Joy se desvaneció.

.- No ha pasado nada. - David notó que la joven no estaba por la tarea de contestar, así que decidió buscar un mejor tema de conversación.

.- ¿Y tú que prefieres: CSI o Expediente X? – Joy le miró extrañada por la pregunta.

.- Ninguna de las dos. Yo prefiero Mujeres Desesperadas. – Contestó Joy, agotando cualquier vía televisiva de comunicación. La joven también lo notó y decidió tenderle un cable. - ¿Te gustan las túnicas de Roberto Verino para este fin de año?

.- ¿Quién es Roberto Verino? – Respondió el chico.

De nuevo hubo silencio en el coche.

.- ¿A qué esta música es chula? – Comentó Joy para romperlo. David aprobó el nuevo tema y estuvieron un rato debatiendo las motivaciones trascendentales que llevaron a David Sumers a componer "Sufre mamón".

En realidad, cuando llegaron a casa de Lily fue un alivio tan grande, que ambos tuvieron que reprimirse para no gritar "Gracias a Dios". Cogieron sus cosas del maletero y llamaron a la puerta de la casa de Lily. David tenía llaves, pero prefería llamar porque "nunca se sabía qué se podía encontrar en esa casa". Y tenía razón, porque la persona que abrió la puerta fue...

.- ¡Sirius! .¿Y tu que haces aquí? – El moreno liberó a Joy del peso de su maleta y les hizo un gesto para que pasaran.

.- Asistir al espectáculo. – Sirius dejó la maleta de Joy en el recibidor, se sentó en el sofá, poniendo sobre sus rodillas un bol de palomitas y señaló al piso superior. Al mirar allí, Joy vio a James y Lily discutiendo, como en sus mejores tiempos. Desde luego no había oído la puerta. Aunque lo más raro es que, sentado en un sillón había un joven cura. - ¿Palomitas? – Les ofreció Sirius.

.- Yo sí. – David dejó su maleta, tomó un puñado de palomitas y observó a la pareja

.- Buenas tardes, monseñor. – Joy saludó al cura con una respetuosa genuflexión antes de sentarse concentrarse en la pelea y tratar de ignorar el tentador olor de las palomitas.

.- Buenas tardes, hija mía. – Saludo el hombre, amable.

.- ¿Y esté de donde ha salido? – Le pregunto Joy a Sirius con un susurro. - ¿Es que Lily esta tan decidida a matar a James que ha llamado al cura para que le entierre? .¿Y que haces aquí? .¿Dónde esta Evy?

.- Es una larga historia. – Suspiro Sirius.

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Remus entró corriendo en su casa, pasó por delante de su madre sin verla, rumbo a su habitación. Tenía mucha prisa por llegar a su cuarto para mandarle a Bell una carta en la que contarle la existencia de ese templo Naga. De esta forma su padre Horatius, podría desmantelarlo.

Silvia lo vio pasar corriendo pero no dijo nada. Ya estaba acostumbrada a esas entradas de su hijo, así que se limito a alzar una ceja.

.- Hola mama. – De pronto Remus regresó y la plató un beso en la mejilla. Luego subió corriendo las escaleras para mandar la carta.

La mujer suspiró tomó una taza en cada mano y subió más despacio las escaleras, hasta el cuarto de su hijo, que escribía la carta para Bell.

.- Te preparé un vaso de chocolate caliente. – Silvia dejó la taza junto al escritorio. Y con la mano ya libre le revolvió el pelo y le dio un beso.

.- Gracias. – Remus sonrió, apartó la mano y siguió la carta. Pero la presencia de su madre le impedía concentrarse. – Mamá¿vas a estar ahí mucho rato?

.- ¿Por qué? .¿Es que escribes algo que no quieres que lea? – Silvia ladeó la cabeza, como para ver mejor el pergamino. Remus lo apartó de su vista con un ademán infantil que hizo reír a la mujer. - ¡Pero sino llevo las gafas y sin ellas no veo un pimiento! – Remus la miró con desconfianza. - ¿Y que tal te fue en el pueblo ese?

.- Mal. Encontramos un nido de Nagas. - Silvia palideció, sabía que a los licántropos les asustaban mucho esos animales. - Por eso le estoy escribiendo a Bell...

.- Y Bell es tu novia, a ver si me la presentas algún día de estos.

.- Sí, es mi novia, su padre es el jefe de los aurores. – Remus ignoró el comentario de presentarlas, no por nada, sino porque Silvia era de las que creía que ninguna chica era adecuada para su hijo. En cuanto tuviera a Bell delante, la machacaría de tal manera que necesitaría años de terapia para superarlo. Ahora que lo pensaba eso fue lo que espantó a Carlota Clivers – Por eso la escribo. Pero aparte, me gustaría saber a que viene ese repentino interés en mi vida. ¿Tanto te aburres desde que te dieron la baja por enfermedad?

.- Pues sí. – Silvia era la clase de persona que no puede estar sin hacer veinte cosas al mismo tiempo. Por eso estar en casa, la suponía un aburrimiento mortal. – Anoche vi por la tele un reportaje en que recomendaban hablar a menudo con los hijos para evitar que se metan en movidas de magia oscura. Así que hijo mío, vamos a hablar.

.- Mama, a mi no me va la magia oscura. En eso puedes estar tranquila. – Remus logró terminar la carta de alguna manera, la ato a la pata de su lechuza y la mando a casa de Bell. – Aparte de eso¿cómo estás?

.- Bien. – Ante el ceño fruncido y preocupado de su hijo, Silvia sonrió. – En serio, el síndrome de Lamia no es tanto como dicen... Al menos no lo es a los cuarenta. Supongo que si la hubiera padecido en la infancia sí que lo sería. Con los dolores violentos en el costado, los cambios de color en los ojos, las vomitonas de sangre que terminan debilitando tu organismo hasta matarte. Pero para mi, es una enfermedad crónica. Sobre todo porque los Muggles padecen algo similar, la tuberculosis, y saben como combatirla. – Silvia concluyó el discurso con una sonrisa, que contagio a Remus.

.- Me alegro de que estés bien. ¿Viene papa a cenar?

.- Sí, voy a cocer la pasta. ¿Me ayudas? – La verdad es que madre e hijo eran un desastre en la cocina. Lo único que sabían hacer era disolver el Nesquit en leche. Su padre si tenía maña para la cocina.

.- Vale. – Pero tratar de cocinar era divertido.

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Will salió del comedor, donde acababa de discutir de nuevo con sus padres, con un fuerte portazo. Cuando tu novia te deja para volver con su prometido, lo mínimo que esperas de tu familia es que se ponga de tu parte, pero sus padres, nooo. Ellos habían apoyado la decisión de Doris como sensata, esa fue la primera pelea que Will había tenido con su familia.

La nueva pelea era porque, según sus padres, Will ya estaba en edad de empezar a pensar en casarse. A los 16. ¡Anda ya! Él aún era muy joven y había muchas chicas que aún no había catado para comprometerse. Además que conocía a la chica y estaba en su lista de "no me acercaría a ella ni con traje aislante".

Al pensar en el tema de chicas, le vino a la mente Joy. Estaba enfadada con él, pero sabía que se la pasaría. No entendía que pronto la había dado para tratar de besarle. En fin, ellos eran amigos...

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando, al pasar por la puerta de su hermana, le llego un sonido familiar que no le gustó mucho. Entró sin llamar y se encontró a Jack tendida en el suelo del baño, frente a la taza del váter, vomitando sangre.

Will se apresuró en llegar a su lado, sostenerla la cabeza para evitar que se golpeara. Al cabo del rato, Jack le hizo un gesto para indicarle que estaba bien, que la soltara.

.- No te tomaste la poción. – La acusó el joven, después que la hubo obligado a acostarse y que un elfo la trajo un caldo reconstituyente.

.- Se me olvidó. – Confeso Jack, sorbiendo lánguidamente el caldo. – Odio esta maldita enfermedad. – La joven se acarició el costado. – Además, al final da igual que me tome la poción, de todas formas casi seguro que no vivo para cumplir los 20. – Exhaló un suave suspiro. – Lo único que lamento es que voy a morir sin...

.- Ya. – Cortó Will. – Ya sé que si has vuelto no es por ninguna absurda profecía sobre que Remus es el hombre de tu vida. Has vuelto porque una vez te juraste a ti misma, que no morirías sin habértelo llevado a la cama. Obviamente crees que tu tiempo se agota... Aún así creo que no tienes derecho a destrozar su relación con Bell.

.- Me da igual a lo que tenga o no tenga derecho. Lo bueno de ser atea y saber que mi tiempo es muy limitado, es que no tengo nada que perder. No creo en un infierno después de la muerte en que tenga que pagar mis cuentas. – El susurró de la chica parecía casi un desafío. – Sólo creo en el ahora. ¿Es mucho pedir que la persona que amas sea tuya una vez? Sólo una única vez. – Los ojos verde jade de la joven, su verdadero color, se volvieron hacia su hermano suplicantes. – Sólo una vez. – Repitió.

Will suspiró, en ese momento sabía que no podía negarle nada a su hermana. Incluso estaba dispuesto a preparar una poción multijugos y añadirle un pelo de Bell para que Jack se pudiese tirar a Remus sin problemas. Como, de momento, eso no estaba a su alcance, se limitó a abrazarla, tratando de trasmitirla algo de consuelo, mientras ella se aferraba a él, como si fuera lo único que la impedía ahogarse.

.- ¿Y a ti que te ha pasado con Joy? Parecía enfadada. – Oh, oh. su hermanita metiéndose en su vida amorosa. ¿Es que no tenía a nadie a quien acosar? La soltó como si fuera un tizón ardiendo. - Seguro que te sobrepasaste con ella...

.- ¡No! Pero si fue ella la que trató de besarme a mi. Yo soy el acosado sexual. - Se indignó Will.

.-¿Qué rechazaste a Joy? .¿Y tu te llamas su amigo? Will, voy a decirte algo sobre las mujeres: si una amiga tuya, que ha cortado con su novio, quiere besarte, tu te dejas hacer y punto. Además, que haríais buena pareja.

.- Jack, tómate la poción y duérmete. – La aconsejo Will con brusquedad. Antes de levantarse de la cama.

.- ¿Por qué no? – Grito Jack.

.- Porque no quiero darme de nuevo el batacazo que me di con Doris. Volverá con Snape en cuanto él se lo pida. – Eso era tan cierto, que Jack no pudo replicar nada mientras su hermano cerraba la puerta y la deseaba buenas noches.


Pues por hoy se terminó lo que se daba. La verdad es que no sé si descubrí muchos misterios en este capítulo, o metí más. Tengo la balanza un poco desequilibrada, pero al menos ya sabemos cual es el verdadero juego de Jack, lo que realmente la hace interesante.

Pero ahora, hablemos del futuro, vamos del capítulo 17. Tengo que informaros que en los próximos capítulos vamos a entrar en la dinámica de ir para adelante y atrás en el tiempo. Ya que tengo demasiados personajes haciendo cosas a la vez. En el próximo capítulo, tocarán James, Sirius y el Laberinto, así como Evy, Lily y la cena en casa de la segunda. ¿Qué tendrá que contarla Verbena? La verdad es que me da mucho miedo esa mujer cuando se pone.

Y como decían los Loony Tones: eso es todo amigos.

Mil besos.

Carla Grey.

Orgullosa Lupina. MOS. Hermana de Mya, Paula & Maru Malfoy. Tía de Azi Black. Paciente de Serenity. Hija política de Veronika. Emperatriz consorte de Alonning. Ahijada del hada madrina Noriko. Prima de Miss Molko e Inna. Miembro de las 15 de Mey. Amiga por correspondencia de una miembro de LODF. Pariente de Anvy Snape. Casi pariente de Libertad, la amiga de Mafalda. Chica del espejo de lujuria de Dreaming.