Hola gente. Antes de empezar a responder RR os tengo una mala noticia: esta es la última actualización doble en mucho, mucho, mucho, mucho tiempo. Antes lo hacía porque publico en otra página, como bien sabéis algunas, y como allí iba adelantada, trataba de alcanzarme, cosa que acabo de conseguir con el siguiente capítulo. Dicho esto, vamos a responder RR.
Ginny84: Tu siempre poniéndome pegas a todo,. ¿eh? En defensa de James él no sabía que ella era lesbiana y en descargo de la Loveday, ella estaba tratando de "volver al buen camino" y la experiencia la reconfirmo que es lesbiana al 100 por 100. en cualquier caso tienes razón: no creo que Lily olvide que se acostó con James, aunque la muerte de su chica puede hacerla ganar puntos. Mm, buena idea lo de pedirle dinero a Snape, a Joy le encantará. Pobre chica, ahora que me recuerdas todas sus desgracias me dan ganas de darla una alegría. Muakis.
kurumi-desu: Pues por el careto que puso Jesse va a decir que no... En cualquier caso todo eso lo vas a saber en breve, así que mejor te dejo con el capi que sí que esta algo desfasado, mira que en el próximo es San Valentín. Kisses.
Made(18): No es cierto que Will se haya enrollado con todas menos con Bell y Joy, con Isis, Loveday, Anya y Jack tampoco. De momento creeremos a Ethan, y aceptamos que no mato a Toliman. En cuanto a Richard y Evy, en breve lo leerás. Sí, lo de James es tener la cara muy dura, porque vamos, es normal que Lily se picara. ¿Ves como Loveday no es tan mala? Aunque sí que tiene sus cosas. El padre de Joy tiene la Mansión Ryddle por motivos fiscales, (eso lo saque directamente del 4º libro.) Hasta ahora nena.
Made(19): Como que tienes razón, yo a Lily con Loveday no la veo, y de lesbiana tampoco, ella mucho decir contra los hombres, pero hay uno en concreto que la tiene loca. Es que es cierto las fiestas se hacen en las casas de los demás, y que no sea intimo tuyo, que sino toca ayudar a limpiar. La verdad es que Will y Giselle pegan bien poco, aunque con Sirius pega menos. Besitos de granizado de sandía. PDTA: je, je sí que sería mono el hijo de esos dos.
Traviesa1500: Anda que no me pides cosas chungas, lo peor lo de Jack, es que yo la busco parejas pero ella cuando quiere los espanta con una habilidad. En cuanto a Joy, niña, que estamos tratando de quitarla la idea del niño de la cabeza. Besos.
Caperucita Roja: Pues a mi me parece que empezaste por el final más que por el principio, pero bueno, tampoco tengo ganas de discutir. Sí, el hijo de Joy y Jesse no andaría hasta que no llevara calzado de Balenciaga y su primera palabra sería Versace... Que habrá que darle alguna alegría a Joy para que se deje de tonterías. Gracias por lo de los personajes, porque no sabes lo que me cuesta moverlos a todos, y hacer que las locuras de unos interaccionen con las de los otros. Me encanta que te encante. Un besote gordote.
Saphira: primero de todo, siento el trauma que te ha ocasionado el regreso de la rata, espero que llegues a superarlo algún día, sino yo te mando al siquiatra, que ya verás que Joy va a uno buenísimo. Segundo,. ¿qué tal en Inglaterra? Espero que no te pillara cerca Londres, en fin, dime cualquier cosa rápido que yo me asusto rápido con esas cosas. Igual te mando un mail luego. Besos.
AnnaTB: Pobre Joy, la chica se siente sola y se la ocurren esas ideas tan fantásticas. Sí, Giselle peligra. ¿Qué pena, no? Lo de Loveday si que fue sorprendente, totalmente opuesto a lo que todas pensaban. Remus y Bell,me reserva el derecho a mantener el misterio sobre ese tema. Besos de yogur líquido de melón.
Gerulita Evans: Me encanta que te encante. Besos.
Mangalina-Li: Sí, a Joy el rechazo de Will la hundió del todo, porque vaya idea ha tenido la criaturita, y conste que yo creo que el niño sería una monada. Muchas gracias por tu RR y por lo que dices en él. Hasta pronto.
Lucemvicuna: Bueno, no te acostumbres, que para vuestra desgracia de ahora en adelante los capis van a subir con cuentagotas. No creo que Lily se haga lesbiana, pero la etapa de duda, la tiene asegurada. En fin, ya se verá. Chaos.
Hikari Katsuragi: te entiendo yo a Giselle tampoco la trago y lo de Bell, que nuestras relaciones son cuanto menos conflictivas no es un secreto. Lily no es así, ella no utiliza a la gente para vengarse de otra gente, bueno, una vez uso a Eduard, pero esa era la antigua Lily, así que no lo veo. Je, je. Jabía olvidado el sonajero de oro de Joy, que bueno, seguro que le recupero en algún momento. Besitos.
Andita: Tranquila, mira que en el 21 tendrás una pequeña alegría, aunque la gorda viene en el 22. ¿Y no ves lo guapo que se pone James cuando sufre? Visto así supongo que lo de Joy es hasta normal. Besos.
Marghi: Mm, si te dijera que ando tramando no sería una sorpresa. Ya lo irás leyendo. Muakis.
Shen-Tao: No si al final todas me dais la razón, en lo lindo que sería el hijo de Jesse y Joy. No voy a decir nada de Giselle porque estoy de acuerdo contigo. Kisses.
steffy potter: pronto verás la cara que ponen todos. Gracias por lo de siempre. Muaks.
K-rmen: A que ahora todo lo de Loveday tiene sentido. Es genial cuando todo encaja. Pues supongo que pasara como con LODF, pondrán un solo traductor, y todas nos volveremos locas hasta que se dignen a sacarlo. (o buscaremos la traducción no oficial.) Abrazos.
Lucy Diamonds: Más bien, me estaba persiguiendo a mi misma por delante, que es peor. Pero a partir de ahora iré con más calma. No creas que a veces me toca sentarme y leerme todo para recapacitar. El problema que tiene Ethan es que sus hijas son bastante problemáticas, y toca aguantarlas, con decirte que Evy tiene tela, pero Eirene es peor. Pues creo que estando enferma Jack pondrá el turbo, mira que el tiempo se la agota. Espero que te hayas recuperado. Besines de zumo de naranja. (Tiene vitamina C y es bueno para las defensas.)
Adrea-Black (16): Hola guapa, que suerte, yendo y viniendo de la playa... Pues no, porque yo estoy más o menos igual, así que envidia no me das. Aunque yo más que Miércoles parezco un dálmata de todas las pecas que me salen. Mm, yo no sé nada de Los Serrano, yo soy más de ANHQV, aunque sea repetido, peor he oído que la Belén Rueda entro en razón y se quiere divorciar del Resines. ¿Pobre Will? Pues para estar enamorado de Joy menudas juergas que se mete el tío. Besazos de calipo de fresa.
Keikleen: Vaya, eso es leer un fict con cuentagotas, tiene que ser horrible. Sí, claro que te doy mi dirección y te digo donde puedes comprar los cuchillos japoneses para venir a amenazarme. ¿No? Ay, como muestra de buena fe, te dejo mi mail, correodekarla69 en Hotmail. En cuanto a Henar, te aviso que tardara en subir, ya que esta en Londres, y no tiene tiempo. Pues si que, tu amiga te estropeo la sorpresa, aunque mucha gente, me dijo que después de lo de Loveday se esperaba que la molara Lily. En fin, un beso y suerte con el ordenador.
Por amor al arte 20.
Ideas fértiles.
.- Pues yo, voy a tener un hijo. – Y como Joy debió de pensar que esa noticia no era aún lo bastante impactante, pues se volvió hacia Jesse, que estaba sentado a su lado, y le dijo. – Y quiero que tú seas el padre.
.- ¿Pero te has vuelto loca? – Gritaron Jack y Bell, estando de acuerdo por casi primera vez en su vida. Casi porque ambas están de acuerdo en que Remus esta bueno.
.- Sí, además, Joy. Que yo soy gay. ¿Recuerdas? – Apuntó Jesse.
.- No te preocupes por eso. Hoy en día no es necesario mantener relaciones físicas para tener un hijo. Iremos a una clínica de fertilidad. – Le "tranquilizó" Joy. – Fue Lily la que me habló de ese gran invento. – Todas las miradas acusadoras confluyeron en la pelirroja.
.- Hey. No me miréis así. Esa frase esta totalmente sacada de contexto. ¿Vale? – Lily se irguió como si la hubieran clavado algo en las costillas dispuesta a defenderse. – Yo lo que dije, es que ... – Lily se interrumpió pensativa. – Joder, sí que dije eso. ¡Puto abrigo rojo tamaño bebe!
.- ¿Abrigo rojo? Ah, ya entiendo. Mira que os tengo dicho, chicas, que no vayáis a la sección de moda infantil del centro comercial cuando estéis ovulando, que enseguida pensáis cosas raras. – Will las habló lentamente, como si les estuviera explicando porque el cielo es azul a un niño de tres años particularmente lerdo.
.- ¿Y de quién querías el niño? – Pregunto Loveday temiéndose la respuesta.
.- ¿De quien va a ser? – James hizo un gesto de "modestia aparte".
.- De este. – Evy señaló con un gesto dulce a Sirius, que la seguía estrujando contra él.
.- ¿Eh? – Sirius miró con extrañeza a la onza, que no sonó nada celosa, y a la druida, ya que era extraño que no lo quisiera de James. – Aunque nuestros colores de pelo y ojos quedarían bien
.- ¡Yo también lo creo! – Lily sonrió Sirius también sonrió. James crujió los nudillos. Sirius dejó de sonreír y se preocupó porque Evy no pareciera celosa.
.- Volviendo al tema... ¿Qué me dices Jesse? – Insistió Joy.
.- Esto... ¿Y que hecho yo para merecer esto? – Al ver que Joy estaba a punto de hacer pucheros, cosa que Jesse rara vez podía soportar, el joven decidió matizar. – Quiero decir que no merezco tanto honor. ¿Por qué no se lo pides a alguno de ellos? – Jesse hizo un gesto hacia los demás chicos...
.- ¡Eso!. ¡Eso! Yo me ofrezco voluntario. – Anunció la rata traidora rápidamente. – Y si quieres lo hacemos por el método tradicional que eso de la clínica de fertilidad suena a caro...
.- No, Peter, tú no me vales. Necesito a un chico alto para compensar mis genes de baja. – Joy le descartó con un argumento muy sólido antes de hacer lo mismo con los demás. – Jesse, tú eres mi única opción. Dada la alta actividad sexual que han desplegado Sirius y Will en los últimos meses, no son candidatos aptos para una fertilización artificial y...
.- Hey, un momento. – Interrumpieron los dos chicos.
.- ¿Y eso de que no somos candidatos aptos quien lo dice? – Preguntó Will casi desafiante.
.- El folleto este que cogí de la clínica. – Joy sacón un folleto de su bolso, que Sirius prácticamente la arrancó de las manos.
El chico lo leyó rápidamente: "mala calidad de gametos consecuencia de alta actividad sexual, en periodos de tiempo breves" "candidatos no aptos"...
.- Si tienes esos folletos, es que has estado en la clínica. Y si has estado en la clínica, significa que vas en serio. – Alucinó Lily.
.- Oye, si tus gametos son de mala calidad y no sirven para embarazar a Joy, igual yo puedo...
.- No. – Sirius cortó a Evy, que ya se veía ahorrando un montón de dinero al mes en pociones anticonceptivas. – Aquí solo hablan de fertilización in vitro. Y aunque no fuera así, tu te lo tomabas igual, que no quiero que Ethan me mate. – Evy reprimió a duras penas la sonrisa.
.- Bueno, como iba diciendo, descartados Sirius, Will y Peter, nos quedan David, James, Remus y tu. – Joy retomó el hilo de su razonamiento. – David, me caes genial, pero eres Muggle, y si es niña, corro el riesgo de que no sea bruja, y yo quiero que mi pequeño o pequeña tenga magia.
.- James, sería el candidato perfecto. – El joven de pelo revuelto se alzo orgulloso. Puede que Lily prefiriera a Sirius, pero Joy, salvo su etapa Snape, siempre tuvo mejor gusto. – Pero es el Heredero de Gryffindor, y eso implica que su hijo o hija también lo sería, por lo que tendría a Crouch y Clarck dando el coñazo todo el día, como señaló Lily...
.- Es cierto. – Lily le dedicó a James una especie de sonrisa de disculpa. – Por eso prefería a Sirius.
.- Remus era el siguiente de la lista. – Continuó Joy. – Pero lo descarté por ese pequeño problema que todos sabemos que tiene pero que ninguno decimos. – El licántropo se quedo totalmente flipado por la forma tan directa que tuvo la morena de comentarlo. – es que Remus, tengo que decírtelo: no me gusta como vistes. Y eso puede ser genético... – Jack soltó una breve carcajada, ante la cara de coyote a la que le acaba de explotar encima una carga de dinamita marca ACME que se le había quedado a Remus.
.- Entonces me dejaste como última opción. – Jesse compuso un gesto dolido.
.- No, de hecho pensé en ti desde el principio, ya que un hijo de los dos sería genial. No habría niño/a con mejor gusto para la moda... Pero me di cuenta que tu tratarías de escurrir el bulto, y endosárselo a otro. Así que me puse a pensar en pros y contras de todos los demás como progenitores... Pero tu eres la mejor opción con diferencia. – Concluyó Joy.
.- Es increíble. Todo eso significa que lo ha pensado durante más de diez minutos y aún así la sigue pareciendo buena idea. – Bufó Bell, prácticamente escandalizada de lo sorprendida que estaba.
.- Mira, Jesse, si es porque no quieres ser padre. No te preocupes, más allá de tu "aportación genética" no tendrás ninguna obligación más. Yo estoy preparada para cuidar del niño sola...
.- ¿QUÉ? – eso fue más de lo que Bell puedo soportar. - ¿Cómo que estás preparada para cuidar del niño sola? Pero Joy, si no eres capaz de cuidar ni de un Hámster, recuerda a Manchitas, y pretendes que puedes cuidar de un niño sola...
.- Bueno, sola, sola... Pensaba contratar a un elfo para que me lo criara. – Joy le dirigió una mirada cariñosa a Puck. – A mi me crió uno, y no he salido tan mal.
.- Sin comentarios. – Musitó Will.
.- ¿Y qué me dices de tu físico? – Jack decidió atacar donde sabía que más podía dolerle a Joy. – Piensa que al tener un hijo tu cuerpo se infla, engordas, te salen estrías... Y luego nunca lo recuperas.
.- Contrataré a un preparador físico para que me ponga apunto. – Joy despachó sin más ese pequeño inconveniente, a la vez que sacaba otro folleto. – Además, según esta información, después de dar a luz, se experimentan cambios que conducen a un mayor disfrute de las relaciones sexuales...
.- ¿Ah, sí? – Dijo Bell con repentino interés. Ella siempre quiso ser madre, y ahora tenía otro motivo más para ello.
.- Si es que vuelves a tener relaciones sexuales. – Lily no se molesto en leer el folleto, antes de hablar con amargura. – Los tíos huyen de las madres solteras como de la lepra.
.- ¿Has consultado a tu terapeuta? – Preguntó Evy, cortando la discusión.
.- ¿Va a un terapeuta? – Se sorprendió Bell.
.- Una terapeuta. – Matizó Jesse. – Y va desde hace unos meses. – Desde que cortó con Snape, pensó el chico para sí.
.- No aún, no lo hablé con ella. Con todo esto de las Navidades apenas hemos tenido tiempo para una sesión. – Contestó Joy, ignorando a Bell.
.- ¿Y por qué yo no sabía que esta siguiendo terapia? – Preguntó la rubia.
.- Tampoco yo lo sabía. – Los chicos se encogieron de hombros, sin interés.
.- Pues igual deberías consultarla. – Sugirió Lily, con mucho tacto.
.- O buscarte otra. – Opinó Loveday.- Yo también voy a terapia para superar lo de Anne, y a mi no me da por tener hijos y esas cosas...
.- No, te da por otras más tontas. – Apunto James, entre dientes, refiriéndose a lo de enamorarse de Lily
.- Sí. – Loveday estuvo de acuerdo con él. – Como acostarme contigo. – Lily que había seguido el intercambio, soltó una breve risilla. Loveday le dirigió a James una mirada victoriosa, que hizo que el joven arrugara la frente.
.- ¿Y para que vas terapia? – Le preguntó Will a Joy.
.- Para muchas cosas, entre ellas, Alma, me ayuda a darme cuenta que tu no eres un psicópata, traidor y desleal, sino un pobre inmaduro que no recibió el suficiente cariño de niño, y que no me merece. – Tras ese discurso Joy sonrió tan ufana como si fuera un regalo divino.
.- Oye, exactamente que le has contado a Alma de mi hermano, para que diga eso. – Y es que Jack era capaz de encontrarle mil defectos a su hermano y con bastante acierto, pero ninguno de esos, estaba en la lista.
.- Ups. – Joy se desinfló un poco. – Me equivoque. Eso es lo que Alma dice de Snape. Lo siento. – La morena esbozó una sonrisa de disculpa. – Es que una vez tratamos el tema, en la misma sesión y a veces me confundo... Pasa que no me acuerdo exactamente de lo que decía de ti. Pero yo cuando lo sepa te lo digo.
.- Vale. – Replico Will, no muy convencido de querer saberlo.
.- Volviendo al tema: .¿qué me dices Jesse? .¿Quieres ser el padre de mi hijo o no? – Le preguntó Joy tal y como le hubiera pedido su opinión sobre la compra o no de un vestido para una fiesta.
.- No sé. Podemos ir a la clínica esa y según lo que me cuenten, ya te respondo. – Joy aceptó el ofrecimiento, con una inclinación de cabeza.
&·&·&
Así fue como el día 3 de enero, Joy y Jesse acompañados por todos los chicos de la pandilla, que sentían curiosidad por el lugar tras leer los folletos, y Loveday, a la que James no había querido dejar sola con Lily, se plantaron en la puerta de la clínica de fertilidad.
Quiso el destino, (o la autora, como prefiráis) que Rosier y Snape pasaran casualmente por allí. Rosier iba tratando de convencer a Snape de que debía olvidarse de Narcisa para siempre.
.- ¡Basta ya, Evan! – Se hartó finalmente Snape. – No ha pasado nada entre Narcisa y yo. Y nunca pasara.
.- Más te vale. – Le advirtió Rosier. – por que si lo haces, y Malfoy se entera te mata. Y luego te castra.
.- Bueno, siempre que no le dé por cambiar el orden. – Snape se encogió de hombros con aire indiferente.
.- Eres un egoísta. ¿No has pensado que pasaría conmigo si a ti te pasara algo? – El tono de Rosier fue tan de esposa ofendida por la insensibilidad de su cónyuge, que el peatón que esperaba al lado de los chicos que el semáforo se pusiera verde, se alejo un par de pasos de ellos. - ¿A ver quién escucharía mis investigaciones si tu te mueres?
.- Nadie. Como ahora. La verdad es que yo no suelo escucharte. – Confesó Snape.
.- Pero al menos te tomas la molestia de fingir que me escuchas. – Se emocionó Rosier. – Por eso te considero amigo mío.
.- Gracias Evan... – Snape se interrumpió, ya que acababa de divisar a Joy, destacando como una flor multicolor en medio de un bloque de granito, entrando en la clínica de Fertilidad. – Joy... – Snape apenas se dio cuenta de que estaba entrando en la clínica tras ella.
Pero Rosier si se dio cuenta, y vaciló unos segundos. Por un lado, lo mejor para Snape sería que superara lo de Joy de una maldita vez, cosa que no haría si le daba por seguirla, como ya había hecho el chico alguna vez en Hogwarts. Aunque por otra parte, mientras estuviera pensando en Joy, no pensaría en Narcisa, lo que evitaría que Malfoy matara a su amigo. Al final, Rosier se encogió de hombros y siguió al moreno al interior de la clínica.
.- Buenos días, queremos hablar con el doctor Von Eggle. – Pese a los tacones, Joy tuvo que ponerse de puntillas para estar cómoda en el mostrador.
.- ¿Todos? – La recepcionista miró escéptica el nutrido grupo de personas que acompañaba a la morena. Más que nada, que iba a ser que no cabían todos en el despacho.
.- No, en realidad, voy a entrar sólo yo. – Explico Jesse.
.- Ah. Vale. – La recepcionista suspiró con alivio, antes de descolgar el auricular en informar al doctor que su cita de las 10 ya estaba allí.
.- ¿Tú no tienes que ir a terapia? – Jesse confió en que Joy se fuera en ese instante, y el pudiera escaquearse.
.- No, es hasta las 11. puedo esperar que entres, ir andando tranquilamente y hasta pararme a ver las rebajas. – Joy ya había previsto ese intento de maniobra de evasión.
.- ¿Y esos que coño hacen aquí? – Gruñó James. Joy pronto se dio cuenta de lo que hablaba el moreno: Rosier y Snape estaban en la puerta fingiendo leer unos folletos, sin lograr engañar a nadie.
La morena observó con desaprobación el aspecto de los dos muchachos. Vale que el Sr. Tenebroso estuviera ocupado destruyendo el mundo, pero eso no era excusa para que dejara que sus seguidores fueran tan mal vestidos. ¿Es que entre tanta tortura no podía encontrar un minuto para dar clases de estilismo a sus sirvientes?
.- Hombre, que casualidad, veros por aquí. – Comento Rosier, al ver que lo que podríamos clasificar como "machos ibéricos" de la casa de Gryffindor iban hacia ellos, en formación de ataque.
.- ¿Casualidad? Yo diría más bien que nos estáis siguiendo. – Los ojos grises de Sirius, se entornaron con suspicacia..
.- Tranquilo, Black, no eres mi tipo. – Snape no se molesto en mirarle, fingiendo leer folletos. Aunque en realidad, observaba a Joy por el reflejo de esta en el metal. Por supuesto, no se dio cuenta de que Sirius estaba apunto de colgarle las narices del perchero de la puerta.
.- ¡Vale, ya! estamos en una clínica. – Loveday, agarró con delicada firmeza el brazo de Sirius, y le impidió empezar la pelea. - ¿Se puede saber que hacéis aquí?
.- Pues esta claro. – Snape miró curioso a Rosier. La verdad es que el moreno no tenía ni idea de para que era ese edificio, así que no sabía que podían estar haciendo allí. – Hemos venido a hacer una donación. – Rosier tampoco sabía para que era el edificio, pero la Lorelai esa, había dicho que era una clínica, luego seguro que era para donar sangre.
.- A eso se refería Lily al decir que es mejor pedir el esperma a un amigo, que de un desconocido te pueden salir cosas muy raras. – Comentó Joy, tras unos segundo de silencio.
.- ¿Qué? – Preguntaron los dos Sly confusos.
.- Es una clínica de fertilidad, chicos. – James señaló a una placa en la puerta en la que se demostraba que lo que decía su archienemigo era cierto. – Aquí sólo aceptan donaciones de un tipo...
.- Ah. ¡No! – Exclamaron los dos al entender que tipo de donaciones aceptaban allí.
.- Nosotros estamos aquí para participar en este estudio. – Rápidamente, Snape agarró el primer folleto que le vino a mano, sin ver para que era.
.- ¿Vais a participar en un estudio llamado "la menopausia y yo"? – Preguntó Will entre incrédulo, triunfal y burlón.
.- ¿Y vosotros que estáis haciendo aquí? – Pregunto Snape, renunciando a encontrar una justificación a su presencia allí.
.- Es que Jesse y yo vamos a tener un hijo. – Joy agarró el brazo del aludido, antes de que nadie pudiera decir "a vosotros que os importa".
.- ¿Cómo? – Pregunto Snape, flipándolo en estéreo.
.- Bueno, es una posibilidad. Aún no esta decidido. – Dijo Jesse, tratando de quitar importancia al asunto.
.- ¡Ja! .¡Lo sabía! .¿Quién es el mejor! .¡YO! .¡Toma, toma y toma! – Presa de un ataque de entusiasmo, Rosier se lanzo al suelo, como un futbolista celebrando un gol. – Sabía que no eras gay. – Rosier señaló a Jesse con un dedo.
.- Otra vez con eso, Rosier. – Suspiraron todos los presentes con aburrimiento.
Todos menos Peter. Ya sé que no os interesa lo más mínimo lo que estaba haciendo la rata, pero os prometo que a la larga os gustará. Es una forma de hablar. Como iba diciendo, la rata sebosa traidora estaba pidiéndole a la recepcionista que le explicara uno de los servicios de la clínica. Dicho servicio, consistía en provocar el orgasmo masculino, mediante un impulso eléctrico. Una vez asimilado el concepto, la rata se fue al baño, aferrando su varita.
Pero volvamos al amago de Sherlock Holmes que es Evan Rosier.
.- Oh, vamos. No digas que no. ¿Qué clase de homosexual tendría un hijo con una chica? – Rosier sonrió triunfal, nadie podía rebatir eso.
.- La vamos a tener artificialmente. – Y sin más, Joy se puso a explicarle a un mago de sangre limpia, todo lo relacionado con semillitas y abejitas.
.- Pero eso es asqueroso... – Dijo el chico descompuesto. Antes de correr hacia el baño a vomitar. Pero no pudo hacerlo. – Oigan, enfermeras, aquí hay un tío electrocutándose.
.- ¿va en serio lo del niño? – Ante la pregunta de Snape, todos los chicos pusieron cara de "por desgracia sí", Joy alzó la barbilla desafiante.
.- ¿Sr. Dalton? – El aludido se giro a la llamada de una amable enfermera. – Pase por aquí. – Jesse la siguió como un cordero camino del matadero.
.- Bueno, yo me voy. Luego me voy a casa de Lily, así que no creo que nos veamos. Hasta la semana que viene. – Joy se despidió de sus amigos con un beso, menos en el caso de Loveday. Digamos que todas habían decidido darle una oportunidad a la rubia, pero aún no era parte del grupo de chicas.
.- Sí, yo también me voy. – Snape se escabulló antes de que James le pudiera decir que se alejara de Joy.
De todas formas, algo distrajo al moreno de pelo revuelto: una camilla estaba saliendo del baño con el electrocutado, que por supuesto era la rata sebosa traidora y, ahora, chamuscada.
.- Pero Peter, que te ha pasado. ¿Has sido tu verdad? – James acusó rápidamente a Rosier.
.- Ey, no. Que cuando he entrado ya estaba frito. – Rosier bajo el tono y le confeso a James. – Cuando entre en el baño, estaba con la varita apuntándose ahí.. – Rosier se señaló a los pantalones. – y haciendo un hechizo eléctrico. James, ese chico necesita novia... Si eso, yo le puedo presentar a unas amigas.
.- ¿Y que te han hecho las pobres para merecer eso? – Loveday dio a entender que conocer a Peter, era una tortura que ninguna chica se merecía.
.- Olvida a Rosier. Mira lo que están haciendo Sirius y Will. – Remus señaló a sus dos amigos, que estaban en el mostrador recogiendo unos botes para guardar muestras, y atendían a las instrucciones de la enfermera.
.- ¿Pero que hacéis? – James se acercó a ellos, seguido de Remus y Loveday.
.- Vamos a demostrarle a Joy que, ella y su folletito se equivocan: que la alta actividad sexual no disminuye la calidad de... – Will se detuvo buscando una forma delicada de decirlo. Lo bueno de la presencia de Loveday, es que había terminado puliendo un poco la forma de hablar de los chicos.
.- La materia prima. – Completó Sirius.
.- Eso, es la materia prima. – Asintió Will.
.- Vaya gilipollez. – Siseó James entre dientes-
.- Obviamente para ti lo es. A lo mejor es por eso que tu pelirroja vino a mi en busca de materia prima de mejor calidad. – Sirius miró a James, con una media sonrisa de desafío.
.- Enfermera, también yo quiero hacerme unos análisis. Y ya veremos quien ofrece materia prima de mejor calidad. – James nunca había podido resistirse a un desafío. En realidad, dentro de poco subirían las apuestas.
.- Ey, no me dejéis fuera. – y con esto Remus se unió a la competición.
.- ¿Va en serio? – Preguntó Loveday incrédula. - ¿Y que va a ser lo próximo? .¿Una competición de a ver quien escupe más lejos?
.- No, eso ya lo hicimos. Gané yo. – Remus hizo una V de victoria con los dedos. La rubia suspiro, era por esa clase de cosas de los hombres, por las que ella se hizo lesbiana.
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.- ¿Quieres dejar de seguirme? – Joy se volvió de esta forma tan amable hacia Snape.
.- No hasta que no se te quite de la cabeza la idea estúpida de tener un hijo con Dalton. – Replico Snape. – Me da que no la has meditado mucho. A ver¿quién cuidará al niño?
.- Un elfo. – Joy se cruzo de brazos, dispuesta a demostrar que era una idea meditada, y no un capricho impulsivo.
.- ¿Y como lo pagarás?
.- Los elfos no quieren que se les pague.
.- Los elfos, no. Pero los bebes sí. Hace falta dinero para pañales, biberones, papillas, ropa... – Snape sonrió al ver endurecerse la cara de su ex, obviamente ella no había pensado en todo eso. - ¿Ves como era una locura? Deberías ir a terapia..
.- Precisamente, a terapia voy. – Joy se dio la vuelta, harta de aquella conversación.
.- ¿Vas a terapia? .¿Para que? – Se extrañó Snape.
.- ¿Cómo que para que? Pero si tu me acabas de decir que la necesito.
.- Era una forma de hablar. – Snape restó seriedad a la acusación de locura, que él mismo había formulado 3 minutos antes. – Te aseguro que comparado con muchas de las personas que me codeo ahora, cualquiera de vosotros es la viva imagen de la salud mental.
.- Sí, ya. – Durante un segundo Joy había sentido que podía confiar en Snape, que todo había vuelto a ser como antes. Pero no. – Tengo que ir a la terapia.
.- ¿Pero para que vas a ir a terapia? – Snape la agarró del brazo y la hizo girar hacia él. – Estás muy bien. Si quieres malgastar el dinero, mejor nos vamos de compras. Mira que estoy dispuesto a acompañarte y eso que no me gusta nada.
.- Da la casualidad de que la terapia con Alma, no es una forma de malgastar el dinero. – Joy se deshizo del brazo de Snape de un brusco tirón. – Ella me esta ayudando a entender que la culpa de que seas un mujeriego cabrón no es mía, sino de tu madre que no te dio el pecho de pequeño.
.- ¿De verdad te ha dicho esa mujer que soy un mujeriego cabrón? – Se extrañó Snape. El sabía que no era perfecto, pero si fuera un mujeriego cabrón, al menos estaría más relajado.
.- Ay, no. Eso es lo que me dijo de Will. De ti dijo... – Joy se interrumpió, tratando de recordarlo. – Ahora no me acuerdo. Pero se que tenía razón. Ya te diré que fue cuando me acuerde. Ahora, adiós. – Y sin más Joy cruzó la calle.
Snape trató de seguirla, pero el semáforo se abrió, haciendo que el joven perdiera unos minutos cruciales para alcanzarla. Algo deprimido, se fue para su casa, donde se dejo caer en el sofá, que casualmente había escogido Joy...
.- Severus. No te oí llegar. – Su madre apareció por allí en ese momento, y se sentó junto a él. - ¿Todo bien?
.- Sí. – Mintió Snape convencido. En fin, sólo porque su ex novia estuviera hablando de tener un hijo con uno de sus amigos Gryffindor, y que fuera a terapia no era para deprimirse.
.- ¡Ah, ha llegado una lechuza! – Su madre, le entregó una carta, cerrada con el sello de los Malfoy.
Snape palideció al ver dicho sello. Más aún al abrir la carta y leer que Malfoy quería verle, así que debía presentarse en su casa de inmediato. Se despidió de su madre con un beso, y fue hacia la chimenea, esperando lo peor de ese viaje. Sabía que Malfoy era un celoso compulsivo, aunque con una mujer como Narcisa era normal, el punto es que Lucius tendía a exagerar un "poquito". Por ejemplo, a un pobre dependiente que ayudo a Narcisa a probarse unos zapatos, tocando el arco del pie de la rubia en el proceso, Malfoy le cortó un dedo.
Pero Snape no había hecho nada malo. Vamos, sólo había charlado con Narcisa, la había enseñado a ocultar que fumaba y había estado apunto de besarla. ¡Mierda¡Estaba muerto! Debió convencer a Joy de que tuviera el hijo con él, en vez de con Dalton, por lo menos dejaría un vestigio de si mismo en el mundo.
.- Le esperan. – Un aterrorizado elfo doméstico le guió hasta las habitaciones privadas... De Narcisa Malfoy.
.- Lucius no nos acompañará hoy. – Le informo Narcisa amablemente. La rubia estaba reclinada en un diván, vestida con un body de encaje negro, una bata de seda transparente negra y unos zapatos de tacón de aguja también negros. Mordisqueó sensualmente una fresa, antes de decir. - ¿Te apetece tomar algo?
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Entre tanto, Joy, Jesse y los demás, no eran los únicos que estaban de médicos. Jack había ido a su médico, para recoger unas pruebas con el fin de observar la evolución de la enfermedad. Una pérdida de tiempo, en opinión de la joven, pero Will insistió tanto...
A sus padres les daba un poco igual, para ellos Will era su favorito. A Jack no la importaba, hace años que tenía asimilado que para sus padres sólo era "la hermana de Will". Lo que no entendía era porque sus padres habían decidido tener un segundo hijo, en vez de comprarse un perro.
Había demasiada gente en la sala de espera: el síndrome de Lamia era una enfermedad demasiado temida por la comunidad mágica, así que en cuanto se manifestaba algún síntoma que pudiera pertenecer a esa enfermedad, los padres llevaban a los niños a revisión. La mayoría de las veces era una falsa alarma, pero no lo fue en el caso de Jack.
La joven suspiró, estaba harta, seguro que Bell andaba por ahí, dándose el lote con Remus. Y ella allí, esperando que un sanador más viejo que un fósil se dignara a decirla que estaba teniendo una recaída y que era poco probable que lo superara. Vaya mierda.
.- Disculpa. – Jack se volvió hacia la mujer que estaba a su lado y que reclamaba su atención. Debía estar muy obsesionada con Remus, porque la mujer le recordaba mucho a él. - ¿Vas a leer esa revista? La que estás estrujando.
.- Ah, no. Lo siento. – Jack la entregó la revista.
.- Gracias. Ais que desastre. – Al coger la revista, el sobre con las pruebas que llevaba la mujer se cayó al suelo. Jack se inclino y al recogerlo leyó la etiqueta con el nombre de la paciente. – Gracias de nuevo. – La mujer sonrió al entregárselo.
.- Disculpe, que no la deje leer la revista. – Impulsivamente, Jack reclamó la atención de la mujer. – Pero he visto en el sobre que se apellida Lupin. No tiene porque contestarme, pero¿es usted familia de Remus Lupin?
.- Sí, es mi hijo. - ¡Mira tu por donde! Pensó Jack. La mujer sonrió con curiosidad. - ¿Y tu de que le conoces?
Uf, sí Jack le contara. ¿Y porqué no contárselo? Y sin más, Jack se puso manos a la obra a la tarea de ganarse a su suegra en potencia. Al final el día no iba a ser una pérdida de tiempo.
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.- Hola, Joy. ¿Qué tal te fue la terapia? – Pregunto Lily a su amiga, cuando la morena entró en la casa de la pelirroja.
.- Mal. Esa inútil de Alma, dice que la solución a mis problemas no es ser madre. – Jack colgó con tal furia su abrigo de la percha, que más parecía que lo estuviera ahorcando. – Pienso buscarme otra siquiatra que me entienda mejor, pero hasta entonces supongo que tengo que hacer la caso.
.- Yo diría que sí. – Convino Lily. – Díselo a Jesse antes de que le dé un sincope, o peor, le salgan arrugas.
.- Sí. – Joy suspiro resignada. - ¿Qué tal va lo de la boda del año?
.- Uf, horrible. Mi hermana se ha enterado que no va a ser dama de honor y ha puesto el grito en el cielo. – Como para demostrar que lo que Lily acababa de decir era cierto, les llegó un berrido de Petunia.
.- Pero si ella no quiere que se casen. – Comentó Joy confusa.
.- Pero tampoco quiere que la excluyan. – Señaló Lily. – A mi personalmente me da igual. Con tal de que los camareros estén buenos...
.- ¿Por qué no dejas de decir tonterías y vuelves con James de una vez? – Preguntó Joy algo irritada. – Lo estás deseando.
.- Eso es lo que me preocupa: que lo desee tanto. – Confesó Lily con un suspiro. Luego abandono la pose de heroína trágica, para añadir con furia. – Además¿sabes lo que me hizo James? – Joy negó con la cabeza. – Se acostó con Loveday.
.- ¿Después de decirte que lo había dejado con ella? – Pregunto Joy escandalizada. En ese caso, entendía perfectamente que Lily no quisiera saber más de él.
.- No, cuando estaban "saliendo juntos". – Contestó Lily con un tono pomposo e irónico. – Supongo que fue, cuando James no sabía que era lesbiana. Y ella lo haría por disimular...
.- A ver si lo entiendo Lily. ¿Estas furiosa por qué James se acostó con su novia? – El tono de Joy sonó bastante incrédulo.
.- Pues claro. Añade a eso que lo hizo mientras yo estaba en coma y que cada vez que pienso en ellos dos juntos es que me da como un ataque... – Para demostrarlo, Lily tomó un abanico que había comprado su hermana poco antes en la tienda de los chinos y empezó a estrellarlo rítmicamente contra la mesa, hasta que logró romperlo. – Ostras.
.- ¿Qué has roto anormal? – Lily logró esconder a tiempo el abanico roto, antes de que su hermana lo viera.
.- Nada. – Petunia las miro desconfiada antes de volver a la pelea con su madre.
.- Te entiendo. Me pasaba igual cuando Snape estaba con la Dolls. – Contestó Joy. Las dos chicas suspiraron a la vez. – Oye. ¿Por qué no vamos al video club y alquilamos un par de películas? Una de esas estilo Tomb raider, ya sabes, de las protagonizadas por mujeres que salvan al mundo y no necesitan a los hombres para nada.
.- Me parece buena idea.
Mientras Joy y Lily salían de su casa para alquilar unas películas, Jesse, Remus, Sirius, Loveday y James volvían a casa de este último, para descansar un poco y coger fuerzas para la noche de luna llena que se avecinaba.
Will les había dejado ya que tenía que ir a buscar a su hermana, a la que había dejado sola el tiempo suficiente como para que liara alguna. Aunque también podía ser una excusa para dejar de escuchar a James. El moreno de pelo revuelto estaba algo insoportable, desde que la enfermera le había dicho que no había visto jamás unas pruebas como las de James.
Sus palabras textuales fueron: "son para enmarcarlas". Y claro, James estaba crecidísimo y deseando ver a Lily para restregarle un poco las pruebas, sobre todo, después de que a los otros 3 les recomendarán un par de días de abstinencia afín de remontar un poco. Entre tanto, a falta de pelirroja, se las enseñaba a todo ente que se cruzara en su camino.
Puck, mira los resultados de mis pruebas. La enfermera dice que son para enmarcarlas. – James puso las pruebas delante de la cara del elfo.
.- Puck, le felicita. – El tono del elfo tenía cierta nota de ironía, aprendida de Evy, sin ninguna duda.
La onza estaba de espaldas a ellos en la cocina, cortando un poco de queso en lonchas para hacerse un crepe, llevaba el pelo recogido en una coleta, incitando sin darse cuenta a Sirius, a que le besara en la nuca. ¡Abstinencia¡Ja!
Pero cuando Sirius se acercaba, Evy se dio la vuelta, y sin mediar palabra le lanzó el cuchillo. Hubiera acertado en el corazón del mago, si Sirius no tuviera unos reflejos envidiables, por lo que esquivo el cuchillo.
.- ¿Pero que coño te pasa? Supongo que Samantha te habrá puesto histérica... – Evy había quedado con la Ravenclaw, para terminar un trabajo de alquimia.
.- No es por Samantha. – La onza se apoyó en la mesa, se cruzo de brazos y le lanzo a Sirius una mirada cargada de peligro. Ignorando al resto de sus amigos que los estaban observando. – Con ella me va muy bien.
.- ¿Entonces? No sabía que a vosotros os afectaba la luna llena. Porque con la regla no estás, que hasta la semana que viene no te toca – Sirius arrancó el cuchillo de la pared, y miró a Evy confuso.
.- Giselle ha venido a verte. – Evy decidió omitir el último comentario de su chico, aunque no dejaba de ser chocante que él llevara la cuenta mejor que ella.
.- ¿Giselle ha estado aquí? Vaya, rabia. No he tenido tiempo de hablar con ella ni medio minuto. Es muy maja. – Comentó James con tono apenado. Aunque tuvo la delicadeza de no comentar nada sobre sus perfectas pruebas.
.- Pues ella ni ha preguntado por ti. – Dijo Evy con tono helado. – Aunque tienes razón: es una chica muy maja. Hemos estado charlando en plan amiguitas. – Al oír el tono de la onza, Jesse decidió que debía ir buscando un búnker antinuclear para ponerse a salvo.
.- ¿Sí? Me alegro. ¿Y de que habéis hablado? – Disimuladamente, Sirius lanzó un hechizo para convertir temporalmente todos las armas de las casa en objetos inofensivos.
.- De cuando te desvirgo. – Respondió Evy con el mismo tono que hubiera dicho que se habían quedado sin sal. Bueno, el mismo tono no. Con bastante más mala leche.
.- Oye, .¿no dices que hay una jaula donde puedo encerrarme esta noche? – Pregunto Remus en ese momento.
.- Sí, casi voy a enseñártelo. – Decidió James impaciente por salir de ahí.
.- No os vayáis. Sino pasa nada. ¿No veis que es su prometida? Detalle que te olvidaste de mencionar.
.- Casi bajo con vosotros y os enseño donde debéis poner el póster de Nicole Kidman. – La nueva aportación de Evy, lejos de animar a James y Remus a quedarse, alentó a Loveday a esfumarse de allí.
.- Bueno, tu también te olvidaste de mencionar a tu prometido Richard. – Sirius también estaba empezando a cabrearse.
.- ¿Y qué? Yo ya no estoy prometida. – Rebatió Evy.
.- Porque Ethan movió cielo y tierra para librarte de ese marrón. – apuntó Sirius. – Y en agradecimiento tú te estuviste un año entero sin hablarle.
.- ¿Ethan te contó eso? – Un par de miradas homicidas se clavaron en Jesse. – Creo que debo bajar, a ver de que color pintan las paredes de la jaula para que combinen con el vestido de Nicole. – Y sin esperar más Jesse se fue corriendo.
.- Puck irá a bajarles refrescos. – El elfo salió también corriendo, sin molestarse en llevarse una bandeja para disimular.
.- ¿Y que más da? Yo no sigo prometida y tu sí. – Acusó Evy como si nunca la hubieran interrumpido.
.- Perdona, pero yo tampoco estoy prometido con nadie. – Corrigió Sirius.
.- Pues deberías aclararle ese punto a Giselle, porque su opinión difiere de la tuya en ese aspecto.
.- ¡Esta prometida con Will! Y aunque no fuera así, ella y yo nunca estuvimos prometidos. – Rugió Sirius perdiendo la paciencia. Evy se quedo callada unos momentos, pero no como si hubiera cerrado la discusión, más bien parecía buscar una nueva línea de ataque.
.- ¿No? – Vaciló Evy.
.- Piensa un poco guapa. Esas gilipolleces de los compromisos los suelen poner los padres. ¿Tu ves a mi madre queriendo que me case con una chica como Giselle? – El tono de Sirius trataba de lograr que Evy razonara.
.- Sí, ellas dos se llevarían bien. – Evy se encogió de hombros, y decidió salir de la cocina. – Y por cierto, diles a las mujeres de tu familia que dejen de ofrecerme dinero por dejarte. O a que al menos hagan fondo común, para hacerme ofertas medianamente decentes.
.- ¿Giselle te ha ofrecido dinero? – Sirius la agarró del brazo y la empujo de espaldas contra la nevera.
.- Idiota, me has hecho daño. – Evy se froto el codo donde acababa de golpearse. - Y sí. Giselle me ofreció dinero por dejarte. Una miseria además. – Añadió despectiva. – De todas formas me da igual que este prometida con Will, ella no vino desde Francia por Will. Esta aquí por ti.
.- Y Richard también esta aquí por ti. – Al ver la forma en que palidecía el rostro de Evy, Sirius entendió que su chica no tenía el menor interés romántico o sexual en su ex prometido. Lo que le tenía era un miedo de muerte, y teniendo en cuenta que Evy no era una persona miedosa, era para preocuparse. - ¿No te lo dijo Ethan?
Evy estaba tan alterada que sólo pudo negar con la cabeza. De pronto empujo a Sirius y subió corriendo las escaleras. El moreno la siguió hasta la planta superior, donde se le encontró vomitando en el baño.
.- ¿Qué paso entre él y tu, nena? – Sirius cerró la puerta del baño y se dejo caer en el suelo junto a la onza. – Jamás te había visto reaccionar así por nada.
.- Tu primero: que paso entre Giselle y tu. – Evy tiró de la cadena y se puso en pie, cogiendo ventaja sobre el chico. En vista de que no parecía dispuesto a hablar, Evy se encogió de hombros y se fue a su habitación.
.- Esta bien. – Sirius se levantó y fue tras ella. Una vez en la habitación se sentó en la cama, y le contó la historia de su obsesión por Giselle. – Como ya sabes, Giselle y yo nos conocemos desde niños. Aunque entonces ella no me gustaba demasiado, era muy cursi y eso... Luego sus padres se fueron para Francia y estuve sin verla hasta hace cuatro años, más o menos. Entonces yo tenía catorce años y ella dieciséis, y bueno... Estaba como un tren.
.- Haz el favor de ahorrarme los detalles. – Le avisó Evy con un deje de amargura.
.- Es que tampoco hay mucho que contar... Ella pasaba de mi. Si, nena, como lo oyes. – Sirius sonrió al ver como las cejas de Evy se alzaban con incredulidad. – Y yo me lo tuve que currar mucho para conseguirla, incluso llegué a pensar que estaba enamorado de ella... Pero ahora sé que no. – El chico no se apresuró a aclararlo, más bien pareció analizar detenidamente el sentimiento. – Además, si realmente estuviera enamorado no se me habría pasado después de acostarme con ella. – Sirius se encogió de hombros. – Ya ves que para mi Giselle solo es una más.
.- No es una más: es la primera de muchas. – Matizo Evy. – Mientras que yo solo soy la...
.- Última. – Sirius interrumpió los cálculos de Evy, que para entonces ya iba por 27. La onza le miro entre escéptica ante la veracidad de esa afirmación, y nerviosa de que fuese cierta. – Richard.
.- ¿Qué te contó Ethan exactamente? – Evy lo preguntó por curiosidad más que nada.
No creía que Ethan le hubiera comentado a Sirius porque mando a la onza a Hogwarts realmente, para empezar porque entonces habrían salido en las noticias, para seguir porque Ethan no tuvo el detalle de comentarle a ella lo de Lily y James, hasta las navidades del año que entro en Hogwarts. Esas cosas eran muy propias de Ethan. Evy suponía que las hacía para dar emoción a su vida, como ser una espía de dieciséis años no era ya lo bastante emocionante...
.- Ah, no, nena, no. No voy a darte pistas para que amoldes la historia a los hechos. Déjate de rollos y empieza a hablar. – Sirius parecía bastante divertido por la forma en que ella trataba de escabullirse.
.- Richard y yo también nos conocíamos desde pequeños, como tu y Giselle. – Empezó Evy tras un suspiro. – La diferencia era que nosotros nos gustamos desde el principio... Ethan solía decir que dado que era la única persona de más o menos en mi edad en 10 Km. a la redonda, no era una elección, sino una falta de opciones.
.- Me lo comento. – Dijo Sirius secamente, instándola a seguir.
.- El caso es que nos enrollamos cuando yo tenía 10 años. Aunque no fue nada: unos cuantos besos mal dados y sin lengua. – Aclaró Evy. – Llegué a más con muchos de los chicos de Hogwarts y...
.- Evy, haz el favor de ahorrarme los detalles y de no enrollarte. – La atajó Sirius, viendo que de nuevo trataba de desviarse.
.- Lo siento. El caso es que cuando Ethan decidió enviarme a Hogwarts me cabree con él, más aún cuando me enteré que había falsificado en mi nombre una renuncia al compromiso. Por eso estuve un año sin hablarle, por tomar decisiones en mi nombre y sin consultar. – Puntualizó Evy. – Aunque Richard lo llevó peor que yo... Digamos que me odia un poquito.
.- Vaya, debe ser duro que tu primer amor, te odie un "poquito" – Ironizó Sirius, con tono celoso. – Más si esa joya de hombre, apenas tiene veinte años y ya tiene dos denuncias por agresión, violación y asesinato.
.- Ethan te lo contó. – Sirius asintió.
.- Supongo que crees que esas acusaciones son falsas.
.- Te equivocas, las creo totalmente ciertas. – Evy fijo la mirada en la colcha, pero Sirius la mantuvo fija en ella. Dos recuerdos acababan de ir a la mente del animago: uno muy reciente, la reacción de Evy al saber que Richard estaba en Londres. Otro, más antiguo, la forma de temblar de Evy la noche que empezaron a salir, cuando ella decía no estar preparada para acostarse con él.
.- ¿Qué te hizo? – Sirius la levantó la barbilla y sostuvo la cara de gata, obligando a Evy a mirarle.
.- Nada. – Contestó ella con seguridad. – De verdad. Es sólo que sé que Richard es capaz de ello, no porque me lo haya hecho a mi personalmente. Simplemente lo sé... De igual forma que sé que tu no serías capaz. – Evy alzo una mano para acariciar la boca de Sirius, hasta perfilar una sonrisa en sus labios. – Te amo. Sé que no te lo digo a menudo, pero lo sabes. ¿Verdad? – Sirius asintió. Era cierto que ni él ni Evy se decían con mucha frecuencia esas palabras mágicas, pero los dos podían sentirlas siempre que estaban juntos. La onza arrugo la frente. - ¿De verdad que Giselle no significa nada para ti?
.- De verdad, nena. – Confirmo Sirius divertido por la insistencia de la onza.
.- ¿La llamaste así alguna vez?
.- Pues... no. – Sirius lo pensó unos segundos. – Ahora que lo pienso. Es a ti a la única que llamo nena. – Evy sonrió y le beso, dando por terminada la crisis. Por el momento.
Ya lograría ella evitar que la visión del Templo, ya que estaba segura que estaba relacionada con Sirius y Giselle, se hiciera realidad. Para empezar, en plan amiguita, la informaría a Giselle de que si volvía a acercarse a Sirius, la extirparía los ovarios, se los convertiría en paté y se los haría tragar untados en pan integral mohoso.
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.- Parece que al final no ha habido heridos. – Jesse les entregó una cerveza de mantequilla a James y Remus, al tiempo que se sentaba en el sofá.
.- Espera a la noche. – Contestó el licántropo, con amargura. - ¿Seguro que no quieres irte a casa de Loveday, Jesse? Estarás mucho más seguro...
.- No, creo que corra peligro aquí. Por muy peligroso que creas ser, no eres rival para un perro del tamaño de un oso, un jaguar y un... ¿A todo esto, James, tu en que te transformas? – Pregunto Jesse.
.- En ciervo. – A la respuesta de James, el joven homosexual soltó una carcajada divertida.
.- Debí imaginarlo. La película favorita de Lily es Bambi. – Jesse contestó así a la pregunta de los ojos de James. – Hablando de ella, eso de que estaré a salvo en casa de Loveday... No si Lily se entera.
.- En eso tienes razón. - Le apoyó James. – No veas como se puso cuando se entero de que me acosté con Loveday.
.- ¿Te acostaste con ella? – Se sorprendió Jesse. – Pues vaya lesbiana más rara.
.- Fue al principio del todo...
.- Como en el comienzo de los tiempos. – Cortó Remus burlón. – Esas pruebas de fertilidad tan perfectas, demuestran que has pasado bastante hambre durante meses.
.- Cuidado, Moony, cuidado. – James alzo un dedo a modo de advertencia. – O pensaré que esas pruebas tan mediocres tuyas, se deben a ciertas clases particulares. – Remus acuso la advertencia y bebió en silencio su cerveza. – No entiendo porqué se puso así. Afín de cuentas no significó nada.
.- Ya sabes como es Lily. – Contestó Remus con prudencia.
.- Me refería a Evy. Lo de Giselle fue hace una eternidad y para Sirius no tuvo la menor importancia. – James siguió meditando en voz alta.
.- Ya pero para Evy, Sirius es el primero. – Jesse se encogió de hombros, dando a entender que las mujeres eran complejas incluso para él. – No la importaban las que fueron antes que ella, pero la primera de la fila... Es otra cosa.
.- Por eso no lo entiendo. Ella sabe que para mi es la primera. En todos los aspectos.
.- ¿Evy? – Preguntaron Jesse y Remus confusos.
.- ¡Hablaba de Lily! – Exclamo James furioso porque no le comprendieran.
.- Ah. – Suspiraron sus compañeros con alivio.
.- ¿Entonces cuando volvamos a la escuela, irás a saco a por ella? – Se interesó Remus.
.- No. – negó James con decisión. – Me cansé de ir tras ella. Que Lily venga a mi si es lo que quiere. Si no es así, la dejaré marchar.
Y se acabo, por hoy. En el próximo capítulo haremos otro salto temporal, esta vez de un par de meses en adelante, para acercarnos a la fiesta de San Valentín, que vendrá con una sorpresa...
Carla Grey.
Orgullosa Lupina. MOS. Hermana de Mya, Paula & Maru Malfoy. Tía de Azi Black. Paciente de Serenity. Hija política de Veronika. Emperatriz consorte de Alonning. Ahijada del hada madrina Noriko. Prima de Miss Molko e Inna. Miembro de las 15 de Mey. Amiga por correspondencia de una miembro de LODF. Pariente de Anvy Snape. Casi pariente de Libertad, la amiga de Mafalda. Chica del espejo de lujuria de Dreaming.
