Por amor al arte 21.

De nuevo soy tu sueño.

Evy esperaba pacientemente tumbada en el sofá de la Sala del Espejo, a que su otro compañero espía de Hogwarts acudiera a su cita.

(NC: Por si estáis perdidos y no tenéis ni idea de que sala os estoy hablando, es una que salía en el capítulo 7, de EADV. Pero como de eso hace, unos 45 capítulos. Sí, sí, 45, cuando yo eché cuentas tampoco me lo creía. Os lo voy a describir ahora, ya que casi fijo que olvidasteis ese sitio.)

La sala estaba oculta detrás de un patio de armas semi derruido, y sólo se podía abrir a través de una cerradura que mostraba un ojo sin párpados dentro de una concha. El mismo signo adornaba el suelo de la habitación, aunque nadie solía pararse a mirar el suelo, ya que lo que acaparaba totalmente la atención era el mapa del mundo tallado con extrañas piedras preciosas, el reloj que no marcaba las horas y una especie de espejo que no reflejaba imagen alguna.

Aquella sala no era más que un curioso sistema de transporte ideado por algún Mahutam, a principios de siglo, con el único objetivo de sustituir a la red Flu y a los trasladadores. En realidad el sistema era mucho más cómodo que cualquiera de los otros dos: con el mapa marcabas el lugar del mundo al que te gustaría ir, con el reloj el tiempo de estancia, y al atravesar el espejo aparecías por el espejo más cercano al destino que elegiste por el tiempo que tu pediste...

Sin embargo, la idea no cuajo, al menos entre los magos, principalmente por intereses económicos. Y es que la red Flu se embolsaba millones de galeones al año, solo por la venta de los polvos y el mantenimiento de las chimeneas. Evy siempre tuvo curiosidad por saber como diablos, lograron sus parientes de principios de siglo, colocar una de esas Salas en Hogwarts sin que absolutamente nadie se enterara.

Otra cosa que la chocó siempre, era que a ningún miembro del ejército de Grindelwald se le ocurriera la idea de invadir ese lugar a través de aquella sala. O más chocante aún: cómo era posible que se les hubiera ocurrido y no lo hubieran hecho. Aquello confirmaba la hipótesis de Evy de que no eran tan desalmados como la gente aseguraba.

El chico se retrasaba. Evy observó el mapa con atención y suspiró... Tal vez fuera saber que Richard estaba en Inglaterra. O el ambiente enrarecido que había en la escuela desde principios de curso. O la sensación de que entre Sirius y Ethan, por mucho que los quisiera, la estaban asfixiando. Pero desde que tres semanas antes habían vuelto de vacaciones, Evy sentía el deseo de largarse de allí. No sólo de Hogwarts, sino de Inglaterra, de Europa, del Hemisferio Norte... Anath la atraía como un poderoso imán, y el hecho de saber que ella no podía ir, aumentaba las ganas de estar allí.

Finalmente la puerta se abrió. Evy se incorporó y recibió a Jesse, con una sonrisa.

.- ¿Qué pasa? .¿Pillaste tráfico? – Pregunto burlona la Onza.

.- Tuve que esquivar a un par de niñas de primero, que querían preguntarme si yo sabía si se podían apuntar al concurso de belleza de San Valentín. – Al oírlo, Evy torció el gesto.

El concurso de belleza de San Valentín era la nueva "idea feliz" de Dumbledore y el profesorado para hacer que la paz, la armonía y la concordia volvieran a reinar en Hogwarts. Evy era de la opinión que si hubieran organizado un Mortal Combat en la escuela, habría mucha más paz y armonía que con un concurso de belleza. En lugar de eso, lo que se había conseguido, era que Hogwarts se convirtiera en un ensayo para la campaña de Timotei de "Rubias contra morenas: defiende tu color".

.- ¿Así que tu ex esta en Inglaterra? – Jesse recondujo la conversación hacia temas más serios. – ¿Por qué? Haz el favor de no ser engreída y decir que es por ti. No creo que te desee hasta el punto de venir a la ciudad que más detesta del mundo.

.- No lo sé. – El joven enarcó ambas cejas, como diciendo que la onza lo sabía y que si se paraba a pensarlo lo descubriría. – Creo... que le han enviado a negociar con Voldemort.

.- Yo también lo creo. – Asintió Jesse. – Es obvio que el nuevo lider del mal no se conforma con sembrar el terror allá por donde pasa. También quiere ser inmortal, cosa que conseguirá bañándose en las aguas de la fuente de la eterna juventud. Por eso aún no destruyo las llaves, sabe que los necesita para acceder el piso inferior de la Cámara Blanca. Su alianza con los Odales le permitirá libertad de paso por Anath y acceso a la susodicha Cámara. Lo que no entiendo es que sacan los Odales de todo esto.

.- Destruirnos. A los Mahutam, los O'Shiannon, los Murtahg, los Fraser... A todos los que pueden oponerse a ellos. – Evy sonrió con amargura. – De esta forma lo harán sin ensuciarse sus garras con nuestra sangre impura. –. Su amigo la miro preocupado, Jesse llevaba notando el instinto de Evy de escapar desde que llegaron a la escuela y no le gustaba nada. – Siento lo que paso con tus padres. – La onza cambio de tema descaradamente.

.- No, importa. Algún día se tendrían que enterar que yo me había enterado que mi abuela era Nadine Barlow. – Jesse se encogió de hombros. – Tengo derecho a conocer a mi familia. Y mi abuela es genial: jamás me ha echado en cara mi homosexualidad, al contrario que ellos. Fue genial cuando estuve en Grecia con ella. Debiste venir, hubieras aprendido un montón sobre minotauros... Y de otras muchas cosas. – Sonrisa pícara.

Evy sonrió. La verdad es que a principios de verano ella no estaba pensando mucho en minotauros, y además, como le dijo a su amigo, hubiera sido muy raro que una chica sin dinero se largara a Grecia, que es bastante caro.

.- ¿Lograste darle un vistazo a las Genealogías antes de que el padre de Bell pasara a buscarlas? –Pregunto Evy.

.- Sí. La noche de luna llena. – Las cejas de Evy se alzaron interrogativas. – Tal y como sospechabas: según Nemius, Regulus debe casarse con una Parkinson y Sirius con...

.- Giselle. – Completo Evy con una nota de odio puro en la voz.

.- Aunque no dice nada de que vayan a tener hijos. – Añadió Jesse para suavizar el golpe. – Aunque lo más raro es lo de Regulus: Gemma Black no me parece la clase de persona que desafía a su madre, para casar a su hijo menor con una medio banshee.

.- Regulus y Sheila aún no se han casado. – Apunto Evy.

.- Cierto. Nemius tampoco dice nada de hijos. - Jesse suspiró. – No entiendo como esa gente puede tratar a sus hijos como si fueran ingredientes de cocina. En fin, vamos, antes de que nos echen de menos.

No habían andado más de veinte pasos fuera de la sala del Espejo, hablando de trivialidades, cuando se encontraron con Joy.

.- Ey, guapa. – Jesse la alcanzó y la agarró por la cintura. - ¿Cómo va?

.- Mal. Sigo sin encontrar un psiquiatra que considere buena idea que nos quedemos embarazados. – Al oírlo, el chico retiro la mano. Evy sonrió. El empeño de Joy de lograr que alguien aprobara su idea de ser madre a los 16 para 17, la estaba costando varios amigos. Por ejemplo, el maestro Chen había salido de su lista de contactos.

.- ¿Y no te vas a apuntar al concurso de belleza? – Los chicos, en particular Will y Jesse creían que si Joy ocupaba su mente pensando en el concurso se le irían las ideas de ser madre.

.- Mm. No lo sé. Aunque creo que sería bonito decirle a mi hijo, que yo fui Miss Hogwarts. – Dos carcajadas escépticas corearon la respuesta de Joy. Una procedía de Evy. La otra de Lily, que venía junto a Loveday de la biblioteca.

Fiel a su palabra, James había dejado a Lily espacio para aclararse y volver a él, si era lo que realmente deseaba. El punto, es que en el hueco que James dejo, se coló Loveday, dispuesta a ayudar a la pelirroja en transformaciones. Además, las chicas se sentían fatal por la forma en que habían tratado a la rubia bailarina, y estaban tratando de compensarla un poco. El rebote fue que Bell volvió a integrarse en el grupo. Todo esto tenía feliz al grupo entero, excepto a James, por razones obvias.

.- ¿De verás vas a participar en un concurso de belleza? – Le pregunto Lily a Joy, mientras caminaban hacia el comedor. – ¡Son lo más sexista del mundo! Esos concursos logran echar por tierra los esfuerzos de dos mil años para que no se trate a las mujeres como pedazos de carne.

.- No, es cierto. Muchos de esos concursos tienen becas de estudios para las ganadoras. – Los cuatro se sentaron en la mesa de Gryffindor al lado de Will, que los miro con curiosidad.

.- Eso dicen, pero es mentira. Yo gane uno y no me dieron ni las gracias. – Intervino Jack, que estaba cenando con su hermano.

.- ¿Y que concurso de belleza has ganado tú? – Pregunto Will sorprendido.

.- Miss Camiseta Mojada 75. – Replico Jack con naturalidad.

.- Porque no me sorprende. – Musito Bell. La unión del grupo, no había disminuido la tensión entre ambas chicas. Bell se estaba planteando la manera de librarse de la joven.

.- Este no es esa clase de concursos Jack: ya oíste a Dumbledore. Esto es una manera de ensalzar la belleza interior. – El comentario de Joy provocó nuevas carcajadas irónicas de Lily y Evy.

.- Claro, por eso hay una prueba en la que las mises desfilan en bikini. – Ironizó Lily.

.- ¿Y cómo sabéis eso? Se supone que las pruebas son secretas. Solo las sabemos los prefectos. – Will las miró con los ojos entornados.

.- Yo no fui. – Se defendió Isis antes de que la atacaran, lo que la hizo parecer bastante culpable. – Yo soy prefecta y no me puedo ver involucrada en ningún escándalo.

.- El caso es que los concursos de belleza sólo son excusas para que los viejos verdes, se hagan pajas frente al televisor. – Justo cuando Lily retomaba el tema, llegaron James, Sirius y Remus que la miraron con aburrimiento. Llevaban todo el camino escuchando comentarios del concurso de belleza. - ¿Ya sabéis por qué lo sé? Porque si se tratara de evaluar la belleza interior, las mises desfilarían abiertas en canal. – Los merodeadores ahora miraron a la pelirroja con extrañeza. Eso sí que no lo habían oído todavía.

.- Je, je. Que bueno. Así los jueces podrían decir cosas como¡Que bonito es el ventrículo izquierdo de miss Escocia! O que bien destila el riñón de miss Gales. – La apoyó Evy.

.- Yo ya no ceno. – James apartó el plato de carne que acababa de servirse con un gesto de repugnancia.

.- ¿Se sabe ya quiénes son los jueces? – Pregunto Remus confiando en que eso calmaría a las dos feministas.

.- Unos idiotas. – Lily se adelantó a la respuesta de Will. – Vamos, esa gente eran la clásica que no se comía un rosco en su juventud... ¿Cómo si no se explica las tonterías que las preguntan a las que supuestamente son las chicas más guapas del país?

.- Sí, porque esa es otra... Podemos debatir si son las chicas más guapas. Porque coges a cualquier chica normal que vaya por la calle, la consigues un ejército de maquilladores y esteticistas y la visten los mejores diseñadores. Y es tan guapa o más que cualquiera de ellas. – Asintió Evy.

.- Una pregunta. ¿Si el concurso fuera de chicos y no de chicas, estaría tragándome estos mítines todas las comidas? – Se intereso Sirius.

.- No, eso es diferente. – Dijeron las dos chicas a la vez.

.- Señoría, no hay más preguntas. Ahora cenar algo y estaros calladitas. – Ninguna de las dos chicas dio muestras de obedecer a Sirius. Así que el moreno se inclinó hacia Evy. – Mira que te quedas sin postre. – Al menos logró que la onza comiera, con poco entusiasmo y lanzándole miradas que parecían puñales, pero cenó. Lily, en cambio, siguió de brazos cruzados mirándole desafiante.

.- Di que sí, Lily, que tienes razón. – Loveday intervino para apoyar a la pelirroja. – Esos concursos son un rollo. Mi madre me apuntaba a todos y terminé asqueada de ellos. Yo desde luego no me presento.

.- Yo tampoco. – A nadie le sorprendió lo de Bell. era demasiado tímida para apuntarse.

.- Pues yo sí. – Decidido Joy. Los chicos cruzaron sonrisas, liada con eso dejaría de pensar en ser madre.

.- Y yo. – Dijeron Jack e Isis.

.- No os podéis apuntar. – Las desilusionó Kira Nadir, al día siguiente.

.- ¿Cómo que no? – Jack estaba apunto de abrirle el cráneo y cocinarla los sesos.

.- Vosotras dos no podéis porque tenéis 15 años. Y el concurso es solo para chicas que tengan 17. – Kira no podía ocultar la satisfacción de vengarse de las dos personas que la amargaron los primeros días de curso en Hogwarts.

.- Pues si tu también tienes 15. – Apunto Jack.

.- Sí, pero yo solo tomo nota de las suscripciones. – Explico Kira, antes de volverse hacia Joy. – Y tu no das la talla mínima. – La rubia señaló un metro parecido al que hay en las montañas rusas de los parques de atracciones y que dice quien puede subir y quien no.

.- Pero serás... – Joy y Jack ya iban a dedicarse a la cocina creativa, cuando Evy las detuvo.

.- No merece la pena chicas. – Las dijo la onza con tono conciliador.

.- Tu no te hagas la maja. – Intervino Sarah Winter. Ella y Evy no se llevaban lo que se dice muy bien, desde que la onza la pillo tratando de comerle la oreja a Sirius. De la forma más literal posible. – Porque tu tampoco puedes participar.

.- ¿Por qué no? – Pregunto Kira, que no tenía nada en contra de Evy. es más, en aquel momento la estaba agradecida porque reconocía que se había pasado y que Joy y Jack la podían haber matado.

.- ¿No querrás que una cualquiera como ella represente a Gryffindor? Te recuerdo que solo participan una de cada casa. – Apunto Sarah.

Evy le privó a Kira del marrón de contestar: la onza se aproximó a la mesa, apoyó las palmas de las manos en ella, y con los ojos de gata furiosa clavados en Sarah, la dijo a Kira:

.- Apunta el siguiente nombre.

.- ¿Qué has hecho qué? – De la impresión Lily se levantó del sillón en el que estaba sentada en la sala común.

.- Te he apuntado al concurso de belleza. – Repitió Evy, con tono tranquilo.

.- ¿Pero tu te has vuelto loca? .¿O sorda? Porque no puedo creer que no me hayas escuchado despotricar toda la semana contra esa clase de concursos.

.- Creenos, Lily: todos te hemos oído. – Will aparto un segundo la mirada de la tarea de Pociones, en la que contaba con la ayuda de Evy, al menos en teoría, para osar interrumpir a Lily.

.- Además, que tu estabas de acuerdo conmigo en eso. – Lily lanzó Will una mala mirada antes de volver los ojos verdes hacia Evy.

.- Tu lo has dicho: estaba. Pretérito imperfecto. – Matizó Evy. – Pero eso fue antes de que las pelandruscas de Winter y Nadir, nos retarán.

.- Si tu hubieras estado ahí, habrías coincido con nosotras en que esas chicas necesitan un buen escarmiento. – Isis apoyó a Joy. Jack por su parte, musitó algo sobre rubias idiotas que lo que necesitan es que las pongan la cara del revés.

.- Vale, eso lo entiendo. ¿Pero donde coño entra lo del concurso de belleza? Porque eso no es un plan muy malévolo que digamos.

.- Precisamente, Lily. Las golpearemos donde más las duele si las derrotamos en su propio terreno. – Le explico Evy con un suspiro de paciencia.

.- Ya, pero no. Buscaos a otra. – Ante la mirada de decepción de sus amigas, Lily estuvo a punto de ceder, pero – Yo no soy chica de concursos de belleza.

.- Eso dijo James. – Soltó Remus como quien no quiere la cosa, sin levantar la vista del periódico.

.- ¿Cómo dices? – Al oír el nombre de su ex, la pelirroja volteó hacia el licántropo con la velocidad de la luz.

.- Que cuando James se enteró que estabas apuntada por Gryffindor le sorprendió mucho, y dijo que tu no eras chica de concurso de belleza. – La verdad es que James no tenía ni puñetera idea de que Lily se había apuntado, pero Remus quería que la pelirroja reaccionara.

.- ¿QUÉ?. ¡Será cabrón! Se va a enterar. – Mascullo Lily entre dientes, antes de mirar a sus amigas con una sonrisa radiante. – Esta bien: lo haré. Pero solo porque sé cuanto significa para vosotras. Aunque me tendréis que ayudar porque yo no sé nada de concursos de belleza.

.- Tranquila, es muy fácil. Tu mira que hasta mi hermana pudo hacerlo.

.- Cierto. ¡Eh! – Protestó Jack cuando se dio cuenta de la puya que acababa de lanzarle su hermano.

.- Will, tiene razón. No puede ser muy difícil cuando compites con rubias descerebradas que estén en esta escuela porque tiene que haber de todo. No te ofendas, Love. – Joy se disculpo ante la rubia.

.- No me ofendo. Pero mejor me llamas Veda. – Pidió la rubia antes de volverse hacia Lily. – Tu tranquila, ser miss es lo más sencillo del mundo.

.- ¿Sí? – A Lily si se lo parecía, hasta que le toco presentarse a ella.

.- Sí. Sólo tienes que saludar con delicadeza cuando te den el ramo. Y si te piden que hables, solo tienes que decir que quieres la paz en el mundo. Mira. – Loveday se levantó e hizo una pequeña demostración.

.- Bueno, eso sí lo puedo hacer. Pero... – Lily dudó. Si el año pasado alguien la hubiera dicho que estaría comentado con Loveday, a la que consideraba su peor enemiga, lo que estaba a punto de comentarle, se hubiera reído en su cara. – Hay una prueba de bañador, y no quiero que nadie me vea... – En vez de decirlo, Lily trazó una línea descendente, siguiendo la cicatriz.

.- Sí, eso será un problema. – Convino Jack con una mueca de disgusto.

.- ¿Oh no? – Evy se volvió hacia Joy. - ¿Cogiste al final ese bañador raro de la tienda de Mme. Malkin? Ya sabes, el que no nos gustaba a ninguna porque si tomabas el sol con él te dejaba unas marcas muy extrañas.

.- Pues lo guardé en mi taquilla y lo iba a devolver, pero me puso de tan mala leche que nos llamara ladronas, que al final me lo lleve también. – Replico la morena.

.- ¿Ladronas vosotras? .¡Que desfachatez! – Ironizó Bell. Ninguna de las dos chicas la hizo caso, estaban concentradas evaluando a Lily con la mirada.

.- Sí, podría valer. - Decidió al fin la morena. - Esa diagonal que no nos gustaba, la cubrirá perfectamente la cicatriz. Además, ese bañador será mucho más original que cualquier cosa que lleven las demás.

.- Pues solucionado lo del traje de baño. Yo te confeccionaré el traje de noche. Mañana te tomo las medidas. ¿Vale? – Lily asintió y agradeció el interés a Loveday. La verdad es que la agradecida era la rubia: James se iba a volver loco de celos cuando se enterara que Loveday le había tomado medidas a su pelirroja favorita.

Así todos se pusieron manos a la obra: Evy y Jack llevaban lo que podríamos llamar el apoyo estratégico, es decir, se informaban de los puntos fuertes de sus rivales para neutralizarlas mejor. Aunque siendo las rivales: Wendolyn Dolls, por Slytherin, Rebeca Randall, por Ravenclaw y Fedra Fowler, la nueva novia de Ática, por Hupplepuff tampoco tuvieron que romperse el coco demasiado. El caso es que Isis las consiguió toda la información sobre el tema.

Loveday y Joy se encargaron del vestuario y maquillaje. Jesse se encargó de lo más difícil: preparar a Lily para la prueba de talentos. Lo más difícil porque...

.- ¡Lily no tiene talento! – Exclamo Jesse entrando en la sala donde las chicas remataban la estrategia y el vestuario, seguido de la aludida.

.´- Bueno, queremos que gane el concurso, no que ingrese en el Gobierno de Zapatero. – Dijo Isis confusa.

.- Talento, Isis, no talante. – Matizo Evy. La oriental soltó un ah, de comprensión.

.- ¿Cómo que no tiene talento? Algo sabrá hacer, .¿no? – Joy soltó el maquillaje y se acercó a ellos.

.- Estoy aquí. – Les recordó Lily algo molesta porque hablarán así de ella como si no estuviera presente. – Y que sepáis que se me ha ocurrido algo. Hace mucho que no lo practico pero se me daba bastante bien...

.- No se pueden mantener relaciones sexuales en el escenario. – Se apresuro a señalarle Jesse.

.- Que pena, si se pudiera les plantábamos tu video y solucionado. – Jack suspiró, todo eran complicaciones.

.- Como si quedara alguien en Hogwarts que no lo haya visto varias veces. – Ironizó Loveday.

.- ¡No es sexual! Y estará muy bien. Os lo prometo. – Lily sonrió misteriosa. – Me voy a ensayarlo. – Jesse trató de seguirla, pero la pelirroja se negó. – Lo tengo un poco oxidado, dame una semana y te lo enseñaré.

.- No tenemos una semana. Estamos a martes y el concurso es el viernes y además tienes que probarte la ropa. – La recordó Jesse.

.- Tranquilo. Me da tiempo a todo. – Prometió Lily más segura de lo que realmente estaba.

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Jueves 13 de febrero. Por la noche.

.- ¡Mierda! – Exclamo Lily al ver que Su apacible sueño de la Ribera Francesa, la acababa de conducir a una mesa llena de comida. Para colmo llevaba el vestido verde de princesa Fiona.

.- ¡Me dejaste plantado! – Los temores relacionados con una inminente conversación con Voldemort se vieron confirmados en ese momento. Lily se giro lentamente, para enfrentarse al mago cuyos ojos rojos parecían lanzar chispas. - ¿Tienes idea de la cantidad de gente que he torturado por mucho menos que eso? .¿Pero quién te crees que eres para hacerme eso a mi, muchacha?

.- ¿Vas a seguir lamentándote un rato más? Lo digo porque si eso te traigo un chupete. – La chulería con la que Lily lo dijo, logró que el mago se callara. – En fin, si eso es todo, me largo. Mañana tengo un concurso de belleza que ganar.

.- ¿Te presentas a un concurso de belleza? – No fue lo que dijo, sino como lo dijo, lo que hizo que Lily se volviera furiosa hacia el temido mago.

.- Sí. ¿Qué pasa? .¿No soy lo bastante guapa, como para presentarme a un concurso de belleza?

.- Al contrario, sino te eligen ganadora deberías plantearte el asesinato de los jueces, después de varias horas de tortura. – La tranquilizo Voldemort con esta forma peculiar de incitarla al homicidio. – Pero es que tus ideas no son las de una chica que se presenta a un concurso de belleza.

.- Hablas como James. – Lily se cruzó de brazos.

.- Ah, sí. Tu noviecito. – Tono despectivo de alguien que habla de un rival que considera inferior a uno mismo. – No entiendo porque sigues enamorada de él, cuando te oculta cosas.

.- No me oculta cosas. – Lily defendió al chico, casi con rabia. - Da la casualidad de que estas Navidades pusimos las cartas sobre la mesa.

.- Ah, sí. ¿Te contó lo que paso en el hospital?

.- Pues la verdad es que no. – Admitió Lily mucho menos segura que antes.

.- Si yo fuera tu, iría corriendo a preguntárselo. No tienes mucho tiempo. – La aconsejo Voldemort con tono paternal.

.- Pues... ¡E! Un momento. ¿Que es eso de que no tengo mucho tiempo¿Me estás amenazando? – En ese punto, Lily parecía más irritada que asustada.

.- No, a ti no. A ti te necesito viva, so tonta. – Voldemort trató de pellizcarla la mejilla, con pinta de abuelo que ríe una gracia de su nieta favorita. Pero Lily retrocedió asqueada.

.- ¿Estas amenazando a James? .¿Lo quieres matar? – Ahora si que había un leve matiz de pánico en la voz de la pelirroja.

.- No quiero hacer nada que te disguste, pero entiéndelo. Ese chico es una amenaza para nosotros... – Voldemort uso el tono de un padre tratando de explicar a su hijo lo de las flores y las abejas.

.- Borra ese nosotros de tu vocabulario. – Le aviso Lily con tono cortante. - ¿Y como va a ser una amenaza para ti¿No eres el mago oscuro más poderoso del mundo¿Pues que puedes temer de un chaval de 17 años? – Pregunto la pelirroja desdeñosa.

.- De él, no, so tonta. De su hijo...

.- ¿Su hijo?. ¿Loveday esta embarazada? - ¡Madre mía! Fue lo único que pudo pensar Lily mientras veía que como todas sus posibilidades con James, se pinchaban como pompas de jabón.

.- Que yo sepa no. ¿Sabes tu algo que yo no sé? – Ahí, Voldemort se inclinó hacia ella con aire paranoico.

.- No. – Negó Lily con seguridad. - ¿Entonces te lo quieres cargar para que no tenga hijos? .¿Por qué?. ¿Por qué es el Heredero de Gryffindor?

.- Vaya, veo que has aprendido algunas cosillas en estos dos meses. – Murmuro Voldemort más para si mismo que para Lily. – Pues sí, en parte es por eso... Pero lo principal es que no lo quiero cerca de ti.

.- Vaya idiotez. Ahora resulta que el señor super mago tenebroso esta celoso. – Lily suspiro con falsa arrogancia. – De verdad. ¿Qué he hecho yo para ser tan irresistible?

.- No te hagas ilusiones, muchacha. Ya te he dicho que no pienso dar a ese muchacho la oportunidad de ser padre. Y menos de ser el padre de tu hijo.

.- ¿Cómo dices? – Pregunto Lily incrédula.

.- Que ese chico no te conviene, muchacha, así que aléjate de él o atente a las consecuencias. – Tras proferir esa amenaza, Voldemort, se dio la vuelta.

.- ¡Ey! .¿Adónde vas? .¡No puedes soltar eso y largarte como si nada! – Le grito Lily.

.- ¿A que jode que te dejen plantado? – Replico el mago sin volverse antes de desaparecer por el plano astral.

"Cabrón rencoroso." pensó Lily en la frontera del sueño y la vigilia. "solo se ha metido en mis sueños para dejarme plantada. Bueno, para eso y para asustarme con eso de que va a matar a James... ¿Pero y si hablaba en serio?"

De repente a la pelirroja la dieron unas ganas inmensas de ir a la cama de James. No penséis mal, solo quería ver que estuviera bien. En fin, Sirius y Evy se pasaban la vida de una habitación a otra¿porque ella no?

Con sumo sigilo, Lily saco las piernas de la cama, y empezó a buscar al tacto sus zapatillas. Una vez calzada, se deslizo de su cama y empezó a avanzar de puntillas hacia la puerta.

.- ¡Lily! – Al oír que Jack la llamaba, la pelirroja pego un respingo. – Machaca a esa zorra de Terpsícore. ¡Machácala¡Machácala¡Machácala! – Pero solo era uno de los sueños sádicos de la joven Sparrow.

Una vez fuera de su habitación, Lily decidió que corría menos riesgos si iba a la habitación de los chicos por la sala común, que atravesando el cuarto de Will y Jesse. El segundo se pondría como una fiera si la veía levantada a esas horas. Lo menos malo que haría Jesse sería contárselo a Joy, y la pelirroja tendría que soportar una bronca de la morena, por tener que tirar de crema contra las ojeras.

Salir de su habitación fue fácil comparado con lo de entrar en la de los Merodeadores. Según puso un pie en ella, Lily tropezó con el tocho de HM de Remus.

.- ¡Joder! – gruñó la pelirroja.

.- Ya te dije que tuvieras cuidado con mis libros, Evy. – Murmuró Remus sin despertarse.

Lily ignoró al licántropo, y las malditas ganas de corregirle, fue hacia la cama de James, y se sentó en el borde de la misma teniendo cuidado de no despertarlo.

.- ¿Qué haces aquí, Lily? – Pregunto el chico sin abrir los ojos y sin alzar la voz.

.- ¿Cómo sabes que soy yo? – Se asombro la aludida con una media sonrisa cargada de tristeza. No sabía porque, pero la idea de no volver a oír su voz la daba ganas de llorar.

.- Reconocí tu gruñidito. – James levantó la manta invitando a Lily a entrar en su cama. Tras un momento de duda, la chica entró. James tomó la varita y las gafas y lanzo un hechizo para evitar que la luz y el sonido escaparan de su cama. - ¿Te pasa algo?

.- ¿Por qué iba a pasarme algo? – Lily deseó que apagara la luz. James notaría que la pasaba algo y no quería preocuparle. Sólo quería que le abrazara.

.- Para empezar: has venido a verme, ni más ni menos que a mi cama, eso ya es una señal de que algo no va bien. Para seguir, apenas te has pensado lo de meterte en la cama conmigo. y para terminar... – James se interrumpió, 3 segundos antes iba a decir que parecía apunto de llorar, pero en ese momento se dio cuenta que Lily estaba llorando. – No, llores, Lily. Ven aquí. - Y sin más la atrajo hacia él, y la abrazó a la vez que sembraba de besos la melena rojo fuego - ¿Qué te ocurre?

.- Nada. – Prometió Lily.

.- Tu no eres de las que lloras por nada. – Como respuesta, Lily volvió a sollozar. – Esta bien. Probemos. ¿Tiene que ver con el concurso? .¿O con los EXTASIS? .¿O con la boda de tu madre? .¿O con...

.- ¿Estás tonto?. ¡VOLDEMORT VUELVE A MIS SUEÑOS PARA DECIRME QUE VA A MATARTE Y TU ME VIENES CON GILIPOLLECES DE LOS EXTASIS! – Lily se libero de los brazos de James, sin dejar de llorar.

Por los ojos de James pasaron varias emociones al mismo tiempo: ira, porque Voldemort siguiera acosando a Lily en sueños; ternura, porque la pelirroja se preocupara por él... Pero no el miedo. Era curioso, pero saber a ciencia cierta que el Señor Tenebroso al que todos temían iba a por él, no le impresionó lo más mínimo. En realidad, temía más por las personas de su entorno, en especial por la pelirroja que sentada al lado suyo se secaba las lágrimas con las manos, que por él mismo.

.- Tienes que hablar con Dumbledore. – James invocó una caja de pañuelos y se los tendió a la pelirroja.

.- ¿Ahora? – Lily le miro con cara de "ni de coña".

.- Cuanto antes. – La druida negó con la cabeza. – Lily, se lo tienes que contar.

.- Ya, claro. Que primero me cuente él las cosas a mi y luego a lo mejor le cuento yo algo. – Replico la pelirroja con cabezonería.

.- Lily. – James poso su mano en la nuca de la druida. – Él te ayudará a evitar que los sueños se repitan... Necesitas ayuda y lo sabes. Si le dejas que siga entrando a su antojo terminará volviéndote loca.

.- Esta bien. – Accedió Lily. – Pediré ayuda mañana mismo. Pero con una condición¿puedo pasar lo que queda de noche aquí contigo?

.- Pero solo por ser tú. – James logró adoptar un tono bromista, aunque lo que realmente estaba pensando era que vaya susto le había metido el malnacido de Voldemort a Lily para que ella estuviera en ese estado.

.- James. – Pregunto la joven al cabo del rato.

.- Mm. – Contestó el chico ligeramente dormido.

.- ¿Qué fue lo que paso en el hospital? – La pelirroja notó como el brazo que la rodeaba, se tensaba.

.- Nada. Duerme un poco, pequeña. – esta vez Lily, supo con total precisión que James la estaba ocultando algo.

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Viernes 14 de Febrero.

.- ¡Aquí estas! Te hemos buscado por todas partes. – La voz bastante irritada de Joy despertó a la pareja feliz a una hora temprana. - ¿Te parecerá bonito, no? Todos pensando que habías huido para no tener que afrontar lo del concurso y resulta que estabas en la cama con James. Que ya te vale. ¿No te dije que nada de sexo la noche antes del concurso?

.- La verdad es que no se lo dijiste. – Corrigió Bell, desde la cama de Remus.

.- ¡Sí lo hice! – Protestó Joy con toda su energía.

.- De hecho, no. – Jack uso un tono pesaroso. Cuanto la jodía tener que darle la razón a su rival.

.- ¿Entonces a quién se lo dije yo? – La morena se quedo pensativa.

.- A nosotros. – Contestaron Evy, Sirius y Will con voz gélida.

.- Ah, claro. – Joy paso por alto el tono de sus amigos Obviamente se lo dijo a ellos, porque no creía que Lily viera la luz antes del 14 de febrero. – En fin, que se la va a hacer. Tendré que pensar algo para disimular los brillos que te me han salido por la cara...

.- ¿Pero que brillos? Joy, tu estas muy mal. – Lily salto de la cama, se puso las zapatillas y se fue de la habitación pasando entre Jack e Isis sin mediar palabra.

.- Nada más irse la pelirroja, todas las miradas confluyeron en James.

.- ¿Qué? – Pregunto el moreno casi desafiante.

.- Nada. – Contestaron los demás. Cada uno con su propia versión de sonrisa malvada.

.- Ahhhhh. – Chillo de pronto Joy interrumpiendo el momento de "vamos a sacar los colores de James". – Vamos, solo tenemos 14 horas para prepararlo todo. Vamos, chicas. En movimiento, venga...

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.- ¿Adónde crees que vas? – Loveday acababa de pillar a Lily tratando de escaquearse por la puerta de atrás del camerino.

.- Es que tengo que ir a hablar con alguien. – Lily puso su sonrisa más irresistible y adorable. – Será solo un momento.

.- Bueno. Si es solo un momento. – Seducida por la sonrisa de la pelirroja, Loveday cedió. – Pero date prisa. No quiero vérmelas con Joy...

.- Vale. – Lily se fue corriendo. Solo que no hacia el despacho del director, sino al despacho de su profesor de DCAO: Calvin Hobbes.

Era un hombre maduro, de apariencia taciturna, con ojos y pelo oscuro. Todos coincidían en que era el mejor profesor de DCAO que habían tenido jamás. En concreto Lily le estaba muy agradecida, ya que fue el único de sus maestros que se prestó a ayudarla a ponerse al día, los demás profesores le aconsejaron que pidiera ayuda a sus compañeros.

Seguramente James pensaría que iba a hablar con Dumbledore, pero sinceramente, Lily no confiaba en él. Además, ella solo le había prometido que buscaría ayuda, no había especificado de quien. Y desde que despertó del coma sentía más empatía por el profesor Hobbes que por Dumbledore.

.- ¿Profesor? – Lily llamo a la puerta.

.- ¡Adelante! Hola, Srta. Evans. ¿Cómo va todo? – Hobbes estaba ordenando sus libros y pergaminos que estaban tirados por el suelo.

.- Bien. – Lily frunció el ceño, extrañada por el desorden. - ¿Le ha pasado algo?

.- No. – Hobbes miro la habitación confuso. – Ah lo dice por el desorden. Esto esta siempre así. ¿Querías algo¿Alguna duda sobre el trabajo que tenéis que entregarme al final de mes?

.- No, no es eso. – Aclaro Lily. La verdad es que aún no se había puesto con el trabajo. Cuando se pusiera a ello, empezarían a surgir las dudas. – Es que tengo un problema. Bueno, varios...

En pocas palabras, Lily le resumió los sueños con Voldemort, lo mucho que la costaba recordarlos una vez despertaba...

.- Sólo sé que continuamente, él me dice que desperté en el hospital... Antes no le creía, pero una parte de mi si que cree que es cierto. O por lo menos que en el hospital, paso algo... – Lily miro al profesor como si él pudiera saber lo que paso en el hospital.

.- ¿Qué te hace pensar eso? – Pregunto Hobbes.

.- Entre otras cosas, que cuando le pregunto a James se pone tenso como un arco. Y además, es... Como una canción, me suena la melodía pero no recuerdo la letra. – Concluyo la pelirroja con un gesto de frustración.

.- Esta claro lo que te pasa: te han lanzado un hechizo para desmemoriarte. De alguna forma ese hechizo esta debilitando tu mente y haciéndola más vulnerable a las intrusiones de el Innombrable. – Decidió al fin, Hobbes tras unos segundos de meditación.

.- ¿Pero cuando pudieron hacerme eso?

.- Si el Innombrable dice la verdad, cosa que ya es bastante suponer, cuando estuviste en San Mungo. – Hobbes hizo otra pausa contemplativa. – Recuerdo que cuando llegue a la escuela, la enfermera Ponfrey me consulto, ya que no entendía porque no despertabas... Pues bien, al fin puedo darle una explicación: el hechizo que usaron para desmemoriarte era tan fuerte que te dejo inconsciente durante casi un mes.

.- Dios mío. – Tras unos segundos de angustia, los ojos verdes de la druida mostraron determinación. - ¿Hay alguna forma de recuperar esos recuerdos?

.- Sí, pero es peligrosa e ilegal. – Hobbes la miro calibrando el grado de osadía de la pelirroja.

.- No me importa. Estoy dispuesta. Además, si los recupero podré fortalecer la mente contra Voldemort. – Para su sorpresa, Hobbes no se estremeció cuando Lily pronunció el nombre, teniendo en cuenta que el profesor no lo nombraba, ella lo esperaba. - ¿Qué tengo que hacer?

.- Ve a Hosgmead mañana. – Hobbes tomo un pergamino y anotó una dirección. – A estas señas. Aquí vive un ex Inefable, que desarrollo un método para recuperar recuerdos borrados. Él te contará. Además, es un experto en pociones de manipulación mental, igual conoce un antídoto.

.- ¿Un antídoto? .¿Para que? – Lily se guardo las señas, o sin antes memorizarlas.

.- La única forma de que se introduzca en tus sueños es que te hayan echo tomar una poción. Tranquila, mi amigo te ayudará.

.- Gracias, profesor. – Lily se levantó con una sonrisa de agradecimiento y se fue hacia la puerta.

.- ¿Así que aquí estamos, eh? – La pelirroja pegó un respingo cuando al salir del despacho se encontró con Isis, Joy, Jack y Evy, cruzadas de brazos y apoyadas en la pared de enfrente. La morena la miraba molesta por el intento de evasión.

.- ¿Me habéis seguido? – Atacó Lily, pensando que aquella era la mejor defensa.

.- No. – Negó Isis ofendida. – Llevamos las Perlas para leer los pensamientos. – La oriental se señalo las orejas.

.- Los que usamos en Hallowen para darles ese caneó brutal a las peliteñidas. – Le recordó Evy con una sonrisa maliciosa de "¡Que recuerdos!"

.- Tu también los llevas. Te hacen juego con la ropa. – Joy señaló las orejas de la pelirroja. Efectivamente, Lily llevo las manos ahí y al tacto reconoció las bolas.

.- Y además, así podríamos tenerte controlada en caso de que te entraran los nervios y tratarás de huir a Burundi. – Al oír el comentario de Jack, Lily aparto la mano de sus orejas furiosa.

.- Vamos, que habéis oído toda mi conversación con Hobbes. – Lily no espero a oír la respuesta y echó a andar hacia la base de operaciones.

.- Sí. – Confirmaron las 4, alcanzando a la pelirroja.

.- ¿De verdad vas a ir a ver al amigo de Hobbes mañana? – Pregunto Isis.

.- Sí. Ya habéis oído: soy vulnerable. Cuanto antes vaya, antes podré defenderme de los ataques de Voldemort. (Isis, por favor.) – Gruño la pelirroja al ver como la oriental se estremecía.

.- Ya pero podría ser una trampa. En fin¿quién te dice que Hobbes no es un mortifago y que Voldemort no lo ha puesto en Hogwarts con la misión de secuestrarte? – Aventuró Jack.

.- Además que alguien tuvo que darte la poción esa. Lo que significa que Quien Vosotras Ya Sabéis, tiene gente en el castillo. Podría ser Hobbes. – La apoyó Isis.

.- No. – Desdeñó Joy con un mohín de disgusto. – Habiendo una poción de por medio, seguro que mi ex esta en el ajo.

.- Yo también apostaría antes por Snape que por Hobbes. – Confirmo Evy.

.- Solo lo dices porque llevas media de EXTRAORDINARIO desde que Hobbes da DCAO. – La desafió Jack a Evy.

.- Y tu solo le tienes manía, porque se niega a subirte las notas por mucho que le paseas tus tetas por la cara. – replico la onza encogiéndose de hombros. Jack exhaló un suave, "por desgracia es cierto".

.- Sea Hobbes de fiar o no. (Que yo creo que sí.) Voy a ir mañana a Hogsmead. Es el día perfecto, todo el mundo estará recuperándose de la resaca de San Valentín, hasta los profesores. Nadie notará mi ausencia. – Decidió Lily.

.- Iremos contigo. – Dijeron sus cuatro amigas a la vez.

.- No podemos dejarte sola sin saber si Hobbes te mando a una trampa. – Evy lo dijo como si solo se tratara de un favor sin la más mínima importancia.

.- Gracias, chicas. – Lily las logró abarcar a las 4 en un solo abrazo.

.- Vale, vale. Pero eso toca mañana. Esta noche hay un concurso de belleza que arrasar. ¡Y tu aún no te has probado tu vestido de noche y no has hecho para Jesse el ensayo general de tu prueba de talento! – Joy agarró del brazo a Lily y la arrastró con decisión hacia la sala de ensayos, seguidas por sus tres amigas, que iban comentando algo como "que malos son los nervios".

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.- Esto es un coñazo. – Sirius empezó a balancearse en la silla. cosa que solo hacía en exámenes y cuando estaba particularmente aburrido. – Jamás pensé que un concurso de belleza fuera tan aburrido. Como vuelva a oír las palabras "paz en el mundo"...

.- ¿Cuál es tu mayor deseo? – Le pregunto uno de los jueces, el viejo verde más baboso de todos, a Miss Hupplepuff.

.- La paz en el mundo. – Respondió Fedra Fowler, con una sonrisa de maniquí.

.- ¡Se acabo! Me largo. – Sirius se levantó de la silla, pero una pequeña mano, con uñas de gata, se apoyó en su hombro, y le hizo volver a sentarse.

.- Tranquilo, ya paso. – En el mismo movimiento, Evy se sentó sobre las rodillas del chico, y le hizo un par de carantoñas logrando calmarle.

.- Pues yo prefiero este coñazo a lo del año pasado. – Remus decidió aprovechar el alto, para que las mises descansarán antes de oír las votaciones, para desperezarse estirando sus lobunos músculos.

Era una de esas ocasiones en que Evy agradeció que la única presencia femenina en la mesa, aparte de la suya, fueran Loveday y Bell. Teniendo en cuenta que la segunda rubia, parecía a punto de saltar sobre el lobito y violarlo, como Jack andara cerca... La Guerra de las Galaxias, sería un chiste de nueve partes comparado con lo que pasaría allí.

.- No sé. Para mi no estuvo tan mal. – James sonrió recordando el momento en que Lily pago 30.000 galeones por él. Mm. Llevaba demasiado tiempo sin recordárselo.

.- Aparte del rollazo que es esto: Lily ha estado genial. Ese numerito con la pelota ardiendo ha sido increíble. Bueno, ya en el ensayo con la pelota normal, estuvo impresionante, maravillosa. Pero ahora con la bola ardiendo, fue ... Alucinante. – A Loveday casi se le hacía la boca agua hablando de su nuevo amor.

.- Hay veces que olvido que Lily estudió gimnasia rítmica. Lo dejo cuando Verbena se enteró de los riesgos de anorexia. – Comento James. Naturalmente, después de los días que paso con su suegra en el hospital conocía la vida de Lily al detalle.

.- Sí, lo ha hecho genial. Creo que la ha perdido responder sinceramente a las pregunta de "cual es tu mayor deseo". – Y eso que Jesse la hizo repetir mil veces lo que tenía que decir.

.- Bueno, pero ya sabes que si ella no hubiera sacado el tema del machismo en la sociedad mágica no hubiera sido Lily. – Rió Bell. – Will estás ahí. – La rubia paso la mano por delante de los ojos del chico, que no reaccionó.

.- Creo que ese 180 con el que termino la pelirroja el número fue demasiado para él. – Sirius miró a su compañero con una sonrisa comprensiva.

.- ¿Y para quien no? – Dijeron a la vez James y Loveday.

.- A ti te mola Lily. – Aseguro Evy, que había contemplado a Loveday durante unos minutos con los ojos entornados.

.- Eh, un poco. – Admitió Loveday poniéndose colorada.

.- ¿Qué? – Preguntaron los demás, incluso Will que clavo sus ojos verde jade en la rubia.

.- Vaya, James realmente debes querer mucho a Loveday, porque a otra persona la hubieras matado por poner sus ojos en la pelirroja. - Le pico Remus.

.- Él no tiene ninguna exclusiva sobre Lily. – Remarcó Loveday antes de que James hablara. El moreno, con una prudencia desacostumbrada opto por no entrar al quite.

Bell por su parte, bebió un poco de cava sin alcohol. Que a Loveday le gustara Lily trastocaba todos sus planes: Bell había pensado en liar a Jack con Loveday, para apartarla del camino de Remus. Pero ahora era más difícil todavía.

En ese momento, su mirada se cruzo con la de Gideon Prewett. No era casualidad, la verdad es que el Hupplepuff llevaba mirándola toda la noche, alguna vez tenían que coincidir. Tras la apasionadas palabras que el chico le había dedicado esa mañana en una clase que tenía con él, Bell tenía que admitir que Remus no estaba equivocado y que el Hupplepuff, iba tras ella. Bien pensado...

Sí, igual por ese lado podía hacer algo.

.- Queridos alumnos y alumnas. – El maestro de ceremonias hizo aparición apartando a Bell de sus pensamientos. – Los jueces hemos tomado una decisión. Así que comunicaremos a las ganadoras...

Las tres chicas de la mesa cruzaron todo las partes cruzables del cuerpo. Desde los dedos de los pies hasta los intestinos.

.- Como segunda dama de honor... – Pausa para dar emoción. – Miss Ravenclaw.

Rebeca Randall puso cara de "¿Cómo que segunda dama de honor¡Debería de ganar yo!" Pero en favor de la Ravenclaw, se recuperó realmente deprisa.

.- La Primera dama de honor es... Miss Slytherin. – En cambio, Wendollyn incluso cuando recogió la banda esa tan fea que las ponen, lucía la cara de "Aquí ha habido tongo, recurriré el resultado del concurso." – Y por último la ganadora del primer concurso de Miss Hogwarts es...

Las chicas contuvieron el aliento, listas para soltarlo de golpe en un triunfal grito de júbilo...

.- Miss Hupplepuff.

.- ¿Qué? – Dijeron todas las chicas de la casa de Gryffindor.


Antes de que empecéis con las acusaciones de crueldad y de que si tengo algo contra los pelirrojos y por eso disfruto haciéndolos sufrir dejadme deciros dos cosas. La primera es que no os quejéis por que las dos últimas líneas las podía haber dejado para el capítulo 22, pero en cambio fui buena, y las puse en este. En segundo lugar, prometo que Lily se va a llevar a la cama, digo a casa, bueno, no, es a la cama, algo mejor que esa estúpida corona de Miss. Palabra de Slytherin retorcida.

Ya os he dicho algo del próximo capítulo, con eso, aparte de la excursión a Hogsmead para ver al ex inefable.

Antes de terminar con este capi, deciros que igual os suenan algunas cosas, de Miss Agente Especial, es que las saque de ahí. Alguna otra es de un monólogo de Amparo Baró, (La Sole) contra los Concursos de Miss España.

Dicho esto, nos leemos en dos semanas. (Plazo orientativo, sujeto a toda clase modificaciones debidas a imprevistos.)

Muakis para todos.

Carla Grey.

Orgullosa Lupina. MOS. Hermana de Mya & Maru Malfoy. Tía de Azi Black. Paciente de Serenity. Hija política de Veronika. Emperatriz consorte de Alonning. Ahijada del hada madrina Noriko. Prima de Miss Molko y Inna. Miembro de las 15 de Mey. Amiga por correspondencia de una miembro de LODF. Pariente de Anvy Snape. Casi pariente de Libertad, la amiga de Mafalda. Chica del espejo de lujuria de Dreaming.