Hola, hola, corazones de verano. ¿Cómo va? .¿Qué tal las vacaciones? Algunos aprovecháis para poner a prueba vuestro inglés, .¿no? Pues nada, la boca cerrada que las personas que no podemos permitirnos gastar 27 € ahora, y otros 27 a final de año, no necesitamos que nos destripéis la historia... Lo siento, es que la vez pasada ya me sabía hasta el capítulo que herían a Arthur Weasley, gracias a la necesidad de transmitir información. En fin, mejor vamos con lo nuestro que me pongo muy sensible.

Lucemvicuna: Lo que hizo Lily fue un número de gimnasia rítmica con una pelota de fuego, o algo así. Uf, pues es que no me gusta elegir entre mis niños, digamos que Remus me vuelve posesiva, Sirius me pone atómica y James es el chico que presentaría a mis padres. Felices vacaciones.

Marghi: Bueno, chica, si ganaran siempre los mismos no sería divertido. Además, estoy en vena Hupplepuff existe. Uf, pues de Jack ya irás sabiendo, aunque aparte de la enfermedad no tiene mucho misterio.

molero16490 Me encanta que te encantara. Descubrirás que a veces tengo memoria de pez, pronto te escribo.

Ginny84: Pues en este capítulo descubrirás como empezó el rumor de que Lily tenía el mejor culo de la escuela. Lo de Joy... Estoy en ello. Te entiendo con los olvidos, yo tengo memoria de pez.

Andita: Mejor, voy directa a tu duda. Yo creo que Evy no siente nada por su ex novio, es más, le tiene miedo, y ella no es de las que se asusta fácilmente. Pobre Loveday, a mi me da pena la chica en el fondo. Un beso.

Made (20): Je, je, sí, Evy debe tener cara de contable, porque nada más verla todo el mundo la confía su dinero. Y lo de Richard, a Evy no le ha puesto la mano encima, aunque le gustaría. Vamos, que tu pensabas que ser lesbiana sacaba del juego a Loveday. Pues va a ser que no. Nos leemos en breve.

Made (21):Misterios de la vida, yo para mi que en ese concurso hubo tongo. Uf, Joy puede ser muy persistente, no creo que desista fácilmente. Besos.

Traviesa1500: Tranquila, te aseguro que el "premio de consolación" de Lily más lo querríamos todas. (Luego no me lo agradece). Besines.

oOAleeraOo: Vaya, tu si que tienes una historia que contar para leer esta historia. En cuanto a la duda, los Onzas son los jaguares que parecen leopardos, pelaje que va de amarillo a naranja, salpicado de rosetas marrones. Los jaguares negros, que se llaman melanesios, por cierto, es el que salía en el capítulo 14, el que atacaba a Grindelwald y lo convertía en Balam. A mi también me encanta la relación Voldemort/Lily. Besotes.

Gerulita: Lo que le hicieron olvidar a Lily pronto lo vas a saber en cuanto a lo de Jack... tardará un poco más. Besitos.

Shen-Tao. Mm. vaya veo que Giselle te ha caído realmente bien. (Era una ironía.) ¿Buena de Evy¿Seguro que no te equivocas de personaje?

Adrea-Black (17): Hola, cielito. Bueno, el laberinto en realidad no era tan fácil, es que Sirius y James hace que parezca fácil. Como no se toman nada en serio. Espera que termine la segunda, que es larga, antes de pedirme la tercera. Hasta ahora.

Adrea-Black (18): mm, eso fue un RR bajo presión. Sí, me hizo mucha gracia Lily con eso de "Te quiero. Pero en estos momentos no me gustas nada". Un besazo de granizado de limón.

Dimebonitareina (18)¿Estudiando en verano? Mi más sentido pésame, yo tengo que estar con la tesina así que te entiendo. Llegado el momento ya verás que lo único que están de acuerdo los Onzas es en que James y Lily estén juntos, unos lo hacen, para quitar a Lily de en medio sin el inconveniente moral de matarla y otros porque realmente creen que es lo mejor. En cuanto a Nyall. Claro que es una posibilidad para Joy. Continuará.

Dimebonitareina (19): Uy, pero eso del dinero son detalles en los que Joy no piensa. Y no la pongas pegas que se enfada. ¿Y no crees que James se traumatizaría un poco si Loveday y Lily se lían? Y en cuanto a Loveday, bueno, creo que se lío con James, por tratar de volver al "buen camino", pero la cosa no debió ir muy bien. Besos con aire acondicionado. Aunque continuará.

Petrona-Eminemef: Holas, me alegro que al fin me tocara RR. . Ya me han dicho más de una vez lo de los finales. ¿Pero funcionan, no? Muaks. PDTA: Gracias por agregarme a tus favoritos.

Mianra: Eso, dame envidia. ¡Espera! Que pronto yo me voy también. ¡No me das envidia! Tranquila, lo del hospital lo sabrás en este capi. Muakis.

sOfIa: Es que el mes pasado fue muy intenso. Sí, lo de Lily me dio pena. Pero ya esta bien de que ganen siempre los mismos. ¿No? Y Joy y Jesse, es una lástima que él no quiera, sería la caña ese niño. Kisses.

Caperucita Roja: Pues el ciber debe ser lo único que no este caro en Inglaterra porque los libros... Tranquila, Lily tendrá su premio de consolación. Cuidado si ve en Londres, tu si ves una mochila rara, salte corriendo del metro/autobús. Y si te para la policía no corras, que te disparan por ser morena. Besines con chalecos antibalas.

Aloromora: Pues nada nena, si esta vez no he subido muchos capis. Si que son una panda de locos. ¿Pero por eso los queremos, no? Un besazo.

Dimebonitareina: Es lo que yo digo. Además, estoy en fase Hupplepuff existe y por eso se merecían ganar. (Ay, Lily. Esa colleja sobraba.) En defensa de Loveday, era yo la que la ponía de robot, en realidad era divertida la manía que le pillasteis a la pobre chica. Je, je. Eres la única que ha pillado el origen del nombre del profesor Calvin Hobbes. Mm, ya sabes que esa órdenes tan directas yo me rebelo contra ellas. Besos. PDTA: Lo del profesor, de momento va a ser que no. Aunque más adelante James se dará un batacazo bien gordo.

Tania Stratman: Gracias, muchas gracias, pero para ya que me sacas los colores y parezco de la familia Weasley. (Que horror.) Debo desilusionarte en lo de escribir tanto en tan poco tiempo, la verdad es que hasta ahora, lo tenía todo escrito, salvo los RR, ya verás como me va a disminuir la velocidad de actualización. Un beso y un saludo.

Lucy Diamonds: Que agresividad. Tranquila, Nadine Barlow era la amiga de la infancia de Paul Grindelwald, la que se unió a él la noche que arrasaron el ministerio. (Si tienees dudas, mira el capítulo 14.) Mm, controla esas hormonas cielo, que solo porque Remus se desperece... Vale, ahora yo también me puse atómica. Mejor lo dejamos antes de que alguien, como cierta rubia cabeza hueca, salga herida. Besotes.

Ya sin más os dejo con el capítulo de los dos patitos: 22, 22, 22, 22, 22... ¡Ole!

Por amor al arte 22.

Lo que recordé mientras me dormía.

Lily retorció su pelo mojado deseando que fuera el cuello de uno de los jueces... Después del veredicto, la pelirroja había aguantado el tiempo suficiente para que entregaran la corona a la Miss, antes de salir corriendo a su cuarto.

Ahora que se había duchado y quitado la purpurina del pelo, se sentía más tranquila. Entendiendo por tranquila que los instintos homicidas empezaban a dar paso a las ganas de llorar. ¡Había quedado la última¡La última! .¡Ella que fue la chica más cotizada de la escuela! Era patético.

TOC - TOC

.- ¿Qué? – Rugió la pelirroja hacia la puerta.

.- Si me lo dices así, no te contesto. – Le aviso la voz de James.

.- ¿Qué quieres? – pregunto la chica sin moverse.

.- Que me dejes pasar.

.- ¿Por qué?

.- Porque hablar a través de un trozo de madera, no es mi idea de comunicación. – Replico el chico con un atisbo de humor. Lily casi sonrió y abrió la puerta tras asegurarse que el albornoz la tapaba lo necesario para parecer una chica decente.

.- Pasa. – Lily le invitó a pasar y cerró la puerta. - ¿De que quieres hablar?

,. Del efecto del precio del petróleo en la crianza de gusanos de seda. – Ironizó James. - ¿De que voy a querer hablar?. ¡De lo ciegos que son los jueces! Además, quería asegurarme que no te lo tomarás en serio. Son unos gilipollas que no saben nada de nada. Y menos de belleza.

.- Ya. – Lily bufó, molesta. – Pero tienen razón.

.- ¿Cómo? – Pregunto James seguro de no haber oído bien.

.- Pues que tienen razón. Yo ya no soy lo que era... Me hago vieja. – Lily se sentó en la cama, totalmente desmoralizada.

.- ¿Pero tú estás tonta? – James se puso en cuclillas frente a ella. – Para empezar tienes 17 años. Para seguir, estás más guapa que nunca. Y no lo digo porque estoy loco por ti, ya que sé que todos los chicos de la escuela lo piensan.

.- Lo jueces no. – Matizo Lily.

.- Hemos quedado en que son unos gilipollas miopes. – Le recordó James. - ¡Por Merlín! Lily, pregúntale a cualquier chico de la escuela que chica piensan que tiene el mejor trasero, y dirán tu nombre...

.- Fui yo misma la que esparcí ese rumor. – Contestó la pelirroja, dejando escapar un par de lagrimones. Al ver que James no respondía, Lily alzo la vista hacia él, y se encontró con su mirada castaña cargada de sorpresa. – Es cierto. Lo hice para ligar más.

.- Eso demuestra que no solo eres la más guapa de la escuela, sino la más inteligente. – James invocó una caja de pañuelos, y tomando uno, empezó a secar las lágrimas de la pelirroja.

.- Si, ya. ¿Cómo piensas que voy a ser la más guapa de la escuela con esto...? – Y sin pensar muy bien lo que hacía, Lily se puso en pie, se desató el albornoz, y le mostró a James la famosa cicatriz que la cruzaba el abdomen. Al hacerlo, olvido el detalle de que estaba totalmente desnuda.

Al notarlo, la pelirroja intento taparse, pero James la detuvo, estaba mirando como hipnotizado la cicatriz. Lo cierto, es que el moreno nunca la había visto pero no le repugnó ni nada de eso, trató de definir lo que pensaba de aquella cicatriz y llego a la conclusión de que simplemente formaba parte de Lily. Como si no pudiera evitarlo, alargo un dedo y empezó a recorrerla desde su nacimiento hasta su final, cambiando de mano para ello, y dejándola apoyada en la cadera de la pelirroja al terminar.

.- Cuando te vi allí tirada... Sangrando... – James tragó saliva y alzo la mirada para encontrarse con los ojos verdes de Lily. – Te juro que nunca he tenido más miedo en toda mi vida. ¡Hasta logre aparecerme correctamente! – Lily sonrió, sabía que las apariciones no eran lo de James. Al moreno, se le daban mejor las escobas. – Si te hubiera perdido...

.- Habrías seguido adelante. – Lily le poso la mano en los labios para callarle. El beso el dedo, y negó suavemente con la cabeza.

S.- in ti todo sería demasiado aburrido como para poder soportarlo. – James apartó el dedo de la pelirroja, y la beso apasionadamente, casi furioso en los labios, a la vez que sus manos pegaban el cuerpo desnudo de la pelirroja contra el suyo. Lily tuvo los segundos contados, para dejar caer el albornoz al suelo, antes de que James empezara a descender por el cuello, llegara a la cicatriz y la recorriera, esta vez con los labios. Casi al instante, la snitch que Lily tenía tatuada, se lanzo a la persecución de la boca del moreno. - ¡Vaya! – Se sorprendió James al notarlo. Ya que normalmente era él, quien perseguía a las snitch, y no al revés.

.- Te ha echado de menos. – Susurró Lily con una dulce sonrisa. – Las dos te hemos echado de menos. - ¡Pero que tonta estaba esa noche! Estaba a punto de llorar.

Con un gesto, Lily se sacudió las lágrimas y decidió que era San Valentín. No era día de llorar. Y menos, cuando tenía a James a su lado. Tomo al moreno del pelo, y le atrajo hacia sus labios a la vez que empezaba a quitarle la camisa y le empujaba hacia la cama.

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.- ¡No puedo creerlo! – repitió Jack furiosa por enésima vez. Todo el grupo, salvo James y Lily estaba reunido en la sala de los Menesteres, en plan gabinete de Crisis, analizando la derrota. - ¿Pero que le pasa a esa gente? .¿Es que no tiene ojos en la cara?

.- Dame 10 minutos con ellos y la respuesta será: no. – Evy paseaba furiosa por la habitación. Sirius la observaba frustrado desde un rincón. Sinceramente aquella no era la idea que él tenía de un San Valentín romántico, y a juzgar por la expresión de Remus, para el licántropo tampoco lo era.

.- No lo entiendo. – repitió Isis. – Lily es... perfecta.

.- Más que perfecta. – Matizó Loveday. – Es guapa, inteligente, sexy, ingeniosa, lista, astuta, viste fabuloso, atractiva...

.- A ti te gusta Lily. – Loveday podría haber enumerado las virtudes de Lily durante toda la noche, pero Jack la cortó con un tono entre asombrado e ilusionado.

.- Sí. – Admitió la rubia. Jack le dedico una sonrisa de aprobación. Y es que la joven Sparrow había temido que Bell intentara emparejarla con Loveday, pero si a la rubia le molaba Lily, Jack tenía un problema menos. Ahora solo la faltaba pensar en como neutralizar a Prewett llegado el momento.

.- No puedo creer que Lily no haya ganado. Ha estado impresionante... No hace falta que empieces de nuevo Loveday. – Bell levantó una mano hacia su amiga, antes de que soltara de nuevo todas las virtudes de la druida.

.- Por cierto. ¿Dónde esta la pelirroja? – Pregunto Remus, pensando que aquel Gabinete de crisis no servía de nada sin la candidata derrotada.

.- No lo sé, pero James tampoco esta aquí. – Sirius hizo un gesto de uno más uno, son dos. Pero al ver la mirada de Loveday, el moreno se disculpo. – Lo siento, Loveday.

.- No importa. Hay quien pierde batallas, pero gana la guerra. – La rubia se apaño para sonreír con una seguridad que no sentía. Sí Lily estaba en la cama con James ya podía ir buscando pluma para firmar su rendición.

.- ¿Y Joy? – Pregunto de pronto Jesse.

.- Es verdad. No la he visto desde que termino la ceremonia... – La frente de Evy se arrugo, preocupada por su amiga.

.- Va camino de la cocina. – La informó Remus tras dar un vistazo al mapa del Merodeador.

.- Voy a buscarla. – Will se dirigió a la puerta a la vez que les hacía un gesto a los demás, de por favor no os levantéis.

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Después del fracaso del concurso de belleza, Joy se sentía totalmente frustrada: había perdido el concurso, ya que, consideraba suya la derrota de Lily; nadie aprobaba que quisiera tener un hijo, ni siquiera el aspirante a padre; llevaba meses sin comerse medio rosco. Y era el primer año que no tenía planes románticos para San Valentín...

Lo cierto, es que eran tantas las cosas que no iban bien en su vida, que una vez sumadas, habían llevado a Joy a considerar una medida drástica: recuperar las enseñanzas aprendidas un año antes, con el libro "Abajo el amor". ¿Y alguien se le ocurre mejor forma de volver a ser chica abajo el amor, que con un buen atracón de chocolate?

Iba directa a la cocina a empezar su vuelta a las doctrinas de Bárbara Novak, cuando tuvo que parar y esconderse. De haber seguido adelante se hubiera encontrado con Snape. Por fortuna el Slytherin no la había visto y eso que iba revisando paranoicamente cada sombra del castillo, hasta que entro en una sala. La actitud de su ex, hizo sospechar a Joy, por lo que tomo la medida de seguirle y averiguar que tramaba, no fuera a ser que atacara a Lily y la dejara en coma otra vez.

Se deslizo hasta la puerta, la abrió lo justo para ver y descubrió a Snape hablando con alguien por la chimenea.

.- Ven, anda. – Suplico una voz femenina y mimosa al otro lado. A Joy le resulto vagamente familiar.

.- No puedo, Narcisa. – Suspiro pesadamente Snape.

¡Que fuerte, Narcisa Black! Si Joy quisiera ver a su ex castrado, torturado, muerto y enterrado no tenía más que ir a contarle el chisme a Malfoy.

.- ¿Por qué no? Malfoy estará en el burdel de Belit Brener. No aparecerá en toda la noche.

.- No es por Malfoy. – La rubia debió alzar una ceja incrédula porque Snape añadió. – No es solo por Malfoy. No puedo irme de aquí sin que la gente sospeche.

.- ¿Sino ibas a venir para que me has llamado? – Pregunto Narcisa con tono triunfal.

.- Porque me apetecía verte. Desde lo de la otra noche no puedo dejar de pensar en ti. – Sí, Malfoy lo dejaría irreconocible si se enteraba.

P.- ues ven y repitámoslo. – Le invito Narcisa en un tono bastante sugerente. La clase de tono seductor al que pocos hombres se resistirían.

.- Esta bien. – Y desde luego Snape no estaba entre esos pocos. En breves instantes la habitación estaba vacía.

.- Snape y Narcisa Black... ¡Ahora sí que lo he visto todo! – Joy pego un respingo al oír la voz de un chico tan cerca de ella. Pero se tranquilizo al ver que era Will, que había visto a la chica husmeando y se había aproximado para averiguar que tenía tan hechizada a la morena.

.- ¿Todo? Pues sí que te has apresurado estos meses. –Bromeo Joy antes de reiniciar su camino hacia la cocina.

.- ¿Qué hacías siguiéndole? No te habrás vuelto a obsesionar, verdad. – Will corrió hasta adelantarla y cortarla el paso.

.- ¿Y a ti que te importa si es así? – Pregunto la morena molesta porque se interpusieran entre ella y su chocolate.

.- Porque soy tu amigo. – A esa respuesta, Joy soltó una carcajada.

.- Pues vaya amigo: no quiso ayudarme cuando se lo pedí. – Will tardo unos segundos en darse cuenta que la morena se refería a la negativa del chico a besarla.

.- No quería aprovecharme de ti. ¡Fue por tu bien! – Se defendió el muchacho.

.- ¡Mentira! Si fuera por mi bien no me habrías hecho quedar como una estúpida. Me habría sentido confortada y querida... Pero no, me hiciste sentir idiota solo porque te da miedo meterte en una relación con una mujer con cerebro y que sabe conjuntar los colores... Eso podría perdonártelo y todo. Pero me hiciste dudar de mi atractivo y eso jamás te lo perdonaré. – Joy trato de esquivarlo, pero Will la detuvo, sujetándola por la cintura. La chica quedo pegada a él, pero de espaldas a la cocina-

.- Bueno, pues si tanto significa para ti, nos liamos ahora mismo. – Dijo Will con una sonrisa seductora.

.- ¿Va en serio? – Por el tono, Joy creía que no.

.- Claro.

.- Demuéstralo, bésame aquí y ahora. – Le retó Joy.

Will enarco una ceja y se inclino para cumplir el capricho de Joy, cerró los ojos y... casi se mata, ya que la morena se había apartado. Cuando abrió los ojos Joy le miraba burlona desde la puerta de las cocinas.

.- ¿Jode, eh? – La morena sonrió encantadoramente antes de entrar en busca de su dosis de chocolate.

Mientras Joy tomaba su primera copa de helado, se sentía orgullosa de su resistencia a ser seducida por un chico guapo. Para la tercera empezaba a pensar que si no fuera tan rencorosa estaría en la cama con Will, disfrutando de una dosis de buen sexo, en vez de mandando calorías a sus caderas. Para la sexta se daba cabezazos contra la mesa por idiota orgullosa.

A la décima, recordó que ser chica abajo el amor era un asco y engordaba muchísimo. Además, fue la clásica moda pasajera que nunca volvería, como los peinados afro.

&·&·&

Para el amanecer, Lily estaba recostada de lado, con la cabeza apoyada sobre un codo observando a su compañero de cama dormir y meditando la mejor manera de despertarle y hacer... algo de ejercicio matinal.

Sin embargo la druida debía reconocer que hacía tiempo que no se sentía tan pletórica: exactamente el tiempo en que ella y James no habían hecho el amor. La verdad es que a veces la tensión sexual acumulada la parecía absurda y la robaba demasiada energía mental... Además, .¿cómo había estado pensando en olvidarle?. ¡Pero si era su alma gemela! Y un amante excepcional, aunque ella no tenía con quien comparar...

Cuando un reloj cercano marco las cinco, la pelirroja decidió utilizar medidas extremas para despertarle, pero en ese momento Evy la despertó a ella.

.- ¿Lily? – La onza se asomó con cautela por entre las cortinas de la cama de su amiga. – Siento molestarte pero si quieres ir a donde el amigo de Hobbes, debes levantarte ya.

.- A no ser que hayas cambiado de idea. – Comentó Isis con tono esperanzado.

.- No. Ya voy. – Lily le dedico a James una última mirada, antes de levantarse con cuidado de no despertarle.

.- Tranquila, anoche pusimos polvo de Morfeo en la limonada y nos aseguramos que todo el mundo, menos nosotras, tomaba un vaso. Todos dormirán hasta la 1. – Le informó Jack mientras se abrochaba los vaqueros y una sonrisa de diablilla traviesa acudía a sus labios. – Tu Romeo dormirá toda la mañana...

.- Vaya si que los polvos esos son efectivos. – Lily se dirigió hacia el baño para darse una ducha rápida.

.- No, si yo lo decía porque esta noche lo has debido dejar agotado, fiera. – Matizo la joven Sparrow mientras la pelirroja cerraba la puerta.

A la vez que el agua empezaba a caer Lily escuchó las risas de sus amigas. Ella también se rió, llena de energías renovadas, antes de sumergirse en el chorro de agua hirviendo.

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.- ¿Es aquí? - El mapa que Hobbes le dibujo a Lily acababa de conducir a las chicas a la casa más destrozada de la zona más decadente de Hogsmead. Con permiso de la casa de los gritos, claro.

.- Sí. – Confirmo Isis guardando el mapa.

Joy arrugó la frente: para ella la gente que vivía en una casa clavada a la de "la mantaza de Texas" sólo podían ser sicópatas armados con sierras mecánicas.

.- Habrá que llamar... – Dijo Jack con un tono poco convencido que no iba nada con ella. Lo cierto es que la joven Sparrow se estaba acordando de la misma película que Joy, y como en esa morían todos...

.- Si. – Isis y Joy lo dijeron como si lo que de verdad desearan fuera girar 180º e ir de compras.

.- Por favor. ¿No me habréis despertado para daros la vuelta tan cerca del objetivo? – Se irritó Lily, a punto de echarles en cara a sus compañeras que supuestamente eran de la casa de los valientes.

.- No. Te hemos despertado porque temíamos tu reacción si no lo hacíamos. – Matizó Isis.

Lily cruzó una mirada con Evy, la única que no parecía dispuesta a retroceder y que se encogió de hombros divertida, antes de llamar con una aldaba que tenía forma de calavera.

.- ¿Sí? – La puerta no la abrió un demente con hacha incluida, sino una mujer de unos 22 años, con el pelo cobrizo rizado y los ojos grises. Lo más llamativo de ella era que iba vestida con una camisa de hombre tan blanca, que se veía perfectamente que no llevaba nada más de ropa debajo.

.- Buscamos al profesor Mothman. – Evy enarcó una ceja al verla, pero actuó con normalidad. – Nos manda Hobbes.

.- Ah, sí. Su alumna más brillante de Hogwarts. Debes ser tú. – La desconocida señaló a Lily. – Lo sé porque dijo que era pelirroja.

.- Gracias. – Lily avanzó hacia ella, mas segura y muy contenta por lo que su profesor favorito había dicho de la druida. – He venido con unas amigas, espero que no le importe.

.- Oh, no. Yo tampoco hubiera venido sola a casa de un desconocido y en la parte chunga de Hogsmead. – La joven las invitó a pasar. – Por aquí. Julius os recibirá enseguida.

.- Por dentro la casa no tenía un aspecto tan ruinoso, y la temperatura era muy agradable. La desconocida las condujo hasta un pequeño salón con dos sofás y una mesa para té.

.- Perdona la curiosidad, pero: .¿Tú quién eres? .¿Y cual es tu relación con el profesor Mothman? – Joy no pudo resistirse a cotillear.

.- Oh, me llamo Calley y el profesor es... – Calley vaciló. – Mi tío. – Dijo al fin muy poco convencida. – Voy a buscarle. – Añadió como si quisiera huir del escrutinio de las jovencitas.

.- Su tío. – Repitió Evy con malicia.

.- Por supuesto. – Jack lucía su sonrisa de diablilla malvada.

.- Lógico. – El de Isis fue el último comentario al respecto. Lily las lanzo una mirada que las aconsejaba no seguir por ese camino.

El profesor Julius Mothman no tardo en llegar. Era un hombre de pelo gris oscuro largo ondulado y con perilla. Iba vestido con unos pantalones de pijama y albornoz entreabierto.

.- ¿Eres Lily? – Julius tomo la mano tendida de la pelirroja y le dio un beso en ella, como los caballeros a la antigua usanza. – Mi amigo Calvin habla maravillas de ti.

.- Gracias. – Para ocultar su rubor, Lily presento a sus amigas.

El profesor beso las manos de todas las chicas, que se ruborizaron. Cuando saludó a Evy, la onza vio el ojo dentro de la concha tatuado en el codo de Julius... Un Mahutam como ella. Interesante. Distraídamente se pregunto que estaría tramando Hobbes y si Ethan estaría al corriente de ello.

Tras las presentaciones, Julius las preguntó si habían desayunado. En ese momento, las 5 chicas se dieron cuenta del hambre que tenían.

.- Comamos algo y mientras os explico en que consiste mi método para recuperar recuerdos borrados mediante hechizos desmemorizantes y como se me ocurrió.

.- Hobbes me dijo que usted fue inefable. – Dijo Lily con timidez.

.- Lily, por favor, llámame de tu. Pero sí que fui inefable, y de los mejores además. Supongo que no sabéis a que nos dedicamos los inefables, en realidad nadie tiene ni idea, pero la mayoría de nuestros trabajos consisten en investigaciones rozando lo que los Muggles llaman ciencia. Mi área de investigación era la mente humana, concretamente, la manera que tiene nuestro cerebro de canalizar las emociones. Me proponía desterrar la idea de que los sentimientos proceden del corazón, ya que todo esta en nuestro cerebro. Mi esposa, que en paz descanse, estaba haciendo lo mismo pero con el sexo.

.- ¿El sexo? – Interrumpió Jack, interesadísima en el tema. - ¿Quiere decir, que el deseo sexual procede del cerebro? Es que siempre pensé que cuando el deseo entraba en acción el cerebro se desconectaba...

.- O no al contrario. El deseo empieza en la mente. Y la seducción también. Mi esposa y yo queríamos encontrar los canales del cerebro por donde se distribuye esa información. Eran buenos tiempos... - El ex Inefable esbozo una sonrisa nostálgica. – Pero buscando eso, encontramos otra cosa más peligrosa... Una cura para los besados por dementores.

.- ¿Una cura? – Interrumpió Evy. - ¿Quiere decir que logró reconstituirles el alma?

.- Es una forma de verlo: ya te he dicho que todo esta en el cerebro. Y el cerebro en realidad no es más que una perfecta combinación de impulsos eléctricos. Con la polaridad adecuada podías hacer que la parte del cerebro que gobierna el alma, volviera a funcionar. – Explico Julius, dejando a las 5 chicas fascinadas con tanta inteligencia.

.- Dios mío, eres genial. – Calley mostró una sonrisa de colegiala enamorada.

.- El caso es que los del Ministerio no les gustó mucho la idea. Tenéis que entender los móviles políticos: hay gente que no esta conforme con que el ministerio se aliara con los Dementores. Y no hablo solo de semihumanos, me refiero a magos, que opinan que perder el alma es un castigo excesivo.

.- Pero son criminales. Muchos de ellos se merecen lo peor. – Intervino Isis con tono tímido.

.- Eso opina la mayoría de la gente. Sin embargo, la justicia comete errores. Y además el ministerio no controla a todos los Dementores. Muchas veces estos salen de excursión y besan a personas totalmente inocentes. Mi cura era para ellos. Pero eso implica reconocer los errores y corregirlos y el Ministro de Magia no domina esa variedad de honradez. – El ex inefable exhalo un pesaroso suspiro.

.>> Para colmo, en un alarde de estupidez, mi esposa y yo, les echamos en cara la blandura de su política con los dementores. El jefe de los Inefables, nos despidió a los dos. El caso es que cuando despiden a un inefable le borran la memoria. El hechizo fue demasiado fuerte y mi esposa no sobrevivió a él, es algo más frecuente de lo que se piensa. No lo supe hasta más tarde.

.>> La nueva vida que me consiguieron era bastante buena, debo decir, pero no me convencía. Notaba que me faltaba algo. Creo que tú, Lily, conoces bien la sensación. – La aludida asintió e intercambió con el antiguo Inefable, una mirada de comprensión. – Eso es porque las mentes especialmente fuertes se resisten a las maldiciones. Así que decidí recurrir a una viejas amigas en busca de ayuda.

.- ¿Viejas amigas? – Sin poder evitarlo, Joy dirigió sus ojos oscuros hacia Calley.

.- No, a mi aún no me conocía. – La joven de pelo cobrizo parecía haber leído el pensamiento de la morena. - ¡Habla de drogas! – Anunció la alumna alegremente.

.- ¿Drogas? – Preguntaron las cinco jóvenes menos escandalizadas de lo que deberían.

.- ¿Sabéis cuáles son las tres más potentes? – Las pregunto Julius con tono de profesor en clase.

.- Júbilo de onza, sangre de vampiro y polvo de hadas. – Recito Isis sin la menor vacilación. Sus amigas la miraron sorprendidas. – Una vez al mes, Venom nos da un discurso a todos los prefectos sobre el tema. Y lo que debemos hacer en caso de que las encontremos en el colegio.

.- Pues sí, son esas 3. Las probé en diferentes proporciones hasta que... ¡ZAS! – Julius dio una fuerte palmada que sobresaltó a todas las chicas. Tras disculparse el hombre prosiguió. – de pronto, todos mis recuerdos volvían en mi. Y fue genial. He experimentado un poco más en voluntarios como Calley. – La aludida sonrió. – Hasta perfeccionar casi de forma total la poción.

.- ¿Casi? – Las dos cejas de Evy se alzaron a la vez. – Porque con algo tan potente como la sangre de vampiro el polvo de hadas y el Júbilo, más le vale estar más seguro que un simple Casi.

.- Nadie dijo que esto no fuera peligroso. Tú decides Lily.

.- ¿Pasaste por eso, Calley? – Quiso saber la pelirroja.

.- Oh, sí. – Calley sonrió con tristeza. – mis padres fueron atacados por los seguidores de ese mago demente hace unos 5 años... Yo me salve porque me había escapado con mi novio para ir a un concierto de los Rolling Stones. Cuando volví, me encontré con esa fea marca verde flotando encima de mi casa... Luego los aurores nos borraron la memoria a todos. A la policía, a mis vecinos, a mi... Y nos hicieron creer que había muerto por una explosión de gas. Pero yo sabía que algo no encajaba: más que nada en mi casa era todo eléctrico y no había nada con gas que pudiera explotar. Julius me encontró y me ayudo a recuperar la memoria. – Calley tomo la mano del hombre y sonrió agradecida. Luego sus ojos grises observaron a Lily. – Pero es tu decisión.

.- ¿Podemos hablar unos segundos? – Pregunto Jack.

.- Claro. – Contestaron Julius y Calley sin moverse.

.- A solas. – Aclaró Joy.

.- Ah. Vale. – Esta vez la pareja se levantó y se fue. Al salir, el antiguo inefable llevaba la mano apoyada en el trasero de su alumna.

.- ¿Qué opináis? – Quiso saber Lily una vez a solas.

.- Que son unos mentirosos. – Se indigno Isis.

.- ¿Tío y sobrina y la mete mano así? .¡Un huevo! – La apoyó Jack.

.- No seáis tan desconfiadas... Puede ser incesto. – Apunto Joy comprensiva.

.- ¿Qué opináis sobre lo de las drogas? – Matizo Lily, riendo a su pesar.

.- No lo hagas. – Aconsejó Joy tajante. – Lo de hurgar en la mente con ayuda de influencias externas no es buena idea... Mira lo que podía haberla pasado a Evy por jugar con la poción de Psique.

.- ¿Cómo sabes lo de la Poción de Psique? – Se sorprendió la Onza.

.- Sirius me lo contó cuando llegue a casa de Lily, y ella estaba con el lió del cura para la boda de su madre. – Joy se concentró en el dilema actual dejando de lado el pasado. – La podía haber pasado de todo.

.- Mi opinión ya la conoces: juegos sexuales, sí. Juegos mentales, no gracias. Aunque Mothman diga que están relacionados. – Opino Jack.

.- No debes hacerlo. – Respondió Isis cuando los ojos verdes de la pelirroja se clavaron interrogantes en su rostro oriental.

.- Sinceramente, creo que esos ingredientes son demasiado peligrosos. – Terminó Evy.

Lily apartó la mirada de sus amigas y dio una vuelta a entera a la habitación meditando... Para cuando se volvió de nuevo hacia Evy, el rostro de la druida mostraba determinación.

.- Evy, pese a los problemas que te causara y los riesgos que corriste: .¿Volverías a tomar la poción de Psique? – Pregunto la pelirroja.

La Onza lo pensó el tiempo justo y necesario.

.- Sí. – Tres segundos escasos.

.- Evy. – La riñeron Joy e Isis.

.- Para una vez que tiene que mentir, va y dice la verdad... – Jack negó con la cabeza en un gesto de "que paciencia".

.- ¡Ey! Que yo a Lily procuro mentirla lo menos posible, que a la larga resulta malo para nuestra salud. – Se defendió Evy. – Además: pensaba que si le decía que sí, ella diría que no. Como siempre hace lo contrariode lo que la decimos.

.- Eso es cierto. – Joy miraba la puerta por la que Lily se había ido apenas su amiga castaña había contestado a la pregunta.

&·&·&

Media hora más tarde, Lily estaba tumbada en una especie de camilla de hospital, con una túnica blanca, y un montón de cables que la conectaban a la máquina que controlaría sus constantes vitales. Todo era una extraña mezcla de Mundo Mugre y Magia, que a la pelirroja le parecía de lo más reconfortante.

.- Las drogas se te administrarán a través de inhalación. Las respirarás con esta mascarilla durante unos segundos, luego te proporcionará oxígeno. Es mejor así el cerebro nota antes el efecto. – Explicaba Julius mientras la ponía la mascarilla.

.- Suerte. – Le deseo Calley con una cálida sonrisa y un apretón antes de irse donde esperaban las amigas de la pelirroja.

.- Ahora cierra los ojos y relájate. Empezaremos en unos segundos.

Lily trato de obedecer el consejo del antiguo inefable, pero no era fácil, respirando profundamente con la mascarilla puesta se sentía como Darth Vader... Sin embargo, la combinación de drogas debía ser lo bastante eficaz como para vencer las paranoias de la pelirroja, porque de pronto la habitación se había evaporado y Lily estaba en un pasillo, que reconoció como el de San Mungo, pese a que nunca había estado allí, al menos consciente...

La druida empezó a avanzar por el pasillo, suponiendo que para encontrar el recuerdo perdido, tenía que encontrar el lugar físico/mental donde se produjo. El problema era que no tenía ni idea de en que habitación había estado ingresada. Pero andando se llega a Roma, así que avanzó decidida confiando en que aquella frase hecha resultara acertada.

Y lo fue: al llegar a los ascensores vio a Crouch, seguido de Umbridge y una mujer a la que Lily no conocía pero que debía ser la famosa Carolyn Clark, la abuela de Sirius. Pensando que irían a su habitación, Lily decidió seguirlos.

Sin embargo, cuando inició la persecución se sintió en desventaja. Era como si aquellos tres ancianos llevaran petardos en el culo y patines en los pies mientras Lily llevara pesas de 40 kilos en cuello, manos y pies... Pero la pelirroja era cabezota y siempre lograba saber que camino habían tomado.

Finalmente, torció una esquina a tiempo de verles entrar una habitación junto a Dumbledore. La druida sonrió cantando victoria demasiado pronto, ya que cuando se disponía a acercarse a la puerta, una figura vestida de negro se interpuso en su camino.

Molesta por la intromisión, Lily la trato de apartar, pero la figura saco una varita y la lanzó una maldición que la pelirroja no logró esquivar...

&·&

.- Mierda. – Exclamo Julius al oír el pitido de la máquina que indicaba que el pulso de su paciente acababa de disminuir y amenazaba con pararse. – Calley, rápido, la epinefrina.

.- ¿Qué pasa? – las cuatro chicas se acercaron preocupadas.

.- Debe haber encontrado a su perro guardián. ¡Rápido, Calley!

.- ¿Qué es un perro guardián? – Insistió Isis a la que la parasicología la encantaba.

.- A veces el hechizo de desmemoriar genera un reflejo en la mente, tienes que vencer ese reflejo mental si quieres acceder al recuerdo que buscas. – Calley llego con un maletín rojo y se lo tendió al antiguo inefable. – En mi caso fue un conejo vestido de marinero.

.- Ah. Que bien. – Isis las lanzó a sus amigas una mirada de "esta piba esta loca" que ninguna de ellas vio.

.- Maldita sea. Calley, no me trajiste el libro de instrucciones. ¡Corre!

.- A ver déjeme eso. Yo he dado un curso de socorrismo en la playa con el prestigioso mago socorrista Match Buchanan, y sé de eso. – Jack tomo la jeringuilla, la clavo en el frasco de epinefrina y la cargo con la sustancia. Luego miro a Lily sin decidirse a inyectarla.

.- Creo que la tienes que clavar en el corazón. – Comentó Joy servicial.

.- Lo sé, pero tengo que saber exactamente donde esta el corazón y ese maldito pitido no me deja pensar y recordarlo... – Se desespero la joven Sparrow. – Traedme un rotulador.

.- Jack, esto no es Pulp Fiction. ¡Haz algo! Se nos esta yendo. – Joy lanzó una mirada al monitor en el que ya empezaba a verse una línea totalmente plana.

.- Lo sé pero es que... – Con un suspiro, Evy interrumpió a Jack a media frase, la arrebato la jeringuilla y sin la menor vacilación la clavo en el corazón de Lily, descargando todo el contenido de epinefrina en él. Al instante en el monitor apareció un pico, y unos segundos después el pulso de la druida se había normalizado.

.- ¿No debería haber despertado? – Jadeo Joy, ya que a todas las costaba aún respirar por el susto.

.- Esto no es Pulp Fiction, Joy. – Aclaro Jack con tono condescendiente y vengativo.

Por su parte, Evy había tirado la aguja a la papelera y se había dejado caer ella misma en el sofá, con los ojos cerrados y una mano en la frente como si aún no se pudiera creer lo que acababa de hacer...

.- Os juro que he visto pasar toda mi vida delante de mis ojos. – Confeso Isis asustada. Sus tres amigas la miraron con extrañeza: la que debería haber visto pasar su vida delante de sus ojos era Lily, que para algo casi la había palmado. – Es que me di cuenta que si a Lily le pasaba algo, cuando James se enterara nos mataría.

.- Y Loveday también. – Señalaron las otras 3, con cierto alivio en la voz.

.- ¿Sabéis que? .¡Vosotras 4 sois geniales! – Las aplaudió Calley entusiasmada.

.- Sí, lo son. – Convino Julius. - Ahora veamos si vuestra amiga también lo es y puede vencer a su perro guardián.

&·&·&

Lily se despertó en una alfombra mullida, una alfombra que la pelirroja conocía demasiado bien: la alfombra de su habitación.

Bruscamente abrió los ojos verdes y se descubrió en su habitación de casa. Sólo que algo no estaba bien en ella, la pelirroja tardo unos segundos en asimilar que el cambio era que su habitación no había estado así desde el verano.

Para cuando la druida se levantó ya sospechaba la escena que se iba encontrar en el pasillo: de pie, justo donde empezaban las escaleras estaba la misma mortifaga que la había maldecido antes, la misma que la hirió en verano...

De hecho, la escena era clónica de la de aquel 25 de agosto, salvo por la ausencia de sus amigos y de su hermana, y que ella ya llevaba de serie la cicatriz. La druida entornó sus ojos verdes ahora vería esa zorra, pero cuando alzo su mano dispuesta a lanzarla un hechizo que la devolviera a la puta aquella todos sus favores, descubrió que no tenía varita...

.- Joder. – Medio gimió la pelirroja. ¿Es que nunca la iba a salir algo bien?

Por si acaso, Lily dio la vuelta y se atrincheró en su cuarto. Escasos segundos después, empezaron a sonar las maldiciones que la mortifaga usaba para derribar la puerta.

Histéricamente, Lily empezó a rebuscar para su habitación buscando cualquier cosa que la sirviera de arma sin encontrarla. Decidido: en cuanto llegara a su casa iba a plantar en su habitación un arsenal que ya quisiera tener los de la Asociación Nacional del Rifle. Pero entre tanto¿es que ni en su propia mente la iban a salir bien las cosas?

Un momento, estaba en su mente. Julius acababa de decir que todo, absolutamente todo, estaba en la mente. Y si la mente era suya y todo estaba en ella. ¿Por qué no iba a adquirir un par de espadas y conocimientos de artes marciales a lo Matrix?

A la vez que surgía esa idea, en sus manos aparecían dos espadas cortas, fáciles de manejar. Lily las observó solo un segundo, ya que la mortifaga consiguió destrozar la puerta justo en ese momento.

Al verla la pelirroja compuso una media sonrisa malvada, antes de dar un salto propio de una película de artes marciales y aterrizar ante una mortifaga, que no tuvo tiempo de respirar y mucho menos de evitar que Lily la clavara las dos espadas. Una en el estómago, y otra en el corazón.

Tras el ataque Lily retrocedió un paso y con un gesto de su mano, envió flotando a la mortifaga al pasillo, que volvía a ser el del hospital... Ya nada se interponía entre ella y su recuerdo perdido. Nada salvo... Tenía que saberlo...

Se agachó y le quito la máscara a la mortifaga para descubrir su identidad y al verla... Simplemente no se lo podía creer: sabía que la odiaban pero no hasta ese punto. Y aquellos meses Anya Aniston no la había tratado nada mal...

Pero ya tendría tiempo de asimilarlo, ahora tenía que ocuparse de otras cosas: con decisión abrió la puerta y...

Estaba tumbada en una cama de hospital, notaba el áspero tacto de las sábanas y oía voces: sin abrir los ojos, reconoció la de James, cerca de ella, la risueña de Dumbledore y la desquiciante y falsamente dulce de Umbridge. Instintivamente cerro los ojos con más fuerza que antes, era una suerte que en los hospitales mágicos no monitorizaran las constantes vitales, de lo contrario ya sabrían que ella estaba despierta.

Decidió permanecer con los ojos cerrados, pero con los oídos abiertos, la verdad es que la conversación era interesante.

.- ¿No se te dijo en junio que te alejarás de ella? – La voz era femenina y dado que no era la de Umbridge, aunque la resultó tan desagradable como la de ella, debía ser de Carolyn Clark. - ¿Y que hacías en su casa?

.- Evitar que la matarán. – James debía estar cerca de ella. Por primera vez la pelirroja relacionó la presión en su mano con la posibilidad de que el moreno de pelo revuelto se la estuviera tomando.

.- Para eso están nuestros estupendos aurores. – Aquella sí era la voz de Umbridge. Lily tuvo que contenerse para no levantarse y pegarla un buen puñetazo. – Sólo tenías que haberlos avisado.

.- A veces no hay tiempo. – Replico el chico con voz insolente y aburrida. – Además, la mayoría de sus estupendos aurores tiene tendencia a no tomar en serio las llamadas de emergencia.

.- Porque la mayoría de las denuncias son falsas. – Se defendió la mujer con un tono que indicaba cuanto había logrado irritarla el muchacho.

.- Basta de discusiones absurdas... – Cortó Crouch.- Tenemos cosas más importantes en las que pensar. Albus, dado que Quien tu ya sabes esta decidido a terminar con los herederos debes darle clases de Occlumancia. No podemos permitir que entre en sus mentes como Pedro por su casa. Hazlo de forma discreta, el señor oscuro tiene espías por todas partes y se enteraría de que alumnos reciben clases especiales.

.- Me parece buena idea. – El tono de Dumbledore contenía una nota de amable ironía, como si el anciano mago hubiera tenido esa idea en la mente desde el principio y su intención fuera ponerla en práctica aunque nadie le hubiera dado permiso.

.- A mi no. – Replico James. Dado que él era el interesado, que se negara suponía un pequeño inconveniente. – Sólo daré esas clases si son con Sirius Black y ella. – En ese punto el moreno de pelo revuelto apunto con la cabeza a la pelirroja dormida.

.- No. – negó el director de seguridad mágica con tono tajante.

.- Pues no habrá clases. – Contestó James encogiéndose de hombros.

.- Esta bien, esta bien... A lo mejor uno de ellos sí que puede. Tal vez ese nieto inútil que tengo. – un par de ojos castaños fulminó a Carolyn por el insulto a su mejor amigo.

.- Vale, Black sí, pero ella no. Es más: creo que deberíamos conseguirla una beca para otra escuela o algo así.

.- ¡Ni hablar! – Bramo James.

.- Pero si sería por su bien. Así esta joven, podría estar a salvo de Quien tu sabes.

.- Claro, Dolores. Todos sabemos lo mucho que te importa la seguridad de la Srta. Evans. – La puerta se cerró con suavidad, a la vez que McGonagall entraba en la habitación.

.- Además, da igual adonde la mandéis: yo iría detrás de ella.

"Recordatorio mental a mi misma: James se merece una noche entera de sexo por esa pedazo frase" pensó Lily, reprimiendo a duras penas la sonrisa. Aunque no lo bastante para que no la delatara, ya que alguien de la habitación había visto el gesto de la pelirroja.

.- Creo que es mejor que Lily permanezca en Hogwarts, hay demasiada gente que podría interesarse en ella si supieran que es una O'Shiannon, y en mi escuela estará a salvo. – Dijo Dumbledore devolviendo un poco de serenidad a la conversación. Aunque Umbridge le mando una mirada cargada de suspicacia, totalmente convencida de que a la que se descuidaran ese montaba un ejército con ayuda de la druida.

.- De acuerdo. – Accedió Crouch con un tono que indicaba que estaba en desacuerdo total con la idea, pero que por el momento prefería no enfrentarse a Dumbledore. – Mas si me entero de que esta recibiendo alguna clase "extra" que no este en el temario oficial del Ministerio, será expulsada, pese a las quejas de alguno que yo me sé. – Los fríos ojos azul hielo del hombre se clavaron en James. El joven de pelo revuelto le replico con una mirada envenenada.

.- Creo que debemos dejar esta conversación para más delante. Viene el médico. – Anunció Clark con el mismo tono que alguien anunciaría la llegada de la policía en un fumadero de crack. Y de igual manera que la gente al recibir ese aviso, Clark, Umbridge y Crouch se fueron.

.- Deberías descansar. Pareces agotado. – Se preocupo McGonagall, al ver el aspecto de James, un verdadero desastre después de una semana sin apenas dormir. A Verbena, Dumbledore la había podido infundir sueño con un hechizo, pero el joven animago los resistía demasiado bien.

.- No, estoy bien. – negó el moreno con cansancio.

.- No lo estás. Vamos a ir los 3 a tomar un café o un té. – Ordeno McGonagall con el mismo tono seco que usaba para poner orden en la sala común. – Sí, tu también Albus, has descansado tan poco como él. – Le aviso la profesora al ver que el director se preparaba para organizar una rebelión que rivalizara con la del adolescente. A ninguno de los dos les sirvió de nada, ya que Minerva les arrastro hacia la cafetería como un gato conduce a los ratones a los cebos.

Cuando se quedó sola, Lily espero unos segundos antes de incorporarse y meditar sobre lo que acababa de escuchar o recordar... La verdad es que tenía un pequeño lío, ya que había vivido el recuerdo como la primera vez, pero a la vez tenían bien presentes los conocimientos adquiridos esos meses y al fin todo encajaba.

De repente se abrió la puerta. Los ojos de Lily se abrieron de la sorpresa al ver a Crouch en el marco de la misma, con la varita alzada. Antes de que la pelirroja pudiera gritar, el jefe de seguridad mágica le lanzo una maldición para borrar su memoria.

.- ¡AHHHHHHH! – Lily casi se cae de la camilla al despertar tan bruscamente en medio del laboratorio clandestino de Mothman.

.- ¡Lily! – Sus cuatro amigas fueron hacia ella, preocupadas, y entre todas evitaron que cayera al suelo.

.- ¿Qué ha pasado, cielo? – Evy la aparto el pelo de la cara con cariño, mientras con igual mimo, sus compañeras la acomodaban de nuevo en la camilla.

.- Crouch... Maldición... Mortifaga... Cicatriz. – Balbució la druida de forma bastante confusa dejando que sus compañeras extrajeran sus propias conclusiones.

.- ¡Dios mío! Crouch es la mortifaga que te hirió. – Lo que, como acababa de demostrar Isis, era bastante peligroso.

.- Pero si la mortifaga que hirió a Lily es la novia de Rosier... ¡Dios mío! .¡Crouch es la novia de Rosier! – Joy se tapo su boca con las manos un segundo. Luego las aparto desconcertada. – Pues no imaginaba yo que Rosier tuviera tan mal gusto...

.- ¿Qué el jefe de seguridad mágica se traviste de mortifaga para liarse con un adolescente? – Como aún no eran pocas locas, Calley decidió aportar su granito de arena.

.- No, si ya veía yo que se hombre era algo raro... – Comento Julius con cara de enteradillo.

.- Lily, explícate, por favor. – Exigió Jack tras poner los ojos en blanco divertida por el caos que acababan de liar sus amigas en un segundo.

.- Esta bien. – Accedió la pelirroja, más recuperada tras el trago de Coca Cola que acababa de darle Evy. La druida se tomo unos segundos para ver por donde empezaba. – Todo era como en un sueño¿sabéis? Y estaba como perdida en San Mungo, pero luego vi a Crouch, Clark y Umbridge saliendo del ascensor y los seguí, pero me costaba mucho... Cuando estaba a punto de alcanzarles, una mortifaga se interpuso en mi camino...

.- Tu perro guardián. – Como Lily parecía desconcertada, Julius le explico lo que era. – Ha estado a nada de matarte.

.- Tuvimos que inyectarte epinefrina directa al corazón. – Se emocionó Calley.

.- Por eso me noto como un cardenal en el pecho. – Lily se llevo la mano a dicha parte, que la dolía un poco.

.- Igual es porque Evy te clavo la jeringuilla muy fuerte. – Jack aún estaba picada por la forma en que la onza la había arrebatado la epinefrina.

.- O igual se lo hizo James anoche. – Señaló la castaña con maliciosa dulzura.

.- James... – Musito Lily con tono apesadumbrado. Luego agito la cabeza y siguió explicando como había vencido a la mortifaga en su casa. – Cuando lo hice, me encontré de nuevo en la puerta del hospital. Pero antes de entrar, la quite la máscara: era Anya.

.- ¿Anya? – Dijeron las cuatro chicas, muy poco asombradas.

.- Parece que lo sospechabais. – Dijo la pelirroja.

.- La verdad es que las apuestas estaban entre ella, Leticia, Bellatrix y Sheila. – Joy se encogió de hombros, con su peculiar estilo lleno de elegancia. – Evy y yo hemos ganado un buen pellizco.

.- Ah, que bonito. Ganando dinero a costa de mi desgracia. – Se pico Lily.

.- Tranquila, te invitamos a venirte de compras con el dinero. – La aplaco Evy, como si su amiga morena la hubiera contagiado la creencia de que un vestido nuevo es capaz de arreglar todos tus males. - ¿Y que paso con Crouch en el hospital? Tuvo que ser bien gordo, porque James le odia a muerte desde entonces. – La druida prosiguió con el relato.

.- ¿Y que hacemos ahora? – Pregunto Joy.

Las 5 chicas se habían sentado en una habitación del laboratorio clandestino, esperando a que Lily se recuperara un poco más antes de volver a Hogwarts. Evy la había dicho que se lo tomara con calma, ella necesito de 1 hora y media para volver a estar en plena forma, y tenían tiempo. Además, Calley y Julius se habían ido de compras, por lo que la casa era suya.

.- Habrá que denunciar a Anya. – Dijo Isis siempre guiada por su sentido del deber. – Es una mortifaga.

.- Pero no tenemos más pruebas que la palabra de Lily. – Apunto Jack con su cinismo habitual.

.- Julius dijo que en el caso de una druida, la poción potencia sus sentidos y las ayuda a percibir mejor ciertos recuerdos. – Rebatió la oriental. – Vamos, que la droga hizo que Lily pudiera identificar a la mortifaga ya que la hizo reconocer los detalles familiares que vio en ella durante el ataque... Luego es bastante fiable como testigo.

.- No para Crouch. – negó Lily frustrada. – él me odia. No me creerá ni una palabra.

.- Ya era difícil de demostrar lo de Snape. – Añadió Joy como si estuviera pensando en voz alta. - Y Anya pertenece a una de las familias más importantes del mundo mágico... Tendría suerte sino la acusarán de calumnia.

.- Por no mencionar que querrían saber como accedió Lily a un recuerdo borrado. Y terminaríamos metiendo en un lío a gente que solo nos ha ayudado. – Concluyo Evy.

Tras descartar definitivamente la idea, hubo unos momentos de silencio.

.- Dejaste a Snape por ser mortifago, .¿no? – Le pregunto Lily a Joy, la morena se limito a asentir. – Lo siento. No me lo esperaba de él. – Se solidarizó la pelirroja.

.- Ay, Joy, no empieces otra vez y supéralo. – Se irrito Jack. – Volviendo a Anya hay que darle una lección.

.- ¿No me digas? – Replicaron las 3 mayores con una ironía que las dos más jóvenes pasaron por alto.

.- Podríamos descuartizarla y darla como carnada al calamar. – La joven Sparrow lucía su cara de diablilla pensativa.

.- Mm. interesante idea. – La sádica sonrisa que empezaba a formarse en los labios de Evy, se vio truncada, al tener la onza un pensamiento lógico. – Pero no, la gente lo relacionaría con nosotras... Tenemos que ser más sutiles que nunca.

.- Exacto. Ella no debe saber de donde vienen los golpes. – Aprobó Joy con una sonrisa malvada. – Además, deberíamos tenerla vigilada constantemente...

.- Ay, me has recordado a ese auror tan raro que conocí en la fiesta de la madre de mi rival. Creo que se llamaba Moody, todo el rato con alerta permanente... – Los ojos de Jack rodaron con aburrimiento.

.- Igual podía vigilarla. – medito Isis.

.- ¿Moody? Llamaría un poco la atención en la escuela. – Se extraño Jack.

.- Hablaba de "tu rival". – Aclaro la oriental.

.- Es buena idea, como ella y Loveday viven en la misma habitación que Putanya podrán controlarla. – Aprobó Joy.

.- ¿Pero como se puede ser tan puta? – Soltó de pronto Evy, casi como si fuera a saltar a la yugular de la peliteñida si la tuviera delante.

.- Pues yo creo que es más bien sosa. – Jack arrugo su naricilla con desdén.

.- Y solo es lesbiana, no es para tanto. – Añadió Lily.

.- Hablaba de Anya. – Aclaro la onza.

.- Y nosotras. – Se apresuraron a aclarar la pelirroja y la castaña de pelo corto. Evy ladeó la cabeza como diciendo "ya, y yo me lo creo".

.- Pues decidido, que Loveday y Bell tengan vigilada al putón. – Concluyo Joy. – Será mejor que volvamos a la escuela, antes de que alguien se de cuenta de nuestra ausencia. ¿Puedes andar ya, Lily? – Como la pelirroja asintió las 5 jóvenes se pusieron en marcha.


Y ya está por una temporada. ¡Sí! Me voy de vacaciones a la playita... A un lugar donde no tengo Internet ni cobertura para el móvil, lo que implica que hasta septiembre no voy a poder actualizar.

Disfrutad el verano cariños míos.

Muak.

Carla Grey.

Orgullosa Lupina. MOS. Hermana de Mya, Paula & Maru Malfoy. Tía de Azi Black. Paciente de Serenity. Hija política de Veronika. Emperatriz consorte de Alonning. Ahijada del hada madrina Noriko. Prima de Miss Molko e Inna. Miembro de las 15 de Mey. Amiga por correspondencia de una miembro de LODF. Pariente de Anvy Snape. Casi pariente de Libertad, la amiga de Mafalda. Chica del espejo de lujuria de Dreaming.