Un verano en el paraíso.
Capítulo 10: A la mierda las consecuencias.
Draco, no estaba muy bien en ese momento. "La tenia….ah!. Me la jugó bien con su mierda de gato, ahora se encierra en su habitación a llorar la pobrecita…" se rió burlonamente y fue a por un bote de coca cola al frigorífico. Se había acostumbrado bastante al modo de vida muggle, pero echaba de menos su mansión. No a su padre, desde luego, pero sí su casa, su habitación, sus cosas… Tendría que pensar seriamente el ir a buscar sus cosas, pero creyó mejor esperar hasta que Hermione se calmara un poco.
Tomando a sorbitos la gaseosa bebida, se sentó delante del televisor y lo encendió, apareciendo un programa que él jamás había visto antes. La gente estaba sobre un escenario y cantaba, y en una pantalla situada al fondo del escenario desfilaban unas palabras. Draco, escuchando la música atentamente, se dio cuenta de que estaba leyendo las letras. "Que raro…normalmente cuando se canta una canción, nos la sabemos de memoria, pero esta gente hace trampa mirando la letra…tendré que preguntárselo a Hermione. . . ah no, es verdad, se ha enfadado". No pudo evitar reírse, ¿Quién se habría imaginado que su peor enemiga estaría resentida si el besaba a una de sus amigas?.
Bueno, a pesar de todo, era comprensible, por toda esa historia de los sangre sucia. . . pero Draco estaba seguro de que si hubiera besado a una bruja, Hermione no habría reaccionado de otro modo.
De repente, se puso a pensar en Rachel y en su conversación la tarde anterior. No era fea, cierto, pero no era su tipo de chica. Le gustaban los desafíos y ella se había rendido sin problemas. Incluso se preguntó, con una media sonrisa, hasta donde habría llegado si se lo hubiese pedido.
Le había dado su numero de teléfono, pero en cuanto se lo dio, lo tiró a la basura. Él no era de esos que volvía a contactar con sus conquistas, y, de todos modos, no quería herir (al menos, no demasiado) a Hermione. Le dejaría saber, después de algunos días, que lo había hecho sólo por diversión. . . y para alcanzarla un poco. . . "me pregunto cómo será besarla. . . ¡Oh!¡No seas ridículo! Es tu peor enemiga!...si, pero estaba muy guapa con ese pijama. . . pero las consecuencias, Draco, las consecuencias. . . ¡a la mierda las consecuencias!...de todos modos jamás te atreverás. . . eso es lo que tu te crees".
Tras este pequeño debate con su propia cabeza, se levantó y se fue de nuevo al vestíbulo y subió las escaleras de puntillas. Se acercó a la puerta de su habitación y tocó.
- déjame en paz!
Su voz parecía rota, como si hubiera llorado. No pudo dejas de sentir un ligero pinchazo en el corazón. ¿Habría ido demasiado lejos?...Nah, ella también se lo había buscado.
- Granger, abre la puerta!
- No!
- Te ordeno que abras la puerta!
- ¿y si no qué!
Grrrr. . . eh si, ella podía ser un coñazo con ese punto! Pero si de verdad quería jugar a ese juego. . . .
- si no la echo abajo
- Pfff
- Oh si. . . ¿no me crees, pequeña sangresucia?. Muy bien, pues ya veras!
Tomó un poco de carrerilla en el pasillo, reunió fuerza en el hombro derecho, y se lanzó contra la puerta. Vaciló un poco, pero no se movió. Lo repitió y se rompió un poco. Justo en el momento en el que estaba a punto de chocar por tercera vez, Hermione abrió la puerta, él entró dentro, tirando a los dos al suelo, el tirado sobre ella. Ella tenía los ojos cerrados y una mueca de dolor pintada en la cara. Draco sonrió y secó el rastro de una lágrima en su cara.
- ¿Te he hecho daño?
Sus ojos se abrieron precipitadamente y colocó sus manos en el musculoso pecho de Draco, intentando vanamente apartarlo.
- ¡Por supuesto que no! ¡Acabas de atropellarme, me tiras al suelo y me hago daño en la cabeza. . . .pero seguro que no me has hecho daño!
- ¿Qué es lo que el malo slytherin aún no ha hecho a la gentil gryffindor?
- Cierra la boca, Malfoy. . . ¡y muévete!
- ¿y si no tengo ganas?
Hermione entreabrió la boca, sorprendida, y lo miró con grandes ojos. "Casi diría que ella está. . . sexy así". Pero alejó ese pensamiento y le sonrió.
- eres medianamente confortable, ¿sabes?
PAF! Se encogió. Tanto peor si aquello dejaba marca. . . al menos, a parte de ella, nadie la vería. . . y no estaban Potter y Weasley para fastidiar. Aun así, ella podría haber ido un poco menos lejos. Suspirando y tocándose la mejilla, se levantó y le tendió la mano. Poniendo una pequeña mueca, Hermione la cogió y se levantó también.
- Lo siento
- No es nada
- ¿Que?
- He dicho que no es nada, ¿estas sorda?
- Eh no. . . pero jamás habría creído que. . .
- ¡Bueno, vale!¡Yo también tengo derecho a decir cosas normales de vez en cuando!
Hermione lo miró de hito n hito, y asintió con la cabeza, un poco asombrada.
"Estoy seguro de que después de volver a Hogwarts irá a contárselo todos a sus novios. . .debería de haberme quedado en casa y hacer frente a Lucius. . . a estas horas ya estaría muerto pero me habría evitado meterme en toda esta mierda". Se sentó en la cama mirando al vacío. Hermione se quedó de pie observándolo un instante, luego se sentó a su lado y colocó una mano en su brazo. Draco no dijo nada, pero observó que los dedos de la chica temblaban ligeramente.
- Yo. . . por supuesto que tienes derecho a decir lo que quieras Draco. Nadie te lo impide.
Este último levantó la cabeza. Era la primera vez que lo llamaba por su nombre sin sombra de burla o asco. "No es tan desagradable de oír. . . "
- oh si. . .
- Si es por tu padre, dile que deje de fastidiarte (ah, no, cierto, ya lo ha hecho). No tiene derecho a tratarte así! Venga, vamos! Iremos a por tus cosas esta tarde!
- ¿Q-que?
- ¡Ya lo he decidido! Mis padres no vuelven hasta mañana por la noche. . . y si me doy prisa, puedo conseguir una escoba y una capa de invisibilidad para esta tarde. . . ¿sabes volar hasta tu casa, no?
- Si, pero Granger. . . ¿te das cuenta de lo que estas a punto de hacer?
Hermione se sonrojó y bajó los ojos, un poco avergonzada por haberse dejado llevar.
- Creo. . .
- Te agradezco muchísimo que quieras ayudarme, pero tu conoces a mi padre. . . es un tirano, un monstruo. . . no vacilaría en matarnos a los dos.
- Es por eso que nos hará falta una distracción. . . es una pena que no seamos tres. . .
Draco la miró. No sabia que pensar. . . esto podía funcionar, cierto, pero sus posibilidades pendían de un hilo a punto de romperse. Tenia muchísimas ganas de recuperar su varita, sus libros y sus cosas. De repente, tuvo una idea.
- No necesitamos ser tres, al menos no para ir allí. . . pero siempre puedo pedirle a algún elfo domestico que distraiga a Lucius mientras me meto en mi habitación y lo recojo todo. . . creo que ya sé a quien pedírselo. . .
- Entonces. . . ¿estas preparado?
La observó un instante, sumergiendo su mirada en la suya. Ella tenia ganas de pelear, de sentirse útil, eso es lo que veía en sus ojos. Draco se sintió de pronto muy conmovido. Nadie había querido jamás hacer algo como eso por él, nadie. Respiró profundamente, la tomó en sus brazos y apretó suavemente.
- Si, lo estoy.
Ella le abrazó también. Por primera vez, Draco se sintió feliz. Por primera vez, tuvo la impresión de que no estaba solo. "Hermione, me has dado tanto, no puedes saberlo. . . jamás podré agradecértelo lo suficiente. . . ". Una ligera pero sincera sonrisa en sus labios, la soltó.
- Bueno, eso no es todo, si de verdad vamos a ir allí esta tarde, será mejor que nos consigas esa escoba. . . mi casa está bastante lejos.
- Eh. . . ok.
Pareciendo al principio un poco perdida, la Gryffindor fue a sentarse en su escritorio y garabateó algo sobre un trozo de papel. Cuando hubo acabado, lo plegó en dos y señaló a Draco que la siguiera abajo.
- ¿Puedo leerlo?
- No. Será mejor que no sepas a quien le pido ayuda.
"En efecto" pensó vagamente Draco, mientras que ella se arrodillaba frente a la chimenea. Sacó de la parte trasera una planta con un pequeño frasco de polvo azul, que se parecía extrañamente al polvo Flu.
- Este polvo permite enviar algo a un lugar muy preciso, es así cómo me comunico con mis amigos brujos. Es aún más rápido que las lechuzas.
Hermione lanzó un puñado sobre las cenizas de la chimenea, y las rojas llamas se elevaron. Murmuró algo incomprensible (Privet Drivet 4, la habitación más pequeña) y tiró su carta al fuego. Ésta chisporroteó y después, desapareció.
- Bueno, solo nos queda esperar. . .
La respuesta no tardó. Un pergamino enrollado apareció de repente y Hermione se apresuró a tomarlo. Extrañamente, la carta parecía muy pesada. Hermione pareció quitarle algo y a continuación la leyó. Una sonrisa iluminó su cara. Mientras tanto, Draco había tendido la mano y parecía estar desenrollando lo que se reveló ser una capa alrededor de una Saeta de fuego. No pudo evitar reprimir una sonrisa.
- Entonces. . .¿cómo está Potter?
Hermione le miró de reojo.
- Muy bien, si te interesa saberlo. El. . .
- No mucho la verdad.
- Ok. Entonces sólo nos queda prepararlo todo y esperar hasta la tarde. . .
N/T: perdón por el retraso, espero que os haya gustado este capi.
Besukis a todos
Alykea
