PURO AMOR
Ha pasado un tiempo de la última transformación de Kyo, el gato sigue peleando o discutiendo seguido con su eterno rival Yuky Souma. Ambos siguen felices junto a la inocente Thoru, quien aún no puede nombrar a Yuky por su nombre, mirar a Kyo directamente a los ojos, o dejar de pensar que Shigure es un hombre respetuoso y lo que es peor... responsable.
Pero el ambiente está inquieto, en especial en la casa principal, donde Hatori tiene a su cuidado al revoltoso de Momiji. Hace unos días notó una actitud bastante sospechosa de Shunly, ella era la encargada junto con Hatori del cuidado escrupuloso de Akito, la niña había sido abandonada a las puertas de la casa principal por una amante desperada de alguno de los miembros Souma, tenía la misma edad de Yuky y Kyo, pero ella no pertenecía al Junishi, y de hecho su ascendencia fue cuestionada hasta el hecho de que al abrazar a su primos estos no se transformaban en animales.
Pero la pequeña duró poco al lado de los otros miembros Souma, cuando Akito subió como dios de los Junishi la pequeña fue encerrada y solo era vista por Hatori, quien la crió y por Akito a quien cuidaba, pero estaba estrictamente prohibido que tuviera comunicación con alguien más o sería desterrada para siempre. Los otros miembros mayores sabían de su presencia pero tan solo la ignoraban por tratarse de una persona no grata en la familia.
Hasta el momento todo estaba bien, Hatori se preocupaba de enseñarle, con el paso de los años le había tomado cariño, y su preocupación hace un par de meses atrás era con quien dejarla si él y Kana, su prometida de aquel entonces, se casaban y se iban de la casa. Sin embargo, esto nunca se concretó y Akito se encargó de arruinar uno de los sueños de Hatori.
El trío de los tres Souma, Shigure, Ayame y Hatori, conocían muy bien a la niña, esta los ayudaba gracias a su cualidad de ser casi un fantasma para sacarlos fuera de la mansión a hora inadecuadas o abrirles si llegaban a la otra mañana, Akito no habría perdonado de haber descubierto tal desfachatez. Y claro Hatori estaba más preocupado que nadie, ya que si Akito llegaba a pillar infraganti a la niña la echaría a patadas.
Shunly: que haces aquí... la niña de tan solo 16 años miraba el hombre que estaba paraba frente suyo, era apuesto, pero estaba prohibido, acercarse a él significaba la muerte, pero no podía evitarlo, era un magnetismo incontrolable, no sabía porque se sentía así, y a quién recurrir... ella estaba sola, siempre había estado sola, sin embargo, miraba aquel hombre y ese sentimiento desaparecía, pero tenía miedo, tenía mucho miedo y eso la mantenía paralizada.
Kureno solo la observaba, de su boca no salía frase alguna, eso la turbaba, quien era, porque siempre estaba oculto entre las sombras, de alguna forma se parecía a ella, pero su miraba no expresaba nada, su rostro era adusto, serio y tenía un aire a desesperanza.
Kureno: solo vete... él quería acercarse, decirle que sabía que ella existía, que la conocía desde que llegó a esa casa maldita, que deseaba sacarla de ahí, que recordaba cada lagrima derramada por sus ojos, cada gesto cada palabra, pero no podía exponerla así, era todavía muy joven y él no tenía nada que ofrecer, ahora sólo le debía a Akito su lealtad, su compañía, y a la fuerza... su amor.
La niña se percató de la hora y corrió hacia el despacho de Hatori, a la vez que secaba la lagrima que caía por su sonrosada mejilla. En el camino se cruzó con Momiji, ese conejo juguetón que trataba de hacerla feliz con cada gesto y abrazo que le regalaba, pero ella no se sentía cómoda en su presencia, él pertenecía a esa Casa...ella no... era solo una intrusa y siempre lo sería.
Hatori: Como estas... leíste los capítulos del libro...Hatori, la miraba con curiosidad, sabía que esa niña ya estaba a punto de convertirse en una mujer, sabía lo difícil de la adolescencia (era cosa de recordar a Ayame solamente) pero no podía convencer a Akito de que la dejara ir a una escuela, para que interactuara junto a otros jóvenes como ella.
Shunly: si claro, me los se de memoria, gracias por su ayuda señor...ella no se atrevería a tutear a un mayor, era muy estricta y respetuosa, mal que mal su tutor era Hatori.
Hatori: que te ocurre...estas seria, tus ojos están rojos y tus mejillas sonrosadas... Hatori creía que podía tener fiebre, ni siquiera imaginaba lo que en esos momentos estaba ocurriendo en el corazón de la niña, el descontrol que luchaba por salir, que peleaba por liberar todo lo que sentía.
Akito desde las sombras, casi como un cadáver maldito, los había visto solo en una ocasión, sabía que Shunly le tenía casi más terror que Yuky, pero que estaba creciendo y eso llamaba la atención, en especial podía eventualmente llamar la atención de Kureno, ya que si bien Shunly no lo sabía, Kureno permanecía al lado de Akito todo el tiempo transformado en ave, y Shunly se la pasaba ordenando el mismo cuarto sin saberse observada por el ave del junishi.
Momiji: Hatori te llama Akito!... Momiji casi no podía hablar, había corrido muy rápido para darle la noticia a Hatori.
Hatori: iré en seguida...que necesitará, se sentirá mal...pensaba Hatori pero Akito ya tenía planeado como eliminar a esa intrusa que había aceptado en su casa años atrás.
Momiji le sonrió a Shun y esta le devolvió una melancólica sonrisa al junishi, este se acercó y le dijo que no se preocupaba, que tal vez, Akito, se sentía mal pero que no era nada de que preocuparse, ella solo lo observó, se sentía mejor gracias a las palabras de ese joven pero algo le decía que había algo más, era una advertencia, tenía que tener cuidado.
Momiji: que piensas?... sabes me gustaría saber, nunca sales de aquí vives como una prisionera en un castillo, como una princesa, a propósito deberías conocer a mi princesa, ella se llama Thoru...
Shunly: Thoru, que lindo... sabía quien era esa niña, varios miembros de esa casa la conocían, unos la amaban y otros la miraban con recelo, pero cuando la vió esa vez que vino a visitar al doctor, ella parecía ser muy inocente y angelical, le pareció muy linda y deseó que nunca conociera a Akito.
Momiji: si! Deberías conocerla ella es muy linda con todos!...
Shunly: si quiero conocerla, quiero conocer a Thoru... y sonriendo se levantó para seguir con sus quehaceres domésticos en la casa del doctor.
Akito estaba recostada casi al borde de la puerta que daba a un hermoso jardín oriental, se encontraba divertida con un avecilla que revoloteaba por todo el interior del dormitorio, pero esa ave se quedó quieta como una piedra cuando vio entrar a Hatori.
Hatori: disculpa me llamaste?
Akito. Si... te llamé... necesito que me hagas un favor...
Hatori: dime.. el sudor invadía su garganta su piel, sus manos, acaso le iba a pedir borrar la mente de Thoru, era eso, debía serlo, ya que no estaba enferma, de hecho su salud había mejorado bastante.
Akito. Shunly... ella debería salir... no crees?...
La avecilla giró bruscamente su cabeza, si bien era pequeña este movimiento no pasó de ser percibido por Akito y Hatori.
Hatori: salir... a que te refieres... la vas...a botar...
Akito: crees que yo soy una bruja verdad, pero no quiero que la inscribas en la secundaria de Yuky, no la quiero dando vueltas por aquí.
Hatori asintió y se retiró, aunque no entendía el porque el cambio de Akito, en su mente no podía averiguar que tramaba, porque quería darle libertad, acaso la había perdonado, mal que mal ella era su hermanastra, un error de su padre, pero era su hermana después de todo.
Hatori le informó a Shunly la decisión del jefe y ella aceptó, pero las mismas interrogantes de Hatori la rodeaban sin cesar, porque le daba esta oportunidad, porque ...
Shigure: no la quiero dando vueltas por aquí... dices que dijo amigo?... Shigure era el más sorprendido con la noticia, pensaba que la niña se moriría de soledad dentro de la casa pero al fin la habían perdonado, aunque claro él sabía que Akito era cruel y que él no era capaz de un sentimiento tan bueno como ese, debía haber otra respuesta, aparte la frase, no la quiero dando vueltas, lo tenía intrigado, porque no la quería cerca, porque...
Yuky: que pasa pervertido me despertaste temprano... Yuky estaba enfadado, no le gustaban las mañanas, era un animal nocturno y eso no cambiaría...
Shigure: lo siento... necesito que vayas por alguien por favor... Shigure lo miraba con curiosidad.
Yuky: de quien hablas? Otro Souma va a ir en nuestro colegio?... Yuky se imaginaba a Kagura asistiendo a las misma secundaria y persiguiendo locamente a Kyo, eso le causaba lastima ajena.
Shigure: es a la fantasma... por fin Akito la liberó, necesito que vayas por Shunly, desde hoy estudiará con Kyo y ustedes.
Yuky. Shunly!... ni siquiera la recordaba con claridad, pero si se lo pedía Shigure, además no le agrada menos la idea de ir a la casa principal, pero ya iba en camino.
Shunly: Muchas gracias por venir por mi joven Yuky... Shunly estaba rojita como un tomate, le avergonzaba tener que interactuar con los príncipes de la familia, no se sentía digna de hablar con ellos...
Yuky: no...no te preocupes...es muy linda pensó Yuky, como nunca me fijé en ella?... nunca la vi, nunca le hablé...
Amablemente el ratón le ofreció su brazo y la niña lo tomó con candidez. Mientras un par de ojos profundos los miraba desde las sombras, unos ojos que parecían furiosos y a la vez impotentes.
Momentos mas tarde cruzaban el umbral de la escuela, atacados por un montón de niñas furiosas que trastornadas trataban de averiguar quien era la niña que iba del brazo de su amado Yuky.
Shunly: Thoru, podré conocerla?... ella estaba consumida por su ambiente, se sentía mal, no quería estar ahí, era como un castigo, y por fin lo comprendió... Akito la estaba castigando, seguramente ya sospechaba algo, y quería echarla, quería botarla, alejarla de los Souma para siempre. Era eso...dijo en tono inaudible para todos.
Kyo: Yuky tiene novia, a pesar de tener cara de niñita..jajajajaja!...
Yuky: previa patada en rostro de Kyo. No es mi novia, imbécil es Shunly!...y procedió a presentarla a todos.
La niña no quería estar en esa escuela, se sentía mareada y en el recreo buscó la parte más alejada de todas. El techo de la escuela para refugiarse.
Kyo: oye... que haces aquí este es mi lugar de descanso... le dijo casi gritando.
Shunly lo miró horrorizada y se fue corriendo. Kyo alcanzó a detenerla antes de que se resbalara y cayera por los escalones.
Shunly. Gracias... déjeme ahora me iré enseguida disculpe la molestia...los ojos de la niña suplicaban perdón y Kyo se sintió mal, esa niña lo miraba con miedo y respeto y él no quería sentirse así. No quería que lo vieran así.
Kyo: que ...dices... no molestas, si quieres puedes estar arriba... ya empezada a incomodarse, no sabía tratar a las niñas... que te pasa, estas mareada, casi caes...
Shunly: se sentó sobre sus piernas, y sus ojos se lavaron al piso...es una gran oportunidad para mi, sabes... yo que soy una cualquiera, que no merezco tus palabras, estoy estudiando con todos ustedes, para mi... para mi...es un honor...aunque...su dolor se alojo en su boca y no pudo seguir articulando palabras.
Kyo la miraba ahora con lástima, quien era él para gritarle a ella, no la conocía, dios si ni siquiera recordaba que tenía otra prima, nunca se preocupó por ella, de lo que sentía, de lo que vivía a diario, de nada...
Kyo: eh detente, tranquila y solo llámame Kyo ok? Y le tomo el mentón con una de sus manos, la niña lo miró solo un momento sonrió levemente y se incorporó...lo siento Kyo... le dijo con palabras muy hondas.
Thoru estaba fascinada con ella, al igual que sus amigas, sin embargo y que pese a que pasaban los días el semblante de Shun no cambiaba, se encontraba siempre pálida y sin ánimos.
Thoru: ella siempre luce enferma Kyo, Yuky, porque? Que le sucede...
Los jóvenes se miraron pero ellos no tenían la respuesta, esa respuesta sólo la tenían Shunly y Akito.
Una tarde después del colegio la niña caminaba en compañía de Momiji y Haru hacia la casa principal. Haru le hablaba amablemente sabía que era tímida y que era un esfuerzo sobrehumano el interactuar de la noche a la mañana con un montón de niños.
Haru: te gusta el colegio Shunly... estaba atento a cada frase de la niña, deseaba abrazarla, reconfortarla pero cualquier acercamiento solo espantaría la leve confianza que la niña le tenía.
Shunly: si claro... gracias por preguntar...
Una vez adentro Shunly dejó a los muchachos en casa y fue a ver si Akito necesitaba algo. Pero en el camino notó un perfume conocido, esta percepción comenzó a acelerar rápidamente su corazón, no podía ser, acaso estaba él, estaba?... miró a su alrededor y entre dos grandes árboles podía vislumbrar apenas la forma de alguien, no podía ver claramente hasta que una imperceptible voz le pidió que acercara.
La niña con ambas piernas temblorosas obedeció casi hipnotizada esas palabras y se acercó, a la sombra misteriosa que la esperaba. Una vez cerca sintió que un fuerte brazo se posaba sobre su hombro y unos brillantes ojos color miel la miraban expectantes...
Shunly: yo... señor... pero no podía hablar sus labios estaban sellados por aquella imponente presencia que se encontraba casi rozando su piel. Se sentía tan desprotegida, tan frágil, y a la vez, no tenía miedo quería estar ahí con ese hombre que poco a poco comenzó a conquistar su corazón.
Kureno la abrazó fuertemente, su perfume se esparcía por todo el lugar, la joven estaba llena de felicidad , no podía desear nada más en esta vida, ese abrazo soñado desde hacía tanto tiempo estaba ocurriendo y ella solo creía que estaba en un sueño, un sueño maravilloso del cual no tenía que despertar.
Poco a poco, movimiento tras movimiento las grandes manos se posaron en su mejillas y secaron las copiosas lagrimas que Shunly derramaba sin cesar...
Kureno: no llores, acaso te he lastimado... y sus labios se juntaron en un tierno y apasionado beso.
Shunly estaba desconcertada, Kureno la tenía tomaba de la cintura y la besaba acaloradamente, la niña comenzó a incomodarse cuando las manos del ave comenzaron a moverse peligrosamente.
Shunly: yo...espera… le dijo sin aliento la niña... yo no puedo tengo que irme...lo siento... y se separó sorpresivamente de los brazos de aquel hombre.
Hatori la estaba esperando, miraba y miraba su reloj, estaba preocupado, era tarde y ya se estaba tardando de la visita a cada de Akito.
Hatori: donde estabas niña!... Hatori notó que estaba sonrosada y lo atribuyó a la edad... pero Shigure que también estaba presente supo de inmediato de se trataba, después de todo vió a muchas jovencitas en el estado de Shunly en su vida y no podía equivocarse.
Shigure: déjala Hatori, no seas duro con ella. Estas muy linda Shunly, le dijo con picardía Shigure...éste se le quedó mirando con ojos no apropiados, y la niña pudo reconocer el mismo brillo que había visto momentos antes. No podía creer que casi había perdido el control, le costó detenerse y debía tener cuidado.
Shunly: gracias... logró musitar mientras corría a su habitación.
Shigure: Hatori, es mejor que la vigiles, esa niña es muy bella, es una mujer muy bella...Hatori miró con desaprobación por el comentario al perro del Junishi, pero no dejaba de tener razón, esa niña ya estaba grande y no sabía nada del mundo, algo debía hacerse y rápido pero que?.-
Shunly no pudo dormir pensando en Kureno ese hombre la hacía actuar de una forma que no quería, la tenía atada a su cuerpo, no podía librarse de ese perfume de esos fuertes brazos, ya no podía huir estaba atrapada y el sentimiento no era igual que antes, esta vez el miedo iba cediendo dando paso a una esperanza que no era tal.
Kyo: que! No puedes traer a alguien mas a vivir aquí, ni siquiera hay espacio suficiente para nosotros...
Shigure. Thoru no piensa así! Cierto linda Thoru!... Shigure sabía que había que tomar cartas en el asunto o todo terminaría mal, Shun tenía que irse de la casa principal, si se quedaba ahí cualquier cosa podría pasar, y eso significaría un desastre para todos. Si ella llega a ceder va a sufrir y morirá de pena o por culpa de la rabia, pensaba seriamente.
Thoru: que ! Por supuesto que feliz soy"! otra mujer en esta casa, que emoción y ella que es tan linda y atenta! Ay soy feliz, no podía ser tan feliz como en estos momentos!
Yuky. Yo estoy de acuerdo si es por su bien... Yuky miraba seriamente a Shigure, sabía que algo le molestaba hace unos días , también había visto a su prima como ida, extraña, mas lejos que nunca. Le había preguntado mas de una vez a Shigure que era lo que ocurría pero él no le contaba nada.
Shunly: que dice señor! Me voy de esta casa pero adonde, yo no tengo adonde ir, que haré!...Shunly estaba un poco desesperada...
Hatori: no te preocupes, es que yo me iré de viaje un tiempo y Akito me pidió que te enviase a casa de Shigure para que ayudes a los muchachos con las cosas de la casa, y que le traigas cada cierto tiempo noticias de Yuky cuando yo no esté... las frases de Hatori no terminaron de convencer a Shun pero ella también quería irse, Kureno la observaba cada día más cerca cada día de forma más peligrosa y ella no quería ser descubierta aparte, desde el penúltimo encuentro ella no sabía, no comprendía lo que él le había provocado, pero no era algo bueno, no se sintió bien, más bien usada.
Shunly: gracias todos por recibirme en esta casa son muy atentos conmigo... su cara levemente rosada la hacía ver aún mas hermosa, ambos Yuky y Kyo miraron para otro lado cuando pasó cerca de ellos, aunque Thoru la mas feliz con la llegada la tomaba de las manos y la dirigía con presteza a su habitación.
Pasaron los días y Shunly se sentía muy a gusto en la casa de Shigure, aunque sutilmente evitaba comer con ellos solo servía y se retiraba a su habitación, los muchachos le perdonaban pues sabían como era, pero Thoru quería hacerse su amiga y no lograba comprenderla, adivinado sus pensamiento Shigure la tranquilizó y le dijo que con el tiempo ella le abriría su corazón.
Shigure: eh? Puedo pasar un momento... Shigure se encontraba en la puerta del dormitorio de Thoru quería conversar con Shun para saber que estaba pasando... Los muchachos abajo escucharon los pasos de Shigure y como un rayo subieron para ver que ocurría...
Yuky, Kyo: que haces aquí perro pervertido!... deja a esa pobre niña en paz como osas entrar a la habitación de nuestra Thoru, y ambos enrojecieron por sus ultimas palabras...
Shigure: solo quería invitar a Shunly a dar un paso, vamos! ... le dijo que una enorme sonrisa Shigure...confías en mi verdad?... y la miró largo rato a sus ojos... yo no te haría daño pensó Shigure luego de la niña asintió y se fue a pasear con él.
Shun solo lo observaba no sabía que estaba planeando Shigure, el amo de los planes. Vamos a ver a Ayame dijo con voz muy ruidosa mientran el frío de la calle penetraba 3en cada orificio de sus ropas.
Shunly: Ayame... y una sonrisa se dibujó en su cara, Ayame le agradaba mucho...
Ayame: Shun y Gure –san, que feliz soy mis dos personas favoritas...Ayame sabía que pasaba por la mente del perro, este le había adelantado el porque del cambio de residencia de la niña.
Shun: Ayame..como estas ...dijo con voz delicada muy despacio... lo miraba, ese hombre le gustaba, se sentía bien a su lado, era un sentimiento de calidez, al igual que con Shigure y Hatori.
Ayame: con megáfono¡QUE FELIZ SOY PASEN ADELANTE¡! Conozcan mi humilde tienda...
Shunly se entretuvo bastante con los trajes que le mostraba Mine la ayudante de Ayame, mientras estos dos hombres conversaban seriamente sobre el dewstino de la joven.
Ayame: crees que le hizo algo, shigure, te juro que me la llevo lo más lejos posible si algo pasó, ese maldito no la tendrá nunca más disponible.
Shigure: no lo creo, sin emabrgo, esa niña está ansiosa de afecto y puede llegar a confundir fácilmente el cariño con otro sentimiento, hay una edad en que se necesita sentirse amado o no Ayame?... Shigure observaba a la niña, sonriendo feliz, no quería que llorara más, no quería que Kureno se le acercara, no soportaría que ese infeliz le quitara nada mas en su vida, no quería verlo, por eso evitaba asomarse en la mansión.
Ayame: Shigure, despierta te quedaste como hipnotizado viéndola... el último comentario de Ayame iba lleno de malicia pero Shigure no se percató, esta vez, realmente estaba preocupado, por eso estaba ahí.
Shigure: si algho pasa te la llevará lejos cierto amigo!... prometelo Ayame si ocurre algo te la llevarás... Ayame lo miraba con melancolía, por supuesto que se la llevaría y ya nunca más volvería a ver a ninguno de los miembros de los Souma, debía protegerla, era una de las dos cosas mas preciadas para él, ella era su hermana después de todo.
Ayame: sabes lo que significa para mi... Shigure solo esbozó una sonrisa fingida si alguien se enteraba que la niña no era del padre de Akito sino gemela de Yuky, Akito terminaría por destruir cualquier vínculo de ellos, habría acabado con su vida desde el principio, ya que ella se hubiera convertido en un estorbo para manipular a Yuky, sin embargo Ayame lo sabía al igual que Hatori. Y la madre de Yuky lo ocultó ya que era casi un pecado dejar vivo a ambos gemelos, ella lo sabía y por eso boto a su hija optando por Yuky que pertenecía al Junishi, pero Ayame aún pequeño la siguió e inventó toda esa historia de la niña abandonada.
