Kureno: yo...yo...quería verte... – la expresión en la cara del hombre se había suavizado bastante, la niña seguía a unos metros de él, no quería acercarse temiendo lo que pasaría-

Shunly: no debería estar aquí señor, si el maestro( Akito) lo llega a sorprender...-Shunly quería huir con todo su cuerpo pero su alma se lo impedía ese hombre era como un imán incontrolable-

Kureno se le acercó lentamente, los latidos de la niña comenzaron a multiplicarse pero no podía moverse estaba quieta, el viento soplaba y las nubes tapaban todos los rayos de la luna.

Kureno: lo siento...te necesito...- Y la abrazo apretadamente, la niña quiso zafarse, ahora tenía terror, algo helado recorrió su espalda como advirtiéndole del peligro, pero era tarde...ya no podía hacer nada... Kureno había cubierto su rostro con algo y ella se había desmayado-

Shigure se encontraba en su casa, triste por no haber ido a la fiesta de los muchachos, sin embargo, pretendía ir a ver a sus amigos escritores y se había puesto su traje negro, iba saliendo cuando una llamada repentina de Hatori le hizo helar la sangre.

Corrió como pudo a la escuela de los muchachos, iba desesperado, Hatori le había contado que había visto a Kureno salir o mas bien, escabullirse de la pieza de Akito y dejar la mansión.

Shigure, que no podía contarle a Hatori lo sucedido con Shunly fue en busca de ella pero una vez allá se dio cuenta de que ya era muy tarde.

Kyo: que pasa pervertido que haces aquí, de seguro viniste a espiarnos...-El enojo de Kyo cambió al ver la expresión seria de Shigure-

Shigure: Kyo donde esta tu pareja...- la verdad es que Kyo se puso a conversar con Toru y dejo a Shun con Haru, pero después no los volvió a ver-

Haru: no esta...ya la busque...que pasa sensei...dime...-la cara de haru estaba seria, no sabía que ocurría pero debía ser algo grave, él tenia la culpa de haberla dejado sola, por qué la dejé se preguntaba, por que no puse mas atención-

Shigure: no importa, debo irme ahora, quizás no es tan tarde como imagino...- los rostros de todos los jóvenes del junishi estaban llenos de signos de interrogación, que sucedía, porque Shigure llego tan serio y apresurado buscando a una desaparecida Shunly?-

Mientras tanto Shun y Kureno estaban dentro de la mansión en la casa mas alejada de todas, que pertenecía al ave del junishi, la niña se encontraba en una esquina recostada sobre una cama mientras Kureno yacía sobre un sofá y la observaba desde la otra esquina.

Cuando la niña despertó rápidamente se puso a su lado.

Shunly: señor que hago aquí...que me hizo...- gruesas lagrimas caían por sus mejillas-

Kureno: no te he tocado si a eso te refieres niña, yo solo quería verte... tu me abandonaste y te fuiste con Shigure... porque ...porque me dejaste solo...- la cara de Kureno estaba nuevamente en calma sus ojos color miel brillaban intensamente mientras se encontraban fijos casi hipnotizados por la niña.-

Shunly: yo... yo...no lo abandoné señor...siento que usted haya pensado eso, pero yo no podría...no tengo la intención de hacer algo así...discúlpeme- la cándida niña seguía creyendo en la bondad de la humanidad, pero Kureno ya era un hombre, no un niño y sabía bien lo que estaba haciendo, mal que mal, se había enamorado de ella hace años, casi desde la primera vez que la vió entrando al cuarto de Akito y el como ave revoloteaba en los alrededores.

Kureno: no te disculpes, no te culpo...se que deben haberte metido ideas en la cabeza, - y Kureno la besó, apretándola contra la cama se puso encima de ella, mientras la niña trataba de huir sin lograr zafarse de los brazos del ave.

Shigure tomó el primer taxi que logró parar y se fue a toda velocidad a la mansión, debía ser prudente y no dejar que Hatori lo viera, su instinto le decía donde estaba Shun y no permitiría que Kureno le hiciera algo. No sabía exactamente por que lo hacía, porque se preocupaba por ella, ya que nunca se había arriesgado por nadie en su vida, pero él descubrió que a pesar de que sentía un hombre frío y distante, a pesar de encontrase despreocupado y poco responsable, a él le interesaban sus seres queridos, su familia, eso significaban los junishi en su vida, ellos eran su familia y shunly también formaba parte de esa familia.

Shunly: señor por favor... suélteme, suélteme...me esta lastimando...- la niña estaba sofocada por la caricias de Kureno, quería que todo fuera un sueño y volver a estar en la casa de Shigure, despertar tranquila con todas esas personas que parecían quererla sinceramente.

Sin embargo. Su sueño pronto se convertiría en una pesadilla.

Akito: que haces Kureno...- la cara de Akito estaba desfigurada-

Kureno se incorporó rápidamente y detuvo a Akito antes de que se lanzara en picada con Shunly. La niña espantada y casi desnuda se fue como un rayo hacía unos de los rincones rogando que llegara alguien a rescartarla.

Akito: maldita...TE MATARE...PERRA INMUNDA...- Akito seguía gritando desesperada, pero nadie podía escucharlos, estaban muy lejos de todos, y ya era casi de madrugada-

Kureno: cálmate, es mi culpa yo la busque, yo la busque- la cara de Kureno estaba entre enojada y desencajada, mientras una furiosa Akito trataba de desangrar viva a Shun-

Shigure: que es lo que pasa aquí...- Shigure se percató de Shun y fue en su ayuda, tapó a la niña con un chal y la cargo sobre sus brazos...-

La niña estaba en Shok no hablaba apenas seguía mirando a Akito que estaba como un diablo, Shigure les dijo que se la llevaría pero Akito lo obligó a detenerse.

Akito: no te la llevaras esa perra me quería quitar a Kureno...

Shigure: Kureno esta me las pagaras, pero en otra ocasión, calma a Akito yo me ocuparé de la niña...- Kureno solo miró con rencor, sabía que Shigure estaba enamorando de Akito y que ella nunca lo miró siempre eligió por sobre todos a Kureno, siempre él, estaba a su lado, Shigure solo era una mascota para ella, pero ese hombre se había llevado a la persona que él amaba, ahora el circulo estaba completo, aunque Kureno no se retiraría como Shigure sin pelear.-

Akito: dejame, DEJAME! Suéltame maldito traidor, tengo que matarla tengo que matarla!

Shigure una vez en la casa y ante la presencia de los muchachos subió en silencio a la habitación de Toru y deposito a Shunly ahí, Toru solo observaba mientras Shigure la miraba con lástima y le decía al oído que él siempre la protegería.

Pero la niña no respondía parecía no escuchar nada, sus ojos estaban perdidos, el terror y las emociones de esa noche fueron demasiado para ella, era muy joven y no comprendía lo que sucedía, no quería comprender nada solo la invadía una sensación de muerte.

Shigure: Toru cuida ella, y trata de sanar su corazón...

Toru: que pasó Shigure, que le ocurrió...

Shigure: lo más terrible que le puede pasar a una niña... le robaron su inocencia pequeña, le robaron su inocencia...-y Shigure dejó la habitación dispuesto a llamar a Ayame y Hatori y contarle lo sucedido.

Ambos llegaron apresuradamente a la casa de Gure-san, sus expresiones eran serias, los muchachos Yuky y Kyo estaban intrigados habían llegado a la casa rápidamente después de la intervención de Shigure y cuando este llegó con la niña cargada en sus brazos quedaron el doble de preocupados. Otro factor era el hecho de que la pobre no había articulado sílaba desde la última vez que la vieron y Thoru no había asomado un pelo fuera de sus habitación.

Hatori: quiero que me digan que es lo que sucede, se que ambos lo saben y no es justo que me oculten algo si es tan serio como veo que es...- El medico estaba nervioso, la expresión de Ayame era la que más le preocupaba, estaba triste decaído, y shigure con una mirada gélida los observada desde el otro extremo de la mesa.-

Ayame: Gure debemos decirle... creo que debe saber porque lo llamamos... ¿cómo está ella? Puedo verla...-la serpiente estaba pálida no había tenido tiempo de nada, había partido con lo puesto y su cabello estaba desarreglado lo que le daba una apariencia descuidada-

Shigure: después Ayame, la dejé con Thoru estará bien...

Hatori: de quién hablan, le pasó algo a alguien, Shigure habla...

Shigure: es Shun, ella... ella fue atacada y esta en shok...- de inmediato Hatori se incorporó y Shigure con un ágil movimiento se puso a su lado y le apretó el hombro.-

Shigure: calma amigo... ella esta bien ... no hay nada que puedas hacer...

Hatori tomando del traje a Shigure: COMO PUEDES DECIRME ESO DESPUÉS DE LO QUE PASO! COMO NO ME LLAMASTE ENSEGUIDA, ERES UN IRREPONSABLE!

Ayame: tanquilo Tori Kun hay más por favor escucha a Shigure...

Shigure: debí ser más precavido, lo se... pero nunca creí que él fuera tan descarado como para ir a la escuela... los siento es mi culpa, es mi culpa...

Ayame: basta... no hay tiempo para eso ahora, debes decirle...

Hatori: que pasa!

Shigure: es Shun, ella tenía una especie de relación con Kureno-san, ellos se veían a escondidas, pero yo me di cuenta y me la llevé de tu casa para que se alejara de él...

La cara de Hatori se deformó de tal forma que Ayame espantado miró de reojo a Shigure asustado por la reacción de su amigo.

Hatori: que diablos me están diciendo...

Shigure: si la verdad es que debí decírtelo pero tú vives allí, te sería difícil no reaccionar Hatori, y no podía permitirlo, si Akito llegaba a saber que su amante se acostaba con otra, esa mujer estaría condenada...- pero Shigure no midió sus palabras y Hatori lo miró con ira contenida-

Hatori: se acostaba con Kureno?- esas palabras fueron dichas en un tono que rayaba la calma, pero sus ojos estaban encendidos de furia. Ayame rápidamente le aclaró que eso no era así, era sólo un decir-

Shigure: No la verdad es que ellos no llegaron tan lejos, pero porque los sorprendí, sin embargo, hoy cuando me llamaste y me dijiste lo de Kureno, tuve la sensación de que él iría en su búsqueda...

Hatori comenzó a unir todas las cosas, las apariciones de Kureno por los alrededores de su casa, la cara sonrojada de Shun cada vez que llegaba tarde a la cena, las miradas de Shigure a la niña, la sensación de ser burlado por esos dos, lo mataba, aunque en el engaño él no era la víctima.

Hatori: lo mataré...

Ayame: es tarde Hatori, Akito... Akito los descubrió hoy en la noche y si no fuera porque llegó Shigure a rescatarla Shun ya estaría muerta.

Hatori: que!

Shigure: como te decía Kureno fue en su búsqueda y se la llevó dormida a su casa en la mansión, allí bueno él trató de sobrepasarse con ella, yo le dije que se alejara de él y ella me hizo caso pero un hombre puede ser cruelmente persuasivo si quiere...

Hatori: como tu mismo... dices?- las palabras del doctor estaban cargadas de ironía ya no podía permanecer ahí sus amigos le daban asco, solo quería asesinar a Kureno y vengar a su niña, a su pequeña niña...

Ayame: calma, no seas hiriente...recuerda que ella es mi hermana después de todo...

Sin percatarse de la presencia que acababa de entrar a la habitación, un sorprendido Yuky miraba con la boca abierta a su hermano mayor.

Yuky: hermana?...

Shigure: Yuky...

Hatori: dejen de esconderle la verdad tiene derecho a saber que pasó...

Ayame: no es el momento apropiado Tori kun...

Shigure: si... aún no es el momento, Yuky por favor déjanos solos... después te explicaré lo que sucede...

Yuky: no me trates como un muñeco, no soy un niño, tengo derecho a saber, como pudieron ocultarme algo así!...

Hatori: Yuky déjanos...

Yuky observó atentamente la cara de Hatori y se retiró, un aura maligna y desconocida lo rodeaba y no le quedó más remedio que obedecer su orden. Pero en su cabeza el hecho de tener un hermana, alguien que pudiera depender de él, le fascinó, una persona con la cual pudiera conectarse, Shun era su hermana, él la había visto pocas veces, más que los demás pues pasó cerca de Akito toda su niñez, pero nunca percibió nada extraño ninguna cercanía con ella, lo que mas llamó su atención en aquella época fueron sus ojos, siempre brillosos pero tristes.

Hatori: si Akito sabe... la niña debe irse, yo me iré con ella lejos...

Shigure: tu te irás?... no podrás irte Hatori, recuerda que eres el medico cabecera de Akito, sin ti ella está muerta.

Ayame: no será necesario, yo partiré...

Kureno interrumpiendo violentamente en la habitación se quedó observando a los tres junishy con odio.

Kureno: nadie se irá... nadie la alejará de mi lado...

Hatori al verlo se lanzó a golpearlo ferozmente y ni siquiera entre Ayame y Shigure pudieron separarlo del ave. En eso irrumpió Kyo y Haru y todos juntos detuvieron la cruenta pelea.

Shigure: que haces aquí Kureno!...

Kureno: Akito se agravó me dijeron que Hatori estaba en tu casa y vine por él, además quería saber como estaba Shun...

Shigure: esa niña esta muerta... tú la mataste... asesino!...

Ayame: tranquilo Shigure... Hatori debes irte a la mansión, yo iré a cuidar a Shun, y tú Kureno desaparece de mi vista... me das asco...

Kureno sólo se volteó y se fue.

Shigure: vete Hatori nosotros cuidaremos de ella, y por favor no te metas con ese desgraciado, sigue siendo el protegido de Akito, ahora solo debe preocuparte Shun.

Yuky sin pensarlo siquiera subió a la habitación de Thoru, una vez adentro le pidió a Thoru que lo dejara con Shun y que le fuera a prepara un te, solos, ambos en la habitación, Yuky con terror pudo constatar que la mirada de Shun se parecía mucho a la que hace años había visto a través de su propio reflejo, una mirada llena de desesperanza se cernía sobre el semblante de la adolescente. Una mirada vacía sin sentimiento, fría como la nieve. Eso lo asustó, tenía que recuperarla, tenía que hacerla volver.

Yuky: Shun yo te protegeré... – y abrazó cálidamente a la niña-

La niña fijó sus ojos tímidamente en la tez blanca del muchacho, el príncipe, era tan bello, tan encantador y tan solitario, siempre le tuvo mucho lástima, pero ahora su mirada estaba llena de amor, no comprendía el porque de este cambio, su corazón desangrado estaba agotado y sólo pudo musitar : gracias... antes de caer nuevamente desmayada en los brazos de Yuky.