DECLAIMER: los personajes de RK no me pertenecen, lametablemente, lo confieso
LADRON DE ALMAS
Capitulo número seis: "Hace diez años atrás"
-Usted es Takani-san no es verdad? – preguntaba un niño de piel morena y ojos tan negros como su cabello.
-Así es, Yahiko, mucho gusto – y extendió su mano para ser estrechada por el niño que sonreía ampliamente.
-Como sabe mi nombre?
-Pues te conozco de antes q nacieras – explico ella.
-Es decir que fue amiga de mi madre…
-Claro que si – le afirmo con la cabeza, pero en sus ojos apareció un brillo de tristeza.
Megumi lo invito a sentarse a su lado. Conversaron y rieron por casi media hora hasta q una voz conocida por ambos capto su atención.
-veo que ya se hicieron amigos – dijo Sanosuke tomando a su hijo para sentarlo en su regazo, mientras él se ubicaba al lado de Megumi.
-Yahiko es un hombre muy agradable.
-Cualquier hombre es agradable con una mujer tan hermosa como usted – contesto el niño cerrando los ojos de manera muy elegante haciendo sonreír a los dos adultos.
-A quién le habrá aprendido eso? – dijo la morocha mirando de reojo a Sanosuke quien puso cara de "yo no fui"- ¿cómo te fue con Misao-chan?
-No tan mal, le explique todo y entendió, ahora habla con el príncipe en su cabaña.
-Accedió después de todo…
-Okina intercedió por el muchacho… no sé q le habrá visto el viejo pero Misao confía en el, sus corazonadas son muy acertadas.
-Me alegro – sonrió la morocha, luego realizó una pregunta a Yahiko para seguir con su conversación. El hijo de Sanosuke le causaba intriga.
ooooooooooAoRoCoAoSoDoRoEoAooooooooooooo
- cerveza?
- Por favor
- Kaede, trae un jarro para este hombre.
- Si mi niña – la mujer desapareció por una puerta interior para al poco rato aparecer con una bandeja y dos jarras de madera con espumeante cerveza.
Los primeros sorbos fueron en silencio, ambos se desafiaban con la mirada. Ella intrigada por saber q deseaba hablar y el fascinado con tenerla tan cerca.
- qué es lo que quería hablar conmigo?
- Pues lo principal, ya lo logre – sonrió Aoshi creando una cara de duda en Misao – ya sé tu nombre, ese era mi primer objetivo… ahora quiero saber mas de ti.
- ESTA IDIOTA O QUÉ?...TIENE EL DESCARO DE VENIR HASTA AQUÍ SABIENDO Q SE PONE EN PELIGRO USTED Y A TODA LA ALDEA, SOLO PARA SABER DATOS DE MI… USTED ESTA LOCO, NUNCA VI UN IMBECIOL MAS GRANDE QUE USTED…
- También eres temperamental, pero eso ya lo sabia – y tomo un sorbo de su cerveza tan tranquilo q eso impaciento aun mas a la chica. Ese hombre le sacaba de su casillas, solo quería q hablase rápido para deshacerse de él.
- Bueno ya vino, supo mi nombre y ahora se va…ojala no vuelva nunca – dijo Misao encaminándose hacia la puerta de la cabaña q indicara la salida.
- El emperador de Kyoto se aproxima a nuestras fronteras dispuesto a incluir a Meiji dentro de su territorio – comenzó a relatar Aoshi sin moverse un milímetro de su asiento, la voz apaciguada del hombre atrajó la atención de la muchacha que volteo para prestarle atención - el ejercito de mi madre no da abasto para repeler el ataque, por eso he venido a solicitarte ayuda, sé que cuentas con el apoyo de varias aldeas aledañas q han dado la espalda al gobierno de mi madre…solo te pido que puedas conseguir una junta con los jefes de esas aldeas…necesito de tu ayuda.
oooooooooooooAoRoCoAoSoDoRoEoAoooooooooooooooooooo
-Otosan, Takani san se quedara esta noche con nosotros? Di que sí – exigió repentinamente Yahiko con ilusión en el tono de voz, tomando por total sorpresa a los dos adultos.
Sanosuke y Megumi se miraron descubriendo el sonrojo en sus mejillas, por lo que rápidamente apartaron la vista. La petición del pequeño era inocente, pero para ellos implicaba todo el pasado del que Yahiko era totalmente ajeno.
-qué dices Otosan, se puede quedar? – insistía Yahiko buscando la mirada de su padre.
-mira Yahiko, yo debo volver con su majestad – dijo Megumi mirando al pequeño – así q no podré quedarme.
-Buuuuu – hizo un puchero el pequeño, pero de repente en su rostro apareció una sonrisa amplia – entonces me prometes que vendrás a visitarme seguido?
-Yahiko, no molestes a Megumi – le reprochó Sanosuke – ella no puede venir a verte cada vez q tú quieras, es una mujer muy ocupada – trató de justificar.
-Pero es que me cayo bien – Yahiko jugaba con sus pulgares manteniendo su vista fija en ellos – además de que es muy bonita.
Megumi comenzó a reír por el comentario del pequeño. Era tan tierno e inocente que no se resistió a darle un beso en la mejilla haciendo aparecer una sonrisa amplia en el pequeño. Sanosuke rió por el sonrojo y la extrema felicidad de su hijo, que un poco perturbado y avergonzado por el beso de Megumi escondió su cara en el cuello de su Otosan.
-Esta bien – dijo alegre Megumi atrayendo la atención de Yahiko que asomo sus ojitos negros de su escondite – vendré a verte.
-Lo prometes – preguntó el niño asomando ahora también su nariz.
-Claro que sí, palabra de honor – le guiñó el ojo.
-Bien señor – dijo Sanosuke bajando a Yahiko de sus piernas – es hora de que te vayas a bañar. Nadeshko te esta esperando en la cabaña.
-Nadeshko? Pensó Megumi y por un momento sintió celos, pero agitó su cabeza al ver q Yahiko se paraba frente a ella
-Hasta luego Takani-san –dijo Yahiko con una reverencia – espero verla pronto.
-Hasta luego Yahiko.
Sanosuke y Megumi vieron como Yahiko corrió en dirección al pueblo. Para luego desaparecer detrás de la puerta de una gran cabaña, el hogar de los Sagara.
-Mi hijo consiguió en cinco minutos lo que yo no logre en diez años – comentó Sanosuke captando la atención de la morocha que lo observo con cara de duda – me refiero a lograr que tú prometieras retornar a la aldea – explicó inmediatamente.
-Es un niño encantador… igual que su madre – dijo ella ladeando la cabeza con indiferencia, pero en realidad quería ocultar su sonrojo.
-Auch… eso dolió – dijo el castaño poniendo cara de dolor – pero es verdad, lo reconozco, tiene el encanto de Sayo, pero es tan apuesto como su padre, no lo crees?
-Quién es Nadeshko? – respondió Megumi para evitar contestar esa pregunta.
-La niñera de Yahiko, nos acompaña desde que Sayo murió, es una buena mujer.
-Mmmm
-Eso es tono de celos, Megumi? – pregunto con picardía en la mirada y dándole de pequeños codazos en el costado.
-Claro que no, no seas idiota.- se cruzó de brazos y se giró dándole la espalda en actitud de ofendida.
-Es una ancianita de 60 años, así que no debes sentir celos Kitsune.
-YA TE DIJE QUE NO SIENTO CELOS.
-Esta bien, pero no te enojes conmigo Kitsune – se excusó Sanosuke sudando frío, mientras interponía sus manos como escudo de la avasallante mirada asesina de Megumi.
El silencio se hizo incomodo para ambos después de varios minutos de permanecer callados. Ellos estaban sentados en una rustica banca ubicada bajo un gran roble del bosque colindante a la aldea. Era atardecer, por lo que los tonos rojizos hacían mas bello el paisaje, también el cálido viento era el preludio de una agradable noche.
Hoy no habrá luna, se podrán ver mas estrellas - murmuro con alegría Megumi para si misma, pero Sanosuke la pudo escuchar, por lo que éste sonrió al recordar como a Megumi le gustaba observar las estrellas. Era capaz de estar toda la noche despierta con tal de ver los cambios en las posiciones de las estrellas mientras viajaban en la bóveda celeste.
-Hace tiempo que no las observo – comentó él.
-Por qué no? – preguntó ella con cara de circunstancia, pero sin apartar la vista en el paisaje.
-Porque son melancólicas, tristes. Porque ya no me producen las mismas sensaciones. Puede sonar absurdo pero…siento que están ahí para mortificarme por mi error.
Megumi giró su cabeza automáticamente al escuchar esas palabras, pero se halló con el rostro serio de Sanosuke.
-Qué fue lo que sucedió ese día Sanosuke? – preguntó buscando algún indicio en esos ojos marrones, quería la verdad, después de diez años sentía la seguridad de querer escuchar y de ser capaz de soportarlo.
-En seri…
-SÍ – casi gritó, pero arrepentida se llevó la mano a la boca, aunque después, y sonrojada de la vergüenza, asintió con la cabeza.
Sanosuke se levantó de su asiento, se pasaba la mano por la nuca en actitud complicada. No sabia por donde empezar, camino unos pasos de izquierda a derecha. Se sentía ser observado atentamente por los ojos de Megumi, eso no le ayudaba mucho para ordenar sus ideas y elegir las palabras apropiadas para lo que narraría.
Finalmente, metió sus manos en los bolsillos y sin voltear a ver a Megumi comenzó a narrar:
- Por que te tienes q ir?
- Porque me solicitaron en la aldea vecina…debo ir…
-Pero te extrañare, además hoy es la fiesta de la primavera…te la perderás…
- Sanosuke entiende…- ella tomó su rostro con ambas manos para que la mirara fijo a los ojos – es un favor que debo pagar. Kaede ME y NOS ha ayudado mucho otras veces, es justo que yo la ayude ahora.
- Por qué tiene que tener su bebe ahora, no puede aguantarse unos días mas.
- no seas bruto Sagara – chillo Megumi con actitud cansada – eso no se puede posponer simplemente por q tu lo quieras.
- Es que quiero que te quedes conmigo, no quiero que te separes de mi – dijo él abrazándola por la cintura y apegándola a su cuerpo. Comenzó a besarle el cuello.
- Ese truco no Sanosuke – apego su mano a la frente del castaño y lo alejo de ella – ya estoy inmune a ese ataque.
- mala mujer – dijo él tomando la misma prenda de ropa que Megumi se disponía a meter en la bolsa que preparara para su viaje. Por lo que comenzaron un juego de tira y afloja con aquel vestido – dame eso Sanosuke – decia Megumi comenzando a enfadarse por la actitud infantil de su novio. Él solo le sacó la lengua, haciendo que perdiera la poca paciencia que le quedaba, por lo que repentinamente soltó la prenda haciendo que Sanosuke cayera de espalda sobre la alfombra.
– Idiota – fue todo lo que salio de labios de la mujer.
- bruja – se lamentaba sobándose la espalda.
- Ya he tenido mucha paciencia contigo, pero me CANSAS – grito Megumi cerrando con violencia la bolsa al tirar de los cordones con fuerza – DEBO IR CON KAEDE POR QUE EN ESTOS DIAS TENDRA A SU BEBE. ya veras que pronto estaré de vuelta, NO TIENES QUE ACTUAR COMO UN NIÑO Aahhh– finalizó de señalar con un suspiro y tomándose la frente.
Sanosuke no dijo nada, la observo por un rato y luego, abruptamente, se puso de pie.
- a dónde vas? – dijo Megumi al ver que Sanosuke abría la puerta de salida.
- Iré a ayudar a Tsuna con el festival – y sin mas cerró la puerta tras de si.
- recuerdo esa discusión, pero ¿qué tiene que ver con lo demás?
- No me interrumpas por favor, primero escucha y luego juzga – dijo Sanosuke mirándola de reojo.
- Está bien, continúa.
- No deberías estar con Megumi?
-Está arreglando sus cosas, además me comprometí a ayudarte con esto – respondió cortante Sanosuke mientras cortaba leña para la fogata de la noche. El espectáculo central del festival de primavera.
-Se han peleado, no es así?- preguntó Tsuna, quien conocía a Sano tanto como saber que le sucedía solo con ver sus ojos.
-Es una pelea sin importancia, Tsuna.
-Lo mismo dijeron la otra vez y estuvieron tres días sin hablarse.
-NO MOLESTES!
-Está bien me callo – decia Tsuna levantando las manos en señal de paz – oh! Misao! – llamó a su hija que jugaba con una muñeca cerca del pozo de la aldea.
-Qué deseas otosan? – dijo alegremente la niña mientras corría a brazos de sus padre.
-Ve donde Okasan y dile que nos traiga a Sano y a mi unas limonadas. Tenemos mucha sed. Por favor, Misao-chan.
-Hai – y la pequeña niña corrió hasta la cabaña.
Una silueta estaba oculta tras un árbol cerca de la ubicación de los dos hombres, que como tan rápido éstos terminaron de conversar desapareció con el mismo misterio con que había escuchado todo.
Megumi partió finalmente al pueblo vecino, Sanosuke la fue a despedir, pero Tsuna, Tae y todos los demás notaron que ellos no estaban bien, pues ni un beso en la mejilla se dieron al decir adiós.
Las celebraciones de la fiesta d la primavera comenzaron temprano. Comida, bebidas, risas, música, juegos, bailes había por montones. La aldea celebraba la llegada de la primavera, su mejor época para la siembra. Ellos no creían en ningún Dios más que en la madre naturaleza por ello celebraban esa estación de calidez y buena producción por todo lo alto.
-Sagara-kun, desea bailar conmigo?- se acerco una niña de cabellos castaños y ojos chispeantes de no mas de 17 años a la mesa que ocuparan Sanosuke, Tsuna, Tae, Misao y Okina.
-No gracias, Sayo-chan – se rehusó Sano – ve a bailar con Kobe, ese muchacho te ha mirado durante toda la celebración.
Okina le sonrió a Tsuna, famosa era la devoción de Sayo hacia Sanosuke. El castaño solo lo veía como un amor de adolescente, un amor platónico., pues él era 8 años mayor que ella, la veía solo como una niña que aun no dejaba las trenzas.
-oh, vamos Sagara-kun- insistió la muchacha tomándolo del brazo y jalándolo hacia la pista de baile a un costado de la gran pila de leña pronta a ser fogata- solo este baile, por favor!
-Está bien – suspiró el castaño viéndose en medio de toda la muchedumbre q giraba y saltaba al compás de la música. Con desgano tomó la mano de la emocionada niña e imito a los demás bailarines. Sonreía algunas veces de manera boba cuando pasaba por delante de Shogo, el hermano de ésta, que no los miraba de muy buena manera, pues sabia el amor de Sayo hacia el castaño. También ponía cara de auxilio cuando su mirada suplicante se posaba en la cara divertida de Tsuna.
Hiko fue quien lo salvó, pues le solicito "ayuda" con los toneles de vino, por lo que se alejo mas q rápido de la pista de baile. Odiaba bailar.
Eran mas de las doce de la noche cuando la fogata se encendió para el jubilo del pueblo pues eso indicaba para ellos el inicio de la primavera, en este punto la fiesta era desbordante en alegría.
También alegre y euforico estaba Sanosuke, quien al irse con Hiko no calculo lo exigente q seria su nuevo compañero en cuanto a tomar vino. La capacidad etílica de Seijuro era de temer, tal vez el único q podría hacerle la competencia era Sano pero esta noche Dios quiso otra cosa. Una dura lección en el futuro, un error que debería ser pagado con la perdida de los mas importante, el amor.
Sano llego a tientas hasta la cascada, donde arrojo la ultima botella de vino al agua antes de caer sentado en el pasto, maldiciendo hasta a su propia vida por acabársele la bebida. Luego de algunos insultos, se recostó de golpe en la helada hierba dejando que su respiración se relajara al escuchar el agua caer. Miraba las estrellas fijamente cuando se dio cuenta q lagrimas brotaban de su ojos, extrañaba a Megumi, por lo que comenzó a reprocharse la pelea tan estúpida de la mañana.
Pasaron varios minutos de alegato con su conciencia para finalmente acordar con ella esperar a Megumi con una sorpresa para la reconciliación, en eso estaba, planeando la mejor forma de sorprender a su amor cuando escucho detrás de si.
- qué hace aquí tan solo Sagara-kun? – era Sayo q solo estaba a dos pasos de él.
- Observaba las estrellas – dijo tratando de incorporarse del suelo, pero la bebida en su cabeza lo hizo dar un mal paso cayendo de golpe seco contra sus rodillas.
. Está bien Sagara-kun? – corrió Sayo a su lado tomándolo del brazo para ayudarlo a sentarse.
- Si lo estoy, tu debes volver a la aldea Sayo-chan – se tomo la cabeza, todo a su alrededor le daba vueltas. Se sentía mareado, cansado y su estomago era un revoltijo, nada agradable de sentir.
- Prefiero quedarme con usted – Sayo se acomodo a su lado – la fiesta no me atrae mucho.
- Tu hermano se preocupara – trato de insistir el hombre al verse cercado por los ojos de la muchacha, de cierta manera le desagradaba el que lo viera en esas condiciones, además era muy tarde para q ella anduviera sola por ese lugar, si alguien llegaba a verlos tal vez q rumores echarían a andar – Shogo debe estarte buscando.
- No lo creo, él esta tan borracho como tú – sonrió la ojiverde - esta en la cabaña durmiendo, mañana amanecerá con tremenda resaca.
Sanosuke la miraba asombrado, la chica lo había tratado de "TÚ" y además se burlaba de su, propio hermano, comportamientos extraños en la pequeña Sayo.
- por qué me miras de ese modo? – pregunto repentinamente al observar la cara de turbación de Sanosuke.
-Pues es q…me has tuteado, tú nunca…
-Es q creo q ya soy mayor como para hacerlo, yo tengo 17 años y tú 25, no es una gran diferencia como para tratarte de "usted", no lo crees?
-Para mi si lo es…Sayo chan, tú eres como mi hermana pequeña, Shogo es uno de mis mejores amigos, al igual q lo fue tu padre…- de repente vio la cara de tristeza de la muchacha, así q creyó q la ofendía con todo lo q decía, por lo q trato de corregir - lo lamento, es q como me es costumbre q me trates de Sagara-kun, el tutearme me sorprendió, lo siento.
-Disculpa aceptada – Sayo tomo una de las manos q éste tenía apoyada sobre la hierba – me alegra q me trates como a una igual. Como una mujer.
-Eh?
-No sé si lo sabes Sanosuke, pero tu siempre me haz gustado…
-Espera Sayo, yo…- todo era surrealista, la pequeña hermana de su amigo se le declaraba. Todo pasaba tan rápido q la ebria mente de Sanosuke no asimilaba. La mente de Sano se debatía entre las palabras q escuchaba de la muchacha, su tristeza por la pelea con Megumi y en la planificación de cómo salvarse de la resaca q lo esperaba al otro día.
-No, por favor…- ella ponía un dedo en la boca del castaño para evitar q hablara – tú me gustas, me gustas mucho, y sé q estas comprometido con Megumi san… no sabes como me duele eso, pero debía decírtelo y solo hasta hoy, en q estas ebrio, tengo el valor de decírtelo, porque para mañana lo olvidaras y podremos volver a la misma rutina de siempre donde para mi eres inalcanzable – acto seguido escondió su rostro entre sus manos, sentía vergüenza de su confesión. Pero la vergüenza cambio a miedo, por el silencio del receptor de aquel monologo de sentimientos. El silencio para Sayo se hizo eterno. Poco a poco se armó de valor para sacar las manos de su rostro y encarar al castaño, pero éste ya no estaba a su lado, sino q estaba parado al borde del pequeño lago q formara la cascada.
-No te calles por favor Sagara-kun – la chica rodeo sus brazos en torno a la cintura del hombre desde atrás – dime lo que piensas – estaba desesperada ante su silencio, ella sabia q no era oponente de Megumi en cuanto al corazón del hombre, pero necesitaba saber q pensaba el.
De repente un movimiento brusco por parte del hombre la alertó por lo q se soltó del agarre para ver como Sano se inclinaba sobre la orilla del algo para vomitar. Luego de esto el castaño se tumba en la hierba con claras señales de agotamiento, su respiración agitada, sus ojos cerrados y lagrimas rodando por las mejillas.
-qué te sucede Sanosuke? – pregunto Sayo arrodillándose a su lado con evidente preocupación por lo q le sucedía
-Extraño a Megumi – esas palabras le dolieron a la muchacha, por lo q nuevamente oculto su rostro entre sus manos, pero esta vez para q no la viera llorar, pero Sanosuke aparto con delicadeza las manos y la enfrento con la mirada – no debes llorar, soy un idiota, lo siento.
Ella se refugio en su pecho, para seguir llorando; él no opuso resistencia pues no hallo nada de malo en el gesto de consolarla. Pero sin previo aviso Sayo le beso en los labios con pasión y torpeza, lo mordía cada vez q intentaba ingresar su lengua. Sanosuke observaba la escena con sorpresa, ella lo besaba desenfrenadamente, se notaba q era su primer beso, pues la forma de hurguetear era nerviosa, avasalladora y tosca.
El castaño se sentía mareado, después de un rato de intentar separar a la muchacha de su cuerpo su ebriedad lo llevo a desfallecer, agotado llevó los brazos a los costados y solo se dejo llevar por la forma infantil con que la muchacha le demostraba cuanto lo amaba.
Se separaron levemente por aire, pero ella siguió en su tarea en algunos segundos mas, era su oportunidad de tenerlo y no la desaprovecharía. El estar ebrio no era un impedimento para hacerlo suyo como había soñado tantas veces en su lecho.
Sayo se sentó a horcajadas en la cadera de él, y comenzó a desnudarle el pecho. Se deshizo de la camisa y mientras besaba descendentemente su pecho desabrochaba el cinturón apresurada. Sanosuke le comenzó a acariciar los muslos sacando gemidos profundos desde la garganta de la chica, logrando excitarlo de solo oírlos. Ella busco la boca de él, la brusquedad infantil del primer beso desapareció por una pasión descarnada.
Cuando sintió el miembro abultado de sano entre sus piernas supo q era el momento adecuando y sin tapujos lo tomo entre sus manos y lo introdujo dentro de si. En un principio sintió dolor, era virgen y la estreches de su sexo le paso la cuenta, pero el movimiento lento y acompasado de Sano se le hizo costumbre a los pocos segundos. Ambos se entregaron al juego que iniciara Sayo, por lo que a medida q aumentaron la frecuencia de las embestidas y los gemidos, de ella comenzaron a brotar lágrimas mientras sonreía plena de satisfacción. El orgasmo llegó primero para él, después para ella, quien cayó a su lado refugiando su rostro en el agitado pecho de Sanosuke…
- No sigas por favor – dijo Megumi levantándose de golpe y adelantando unos pasos para q Sano no la mirara la rostro.
-Megumi tu insististe en q te contar…
-Creí estar preparada, pero sé que aun no te perdono – dio media vuelta, sus ojos eran grandes cristales de tristeza que provocaron la sensación de una punzada en el corazón del castaño – no soy fuerte aun de saber la verdad…
-Falta por saber…
-Lo demás es de suponer Sanosuke, aun así me alegro de q accedieras a contármelo, era una deuda pendiente entre nosotros – la mujer se subió la capucha de su capa y emprendió retirada, pero cuando pasaba justo al lado de Sano se detuvo y agrego - ahora debo ir con el príncipe, me debe estar esperando para marchar, en casa nos esperan mas problemas.
-Megumi, por favor…
-Adiós Sanosuke – y corrió tan rápido como le dieran sus pies…
Notas de la autora:
Mmmmm... mmmmmmmm...y mas mmmmmmm... ¿quien tene la culpa¿sayo¿sano¿ambos?...son las tipicas preguntas q nacen cuando alguien deja una cagada semejante...el traer un niño al mundo y mas encima solo por calentura no es nada gracioso, y mas aun para mi sanito q le costo el amor de su vida...pobre megumi...lloro por ella...
Les confesare q el lemon me costo bastante...me ayudo un pocoel leer varios fic con contenido fuerte no apto para mentes susceptibles...asi q si qedo muy grosero me dicen... pero tengan piedad... es el segundo lemon q hago en siete meses de vida como fictionera...TENGAN ESO EN CUENTAAAAAAAAAAAAAAA
Cof cof cof ...ahora bien, quero agradecer a Monika por su ayuda etilica para confeccionar este capi... ¡VIVA EL JUAN MARTINEZ DE ROZAS! lo q se puede lograr con 1500 pesos: una botella de vino, 5 sopaipillas y una cajetillas de puchos...el epilogo estan en mi pc en forma de .jpge ( benditas fotos!)
Ahora si... a las personas q dejaron review muchas gracias y besos y abrazos, sin ustedes no tendria motivacion de escribir:
CHIBI CHISE, MONIKA DONO, SHYSIE, RINKO INUKAI, GABYHYATT, AKARI-AOI Y AIKO1504... Y PA LAS Q NO DEJARON NADA MUCHAS GRACIAS TB POR LEER...
SE DESPIDE CON UN BESO
ARCASDREA
