1.
'-Ron... yo... no sé que decir...- la chica lo miraba con perfecta mezcla de incredulidad y vergüenza.
'-Mira... Ni siquiera sé realmente porque te lo dije –Ron suspiró, sin mirarla, se retorcía las manos, algo nervioso- no tienes que decir nada. No quisiera que por esto nuestra amistad cambiase en lo absoluto- la miró, como temiendo una respuesta contraria
'-No puedes pretender que todo siga igual...
'-Sólo... sólo sigamos como antes – intentó nuevamente el pelirrojo- A ti te gusta Harry y tu a mi... las cosas están como están y dejémoslas así. Solo quiero que sepas que igual forma como tu quieres a Harry... hay alguien que te quiere a ti –Dios, nunca pensó que decir todo eso fuese tan difícil y requiriese tanto esfuerzo.
'-Pero... ¿cómo sabes que a mi...?- la expresión de Herminio revelaba franca sorpresa
'-¿...te gusta Harry? – Ron frunció el ceño, terminando la frase de su 'amiga'- No hay que ser un genio, y si bien no soy tan brillante como tú, tampoco soy tarado, Mione- sonrió con una expresión extraña.
'-Ron... esto no puede dar así... en nada... es...
'-... puede que no debía ser tan osado... menos sabiendo que a ti te gusta otra persona. ¿Estás molesta conmigo?- miró sus manos, incapaz de verla a ella, avergonzado.
'-No... no estoy molesta... sólo... no me lo esperaba- mejillas rojas otra vez acompañadas de una pequeña sonrisa, nerviosa.
'-Ya... ¿entonces...?- la miró y no pudo evitar pensar cuanto la quería... pero hasta en eso Harry le había ganado. Suspiró, afligido.
'-Me tomaste por sorpresa y...tampoco quiero perder tu amistad, pero...- se asombraba de todas las cosas sin sentido y extrañas que podía decir estando nerviosa como ella estaba.
'-No le demos más vueltas...- dijo Ron poniéndose de pie y mirando el fuego.
'-¿Sigamos igual, entonces?- le sonrió tímidamente, notando el hermoso azul de los ojos del pelirrojo.
'-Igual- sonrió levemente antes de besarla suavemente en la mejilla- Te quiero... y apúrate o llegaremos tarde a la próxima clases.
Y salió de la sala, dejando el corazón acelerado de la castaña y un dulce rubor en sus mejillas.
2.
Los funerales de Hestia fueron más bien de carácter privado. En un ambiente de silencio y solemnidad sus restos fueron depositados en el cementerio de Hogsmeade. El día era frío y amenazaba con una fuerte tormenta.
El mundo mágico era un caos en los días posteriores... los mortífagos realizaban pequeños ataques cada vez más seguido y las propia Orden se veía incapaz de recurrir a todas las zonas de catástrofe. La huída de los prisioneros de Azkaban y la revelación de los dementores hacían que la gente se sintiese insegura y estuviese muy suspicaz. Mucho más terrible, al menos para los miembros de la Orden y los propios Merodeadores era que se culpaba directamente a Sirius, haciendo alusiones a que su inocencia era pagada y una vez fuera había podido desplegar su poder y prestarle ayuda al Señor Tenebroso para que recuperase su ejército. Sirius estaba mal, pero intentaba aparentar que no le afectaban los comentarios de la opinión pública...Remus había comenzado a acercarse nuevamente a él, con más regularidad, arrancándole celos al joven Slytherin, pero el licántropo sabía que Sirius lo necesitaba ahora más que nunca... e inevitablemente no podía evitar acudir en ayuda del amor de su vida.
Amelia Bones había sido despedida de su cargo y en su lugar había asumido Cornelius Fugde, nunca peor noticia. La Orden se había visto acuartelada, por decirlo de algún modo, y Sirius estrechamente vigilado.
'-Es injusto- la voz del licántropo era lo único que se escuchaba en la sala, y denotaba angustia, una angustia que hizo sentir a cierto animago una pizca de placer- ¡No pueden condenarte!
Lo sucedido era simple, Sirius Black había recibido una carta del Ministerio, en el que le informaban que su cargo había sido reabierto... y debía ir a declarar nuevamente al igual que sus testigos y el propio Harry. Y que de momentos, debido a los cargos que se presentaban en su contra, tales como traición, asesinato y apoyo al Señor Oscuro, su libertad era provisional.
'-Pero... no pueden enviarte a Azkaban... ha sido destruido!-aunque James intentaba pensar fríamente, de momentos le estaba costando mucho.
'-No pueden enviarte a ninguna parte hasta que se demuestre que eres culpable- seguro Lily, nerviosa
'-Una vez me llevaron sin juicio...
'-¡Esta vez las personas que supuestamente mataste declararán a tu favor!
'-No ves Lily? Ellos dudan de sus identidades... dudan de mi... necesitan encerrarme para recuperar la poca credulidad que les queda- había cierto brillo de miedo y desesperación en los ojos plateados que los otros no pudieron dejar de notar
'-Y-yo... yo me declararé culpable-Peter avanzó con paso tembloroso- Una vez lo haya hecho, no volverán a desconfiar de tu inocencia
Todos miraron a Peter, en silencio por espacio de unos minutos...
'-No tienes otra alternativa...-murmuró el pequeño animago, mirando el suelo- A menos que declares en mi contra y les des el Ministerio un sujeto en quien poder descargar su responsabilidad y con quien aplaquen el enfado y la inseguridad social... irás derecho a Azkaban o quizás a algo peor. Soy tú única salida...
'-Pete...-Lily miró tristemente a Peter
'-Wormtail tiene razón…-declaró lentamente Sirius.
'-Pero... ¿no hay otra forma?-la pelirroja miró a Sirius, en cuyos ojos se reflejaba el temor- Sí lo hacemos así... Peter...
'-Está bien, Lily... yo tuve la culpa- aunque su voz pretendía ser segura, temblaba
'-¿Y como te libraremos luego?
'-No lo sé...
'-Podemos abogar por un Imperius- James los miró seriamente a través de sus anteojos redondos- Podemos intentar probar que... estaba bajo un maleficio y...
'-¿Y quien respaldaría tal prueba¿Nuestra palabra¿No era que desconfiaban incluso de nosotros? -Remus bajó la mirada, desesperanzado. Algo de su angustia y temor se contagió a los demás, que dejaron caer el silencio sobre ellos, atormentándolos
'-... Severus- Lily rompió el silencio mirándolos a todos, animada- ¡Severus!
'-¿QUÉ?
'-Severus nos puede ayudar.. contará con el apoyo de Dumbledore... –Lily sonrió y los miró como si hubiese encontrado la respuesta a los problemas del mundo- sólo tiene que decir que él vio que le echaban un maleficio, pero no tuvo tiempo para avisar y...
'-Snape? O.ô –dijo Sirius mirando a la mujer ante el estado de shock en el que había quedado James ante la opción.
'-Sí, Severus nos ayudará. Hay que plantearle la situación y...
'-¡Jamás le pediría ayuda a Snivellus! .
'-¡James Potter, esto no es por ti, es por Pete!- la pelirroja lo miró con las manos en la cadera y con aspecto enojado.
'-Pero, pero Lily!- James la miró muy serio, pero sin estar muy seguro de cómo convencer a su esposa de sus palabras
'-Severus sí cooperará
'-¡Snivellus se mataría antes de hacernos un favor!- James se cruzó de brazos. Tendrían que pasar sobre su cadáver antes de pedirle un favor al Slytherin
'-Lily, Prongs tiene razón, -Remus tomó a la pelirroja suavemente de la muñeca para captar su atención, porque estaba demasiado concentrada echándole miradas furiosas a su esposo- Severus no querrá ayudarnos. Menos en una situación tan delicada en la que se pondría el mismo en peligro.
'-Pero, Rem...
'-Además yo ya declaré de las razones por las que lo hice y...-Peter se encogió sobre el mismo, en un acto inconsciente.
'-¡Pero podemos abogar a presión y todo eso... Dumbledore nos apoyará como lo hizo para el juicio anterior!-Lily miró a los Merodeadores con reproche- ¡Rem! Por lo menos tú deberías apoyarme
'-Lil... sería genial si Severus quisiera ayudarnos, pero no creo que él...
'-No sacamos nada con especulaciones. Iré ahora mismo y se lo preguntaré
'-¡NO, ME NIEGO! No voy a pedirle ayuda a esa serpiente!- James saltó desde donde estaba sentado y se puso frente a la pelirroja, enfadado
'-Se la pediré yo!-la mujer también había comenzado a exasperarse.
'-MENOS!- el tono de ambos había comenzado a subir hasta que se habían convertido en gritos.
'-JAMES POTTER!
'-LILIAN POTTER!
'-¡Por Dios¿qué te pasa, James!
'-¿Qué me pasa? –la miró, incrédulo y molesto a la vez, de modo que se le formaba una pequeña arruga entre el entrecejo- ¿Te parece raro que me preocupe por mi esposa y la cuide de las serpientes rastreras? No le vas a pedir ayuda a ese condenado de Snivellus, porque es un Slytherin y además, porque... porque no me da la gana- declaró como niño taimado
'-¿Te parecen argumentos válidos esos?
'-SÍ!
'-Oh, por Dios!- llevó las manos al cielo, como pidiendo paciencia. Y se volteó a mirar a Sirius, Remus y Peter, buscando su apoyo, pero Black se encogió de hombros antes de decir:
'-Que? A mi no me mires. Me parecen muy buenos argumentos. Por favor, Lily... Snivellus es una rata... con perdón tuyo, Pete...-miró a Peter, que rojo asintió con la cabeza, aunque Remus miró a su esposo con molestia- no me fiaría de él ni que mi vida dependiese de ello. Es despreciable! No quiero que piense, crea o suponga que tiene el más mínimo poder sobre nosotros.
'-Sirius!-la pelirroja lo miró, sorprendida.
'-Es un hijo de...!
'-No seas vulgar!-lo regañó, poniéndose colorada de la rabia -¿Rem?- Remus la miró con entendimiento, pese a que había estado mirando a Peter, que lucía preocupado e inquieto por la dimensión que estaba tomando la discusión.
'-No soy argumentos, chicos. Menos teniendo en cuenta que estamos pensando en Pete y no en las diferencias que puedan o no tener con Severus- declaró al fin, apoyando a Lily.
'-¿Qué? –Sirius se apresuró a intervenir, con una mueca que mezclaba perfectamente dolor y burla. Una burla llena de rencor –Acaso también vas a defender a Snivellus? Parece que has comenzado a sentir inclinación por las serpientes, no? –hubo cierto tono venenoso en sus palabras- Como ahora te acuestas con Malfoy...
La grotesca insinuación caló hondo a todos los presentes. James de momentos olvidó su propia discusión con la pelirroja y similar sucedió a su vez con ella. Peter abrió los ojos como platos y el licántropo lo miró, con obvio dolor... un dolor que se mezcló con furia y frustración. ¿Por qué seguían haciéndose daño?
'-Sirius...-James se adelantó, con paso lento
'-El silencio otorga- miró la postura gacha del lobo, que no mostraba los ojos y que temblaba levemente de pies a cabeza- acepta de una vez que ahora te tiran las serpientes!
'-N-no voy a permitir que me hables así- temblaba incontrolablemente y cuando alzó la mirada para perderse en sus ojos plateados, iguales al único metal que era capaz de herirlo e incluso de matarlo, sus ojos eran los de un animal herido y furioso. Estaba poniendo en práctica todo su autocontrol- ¿Cómo... te atreves?- no gritaba pero su voz estaba cargada de algo que los otros no podían explicar y que era mil veces peor que los gritos.
'-Eso es lo que yo debería preguntar¡No lo hubiese creído nunca de ti!
'-Cuida tus palabras... Black- Sirius lo miró fijamente, estudiándolo. Dios¿por qué tenía que ser tan endemoniadamente sexy hasta enojado?. El cabello desordenado, las mejillas rojas, los ojos brillantes por la humillación, los colmillos... esa apariencia animal y humana a la vez lo estaba volviendo loco.
'-No puedo hablarte de otra forma- se cruzó de brazos y desvió la mirada. Sentía que sino lo hacía le saltaría encima y lo violaría ahí mismo.
'-Eres... eres...-estaba temblando, parecía como si el lobo estuviese a punto de despertar y la cercanía de la luna contribuía a la falta de dominio que el licántropo estaba experimentando. De haber podido, Remus hubiese gruñido y mostrado los dientes- no sé como...
'-Yo sí- dijo mirándolo fijamente, celoso y dolido, sin mirar como James le hacía señas para que se quedase callado y no dijese nada de lo que luego tuviese que arrepentirse- Después de Lucius te fuiste con Draco... y ahora tú solito te estás metiendo a la cama de Snape.
La bofetada que recibió no fue del licántropo, que tenía los ojos brillantes por las lágrimas de furia y temblaba tratando de contenerse porque parecía querer lanzarse sobre el animago y golpearlo hasta quedar sin aliento... cuando Sirius miró a quien lo había abofeteado, vio unos ojos verdes y unos labios apretados que intentaban guardarse unas cuantas cosas que querían gritarle en la cara
'-¡No puedo creer lo sucio y bajo que has caído, Sirius Black!- Lily Potter estaba que echaba chispas, muy roja y parecía querer fulminarlo con la mirada- ¡Eres de lo peor!
'-Lily, tú quédate fuera de esto. Es entre Moony y yo- la miró seriamente
'-¡Claro, es cierto!-dijo con sarcasmo- Como es un asunto de ustedes dos me quedaré muy tranquila viendo como lo humillas delante de todos, vamos, Black! Si quizás hasta saques algunos aplausos!... Eres horrible! No te atrevas a volver a hablarle así a Rem
'-Lil... tranquila, es algo entre nosotros, Sirius tiene razón-Remus se había acercado a tratar de tranquilizar a la pelirroja, dejando para después los asuntos con Sirius, aunque cuando habló su voz fue más ronca de lo normal y menos humana
'-¡NO, NO TIENE RAZÓN!- miró al licántropo, dándole la espalda a Black- ¿POR QUÉ SIEMPRE LE DAS LA RAZÓN, REM? Siempre te quedas callado para evitar que la pelea siga, pero no ves que este estúpido se cree con derecho a humillarte¡Siempre eres tú el que tiene que ceder¡Y SIEMPRE SON ESTOS DOS IDIOTAS LOS QUE SE CREEN CON LA RAZÓN¡Y ME HARTÉ!
'-¡Lily!-James la miró, entre asombrado y enojado-No interfieras en los asuntos de ellos
'-¿Por qué no¡Remus es también mi amigo!
'-Lilian!-James intentó sujetarla del brazo, pero ella se libró
'-HABLARÉ CON SEVERUS TE GUSTE O NO, JAMES POTTER!- lo señaló con el dedo, enfurecida- Y TÚ, TEN MÁS CUIDADO CON LO QUE DICES, SIRIUS BLACK!-salió de la habitación echa una furia
Remus se quedó mirando a Sirius, por unos segundos antes de dar la vuelta y seguir a su amiga. Black apretó los puños y gruñó con frustración, James en tanto no dejaba de mirar la puerta por la que la pelirroja había salido, seguida de Remus
'-¿Chicos?- Peter los miró, algo temeroso. No quería que ahora además James y Lily estuviesen enfadados entre ellos, menos con ese sentimiento de culpa que lo acompañaba desde que sabía quien había sido el indirecto responsable de la muerte de ambos anteriormente
'-¿POR QUÉ MIERDA NO PUEDO CONTROLARME?- Sirius se llevó un cojín a la cara y gritó, furioso- Siempre lo arruino, siempre tengo que meter la pata...yo y mi maldita bocaza...
Pero hablaba solo, porque James seguía mirando la muerta, con los nudillos ya blancos de rabia y un rictus de celos y odio que hubiese asustado al más valiente
'-Eres hombre muerto, Snivellus
3.
Contra el muro de fría piedra esperaba, como una serpiente por su presa... silencioso, pero nervioso. En sólo tres días sería luna llena. Necesitaba alertarlo... prevenirlo. Era ahora o nunca... si no lo hacía ahora nunca podría perdonárselo. Había dado con la única solución que parecía podía tener alguna posibilidad de éxito ante el fracaso de Snape, pero ¿quién podía culparlo? Arruinar la poción era una muerte segura, y echarla a perder frente a las propias narices del Señor de las Tinieblas, una obviedad de traición tan grande que no quedaría saldada ni con la misma muerte... más ahora que Voldemort los tenía a ambos en la mira. Sin embargo... pese a su plan tenía miedo... ¿y si aún así no lo lograba, si aún así era dañado...¿y si no podía evitarlo¿Y si él mismo era castigado¿Aceptaría el lobo cuidar a su hijo¿Qué pasaría con Draco si él...? Dios! Deja de pensar tanto y actúa, Lucius, se dijo a sí mismo.
Lo vio venir, y en su propio estado de agitación no vio la agitación del licántropo, el cual trataba de calmar al lobo y encontrar a la pelirroja a la cual le había perdido el rastro.
Sabía lo que tenía que hacer... también sabía que aquella podía ser la despedida...
Con gran rapidez tomó al licántropo por la muñeca y lo obligó a darle la cara en aquel pasillo desierto, lo que no esperaba, claro está, es que Remus se soltara de un solo movimiento y lo sujetase casi al mismo tiempo con inusitada violencia contra la pared más cercana
'-No quiero que me vuelvas a tocar-le murmuró con los ojos dorados brillantes y las pupilas animales, porque parecían dos hebras de hielo-ni que intentes volver a tomarme por sorpresa...
'-R-remus...-a la impresión de aquellas palabras, de aquella reacción y de aquel aspecto Lucius no tardó en reponerse, aunque le costó bastante más obviar la apariencia sexy y salvaje de Lupin. Los colmillos afilados... los labios sensuales...el cuello blanco. Merlín! Lo que faltaba, que se excitase...
'-¿Me has escuchado?
'-Remus... tienes que escucharme-intentó soltarse porque esa cercanía lo estaba enloqueciendo
'-¿Me has escuchado!-gritó esta vez
'-EXPELLIARMUS!- apenas si tuvo tiempo para sacar la varita antes de que el lobo lo notase
El lobo fue a parar a la otra pared. Se asustó al ver que no se levantaba, pero acostumbrado a usar antes la cabeza que el corazón se apresuró a decir:
'-Accio varita!- la varita del otro mago casi no alcanza a ser retirada porque justo en ese momento el otro se puso de pie y lo miró feroz -Remus... escúchame... es importante y no tengo mucho tiempo
La discusión y el ciclo lunar sin embargo tenían al licántropo descontrolado.
'-Discúlpate! Estoy harto de ti y de Sirius!
'-Petrificus Totalus!-pero el hechizo fue esquivado con rapidez sobrehumana y al momento estaba nuevamente contra la pared, con el lobo a escasos centímetros de él, y esta vez con las varitas de ambos bajo el pie izquierdo.
'-Creo que no me has escuchado con claridad...-mirada oscura en los ojos dorados
'-Lupin...el día antes del de luna llena, o sea, mañana habrá un ataque... –las palabras comenzaron a salir apresuradamente debido a la situación, y sin embargo, apenas sí se notó el descontrol que Lucius Malfoy llevaba por dentro- una matanza...
En este punto, Remus lo soltó y lo miró, confundido, dejando de lado la furia inicial, sin apartarla por completo. Al parecer sus palabras lo habían sacado del estado alterado en el cual se encontraba, haciéndolo reaccionar. Se preguntó que habría podido llevar al dulce y controlado Remus a ese estado desquiciado, mas no se atrevió a preguntar
'-¿Qué dijiste?
'-Eso- Lucius lo tomó por los brazos, tratando de mostrar que no tenía malas intenciones- Habrá una matanza y no debes ir, me escuchaste?
'-¿Dónde?
'-No lo sé aún...- parecía que no se había dado cuenta que tenía las manos en sus hombros y el rubio agradeció silenciosamente el pequeño contacto.
'-Pero... pero... ¡tienes que avisarle a Dumbledore!
'-¡No!- lo zarandeó levemente-Si las cosas fallan, Draco pagará por mis errores
Remus palideció y miró al aristócrata que ahora se veía algo agitado. No entendía la forma de pensar de Lucius. No quería lastimar a su hijo ni a él... pero no entendía la extraña forma en la que pretendía protegerlos. En realidad no podía comprender al aristócrata... ¿por qué era todo tan difícil?
'-Pero...podemos protegerlo
'-No pueden protegerlo... no así...
'-¿Por qué me dices esto?-lo miró, recogiendo su varita
'-Porque no quiero que te hagan daño- tomó su propia varita del suelo y puso su mano sobre la del otro, el licántropo se apresuró a alejarse como si fuese recibido una descarga.
'-Lucius, no puedes pensar en eso en este momento... debemos... debemos- se alejó del aristócrata, agrandando la distancia entre ambos, hubo algo de nerviosismo en sus movimientos que el rubio no dejó pasar. Había temor aún en el licántropo...
'-No debes ir... muchos morirán... tú no debes ir y debes cuidar de Draco en caso de que a mi me pasase algo- confusión en los ojos de Remus- ¿entendiste?
'-¿Qué podría pasarte?
'-Con El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado nunca se sabe
'-No puedes irte así... Dumbledore...
'-No, Dumbledore no tiene que saberlo...-y cuando intentó acercarse el otro retrocedió, temeroso.- No me rehuyas
'-No te rehuyo- y aunque intentó sostenerle la mirada había algo dentro de aquellos ojos dorados que temblaba.
'-¿Por eso te alejas cada vez que me acerco?-sonrió sarcásticamente. No lograba alejarlo porque el lupino quería ayudar, pero era imperioso que se alejase o no podría protegerlo de los planes de El-que-no-debe-ser-nombrado.
'-No tienes porque acercarte
Y entonces tomó una resolución apresurada, urgente. Iba a apostarlo todo en esa jugada, pero era lo único que le quedaba por hacer. Lo alejaría del ataque costase lo que le costase, estaba dispuesto a todo. Aún cuando por ello... perdiese cualquier oportunidad de tenerlo.
'-¿Aún me tienes miedo?-y se acercó con mayor rapidez, teniendo cuidado sin embargo
'-Nunca te he tenido miedo- se mantuvo erguido y desafiante, pero sus ojos no podían mentirle
'-Sí lo tienes... lo veo en tus ojos... ¿Remus? No debes ir...
'-Si no puedo avisar, al menos debo ir... ayudar...
'-Si vas... podrían pasarte cosas horribles
'-¿De que hablas?
'-Recuerdas nuestra 'pequeña' sesión de caricias?- la voz estaba cargada de malicia y deslizó los hábiles dedos por la mejilla de lobo en un acto sumamente rápido.
Remus lo miró, horrorizado, sin poder creer la insinuación de Lucius. ¿Acaso no recordaba que ahora era la pareja de su propio hijo¿Acaso no le había pedido disculpas, reconociendo su error?. Sus ojos destilaban temor y... desprecio. ¿Cómo se atrevía a volver a abrir las heridas¿Cómo se atrevía a recordarle tan amargos sucesos¡Dios, es que ese hombre era un estúpido! O un pervertido, lo cierto es que eso ya daba igual. Era un maldito... Inevitablemente a su mente volvieron las imágenes de aquella tarde en la que el aristócrata lo había tenido a su completa merced y casi lo había... no, no debía pensar en ello, pero era inevitable
'-Pues piensa que puede ser algo peor... –las palabras llegaron con una voz aterciopelada a sus oídos. No se había dado cuenta en que momento el Slytherin se había acercado tanto que apenas los separaban unos centímetros, y el contacto de la mano cálida sobre sus labios lo hizo salir de sus pensamientos- podrían matarte. ¿Qué pasa? Te has quedado sin palabras... quizás quisieras que te ayudase a despejar la mente y te recordara cierto día en su despacho... -besó con sensualidad el lóbulo de su oreja al tiempo que con los dedos vagaba por la altura del cinturón del pantalón- cuando invoqué un Imperius...
'-¡BASTA!- lo empujó, asustado. Francamente asustado. No notó que Lucius no hizo nada para someterlo como anteriormente lo hubiese intentado.
'-Pensé que ya no me temías- sonrió con una ironía que al otro lo hizo temblar de odio y de vergüenza.
'-Eres un mal nacido...-pero valía tan poco lo que de sus labios podía salir mientras temblaba.
Malfoy se rió, con una risa burlona y humillante, que lo hacía sentir pequeño e indefenso... y desnudo. Y eso le traía nuevamente vergüenza, humillación, terror...
'-¿Quieres que te demuestre que tan mal nacido soy?- lo había tomado de las muñecas tan de prisa que no estaba seguro si no había utilizado magia para ello.
'-Para... para...-los ojos le titilaban de temor- yo...
'-Créeme que no me corta que estés con mi hijo
'-Lucius...
'-No te atrevas a ir ese día... –le susurró seductor al oído- o te juro que te violaré ahí mismo... y terminaré lo que comencé aquella vez- y mordió con suavidad la piel del cuello.
Con una fuerza que parecía imposible que tuviese el cuerpo delicado del licántropo, Remus empujó al Slytherin, quien tropezó y cayó sentado en el suelo. No se fijó que había pasado con él, porque en cuanto se liberó del agarre había salido corriendo, temblando aún, y se había perdido en el pasillo.
4.
Allá iba la linda casita y el lindo y renovado futuro que pretendían vivir, tirado por la ventana de la torre más alta del Castillo.
Estaba furiosa, y dolida, por todo y casi también con todos. James, Sirius, Remus, Peter, Dumbledore, y ella misma. ¿Por qué demonios las cosas nunca salían como uno quiere que salgan? Porque de lo contrario no sería la vida real, se dijo con los labios apretados.
Amaba a James aunque algunas veces sentía deseos de estrangularlo... deseos muy reales por cierto. No es que al amor fuese siempre color de rosas y todo eso, bien lo sabía ella... pero cuando superaba esos problemas y esos períodos de hartazgo no podía evitar amarlo más. De una u otra forma esos hacía que al final se sintiesen más unidos... aunque... ¿por qué no podían evitarlos sin más?
Quizás era el saber tantos años perdidos para ellos mismo, para su hijo y todo por una de las personas a las que más confianza le tenían. Quizás todo ello contribuía a que estuviese tan tensa y tan nerviosa y tan... no sé que... no tenía la paciencia de antaño. Era que aún no se acostumbraba a la idea de que ya no era una jovencita, aunque su cuerpo así le hiciera pensar, y que tenían un hijo al que no habían educado ni visto crecer.
Y James con sus estúpidos celos ¡Por Dios! Ya no eran unos niños! Eran personas adultas y responsables y... y... y... ¿no lo había elegido como su esposo¿Acaso a su Prongsie eso no le daba ninguna garantía¿Realmente sentía celos de Snivellus? Digo, Snape? ... Comprendía ahora más de lo que antes hubiese imaginado como había de sentirse Remus. ¿Dónde estaba la maldita confianza? Había sobrevivido tres veces a Voldemort y ¿no creía que podía apañárselas con Snape¿Qué era lo que James tenía en la cabeza? Que alguien se lo explicara porque ella no entendía... está bien... eran celos, pero ¿sólo celos?... no, que ella conocía a su esposo, o al menos eso esperaba y definitivamente eso no era no sólo celos. Ahora entendía completamente porque la mirada de Remus se apagaba cuando tocaban el tema o porque había tanta tristeza en los ojos dorados...
Y también eso le hacía recordar el 'pequeño problemita' de sus amigos. Remus y Sirius... ¿qué tanto les costaba abrirse el uno al otro y comenzar sin mentiras, sin ataduras... está bien, está bien, ella no había vivido lo de ellos, pero vamos¿Acaso estaban tan cegados que no veían que el uno se derretía de amor por le otro? Sirius y su egoísmo; y Remus y su inseguridad... y los dos con su maldita terquedad.
No entendía demasiado como Sirius no se daba cuenta del amor que el licántropo le tenía. Siempre, o al menos en la mayoría de las ocasiones, era Remus quien cedía sólo por evitar una pelea o darle el gusto al impetuoso animago. ¿Qué se creía el animago¿Qué cualquiera te espera doce años de penurias, sufrimientos y palabras de malas lenguas para decirte: Aún te amo¡Nooo¡Por supuesto que no! Sirius se había ganado el cielo con el lobito, porque otro en su lugar se hubiese sacudido las manos, agarrado la fortuna de los Black y 'si te he visto no me acuerdo'. ¿Y cuando murió¿Pensaba que cualquiera le hubiese guardado con tanto amor en el corazón como Remus¡Por favor¿Qué alguien además de ese lobo hubiese guardado su cuerpo por tal cantidad de años sólo esperando... esperando algo que ni siquiera él sabía que, pero con la esperanza siempre latente? Le costaba entender como alguien como Remus podía algunas veces estar con alguien tan irresponsable y egoísta como Black. Y adoraba Sirius! Pero eso no le impedía ser sus defectos. Remus era dulzura, prudencia... pero era con Sirius cuando también se convertía en abnegación y voluntad, una voluntad que no era arrojo, era simplemente amor, porque ese animago de modales algo rudos y ojos brillantes lograba sacar lo mejor del hombre lobo.
Era cierto, sin embargo que el licántropo también había conseguido el premio mayor con Black. Nadie en el mundo podría amarlo como lo amaba el animago, nadie en el mundo adoraba el suelo que el licántropo pisaba y lo veneraba como lo hacía Sirius, y nadie en el mundo hubiese estado dispuesto a asumir todos los riesgos que traía hacerse esposo legal de Remus como Sirius lo había echo. ¿Qué si el lobito quería chocolate? Le compraba un cargamento de chocolate suizo! No se iba a ir él con pequeñeces para su Moony que sólo merecía lo mejor. ¿Qué el lobito estaba cansado? Nooooo, por favor, no fuese a ser que se cayese y se torciera un tobillo o una muñeca o quien sabe que, así que mamá gallina Sirius aparecía y cargaba a su lobito hasta la cama. ¿A lobito le duele la cabeza? Sirius era capaz de trasladar el personal al completo de San Mungo para que le hicieran un chequeo. Sirius era fuerza, amistad y desprendimiento... y sin embargo, también era Remus el único capaz de sacar lo mejor de él a relucir. Era con el lupino que Sirius se transformaba en dedicación, amor y devoción.
Remus tenía un defecto muy grande y que de haber sido otra persona y no Sirius hubiese impedido una relación. Remus era demasiado inseguro de sí mismo... quizás debido a su condición de licántropo y al verse rechazado por ello... siempre cuestionándose todo antes de actuar, algunas veces demasiado reprimido en sí mismo, lo que lo hacía extremadamente controlado y algunas veces distante, y no por ello dejaba de ser amable. Sirius era quien lo abría a los demás, con quien Remus podía ser el mismo, porque le daba una seguridad que al parecer no había sentido con nadie más.
¡Se complementaban perfectamente¿Por qué demonios no veían que estaban echo el uno para el otro? Y todo por los malditos malos entendidos, las secuelas de Azkaban y los celos... los mismo celos que ahora habían echo que James y ella se pelearan.
Un dolor agudo se intensificó en su pecho, pero no quería pensar en ello así que volvió a intentar pensar en otra cosa... aunque su mente volvía irremediablemente. Y todo intentar sacar a Peter de...
Genial! Ahora su propia ira estaba dirigida al más pequeño de los animagos. Pero era inevitable... Pete los había traicionado... no quería ahondar en ese sentimiento porque había intentado no pensar en él. Dolor, frustración, odio. ¿Qué es lo peor que se le puede hacer a una mujer? Arrancarle su familia... y él se la había quitado. A James y a Harry. Y a Sirius y a Remus porque ellos siempre habían sido parte de su vida y su familia, por lo menos desde que comenzó a salir con James y se hizo la mejor amiga de Remus.
Remus era el hermano que no había tenido... era el único que parecía comprender exactamente lo que pensaba y sentía... en Remus había hallado el cariño y la protección que Petunia no había podido darle como hermana. A su lado podía ser tanto una niña como una mujer, porque Remus tenía un aire más maternal que paternal con ella y algunas veces era ella quien debía consolar al dulce lobo.
James era el amor de su vida... quería pasar el resto de sus días junto a él, sin importar cuando llegasen estos o como lo hicieran, sólo a su lado había conocido la verdadera felicidad, esa sensación de plenitud y alegría, pese a los pequeños problemas de cada día. Sólo a su lado había descubierto que el amor no era estar todo el tiempo en un estado de éxtasis o que cada vez que se te acercase te tiritaran las piernas... habían echo madurar ese sentimiento y convertirlo en lo que era... Amor. Y Sirius...
Sirius era su amigo, aquel con el que podía bromear a todas horas, a quien podía molestar y divertirse, no lo entendía como Remus, ni lo amaba como a James, pero era con él que decía los mejores sarcasmos, a quien regañaba más seguido para terminar riéndose y quien despertaba su lado Merodeador en todo su esplendor (y no es que James no lo hiciera, era simplemente que Sirius lo sacaba a relucir con mayor frecuencia y con más intensidad) y Peter...
No podía ser injusta con Pete, pese a que en ese momento estaba deseosa de que un rayo lo partiese en mil pedacitos... intentó concentrarse en las cosas que compartía con Pete... siempre había sido el más distante de los Merodeadores, pero no por ellos menos Merodeador, por decirlo de alguna manera. Pete podía hacer bromas geniales y sus errores, al contrario de hacerla exasperarse, eran los que más le hacían reír. Era como un sentimiento de protección con el animago más pequeño... y quizás por eso le había dolido tanto que fuese él quien los traicionara.
Suspiró, agotada. Su cabeza le ardía. Le pediría ayuda a Snape. Eso era claro. Era la opción. La única. Y no había posibilidades de fallo si el profesor de Pociones aceptaba.
Snape... desde joven demasiado solitario, demasiado misterioso, quizás había sido eso lo que la había llevado a intentar protegerlo de las constantes jugarretas de los Merodeadores, eso, el hecho de que ella también se sentía algo sola y que no le gustaba que abusasen de las personas, algo en lo que James y Sirius parecían unos expertos... había pensado que podrían ser amigos, pero las cosas no resultaron y todo por esa estúpida idea de los sangre sucia y la limpieza de raza... Snape no era malo, sólo era... bueno... un Slytherin, como Slytherin tenía ciertas actitudes más extrañas, pero ¿malo? No.
Odiaba las generalizaciones que Sirius y James hacían con las personas. Es más, le costaba creer que dos personas como ellos, valientes, inteligentes y nobles pudiesen dejarse llevar por ese tipo de prejuicios. Pero siempre había sido así... ¿Ravenclaw¡Ah, inteligente!... ¿Slytherin? Púdrete... pero las cosas no son blanco o negro sino que de distintos tonos de gris y se los iba a demostrar, les iba a enseñar que no todos los Slytherin son como ellos quieren creer.
Conseguiría el apoyo de Snape. Y con esa convicción, se puso de pie. Hermosa y con una actitud completamente firme se dirigió a las mazmorras, hacia lo que consideraba la única forma de ayudar a Peter, aunque tuviese que pasar por sobre el orgullo de James. Suficientes niñerías había tenido ya que soportarle a su marido y ese asunto era demasiado importante como para reír de aquella.
Treinta minutos después...
'-¿Qué quieres que yo, que?-Severus miró con el ceño fruncido la petición de la pelirroja. Ella tomó otro sorbo del té negro que el profesor de pociones le preparase antes de proseguir.
'-Quiero saber si tú podrías declarar que Peter se vio obligado a actuar así, revelando el sitio en el que James, Harry y yo nos escondíamos, por una maldición imperdonable- dijo con tranquilidad antes de dirigirle una sonrisa de niña consentida.
Snape la miró por espacio de unos segundos. ¿Por qué era tan linda, tan...? No! No debes pensar en eso, Severus Snape...pero esa sonrisa de niña caprichosa... ¿cómo decirle que no?. Sin embargo, mantuvo el rostro estoico antes de cruzarse de brazos y decir:
'-¿Lily¿Entiendes la situación en la que eso me podría?
'-¡Comprendo, Severus! Pero... pero eres nuestra única opción- entrelazó los dedos de sus manos, como rogándole. Irresistible, fue la palabra que le vino a la mente al profesor.
'-Es demasiado arriesgado... y Fugde se colgaría de eso a toda costa para...
'-Pero el profesor Dumbledore ya pudo una vez... ya declaraste una vez que eres espía de Dumbledore
'-Lo sé, pero... es distinto... si me hicieran beber el Versiatum...- había que analizar todas las posibilidades, pese a que moría por ayudar a cierta pelirroja y ganarse algunos puntos con ella.
'-¡Pero eso es ilegal!- ella lo miró, sorprendida, sin imaginar los pensamientos que vagaban por la mente del hombre.
'-No con Fugde... está cambiando las reglas.
'-Entiendo... ¿realmente no... puedes ayudarme?- ojitos grande, mirada triste... Puso la carita de Sirius cuando se encaprichaba con algo y buscaba el consentimiento de Remus.
'-Mira Lily... yo... –flaqueó. ¿Por qué tenía que poner esa cara tan irremediablemente adorable¿por qué tenía que mirarlo con esos ojos maravillosamente verdes?- me encantaría poderte ayudar, pero... no está en mis manos...
'-Lo sé... sólo esperaba que pudieses hacer algo. Tenía la esperanza de que nos ayudases...
Mal. No había servido y en cierta parte comprendía a Snape, después de todo estaba arriesgando su propio pellejo por un grupo que no le caía en absoluto bien... aunque al menos lo había intentado, no?
Snape la miró, con el corazón latiéndole furiosamente. ¿Acaso había dicho que esperaba que él pudiese ayudarla? Ella había confiado en él... ella... realmente pensaba que podía ayudarla. Había puesto sus esperanzas en él... ¿cómo decepcionarla¿Cómo aguantar esa carita de desilución? Se aclaró la garganta para dar el paso... todo fuese por ella
'-Pero...
'-¿Qué?
'-Puedo intentarlo... hablaré con el director- miró seriamente ala mujer, como sin darle importancia
'-¿De veras!
'-Sí.
'-¡Oh! Severus¿cómo podría pagártelo?- le tomó las manos, completamente emocionada y aunque su expresión no varió, por dentro sentía que se quemaba. Trataba de alejar los pensamientos que le habían venido a la mente con esas palabras, no... ella era un ángel puro... jamás... jamás la contaminaría con su soledad y sus sentimientos
'-N-no tienes porque... –se soltó, porque el contacto le hacía mal, porque sabía que no era suya y no quería alentar esperanzas sin fundamentos- ahora... será mejor que te marches. Ya a oscurecido...
5.
Cada uno a un lado de la amplia cama... tan lejos y tan cerca de la vez. Draco mirando el techo... Remus hecho un ovillo, de lado, dándole la espalda... las sábanas cálidas, su suavidad... si tan sólo estuviese disfrutando de la suavidad de su piel... de la calidez de su cuerpo... pero se conformaba con la de aquellas sábanas que también alojaban el cuerpo amado.
Draco se volteó para ver la espalda del licántropo. Sólo verla y saber que aún estaba ahí, que no era una alucinación... que realmente lo tenía a su lado, que era su cuerpo el que descansaba a centímetros del suyo... que aquel que dormía en tranquilo sueño aún era suyo... pero entonces sonrió
¿A quien quería engañar¿A él mismo¿A quien entonces? Remus jamás había sido suyo, no aún al menos... sólo era una linda ilusión... un sueño inalcanzable y que se esforzaba en creer realizable.
En otra oportunidad hubiese pensado que había logrado un avance... al menos dormían en la misma cama, la de Remus en su nuevo despacho... aunque sólo era eso...
Lo había rehuido. Hoy había dolido más que nunca, porque había rechazado sus besos casi con temor, y se negaba a sus abrazos. El lobo había llegado al despacho y lo había encontrado ahí, esperándolo, tan avanzada la noche, y lo había mirado pidiéndole disculpas aunque no había pronunciado palabras... sólo miradas... gestos... él había deseado abrazarlo, besarlo, desnudarlo, poseerlo... pero había aceptado en cambio el tímido beso en su frente y sin más había permitido que se fuese acostar, sin decir nada.
El lupino no se había movido cuando la cama se hundió levemente por el peso de su cuerpo... pero Draco sabía que no dormía... no hasta hace unos minutos al menos, porque ahora sentía su respiración tranquila y acompasada y sabía que el sueño lo había vencido.
Y amándolo como estaba amándolo el rechazo era dolorosamente insoportable. Hubiese deseado poseerlo furiosa y amorosamente, borrarle a Black del alma y del cuerpo viendo su dulce y hermoso rostro en el éxtasis del orgasmo, un orgasmo logrado por él y para él... sin ningún Black de por medio... sentir su cuerpo estremecerse en el delirio del placer y escuchar su propio nombre en los labios amados mientras llegaban juntos... moverse en perfecta coordinación como uno sólo, hundirse en sus entrañas, reclamarlo como suyo... pero eso no era posible... y su propia frustración hacía más intenso el deseo y más ansiado el momento de realizarlo...
Necesitaba tenerlo, gozarlo, amarlo, tomarlo, complacerse, deleitarse, extasiarse... pero sólo aquel animago parecía tener derechos sobre ese cuerpo y ese corazón y esa realidad lo desgarraba por saber que su amor no era lo que se deseaba y ni su deseo lo buscado.
Quizás Remus tenía razón y él debía buscar a alguien que sí lo amase y dejar de torturarse deseando tener el amor de quien no podía amarlo... pero... él no podía dejar de amarlo, eso era la realidad y por mucho que se dijese que no era una buena opción, bastaba verlo para que olvidase todas su reflexiones y se abandonase nuevamente a los ojos dorados, amándolos, añorándolo y inevitablemente... deseándolos.
Sólo por una muy poderosa razón podría abandonar la empresa que se había propuesto de conquistar al lobito... porque quería cuidarlo, amarlo... protegerlo, aunque Remus no se lo hacía fácil. Había demostrado ser más testarudo de lo que creía y también más adorable de lo que hubiese imaginado.
Eres un enfermo de amor, se dijo mirando el cabello suelto del licántropo que caía sobre la almohada con una sonrisa llena de amor. Se incorporó sobre uno de sus costados, sólo para observarlo mejor.
Y nuevamente caía en esta secuencia de pensamientos que pasaban desde plantearse lo utópico de su deseo hasta nuevamente la seguridad de que conseguiría que el licántropo lo amase. Al menos el hombre lobo lo quería... se lo repetía seguido, pero no había amor en sus ojos cuando lo decía, sólo cariño y ternura... ahora que lo pensaba... ¿por qué siempre se lo decía¿Por qué se lo decía como para dejarle claro que no lo odiaría por las cosas que sucedieran en un futuro?
'-Te amo...-le susurró en el oído, con suavidad, incapaz de contener la necesidad de hacerle saber la explosión de sentimientos, necesidad y amor que él le despertaba, aún tuviese que decírselo a un durmiente.
Remus se movió levemente entre las sábanas, y suspiró para luego sonreír. Con esa sonrisa suya, esa que era tan dulce y perfecta, esa que era éxtasis, que era de ángeles, que era suave y hermosa, que era capaz de mover montañas, que era capaz de hacer a un Malfoy cambiar sus convicciones. Tan pura... tan...
'-P-paddy...- escapó como una melodía de los labios cremosos. Y no era su nombre.
Realidad. Si tan sólo hubiese sido él... si tan sólo...
Envidia. Envidiaba a Black...por tener lo que él quería... y a su padre, porque había estado cuando Remus era un adolescente, cuando Black no estaba en su corazón, cuando hubiese tenido una oportunidad para ocupar el corazón que ahora estaba ocupado... ¿entonces aquello quería decir... estaba diciendo que jamás podría ocupar los pensamientos del lupino?
Se obligó a quitar esos pensamientos de su mente
'-Ámame... por favor... Ámame como soy, por lo que soy... Ámame por que no sabes que falta me haces, ámame porque si tu me amas yo seré tan feliz... por que si tu me amas me completaras, por que si tu me amas te haré feliz. Ámame por que eres lo mejor que me ha pasado... solo... ámame- y él lo abrazó por detrás mientras una solitaria lágrima se escapaba, traicionera, de sus ojos. Y lo abrazó fuerte, tan sólo queriendo sentir el calor dulce del licántropo, para llenar su propio dolor...
El licántropo pareció disfrutar el abrazo. Suspiró complacido entre sueños y hundió su rostro en el cuello del rubio... y Draco lo apretó contra él para luego buscar con desesperación sus labios... Besando, lamiendo... mordiendo suave... luego más fuerte... las manos comenzaron a bajar por la espalda... besó su mandíbula... regresó a sus labios... volvió a morder... lamió el cuello... acarició el trasero... mordió el cuello... Remus se agitó levemente, frunciendo el ceño... quiso volterse... el Slytherin lo retuvo y mordió, sin darse cuenta, demasiado fuerte el cuello pálido... y el licántropo se movió incómodo... intentó alejarse dentro de su sueño... Draco lo sujetó a la fuerza
'-No... no, por favor... para... -de los labios del lobo salió una frase, mitad orden, mitad ruego
'-Tranquilo... -le susurró el muchacho, entristecido. Negándose a soltarlo- no quiero hacerte daño...
Pero el lupino se agitó con más violencia entre sus sueños, parecía que de pronto estaba soñando con alguna situación violenta...
'-No quiero... no... por favor... –intentó abrazarlo para darle seguridad, pero al parecer eso no funcionaba. En sus sueños lo estaban forzando a algo, pero...
No estaba seguro de que podía hacer para relajarlo, puesto que lo estaba rechazando, alejando, como si temiese su contacto... como si lo estuviese obligando a permanecer a su lado, como... intentó tranquilizarlo, acariciándole el rostro, que comenzaba a sudar
'-Remus... soy yo...
'-¡No me toques... para... no lo hagas!- y se agitaba y comenzaba a lloraba
No había que ser un genio para unir cabos... Remus estaba soñando con el bastardo que lo había intentado violar... y en sus sueños lo estaba reviviendo... en sus sueños lo estaban violentando, forzando... ¿por eso lo había estando rechazando¿Acaso había vuelto a ver a ese sujeto?
Una rabia sin igual se desató dentro de él. Sólo quería protegerlo y resultaba que no podía porque hasta en sus propios sueños lo atormentaba... lo asustaba... y lo alejaba de él
'-No voy a dejar que él te haga daño... tranquilo...- lo sujetó de los hombros y lo remeció levemente, tratando de despertarlo, incapaz de soportar las lágrimas en las mejillas rojas del licántropo
'-N-no... para...!
'-¡Remus!
'-¡Basta!- y lloraba descontroladamente- ¡No quiero, déjame... Lucius, para! No me toques!
Lo soltó y Remus siguió agitándose en sueños ante la mirada vacía de Draco.
'-...Lucius... no... no me toques...
'-...Oh... Por Dios... tiene que ser un error...
6.
Se daban la espalda. Seguían disgustados el uno con el otro. Y ninguno hablaba aunque sabían que ninguno de los dos dormía. Él se dio una pequeña vuelta en la cama, sólo para volver a su posición inicial y ella tiró un poco de las sábanas para cubrirse un poco más pues había comenzado a helar.
Los dos estaban arrepentidos en cierta forma por lo que había sucedido, pero ninguno quería ceder y darle la razón al otro. Ninguno de los dos quería dar su brazo a torcer. El que hablase primero habría perdido esa batalla y ninguno de los dos quería perderla... pero el silencio y la tensión eran insoportables y fue James quien al cabo de una hora habló, enojado aún:
'-¿No vas a decir nada?
'-No- dijo Lily sencillamente, sin siquiera moverse
'-¿Nada de nada?- James se movió incómodo
'-Tendría que decirte algo, acaso?- frunció el ceño.
'-Disculparte quizás- dijo sentándose en la cama y mirando a la pelirroja que seguía tendida, aunque no por mucho tiempo.
'-¿Disculparme yo? –se sentó y lo miró con enfado –¿Por qué si se puede saber?
'-¿Cómo que porque!
'-Tú comenzaste con el escándalo- se cruzó de brazos
'-¡Tu propusiste pedirle ayuda a Snivelus!
'-Sí
'-¿Y!
'-Y nada
'-¿O sea que no vas pedirme disculpas?
'-No tengo porque pedirte una disculpa.
'-¡Eres imposible!
'-Ja, me lo dices a mi? Eso debería decirlo yo. A ver... ¿qué te molesta tanto de Snape?- se guardó decir su nombre para no molestarlo más de lo que ya estaba
'-Es un... que no ves que tú le gustas... le gustas desde la escuela! Y además será la oportunidad perfecta para tenernos en sus manos! No quiero deberle un favor a ninguna serpiente!
'-Te estás comportando como un niño, James
'-¡No! Eres tú la que no está viendo las consecuencias de lo que podría pasar. Él se aprovechará de la situación
'-Basta, James... estoy harta de oírte hablar así.
Los dos se quedaron callados y James la miró, furioso antes de dejarse caer en la almohada otra vez. Le dio la espalda y la ignoró.
'-James... creo que los dos estamos demasiado enojados como para conversar ahora con calma. Arreglemos esto mañana por la mañana.
'-La forma de solucionar esto no es conversando. Simplemente no tienes que pedirle ayuda a Snape y listo.
'-Ya se la he pedido y a aceptado- declaró esperando la respuesta que estaba preparada para recibir
'-¿QUÉ¡¿Y cuando pensabas decírmelo!- gritó, enfurecido. Era la respuesta que esperaba
'-Cuando estuvieses más tranquilo
'-¡Esto es el colmo! TE DIJE EXPRESAMENTE QUE NO SE LO PIDIERAS! –James tomó su almohada y se puso de pie
'-¿Adónde vas?
'-Me voy! Dormiré en el sofá- y arrastrando la almohada salió por el tapiz a la sala de la habitación compartida.
Lily se dejó caer en la cama, agotada. Dios! Esto no dejaba de empeorar...
7.
Estaba horrorizado. Es que no podía entender... no podía... no podía comprender... ni podía aceptar y sentía que iba a enloquecer. Tenía que haber una equivocación... no podía ser cierto... su padre... SU PADRE NO PODÍA HABERLE HECHO ESO A REMUS! Y sin embargo... las cosas comenzaban a calzar. ¿Por qué no lo vio antes? Todo era tan claro ahora... el miedo de Remus... las palabras... que su padre no aceptase la relación... sus propias palabras sobre que le haría daño.
Pero...¿CÓMO¿POR QUÉ?...
Se llevó las manos a la cabeza, confundido, perdido... mientras lloraba, de vergüenza, de dolor... por él, por Remus... los labios apretados, los ojos apretados, pero las lágrimas no se detenían, salían con ira, con rabia...y apretaba los puños hasta hacerse daño...y quería abrirse le pecho porque se asfixiaba...
¿POR QUÉ¿POR QUÉ TENÍA QUE SER ASÍ?
Flash Back
'-¿Quién intento violarte?
'-Ya no importa-pero sus ojos no tenían brillo
'-Él causo todo... quiero que pague. No soporto pensar que alguien... pudo haber echo eso contigo
'-Me da tanto...asco pensar en eso.
'-Dímelo. Estás herido...por Black y por él... y yo quiero que paguen.
'-Pero yo no quiero que tu corazón se llene de odio y rencor. No me pidas que lo diga... solo... solo está conmigo como lo has estado hasta ahora.
Fin del Flash Back
Todo calzaba… pero eso nunca quiso decirlo... por eso siempre callaba, por eso siempre lo miraba así, y era incapaz de revelarle la verdad. Por él... quería protegerlo de odiar a su padre, quería protegerlo de la verdad porque sabía que tenía a su padre en un altar pese a sus errores, quería protegerlo de eso... Pero... ¿Quién evitaba que lo odiase ahora¿QUIÉN IBA A QUITAR EL ODIO, EL DOLOR, EL SENTIRSE TRAICIONADO ASÍ¡Su propio padre le había puesto las manos encima al ser más sagrado para él!
Y recordar las lágrimas de Remus le partía el corazón...
Flash Back
'-Buenas tardes, Lupin- Lucius le dio una mirada calculadora al licántropo. Remus estaba pálido. Asintió levemente con la cabeza, tembloroso -Lo que me interesa de momentos es que te concentres en tus calificaciones, Draco- Lucius volvió a dirigirse a su hijo- No que andes acarreando el trabajo del profesor.- dijo al ver varios pergaminos en sus manos.
'-Lucius tiene razón, Draco. Dámelo- Remus le pidió con una sonrisa nerviosa los demás pergaminos, para que los colocara en sus brazos, también cargados
'-Pero...
'-Está bien. Hablaremos luego- no le gustó la palidez en el rostro de Remus ni la mirada asustada.
'-Iré a tu despacho más tarde...
'-Es tu profesor, Draco, trátalo con respeto- lo increpó Lucius con tono calmado pero voz severa
'-Iré a su despacho más tarde, profesor- se corrigió, apretando los puños
'-Gracias, Draco.
Fin del Flash Back
Ahora entendía el miedo, el terror de Remus. La palidez, el nerviosismo... entendía tanto, tanto, que le parecía imposible no haberlo visto antes. Y se trataban como dos perfectos desconocidos... corteses, distantes... ¿pero porque¿¿por qué su padre, porque él tenía que haberle hecho algo así a Remus, a su amor¿Por qué de entre todas las personas, a él¿Por qué de entre todas las personas, él¿Por qué¿Qué lo había llevado a eso¿venganza¿eran órdenes del Señor de las Tinieblas?
Flash Back
'-Si amas a un inalcanzable solo conocerás el dolor, la impotencia y puedes llegar a perder de tal forma el control que puedes herir a esa persona. Draco, yo sé lo que te estoy diciendo. También tuve tu edad...
'-Pero Remus es distinto.
'-Lo sé, pero... es humano, Draco
'-No entiendo lo que me quieres decir.
'-¡No quiero que te use¡Y no quiero que sufras!- miedo. Vio miedo en los ojos de su padre. Por primera vez.
'-¿Usarme¡Remus sería incapaz de usarme!.
'-Tiene razones para odiarme, Draco, por Dios... puede que te esté usando.
'-¡No Remus¡Y yo le quitaré a Black de la cabeza y del corazón!- dijo con obstinación
Fin del Flash Back
Amor? Un inalcanzable? Se refería a Remus? Su padre amaba a Remus? NO! ERA IMPOSIBLE! Nadie que ame a otra persona es capaz de hacer eso... pero lo amaba... o eso dejó entrever aquella vez... sólo que hasta ahora se daba cuenta. Lo amaba... lo amaba como lo amaba él. Y su frustración lo había llevado a eso... Amor y odio...
Dios... ¿cómo habían podido terminar en eso¿por eso la negativa de su padre¿por eso su dolor¿por eso su insistencia en hacer que desistiera? Amor llevado a la locura...
Flash Back
'-No me faltes el respeto, Draco. Pensé que eras distinto a su padre- Remus lo miró con lástima y con tristeza, pero más que nada, con miedo -Pero eres igual.
'-Mi padre es un gran hombre y estoy orgulloso de ser como él.
'-Entonces estamos mal, Draco. Cuando acepté ser tu novio, te acepté a ti... no a una imitación de Lucius.
'-Pero es mi padre, y deberías respetarlo- miró los ojos dorados que tenían una huella de dolor y temor que había visto antes.
'-¿Respetarlo? Cuando él comience a respetar a la gente quizá yo empiece a respetarlo
Fin del Flash Back
Y sintió miedo...¿acaso también le sucedería a él¿También sería capaz de eso¿Dañar así a quien más amaba? Era capaz de llegar al extremo de su padre. No! No quería¿Era capaz de obligar a Remus si no conseguía su amor? Eso... ESO ERA MONSTRUOSO!
Sin embargo... hacía unos minutos, estando junto al dormido Remus... lo había obligado a permanecer junto a él pese al miedo provocado por las pesadillas... y él lo había deseado al grado de pensar en ello... incluso... había sentido que lo deseaba tanto que... ¿y si terminaba igual que su padre¿Y si aún peor, lo humillaba, lo obligaba?... ¡Pero él no quería hacerlo llorar!...
Odio. Odio a su padre. Odio a si mismo. Ese odio hacia ambos, pero en especial a su padre, lo corroía... lo mataba... odio por haber profanado lo más sagrado para él, por haber destruido la propia imagen que tenía de su padre... por ensuciarlo a él mismo por llevar su sangre... por haberlo deseado de ESE modo. No podía mirar a Remus a los ojos. Su padre le había arrebatado la posibilidad de estar junto a Remus... porque él... no merecía estar a su lado. Era el hijo de quien lo había intentado violar. ¡Él mismo podía intentar hacerlo! No tenía cara para ver a Remus a los ojos.
¡Dios! Y todo este tiempo... lo había protegido de eso. Con su sonrisa dulce, sus ojos dorados...
¿Y que debía hacer con todo ese amor? No debían estar juntos. Él no era capaz de protegerlo, ni de hacerlo feliz... ni siquiera se había dado cuenta que había sido su propio padre quien... no quería recordarlo!
Remus se había peleado con Black por su culpa... y su padre había intentado... ¿acaso era él quien le traía desgracias al dulce licántropo¡Pero si él lo único que había hecho era amarlo!
No podían estar juntos... porque no quería herirlo más, porque no podía mirarlo a los ojos, porque no podía vivir amando esos ojos dorados y pensando que cada vez que se acercaba para besarlo, Remus veía a su padre... no podía estar a su lado sin pensar que a cada caricia, el licántropo recordaría las que una vez les propiciara Lucius.
Flash Back
'-Eres distinto a él, Draco... no permitas que te hagan creer lo contrario.
'-¿A quien?
Fin del Flash Back
'-No, no soy igual a él- dijo con odio- No soy igual a él. Jamás seré un mortífago, jamás le haré daño a quien ame... jamás le haré daño a Remus... jamás. NO SOY IGUAL A TI, LUCIUS MALFOY!-gritó con fuerza, mientras amargas lágrimas le corrían por las mejillas.
8.
Despertó de golpe porque en sus sueños había estado agitándose y descorrido el dosel, los rayos del sol le habían dado de lleno en el rostro. Se sentó en la cama, algo desorientado, sin estar muy seguro de que era lo que había pasado en las últimas horas... y con la sensación de que había algo que no estaba bien.
Se llevó la mano a la cicatriz en el pecho puesto que le ardía levemente... ¿Acaso tendría que ver con Voldemort¿Con el ataque que quería realizar?... Tembló ligeramente. Recordó la advertencia de Lucius... y parte de sus sueños. ¿Cuándo iba a poder olvidarse completamente de ellos? Sin embargo, bastaba que se encontrara con Lucius para que las pesadillas volviesen con mayor intensidad que nunca. Era algo que aún no superaba por completo... y quizás eso tenía que ver porque se lo estaba escondiendo precisamente al hijo del hombre que había intentado violentarlo. Miró en un acto reflejo a su lado para ver que el lugar de Draco estaba vacío.
Se había portado como un maldito. No siquiera había sido capaz de aceptar los abrazos amorosos del joven Slytherin... sólo, sólo porque inevitablemente le recordaban los de Lucius. Draco tenía todo el derecho a estar enojado con él. Demonios!
Se echó una bata encima para prepararse un café. Uno bien cargado, como los que le gustaban a James. Realmente lo necesitaba, y mientras lo hacía consultó el reloj. Una hora para el inicio de las clases. Excelente... podría darse una baño de tina y relajarse... de ahí buscaría a Draco... y hablaría con Dumbledore. Pero justo cuando estaba llevándose la taza de café a los labios, alguien llamó a la puerta.
Sonrió. Seguramente Draco había vuelto... abrió la puerta con una sonrisa conciliadora... que adquirió aire de sorpresa al ver a quien estaba parado frente a su puerta.
'-Sirius
'-Moony – el animago lo miró con las mejillas rojas y mirada de niño regañado
'-Disculpa, pero estaba por prepararme para...- quería cerrar la puerta. No quería ver-sucumbir frente a esa mirada plateada, y sin embargo, la odiosa necesidad de verse reflejado en los iris del otro y la propia voz de Sirius lo detuvieron de cerrar la puerta frente a las narices del otro.
'-Perdona...-y le tendió una caja de chocolates, de esos que le encantaban, esos que no habían en Hogsmeade y que solo habían en Londres, en esa tienda especializada, porque eran extranjeros. Esos chocolates que estaban rellenos con manjar y con un centro duro de chocolate que no podía resistir. Esos que no hacían envíos y que sólo se podían conseguir yendo directamente a la tienda y... las ojeras de Sirius decían que no había dormido aquella noche...- yo... yo... no sé lo que me pasó ayer. Fui un idiota y un... desgraciado- y lo miró con la bata puesta y los ojos dorados, brillantes. ¿A quienes engañaban? No podían vivir separados y obstinadamente insistían en demostrar lo contrario- Solo sentía rabia de que no estuvieses de mi lado... de que... apoyases a Lily en pedirle ayuda a Snape... yo... Moony, por favor, nunca quise decir todo lo que dije
'-Pero lo hiciste- las palabras no tenían más reproche. El animago había pedido las disculpas al caso, y aunque había dolido, no pensó que Sirius fue a disculpar y menos tan prontamente. Menos que hiciera el dichoso viajecito a Londres en una noche, sólo para traerle esos chocolates. Quizás... sólo quizás... intentaba cambiar por él. Era lindo pensar que eso era lo que movía los actos del animago.
'-Lo sé...
'-¿Qué pasa?- había algo en la mirada del otro y su silencio que le hizo pensar que algo no andaba bien. Que estaba ahí por su perdón, pero también por su compañía.
'-N-nada...-quizás a otro engañara, pero no a él.
'-No tienes buen aspecto- el lupino lo miró, preocupado. Parecía que no había pasado una buena noche.
'-Tú tampoco- Sirius sonrió... irremediablemente la sonrisa también adornó los labios del licántropo. Ambos se miraron al mismo tiempo para reír.
'-¿Qué quieres? Vengo levantándome- se desordenó levemente el pelo, mirando al animago
'-Siempre me pareciste el ser más hermoso aún con esa cara de sueño que no te puedes.
Se sonrojó. Era irremediable. Como dos más dos son cuatro... Sirius tenía ese efecto en él.
'-Tú... tampoco estás tan mal- murmuró al fin, sin atreverse a mirarlo a los ojos. Y aunque sabía que no debía, se separó de la puerta de modo de que el animago pudiese entrar en la habitación.
Sirius sonrió. Y entró... vio las cosas de su lobito... y algunas de las de Malfoy. Esta vez dolió, pero no lo invadió era furia que lo cegaba.
'-¿Y él?- no quería decir el nombre, vaya a saberse porque
'-Salió temprano- Remus preparaba otra taza de café, sin estar seguro del porque estaban ahí los dos, juntos, solos y... ¿el destino?
'-Ah!... ya... ¿puedo sentarme?
'-Sí, claro.
Se sentó en un sofá. La corbata del Slytherin estaba ahí... la miró, pero no dijo nada. Cuando Remus le tendió el café solo agradeció con una sonrisa y cayó nuevamente el silencio entre ambos.
'-¿Y bien?-el licántropo tomó la palabra
'-¿Y bien que?
'-¿Qué pasa?
-¿Tiene que pasarme algo?
'-Te conozco lo suficiente como para saber que algo no anda bien
Se miraron a los ojos por espacio de unos segundos y se lo dijeron todo. Cuanto se extrañaban, cuanto miedo tenían de estar sin el otro, cuanto se amaban... que todos los malos entendidos debían ser olvidados... y que querían volver a ser lo que habían sido. Pero ninguno dijo nada. Remus sonrió levemente y Sirius le devolvió la sonrisa. Perfecto grado de compenetración... y sin embargo... no era su momento ahora. Y ambos lo entendían... todavía debían hablar y aclarar... y solucionar... y perdonar.
'-James y Lily... están peleados. James pasó la noche en el sofá. Lily le pidió ayuda a Snivellus y él aceptó- soltó la fin Sirius.
'-¿Y tú también estás enojado con ella por eso?- preguntó paciente
'-Es una serpiente! Es un Slytherin! Tú...- se guardó. No quería herir mas al licántropo, ni ahora ni nunca. Sólo quería volver a estar con él.
'-¿Crees que todos los Slytherin son iguales?- pero por las preguntas de Remus se notaba que necesitaba saber.
'-¡Por supuesto! Todos son iguales! Tienen malas intenciones y... la mayor parte de los que han estado en esa casa practicaron las Artes Oscuras... demás está recordarte que gran parte de ellos eran mortífagos y así como ellos lo fueron, sus hijos también...
'-Pero eso es una generalización, Sirius... ¿no le darías la oportunidad a alguien que pertenece a una de esas generalizaciones de demostrar que no todos son así?
'-No¿para que? Al final todos son iguales...
Tristeza. Eso había en los ojos dorados, y para el animago era tan claro que ni aunque Remus lo hubiese gritado lo habría visto mejor. ¿Por qué, se preguntó?
'-Moony...
'-Quizás se haya debido a eso que no pudimos seguir juntos
'-¿De que hablas?
'-Encierras a todos bajo la misma concepción...
'-¿Qué tiene que ver que crea que todos los Slytherin son unos traidores, manipuladores, sucios, rastreros, ambiciosos y una gran cantidad de calificativos que no me molestaré en nombrar con nosotros?
'-Por supuesto que tiene que ver, Sirius... tu argumentación se basa en un tópico. Entonces, y basándonos en ese razonamiento¿por qué Pete nos traicionó cuando los Gryffindor gozamos de fama de leales y valientes¿Por qué Snape arriesga su propia vida al ser un espía para Dumbledore¿Por qué Draco reniega de los propios ideales de su casa para estar con un media-sangre?–de nuevo tenían esas discusiones que tanto los habían unido cuando eran estudiantes, y sin embargo, él no quería tener que discutir ahora eso con el lobo... él sólo quería... sólo quería tenerlo entre sus brazos otra vez.
'-Ya, pero la excepción hace la regla...
'-¿Y no crees entonces que esas excepciones merecen una oportunidad¿No consideras que... vale la pena?- los ojos del licántropo eran implorantes, pero Sirius no sabía que era lo que el otro esperaba de su respuesta.
Siempre le había dicho a Remus las cosas que pensaba tal cual eran, por lo menos hasta que la desconfianza cegó su relación, pero ahora comenzaban de nuevo y por ello contestó. Si la desconfianza los había separado... que la sinceridad jugase al revés:
'-¿Para que? Siempre volveremos a lo mismo... los Slytherin son lo que son... los Gryffindor también y la rivalidad entre ellos es inevitable porque significamos dos polos opuestos¿ves? Somos los buenos de este cuento y las serpientes las malas...
Remus negó levemente con la cabeza. Quizás era ese modo de pensar el que había hecho que se sintiera tan inseguro por tantos años cuando notó que la confianza se perdía... quizás había sido ese modo de pensar el que no permitió que le confiase todos su miedos, alentado por lo que en otro tiempo habían sido los insidiosos comentarios de Peter... y se dispuso a arreglar de una vez por todas esas situación. Quería volver a estar con él como cuando salieron del Colegio y comenzaron su vida juntos... como cuando se casaron...
'-Pero... si realmente crees eso... ¿qué soy yo, Sirius?
'-No te entiendo
'-¿Quién soy?- ojos que clamaban una respuesta.
'-Eres simplemente Remus... –dijo sin entender aún, pero con la mirada tierna clavada en su esposo- Mi Moony, mi lobito...
'-Un licántropo- contestó Remus, negando con la cabeza- No soy completamente humano, ni tampoco completamente animal... ¿Qué soy, Sirius?
'-¿Adónde quieres llegar?- tristeza y preocupación.
'- Soy un ser sin sentimientos... Soy un ser oscuro y maligno, que se alimenta de sangre y vidas humanas, que no se detiene para matar... cada luna llena la necesidad de sangre me enloquece y disfruto cercenando gargantas y oliendo el miedo... ¿Eso soy para ti, Sirius?- los ojitos dorados estaban llenos de lágrimas. Necesitaba que Sirius entendiese, porque sólo su entendimiento le traería el alivio.
Y entonces llegó el entendimiento y con ello... el arrepentimiento. Había sido tan ciego... y cuanto dolor le habría producido a ese chico que amaba más que a nada en el mundo. Se acercó a él y en un acto en el que no se detuvo a pensar, lo abrazo, fuerte, queriendo protegerlo de todo y todos.
Ninguno de los dos notó como la puerta se abría y alguien miraba la escena, entre helado y dolido... y lleno de entendimiento.
'-Remus, yo... jamás te condenaría. Jamás te negaría una oportunidad... sería incapaz de negarte algo- lo apartó levemente para mirarlo a los ojos- He sido un ciego... lo siento tanto...
'-E-está bien...-sonrió levemente, pero con sinceridad- Era importante que entendieras... para mi era muy importante...-y sin embargo al ver que el otro no lo soltaba fue separándose de él, lentamente. Que difícil se le hacía estar entre sus brazos y salir de ellos.
'-Perdona- se disculpó Sirius- perdona, sé que yo no...
'-No, no importa... no pasa nada- miró el suelo, sonrojado.
'-Sí... perdona...
'-¿Remus?- la voz los sobresaltó a ambos quienes de inmediato se voltearon a ver a quien los miraba desde la puerta con una expresión indescifrable
'-¡Draco!- el licántropo lo miró avergonzado. No quería que pensara lo que no era... ¿pero que era lo que no era¿qué no lo amaba? Lo amaba... ¿qué no había disfrutado sus brazos? Lo había echo... ¿qué no lo había buscado?... sólo en parte... ¿qué lo había engañado? No, eso si que no- Draco...yo... –pero entonces notó que el rubio tenía la mirada decidida y los ojos hinchados por las lágrimas- ¿D-draco¿qué pasó ?-su expresión de vergüenza se tornó en preocupación
'-Tú... yo...- comenzó a decir, pero calló
Draco miró a los dos hombres... y una serie de sentimientos le cruzaron por la mente y el corazón... ¿cómo había sido tan ciego como para pensar que podía separarlos¿qué podía alejarlos? Cuando los vio abrazados... dolió... aquello era lo que él nunca recibiría del licántropo. Pero sentía una extraña satisfacción al pensar que Remus podía ser feliz.
Se sorprendió de sus propios sentimientos, porque no hubiese podido creer que fuese capaz de sentir algo así en medio de su propio dolor... alivio, porque era capaz de alegrarse por el licántropo... y eso lo hacía un poco más parecido a lo que Remus hubiese querido.
Remus siempre sería su primer amor... amado, sagrado e intocable...
Pero era tiempo de dejar de soñar y enfrentarse a la realidad.
Remus ya tenía dueño.
Y no era él.
'-Nosotros... terminamos -los ojos plateados se perdieron por última vez en los dorados.
'-¿Qué?- los dos los miraron, sin creerlo
'-Eso- apretó los puños y bajó la mirada- Yo... sólo quiero hacerte una pregunta más, Remus- la mirada era una mirada madura y marcada de determinación- ¿Por qué no... no me dijiste que mi padre era el causante¡¿Por qué no me dijiste que mi padre era el maldito bastardo que se había atrevido a tocarte!
'-¿Cómo...?-pero la pregunta murió en sus labios
'-Dímelo... por favor...
'-Escucha Draco- Remus se apresuró a tomarlo por los hombros y cerrar la puerta. Sirius inmóvil contemplaba al rubio que aunque firme se notaba devastado por dentro- tú no eres igual a tu padre. Jamás lo has sido y jamás lo serás...- ¿cómo era posible que de una sola mirada hubiese entendido perfectamente que era lo que lo atormentaba?
'-¿Por qué estás tan seguro!-y aguantaba las lágrimas, porque no quería que Black lo viese llorar- ¡Es un mal nacido¡LO ODIO!
'-Escúchame Draco- lo zarandeó levemente- escúchame por favor...- se volteó donde Sirius- Sirius¿puedes dejarnos solos un momento?
El animago asintió levemente con la cabeza, con expresión seria y se retiró sin decir más palabras. Cuando hubo salido, Draco se permitió llorar de amargura, de dolor... y abrazó al profesor que lo abrazó dulcemente
'-Tranquilo... –y le acarició suavemente el rubio cabello- Draco, escúchame... lo que haya pasado entre Lucius y yo es un asunto entre nosotros
'-¡Él te hirió! No puedo ignorar lo que mi padre es...-y apretaba su propio rostro contra el pecho del licántropo- es un... es un...
'-Lo sé... a lo que voy es que... tu padre no es una mala persona Draco... tiene muchos defectos, pero también tiene sus virtudes y la más grande de todas es que te adora por sobre todas las cosas. Eso es lo único que sé.
'-Si me quisiera tanto... no le haría daño a la única persona que he amado- lo miró, con las mejillas mojadas y temblando.
'-¿Draco? Tu padre no sabía sobre tus sentimientos... –le tomó la cara con una mano-Tu padre mataría por ti... eres lo más importante para él.
'-Pero yo te amo... y él... pero tú no me amas... tú amas a Black... ¿qué hago... que hago con este a-amor?- su mejilla contra su pecho cálido. Inconscientemente deseó que aquella mentira hubiese durado un poco más... sólo un poco más...
'-Verás que vendrá otro amor... verás que el día que menos te lo esperes te llegará la persona que realmente vas a amar el resto de tus días- y lo volvió a abrazar. Mientras sentía que un gran peso le era sacado de encima... y sin embargo... jamás pensó que fuese a querer tanto a ese chico.
'-No, no... nunca como te amo a ti- lo miró nuevamente. Había amor en sus ojos, pero no el amor que él sentía por Sirius, era un amor distinto, pero no por eso menos real.
Le sonrió con ternura antes de besarle la frente, con todo el cariño que podía profesarle.
'-No quiero que odies a tu padre... él siempre intenta hacer lo correcto para tu bienestar... Lucius cometió un error... pero se detuvo a tiempo y...
'-Pero lo intentó... ¿Remus? Necesito saber... ¿qué había entre ustedes dos en el colegio?- se prohibía confesarle que él mismo lo había deseado desesperadamente.
'-No soy yo el indicado para que te diga esas cosas...- negó con la cabeza- Sólo te pido una cosa... Habla con tu padre. Él te dirá sus motivos cuando llegue el momento. Que mis sentimientos hacia él no influyan en los tuyos.
'-¿Lo odias?
'-...no, no lo odio, aunque pensé que sí... a pesar de todo no lo odio y por eso tú tampoco debes odiarlo...
'-¿Y no me odias a mi, Remus?- temor.
'-No... jamás podría odiarte. Te quiero mucho- le sonrió con esa sonrisa tan suya. Esa que le iluminaba el día.
'-Y-yo también te quiero... te quiero tanto, Remus... y me duele tanto... saber que él te...
'-Tranquilo... ya va a pasar... vas a ver que ese dolor va a pasar igual como el que yo sentí va pasando... lentamente, pero pasa...ya no duele tanto...
'-¿Y-y y si me convierto en alguien como él? No quiero ser como él...
'-No Draco... tú no eres como él y jamás permitan que te digan lo contrario. Vas a ver que encontrarás a alguien a quien vas a amar más que a nadie y que te amará con todo su corazón... y vas a llegar a ser un gran hombre, Draco, más y mejor que tu padre...- y mientras decía eso le acariciaba la cabeza.
'-Y-yo... te dejo libre...-lo miró, los ojos rebalsados en lágrimas. Pero le sonrió, una sonrisa sincera –porque te quiero tanto... que te quiero ver feliz. Porque te amo.
Sirius, al otro lado de la puerta, dejó que su cuerpo resbalase hasta quedar sentado en el frío suelo de piedra. Levantó la mirada al techo...
'-Aquellas excepciones... merecen una oportunidad...-fue la afirmación que salió de sus labios. Estaba sonriendo.
8.
El día fue agitado. Había demasiado que hacer y muy poco tiempo.
En cuando Draco y Remus salieron del despacho de éste último, tanto el animago como el licántropo se miraron con entendimiento... una de las barreras que los separaban se había roto. Draco no asistió a clases ese día, necesitaba pensar y contactarse con su padre cuanto antes, esto último sin buenos resultados.
Lily y James seguían enfadados entre ellos. Snape, quizás previendo eso no se apareció en todo el día a los Merodeadores, evitando una muerte segura en patas de cierto Bambi.
Remus habló con Dumbledore y alertó la acción que Lucius le había avisado. Pidió además protección especial para Draco, pues su padre temía que de fallar, fuese su hijo quien pagase las consecuencias. Dumbledore preparó lo que fuese necesario más rápido de lo que el mismo licántropo había pensado que fuese capaz de hacerlo... Kingsley tenía ya preparado un grupo de aurores de confianza para que a la primera señal salieran disparados al sitio de catástrofe... todo parecía estar listo para afrentar lo que tuviese que venir.
Sólo una cosa inquietó a Remus de sobremanera, porque ya el ambiente de por sí era tenso. Una lechuza. Con una nota de Lucius.
'Cuida a mi hijo si algo me sucede'
'-Escucha Harry. Por nada del mundo se te ocurra salir del Castillo- oía a Lily
'-Sí mamá
'-¿Es que va a suceder algo, señora?-preguntó Mione, extrañada
'-Puede que haya algunos problemas- James miró a la chica con simpatía- Por eso no deben salir del Castillo... y lo digo porque bien sé que tipo de fama tienen, eh? Busca problemas.
'-¡Es que mi ahijado es tan genial como su padrino!
'-En general los problemas son los que me encuentran a mi u.u
'-No hijo, no seas tan modesto. Tienes que llevar con orgullo la carga de la familia
'-James, no le des más ideas a Harry, con Sirius ya es suficiente- demás está decir que ambos esposos no iban a dejar que sus asuntos de pareja interfirieran con los asuntos de su hijo.
'-¿Qué? Vamos, que no hablo sólo por mi lado, jejeje. Eres la integrante femenina del grupo- y le guiñó un ojo a su esposa.
'-Oh! Dios! Que futuro le espera a este pobre muchacho con dos padres así!-y el dichoso padrino ya estaba metiendo la nariz donde nadie lo llamaba.
La tarde se ensombreció con la llegada de una segunda lechuza dirigida a Remus del Ministerio. El grupo se despidió de Harry y sus amigos y se encaminó a la antigua habitación compartida. Sólo una vez dentro, Remus rasgó el sobre y leyó. Habían llamado a Remus a comparecer frente a tribunales y a sanadores debido a su condición de licántropo, argumentando que dada su condición podría haber sido cómplice de Black.
'-No puedo creerlo!- Sirius hizo millones de pequeños cuadraditos la citación que había recibido el licántropo, rasgándola repetidamente con las manos- Es el colmo! Es humillante! Degradante! No te preocupes, Moony, no voy a permitir que se atrevan a hacerte eso
'-Tranquilo Sirius... no es de tanta importancia- aunque su mirada no decía lo mismo. Se notaba avergonzado e incómodo, pero al menos sentía que tenía el apoyo de Sirius y eso le daba cierta tranquilidad- Sólo me realizarán unos exámenes y... me interrogarán, supongo
'-Sirius tiene razón- Lily estaba muy enfurecida también, y cruzada de brazos y con el rostro rojo, parecía que iba a explotar en cualquier momento- No puedo creer que te citen¡Es humillante!
'-Chicos... tranquilos... sólo iré y no pasará a más...
'-No!- James golpeó la mesa con violencia y con los ojos brillantes de furia- Primero acusan a Sirius y reabren el caso y ahora te citan por tu condición! Esto es el colmo. Dumbledore deberá hacer algo o yo mismo tomaré cartas en el asunto.
'-Tranquilo, no te exaltes - Lily se apresuró a tomarlo de brazo
'-Perdona... tienes razón- sonrió levemente
No se habían reconciliado aún, pero se notaba que ya no estaban tan enfadados como antes. Quizás sólo estaban esperando el momento adecuado para hablar.
'-¿Por qué quieren que Remus vaya a declarar? No entiendo ¿por qué creen que Sirius es el que ha conspirado todo esto? – preguntó Peter con tristeza, miró a sus dos amigos, el primero triste, el segundo enfurecido- Si debieran sospechar de alguien debería ser de mi, no? Yo declaré que había actuado como traidor y...
'-No Pete- Remus le sonrió con tristeza- está bien... no tengo problema en ir a declarar, y no vuelvas a mencionar eso. Es pasado y esta vez no volverá a suceder. No lo repitas nunca más, no les des argumento para que también te citen a ti.
'-Además... Snape... -mueca de molestia por parte de James- hará algo útil en su vida y va a ayudarnos- Lily sonrió levemente.
'-Moony y Prongs tienen razón.- Sirius se dejó caer en un sofá cercano, donde Remus estaba sentado- Son unos idiotas, arrogantes, hijos de puta que...
'-Pero... ¿por qué?- Peter negó con la cabeza
'-Porque quieren quitarnos del camino, Pete- Lily se sentó también con gesto cansado- Sirius fue prófugo y su juicio no fue público. Además de que el hechizo que nos volvió a la vida despierta demasiado recelo y quizás hasta envidia entre la poca gente que lo conoce... Sirius es el conejillo perfecto para desviar la atención de la ineficacia del Ministerio y darle una respuesta a los miles de magos y brujas asustados
'-Y Remus es un licántropo- James sonrió con amargura- ¿crees que ellos necesitan alguna otra razón para citarlo? Malditos bastardos
'-Si ellos se llegase a enterar que ustedes dos son esposo, ellos...- Peter calló ante el rictus de dolor en los rostros de su dos amigos- Disculpen... yo no quise...
'-No pasa nada, Pete- Sirius miró de reojo a Remus que había bajado la vista, con dolor
'-Si ellos averiguasen eso... –Lily miró a sus dos amigos, para luego mirar a Pete y a James- Es verdad, es verdad... si se enteraran... podrían vincularlos y entonces...
'-Remus sería enjuiciado- terminó James con voz sombría para luego mirar al lupino- Fugde buscaría un resquicio legal para hacerte un juicio argumentando que debió hacerse el día que metieron a Sirius en Azkaban. Te usarían como cabeza de turco.
'-Hay que mantener completa discreción sobre el tema- Sirius suspiró- De todos modos... nosotros ya no estamos juntos y por cualquier cosa que me acusen, Moony no tendría que pagar conmigo- aunque intentaba un tono animado había tanta amargura en su voz que Remus levantó la vista para mirarlo- ¿Qué¿De verdad crees que permitiría que te hicieran algo?- tomó suavemente la mano pálida que descansaba en el regazo del lupino, y luego de darle un apretó, lo soltó, como si tuviera miedo de que el otro lo rechazara. Estaban teniendo algunos avances, pero no quería abusar de su suerte- Jamás... nunca te harán daño mientras pueda evitarlo
Remus miró la mano que el animago le acababa de apretar, anhelando el contacto de esa mano grande, fuerte y cálida... por Dios¿por qué tenía que amarlo tanto? Si tan sólo pudiese olvidar ese amor tan... pero lo cierto es que sabía que se engañaba... era un idiota... no quería olvidar ese amor... no quería, porque era lo más maravilloso del mundo, pese a todo... y sólo Dios sabía cuanto extrañaba a ese tonto arrogante y dulce.
Cuando levantó la vista, James sonreía y en cuanto miró a Sirius notó la enorme pena que cargaba... le recordó aquel tiempo, cuando aún eran estudiantes en el que Sirius había dejado su familia y había sido desheredado. Cómo ansiaba abrazarlo... cargar con parte de ese dolor y... pero ¿no había cargado ya con él durante tanto tiempo¿no había sido Sirius quien había decidido que él no podía cargar con un monstruo?
Sin embargo, las palabras salieron de su corazón, no de su mente, que jamás las hubiese pronunciado:
'-No te dejaré solo... nunca
James y Lily sonrieron, y fue el moreno quien tomó a Peter de la solapa de la túnica para sacarlo del despacho. El pequeño supo de inmediato que era lo que los otros pretendían y se apresuró a seguirlos.
'-¿No me dejarás, Moony?- preguntó Sirius mirándolo fijamente, amando la dulzura de aquellos ojos de oro- Y, sin embargo, ahora estoy tan solo
'-¿Me culpas de esa soledad?
'-Sólo tú podrías hacerla desaparecer.
'-Fuiste tú quien me alejaste... yo siempre traté de estar a tu lado
'-No me recrimines más, lobito. Fui un idiota, es verdad que yo te alejé... te alejé por una desconfianza infundada, porque no quería que vieras debilidad en mi, quería que te sintieras seguro y no vieras mi miedo...
'-Pero yo quería conocer tu debilidad y tu miedo. Quería protegerte de todo, quería abrazarte y que supieras que en mi podías descansar de todo y todos...
'-Moony... perdóname
'-Paddy...-si tan sólo le tomase la mano... si al menos le tomase la mano... para sentir que aquello era real... y como si el animago hubiese leído su mente, las manos volvieron a envolver las suyas.
El lupino bajó la vista, sonrojado...Sirius lo miró, enternecido. Parecían dos jovencitos enamorados... corrección, ERAN dos jovencitos enamorados, pensó el animago. Se acercó un poco más al otro y le alzó el rostro por la barbilla para mirarlo mejor. El animago abrió la boca para decir ante la expectación de Remus, cuando los golpes en la puerta, los interrumpieron
'-¡SE DESATÓ, CHICOS!-era la voz de James y lo que habían estado esperando acababa de suceder.
Se pusieron de pie, Sirius con las manos del otro entre las suyas. Se miraron a los ojos y sacaron sus varitas.
'-Moony?
'-Dime?
'-Gracias... –pero al ver pregunta en la mirada del libo, prosiguió- por darme una oportunidad de demostrar que no soy un Black cualquiera- y lo besó en los labios antes de salir corriendo.
'-Paddy...- se quedó quieto ahí, enrojecido y con mirada de enamorado.
La risa de Lily que lo esperaba en la puerta lo hizo despabilar, y se llevó una mano a la mejilla para comprobar que estaba ardiendo.
Sonrió. Todo volvía lentamente a ser como antes...
9.
Pese a la rapidez de la reacción del Ministerio y de la misma Orden, la devastación ya era de por sí mayúscula. Muertos por todas partes... sumado a los gritos y el aire cargado de maldiciones, hechizos y el agua cayendo sobre ellos, porque los detectores de incendios se habían accionado. Un ambiente ahogante, asfixiante. Demonios... mortífagos... y dementores.
Sirius, que luchaba codo a codo con Remus, vaciló al ver a los antiguos guardianes de Azkaban.
'-Expectro patronum!- de la varita del licántropo salió la figura consistente de un lobo que arremetió contra las criaturas- Sirius! No te dejes impresionar.
'-E-expectro patronum, Expectro patronum- pero de su varita no salía más que un débil humo plateado que no asustaba a nadie.
'-Recuerda algo feliz- dijo el licántropo tomando cartas en el asunto, y tomó su mano.
'-¡Moony!-miró asombrado su mano entre los dedos de Remus- S-sí... –y no necesitó recordar ningún momento feliz, porque lo estaba viviendo, con la mano del licántropo entre sus dedos- Expectro patronum! –y tal como había surgido un lobo de la de Remus, un hermoso perro, majestuoso y plateado, con coincidente semejanza a Padfoot, alejó a unos cuantos dementores... sólo para frotar su nariz con el lobo plateado.
Ambos magos se sonrojaron.
Lily y James en cambio ahora luchaban con una bandada de demonios voladores que escupían fuego por la boca. Parecía que a medida que se acostumbraban más a su nueva vida y nuevo cuerpo, más provecho podían sacarle, porque nunca hasta ese momentos habían luchado juntos de ESE modo. Con tanta agilidad, velocidad y flexibilidad. Espalda contra espalda. Se movían de una forma tan perfecta, tan compenetrada, que más parecía que bailaban que luchaban, porque se movían justo en el momento y con cada hechizo volaban mínimo a dos o tres criaturas, y si hasta conversaban mientras destruían demonios.
No cabía duda que eran de los magos más fuertes de su época.
'-Que aliento, por Merlín!
'-Que chiste más malo, Jamsie
'-¿Entonces porque sonríes?
'-Porque soy tu esposa y si no te celebro tus locuras nadie lo hará
'-¿Te había dicho que eres una belleza?- sonrisa compradora y ahí iban otros dos demonios.
'-No las suficientes veces
'-Lo imaginé
'-Y no te separes mucho, ciervito saltarín- y con un solo movimiento de varita incineró a otros dos.
'-¿A quien le dices ciervito saltarín?
'-Al único bambi que conozco. Ya suficiente tuve la última vez, no quiero que vuelvas al hospital.
'-Me miras en menos, querida
'-No, querido, sólo cuido tu salud... y de paso la mía.
'-Oye... lo de Snivellus aún no está solucionado, eh?
'-¿No podemos hablar de eso después?
'-Sí, pero que no se te olvide. No volveré a la habitación hasta hablar de eso y dejar los puntos claros
'-Pues, que sepas que tengo mis métodos para convencerte de que vueltas- voz sensual
'-No digas esas cosas... o sólo lo olvidaré para ver cuales son esos métodos -
'-Que te los puedo mostrar sin necesidad de excusas- más sensual
Había al menos unos treinta mortífagos armando caos. Prendiendo fuego a lugares, desatando el histerismo y sin permitir a los aurores ocuparse completamente ni de los muggles ni de los ataques, porque corrían de un lado para otro, intentando controlar una situación que no parecía controlable. Kingsley gritaba ordenes en un caos tal que dudaba incluso que fuese escuchado, mientras incineraba a varios demonios que mostraban amenazantes sus cuatro corridas de afilados dientes.
Remus en tanto se había alejado de Sirius tratando de sacar a la mayor cantidad de muggles del lugar, mientras el animago le cubría las espaldas. Con un potente hechizo habían abierto un agujero en la pared y ayudaban a la gente a salir por ahí con cuerdas. Las personas, demasiado asustadas, no preguntaban, no pensaban siquiera, sólo intentaban huir a como diese lugar.
Sirius se quitó un mechón de húmedo pelo negro de los ojos, porque los detectores de incendio lo tenían completamente empapado. El olor a quemado de los plásticos y de los propios cadáveres producto del fuego de los demonios le estaba dando algo de náuseas y dolor de cabeza. Se volteó para ver a Remus ayudando a una mujer ya más anciana a bajar por una de las cuerdas... sonrió, ese era su lobito, tan dulce... casi lo tira un poderoso Averno, y es que como miraba al pálido mago no vio que los mortífagos se habían reorganizado y comenzaban a atacar otra vez.
'-Malditos asesinos...- murmuró con desprecio antes de invocar un Protego contra dos maldiciones. Tan propiamente de ellos, cinco contra uno. Ja, tan propio que de no haber sido así hubiese pensado en una trampa- Vamos tarados, que puedo con los cinco.
Y reconoció un par de ojos entre las máscaras que cubrían los rostros. Snape. Sonrió. Contra cuatro? Estaba dado, esa victoria era suya, como que se llamaba Sirius Black.
'-¡Ah!- el grito lo tomó desprevenido y rodó por el suelo, evitando una maldición y contraatacando con un hechizo, sólo para voltear y buscar a Remus con desesperación, sin encontrarlo... ahí! Estaba rodeado por otros seis mortífagos...
'-¡Stupefy!- no lo vio a tiempo y le golpeó en el brazo, aturdiéndolo
'-¡Destrucio!
'-¡Averno!
'-¡PROTEGO!- los repelió a duras penas, porque sólo tenía atención para Remus... pero lo había perdido de vista. Parte del techo cayó en su campo de visión y las llamas se hicieron más grandes, incapaz de ser apagadas por el agua. Aquello era magia- ¡JAMES!- gritó- ¡JAMES, LILY... MOONY ESTÁ EN APUROS!- y mago y bruja escucharon pese a que estaban bastante distanciados, pero ellos mismos estaban siendo acorralados por dementores. No podían ir en su ayuda y James apretó los dientes, frustrado.
Pero Peter si escuchó y volteó a ver como James y Lily se defendían incapaces de acudir en ayuda de licántropo. Con más valor y decisión de la que había sentido en su vida, corrió en dirección contraria a la salida, en donde había estado guiando a un grupo de muggles y convertido en rata se apresuró a buscar a Remus.
10.
Su espalda chocó contra un muro que parecía sostenerse por puro milagro. Estaba empapado de pies a cabeza, el agua seguía cayendo, las luces se habían apagado en casi todas partes y apenas había alguna que titilaba, tímidamente. Hacía frío y estaba rodeado. Miró los ojos de sus enemigos, lo único descubierto por las máscaras. Malditos cobardes que ni siquiera se atrevían a mostrar la cara... estaba atrapado... pero no se los haría fácil. Jamás. Si iba a morir les pensaba hacer muy difíciles las cosas.
Apretó los dientes y quiso gritar, pero mantuvo el control. Porque pensó... pensó en lo tonto que había sido... pensó en que hacía menos de una hora había estado a punto de reconciliarse con Sirius... su Paddy... y ahora... ahora iba a morir...
Amarga ironía, se dijo con mortificación
'-Estás muerto, Lupin- se quitaron las máscaras. Los seis. Reconocía al que había hablado como Tiberus Nogel, Ravenclaw, dos años menor que él. ¿A dónde iba a parar ese mundo?
Lucius y Bellatrix estaban entre ellos. Lucius lo miraba siniestramente, pero jamás a los ojos... pero al poco ya no había nada en su mirada plateado. Indiferencia. Aunque hubo un pequeño brillo... algo que lo reprochaba. ¿Por qué? decía su mirada¿por qué viniste?. Bellatrix en cambio lo miraba con obvia alegría, felicidad. Una sonrisa adornaba el bello rostro de la bruja.
'-Ríndete y haznos las cosas fácil- dijo Bellatrix avanzando con una sonrisa de agrado
'-Nunca- intentó defenderse, pero su hechizo no dio en el blanco, y apenas pudo protegerse del que envió Tiberus antes de contraatacarlo y hacerlo caer por el agua que tenía el piso sumamente resbaloso, de modo que no pudo con el de Bellatrix, demasiado cerca y demasiado rápido.
Cayó al suelo, de rodillas, pero se puso de pie... la vista nublada, un sabor amargo en la boca. El segundo hechizo de Bella le dio en la boca del estómago como una patada y se dobló hacia delante, escupiendo sangre. Dos mortífagos alzaron las varitas para invocar un Crucio. Intentó moverse, pero el piso resbaladizo evitó su huída y las dos maldiciones le dieron en el tórax. Gritó mientras caía al suelo nuevamente, porque se iba a desgarrar... sentía que iba a romperse del sufrimiento... incapaz de pensar en algo más, porque su mente estaba llena de dolor que era inconcebible considerar algo más siquiera.
Se detuvieron mientras la bruja reía con ganas hasta detenerse a centímetros de él.
El sabor metálico dela sangre le inundaba la boca, pero sus sentido estaban más desarrollados. Sus instintos de lobo le exigían, le ordenaba hacer un intento por sobrevivir. El instinto era mayor al dolor.
Se puso de pie con velocidad asombrosa para haber recibido dos Crucio recientemente y se echó sobre un mortífago, aturdiéndolo, para luego echarle una maldición a otro que apenas pudo reaccionar. Bellatrix le envió un Delirius que lo tiró por los suelos. Se golpeó la cabeza con una vidrina, rompiendo los pocos vidrios que seguían enteros... los mortífagos se acercaron y él aún así se puso de pie... tambaleándose y aturdido... y con un hilo de sangre corriéndole por los labios desde la cabeza. Dolor. Oyó las risas enfermas de los que lo rodeaban.
'-Vamos Remus... pórtate bien- era Lucius y avanzaba hacia él. El lobo se rebeló en su interior y Remus gruñó. Era imagen fiera con la sangre corriéndolo desde la herida en la cabeza, escondida pro su cabello miel mojado que también comenzaba a mancharse de rojo.
'-Cuidado... mañana es luna llena- oyó de Bella alertaba a los demás- el lobo está fuerte. Redúzcanlo, pero no lo maten... nuestro Señor lo necesita vivo- sonrió.
Cuando levantó la vista vio que cuatro de ellos se acercaban con dagas en las manos... dagas de plata. Retrocedió, asustado. Había algo del lobo en sus movimientos cuando vio la plata. Plata, el único metal que podía matarlo, y tanto la bestia como el humano lo sabían. Era animal acorralado. Mostró los colmillos más prominentes... ¿qué hacer¿qué hacer¿qué hacer...? estaba perdido y desorientado... había algo en el ambiente que lo tenía perdido... que no lo dejaba pensar racionalmente... que le exaltaba los sentido del lobo, asustándolo... extenuándolo. Y mientras el lobo tomaba más fuerza, la razón del humano se debilitaba.
'-¿Te sientes perdido, cachorro?- Bellatrix lo miró, embelesada con su angustia
'-Si te quedas tranquilo nadie te hará daño, Remus- los ojos plateados de Lucius mentían. Lo estaban regañando con una mueca de dolor.
El licántropo se movió más nervioso aún, frenético. No tenía salida. Estaba contra la pared nuevamente... ellos tenían plata... estaba asustado, aterrorizado, el lobo no le permitía actuar porque estaba paralizado... se movía, extraviado. Perdido.
'-AVER---!- intentó utilizar un hechizo prohibido como última opción, desesperado, pero Rodolphus le cayó encima antes y enteró la daga en su costado sin siquiera dudar. Abrió los ojos y la boca en un grito mudo. Dolor... mucho dolor... tanto como un crucio... se estaba quemando... la sangre se le agolpó en la boca, intensificando el sabor...
'-¡Idiota!- Lucius le quitó a Rodolphus de encima y la daga del costado, pero aún sentía que se quemaba por dentro... se tocó el costado... sentía la sangre y el olor a quemado. Demasiado dolor- ¡Lo necesitamos vivo!
Bellatrix se había acercado hasta él y le había arrebatado la varita, para luego patearlo en la boca del estómago, justo donde le había dado el hechizo anterior. Se hizo un ovillo, pero intentó ponerse de pie. El siguiente puntapié fue en el lugar de la daga, gimió... y no se pudo poner de pie. Ni siquiera lo intentó.
'-Detente...-Lucius puso su mano sobre el hombro de la mujer y miró al licántropo con fingido desprecio.- Dame los grilletes...
'-Será un placer- de entre la túnica sacó un par de grilletes plata que brillaron peligrosamente frente a los ojos asustados del lupino que no se sentía capaz de moverse lo suficientemente rápido para huir- pero espera Lucius, querido... has que se debilite un poco más... aún es capaz de escapar. Déjamelo a mi.
'-Bella...
'-¡CRUCIO!-demencia en el bello rostro. Demencia y placer. Disfrutaba viéndolo retorcerse de dolor, verlo gritar, verlo desgarrarse, ver como la sangre le manchaba la túnica por la herida...-¿Qué no te gusta, licántropo?
'-¡Bella, detente, ya!- Lucius apenas pudo controlar a la enloquecida mujer.
'-¿Acaso mi primo no se te monta como un animal¿No te gusta el dolor?
La vista se le nublaba... sentía que iba a desfallecer... Sirius, Sirius... Paddy...no podía pensar en nada más. Si iba a morir que su último pensamiento estuviese dirigido al animago.
Lucius miraba a la bruja con odio bien disimulado y ella estaba demasiado extasiada con su dolor como para notar algo extraño en la actitud del rubio.
'-Tú cuida que los otros no interrumpan mientras lo sujeto- dijo antes de arrodillarse junto al herido Remus
'-Lo que digas, Lucius... Rodolphus, Gregorius, Tiberius, ustedes encárguense de que los aurores no puedan apagar ese fuego.
Malfoy lo miró, preocupado. Le apartó un mechón de cabello color miel teñido de sangre, de la frente que sudaba. Remus le devolvió la mirada, asustado.
'-A-ayúdame...-murmuró, adolorido
'-Te dije, Remus... ¿por qué me desobedeciste?- tomó sus manos y hizo como que buscaba la forma de abrir los grilletes para ponérselos. Remus cerró los ojos... le dolía mucho la herida y las maldiciones lo habían dejado muy débil
'-Ayúdame...-fue apenas un susurro
'-Aún hay una oportunidad... saca la varita de mi cinto y atúrdeme a mi y a Bella... él otro huirá.
'-N-no p-puedo...- ¿cómo iba a poder hacer una maniobra tan complicada si ni siquiera podía mantenerse en pie¿si ni siquiera podía moverse del dolor?
'-No tienes tiempo para eso- le dijo en un murmullo, doblándose sobre sus muñecas.
Remus tomó la varita, con dificultad... y la sacó del cinto, pero cuando iba a aturdir a un Lucius que lo miraba expectante, el hechizo de la bruja lo hizo estrecharse nuevamente contra la pared... y lo dejó al fin, fuera de combate. Sus fuerzas demasiado melladas ya.
'-Tienes que tener más cuidado, Lucius, querido...- tomó la varita del mortífago que había caído de las manos del lupino en cuanto el hechizo lo había alcanzado.
'-Pensé que estaba desmayado- fue la rápida excusa de Lucius, que miró al licántropo inconsciente, con terror. La última oportunidad... arruinada por Bellatrix. Maldita perra.
Lucios se agachó para tomar el cuerpo del mago pálido entre los brazos y lo alzó sin dificultad. Su pequeño lobo... si hubiese una forma de... pero ya no había. La cabeza de Remus colgaba hacia atrás, sus piernas y sus brazos, exangües. Sangraba... y aún así se veía hermoso.
'-Una pálida ofrenda para nuestro Señor- la mujer acarició el rostro del lupino, para luego darle una bofetada- Al fin tendré mi venganza, lobo.
Y esa fue la imagen que vio Wormtail antes de transformarse. Halló el cuerpo de su amigo en brazos del mortífago. El terror lo invadió y buscó con la mirada ayuda. Pero no había nadie cerca que lo pudiese ayudar. Sólo demonios y aurores que luchaban enfebrecidos... ni James, ni Sirius, ni Lily... nadie, nadie... sólo él.
Remus se veía derrotado y frágil... sangraba... lo tenían. ¿Qué debía hacer¡¿¿QUÉ DEBÍA HACER!
Bellatrix sacó la estatuilla de una serpiente y la puso a la altura de la mano de Lucius para que él pudiese tocarla también, sin soltar el cuerpo de Remus. Y entonces Peter supo que debía actuar en ese preciso momento. Sólo él podía ayudar a Remus. Todo dependía de él. Sólo de él. Y corrió. Corrió como en su vida lo había hecho y saltó sobre la bruja
'-REMUS! NO!-Peter se agarró con violencia del tobillo de Bellatrix justo a tiempo.
Y los cuatro desaparecieron.
CONTINUARÁ...
Hi! Tanto tiempo TT.TT perdón el atraso, pero creo que lo extenso del capítulo redime en parte la demora, no? ) Ojalá que sí, y es que me costó mucho terminarlo porque estoy en período de exámenes.
Al fin se llevaron a Remus (que malo se oye eso ¬¬) y al fin Drakito pasó a la historia, mira que hubo bastantes que se la sufrieron con la parejita esa... pobre de mi niño rubio que nadie lo quiere con el lobito! TT.TT pero bueno, les tomé cariño (creo que haré algún fic de ellos u.u) y que penita me dio el lindo Drakito!... Sirius?... Sirius ya va por la reconciliación (que? Yo tampoco puedo verlos más tiempo separados) (Sirius: ni yo ToT) (Tomoe: ¬¬U) (Remus: u/u). Y Lucius hizo lo posible, eh? Pero bueno, pero Remusín no lo tomó muy en serio y que va... tampoco se iba a quedar tranquilo mientras los otros luchaban por sus vidas y todo eso (Tomoe: I love, Moony! o) (Sirius: Aléjate, loka! . abrazando a Remus) (Tomoe: TT.TT Moony!)... Peter? Vamos que el chico está portándose como un Gryffindor, aunque aún está por verse que puede hacer. ¿James y Lily? Bueno... creo que alguien o más de alguien me dirá que la pelea duró muy poco... es sólo el inicio... una persona me dio la idea de que la parejita esta estaba muy tranquila y tenía toda la razón (KGS, gracias) tengo que confesar que como nunca había escrito nada de ellos, pues... me costaba y aunque tenía la idea de hacerlos pelear un poco... como que no me atrevía... ¿Quién quiere darle una oportunidad a Snivellus? XDDD (James: TE MATO! Ò.Ó). Bueno, eso en resumidas cuentas... espero que les guste más este capítulo que el otro (mira que algunos comentarios me dejaron bien bajoneada ¬.¬ y por eso demoré tanto, aunque los exámenes contribuyeron. (Tomoe quitándole a Shin su peluche de Yuki Eiri :P))
En fin, debo disculparme porque no voy a poder contestar los reviews esta vez, o sino no podía subir el capi. Es que el tiempo apremia, peor contestaré en el próximo capítulo todos los review, lo juro.
Un beso
Toe
