Capítulo 15: Valor

1.

En cuanto sintieron tierra firme bajo los pies y aunque la sensación que producía el uso del trasladador no había desaparecido por completo, un poderoso Stupefy lo envió varios metros más allá, haciéndolo golpearse la cabeza con violencia contra el suelo. El dolor se extendió desde su cabeza hasta los pies, y por su mente pasaron mil y un pensamientos. Después de todo quizás había sido demasiado osado... ¿qué podía hacer él para ayudar? ¿Qué podría conseguir él? Sólo lo matarían y no podría ayudar... porque él nunca había podido ayudar... cerró los ojos con fuerza, tratando de encontrar el valor que necesitaba y que no sabía dónde sacar... sólo... sólo sabía que no podía dejarlo solo... se sintió levemente más tranquilo al pensar que aún con la negra perspectiva de lo que podía suceder él había reunido valor y saltado... aunque no estaba seguro si aquello había sido valor, desesperación... o estupidez.

Abrió los ojos, aún adolorido, para encontrar la mirada de Bellatrix clavada en él. Alta, hermosa y letal.

'-Rata asquerosa... - alzó la varita, lista para acabarlo y él levantó los brazos para cubrirse la cara en un acto inconsciente aún cuando sabía que eso no detendría un Avada Kedabra.

'-¡Espera, Bella!- Lucius avanzó hasta colocarse a su lado.

Peter lo miró entonces a él, quien sujetaba aún el cuerpo inconsciente de su amigo. El pequeño animago le dirigió una mirada cargada de odio, y de lo que intentaba ser, llena de desafío.

'-Nos sirve vivo- dijo despectivamente mirándolo hacia abajo, arrastrando las palabras

'-¡Serpientes! – se arrastró hasta quedar de rodillas y les gritó-¡¿Qué piensan hacerle a Remus!

'-CRUCIO! –la maldición de Bellatrix, lo hizo encogerse de dolor mientras las lágrimas le corrían por el rostro- no estás en posición de exigir respuestas.

'-AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-y se retorcía y gritaba, porque dolía. Dolía mucho.

'-Encárgate de él y enciérralo en los calabozos. Llevaré al licántropo a su nueva habitación- Lucius miró al animago que se retorcía mientras gritaba, con expresión imperturbable, antes de voltearse.

'-Bien... asegúrate de que no vuelva a intentar escapar- la mirada maliciosa que le envió a mujer lo detuvo donde mismo estaba, mas no hizo nada ni le dijo nada, sólo recibió sus palabras, como si no fuesen una obvia indirecta- Le haré una visita en cuanto termine con él- volvió su mirada a Peter que había dejado de gritar al desmayarse por la maldición.

Fue arrastrado hacia una mugrosa celda, helada y tenebrosa, aunque no había sido conciente del momento en el que lo habían hecho porque las maldiciones habían minado sus fuerzas y resistencia, y ahora... oculto y hundido en la oscuridad aterradora de ese calabozo esperaba expectante, con la incertidumbre de no saber a donde había sido conducido el lupino. Si algo le ocurría no se lo perdonaría jamás... si algo le ocurría a su amigo... no quería perder a sus amigos nunca más... menos por un error... si algo le ocurría, Sirius moriría de dolor... debía encontrar a Remus, o al menos ponerse al tanto de su situación... aunque eso parecía imposible... ¿cómo iba a lograr ponerse en contacto con Remus? ¿Cómo iba, en una suerte de milagro, liberarlos a ambos y escapar, enfrentándose a quizás que cantidad de mortífagos?

'-¿Cómo... si no valgo nada?- murmuró con desesperación

2.

'-¿¡ESTÁN EN MANOS DE VOLDEMORT Y USTED QUIERE QUE ME TRANQUILICE?–Sirius golpeó la mesa con furia mientras algunos de los presentes se estremecían al escuchar mención del Que-No-Debe-Ser-Nombrado e imaginar que suerte podían correr los suyos

'-Sirius... tú exaltación no logrará nada-Dumbledore juntó la yema de sus dedos, pero no lo miró- Para lo que sea que los hayan atrapado, confirma que los necesitan... y eso significa a su vez que no los matarán.

'-No hasta obtener lo que quiere-dijo Snape, pálido y miró seriamente al director- Por primera vez estoy de acuerdo con Black, profesor Dumbledore. Por muy fuerte que sea el licántropo, si lo que quieren es sacarles información es más ventajoso utilizar a Pettigrew- James hizo un movimiento violento ante la obvia insinuación a la anterior traición de su amigo, pero la pelirroja le indicó que aguardase- y aún cuando no fuese así... el Señor de las Tinieblas es... - bajó la mirada- muy persuasivo cuando quiere.

'-¿Lo dices por experiencia propia, Snivellus?- James lo miró enfadado. Estaba asustado por la suerte de sus amigos y el profesor de pociones no estaba ayudando mucho. Sirius se había puesto tan pálido que estaba casi transparente

'-No seas idiota, Potter. Si Voldemort quiere algo de Pettigrew o de Lupin los torturará hasta dejarlos seco. Ese es su modo operante.

'-Confío en que encontremos el modo de rescatarlos antes de que eso suceda-Dumbledore se negaba a mirarlos a los ojos y eso solamente aumentaba la inseguridad y el temor de los demás.

'-¿Confía? ¡Confía demasiado, profesor! Y ese es su gran problema- Sirius volvió a saltar ante las palabras del más anciano. Su rostro demasiado pálido, y sudaba... su Remus, Su Remus estaba en problemas y ellos debían estar intentando rescatarlos, no hablando cómodamente seguros en aquella sala.

'-Debemos esperar, Sirius- Dumbledore se puso de pie y miró al animago, al fin. Sus ojos celestes mostraban determinación y una sabiduría tan grandes como el temor que estaba pasando en esos momentos por dos de sus alumnos más queridos- Nada podremos hacer hasta saber de Lucius. Debemos esperar sus informes... él se contactará con nosotros en cuanto pueda

'-¿Por qué no Snape se pone en contacto?-preguntó Kingsley, con obvia preocupación en su ceño fruncido

'-Porque supuestamente yo no puedo aparecer ahí hasta que sea requerido – dijo Snape cruzándose de brazos.

'-Voldemort necesita hacer un ritual... necesita la sangre de Remus, según se me fue informado

'-¿De Moony? ¿Sangre?- Sirius se dejó caer en la silla, lánguido y con una cara de parecía que lo hubiesen condenado nuevamente a Azkaban.

'-Así es... y cuando eso suceda Severus será requerido. No sé porque razón se llevaron a Peter, pero pronto lo sabremos. Lucius deberá informar en cuanto pueda y de acuerdo a eso veremos lo que podamos hacer... de momento no tenemos ninguna forma de rescatarlos.

'-¿Qué tipo de ritual es ese?-Molly se había llevado las manos a la boca en cuanto había escuchado

'-Restaurará su poder- Dumbledore bajó la vista

'-¿Qué nos dará la seguridad de que Pete aún está... bien?- Lily se negó a poner en duda la existencia de su amigo – después de todo a quien necesitan es a Remus... y es a él a quien aún tenemos la certeza de que no ha eliminado

'-Eso no es cierto- dijo de pronto, James, mirando al anciano director- tengo la teoría de que de haberle sucedido algo a Peter... lo sabríamos. Lily, Harry, Remus y yo estamos unidos por la cicatriz que dejó la maldición imperdonable... lo que hace que al mismo tiempo tengamos cierto tipo de contacto con Voldemort, y si éste hubiese matado a Peter o a Remus, lo sabríamos... de igual modo en el caso de que se hubiese reestablecido... porque, como dijo Harry, nos trasmitiría parte de sus emociones.

'-Eso es correcto, James- Dumbledore asintió- tengo la esperanza de que no les haya sucedido nada a ambos de momentos puesto que no ha habido conexión con ustedes. No sé si Voldemort es conciente de la conexión que existe entre él y ustedes cuatro, pero... si no lo sabe lo averiguará dentro de poco ahora que Remus está en sus manos... y creo que en cuanto algo les suceda... lo sabremos inevitablemente

'-¡DEMONIOS!-Sirius se puso de pie, hecho una fiera. Cuatro copas de cristal explotaron sin previo aviso, haciéndose añicos y obligando a Molly y Tonks a ahogar un grito- ¡¡MI ESPOSO ESTÁ EN MANOS DE VOLDEMORT Y LO ÚNICO QUE PODEMOS HACER ES ESPERAR QUE EL MAL NACIDO LES HAGA ALGO PARA SABERLO! ¿ES ESO LO QUE ME SUGIERE, DUMBLEDORE?

'-Me temo que sí- tuvo que suspirar el anciano, con tristeza. De pronto parecía tan viejo, pero al animago no se le ablandó el corazón, al contrario, le dio más rabia porque mostraba debilidad justo cuando él necesitaba descargarse

'-¡MIERDA!- salió del lugar dando un portazo.

'-¡Sirius!- James se puso de pie- Lo siento...- se retiró, siguiendo al animago, temeroso de su estada alterado.

James no alcanzó a oír lo que Dumbledore decía, sólo cerró la puerta y se apresuró a alcanzar a su herido amigo. No le costó mucho encontrarlo, porque se había metido a la cocina y se estaba echando agua en la cara, como si eso de algún modo pudiese despejarlo de todo lo que estaba sintiendo y pasando.

Le tocó el hombre, suavemente y sintió que Sirius se tensaba

'-Padfoot... - murmuró para que supiera que era él- él está bien... tiene que estarlo.

'-¿Y si no lo está?- se volteó a verlo, el rostro húmedo y los ojos hinchados por aguantar las lágrimas- ¿Y si lo pierdo, James? ¡Justo cuando todo parecía que iba a poder arreglarse! – se llevó la mano a la cara, secándose bruscamente, y James le puso ambas manos en los hombros, obligándolo a que lo mirase de frente

'-Remus ha sobrevivido a muchas cosas, Sirius... a cargado por años con una maldición que a muchos hubiese matado el sólo hecho de pensar en lo que habría de sufrir...a soportado Azkaban contigo, porque cuando tú estuviste ahí también estuvo él... a soportado la discriminación y la soledad... es un mago muy fuerte. No es la primera vez que enfrenta la amenazada de Voldemort.

'-¡Pero ahora está justo frente a él!- James lo abrazó tratando de trasmitirle su apoyo y Sirius le devolvió el abrazo llorando- Si algo le pasa... jamás, jamás podré perdonármelo... ni siquiera sé si yo... Oh, Prongs! Yo no soy tan fuerte como él... yo no podría vivir si lo pierdo

'-No lo vas a perder... - dijo estrechando el abrazo- yo tampoco estoy dispuesto a perderlo... ni a él ni a Peter

'-Y si Pete nos trai---

'-No!- lo apretó más fuerte, mientras Sirius apretaba los dientes y los labios para no llorar más, aunque amargas lágrimas le corrían por las mejillas y humedecían el hombro de James- Peter no nos volverá a traicionar... jamás... Peter nunca más lo hará

'-¿Soportará lo que tenga que soportar?- lo miró, aún con angustia- ¿Y si lo tientan? ¿Será capaz de renunciar a ello y arriesgar su vida? ¿Será capaz de no sucumbir ni entregar a mi Moony?

'-Peter es un merodeador... y un merodeador no cae dos veces en los mismo errores

'-Prongs... Prongs... mi Moony... nosotros nos estábamos reconciliando... cuando volviésemos de esa batalla teníamos que hablar... estaba tan cerca de recuperarlo...

'-Tranquilo

'-No tengo el valor para perderlo

'-No lo perderemos

'-Soy capaz de matar por él... Lo amo tanto...

'-Lo sé –cerró los ojos con fuerza y hundió su propio rostro en el hombro de Sirius, tratando de contener sus propias lágrimas

3.

Abrió los ojos de pronto, como si se hubiese visto obligado a ello de pronto. Cansancio... dolor... y confusión. ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? Le costó ordenar las ideas, pero el recuerdo de la batalla no tardó en llegar y gimió levemente. Prisionero, esa era la palabra que llenaba su mente. Eres un prisionero ahora, pensó cerrando los ojos un momento, Remus Lupin.

Sus muñecas dolían mucho... quizás era por el hecho de que estaba colgado desde ellas con grilletes de hierro y sus pies no tocaban el suelo de modo que no podía descansar el peso. Tosió un poco... hacía frío... mucho frío y estaba entumido. Lo habían desprendido de su túnica y la parte superior de su ropa además de sus zapatos de modo que tenía los pies heladísimos, colgando a unos diez centímetros de las frías piedras. Sus heridas habían sido tratadas... su costado dejado de sangrar... alguien se había tomado la molestia de hacerle una curación y en un lugar como ese no imaginó quien podría haber sido. ¿Un mortífago, acaso? No, por Dios, que estupidez...

Luego de chequear su propia situación intentó orientarse un poco... miró a su alrededor, pero eso no logró más que desanimarlo más. Solo, encerrado y en manos del enemigo.

Lo cierto es que estaba en un calabozo, sólo con una pequeña puerta frente a él y a varios metros... no había otra salida en esa habitación al parecer, pero tampoco podía ver lo que había detrás de él debido a su posición. Se movió un poco, se sujetó de las cadenas y tiró de ellas con fuerza... pero nada... estaban muy bien sujetas... demasiado bien sujetas. Volvió a mirar a su alrededor y su mirada se topó inevitablemente con una mesa en la esquina cercana a la puerta... con artículos de tortura... y la infaltable plata con mayor razón si era a él a quien pretendían torturar

'-Envidio tu suerte, licántropo- murmuró para sí mismo- a ver como sales de esta...- y tiró con más fuerza de las cadenas, pero nada.

Ansiaba los brazos de Sirius ahora más que nunca... su calor, su seguridad, su firmeza. Dios! ¿Por qué tenía que estar ahí? Sólo quería estar con él... y ahora que estaban a punto de reconciliarse tenía que suceder eso...

'-Paddy...- escapó de sus labios.

Ante sus palabras sintió ruidos tras él... y la vio aparecer con su sonrisa de satisfacción y con la varita apuntándole. Aquella era la causante de su súbito despertar... y había estado observándolo en silencio.

'-B-Bellatrix...-intentó enfrentarla con cierta dignidad, pero las cadenas que lo mantenían suspendido no le permitían trasmitir ni la seguridad ni la fuerza que le hubiese querido demostrar. Podía ser que su propio rostro, cansado y adolorido por la batalla le diese una imagen aún más patética a la bruja

'-¿Llamabas a mi primo?- odio. La movía el más profundo de los odios- Estás sólo, Lupin... tan sólo y desamparado que si no te odiara como te odio quizás sentiría pena por ti.

'-¿Por qué? ¿Por qué tanto odio?-preguntó, entristecido

'-Por quitarme lo que era mío...-sus rostro se trasfiguraba del odio, perdiendo la belleza que podría haber trasmitido- Sirius era mío y tú lo convertiste en defensor de muggles, híbridos y toda esa basura. Sirius podría haber sido el mejor de los mortífagos... y tú, lobo inmundo...

'-Sirius decidió por sí mismo. Él jamás fue un Black de corazón- recordó las palabras de Sirius- él fue una excepción de su casa, porque fue el único Black que fue enviado a Gryffindor. Ya desde antes él era diferente...

'-¡CÁLLATE! ¡TÚ ERES EL CULPABLE!- estaba cegada y Remus lo comprendió, con más tristeza. Nada de lo que dijese cambiaría el modo de pensar de Bellatrix. Ella realmente ansiaba culparlo a él de ello aunque su verdadero odio radicaba en que Sirius se hubiese decidido por él antes que por ella- Voy a hacerte gritar hasta que pidas la muerte... voy ha hacer que me supliques...

'-Bellatrix...

'-Quiero que grites, aulles de dolor...- se acercó y le tomó el rostro con una mano antes de sisear - Odio tu sonrisa, tu mirada... odio que todos te quieran... odio su dulzura... te odio tanto que te destrozaría con mis propias manos, pero mi Señor te necesita... y voy a disfrutar viéndote llorar... retorcerte... gritar... te juro que vas a gritar...

'-No voy a darte lo que quieres, ni a ti ni a tu Señor.

Rió, con una risa que le helaba el alma

'-No quiero que me los des.. quiero ver como te lo quitan... como lloras y pides clemencia... ¡¡CRUCIO!

Se mordió los labios para no darle el placer de verlo gritar, pero el dolor le taladraba cada parte del cuerpo, de la cabeza... se sujetó a las cadenas que se enterraban en su piel y el dolor lo laceraba. Se rompía, se desgarraba, se moría de dolor... un gemido se escapó de su garganta, pero apretó más fuerte los labios... no la complacería, sería orgulloso y testarudo y aunque la sangre le llenase la boca como lo estaba haciendo y que aún con los ojos cerrados se escapasen las lágrimas de dolor, no gritaría.

Y el dolor lo hacía desear la muerte... se retorcía encadenado... pero no gritaba... y se obligaba a desear vivir... por Sirius. Y se abandonó a la inconsciencia que le provocaba el dolor.

'-Ni lo sueñes, ¡ENNERVATE!- los ojos dorados se abrieron al tiempo que la sangre le resbalaba por la comisura de los labios.

La miró, asustado, pero no dijo nada. Ni siquiera iban a permitirle el descanso de la inconsciencia.

'-¡¡¿Dónde está el cuartel general de tu patética Orden!- gritó la mujer al joven lobo- ¡¡¿Dónde tienen escondido el Ankh!

Y la sangre le llenaba la boca... parecía como si sus órganos internos se contrajesen y luego de hincharan, cada célula parecía que fuese a partirse. Tragó sangre, porque si abría la boca para escupir gritaría, y si no hacía nada con ella se ahogaría...

Dolor

Gimió levemente, incapaz de aguantar más tiempo, pero el gemido iba aumentando su sonido, sin llegar a convertirse en grito, pero sus ojos reflejaban tal dolor que la risa de Bellatrix se llenaba de satisfacción, recordándole que no podía rendirse ante ella ni ante su propio dolor. Había más, el dolor no podía vencerlo... pero Dios, se iba a romper en mil pedazos...!

'-¡¡HABLA! ¡GRITA COMO UN ANIMAL!

Y las lágrimas le corrían por los ojos y le hacían un nudo en la garganta y sentía que iba a morir, le faltaba aire, se estaba ahogando, se estaba partiendo, se estaba rompiendo, trizando, destrozando, muriendo, agonizando... y dolía, dolía mucho, un dolor parecido al de sus transformaciones pero que al mismo tiempo no lo era... era más fuerte, pero no menos piadoso... tampoco era mucho más fuerte... pero no tenía término y el de la metamorfosis duraba tan solo unos minutos... la metamorfosis le permitía la inconsciencia... volvió a cerrar los ojos, hundiéndose en el sueño que provoca el dolor...

'-¡¡ENNERVATE!

Con el nuevo despertar recordó que ya no era dueño de su cuerpo, ni de su dolor, ni de su sueño... abandonado a su suerte que no parecía en lo absoluto magnánima

Estoy solo, pensó con miedo, estoy solo y siento que me rompo. Estoy solo y no puedo más de dolor, los ojos llenos de lágrimas, los labios sangrantes...

'-¿Cuánto podrás resistir, lobo? ¿Morirás primero o enloquecerás?- y la maldición le hizo apretar más fuerte los labios. La sangre le resbalaba por los labios mientras se retorcía de dolor y se sujetaba con toda la fuerza que le quedaba de las cadenas, tratando de soltarse, de encontrar alguna forma de alivio, pero no podía pensar en nada más, el dolor era lo único que ocupaba su mente y cada parte de su cuerpo. Lo reclamaba y lo hacía suyo... solo el dolor.

Y gritó, gritó con todas sus fuerzas mientras dejaba escapar la sangre de sus labios maltratados que se mezclaba con las amargas lágrimas que bañaban sus coloreadas mejillas.

'-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PAAAAAADDYYYYYYYY!

4.

Draco estaba sentado en el marco de una de las ventanas que daban al sexto piso del castillo, silencioso y pensativo, con la espalda recargada y un pie balanceándose sobre la nada. Atardecía y dentro de unas horas la luna llena, hermosa y blanca brillaría en todo su esplendor, reclamando al dueño de sus pensamientos como suyo, convirtiéndolo en una bestia, pero de momentos prefería no pensar en ello, en cambio, sus ojos plateados buscaban con necesidad alguna lechuza en el cielo azul que le trajese una respuesta a las exigencias que había enviado a su padre.

Se sentía tan solo y triste... ya ni siquiera tenía los brazos del licántropo para refugiarse, para fingir que todo estaba bien, que se amaban intensamente y que su padre era un hombre maravilloso. No, todo estaba perdido, y de algún modo su padre tenía gran parte de la culpa.

Un lágrima de amargura le recorrió la mejilla hasta llegar a la barbilla, donde fue a parar su túnica. Que soledad sentía, lo cierto es que había dejado su orgullo Malfoy de lado, ese que no había cedido antes nadie pero que no había podido resistirse a cierta dulzura en unos ojos dorados, lo había dado todo y ni aún así había logrado el amor que deseaba... y ya ni estaba seguro si que aquello no hubiese funcionado se había debido a que Black siempre había estado en el corazón de Remus, a los errores de su padre o a sus propios errores... quizás se hubiese dado un poco más de él... pero ¿qué le había faltado por dar?

Suspiró.

¿Qué estaría haciendo Lucius ahora? ¿Habría leído su carta? ¿La habría respondido? ¿Se habría sentido avergonzado de los reproches de su hijo, al parecer mucho más moral que el padre? ¿O habría roto la carta con indiferencia? Remus le había dicho que su padre lo ama más que nada en el mundo, pero sumido en esa soledad y en espera de algo que parecía nunca iba a llegar, no podía menos que poner en duda las palabras del lupino. Si me quisiera tanto no le habría hecho daño a quien más quiero, pensó con rabia.

La marea de sentimientos que lo atormentaban era tan grande y violenta que quería gritar su rabia, su amor, su miedo, su desesperación... pero esos mismos eran tan diversos y tan intensos que de haber podido no sabría por cual empezar. Porque mientras la ira le golpeaba el pecho, las lágrimas se acumulaban en sus ojos y una sonrisa de amor le bailaba en los labios, aún cuando apretara las manos, tratando de controlar su propio temor.

Pero lo único cierto y que ni siquiera debía gritar para verla, porque era tan latente como todas las cosas que lo rodeaban, era la soledad.

Siempre solo. Siempre había sido así... desde niño... siempre solo

Sintió ruidos cerca de él y luego de secarse de un manotazo las lágrimas que amenazaban con escaparse, volteó a ver con firmeza a quien se atreviese a interrumpir su momento de paz y reflexión.

Cuando lo descubrió hubiese reído de si mismo al no intuirlo antes?. ¿Quién más podría haber sido?

Harry Potter

Lo miró con ojos plateados, serios, más no desafiantes... no más, ya no tenía ganas de desafiar a nadie, había pasado gran parte de su corta vida haciéndolo y ya no quería más... sólo quería sosiego.

Harry lo había estado observando hacía unos minutos, en silencio. No había sido su intención toparse con el rubio, solo tomaba un atajo para la sala común de Gryffindor, pero al verlo tan silencioso, tan triste y tan pensativo, algo latió dentro de él. Una mezcla de comprensión, entendimiento, asombro y compasión. No sabía que era lo que le había pasado el Slytherin, pero había tal tristeza en su perfecto perfil y su imagen era tan desoladora que no pudo evitar sentir eso... después de todo él también se había sentido tan solo en otro tiempo, tan desamparado y tristeza como ahora parecía estarlo Malfoy.

No esperaba que Draco lo descubriese, pero lo había hecho y lo miraba fija y seriamente... él devolvió la mira con desafío, pero no había desafío en los ojos plateados de su enemigo.

Paz

Aquellos ojos pedían paz y tranquilidad. Una tregua, por favor, porque no me siento capaz de luchar contigo además de con todo lo que estoy peleando ya, decían.

Draco miró el joven Gryffindor. Los ojos verdes desprendían fortaleza, determinación y desafío, no eran cálidos, dulces ni tranquilizadores como los de Remus, sino que levemente inquietantes. No eran dorados, pero eran de un verde esmeralda precioso. Nunca había pensado que Potter fuese hermoso, pero ahí, alto, erguido, mirándolo con la túnica negra y la corbata un poco suelta, la cicatriz en la frente, el cabello negro revuelto y absolutamente desordenado, tal como su padre... lo vio sumamente atractivo. No era una belleza como la de su Remus, esa mágica, atrayente, enternecedora, esa que te envuelve el corazón y no te permite dejar de mirarlo, esa dulce que te llena el corazón y que te llenaba de deseos de posesión, sino una belleza hechizante por su fuerza, por su poder, por su potencia, porque estremecía de ímpetu y uno se sentía pequeño e indefenso... y débil. Con Remus se sentía fuerte, poderoso, sentía deseos de proteger, pero bajo la atenta mirada de Potter se sentía débil, ansioso de protección y amparado.

Ellos ya no discutían como antes, principalmente por la cercanía que había experimentado con Remus, aunque claro, eso no dejaba de lado que él tuviese en cuenta todos los defectos de los que Potter era poseedor por le simple hecho de ser un Gryffindor.

Pero ahí, uno sentado en el borde de la ventana, el otro erguido y orgulloso... se miraban y por un momento ambos se preguntaron que cosa los había llevado a ser enemigos. ¿Había sido luego de que Potter pisoteara el orgullo Malfoy? ¿Había sido luego de que Harry rechazase la amistad que Draco le ofrecía, una amistad, que habiendo sido criado en una familia en la que el dinero todo lo podía, era algo que a nadie más le había ofrecido jamás? ¿O había sido porque Draco se había visto relegado a segundo plano, cuando jamás le había sucedido, por Harry, un media sangre, precisamente a quien su padre y su madre le habían enseñado a detestar? ¿Era por ser de casas diferentes? ¿Por el siempre tópico de que Gryffindor y Slytherin debían llevarse mal? Extraño, realmente extraño... ahora que lo pensaba, los Slytherin y los Gryffindor deberían ser las dos casas que mejor se llevaban entre ellas... tenían demasiadas cosas parecidas...

No es que necesitaran hablar, ninguno esperaba nada del otro, pero por una extraña razón Harry hizo una mueca antes de decir:

'-Ya me iba- no había agresividad, pero si dureza

Y por esa misma extraña razón que había llevado a Harry a hablar, Draco se vio necesitado de responder, sin saber siquiera porque lo hacía de ese modo:

'-No te estoy corriendo, Potter - indiferencia, nada más.

Y hubo un silencio. Harry se acercó lentamente hacia Draco, sin mirarlo realmente, aunque tampoco en actitud pasiva... sólo caminó y se colocó a su lado, a escaso metro esperando una reacción traicionera, quizás un hechizo inesperado, una redada, algo... pero no sucedió nada. El Slytherin volvía su mirada hacia el cielo, esperando solo Dios sabe que cosa.

'-Solo lo decía para que no pienses que te había seguido- se quiso golpear la cabeza. La frase había sonado mil veces mejor en su cabeza

'-No me importa lo que hagas-bufó el otro

Harry se humedeció los labios antes de volver a hablar. Necesitaba saber... solo eso y sabía que no habría otra oportunidad semejante.

'-Yo... - torció los labios, sin saber como iniciar una conversación y sin saber tampoco porque intentaba iniciarla- yo he notado que pasas mucho tiempo con Remus- una observación que busca una razón de algo más profundo. Draco lo supo al instante, su padre era así, no iba directo al asunto, siempre comenzaba con una observación. Se preguntó si Potter lo habría hecho a propósito.

'-Ah... – el rubio suspiró y frunció el ceño- Remus es muy especial para mi, si es eso lo que te interesa saber.

'-No es que me interese o no, Malfoy... sólo quiero advertirte que no le hagas daño a Remus, porque de lo contrario...

'-No te preocupes, Potter- lo miró desafiante- jamás le haría daño a Remus. Jamás.

'-Bien- bajó la vista. Esa mirada plateada firme y frágil al mismo tiempo le habían hecho que sintiera un cosquilleo inesperado en la boca del estómago –mis padres y Sirius y Peter... ellos lo quieren mucho

'-Lo imagino- media sonrisa. Tenía muy claro cuanto lo 'quería' Black... Dios... ellos eran esposos. ¿Lo sabría Potter? De reojo miró al moreno y sin saber cómo supo que no. Potter era un ingenuo después de todo. Sin embargo y pese a sus pensamientos, desvió la conversación hacia otros rumbos, ciertamente satisfaciendo su propia curiosidad - ¿Y tú no?

'-¿Qué?

'-Hablas de que ellos se sentirían muy mal si yo lo dañase, pero no hablas de ti. ¿Es que a ti no te importa?

'-Claro que sí- dijo frunciendo el ceño, molesto por la insinuación- Es sólo que...

'-¿Qué?

'-No tengo porque contarte mis razones- volteó el rostro, con violencia y obstinación

'-Claro- volteó también el rostro, pero hacia el cielo, molesto por la respuesta. Eso se ganaba por tratar de ser amable con el cabeza rajada.

¿Qué estúpida idea los había hecho intentar entablar una conversación? Después de todo... ellos no eran amigos, ni siquiera colegas... eran enemigos... y desde le día que se conocieron. Como el dorado y el plateado de sus emblemas, ellos eran contradictorios... con sus propios brillos, pero totalmente desiguales.

'-Él y yo... no somos tan cercanos... no al menos como tú y él- confesó el Gryffindor al fin, con desgano. Nunca supo, ni incluso años después, porque le contaba eso.

Draco se sobresaltó un momento. ¿Potter lo sabría? ¿De la relación que habían mantenido? No, no, era imposible... No, su secreto estaba a salvo aún.

'-Pues él te quiere mucho- no lo miró cuando lo dijo. No le gustaba el gris opaco que nublaba los verdes y quizás por eso dijo esa frase, aunque no podía entender porque preocuparse o siquiera pensar en el bienestar del otro.

'-No lo sé- tampoco lo miró, estaba demasiado concentrado mirando las piedras que formaban el muro del castillo y las uniones entre esas para notar sus propias palabras. Pero cuando aquellas brotaron de sus labios por primera vez entendió, como si no hubiesen sido pronunciadas por él porque Remus le parecía tan lejano. Era el hecho de que jamás le demostrara algún tipo de cariño, físicamente, lo que se traducía en la duda de sí él era algo para el licántropo, o solo un alumno. No era como Sirius y por eso no sabía como tratarlo. Duda. Después de todo, Harry era una persona muy insegura aunque no lo demostrase, necesitaba, aunque no fuese concientemente, que las personas que lo rodeaban estuviesen demostrándole cariño constantemente

'-¿Qué no lo sabes? – lo miró con incredulidad esta vez y su tono hizo que Harry levantase la mirada para toparse con los ojos plateados, tan parecidos a los de su padrino- Ja, ja- ironía cargaba la voz del rubio- Él te adora, se desvive por ti, creo que si le dijeras ahora mismo que quieres chocolate de Suiza, él te diría que no debes ser caprichoso, pero en cuanto te dieras la vuelta estaría usando la red Flu para conseguirlos y que al acostarte los tuvieras en tu mesita de noche.

Harry lo miró. Las palabras del otro muchacho lo habían tranquilizado, ni siquiera el sabía cuanto, se sentía bien, seguro... Sonrió:

'-Eso parece más bien lo que haría Sirius

'-Black? No, que va... –hizo un gesto con la mano, una mezcla de molestia y desgano- a ese padrino tuyo le pides chocolate suizo y se diría que cuantas fábricas quieres que compre para ti y así pudieras tener chocolate cuando tu quieras.

Harry lo miró, divertido, antes de reír abiertamente. Ese era justamente el comportamiento de su padrino. Draco lo miró, alzando las rubias cejas en cómico gesto para el otro, lo que sólo hizo que el moreno riera más fuerte, y la risa era tan alegra y divertida que el Slytherin no pudo evitar comenzar a reír también suavemente

'-No sabía que era tan obvio

'-Es muy sobre protector con los que ama.

'-¿A que te refieres?- preguntó Harry, sin entender

'-Con Remus es igual- Draco miró la expresión confundida de Harry y se apresuró a agregar- y con sus padres y el chico rubio ese... Pettigrew supongo que también

'-Puede ser...

'-Sí...

Silencio tensó. Una conversación agradable, que ninguno de los dos sabía como continuar o como eludir antes de que se hiciera desagradable.

'-No entiendo como te llevas tan bien con él... digo... no es que no lo quiera ni nada de eso, es sólo que algunas veces parece tan lejano, tan...

'-Inalcanzable- suspiró, recordando con tristeza lo que le licántropo era para él.

'-Eso- sonrió levemente Harry- No sé como tratarlo... no es como con Sirius ni mi padre... no es como nadie que yo conociera y... me siento perdido.

'-En realidad es más fácil de lo que piensas... él no te exige ningún comportamiento en especial... él simplemente te quiere por ser como eres... no sé porque eres tan inseguro- lo miró, por primera vez comprendiendo- si él fue capaz de quererme a mi, un arrogante y orgulloso Malfoy... es obvio que te querrá a ti, que eres como su hijo, el hijo de sus mejores amigos- aunque había algo de tristeza en sus palabras

Harry lo miró por unos segundos, parpadeando confundido tras sus finos y redondos anteojos, que dejaban ver tan bien los lindos ojos verdes, otorgándole un aire de ingenuidad a la figura del joven Gryffindor. Luego sonrió, levemente.

'-Puede que tengas razón...

'-¿Por qué me dices esto? – Draco lo miró, extrañado, sin saber muy bien que era lo que estaba haciendo- Hasta donde yo recuerdo... nosotros nunca nos hemos llevado bien

'-Eh?...-la afirmación lo tomó desprevenido, no esperaba eso y ni él había tomado conciencia de que realmente estaba hablando así, tan cómodamente y confiándole tantas cosas a su enemigo número uno, Draco Malfoy- no sé... quizás porque eres quien tengo a mano- lo dijo en son de broma, pero también sin estar seguro si había algo de verdad en sus palabras

Para Draco eso dolió. Porque era quien estaba mano... nada había cambiado, pero... ¿por qué pensaba que habría de cambiar? Quizás era porque su propia soledad le exigía desaparecer y él efectivamente quería que esta desapareciera... ¿pero por qué Potter? ¿Por qué buscando la compañía de quien había y seguía siendo su enemigo? ¿Quizás era por Remus? ¿Por el cariño que el lupino le tenía al joven y le hacía querer saber el porqué? Suspiró derrotado, pero hubo algo en su mirada que hizo saber a Harry que había dicho algo incorrecto

'-Lo siento- dijo sin pensar

'-No, no tienes porque... es verdad- negó lentamente con la cabeza. Slytherin, eres un Slytherin y él un Gryffindor, y somos enemigos, como el agua y el aceite... jamás podremos ser amigos, él mismo se lo acaba de recordar, se dijo.

Harry quiso decir algo para negarlo, pero ¿qué podía negar? ¿Acaso no era verdad? Ni siquiera ahora sabía porque le había confiado tantas cosas...

'-Empezamos por el lado equivocado...- dijo al fin, intentando arreglar las cosas.

'-Quizás... - fue un susurro

'-Pero aún estamos a tiempo para remediar eso... supongo

'-No lo sé... no lo creo en realidad- Draco se apartó un mechón rubio que le había caído hacia la frente.

'-Emmm... puede ser- no supo que otra cosa podía decir

'-Bastará que no seamos enemigos

'-Es un comienzo- sonrió, y lo miró un segundo, pero en ese preciso momento la cicatriz comenzó a arderle, a quemarle y vio la imagen más aterradora que había visto luego de aquella visión que le enviase Voldemort alguna vez en la que mostraba como iba a matar a Sirius para que fuese al Departamento de Misterios: estaban torturando a Remus y sus gritos retumbaban en su cabeza.

'-¡Ey!- Draco se puso de pie con rapidez al verlo caer de un momento a otro de rodillas, agarrándose la cabeza- Oye! ¿Qué te pasa?- pero no estaba seguro si acercarse o no; o como hacerlo- Potter!

La cabeza le latía de dolor. Harry apretó los dientes, inconsciente de los gritos del Slytherin que lo veía de rodillas en el suelo, con una mano en la frente, apretándose la cicatriz, los ojos verdes muy abiertos, como si estuviese viendo otras cosas, que era justamente lo que estaba haciendo, y con la otra agarrándose de las frías piedras porque se sentía incapaz de seguir viendo esas imágenes y aguantar el dolor que le trasmitían. No estaba viviendo lo que estaba sufriendo Remus, pero algo del dolor estaba traspasando los límites del espacio y sus músculos se contrajeron de dolor, no tan intenso, pero lo suficiente como hacerlo apoyar la cabeza en el suelo, y apretar los dientes, con más fuerza.

'-¡POTTER! ¡¿Qué te pasa!- Draco se arrodilló a su lado y lo tomó por los hombros, para que lo mirara a los ojos aunque el rostro del moreno estaba transfigurado. Había horror en los ojos verdes e incredulidad y asombro abriendo la boca de delgados labios.

'-N-necesito... n-necesito ver a D-Dumbledore- se puso de pie con dificultad, pero un nuevo estremecimiento lo hizo abrazarse a sí mismo, tratando de controlar las visiones y el dolor

'-Mejor ve a la Enfermería- dijo el otro, sin entender aún que sucedía, aunque se podía dar una pequeña idea al ver la cicatriz enrojecida en la frente de Potter y la forma inconsciente en la que se tapaba la cicatriz cuando no se tambaleaba

'-N-no... Necesito ver a Dumbledore- La voz de Harry salió más firme, aunque igualmente tuvo que sujetarse a la pared. Intentó bloquear las imágenes que con más fuerza intentaban llenar su mente- Ahora

'-Estás demente- Draco hizo una mueca- Apenas puedes mantenerte en pie

'-¡¡AHORA!- le gritó con los ojos verdes centellantes y con mirada penetrante

Draco se quedó en silencio, maravillado por la fuerza que desprendía esa figura y también algo inquieto y asombrado. No sabía que decir, pero aún así intentó hacer algo. ¿Debía ayudarlo o dejarlo?... No, no era capaz de dejarlo así, pero... lo más sensato parecía llevarlo donde Madame Pomfrey

'-Es Remus- Harry supo lo que debía decir en cuanto vio los ojos plateados debatiéndose sobre lo que debía o no hacer

Y Draco se decidió en cuanto oyó esas palabras.

'-Te llevaré a la Enfermería y luego buscaré a Dumbledore- y con paso decidido y que no admitía réplica sujetó a Harry por la cintura y se pasó el brazo derecho del otro por los hombros- Y apúrate!

El camino a la Enfermería fue penoso. Pese a que Harry intentaba ir rápido, ataques de dolor o la visión de las imágenes lo dejaban algunas veces como paralizado y Draco, sacando fuerzas de no sabía dónde, casi debía arrastrarlo, puesto si bien estaba preocupado por el moreno, tampoco podía dejar de notar el horror que mostraba el rostro de Potter, menos aún cuando había dicho que se trataba de Remus.

¿Acaso su padre le había hecho algo a Remus? ¿Acaso había sido capaz de volver a intentar algo? ¿Qué sucedía con su Remus? No había querido preguntarle al Gryffindor, temeroso de la respuesta.

Lo dejó en brazos de Madame Pomfrey, quien luego de pegar un grito casi cargó a Potter a la cama más cercana al verlo torcerse de dolor, para luego salir corriendo en busca del director. Si algo le sucedía a Remus… Remus… Remus… aún lo amaba tanto… porque lo suyo era amor del verdadero y ese no se desvanece de un día para otro.

Harry no podía creer que había sido Draco Malfoy quien lo había ayudado a llegar a la Enfermería, sólo para salir corriendo casi de inmediato a buscar a Dumbledore, sólo porque él había dicho que necesitaba verlo urgentemente. Sabía que parte de aquello era porque Remus estaba involucrado y Malfoy mismo le había dicho lo mucho que significaba el licántropo para él, pero ¿y antes? Toda esa conversación, las confesiones; había sido agradable. No quería que todo eso quedara en nada, aunque ahora mismo sus pensamientos estaban dirigidos hacia otra parte: el Remus de sus visiones se retorcía y gritaba de dolor... ¿sería otra trampa de Voldemort? ¿O sería real? No podía dejar de pensar en ello, mientras espasmos de dolor lo hacían gemir levemente.

No iba a permitir eso, no quería volver a perder a nadie más. Ni a Sirius, ni a sus padres, ni a Remus, ni a Peter... no ahora que los había recuperado. No.

'-Puede dejarnos sólo, señor Malfoy- Dumbledore había entrado al lugar y miró con ojos llenos de preocupación a Harry, ante la mirada agitada del rubio. Es por Remus, pensó Harry con un leve malestar, que bien podía ser confundido por el dolor que provocaba lo que había presenciado hacía unos instantes.

Draco lo miró una última vez, antes de darse la vuelta, no sin antes notar la mirada esmeralda fija en él.

No fueron necesarias palabras.

Él sabía que Potter estaba agradeciéndole.

5.

Lucius apretó con dolor y furia la carta arrugada de su hijo en su mano mientras veía como Remus era lanzado sin consideraciones a un frío calabozo, sangrante y desvanecido y era cruelmente encadenado a la pared por las muñecas y el cuello.

'-Malditos bastardos- murmuró, maldiciendo a todos a su alrededor y a él mismo

Dentro de unos minutos se transformaría en un lobo bajo la luna llena... y Lestrange y él serían los encargados domar al enfurecido licántropo en cuanto surgiera.

Apretó con más fuerza el látigo bañado en plata con que lo azotarían.

Voldemort podía ser muy cruel cuando quería.

'-Draco...- susurró volviendo a apretar la carta.

Su hijo debía entender, todo lo hacía por su bienestar. Si había condenado a su lobito a todo eso era por él, por su hijo, porque podía amar mucho al licántropo, pero no podía permitir que nada le sucediera a su querido hijo, no podía hacerlo pagar por su debilidad, por su amor. Si hubiese sido su vida la que estuviese en juego la habría cedido con gusto con tal de ahorrarle el sufrimiento al lupino, pero no era él a quien el Señor de las Tinieblas reclamaría, sino a Draco... y no podía permitirlo... aunque se destrozara por dentro... ¿qué otras opciones tenía?

'-Espero que seas especialmente duro con él- oyó que le decía Bellatrix a su esposo

'-Siempre he querido domar a un lobo- dijo él antes de besarla en los labios con furia- disfruta el espectáculo, Bella

'-Lo haré- sonrió, pero su sonrisa se hizo más pronunciada en cuando pareció pensar en algo- Quizás su amigo también querría ver como se somete a un lobo... aunque hay distintas formas, milord lo sabe muy bien. Pettigrew podría ser invitado

'-Sí- Rodolphus tomó su propio látigo, del mismo material que el de Lucius- Pettigrew podría observar, temer y volver a traicionar para salvar su sucio pellejo.

Pettigrew.

Lucius miró con expresión indescifrable a Remus, aún en el suelo, mientras era encerrado en el calabozo con Lestrange y él.

Pero... era una opción? se preguntó, dubitativo.

Vio a Remus arrodillarse con esfuerzo y mirarlo con sus ojitos dorados, implorantes por ayuda. ¿Cómo era posible tanta belleza en un gesto tan simple?. No podía no amarlo, era como una maldición... si Remus sufría por ser un licántropo, su propia maldición era ser un Malfoy enamorado eternamente de un licántropo que le estaba prohibido. Y quizás no era comparable con el suplicio del lupino, pero el cielo era testigo de que no había peor castigo para un Malfoy que eso. Amar, a un licántropo, un media-sangre, un monstruo, como un pobre loco, por sobre su orgullo, por sobre sus creencias, por sobre su vida... y no arrepentirse por ello.

Habría deseado abrazarlo y protegerlo. Amarlo sin reservas... pero no era eso lo que debía hacer.

La mirada de Remus se descontroló de temor al ver los látigos de plata. No dijo nada, como si supiera que lo que dijese sólo sería pérdida de energías...

Remus veía a Lucius, majestuoso como un rey frente a él, incapaz de ayudarlo... sentía la mirada de Lestrange sobre él... y veía más allá de los barrotes, la mirada de Bellatrix y de otros mortífagos como si lo que estuviesen presenciando... o más bien, lo que fuesen a presenciar fuese un espectáculo raro y hermoso... pero lo cierto es que él sabía muy bien que eso no era.

Suplicó a Lucius con la mirada... si tenía un ápice de corazón aún... ayuda. Pero se sorprendió mucho más al ver los ojos plateados llenos de tristeza e inminente dolor. Le estaba pidiendo perdón... y valor. Le rogaran que fuese fuerte...

¿Perdón?

Aún así, no tuvo mucho tiempo para pensar en ello, porque al momento su cuerpo se estremeció de dolor con una violenta convulsión que lo hizo gritar, con una voz que poco a poco dejaba de ser humana, trasformándose en un sonido ronco...

El primer impulso de Lucius había sido correr a su lado al ver el hermoso rostro cubierto de dolor... los ojos destilando sufrimiento... pero se mantuvo quieto más por la costumbre de aparentar que no había nada que le importase que por deseo, porque mientras lo veía sentía que el corazón se le rompía. Hubiese gritado... pero no podía...

Pettigrew, volvió a pensar, había sido traidor... y podía volver a serlo.

Vio como las pálidas y amadas manos se retorcieron hasta convertirse en garras, la pequeña y sensual boca se trasformaba en hocico mientras los dientes tomaban proporciones alarmantes. Las orejas subieron y se alargaron, mientras todo el cuerpo se llenaba de un hermoso y largo pelaje gris y blanco... las clavículas se dislocaron y trasformaron... no supo en que momento había surgido la cola... pero a partir de que posó sus ojos en los del lobo vio que estos seguían siendo dorados... y estaban asustados.

Era un riesgo que debía correr, se dijo. Un peligro que debo correr... y que deberá correr Draco... pero es necesario... siempre puedo culparme y absolver de culpa a mi hijo. Él no debe pagar por mi debilidad. Aunque Lucius jamás se había arrepentido de esa debilidad.

Flash Back

Los ojos dorados, grandes, brillantes y dulces lo miraron con curiosidad, casi perdiéndose en la marea de gente, porque era más pequeño que el promedio y parecía hundirse a ratos en un tumulto que era mucho mayor que él.

Se volteó buscando la mirada dorada que lo había perturbado... y la encontró. Se acercó a él, más con ganas de sentirse y verse admirado que con deseos de entablar una conversación. Quería sentir poder sobre los otros, verlos encogerse de respeto y admiración.

Le sonrió al pequeño de primer año, esperando que hiciera un comentario sobre sus costosas ropas, que le preguntase su nombre para decirle que era un Malfoy y verlo deshacerse en halagos o algo... pero nada de eso sucedió. Él pequeño lo siguió mirando con sus lindos ojos... ¿dorados? ¿Sería un error? No... eran dorados. ¿Existía ese color? ¿Cómo unos ojos podían ser dorados? Pero mientras pensaba en ello, el pequeño sonrió, con una sonrisa dulce y cálida, y revolviendo entre su túnica gastada sacó un pañuelo de seda bordado.

'-Disculpa- dijo tendiéndole el pañuelo con amabilidad y una sonrisa- creo que esto es tuyo. Mi amigo me dijo que si era de seda y tenía bordada una serpiente debía ser tuya... me dijo que no te importaría perder un pañuelo y que mejor lo botase, pero yo creo que es muy lindo y no te gustaría perderlo. Ten.

Lo había tomado, algo desconfiado, para luego sonreír despectivamente al ver las ropas de segunda mano del muchacho

'-¿Cómo te llamas?

'-Remus Lupin... soy de Gryffindor

Lo había mirado con asco falso, forzado. Aquella criatura no inspiraba asco en lo más mínimo aunque fuese un Gryffindor. Había dejado caer el pañuelo, con más desprecio, dispuesto a humillarlo, a dejarle claro la enorme brecha que existía entre ellos, que entendiese lo muy por encima de él que un Malfoy estaba

'-Tengo miles de estos- dijo con arrogancia y haciendo un gesto de repulsión con la boca- puedes quedártelo y guardarlo, seguramente vale más que esos harapos que llevas puestos. Vistes como un elfo doméstico

Los ojos dorados lo habían mirado, asombrado, al tiempo que sus mejillas se coloreaban tiernamente, avergonzado por las groseras palabras del joven mayor, pero se habían apresurado a recoger el pañuelo.

'-Mis ropas no son tan hermosas como las tuyas pero son muy cómodas, de todos modos, has dicho que me lo puedo quedar, de modo que puedo considerarlo mío...-y se lo había vuelto a tender, con la misma sonrisa dulce, pese a su leve turbación y obviando el desprecio de las anteriores palabras sonrió- Entonces... toma. Te lo regalo. Es de seda y combina a la perfección con el resto de su ropa. Como eres de Slytherin creo que te sentará el dibujo bordado, ojalá que te guste- desprendía ternura y simpatía. Esta vez no pudo evitar tomarlo –Mucho gusto... ya me tengo que ir.

Y se lo quedó mirando, sin saber que decir. Nunca lo habían tratado así, nadie, mucho menos luego de haber humillado y despreciado...

'-Malfoy...- le dijo antes de que se fuese, cautivado con el pequeño- pero puedes llamarme Lucius.

Fin del Flash Back

En ese primer encuentro lo había cautivado... y desde entonces había deseado verlo rendirse ante él. Había deseado que ese pequeño que desprendía bondad en cada mirada, gesto y sonrisa lo admirase hasta colmarse... se había encaprichado con él... y el capricho se trasformó en cariño, y el cariño en amor... y el amor trajo el dolor de no ser correspondido.

'-Que lindo lobito- rió Rodolphus, adelantándose frente al lobo.

El lobo mostró los dientes mientras sus ojos dorados brillaban con una mezcla de temor, producidos por la visión de la plata, y ansias de sangre. Quiso lanzarse sobre el mortífago, pero las cadenas se lo impidieron deliberadamente, tirando fuerte de él en cuanto lo intentó.

Lucius tembló al ver astucia en los ojos dorados del lobo. Él sabe que sucede. Él sabe, pensó, él sigue siendo mi Remus...

Pettigrew era la única salida... pero sería realmente la salvación?

Con el primer latigazo, el aullido le traspasó los tímpanos. No era capaz de soportar la visión. Remus. Su Remus... aguantó las lágrimas que le hacían arder los ojos. Lágrimas que se negaba a dejar escapar o siquiera asomarse, pero no podía ignorar el nudo en su garganta, ni mucho menos el dolor en su pecho.

Debía serlo. De lo contrario... qué podría hacer por él?

Al desviar la vista, algo le llegó volando a los labios luego de que el látigo fuese a impactar el cuerpo del lobo por tercera vez. En un acto que no pensó lo probó con la lengua.

Sangre.

Su Sangre. De Su Remus...

'-Perdóname, mi amor...- murmuró mientras sentía que se trizaba en pedazos por dentro.

6.

Sollozaba encogido en el rincón más oscuro y recóndito de la pequeña celda en la que había sido arrojado. Hecho un ovillo, dando la espalda a quien quiera que se asomase por el pasillo a verlo, tratando de ocultar sus lágrimas, que por los mismos lamentos eran más que imposibles de ocultar, y temblaba levemente, no de frío, porque si bien el ambiente era helado, no así la temperatura del lugar. No, Peter Pettigrew temblaba de miedo...

No podía calcular la hora porque los calabozos, como era lógico, eran subterráneos y no había ninguna posibilidad de que se colase el más mínimo rayos de sol entre las ventanas por la sencilla razón de que no había ventanas. Todo era penumbras y si no fuese por las antorchas con sus llamas flameantes la oscuridad sería total. De este modo, no podía saber que comenzaba a amanecer y por ello los gemidos del licántropo herido habían cesado

Temblaba de miedo, de terror, porque no veía más que negras expectativas tanto para Remus como para él. Había pasado toda la noche, encogido en ese sitio, tratando de pensar y lamentándose su suerte... pero todo eso pasó cuando oyó el aullido del tan conocido lobo... aullidos que pronto fueron convirtiéndose en expresiones de dolor... lamentos, gemidos... y supo, con absoluta certeza, de que estaban torturando a Moony.

En un acto desesperado se había refugiado en aquel negro rincón, tapándose los oídos, soltando desesperados gritos, llamando a nadie, gritando por Moony, maldiciendo a los mortífagos... sólo tratando de minimizar los aullidos del lobo que retumbaban en sus propios oídos con más fuerza cada vez...

Su mente estaba llena de imágenes cada una peor que la otra, tratando de reproducir, inconscientemente, los distintos métodos de tortura a los que podrían estar sometiendo a su amigo... él había visto antes, cuando era un mortífago, recordó con pesar, la clase de horribles y escalofriantes torturas... y no podía ni quería pensar que era de esos modos como podían estar logrando esos aullidos de Moony. Lo desesperaba, angustiaba, enloquecía... la incertidumbre, el temor por él, el miedo por sí mismo... era demasiado.

No podía dejar de pensar en la situación de Remus, en los mortífagos riéndose de su sufrimiento, en lo que diría Sirius... en lo que le sucedería al animago si algo le sucedía al lupino... en la propia desesperación que James y Lily deberían estar sufriendo... sin saber si ellos mismos estaban vivos o muertos. Se preguntó si cuando terminasen con el lobo lo torturarían a él, y entonces el miedo lo hizo estremecerse

Sabía que debía ser valiente, prepararse para enfrentar cualquier cosa, no estar dispuesto a tranzar... no negociar, juntar la fuerza para no caer ni delatar... no hablar, comprometer, soltar información... pero el terror lo invadió por completo de un modo que de pronto sintió frío y una cantidad de locos y absurdos pensamientos pasaron por su mente a una velocidad impresionante.

Se incorporó desde el rincón y se sentó, nervioso, mirando a su alrededor, como si cada sombra en aquella oscura celda fuese un mortífago dispuesto a saltar sobre él y echarle una maldición a la mínima que se descuidara.

El terror dominaba cada pensamiento, se fundía con el pánico, con el miedo desmesurado, con estúpidas ideas de traición, de información... y el silencio era lo único que lo acompañaba, mientras se preguntaba, en esta maraña de pensamientos que no lo dejaban razonar, que era lo que habría sucedido con Moony, porque se habían detenido sus aullidos? Lo habrían mata---? NO! No debía ni siquiera imaginar ello, pero el peligro era real... ambos podían morir, es más, lo más seguro es que ambos muriesen efectivamente...

Pero, pero... debía haber una manera de evitarlo... el había pertenecido a los mortífagos ya alguna vez... sí, pensó en frenética y desesperada idea, no le costaría demasiado que lo volviesen a contar entre sus filas con tal de que soltara algunas cosas y diera cierta información... la salida parecía tan sencilla, tan asombrosamente cómoda, simple y segura... solo ir y hablar, estaría a salvo, juraría al Que-No-Debe-Ser-Nombrado fidelidad y no sería torturado ni muerto. Podría hablar del Ankh, o quizás las interesara la ubicación del cuartel general de la Orden... o quizás...

Peter sonrió, con respiración acelerada y mirada algo enloquecida, mientras que se frotaba las manos buscando el calor que repentinamente se le había escapado.

¡¡La verdad es que nadie podía culparlo! Para todos era tan fácil hablar de valor, de enfrentar al enemigo... ja! Le hubiese gustado que le pagasen un knut por cada hombre que decía que actuaría con valentía frente a determinada situación y llegado le momento de los hechos, actuase así como lo había dicho... sí, de haber sido así sería rico, pero no era el hecho. Claro, claro, pensó con cierto aire demencial, la mayoría lo juzgaría de cobarde, de traidor... pero ya quisiera verlos en la misma situación... con un futuro negro, pronto a ser llevado ante el mago más peligroso de todos los tiempos, ser torturado hasta el grado de poder enloquecer, ser muerto. Y la verdad es que él le temía demasiado a la muerte, a los daños físicos. Podía sonar extraño, quizás hasta algo... delicado, vamos, pero ¿no había gente que les temía a las arañas? A esas pobres y pequeñas criaturas de varias patitas que apenas bastaba el pulgar para aplastarlas! Le tenía miedo a morir más que a nada en el mundo, pero también tenía miedo de ser herido, y le avergonzaba eso, aunque era estúpido negarlo, porque era verdad.

El miedo, el terror era tal que era casi palpable, y hacía que el regordete muchacho temblase de pies a cabeza, asustado, dejando escapar leves hipos producto del llanto anterior.

¡Él nunca había sido valiente! ¡No podía exigirle que lo fuese ahora! El no tenía al valor de James, el arrojo de Sirius, la voluntad de Remus ni el espíritu de Lily... Él solo era Peter Pettigrew... un triste y fracasado Gryffindor. Y ni siquiera sabía por qué el sombrero lo había puesto ahí. ¿Por qué lo había hecho? Debería haber ido a Slytherin, donde estaban los traidores... así nunca hubiese sido parte de los Merodeadores... y no hubiese traicionado a James, Lily, Sirius y Remus...

Se quedó un momento quieto, analizando sus propios pensamientos antes de comenzar a llorar desconsoladamente.

¡¿Qué era lo que estaba pensando! ¿Qué mierda tenía en su estúpida y descerebrada cabeza? Nunca, y que el mundo escuchase... NUNCA se había arrepentido de la amistad que tuviese con los Merodeadores y Lily... ¿cómo podía haber pensado en no haberlos conocido? A su lado había vivido los mejores momentos de su patética vida... a su lado se había sentido parte de algo, de un grupo... eran ellos los que lo habían levantado cuando caía, los que lo ayudaban y animaban, cada uno a su forma... ellos eran su propia confianza materializada en rostros ya fuesen amables o alegremente enloquecidos.

James, James... el bueno y loco de Prongs... ¿cómo había podido ser tan absolutamente desgraciado? ¿Cómo había podido romper toda aquella confianza que había sido depositada en él? ¿Cómo... en que momento... el cariño y la admiración se habían se habían convertido en odio y en rencor? ¿Cómo la envidia llegó a tanto que traicionó la confianza que James le había dado confiándole lo más valioso que un hombre puede tener: su familia?... y ahora... Dios! Hacía unos instantes había pensado en volver a traicionarlo, por salvar su propio pellejo... era un cobarde, un estúpido. James, James... ¿cuándo olvidó toda esa alegría y vitalidad tras las gafas redondas de quien le había enseñado a ver las cosas buenas de la vida más allá de los problemas? No quería volver a ver la sombra de tristeza y decepción en su mirada. No quería volver a fallarle, no a James, por favor... y sintió como le corrían las lágrimas por las mejillas y deseó gritar al ver su propio egoísmo, no quería traicionar, pero no podía fingir ser valiente, porque no lo era! TENÍA MIEDO!... James, James...

Sirius, el aparentemente serio Padfoot, que estaba más enfermo que Prongs... ¿Cómo había podido mentir de ese modo, condenando a Sirius a la muerte en vida? ¿Cómo se había atrevido a juzgar el valor de las vidas? ¿A juzgar quien debía salvarse? ¿Cómo el cariño incondicional hacia Sirius se había convertido en el más violento y angustiante de los odios? ¿Cuándo los buenos momentos fueron debilitados por los malos? Sirius, Sirius... ¿en que momento la lealtad incondicional de quien, con más valor del que él podía soñar, con más amor de que él jamás había sentido, protegía a los suyos con su vida dejó de significar una fuente de inagotable admiración? ¿Cuándo dejó de agradecer el brazo amigo? ¿En que momento deseó verlo derrumbarse y llorar de sufrimiento? No quería volver a ver la amargura en su mirada azul, quería olvidar que esa huella de madurez y de mínima locura producidas por Azkaban eran responsabilidad suya.

'-No quiero fallar- murmuró, dejando escapar un gemido

Remus... el dulce y paciente Moony ¿Cómo fue que quiso romperlo a él también? ¿Es que había considerado que llevar la eterna maldición de ser un licántropo no era suficiente como para agregarle más dolor a su pesada carga? ¿Quién le había dado derecho ha permitir que el lupino se sintiera traicionado y utilizado por la persona que más amaba en el mundo? ¿Tanta había sido la envida de verlo conseguir la felicidad que había deseado destruirlo? ¿Cuándo consideró que no era merecedor de ella? Oh, Remus, Moony... ¿cuando fue que odió la sonrisa dulce, la mirada tierna y el corazón bondadoso de quien estaba dispuesto a sonreírle a la vida pese a todas las veces que esta lo azotase? ¿Cuándo fue que deseó romper su eterna e infranqueable voluntad? No quería ver la mirada dorada nublarse de lágrimas... no a él, por favor...

Y Lily, por supuesto, feminista, fuerte, pero dulce y amable... no había sido parte del grupo original, pero luego se hizo fundamental, como si siempre hubiese sido parte de ellos. ¿Por qué quiso destruir su pequeña felicidad? ¿quién le dio el derecho a destruir a su hijo, a su esposo, a ella misma? ¿No había sido ella la que lo apoyara? ¿la que lo consolara? ¿Cuándo quiso arrebatarle su felicidad, cuando odio el brillo de alegría en sus ojos verdes?

No quería fallar, nunca más... pero el terror lo dominaba... ¿qué debía... que se suponía que debía hacer?

Cerró los ojos llenos de lágrimas...

'-Amigos...

La palabra tomó un nuevo significado. Amigos... aquellos que confiaban en él... aquellos que le habían confiado lo más importante para ellos, los que le habían dado otra oportunidad pese a sus errores, los que le sonreían cuando se sentía triste... y los que darían la vida sin dudarlo por él...

'-Yo también quiero ser valiente...- se secó las lágrimas con el mango de la túnica- quiero verlos hincharse de orgullo por mi...

Y solo entonces Peter Pettigrew entendió. Él sería valiente porque quería demasiado a sus amigos y el valor no consistía en no sentir miedo, sino que estar dispuesto a enfrentarlo.

'-No voy a traicionarlos... nunca más...

7.

'-Lucius- la voz ronca y serpenteante le hizo agachar más la mirada, en un acto de sumisa reverencia y respeto inigualable- ¿Cómo está?

'-Lo ha llegado a las mazmorras tal como usted ordenó, milord- el rubio miraba fijamente el suelo, tratando de ocultar su dolor, su odio, su desesperación. Su deseo de matarlo. Porque si Voldemort descubría sus sentimientos, entonces acabaría de inmediato con él y no tendría la oportunidad de salvar a Remus

'-¿Y su estado?

'-Como lo deseaba. Está muy débil por la trasformación, y a eso están sumadas las heridas.

'-¿Cómo reaccionó el lobo?

'-El principio se resistió, intentó atacar, pero finalmente solo intentaba huir- recordó con dolor.

'-Excelente... –el tajo que tenía a la altura de donde debería haber estado a boca se torció levemente hacia arriba, como si estuviese sonriendo, mientras la lengua siseaba de manera reptil- entonces todo debe estar listo. Ve a traer a Severus, tiene que curarlo y terminar de preparar la poción

'-¿Lo hará esta noche?

'-Así es- corrigió el 'hombre', para mayor horror de Lucius

'-Ya veo.

Lucius permaneció un segundo más de rodillas antes de ponerse de pie, dispuesto a volar a Hogwarts lo más rápido posible y ver que se podía hacer, sin embargo las palabras de Voldemort le detuvieron en su sitio

'-He descubierto algo sumamente interesante mientras torturaban al licántropo... –la voz misteriosa le hizo pensar lo peor, y trató de controlar su propio terror. ¿Acaso había descubierto su odio? ¿su amor poR el licántropo? ¿Acaso... había leído su mente? Pero eso era imposible, él no estaba durante la tortura, verdad? ¿Verdad? ¿VERDAD? Quizás se había confiado demasiado, quizás...

'-¿Señor?- preguntó al fin, controlando el propio temblor de su voz.

'-Curiosamente... pude hacer contacto con él, tal como lo hubiese hecho con Potter, seguramente. –Lucius suspiró aliviado, pero no por eso menos extrañado o interesado en las palabras del Mago Oscuro- Fue algo leve, pero intenso por unos minutos... noté también que Potter había visto parte de la sesión que muy amablemente Bellatrix le aplicó ayer por la tarde... no así como lobo, quizás porque las emociones son animales, pero es solo una teoría

'-Pero eso es... imposible- lo miró asombrado. ¿Conexión?

'-Así mismo vi también unidos por la misma conexión a los padres de Potter- continuó como si no lo hubiese escuchado, pero pendiente de los gestos del rubio, volvió a imitar una sonrisa al interpretar el gesto de Malfoy ante lo último que había dicho, correctamente- ... sí, los recuerdo bien... ¿cómo podría olvidarlos? Los maté con mis propias manos e inmediatamente después perdí mis poderes. Ellos... ellos hubiesen sido excelentes mortífagos, fue una lástima que siempre fuesen tan cercanos a Dumbledore que incluso intentar tentarlos hubiese sido inútil

'-¿Qué... qué hará ahora, milord?

'-Debo pensar. Podemos sacarle mucho provecho a esta conexión... es solo cosa de usarla adecuadamente... por ahora, tú solo preocúpate de traer a Severus. Quiero la poción esta noche si falta.

8.

Las palabras retumbaban en su cabeza. No era la primera vez que la escuchaba o que se debía en la obligación de asociarla a alguien conocido o incluso querido... pero ahora las cosas eran diferentes.

Tortura

'-Sirius- sintió como la pelirroja tomaba su mano, firmemente- Él está vivo

Vaya consuelo. Vivo, pero ¿en qué estado? ¿Qué harían con él? Como si el sólo hecho de que estuviese vivo significara algo, en especial para él que sabía que había cosas mucho peores de que la muerte... Azkaban era un ejemplo.

Miró la firmeza y la fuerza de la mirada verde frente a él... y la mano delicada que apretaba la suya. No era la mano de su Moony... su Moony... torturado...

'-¿Sirius?- la mujer lo miraba, seria, pero con una mota de temor en sus ojos.- Sirius... nosotros lo vimos, él está bien, no ha sufrido más daño de lo que cabría esperar

Define la palabra bien, pensó con dolor. ¿Bien? Quién podía estar bien luego de una sesión de tortura con Bellatrix?... más daño de lo esperado? Hubiese reído de amargura, pero se mantuvo tan serio como cuando la pelirroja lo había obligado a sentarse para contarle 'algo' que habían sabido... 'algo'.

Pero Sirius daba miedo. Demasiado serio y frío, demasiado ido, imperturbable y callado. Y había algo en su mirada plateado que daba escalofríos.

'-Padfoot...- pero Sirius se puso de pie y le dio la espalda para mirar por la ventana

Si algo le pasaba... si algo le pasaba a su lobito...

Lily no se acercó más. Se mantuvo a pasas del animago, silenciosa, tanto como el propio Sirius.

'-Tienes que ser fuerte...

Fuerza. Valor... de que servía todo eso? No podía salvarlo con eso... no podía liberarlo... solo estar ahí, tratando de olvidar las palabras de Lily y no pensar en lo que podría estarle sucediendo ahora.

La pelirroja lo abrazó por detrás con fuerza y se mantuvo quieta, quizás esperando un rechazo, pero solo entonces se dio cuenta que Sirius estaba temblando.

'-Tengo miedo... –murmuró al fin, el animago.

Y la pelirroja entendió.

9.

Draco no lo esperaba, eso era bastante claro. Tan solo bastaba ver la cara que puso en cuanto lo vio. Apenas había tenido esperanzas de que contestara su carta y sin embargo estaba ahí, frente a él en el momento en el que menos esperaba y deseaba verlo

Lucius Malfoy tenía una sombra en su miraba plateada que era imposible no notar pese a que conservaba su aire distinguido y en parte hasta majestuoso que solía ostentar. El dolor adornaba su mirada plateada... y había algo que lo hacía ver más cansado y decaído que nunca.

'-Padre... –el rubio Slytherin se acercó al elegante aristócrata sin poder creerlo

'-Draco- Lucius hizo un pequeño movimiento con la cabeza en señal de saludo

'-P-pero--- ¡¿qué haces aquí!- lo miró, sin poder creerlo.

'-Debo hablar con Dumbledore, pero antes... antes tenía que hablar contigo- suspiró antes de sentarse en la cama de Draco, en la habitación de este- Recibí tu carta.- Y como si con esas palabras dijese todo lo que venía a decir esperó alguna respuesta de su hijo, una respuesta que demoró bastante en llegar.

'-No pensé que tuvieses las agallas para venir- declaró finalmente el más joven.

Lucius sonrió, divertido ante las palabras de su primogénito antes de negar levemente con la cabeza.

'-¿Agallas? No me hagas reír, por favor...

'-¡NO PUEDO CREER QUE SEAS TAN CÍNICO COMO PARA VENIR AQUÍ LUEGO DE QUE TODOS SABEMOS QUE HAN ESTADO TORTUTANDO A REMUS! ¡QUE TÚ TE LO LLEVASTE!

Lucius volvió a negar con la cabeza, esta vez con tristeza, antes de comenzar a jugar con su bastón

'-Es cierto. Yo me lo llevé.

'-¡ENTONCES ERES UNO DE ELLOS!- Las miradas de ambos se enfrentaron, en silenciosa lucha- ¿Por qué... Por qué te lo llevaste? ¡Sé que ha sido torturado y quizás ahora...!- los ojos se le llenaron de lágrimas.

-Remus está con vida- lo cortó Lucius rápidamente, como si ese solo pensamiento fuese tan terrible para él que debía aclararlo de inmediato- Él... está vivo aún.

'-¿Aún? ¿Y por cuanto tiempo más?

'-Por eso... por eso estoy aquí. Debo informar que ha sucedido y ver el método para sacarlo de ahí.

'-No te creo... no te creo nada...- declaró con firmeza Draco- Todo este tiempo me has estado mintiendo, permitiéndome vivir en una maldita mentira que tú mismo creaste... TÚ! Remus estaba equivocado, tú no quieres a nadie más que a ti mismo!

'-¡NO!- lo agarró, de improviso por los hombros y lo zarandeó con violencia- No te equivoques... yo... yo todo lo he hecho por ti

'-¡Mentira! Tú quisiste violar a Remus, tú quisiste hacerlo y me dejaste vivir la mentira que yo mismo quise creer. ¡¡¡¿CÓMO CREES QUE PODRÍA VERLO A LA CARA AHORA QUE SÉ LO QUE LE HICISTE!

'-Jamás quise dañarlo... ni a ti ni a él. Lo que sucedió fue un error...

'-¡Pues tu error me arruinó la vida!

'-Eres tú el que te has dado cuenta de la verdad que un día te dije y desear culparme a mi. Tus escrúpulos son los que te limitan

'-¡Mentira! Lo daría todo por él

'-¡Pero sabes que aún así él no te amaría!

Ambos se miraron, con una multitud de sentimientos en el corazón. Draco con los ojos brillantes, Lucius con los labios apretados al igual que los puños.

'-Pero tú te lo llevaste... tú lo llevaste donde el Señor de las Tinieblas

'-No tuve más opciones, hice todo para no tener que hacerlo, pero finalmente todos mis esfuerzos fallaron.

'-¡Pudiste haberle dado la espalda al Lord!

'-No tienes idea de lo que estás hablando

'-Pero pensé que era de Dumbledore

'-No es que sea o no de Dumbledore, maldición. De quien no soy es de Voldemort. Eres demasiado joven para entenderlo

'-Entiendo que le diste a Remus a alguien que no dudará en matarlo

'-¿¡Acaso no te das cuenta?- Lucius se puso de pie, gritando, pero luego pareció darse cuenta de su descontrol y suspirando se volvió a dejar caer sobre la cama -Es algo mucho más complejo de lo que crees. Draco... entiende, por favor. Trata de ponerte en mi lugar. Todo lo que he hecho a sido por ti- puso una mano sobre el hombro del muchacho

'-¿Sacrificando a un inocente por ello?- y había tanta determinación en la mirada de Draco que por un momento Lucius no reconoció a su hijo. ¿En que momento había llegado a ser tan firme? En que momento... algo de Gryffindor se imprimió en su mirada plateada?

'-A uno o a miles, sólo tú me importas

'-¿Y Remus?

'-Hubiese querido no hacerlo, pero no tuve opciones, intenté salvarlo por todos los medios, pero... él eligió su camino- declaró con dureza. Era cierto, él trató de protegerlo, pero... pero finalmente

'-Yo quiero seguir el mismo camino que él.

'-¡No sabes lo que dices... MÍRALO! míralo... mira donde sus decisiones lo han llevado. Mira donde ha llegado. ¿Quieres terminar así?

'-Por lo menos tiene algo en lo que creer y luchar, pero tú, padre... tú no tienes algo por lo que dar la vida. Sus propios valores se han hecho polvo. Y no queda nada...

Hubo un silencio en el que Draco no bajó la mirada, pero Lucius en cambio ya no pudo soportar la mirada de su hijo y miró el suelo de la habitación.

'-¿Por qué no fuiste capaz de confiar en mi? ¿De decirme lo que sucedía? Soy tu hijo...

'-Quería mantenerte apartado... quiero darte lo mejor, no quiero... si me es posible, quiero evitarte conocer el lado oscuro de las personas, quiero evitar que te manches como yo me he manchado y destruido, quiero evitarte todo el dolor y el sufrimiento que he conocido...- la mirada de Lucius era sincera, pero aún así Draco se mantuvo con la firmeza del que sabe que posee la razón.

'-¡Padre... él... yo lo amo, pero tú lo has condenado a Voldemort! Yo no tengo miedo de él!

'-No sabes lo que dices...- el aristócrata lo miró con algo de temor, incapaz de creer lo que el muchacho acababa de decir

'-Hubiese tenido el valor para enfrentar lo que fuese con tal de que no le hicieras eso a Remus

'-No tiene que ver con el valor

'-Si que tiene... ¿con qué entonces tiene relación?

'-Con el amor. No entiendes que lo he hecho por ti? Siempre tratamos de proteger a lo que amamos, y tal como tu lo hubieses querido proteger, yo te he intentado proteger a ti... eres lo más importante- Y su voz tomó más fuerza y resolución porque tenía razón, sabía que la tenía

'-Pero tú también lo amas!

'-Sí, lo amo por sobre mi propia vida

'-Entonces...?

'-Pero no puedo ponerlo por sobre la tuya

'-No te entiendo entonces, padre

'-Cuando tengas un hijo... lo sabrás- sonrió tristemente- eres carne de mi carne, eres mi hijo, mi heredero, mi continuador, mi sangre... mi vida... y por mucho que ame a Remus... no es más importante que tu

'-¿Eso quiere decir que no lo amas tanto?

'-No es eso, Draco- sonrió, con amargura- Lo amo tanto como no tienes idea... pero también sé... la vida así me ha enseñado... que algunas veces hay que elegir, y si el amor de pareja es grande, mi máxima aspiración es tu propia felicidad...

'-Padre...

'-Sé que algún día lo entenderás...

'-Padre, no es eso lo que te estoy reprochando- dijo al fin, Draco, negando con la cabeza. Apreciaba lo que su padre había hecho por él, peor había algo en lo que se había equivocado y tenía que hacérselo saber.

'-¿Entonces que es?- dijo, tratando de no romperse, porque tenía un nudo en la garganta al ver el rechazo de su propio hijo.

'-Es el hecho de elegir. Tú elegiste salvarme a mi... pero ¡¡¿Por qué elegiste! ¡¡¿Por qué no enfrentaste al Lord!... o en su defecto, dejarme enfrentarme yo a él?- pero su voz fue un murmullo de reproche y su padre no lo captó

Lucius lo miró, asombrado, con los ojos muy abierto, incrédulo por sus palabras

'-No podía... él me hubiese matado

Y Draco al fin entendió

'-Mi camino es distinto al tuyo, padre... y no lo siento. Yo sí lucharé.

10.

'-Ese fue el recado de Lucius.

El profesor de Pociones se puso de pie, dispuesto a retirarse y cumplir con lo que debía

'-Severus...

'-Profesor Dumbledore... es mi modo de luchar

'-Pero no necesariamente es el correcto

'-No todos podemos ser Gryffindor, sabe?-su voz cargada de ironía

Dumbledore suspiró antes de mirar a Snape, que ya daba la vuelta para marcharse

'-Severus, por favor... no lo hagas

'-Si no lo hago se descubrirá la verdad y entonces de verdad no tendremos más alternativas. Lucius está descubriéndose. No puede mantener la máscara más tiempo. Su amor lo está condenando y cuando El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado lo sepa, lo matará. Si no lo hago, descubro mi juego y si lo descubro, todo se habrá perdido

'-Siempre queda una alternativa

'-No esta vez

'-¿Y que sucederá con Remus?

Silencio. Snape no tuvo el valor para darle la cara al anciano director. Y el silencio siguió prolongándose

'-¿Qué pretende hacer?- preguntó al fin- ¿Qué harán con él?

'-...Violarlo- confesó al fin.

CONTINUARÁ...

AL FIN! Perdón el retraso, de verás, este capítulo me costó mucho :P No está de lujo, pero es más bien un capítulo de transición (creo que mi e

No puedo extenderme mucho porque CIERTA página anda borrando fic así que... uu De todos modos quiero pedir un favor a quien quiera ayudarme... emmmmmmm... ¿cómo puedo subir mis fics a Slasheaven? TT.TT. En fin, espero varios review, porque con tan poco tiempo necesito ánimo para seguir escribiendo.

Quiero agradecer a todas las personas que me han dejado review! Kizna, Su, Faith, Alysaa Black, Bella-Blackvad, Mirels, Bishoujo-Hentai y Rasaaabe - Es MUY importante para mi

Muchos besos

Toe