Mis Prometidas

Capitulo 4: Una gran pelea y un inesperado reencuentro.

Una semana después…

Ryoga y Shingo, se habían instalado por un tiempo en Okinawa, vivían en un descampado, muy parecido en el que Ryoga descansaba, cuando llegaba a Nerima…

"Se nos acaban las provisiones."

Le dijo el chico perdido a su hermano pequeño…

Shingo miro a Ryoga sonriente…

"Pues vayamos a por mas."

"Bien, vayamos pues."

Ambos partieron a nuevas provisiones, Ryoga y Shingo recorrieron rápidamente la ciudad, Shingo procuraba no ser identificado, ocultando su rostro, con alguna de las muchas cintas de pelo de Ryoga, en forma de pañuelo puesto en la cabeza, pronto se irían de Okinawa, y les seria mas difícil encontrarles, a aquellos que buscaban a Shingo…

Al cabo de dos horas, ambos regresaron, sin percances de ningún tipo, a la tienda, gracias a las indicaciones de Shingo, por que si hubiera sido pro Ryoga, se hubiera perdido en algún lugar de Okinawa…

Tras dejar todas sus pertenencias dentro de la tienda, Ryoga y Shingo se sentaron frente a la tienda, en el descampado… mientras charlaban tranquilamente.

"Bueno, ya tenemos comida, para unas dos semanas, mañana o pasado mismo podremos partir."

"Siii."

"¿Y a donde iremos?."

"A donde nos lleven, nuestros pasos."

Dijo Ryoga, tranquilamente, cuando en ese instante, sintió un es escalofrío… y por inercia, aparto a Shingo hacia un lado de un empujón, esquivando una especie de pañuelos negros, que alguien les había lanzado…

El chico se puso alerta…

"¿QUIEN ANDA AHÍ?."

De entre las sombras, salio una figura desconocida, Ryoga se fijo bien, en esa persona… Era un hombre adulto, algo mayor que el, por lo menos veinte años mas, su aspecto, era de un hombre fuerte, corpulento, su piel morena, llevaba una cazadora sin mangas de color azul oscuro, debajo de una camiseta blanca, que junto a unos vaqueros oscuros , y unas botas negras, le daban un aspecto de tipo duro, eso pensó Ryoga…El pelo del hombre caía largo y negro, cubriendo parte del rostro, visible una gran barba, y en su rostro llevaba una cinta de pelo de color negro, parecida a la que Ryoga llevaba, en su cara, había una pequeña cicatriz, por debajo del ojo izquierdo, esta parecía hecha con un cuchillo, por la intensidad… El hombre sonreía a Ryoga…

"¿Eres Ryoga Hibiki?."

"Si, ¿Quién eres tu?."

"Mmm, mi nombre no importa, pero llevo largo tiempo buscándote, vengo a desafiarte, Ryoga Hibiki."

"Así que me conoces."

"He oído mucho hablar de ti, tus enfrentamientos contra Ranma Saotome, y de la rivalidad que tenéis."

"Vaya, sabes bastante."

"(Que extraño, tiene algo que me resulta familiar, pero no se que, es mejor que tenga cuidado.)."

"¿Y que quieres de mi?"

"Te lo he dicho hace un instante, he venido a desafiarte."

"Bien, Shingo… Apártate."

El niño se retiro hacia un lado… Ryoga y el extraño se quedaron frente a frente…

"Esto es un combate real, ¿estas preparado?."

"Si."

Dijo fríamente, Ryoga… mientras se lanzaba a por su adversario, este bloqueaba sus golpes fácilmente…

Puñetazos, patadas… Todos eran esquivados… El hombre solo se limitaba defenderse, hasta que este decidió atacar, Ryoga bloqueo su puñetazo, el hombre se hecho hacia atrás…

"(Bien, veo que sus reflejos son buenos.)"

Ryoga continuo pelando, esta vez ambos se lanzaron al ataque… Los dos se golpeaban, con más fuerza y velocidad…

"(Es muy fuerte, pero no es tan rápido, ese quizás sea su punto débil.)"

Pensaba el extraño, mientras analizaba a Ryoga…

"(Este tipo, su forma de pelear, es parecida a la mía… Es muy fuerte, pero le falta velocidad, bien… Podré vencerle.)"

Ryoga y el extraño chocaron sus puños, estremeciendo el aire que les rodeaba, Ryoga intento lanzar una patada fuerte y rápida… Y esta rozo el estomago del extraño haciéndolo caer… Pero este nunca cayo al suelo, si con una mano se agarro, y se lanzo nuevamente a por Ryoga, Ryoga intento golpearle con un puño… Pero entonces, el extraño se agacho y lanzando un golpe extraño…

"Puñetazo del Dragón."

Ryoga no pudo observarlo bien, pero por un momento, de ese puño, parecía salir fuego… El puñetazo encajo en el estomago de Ryoga, este sintió un fuerte dolor… Las ropas de Ryoga se desquebrajaron un poco, quemándose, hecha unos harapos, Ryoga cayo al suelo…

El hombre se quedo frente al chico perdido, que estaba tumbado… El hombre sonrió…

"¿Te ha gustado mi Puñetazo del Dragón?."

Ryoga se levanto algo dolorido…

"Ese puñetazo, era muy fuerte, pero no lo suficiente como para noquearme."

Dijo el chico con una sonrisa, su contrincante sonrió igualmente…

"Entonces, dejemos los precalentamientos a un lado, y pasemos a una lucha seria."

"Si, luchemos en serio."

Ryoga se lanzo nuevamente a golpear a su adversario, pero antes de que el puñetazo de Ryoga, llegara a impactar, Ryoga bajo su puño, abriendo su dedo, para usar su ataque…

"¡¡¡ BAKUSAI TENKETSU !"

El suelo se desquebrajo, haciendo que miles de piedrecitas, estallaran e impactaran en el cuerpo del extraño, haciéndolo caer… Ryoga sonrió…

"Empate a uno."

El hombre se levanto del suelo, y mirando a Ryoga, le sonrió de nuevo…

"Bien, muchacho… Ahora acabas de sentenciar tu derrota, no tendré piedad."

Ryoga se puso en posición de combate, y taco nuevamente a su oponente, con el mismo golpe…

"¡¡¡ BAKUSAI TENKETSU !"

Pero su rival, repitió su anterior ataque…

"PUÑETAZO DEL DRAGON."

Y las piedras, se quemaron, deshaciéndose en el aire, el puñetazo encajo en el rostro de Ryoga, el chico se echo un poco hacia atrás… y entonces sangre, empezó a caer, del labio inferior, el golpe que acaba de recibir, se lo había destrozado…

Ryoga se seco la sangre, y su expresión se endureció…

"Buen golpe, me ha dolido, pero estoy acostumbrado al dolor físico."

"Mi próximo golpe, acabara contigo, en el acto."

"Demuéstramelo, VAMOS TE ESPERO."

Dijo Ryoga, mientras se lanzaba nuevamente, pero esta vez a puñetazos normales, cuando uno de ellos impacto en el rostro del desconocido, este intento darle una patada, cual Ryoga bloqueo con su otra mano… El extraño, le lanzo otra patada, cual Ryoga esquivo saltando, pero entonces… Unos pañuelos negros, iban directos a el, Ryoga lanzo sus pañuelos amarillos, y ambos chocaron…

Ryoga se sorprendió…

"¿Esa técnica la usaba mi familia?."

"Es una técnica muy vieja."

Entonces el extraño se lanzo nuevamente, pero esta vez… Lanzo varios puñetazos del dragón… Ryoga lo esquivo todos con dificultad, pero el hombre asentó un último y extraño ataque abriendo la palma de su mano…

"ONDA DE FUEGO MORTAL:"

La palma de la mano, impacto en el cuerpo de Ryoga… Ryoga sintió como su estomago, se quemaba por dentro… Sus ropas se destrozaron aun mas, y la onda expansiva del golpe, le lanzo hacia atrás, el chico aguanto el golpe, cayendo de rodillas,… El hombre se lanzo nuevamente a por Ryoga, sin que este pudiera reaccionar…

"DANZA DE LAS CUCHILLAS."

Lanzando cientos de pañuelos negros, mientras estos giraban a gran velocidad… El chico recibió, muchos impactos, destrozando sus ropas, y provocándole centenares de cortes, por el cuerpo… Ryoga finalmente cayó pesadamente al suelo… El hombre lo miro detenidamente, este jadea por el cansancio…

"He tenido que usar mis mejores golpes, pero he vencido."

Shingo a ver a Ryoga tirado en el suelo se acerco llorando…

"LO HAS MATADO, HAS MATADO A RYOGA."

Respondió el hombre…

"No, no esta muerto, esta vivo… No quiero matarle."

"Mmmm, por cierto, ¿Quién eres tu niño?."

"Soy Shingo Hibiki."

"¿Shingo Hibiki?"

"No sabia que hubiera un Hibiki llamado Shingo."

"¿Y eres familiar de Ryoga?."

"CLARO QUE LO SOY, EL Y YO SOMOS HERMANOS, Y SI LO QUE QUIERES ES MATAR A RYOGA… TENDRAS QUE MATARME A MI PRIMERO."

"Jajajaja, tranquilo muchacho, no quiero matarle, solo que me ha sorprendido lo que has dicho."

Ryoga, gimió de dolor en el suelo, pero con un esfuerzo sobrehumano, se levanto lentamente, apoyándose en sus rodillas…

"Shingo, apártate… Aun no me ha vencido."

Shingo se aparto corriendo…

El hombre le miro extrañado, y sorprendido…

"Es imposible, estabas vencido… ¿COMO HAS PODIDO LEVANTARTE?."

Ryoga ahora tenia un aspecto desagradable, su cuerpo, estaba lleno de cortes, y de heridas de sangre, su ropa se había destrozado casi por completo, su pantalón negro, estaba lleno de cortes, su camiseta amarilla, ya era solo un cacho de tela amarilla, que estaba destrozada, solo sujetada por un lado, ya que por el otro, estaba totalmente quemada, mostrando parte de su pecho herido y quemado…

Del cuerpo de Ryoga, su rostro pareció endurecerse, entristeciéndose, saliendo un aura negra a su alrededor, el extraño miraba a Ryoga sorprendido, y algo asustado…

"¿Qué vas a hacer?."

"Ya nada importa, después de haberlo perdido todo…"

"El amor de Akane."

"La amistad de Ukyo."

"Mis derrotas ante Ranma."

"La infancia tan triste que tuve, la de infancia de Shingo… Lo que hicieron con el…"

"YA NADA IMPORTA… AHORA."

"¡¡¡¡ SHI SHI HOKODAN PERFECCIONADO!"

Toda la energía producida por la tristeza y el odio de Ryoga… Salio disparada en un enorme columna de energía, que callo directa a su adversario… Pero la bola tenía tal cantidad de energía negativa, que se había vuelto negra… El extraño intento cubrirse, pero para su desgracia era enorme…

"DIIOSSS."

Segundos después, la bola impacto, haciendo que esta explotara, provocando una explosión gigantesca y enorme, por todo el lugar… Shingo se tuvo que agarrar a un árbol, protegiéndose asustado…De la técnica que Ryoga uso…

Mientras no muy lejos de allí, dos jóvenes mujeres… Vieron como la enorme energía, acababa de explotar…

"DIOS, ¿Qué DEMONIOS ES ESO?."

Chillo la joven de largos cabellos castaños, a su acompañante…

"NO, NO PUEDE SER… ES EL SHI SHI HOKODAN."

"¿El Shi Shi que?."

Pregunto la chica confundida… Pero entonces, vio que el rostro de su acompañante, se ilumino por un momento…

"UKYO NO HAY TIEMPO, DEBEMOS IR HACIA ALLI… ESA TECNICA, SOLO PUEDE HABERLA HECHO EL…"

"¿¿¿¿¿QUEEE?... HABER EMPEZADO POR AHÍ."

Dijo Ukyo emocionada, y ambas fueron corriendo hacia el lugar…

Mientras en el descampado… El humo empezaba a disiparse, mostrando un enorme cráter, donde el adversario de Ryoga, yacía sin sentido, totalmente inconsciente…

Ryoga cayo pesadamente de rodillas al suelo, temblando y adolorodido por los golpes…

"He ganado:"

Se dijo el chico sonriendo, a pesar del dolor… Y entonces miro a Shingo…

"Shingo, por favor, ayúdame."

El niño corrió hacia Ryoga, intentando sujetarle, Ryoga estaba arrodillado…

"Ayúdame a ponerme en pie, ya no me quedan fuerzas."

"¿Hermano estas bien?."

"Jejeje, si, estoy bien, aunque me duele todo el cuerpo."

Pero las últimas fuerzas de Ryoga fallaron, haciendo que el chico quedara inconsciente en el suelo… Shingo grito, sollozando, mientras abrazaba a su hermano…

"¡¡¡¡ RYOGA !"

Akane y Ukyo llegaron en ese instante, y enseguida vieron el cuerpo del hombre al que amaban, tumbado en el suelo, junto a un niño que lloraba, ambas se acercaron asustadas…

"RYOGA… RYOGA… ¿ESTAS BIEN?"

Grito Akane, mientras lloraba, Ukyo miraba asustada y preocupada, pero ella no lloraba tan descadaramente como Akane… Shingo se dio cuenta de la presencia de las mujeres, y lo abrazo mas fuerte… protegiendo el cuerpo de Ryoga…

"¿QUIENES SOIS VOSOTRAS?."

Pregunto el chico nervioso…

"Somos amigas de Ryoga… Les estábamos buscando, ¿y quien eres, cariño?."

Dijo Ukyo con una pequeña sonrisa, intentando disimular las lágrimas… El niño a ver esa expresión, su rostro se ablando, y se tranquilizo… Respondiendo a la pregunta…

"Soy Shingo Hibiki, y el es mi hermano mayor."

Akane y Ukyo se sorprendieron, pero entonces un ruido les llamo la atención, Ukyo se acerco, y vio que en el cráter, donde procedía ese ruido, un hombre se levantaba adolorodido, y con las ropas algo rotas… Este lentamente salio del agujero, quedándose frente a las dos chicas, y el niño que protegía a Ryoga, que estaba inconsciente, la expresión del niño se lleno de rabia…

"Tranquilo hijo, ¿si es cierto, que eres el hermano de Ryoga, entonces, debería llamarte así."

El niño no entendía lo que el hombre dijo, pero Akane y Ukyo miraron aun mas sorprendidas…

"¿Quién es usted?."

Pregunto Akane, algo asustada, protegiendo al niño, mientras lo abrazaba…

"Je, solo soy el viejo y triste padre, que nunca conoció su hijo, Ryoga."

"Entonces… ¿USTED ES EL PADRE DE RYOGA?."

Pregunto Ukyo…

"Eso es jovencita."

"Pero ahora, es mejor que le curemos las heridas, y después hablemos."

Akane y Ukyo cargaron el cuerpo de Ryoga a la tienda…

"Te pondrás bien, Ryoga."

Minutos mas tarde…

Akane y Ukyo curaban y limpiaban, desinfectando todas las heridas del cuerpo del chico, y las vendaban… Ambas mujeres, se sentían felices, por que habían encontrado al hombre que amaban, pero estaban preocupadas por su estado físico…

El hombre estaba fuera con el niño, hablando… Shingo tardo tiempo en asimilar, lo que el hombre le dijo… Pero finalmente la furia del niño, ya había desaparecido, a ver que el hombre no era malo, como el pensaba…

"Ya entiendo, así que Ryoga, te acepto como su hermano pequeño… Eso le honra por su parte."

Ukyo salio, dejando a Akane sola, ya que lo poco que quedaba para terminar de curar a Ryoga, lo podía hacer ella sola… Sentía curiosidad…

"Usted es su padre, ¿Y donde a estado todo este tiempo?."

"Bueno, es una historia larga… Mejor dejemos que tu amiga, termine, y os cuento la historia "

El hombre sonrió ligeramente…

"¿Cómo te llamas muchacha?."

Le pregunto el hombre, con una sonrisa…

"Ukyo Kuonji."

Mientras en la tienda…

Akane curaba y limpiaba las últimas heridas de Ryoga, este seguía inconsciente…

"Pobrecillo, has tenido que pasarlo muy mal… Y todo por mi culpa."

La chica le acaricio el pelo, y le dio un ligero beso en la mejilla… El chico dio un ligero gemido, y Akane se asusto… Pero finalmente termino de curarlo…

Mientras fuera de la tienda…

"¿Sabes, Ukyo, te pareces mucho a su madre."

"¿Su madre?."

La chica se quedo extrañada, y algo roja, acaso este hombre, la estaba comparando con la madre de Ryoga… La madre de la persona que ella tenía en su corazón… Ukyo sintió más curiosidad, y con una sonrisa le pregunto al hombre…

"¿Y como era su madre?."

El hombre suspiro…

"Si, ella era una persona maravillosa, llevaba el pelo largo, sus ojos eran parecidos a los tuyos, era joven como tu, era la persona mas amable y dulce, que jamás había conocido…"

"¿Y donde esta ella?."

"Muerta."

Ukyo se quedo callada, de la impresión, pero por una extraña razón, no le sorprendió demasiado…

Segundos más tarde, Akane salio de la tienda, ya había curado a Ryoga…

Poco después… Las dos chicas estaban sentadas, para escuchar la historia, pero el hombre miro al niño algo incomodo, Akane entendió lo que quería decir, y le pidió al niño, que se acostara en la tienda, que Ryoga dormiría durante unas horas, el niño se negó al principio, pero Akane luego le prometió, que si la obedecía, le compraría un regalo… El niño a ver la sonrisa de la chica, no pudo negarse, y se fue a la tienda, allí Akane lo arropo, y se aseguro que dormía… Se aseguro que Ryoga dormía, y salo de la tienda…

"¿Vosotras sois amigas de mi hijo, pero sois algo mas que eso ¿no?"

Ambas mujeres, se pusieron coloradas…

"Por cierto, tu nombre no le conozco, ¿Cuál es?."

"Akane Tendo."

"¿Tendo?... Mmmm, ¿tu padre es un Artista Marcial?."

"Sii, ¿Lo conoce?."

"No, pero me gustaría conocerlo."

"Pues me encargare de ello."

"Bien, como supongo que ambas, sois amigas cercanas a mi hijo, os contare mi historia."

Ambas chicas asintieron con la cabeza…

"Bien, veréis, yo soy el padre de Ryoga, mi nombre es Kurenai Hibiki."

"Su madre y yo éramos muy jóvenes, cuando nos conocimos, no éramos mas que unos adolescentes, pero enseguida nos enamoramos, yo era un joven trotamundos, y ella era la hija del hombre mas rico, de un pueblo llamado "Nagasaki.", ella era la criatura mas hermosa, que jamás había visto, cuando la conocí, me enamore perdidamente de ella, y ella se enamoro de mi, y al poco tiempo, sabíamos que nuestro destino, era estar siempre juntos…"

"Pero nuestra felicidad duro poco, el padre de Nahoko, que así se llamaba su madre, al descubrir nuestro amor, se enfado, no quiso aceptarlo… Ya que el, quería para su hija, un buen muchacho, un hombre adinerado, con riquezas suficientes, el y Nahoko, discutieron, y yo opte por irme con Nahoko, trame un plan elaborado, y una noche la secuestre… Ya que su padre la encerró en su casa, y la tuvo durante días allí estuvo encerrada, hasta que finalmente pude llevar a cabo, su secuestro… Y gracias a eso la libere… Ya que el padre de Nahoko, quería casarla con otro hombre"

"Esa misma noche, nuestro amor, se fundió en uno, fue la noche mas maravillosa que jamás pase en mi vida, de esa noche, fue concebido Ryoga, mi único hijo, y nueve meses después nació, durante ese tiempo fuimos felices, pero poco después, el padre de Nahoko, reunió un pequeño ejercito, y nos encontró."

"Su padre al descubrir, que su hija querida, había casado en secreto, y que había tenido un hijo, de un extraño, que encima no tenia nada."

"Enloqueció… Intento separarnos, y eso fue lo que intentaron… A mi me dieron la mayor paliza de mi vida, y se llevaron muy lejos a Nahoko, al niño también se lo llevaron…"

"Pasaron varios años, exactamente cuatro años… Cuando finalmente encontré a Nahoko, tras una gran búsqueda, ella estaba muy enferma, logro huir de su padre, llevándose al niño, vivió sola con el llena de dolor y pena, durante ese tiempo, pero cuando la encontré, ella tenia una extraña enfermedad… y no había cura, intente todo, por salvarla… Pero ella murió."

"Sus ultimas palabras fueron: "Por favor, Kurenai… No llores por mi, cuida a Ryoga, y sed felices… Y busca una madre, para Ryoga."

El hombre comenzó a llorar… Ryoga y Ukyo, estaban al borde del llanto, conmovidas por la historia… Ukyo recordó una frase que dijo el hombre antes, y sin entender por que… Comenzó a llorar…

"(¿Sabes, Ukyo, te pareces mucho a su madre.)"

Akane miro a Ukyo, Kurenai se detuvo…

"¿Estas bien, muchacha."

"Dios, que terrible… Tengo ganas de vomitar."

Ukyo se levanto, y salio corriendo, a vomitar, a un lugar apartado… Kurenai la miro serio… pero enseguida Ukyo volvió y se disculpo…

"¿Puedo continuar?."

"Cuando su madre murió, esas fueron sus ultimas palabras, yo se lo prometí."

"Pero al cabo de unos días, el padre de Nahoko, me descubrió… Y juro con acabar con la vida de Ryoga, pero prometió perdonarlo, si me entregaba… Yo acepte, por que sabia que no podría hacer feliz a Ryoga, y por que jamás podría encontrar a una mujer, como Nahoko, y que por lo tanto sustituyera a su madre, se que incumplí la promesa que le hice a mi mujer, pero quería que Ryoga, fuera feliz… Por eso le entregue al niño a un orfanato, y allí alguna familia lo adoptaría, después me encerraron en prisión, de por vida, me cambiaron el nombre, así Ryoga, jamás podría encontrarme… Acusándome de la muerte de su hija, no hubo juicio, y allí estuve hasta hace un año."

"Dios, no sabíamos nada."

"Claro, Ryoga no sabe, que su verdadero padre soy yo, y os pido, no os suplico, que no le contéis nada, por que si no, todo se echara a perder."

Shingo por su parte, había escuchado toda la historia… Y aunque había muchos detalles, que no entendía, por la edad, comprendió lo más importante… Ryoga no conocía a su padre, y este hombre lo era, pero entendió que si se lo decía a Ryoga… se pondría muy triste, y decidió ocultarlo…

"Bueno, lo mejor será que me vaya."

"¿No piensa hablar con su hijo?."

Pregunto Ukyo…

"No, es lo mejor, para todos… El ya tiene su vida labrada, no quiero arruinarle."

"Pero…"

"Hija, lo veo en tus ojos… Tu perdiste a tus padres, ¿y los echas de menos, ¿no es así?."

"¿¿¿Cómo lo ha sabido?."

"Bueno, por tu mirada… La he comprendido."

"Bueno, mi padre vive, pero no se donde esta."

Dijo Ukyo tristemente…

"No te preocupes, algún día lo encontraras, si tienes fe, en ello lo harás… solo quería pediros un ultimo favor."

"Cuidad a mi hijo, hacerlo por mi."

"¿Señor hibiki?."

"Adiós."

Se despidió el hombre, con una sonrisa, mientras se alejaba tranquilamente, caminando despacio, alejándose por el horizonte… Mientras las dos chicas, miraban tristes al hombre que era el padre, de su amado Ryoga… Y a la vez susurraron…

"Lo haremos."

CONTINUARA…