Sólo tú estás presente
"La nueva escoba"
Para luego sonreirle a la persona que se acercaba.
-hola, Harry- dijo Ginny sentandose a su lado
-hola, Ginny- dijo Harry sonrojandose por lo que casi hizo en la fiesta de los Madolescentes en frente de todos.
-¿qué haces aquí?- preguntó Ginny mirando a Harry iluminado por la luz de la luna lo cual hacía ver todo eso muy romantico.
-quería pensar un rato- dijo Harry mirandola-¿tú?-
-vine a caminar, no podía dormir- dijo Ginny sonriendole
-no fuimos a comprar la escoba al final. ¿Qué tal si vamos mañana?-dijo Harry
-por supuesto, Harry- dijo sonriendo Ginny
-bueno Ginny…es hora de dormir- dijo Harry levantandose y ofreciendole la mano a Ginny para pararse
-tienes razón- dijo Ginny sonriendo y aceptando la mano de ayuda de Harry
Harry hizo tanta fuerza para levantar a Ginny que está salió volando al cuerpo de Harry literalmente.
Ginny levantó la mirada y allí estaba Harry mirandole.
-disculpame, Ginny- dijo Harry
Harry acorto la distancia que los separaba y Ginny pudo sentir los calidos labios de su amado sobre los suyos.
Ginny se separó bruscamente
-¡Harry!. Habías acordado conocerme y que luego decidieras- dijo Ginny enojada
-lo siento, no lo puedo evitar- dijo Harry sonrojandose y comenzando a caminar a la casa con la mirada baja
-pero, te perdono- dijo Ginny sonriendole, lo cierto es que no podía enojarse con él
-muchas gracias- dijo Harry
-¿por qué?- dijo Ginny confundida
-porque si te enojas conmigo ya no podría hablarte y no oiría tu voz hablandome por un buen rato- dijo sonriendo
Ginny se sonrojó y comenzó a caminar a la casa
Harry la siguió sabiendo que eso había dado resultado.
-buenas noches- dijo Harry entrando cautelosamente al cuarto de Ron
-buenas noches, duerme bien- dijo Ginny entrando a su propio cuarto y metiendose rápidamente a la cama quedandose profundamente dormida para soñar con el chico que le roba sus pensamientos.
Al otro día Ginny bajo rápidamente a la cocina y allí estaba Harry tomando desayuno con Ron, Neville y Collin.
-buenos días- dijo Ginny y se sentó en la otra punta de la mesa
-Ginny, cuando estés vestida vamos a ir a el callejón Diagon por tu regalo- dijo Harry sonriendo
-está bien- dijo Ginny sonrojandose, al terminar fue rápidamente arriba y se baño, para luego ponerse una minifalda con una polera negra no muy escotada, pero cualquiera se daría cuenta de que Ginny Molly Weasley ya no era una niña. Se peino su hermoso pelo y se lo dejó suelto.
-Harry, estoy lista- dijo cuando bajo a la cocina
-bueno, vamos- dijo Harry sorprendido por lo linda que se veía Ginny
-iremos por polvos flu- dijo Ginny
-¿por qué por ahí?- dijo Harry para sus adentros
Cuando hubieron llegado al callejón Diagon.
-bueno, vamos Ginny- dijo Harry caminando al mundo de la escoba seguido por Ginny
-dime Ginny…¿cuál escoba te gustaría?- dijo Harry
-es que es muy cara, Harry- dijo Ginny mirandole
-no me importa- dijo Harry
-bueno…quiero una saeta de fuego- dijo Ginny mirando la hermosa escoba con sus perfectas cerdas tan peinadas y brillantes
-bueno, te la compró- dijo Harry sonriendole a la chica de sus sueños
Ginny abrazo a Harry casi asfixiandolo
-Gin…sueltame- dijo Harry morado
-perdón- dijo Ginny soltandolo
Harry compró la escoba y se la envolvieron.
-¿quieres un helado?- dijo Harry mirando a la pelirroja
-bueno- dijo Ginny y se encaminaron a la heladería
--Harry me divertí mucho- dijo Ginny entrando a la chimenea
-yo igual- dijo Harry viendo ocmo Ginny se iba
-¡La madriguera!- dijo Harry lanzado los polvos flu a als cenizas y desapareciendo para llegar a la madriguera hogar de los Weasleys
-Harry, muchas gracias por el regalo que le hiciste a Ginny ella está muy feliz- dijo la madre de los Weasleys
-de nada, Sra. Weasley- dijo Harry subiendo a su dormitorio
De pronto se escuchó una explosión…
