Primero que todo decir que los personajes de ff son el 90 de J.K.Rowling y el resto son mios...hecha a aclaracion comencemos. Este fic cuanta la hostoria de Sirius y una de sus ultimas que le robo el corazon pero su familia tenia que estar en ,edio como siempre... pero la vida les dara una segunda oportunidad, entren y lean...

Capítulo 1: Así comenzó todo

Eran cerca de las tres de la madrugada y una pareja estaba encerrada en un armario del pasillo del séptimo piso disfrutando de su última noche en Hogwarts.

- Sirius de verdad creo que deberíamos salir de aquí o van a darse cuanta da todo –decía la voz de una chica tratando de mantener su serenidad mientras que su novio tenía la cabeza perdida en su escote.

- No te preocupes Annia –dijo la voz del chico más cotizado de todo Hogwarts, Sirius Black –te aseguro que nadie nos extrañara…

- SIRIUS –grito la voz de su amigo James desde el exterior del armario –SIRIUS VAN A ENTREGAR LOS DIPLOMAS, SAL YA…

- YA VAMOS JAMES –grito Sirius desde dentro del armario ayudando a parar a Annia y saliendo unos segundos después.

- ¿Otra vez¿No se cansan? –Pregunto James con una gran sonrisa.

- Yo sí… él no –dijo Annia arreglándose la túnica -¿Ya empezaron?

- No, aun no, pero están por hacerlo así que apresurémonos -dijo James caminando por el pasillo seguido de Sirius y Annia que no paraban de besarse –Dejen de hacer eso.

- No seas envidiosos James –dijo Sirius tomando a Annia sorpresivamente en sus brazos –si quisieras podrías estar en cualquier armario del castillo con Lily.

- Sé que podría pero yo la respeto –dijo James seriamente.

- Si claro, como si no supiera todas las veces que te has acostado con Lily –dijo Annia mirando la cara de asombro de James –James Lily es mi amiga, me cuenta todo.

- Señor Black baje a la señorita Truddo –dijo Mcgonagall desde la entrada del gran comedor.

- Profesora es el último día –dijo Sirius colocando a Annia en el suelo delicadamente.

- Deje de protestar señor Black –dijo la profesora indicándoles que entraran al gran comedor donde Lily, Remus y Peter los estaban esperando.

- ¿Dónde estaban? –Pregunto Lily pasando su mirada de James a Annia –No respondas.

- Jeje, amiga sabes que mis hormonas están un poco descontroladas –dijo Annia sentándose a su lado.

- ¿Un poco? –dijo Lily alzando las cejas.

- Shhh… van a comenzar –dijo Remus a las chicas.

La cena esa noche era especial, ya que era la última noche en Hogwarts de los legendarios merodeadores, Lily y Annia. Estas últimas eran las novias de James Potter y Sirius Black, los dos chicos más codiciados de todos los tiempos en la escuela de magia y hechicería.

Al final de la jornada la cuenta quedó así: la copa fue ganada por Gryffindor, el mejor alumno de la generación fue… Lily Evans, el mejor jugador de Quiddich James Potter y las menciones honrosas se las llevaron Remus Lupin y Annia Truddo, por ser los mejores prefectos.

- Esto es genial, mi noviecita es la mención honrosa –dijo Sirius besando a Annia –Te mereces un premio por eso.

- ¿A sí¿Cuál? –Pregunto Annia colgándose del cuello de su novio.

- Que nunca no separaremos –dijo Sirius fundiéndose en un beso apasionado en medio de la sala común donde todos recordaban los que iban a ser los mejores años de sus vidas en mucho tiempo…

Tres años después…

- Hola Lily –dijo Annia entrando a la casa de los Potter.

- Hola Ann –dijo Lily saludándola afectuosamente –Pasa.

- Permiso –dijo Annia antes de entrar y echar una rápida mirada a la casa.

- Ya llego si eso quieres saber –dijo Lily a sus espaldas.

- La verdad no estaba segura de venir por eso mismo –dijo Annia mirando a su amiga.

- No puedo creer que hubieran terminado –dijo Lily caminado hasta la cocina con su amiga para dejar el pastel que había traído.

- Lily no quiero hablar de eso –dijo Annia poniendo mala cara.

- Esta bien, pero quieras o no vas a tener que verlo –dijo Lily caminando hasta la sala donde estaban todos.

Al entrar Annia trago fuertemente para poder darse ánimos y para enfrentar al hombre que más había amado en su vida.

- Hola todos –dijo Annia saludando a Remus, James, Peter y… Sirius.

- Hola Annia –dijo James saludando a la chica –Feliz Navidad.

- Igualmente –dijo Annia pasando a saludar a todos los presentes y por último a Sirius quien estaba completamente embobado mirándola.

- Hola Sirius –dijo Annia saludándolo con un beso frío.

- Hola Ann –dijo Sirius un poco sorprendido por la frialdad de la chica –estas hermosa.

- Gracias –dijo Annia sentándose al lado de Remus para evitar sonrojarse con el comentario, no era que creyera que lo hacia para conquistarla porque de verdad estaba conciente que su apariencia había cambiado mucho en el ultimo tiempo. Estaba más estilizara, su cabello castaño estaba más dominable y los ojos canela eran cada vez más brillantes, llamando la atención de muchos hombres.

- chicos vamos a cenar –dijo Lily colocando un sabroso pavo sobre la mesa.

- Genial, me moría de hambre –dijo Sirius haciendo un esfuerzo sobre humano para sacar la mirada de Annia.

- ¿Cómo va el entrenamiento Annia? –Pregunto Remus a su lado.

- Bien pero debo admitir que estoy bastante cansado –dijo Annia mirando a Remus

- Es una lastima que no te haya tocado en nuestro escuadrón –dijo Lily mirando significativamente a Annia.

- Si, es una lastima –dijo Annia concentrándose en su comida.

La cena paso bastante tranquila y no hicieron más comentarios al respecto del alejamiento de Annia del grupo.

- Bueno chicos, yo tengo que irme, es muy tarde –dijo Annia levantándose dl sillón donde estaba.

- ¿Te iras sola? Es un poco peligroso –dijo Lily siguiendo a si amiga sin darse cuenta que cierto chico de ojos grises también lo hacia.

- Sí Lily, mañana tengo muchas cosas que hacer –dijo la castaña.

- Yo te llevo –dijo Sirius saliendo hasta la entrada.

- No Sirius, no hace falta –dijo Annia con intenciones de irse pero Sirius la detuvo.

- Dije que yo te acompaño –dijo seriamente antes de despedirse de Lily con un beso y salir a la calle.

- Sirius no aparentemos que estamos como su nada OK? Deja que me vaya sola y te ahorras los problemas –dijo Annia viendo como Sirius se subía a la motocicleta y se colocaba el casto, ofreciéndole el otro a ella.

- Ann, yo no tengo problemas la del problema eres tu –dijo Sirius seriamente.

- Esta bien, esta bien –dijo Annia subiéndose a la motocicleta partiendo hasta su casa

Al llegar no dijeron nada, solamente se bajaron y caminaron hasta la casa de Annia.

- Bueno... quiero darte las gracias por traerme aunque no tenias porque haber te molestado –dijo Annia metiendo la llave a la cerradura de la puerta.

- Ann... creo que debemos conversar –dijo Sirius tomando la mano de la chica.

- Sirius, yo ya te explique mis razones para terminar nuestra relación –dijo Ann son quitar la mano de Sirius de la suya.

- Esta bien, pero yo no tengo nada que ver con mi familia, ellos no tienen porque ser una oposición ahora –dijo Sirius acercándose.

- Mira Sirius –dijo Annia separándose de él –juntémonos para conversar y poder aclararte las cosas de una vez vale?

- Está bien, pon la fecha –dijo Sirius un poco desanimado ante el rechazo.

- Tendremos que esperar a que vuelva de visitar a mis padres. Pasare el verano con ellos –dijo Annia apoyándose en la puerta –ya prometo comunicarme contigo en cuanto llegue.

- OK... si de aquí a tres semanas más no se nada de ti te voy a buscar ¿Esta claro? –Dijo Sirius con una media sonrisa que fue respondida por Annia con algo parecido.

- Esta bien... ahora será mejor que te vayas –dijo Annia mirando a Sirius como caminaba hasta su motocicleta y desapareciera.

- Esta vez no me harás caer –dijo Annia entrando a su departamento.

Ya pasadas un par de semanas Annia se comunico con Sirius y quedo con él el día 20 de enero. Cuando llego el día Annia estaba bastante nerviosa por su encuentro con Sirius, ya que sabía perfectamente que el chico trataría de hacerla caer, pero ella no se lo permitiría.

Eran las 8:30 en punto cuando escucho el sonido de una motocicleta fuera de su casa así que respiro hondo y se dirigió hasta la puerta para salir.

- No me harás caer otra vez Sirius Black –dijo Annia saliendo al encuentro de Sirius quien la esperaba impacientemente...

Eran las tres de la mañana Annia se reprochaba su poca fuerza de voluntad, al haber ciado tan fácilmente en la cama de Sirius nuevamente.

- No puedo ser tan tonta –dijo Annia levantándose despacio para no despertar a Sirius, que estaba desnudo a su lado. Tomó su ropa con cuidado intento salir de la habitación pero la voz soñolienta de su amante la detuvo.

- ¿Dónde vas a esta hora? –Pregunto Sirius sentándose en la cama.

- Pues... me voy –dijo Annia parada junto a la puerta.

- ¿Por qué? –Pregunto Sirius sin entender las indirectas miradas de Annia.

- ¿Cómo "por que"? Porque ya tienes lo que querías Sirius –dijo Annia dolida.

- ¿Pero de que hablas? –Pregunto Sirius colocándose los boxers rápidamente para impedir que Annia saliera de la habitación.

- Vamos Sirius no tienes porque mentirme –dijo Annia de espaldas a él.

- Annia, no sé que estas pensando, pero si crees que te pedí que saliéramos para traerte a la cama, estas muy equivocada –dijo Sirius haciéndola girar para ver como unas lágrimas caían de sus ojos.

- ¿A no¿Y que querías entonces? –Pregunto Annia con el corazón roto.

- Estas loca –dijo Sirius precionándola en sus brazos –Si te pedí que saliéramos fue para hacerle ver que no teníamos porque separarnos.

- Saber perfectamente que prefiero eso a tener problemas con tus padres Sirius –dijo Annia con la cabeza apoyada en el pecho de Sirius.

- Yo no tengo nada que ver con ellos, yo no pertenezco a esa familia –dijo Sirius separándose un poco de Annia para ver su rostro –Te traje aquí para ver si así recordabas lo que sentías por mí.

- Lo que "siento" por ti –le corrigió Annia haciendo que las cejas de Sirius se alzaran

- Así que la señorita me hizo creer que no tenía posibilidades –dijo Sirius haciendo que dejara su ropa nuevamente tirada al tomarla en sus brazos.

- Si, así fue... ¿Me va a castigar señor? –Pregunto Annia siguiendo el juego.

- Si señorita, le daré un castigo ejemplar –dijo Sirius colocándola en la cama antes de quedar sobre ella –No sabes cuanto he extrañado hacerte el amor.

- Y tu no sabes cuando espere que me dijeras eso –dijo Annia quitándole los boxers a Sirius.

- Veo que no quieres conversar mucho –dijo Sirius acomodándose entre las piernas de Annia quien se dedicaba a morder de manera excitante el lóbulo de su oreja.

- Quiero acción –dijo Annia mirando la reacción de Sirius que fue como ella lo esperaba. La miro por unos segundos y luego la beso apasionadamente, hasta que el aire les falto y tuvieron que separarse. Las palabras sobraban en ese momento, solo era necesario demostrarse lo que sentían e intentar recuperar todo el tiempo que perdieron por las circunstancias de la vida, que en alguna época los separó.

Annia, sin dejar de romper la atmósfera tan especial que se había creado, colocó sus piernas alrededor de la cintura de Sirius instándolo a penetrarla y así dejar, como lo hacia en sus épocas de escuela cuando Sirius la secuestraba y se perdían días enteros satisfaciendo sus cuerpos, que él tomara posesión de lo que le pertenecía por derecho.

Sirius al sentir las piernas de Annia en si cintura no pudo seguir dejando que si razón lo dominara y se entregó a su cuerpo que le pedía a gritos que tomara a esa mujer, como tantas veces antes lo había hecho como suya nuevamente. Entro en ella lentamente, como saboreando la sensación de escucharla gemir y comenzó a moverse dentro de ella pausadamente para hacerla disfrutar, y obligarla a pedirle más, petición que no se hizo esperar. En un momento de locura desenfrenada Sirius le levanto las caderas para provocar un poco más de fricción en las envestidas aumentando así la frecuencia, llenando la habitación de gemidos de suplica y de placer que culminaron cuando los dos llegaron al orgasmo gritando desenfrenadamente.

- Ahí dios… siempre he dicho que la segunda es mejor que la primera –dijo Annia respirando agitadamente al igual que Sirius que estaba exhausto sobre ella.

- Yo eh oído que la tercera es mejor que la primero y la segunda –dijo Sirius ya más repuesto apoyándose en sus brazos para ver a Annia a la cara, quien al escuchar el comentario apretó aun más sus piernas alrededor de Sirius dándole paso libre a que volviera a llevarla a la cima del placer…

Ya había pasado un mes desde la reconciliación de Sirius y Annia y las cosas estaban marchando aparentemente bien... o eso creía Annia hasta hace una semana atrás cuando se dio cuenta de algo muy importante...

- Por dios, esto no puede ser –dijo Annia mirando un calendario que tenía frente a ella, donde estaba anotado todo su reloj biológico, que aparentemente estaba descompuesto desde hace una semana, cosa que la traía de cabeza.

- Bien... Annia, tienes que tranquilizarte, en unos segundos vas a ver que esto es solo por problemas hormonales y nada más –se repetía Annia mientras en el baño estaba una prueba de embazo muggle.

Habían pasados dos minutos y Annia no encontraba las fuerzas para moverse y menos parea ver el resultado así que prefirió llamar la muestra y la caja mágicamente. Al tener la prueba en las manos la colocó boca abajo y se dedico a leer las instrucciones de la caja.

- Si es azul es negativo y si es rojo es... positivo –dijo Annia dejando la caja a u lado y sin mirar lo que hacia tomo la prueba y la colocó en su mano. Abrió los ojos lentamente y miro el color de la prueba... rojo.

- NO –grito Annia tan fuerte que se escucho en todo Londres –Que voy a hacer, dios mío, Sirius va a matarme.

Annia no estaba segura de la reacción de Sirius al enterarse de su embarazo, lo único que sabía era que debía decirle a alguien y quien mejor para eso que... el padre.

Salió de su habitación a toda velocidad con intenciones de hablar con Sirius pero a presencia de una mujer muy elegante a quien conocía como la madre de Sirius la hizo detenerse.

- Se... señora Black –dijo Annia mirando a la mujer de semblante serio.

- Annia, Annia, Annia –dijo la mujer sentada en un sillón –veo que no aprendes la lección.

- Lo siento señora Black... pero estoy apurada, le rogaría que... –dijo Annia caminando hasta la puerta.

- Eso es, tienes que rogar, no puedes aspirar a otra cosa –dijo la señora Black levantándose del sillón y sacando su varita de su bolsillo y desarmando a Annia antes de que pudiera hacer algo.

- ¿Qué cree que esta haciendo? No puede venir a mi casa y apuntarme con una varita –dijo Annia entre asustada y enfadada.

- Claro que tengo derecho, sobre todo cuando llevas a un Black en las entrañas –dijo la señora Black apuntando al vientre de Annia quien instintivamente lo protegió con sus brazos.

- Usted no va a acercarse a mi hijo –dijo Annia muy segura de su misma.

- No, no te lo quitaré, pero evitare que Sirius se ensucie las manos con un hijo de madre sangre sucia –dijo la señora Black con asco antes de apuntar al vientre de Annia y pronunciar un extraño hechizo que hizo retorcer de dolo a Annia en el suelo.

- Te lo advierto sangre sucia, más te vale que te alejes de Sirius o sino tu asquerosa familia va a pagar las consecuencias –dijo la señora Black seriamente.

- No se acerque... a mi familia –dijo Annia casi sin fuerzas.

- Eso depende de cuanto te demores en dejar el país –dijo la mujer desde la entrada –tienes dos días para desaparecer, si al llegar el final del segundo día no te has ido, toda tu familia va a desaparecer, incluido Sirius.

- Se va a arrepentir –dijo Annia causando la risa de la mujer.

- No seas tonta niña, no puedes hacer nada contra mí –dijo la mujer antes de desaparecer del departamento.

Annia casi sin fuerzas se levanto del suelo y camino hasta su habitación.

- Lo siento Sirius, pero no puedo permitir que nuestro hijo muera de esa forma y menos mi familia –dijo Annia mientras colocaba unas cosas en una maleta –perdóname amor.

- Sirius tranquilízate, va a aparecer –dijo James a su amigo quien caminaba desesperado hasta el departamento de Annia

- Tengo un mal presentimiento James –dijo Sirius antes de entrar a la casa.

- No te preocupes, no pasara... –dijo James pero se quedó sin palabras al el estado en que estaba el departamento de Annia.

- ANNIA –grito Sirius mientras entraba desesperado y llegaba hasta la habitación de la chica, que era el único lugar que no estaba del todo destrozado.

- Annia –dijo Sirius al mirar las ruinas del lugar.

- Sirius ven –dijo James a Sirius desde el otro lado de la habitación.

- ¿Qué encontraste? –Pregunto Sirius inmediatamente al ver que tenía una carta en as manos a nombre suyo.

- Es su letra –dijo James entregándole la carta. Sirius le recibió y sin pensarlo la abrió y leyó su contenido.

Amor:

Sé que una carta no es suficiente para explicar mi desaparición, pero por ahora será lo mejor que podemos hacer. No intentes buscarme porque no me encontraras...

El "por que" no te lo puedo decir, lo único que puedo decirte es que es por el bien de mi familia y de un ser inocente.

No te olvides que te amo y que... tengo el corazón destrozado pero las cosas se nos salieron de las manos... cuídate y espero poder volver pronto, por ahora, no me busques...

Te ama con el corazón

Annia

- ¿Qué dice Sirius? –Pregunto James al ver la cara de Sirius.

- Dice que tiene que irse por... el bien de su familia y... que no la busque –dijo Sirius apretando los puños –esto es obra de mi madre, fue ella la que la amenazo la otra vez y no dudo que lo haya hecho ahora también.

- Sirius tranquilizare, Annia no debe estar fueran de Londres aun, se han detenido todas las traslaciones fuera de Londres por una semana –dijo James mirando a Sirius.

- Vamos a buscarla –dijo Sirius saliendo del departamento.

Meses después...

- Nada –dijo Sirius tirando unos pergaminos sobre una mesa –nada es meses James.

- Sirius, tienes que resignarte, no podemos hacer otra cosa –dijo James a su amigo.

- No James, han pasado más de siete meses y ella prometió que volvería –dijo Sirius levantándose de la silla –yo sé que ella esta bien...

En ese momento en otro lugar del mundo...

- Vamos Annia, tienes que pujar –dijo una enfermera.

- AHHHHH –grito Annia mientras las contracciones eran cada vez más fuertes.

- Una más, a casi sale –dijo el medimago.

- GUA –grito un bebe.

- es una niña –dijo la enfermera levantando a la pequeña –Annia en une niña hermosa.

- Es... mi... pequeña –dijo Annia antes de desmayarse...

- Doctor, esta inconsciente –dijo una enfermera al medimago que le daba indicaciones a una enfermera que tenía a la pequeña en los brazos.

- DOCTOR –grito nuevamente la enfermera.

-... llévela al orfanato que le indique la señora Black –dijo el medimado a la enfermera quien desapareció ante la mirada de las demás enfermeras.

- ¿Dónde llevan a la pequeña? –Pregunto la enfermera que ayudaba a Annia.

- Eso no es de su incumbencia señorita, limítese a hacer su trabajo –dijo el medimago atendiendo a Annia...

-... dígame la dirección señora Black –dijo la enfermera que tenía la pequeña en sus brazos.

- Francia, a cualquier orfanato de Francia –dijo la señora Black mirando como la enfermera desaparecía con la pequeña –creías que iba a dejar que te quedaras con ella y que fueras a mostrársela a Sirius ¿verdad? Estas muy equivocadas sangre sucia... no ensuciaras mi estirpe...

- guaaaa –gritaba un pequeño a todo pulmón en el hospital de San mungo.

- Felicidades señor Potter, es padre de un hermoso niño –dijo la enfermera al salir de la sala de partos.

- Gracias –dijo James –SOY PAPÁ¡

- felicidades James –dijo Sirius abrazando a James.

- Felicidades a ti también amigo porque tu serás el padrino –dijo James sorprendiendo a su amigo.

- gracias James –dijo Sirius seriamente –no sabes lo bien que me hace esto.

- Lo sé, por eso lo hago –dijo James caminando con Sirius hasta la habitación de Lily…

Luego de que el pequeño Potter naciera, sus padres fueron alertados sobre las intenciones de Voldemort de atacar al pequeño Harry y decidieron esconderse del mago tenebroso con ayuda de un guardián secreto, que fue Peter, pero lamentablemente Peter los traiciono y se los entrego a Voldemort la noche del 31 de octubre.

Sirius tenía ciertas sospechas acerca de las verdaderas intenciones de Peter pero cuando se dio cuenta los amigos ya habían sido asesinados. Con el dolor de la perdida de sus dos mejores amigos y el nunca haber sabido del paradero de Annia, Sirius decidió ir a buscar al traidor sin pensar en las consecuencias de sus actos, solamente por la sed de venganza que lo invadía por dentro, pero esas intenciones nunca fueron satisfechas ya que Peter logro engañas a Sirius y hacer que lo culparan por la muerte de los Potter y además por la muerte se 12 muggles que se encontraban en ese momento en el lugar donde estaba Peter, sin contar inclusive con la falsa muerte de Peter que termino de destruir el corazón de Sirius encerrándolo en Azkaban por unos largos 12 años, años en los cuales todos pensaron que era un vil traidor, pero había alguien que creía en su inocencia, ella era Annia Truddo, pero también estaba luchando su propia batalla para encontrar a su hija, pero a pesar de los años nunca la encontró su rastro.

Los dos enamorados nunca pudieron olvidarse, creían que estaba todo perdido para ellos y verdaderamente lo estaba en ese momento, lo que ellos no sabían era que tal vez, la vida les daría lo que las circunstancias le habían quitado…la vida…

Continuara…

Que les parecio? bueno espero sus Reviews para saber que les parece okis?

kiss y cuidense mucho

konnytagranger