Llego el momento... del final...
Capítulo 11: La familia... creció
Eran cerca de las 1 de la madrugada y Annia tenía una extraña sensación en el pecho. Era como un terrible mas presentimiento que no la dejaba dormir con tranquilidad a diferencia de Sirius, quien hacia bastante había conciliado el sueño y no había nada que lo hiciera despertar de él.
De un momento a otro sintió que alguien tocaba la puerta de la torre tres veces. Ella iba a levantarse cuando escucho unos pasos, seguramente de Remus, seguidos de una cerradura abrirse.
- Hermione –dijo Remus sorprendido.
- Hola Remus ¿Puedo pasar? necesito ver a Annia y Sirius, es importante –dijo con un extraño tono de voz.
- Claro, deben de estar dormidos pero pasa –dijo Remus mientras se hacia a un lado y dejaba pasar a la chica.
Hermione se dirigió sin rodeos a la puerta que sabia era la habitación de sus padres y entro sin siquiera tocar.
Annia intentaba escuchar lo más que podía pero solo se escuchaban la voz de Remus muy baja pero la de la otra persona no por lo que no supo a cien si aciertas quien era.
De repente la puerta se abrió y vio la silueta de una chica que caminaba directo hacia la cama.
- ¿Hermione? –Pregunto Annia un poco asustada al verla entrar así, pero el susto fue mayor cuando vio que se subía a la cama entre el cuerpo de ella y se Sirius y enterraba la cabeza entre las almohadas comenzando a sollozar descontroladamente.
Sirius al escuchar los sollozos se incorporo de inmediato un poco desconcertado, sensación que se acento aun más al ver a Annia con el mismo semblante que ella mirando el cuerpo de Hermione que estaba entre ellos y que sollozaba desgarradoramente.
Ambos se miraron sin saber que era lo que pasaba pero al parecer no era el momento de preguntar, sino de apoyarla y de estar con ella.
Ambos pasaron unos de sus brazos por la espalda de su hija y se recostaron al lado de ella mientras Hermione desahogaba esa tremenda tristeza en lo único que le quedaba… sus padres.
Pasaron cerca de una hora en que Hermione no paraba de llorar y verdaderamente Sirius y Annia ya empezaban a preocuparse.
- Deberíamos darle alguna poción para que se calme un poco, tanto llorar no le hará bien –dijo Sirius en el oído de su esposa que tenía la cabeza de Hermione en su regazo.
- Madame Ponfrey manda esto para ver si se calma un poco –dijo la voz de Remus desde la puerta.
- Mione cariño –dijo Annia intentando hacer que su hija se levantara un poco –mírame un segundo.
Hermione entre hipos y suspiros levanto la cabeza para ver los rostros de preocupación de sus padres.
- Tomate esto cariños, te va a tranquilizar –dijo Annia con infinita ternura.
Hermione ni siquiera se fijo que era lo que le estaban dando a beber, solo dejo que el liquido bajara por su garganta sin importarle que pudiera ser, le importaba muy poco si era un veneno o alguna medicina, el morir en ese momento se veía una buena opción de escape para todo el sufrimiento que tenia por dentro.
Lentamente comenzó a sentir como su cuerpo se empezaba a dormir, se sentía cansada, todo dejaba de sentir, sus sentidos estaban aturdidos y hasta la pena parecía haberse congelado, cosa que desde el fondo de su corazón agradeció.
- Ya se esta durmiendo –dijo Annia al ver a su primogénita cerrar sus ojos hinchados lentamente.
- ¿Que habrá sucedido para que estuviera de esa forma? –Pregunto Remus preocupado también.
- ¿Habrá peleado con Harry o Ron? –Pregunto Sirius a su esposa.
- Lo dudo –dijo Annia sin levantar la vista de su hija –tiene que haber pasado algo mucho mas grave para que estuviera de esa manera… tenía el corazón destrozado.
- Creo que tendremos que esperar hasta mañana para averiguarlo –dijo Sirius colocándose de pie al lado de la cama –creo que iré a dormir en el sillón de la sala.
- Si, buenas noches –dijo Annia dándole un suave beso en los labios antes que se fuera.
La noche pareció venirse en cima antes de lo que ellos pensaban. La noche anterior se habían acostado tarde y estaban cansados, pero aun así deberían ir a hacer clases.
Remus fue el primero en despertarse y al hacerlo despertó a Sirius para que no se retrasara más de la cuenta como acostumbraba hacerlo.
- Que noche –dijo Sirius mientras salía del baño vestido y con el cabello un poco mojado.
- ¿Annia se va a levantar? –Pregunto Remus ordenando unos pergaminos dentro de un maletín.
- Preferiría que no pero ayer me dijo que hoy se levantaría –dijo Sirius en el momento en el que Annia salía de la habitación con la túnica puesta y el cabello húmedo –hablando de la reina de mi corazón y ella que aparece…
- Sirius –dijo Annia acercándose a él para besarlo tiernamente.
- ¿La van a dejar dormir? –Pregunto Remus apuntando hacia la habitación del matrimonio.
- No es necesario –dijo Hermione desde la puerta de la habitación.
Todos se quedaron un poco sorprendidos al verla, la verdad era que con la poción de la noche anterior debería haber dormido por lo menos hasta las 12 del día.
- Pensamos que seguirías durmiendo –dijo Annia acercándose a ella.
- No, ya mucho hicieron aguantándome toda la noche ahí –dijo Hermione mirando a Annia y Sirius –perdón porque hayas tenido que dormir en el sillón Sirius.
- No fue ninguna molestia -dijo Sirius con una sonrisa.
Se formo un silencio incomodo entre los cuatro por o que Remus se apresuro a hablar.
- Creo que me iré a desayunar para que puedan hablar mas tranquilos –dijo Remus caminando hasta la puerta.
- No es necesario que te vayas Remus –dijo Hermione mirando al hombre con cierta tristeza.
- Prefiero ir, ustedes tres deben hablar tranquilos –dijo Remus antes de cerrar la puerta.
Al salir Remus se volvió a formar ese silencio pero esta vez no era incomodo, era solo de apoyo de parte de Sirius y Annia hacia su hija.
- Creo que les debo una explicación –dijo Hermione sentándose entre Sirius y Annia.
- Si no quieres decir lo que sucede entenderemos hija –dijo Annia esperando la reacción de Hermione el escuchar esa palabra.
- La verdad es que se los agradezco –dijo Hermione mirando tanto a Annia como a Sirius mientras sus ojos se inundaban de lágrimas –pero será mucho mejor sacar todo esto que dejármelo guardado dentro.
Annia y Sirius se miraron preocupados y luego volvieron a ver a su hija.
- Dumbledor me llamo anoche para… –comenzó diciendo Hermione mientras se le formaba un nudo en la garganta –… para decirme que mis padres… que mis padres habían fallecido en un accidente de avión…
La sangre de Annia se congelo al escuchar estas palabras, no podía creer lo que sus oídos oían, su hermana estaba muerta.
Sirius por su parte quedo tremendamente sorprendido al escuchar las palabras de su hija, nunca pensó que las cosas terminarían así.
Por otro lado Hermione había comenzado a sollozar nuevamente pero ahora la acompañaba Annia quien se abrazaba a su hija y ambas se refugiaban en los brazos de Sirius quien solo atinaba a abrazarlas…
Una semana después…
Hermione, Annia, Sirius, Remus, Harry y Ron estaban parados frente a los sepulcros del matrimonio Granger. La ceremonia había sido realmente hermosa, y hasta el día los había acompañado, ya estaba cerca el invierno y era probable que ese día estuviera nublado y hasta lluvioso, pero no fue así. Ese día, a pesar que hacer muchísimo frió, había un inmenso sol acompañándolos en ese mal momento.
Hermione llevaba varios minutos sin decir nada, solo miraba las lapidas de sus padres mientras los otros esperaban tras ella.
- Creo que será mejor que nosotros volvamos al colegio –dijo Remus a Annia y Sirius –me llevare a los chicos…
- Yo quiero quedarme –dijo Harry de inmediato.
- Será mejor que vuelvas Harry, ella va a estar bien –dijo Sirius a su ahijado quien a regañadientes salió con Remus y el pelirrojo rumbo nuevamente hacia el castillo.
Annia y Sirius sabían que le sería muy difícil despedirse por lo que prefirieron no presionarla y esperar un poco más.
- Mamá…papá –dijo Hermione arrodillándose frente a las dos lápidas y dejando que las lágrimas que había aguantado toda la ceremonia salieran sin ningún apuro ni vergüenza.
Annia no podía ver a su hija de esa manera, le destrozaba verla llorar de esa forma y saber que no podía hacer nada para aliviar en parte ese dolor.
- Tranquila Mione, ellos siempre van a estar cuidadote, no te van a dejar sola –dijo Annia arrodillándose a su lado y abrazándola con ternura.
- Eso lo sé… -dijo Hermione con una sonrisa –ahora los tengo a ustedes –dijo tomando la mano de Sirius quien estaba parado junto a ellas.
- Siempre vamos a estar… -dijo Sirius con sinceridad.
- Lo sé… -dijo Hermione colocándose de pie y ayudando a Annia a hacerlo también – Por eso me siento inmensamente privilegiada… se me fueron unos padres pero aparecieron otros y eso es algo que no todos pueden decir…
Las manos de los tres estaban unidas mientras daban una ultima mirada a la ultima morada del los Granger, ahora solo quedaba seguir adelante con la vida que les tenía predestinadas muchas cosas, algunas buenas otras malas, pero de las que debían aprender a sacar las mejores experiencias, siempre.
Un mes después…
Estaban todos en uno de los salones de lo que era la nueva casa de los Black, casa que había comprado Sirius unas semanas atrás. Estaban festejando el matrimonio de Remus y Tonks.
Era una ceremonia bastante privada, solo estaban los amigos mas cercanos y la familia directa. Estaban los padres de Tonks, Sirius, Annia, Hermione, Harry, Ron, Ginny, Dumbledor, Moody y otras personas de la orden, en fin, solo personas cercanas.
La ceremonia había sido muy linda, sencilla como todo, pero hermosa según los novios.
Todos estaban con sus mejores ropas para festejar la ocasión, pero según Remus y Sirius, sus esposas y las madres de sus futuros hijos eran las más hermosas.
A Tonks se le notaba mucho más la pansita que a Annia pero las dos no se molestaron el ponerse vestidos que acentuaran más sus vientres y reflejaran su feliz condición de madres.
- Esta es la ceremonia mas hermosa a la que eh asistido –dijo una emocionada profesora Mcgonagall.
- Muchas gracias profesora –dijo Tonks mientras recibía las felicitaciones de la mujer.
- Te felicito Tonks –dijo Hermione cuando la chica se acerco a ellos para saludarlos.
- Fue realmente hermoso –dijo Ginny besando la mejilla de la ahora señora Lupin.
- Muchísimas gracias chicas –dijo Tonks saludando también a Harry y Ron.
- Permiso, pero me robare a mi esposa –dijo Remus abrazando a Tonks por la espalda t sacándola del lugar con cuidado.
- ¿Que sucede amor? –Pregunto Tonks preocupada.
- No es nada, solo quería zafarme un poco de tanta felicitación y darte un beso –dijo Remus besando con suavidad a su esposa mientras colocaba una de sus manos en el vientre de ella.
- Tontito… debes estar tranquilo, en unos momentos nos iremos de luna de miel y nos podremos dar todos los besos que queramos –dijo Tonks mientras pasaba sus brazos por el cuello de Remus.
- Ejem, la fiesta esta dentro señores Lupin –dijo Sirius de la mano de Annia desde la entrada de la sala.
- A ti nadie te molesto cuando te casaste Canuto –dijo Remus simulando enfado.
- Es una broma Lunático, debes relajarte un poco –dijo Sirius tirándolo del lado de su esposa y comenzando a despeinarlo.
- No seas molestoso Sirius, déjame en paz –dijo Remus mientras intentaba zafarse de su amigo, mientras sus respectivas esposas se reían a carcajadas.
- Aun no te puedes acostumbrar amigo .dijo Sirius soltándolo en medio de unas estruendosas carcajadas.
- Ustedes dos no van a cambiar –dijo Annia mientras se apoyaba en la pared.
- Son unos eternos niños –dijo Tonks mientras arreglaba el cuello de la túnica de su esposo.
- Creo que ya me aburrí y quiero irme con mi esposa de luna de miel –dijo Remus tomando sorpresivamente a Tonks en brazos.
- Jajaja… parece que tanto esperar a la mujer de tu vida se llevo toda tu paciencia amigo –dijo Sirius pasando un brazo por la cintura de su esposa.
- Que les vaya bien –dijo Annia con una sonrisa.
- ¡SUERTE! –gritaron Hermione, Harry, Ron y Ginny sacando sus cabezas hacia el pasillo.
- Gracias chicos –dijo Tonks entre risas.
- ¡GRACIAS A TODOS PERO ME CANSE DE ESPERAR! –grito Remus hacia dentro del salón haciendo que todas las personas que estaban dentro salieran a ver porque tanto alboroto –Lamento el escándalo pero solo Quero dar las gracias por haber venido pero me canse de esperar, eh esperado toda mi vida por esta mujer y ahora que por fon es mi esposa lo único que quiero es estar con ella… muchas gracias por haber venido y nos vemos dentro de dos semanas.
Dichas estas palabras tomo el traslador que estaba al lado de ellos y desapareció mientras se escuchaban aun las carcajadas que provoco el novio.
- Ojala que sean muy felices –dijo Sirius a su esposa mientras seguía mirando el lugar donde desaparecieron.
- Lo serán… igual que nosotros –dijo Annia mirando a su esposo para luego darle un pequeño beso que le regalo una sonrisa de gratitud.
Los meses pasaron y sin que ninguno de diera cuanta ya estaban preparándose para partir por ultima vez de Hogwarts.
- Por Merlín, no puedo creer que hayamos terminado con esto –dijo Ron mientras caminaban los tres por los jardines esperando el momento de tomar los carruajes para volver a Londres.
- La verdad es que nadie se imagino que el tiempo pasaría tan rápido Ron –dijo Hermione mientras caminada de la mano de Harry.
- Sí, el año paso volando y muchas cosas pasaron en él –dijo Harry mientras miraba el lago.
- Cosas buenas y cosas malas –dijo Ron –pero lo importante es que aquí estamos, los tres juntos y esperando para salir de este lugar como estudiantes graduados.
- Sí y eso si que es una proeza para ti Ron –dijo Hermione para picar a su amigo.
- Muy graciosa –dijo Ron mirándola con cara de pocos amigos.
- Chicos –grito Sirius a sus espaldas –Dumbledor esta llamando a los de 7 para dar la despedida final.
- Sí, ya vamos –dijo Harry a modo de respuesta.
Los tres chicos llegaron donde estaba Sirius y se encaminaron hacia el gran comedor.
Al entrar vieron a Dumbledor de pie esperando que los alumnos guardaran silencio.
- Bueno queridos alumnos, otra año… voló –dijo el hombre haciendo reír a varios de sus alumnos –pero creo que ese vuelo no a pasado en vano… varios de sus compañeros han aprendido que a pesar de las muchas pocas que volaron con este año, otras fueron impulsadas con este vuelo a llegar hasta aquí y solo espero que sepan apreciar las nuevas cosas que dejo este que dejen partir tranquilas a quienes debían iniciar otro viaje… Les quiero desear lo mejor a nuestros alumnos de séptimo que este año se gradúan y que comienzan unas nuevas vidas, deseo y espero que tengan la sabiduría para tomar las mejores decisiones y que sean completamente… felices… gracias
Las palabras de Dumbledor no fueron entendidas por todos pero aun así aplaudieron con bastante ímpetu al momento en que todos se levantaban a tomar los carruajes.
Los tres chicos solo se miraban las caras, creían entender a que se refería el discurso de Dumbledor y la verdad es que estaban muy agradecidos.
Salieron junto con todos los alumnos a la que sería su último regreso a casa.
Se toparon con Remus, Tonks, Annia y Sirius que los estaban esperando en el vestíbulo mientras todos salían para tomar un carruaje.
- Chicos muchas felicidades por haber terminado con esta tortura –dijo Sirius saludando a los tres chicos.
- Sirius –dijo Annia golpeándolo en el hombre mientras que con la otra mano se sostenía la espalda para aguantar la abultada pasa de 8 meses que lucia.
- Lo hicieron muy bien chicos, salieron enteros de los 7 años de Hogwarts y conociéndolos eso es mucho decir –dijo Tonks en las mismas condiciones de Annia, aguantando su panza de un poco mas de 8 meses.
Remus abrazo a los chicos de manera fugaz ya que estaba seguro de que pasarían gran parte del verano, juntos.
Vio como los tres chicos comenzaban a caminar hasta la entrada del castillo pero un fuerte apretón en su brazo y la voz de su esposa lo hicieron girar la vista.
- Tonks –dijeron todos incluidos los chicos quienes la escaro perfectamente y se devolvieron a ver que sucedía.
- Me duele –dijo Tonks encorvándose y colocándose una mano en la panza.
- Por Merlín Tonks, se te rompió la fuente –dijo Annia al ver que tenía parte de su túnica mojada.
- Harry corre a la enfermería y avisa que vamos con Tonks hacia allá –dijo Sirius a su ahijado quien de inmediato salio corriendo seguido de Ron quien la verdad no encontró cosa mas inteligente que seguir a su amigo por si se perdía.
- Tranquila amor –dijo Remus mientras entre él y Sirius la cargaban hasta la enfermería con Hermione ayudando a Annia a caminar.
Cuando llegaron a la enfermería Madame Ponfrey los estaba esperando y los hizo pasar de inmediato.
- Espere afuera –dijo la enfermera sacando a los cuatro hombres mientras Hermione sentaba a Annia en una silla en una que había hecho aparecer para luego llegar donde estaba los cuatro hombre y darle apoyo a Remus para que estuviera tranquilo.
- Ustedes tres deberían irse, los carruajes ya deben de estar saliendo y deben tomar el tren –dijo Sirius a los tres chicos.
- Sirius Tonks esta dando a luz, no podemos irnos –dijo Hermione mirándolo con cara de niña buena –por favor, déjanos quedar.
Sirius la miro por unos segundos para luego volver la vista hacia los otros dos y volver a ver a Hermione. Vaya que esa chica era su hija, ponía la misma carita que él cuando quería conseguir algo.
- Está bien –dijo Sirius resignándose –pero tu Ron, debes mandarle una lechuza a tu madre avisándole lo que sucedió para que no se preocupe.
- Claro –dijo Ron mientras salía corriendo por el casillo.
Pasaron varios minutos y de repente se escucharon unos pequeños quejidos de dolor por parte de Tonks que pusieron mucho más nervioso a Remus.
Annia por otro lado estaba entada escuchando y pensado "a mi no me dolí tanto cuando tuve a Hermione, bueno dolió lo normal pero no para gritar de esa manera" pensaba poniéndose nerviosa "no quiero sufrir así cuando tenga al bebe" pensaba mientras se colocaba una mano en el vientre y lo acariciaba mientras el bebe pateaba suavemente.
Luego de esos quejidos no se volvió a escuchar nada hasta que…
- AHHHHHHHHHHHHHHHHHH –grito Tonks desde la enfermería donde estaba.
Ron palideció al escucharla y estuvo dispuesto a entrar pero otros gritos lo detuvieron.
- AHHHHHHHHHHHHHHHHHH –gritaron. Todos se preocuparon al pensar que era Tonks peor Hermione tuvo la genial idea de girarse para ver a Annia y verla con una mano en la parte baja del vientre y con evidente signo de dolor en el rostro.
- Annia –dijo Hermione para luego salir corriendo hacia ella seguido de Sirius, Remus y Harry.
- Tranquilos… es solo un susto –dijo Annia calmándose –es que me puse nerviosa al escucharla gritar así…
- Debes estar tranquila, ella esta bien –dijo Remus arrodillándose frente a ella.
- ¿Eso va para mi o para ti? –Pregunto Annia a modo de broma que hizo sonreír un poco al asustado ser Lupin.
- Como sea debes tranquilizarte amor, ahora todo esta bien –dijo Sirius tomando una mano de su esposa mientras Hermione sostenía la otra.
- Sí, todo estará bien –dijo Annia respirando con un poco más de tranquilidad al momento en que el llanto de un bebe se escuchaba desde dentro de la enfermería.
Remus se levanto sorprendido y emocionado, de manera muy lenta con intenciones de, ésta ves si, entrar pero otra vez un grito la detuvo.
- AHHHHHHHHHHHHHH –grito Annia apretando con sorpréndete fuera las manos de su esposo y su hija –no…no esta bien, me duele… voy a tener al bebe…
- Sirius va a tener al bebe aquí, hay que hacer algo –dijo Hermione mientras veía como se rompía la fuente de Annia.
- Debemos entrarla –dijo Remus tomando el lugar de Hermione para poder sostenerla con la ayuda de Sirius y poder meterla en la enfermería.
- Harry déjalos pasar –dijo Hermione abriendo las puertas de la enfermería para hacer pasar a Sirius y Remus con Annia.
-¿Pero que…? –Preguntó la enfermera sorprendida.
- Annia va a tener al bebe –dijo Sirius mientras colocaban a Annia en una cama.
- Salgan por favor –dijo la enfermera caminando hasta la cama.
- Pero mi esposa –dijeron Sirius y Remus a la vez.
- Salgan –dijo la enfermera echándolos.
Hermione entre tanto ajetreo se coló en la enfermería y se colocó al lado de su madre.
- Tranquila, todo va a salir bien, eres muy fuerte –dijo Hermione intentando darle ánimos.
- Señorita Granger ¿Que esta haciendo aquí? –Pregunto la enfermera enfadada –salga ahora mismo.
- tranquila mama todo saldrá bien –dijo Hermione antes de irse.
Annia la vio salir con los ojos inundados en lágrimas pero no estaba segura si era por el hecho de que su hija la hubiera llamado madre por primera vez o por el dolor que le producían las contracciones.
- ¿Dónde estabas? –Pregunto Sirius preocupado.
- Me colé dentro con Annia –dijo Hermione bajando un poco la cabeza.
- No sabía dónde te habías metido y me asuste –dijo Sirius colocando sus manos en las mejillas de ella para subir su rostro.
Unos minutos después una mejor salió con un pequeño bulto en los brazos.
- Señor Lupin, aquí esta su hija –dijo la mujer dejando ver a una pequeña de tez blanca con sus ojitos cerrados y las manitas empuñadas a la altura de la cara.
- Mi... mi hija –dijo Remus mientras recibía a su hija en sus brazos y unas gruesas lágrimas de emoción comenzaban a salir de sus ojos –mi angelito.
Sirius, Hermione y Harry estaban parados frente a él, también emocionados al verlo de esa manera.
- ¿Qué sucedió? –Pregunto Ron apareciendo aceleradamente por el pasillo.
- Se puede saber ¿Por qué demoraste tanto? – Pregunto Harry acercándose a él.
- Es que la lechuza tonta...
Sirius estaba totalmente ajeno a la conversación de sus amigos al igual que Remus y Hermione.
- Mi hija Sirius –dijo Remus a su amigo al momento en que este se acercaba para darle un abrazo y a mirar a la pequeña.
- Te puedo asegurar que tener una hija es lo mas maravilloso del mundo –dijo Sirius mirando a Remus mientras pasaba un brazo por los hombros de Hermione y la acercaba a él con mucho orgullo.
- Ojalá mi hija sea como la tuya –dijo Remus mirando a Hermione haciéndola sonreír.
- Como mi Hermione no hay otra –dijo Sirius besando la cabeza de su hija.
De pronto otro llanto se escucho desde dentro de la enfermería haciendo que Harry y Ron dejaran de discutir y que Remus, Hermione y Sirius se giraran hacia la puerta.
- Me parece que tienes otro hijo... papa –dijo Hermione a Sirius mientras unas lágrimas salían de sus ojos.
- Y tu tienes un hermano hija –dijo Sirius mientras abrazaba con fuerzas a su primogénita.
La vida podía ser muy extraña a veces. Pensar que hacia algunos años estaba encerrado en las celdas de Azkaban lamentándose por lo que era una mierda de vida, según él, y ahora estaba abrazando a su hija afuera de una habitación donde estaba la mujer que amaba y donde estaba su segundo hijo.
La vida era muy extraña pero... si no fuera por ella, no tendría la posibilidad de disfrutar esas maravillas de las que gozaba ahora.
Unos minutos después Remus entro con la pequeña en sus brazos y Sirius entro para ver a su esposa y a conocer al nuevo integrante de la familia Black.
- Aquí esta el niño que siempre quisiste –dijo Annia mientras sostenía un pequeño bebito entre sus brazos que se revolcaba y se movía entre los brazos de su madre.
- Edwart Black –dijo Sirius mientras se acercaba para ver a su segundo hijo.
Annia lo miraba divertida al ver como un hombre que alguna vez se jacto de nunca sucumbir ante loas cosas sentimentales ahora a duras penas se aguantaba las lagrimas en los ojos al ver a su hijo recién nacido.
Cuando ya tanta emoción paso, los chicos decidieron salir al jardín y sentarse un momento para esperar antes de entrar a ver a las madres y a sus respectivos hijos.
- Vaya que te a cambiado la vida Mione –dijo Ron mientras tiraba piedras al lago.
- Nunca pense que terminaría viendo nacer a mi hermano en Hog3warts y el último día de clases –dijo Hermione que estaba apoyada sobre el pecho de Harry.
- Creo que no puedes quejarte amor –dijo Harry mirando donde caían las piedras de su amigo –la vida te quitó unos padres y te devolví otros.
- Y con un hermanito de regalo –dijo Hermione haciendo reír a los chicos.
- Te cambio la vida en 180 grados –dijo Harry.
- Pero soy feliz... –dijo Hermione mirando al cielo –soy feliz con mi vida al revez.
.:THE END:.
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Bueno, eso es todo, a terminado, todo a acabado... me dan tristeza los finales...
Ahora es hora de los rr:
CloeM: Lamento mil la demora mi niña... la verdad es que yo tambien pense que era muy obvio lo que sucedia con Hermione pero bueno, tampoco pueden pedirme más soy solo una aficionada, no me dedico a esto, aunque sinceramente debería, hasta ahora creo que es la unica cosa para la que realmente soy buena y no termino haciendole daño a nadie :P... pero bueno, te manod mil besos y ojala que te haya gustado el final, porque lo hice con mucho cariño.
Gabriela Luthien Black: La gente a asociado este historia a muchos hechos y eso debo decir que me tiene muy contenta, dicen que al arte tiene tantas interpretaciones como personas habitan esta tierra y sinceramente creo que tiene toda la razón, personalmente creo que esta historia muestra que muchas veces, Dios nos prepara para las grandes perdidas, a veces nos hace acercarnos a gente que jamas pensamos encontrao simplemente nos hace ver que no estamos solos y que siempre hay una salida a los grandes dolores, pero lo que mas creo que resalta es que hecho que apesar de todas las perdidas que podamos tener tenemos que estar seguros que en algun momento seremos recompensados... ojala que te haya gustado, cuidate muchos y nos leemos en algun otro ff...
Pekelittrell: No eres la unica enamorada de Sirius, pero debo decir que éste Sirius es patrimonio de la humanidad asi que alcanza para todas, pero creo que hay algo en lo que te equivocas... yo si creo que hay algunos Sirius dando vuelva en este mundo y hasta tengo fe que hay algunos mejores (aunque aqui entre nos, a veces lo dudo) solo creo que hay que saber esperar porque todos aparecer a su tiempo... jaja creo que hoya aundo demasiado folosofica, pero bueno asi soy yo... espero que te haya gusto el ff y ojala encuentres otros ff mios porque en todos aparece Sirius, si es que no es el protagomista de ellas... besos, cuidate muchos y nos estamos leyendo...
Bueno, termine... como dicen por ahí y como creo que todos nos hemos dado cuenta, todo comienzo tien un final y el final de este ff... aun no llega la verdad porque me falta el epilogo jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja
Tanta despedida y esto aun no acaba... pero bueno... el termino viene ahora asi que no se me aceleren...
¡LEAN EL EPILOGO!
AHI SI QUE NOS DESPDIMOS...
