La Culpa
Prólogo
La noche parecía interminable, por fin había abandonado aquella fría habitación del hospital, una semana llevaba ya en el cuerpo desde que él se fue, y el sentimiento de culpa seguía igual o peor en su interior. Pensar en que podría haber detenido su muerte, si tan solo hubiese sido más valiente y enfrentado a aquella víbora sin corazón, la historia sería tan distinta.
Miró el cielo, las estrellas brillaban en lo alto, el ya próximo inicio del verano se anunciaba en el tibio viento que desordenaba su pelo, caminaba sin rumbo, no quería ver a nadie, no quería su compasión, tan solo quería estar sola y pensar, pensar en como seguiría su vida con aquel peso en su conciencia.
Será el destino, o quizás no, pero caminando, y solamente caminando, sus pies la llevaron inconcientemente hasta aquel lugar; miro cuidadosamente los números once y trece, cerró sus ojos y pensó en aquellas palabras 'número doce de Grimmauld Place', una maltrecha puerta salió de la nada entre los números once y trece y unas mugrientas ventanas. Era como si, de pronto, se hubiera inflado una casa más, empuñado a las que tenía a ambos lados y apartándolas de su camino.
Entró en la abandonada casa, y mientras se dirigía a la cocina, una pequeña lágrima resbalaba por su mejilla, tantos recuerdos de aquel lugar, que habían ocurrido en tan sólo el transcurso de aquel año, en un año en donde el peligro estaba latente, en que las preocupaciones y problemas estaban a la orden del día, pero que gracias a Sirius Black aquel lugar guarda muchos recuerdos de risas y alegrías.
Ella misma era la que siempre le seguía la corriente, o incluso comenzaba las bromas, para enojo de los mas adultos, o mas aburridos como Snape¿o quizás reclamaba porque era el blanco? De todas formas ya no lo sabría…
-y yo que pensé en que estaría solo, que nadie se atrevería tan pronto, bueno a excepción de Dumbledore, a venir aquí- una voz en su espalda la hizo sobresaltarse.
-Remus… yo… si quieres estar solo yo me voy, no quise...
-tranquila Nym, no es necesario, la verdad es que siempre estoy solo… un poco de compañía no me vendría mal, a menos que tu
-bueno, a decir verdad es que si quería estar sola, pero no te vayas- se apresuro a decir antes que Lupin se diera media vuelta- es decir, ya que estas aquí… sabes que no soporto mucho la soledad… -sonrió tímidamente.
-¿un café?
-me vendría bastante bien
La joven se sentó en una de las sillas alrededor de la mesa, recordando a la vez tantas juntas de la Orden en que sintió que no podría que era demasiado para ella, pero que en que él le insistía en lo contrario, nuevamente una lágrima resbaló por su mejilla.
Lupin se acercó, le estiró la taza delante de ella, se sentó en la silla que estaba al lado derecho, y fijó su mirada en sus ojos, ésta vez, los tenía pardo, acercó su mano y limpió la gotita de agua que caía hasta sus labios.
-a Sirius no le gustaría que llorarás, menos por él.
-lo sé, lo sé, me diría… "pero que niñita que eres"… pero es que no lo puedo evitar…
-no te digo que lo evites, siempre quería que hiciéramos las cosas a su modo…-le sonrió de lado.
-me siento tan culpable, Remos si no fuera por que yo…
-porque tú lo dejaste hacer lo que te pidió… ¿Qué hubiese pasado sino? Tal vez hubiesen muerto los dos, o quizás sólo, en una de esas ni uno de los dos… nadie nunca podrá saber eso Nym.
Era la primera persona que no le decía "no te sientas culpable… bla, bla, bla" sino que le daba un argumento real, no le quitaba culpa ni se la otorgaba, simplemente era la verdad…
-pero es que yo…
-Tú nada Nym… ya déjalo, eres muy joven para mortificarte por eso, muchas muertes que no podremos evitar vendrán, seres que amamos nos dejarán, es injusto lo sé, él era mi mejor amigo, el único que quedaba, pero se fue…
Se miraron fijamente, se comprendían, ambos sabían que esa era la verdad, que no necesitan más palabras de consuelo, que con esas bastaban, ellos nunca tuvieron esa relación que tenían con Sirius por separado, casi ni se hablaban, pero en ese instante una fuerza extraña los mantenía absortos y perdidos en la mirada del otro.
Los centímetros que separaban sus rostros se acabaron, sus labios estaban juntos y acariciándose dulcemente, ni siquiera sabían lo que hacían, ninguno de los dos sentía algún tipo de atracción por el otro… aún.
Holis!... bueno es mi primer fic en relacion a esta pareja.. la verdad es que me encantan los amores 'imposibles' y por eso solo habia escrito de draco&hermione.. en fin... me encanto ke Jk los juntara en el sexto libro.. y esta es mi forma de ver de como comenzo todo.. este es el prologo... y nos muestra como comenzo la historia.. espero que les guste.. porque tengo varias ideas... reviews! porfas! un kiss
HeRmIttA
espero que les guste esta canción, es d uno d mis grupos favoritos.. Los bunkers... chilenos.. escuchenla.. de verdad que les va a gustar
Canción para mañana-Los Bunkers
Despertar en las mañanas
No me hace demasiado bien
Mirar por la ventana
Ver el cielo oscurecer
Pasearme por la calle que la gente pueda ver
La montaña de tristezas que dejaste amanecer
La cuidad en que marchaste
Las piedras que tiré
El sueño que mataste
La herida que sangré
Odié los uniformes, los verdugos del cuartel
La lucha lleva a cuestas la esperanza del atardecer
Mañana habrá promesas en mi puerta para abrir
Mañana habrá una lágrima en mis ojos para ti
Los viejos son de lo peor,
Nunca tuvieron ni una pizca de razón,
Pero a mí los años no me hicieron muy feliz.
Recordar es un paso en falso más,
¿Y quién quiere mirarse,
En un espejo que no quebrará?
Mañana habrá promesas en mi puerta para abrir
Mañana habrá una lágrima en mis ojos para ti
Ayer agonizó el amor,
Dejó camisas que escoger,
Un par de gafas para ver,
Lo que mañana puede aparecer,
Ayer agonizó el amor,
La muerte no dejó escoger,
¿Y quién puede resucitar,
Las flores que pisaste ayer?
Demasiados imposibles,
Para no morir feliz,
Para qué contar estrellas,
Para qué vivir por tí,
Sólo la muerte me puede esconder,
Nadar de espalda a tí también te sienta demasiado bien.
Mañana habrá promesas en mi puerta para abrir
Mañana habrá una lágrima en mis ojos para ti
Mañana habrá promesas en mi puerta por vivir.
