Capítulo Dos: La cocina

Al igual que todos lo días se dirigió hasta la oficina de Aurors del Ministerio de Magia, se disponía a tomar la pila de archivos que estaban sobre su escritorio en la pequeña oficina cuando notó un ulular detrás de la puerta, dejó entrar a la pequeña lechuza de color café y desató con desánimo la carta.

La vio tres veces por lo menos… aunque la verdad es que fueron muchas más, sus ojos no podían creer las palabras garabateadas en el pergamino con pequeña y curva letra, no pudo evitar mostrar sus dientes en la radiante sonrisa que brotó de ella por inercia.

Casi sin aire rodeaba la habitación, se frotaba las manos, había sido una imprudencia de su parte enviar aquella nota, si eso… nada más que un impulso, pero ya no podía retractarse, lo hecho, hecho está, no tenía más remedio que aceptar que acababa de invitar a cenar a Nym.

Su casa era un desastre, partiendo por el punto en que no lo tenía completamente amueblado, su presupuesto no le permitía semejantes lujos. Su estado de ánimo no le daba como para ordenar nada.

Miró la sala nuevamente, y la vio aun peor de lo normal¿Qué pensaría Nym de aquella casucha?... pero… ¿Por qué le importaba tanto?... es decir, solo era una compañera de trabajo… a la cual había besado… pero era una compañera de trabajo al fin y al cabo… ¿Por qué tenía que invitarla a cenar?... malditos impulsos…

"Sábado a las 8"… "sábado a las 8"… esas palabras estuvieron grabadas en su mente durante el resto de la semana, no esperaba nada más que el "sábado a las 8", ya no podía evitarlo, se sentía feliz, se sentía atraída por él, cada vez se convencía de que lo quería más y más… pero ¿y él?.

oooo

-Llegas temprano

-Oh vamos… son sólo 5 minutos, Rem.

-Sí es verdad. Adelante.

La salita había mejorado su aspecto notablemente, seguía siendo humilde y un tanto destartalada, pero guardaba cierta mezcla de elegancia y simpleza entre los viejos y roídos muebles. En el centro había una pequeña mesa que tenía uno que otro adorno de loza, alrededor de ella un par de sofás de cuero falso negros.

Nymphadora entró a la sala con disimulado nerviosismo, Remus la seguía y la imitó sentándose en el sillón libre.

-¿Cómo estás?- rompió el silencio el anfitrión.

-Bien, bueno, dentro de lo bien que se puede estar en estos días… ¿Qué hay de ti?

-Bien… ¿quieres algo de tomar?

-un poco de Hidromiel no estaría nada de mal…

Con un sencillo movimiento de la varita, el hombre hizo aparecer dos vasos con tres tercios de lleno con el trago, le ofreció uno a la joven y se quedó con el otro él.

-me extrañó un poco tu invitación, bueno la verdad es que aun no comprendo mucho el motivo.

-para serte sincero, yo tampoco- decía la verdad sin duda, pero ella lo miró arqueando una ceja- es la verdad, Nym, sentí un impulso y quise invitarte a cenar…

-ah… -denotaba cierta… ¿desilusión?

-¡pero me alegra que estés aquí… no sabes cuánto!

-¿en verdad?- las mejillas de la muchacha se tornaron un tanto rosadas… -bueno me alegra haber venido también.

Pasaron al comedor, el cual estaba junto a la sala, una mesa de roble redonda con cuatro sillas lo componían, estaba muy preparada, dentro de lo que el presupuesto de Remus podía costear, un mantel blanco, una rosa roja en un cristalino florero, dos velas regalando su luz, un par de copas y un vino de elfo.

-vaya, Rem, está muy linda… -la chica apenas podía creer que aquel tímido y silencioso hombre hubiese preparado todo eso…por ella… era un sueño… si eso debía ser un sueño…

Lupin sirvió la lasagna que había preparado con relleno de champiñones salteados, Tonks seguía sintiendo ese escalofrío con cada mordisco que le daba a la comida, con cada sorbo de vino de elfo.

-No sé como agradecerte esto, Rem, es… -la chica fijó sus ojos (ahora castaños casi miel) en los de él.

-No es nada, en serio, lo hice con mucho gusto.

-Rem, yo… -bajó la mirada, no podía seguir manteniendo la vista en esos ojos tan tiernos- no he podido de dejar de pensar en ti.

El silencio se apoderó de la escena, la joven se sentía avergonzada, pero a la vez se había quitado un nudo de la garganta, a su vez Remus luchaba consigo mismo por no decir algo sin pensar… aun no salía del último impulso que tuvo.

-Nym… esto ya lo hablamos

-sí, lo sé, pero… -suspiró- no puedo evitar… quererte cada día más.

-Nym, yo…

-creo que me estoy enamorando de ti, y no puedo hacer nada para evitarlo, Rem, nada…

Lupin la miró fijo, no daba crédito a sus oídos, ella había sido sincera, obviamente que no le mentiría con algo así, él sabía dentro de sí que era verdad, lo sabía por que él sentía lo mismo… pero no… no… la razón tenía… tenía… que ser más que el corazón. Se paró de pronto y fue a la cocina, no podía estar ahí, no podía seguir observándola por que terminaría echando a la basura lo de "la razón por sobre el corazón"

Tonks lo siguió, no dejaría las cosas así, tenía, necesitaba saber que pensaba él… ¡Por qué huía?... el hombre tenía sus manos apoyadas en una mesa… de espaldas a ella, se acercó conteniendo la respiración, intentó tocar su espalda… pero se arrepintió… volvió a intentarlo… esta vez con éxito, lo abrazó por detrás.

Al sentir su cuerpo tan cerca, sus manos en su pecho, una corriente eléctrica sacudió su cuerpo, acercó sus manos a las de ella y las entrelazo, estaban tibias y suaves, tomó aire y dio la vuelta, se encontró nuevamente con aquel rostro en forma de corazón, posó una de sus manos en la mejilla tiernamente ruborizada de ella, decidió tomarla de la barbilla mejor, quería obsérvala bien, memorizar cada detalle… sus labios… que pasaba si ellos…

Alargó su cuello, intentó alcanzar su altura, podía ver sus cicatriz podructo de las transformaciones de luna llena, con la yema de su dedo índice las acarició, sentía el respirar de aquel individuo que no le entregaba su corazón, que se dejaba llevar más por el "que dirán" y los perjuicios del mundo… a ella no le importaban, para nada… sólo le preocupaba poder…

Se besaron, era un beso tan distinto al que se habían dado en Grimmauld Place hace unas semanas, lleno de emociones, muy distintas a la culpa… emociones y sentimientos de cariño, pero también encontrados, en que terminaría todo esto… no importaba, solo importaban ellos… ellos y aquella cocina que los cobijaba en silencio, que era partícipe de aquello, que era su cómplice como lo fue la cocina de la casa de los Black…

La noche transcurrió… mientras Dumbledore buscaba a Harry Potter en el número 4 de Privet Drive, en una humilde casa Remus Lupin y Nymphadora Tonks se dejaban llevar sin vuelta atrás en un simple cocina…


Hola!..lamento la tardanza!.. pero bueno el colegio y todo eso.. pero aki esta.. el capitulo n°2... espero les guste.. en lo personal me encanto jejeje.. pero no se.. creo ke aki su opinion es lo ke vale.. o no? porfis reviews! porfis! T.T

ia nos vemus

HeRmIttA