Capitulo cuatro: Dejándose llevar

La lluvia caía, mojaba la calle, limpiaba el aire, renovaba corazones, mientras ellos la veían por la ventana, una tras otra, las gotas resbalaban por el vidrio empañado que reflejaba sus rostros.

-¿y bien?...

-pues… no lo sé… ¿qué crees tú?

-¿yo?... pues… tampoco lo sé.

El silencio reino, el sonido del agua al chocar con el asfalto era levemente más fuerte, ambos querían lo mismo, pero decidirse a decirlo no era fácil, decidirse a… estar… juntos…

-creo que lo mejor es que estem…

-Nym, no podemos, mis razones ya están dichas, las sabes, no las entiendes, pero deberás porque es lo mejor.

-pero… esas son TUS razones, no las mías, ni siquiera las has escuchado…

-¿y cuáles son?

-que… todo eso… no me importa… que… lo único importante es que te quiero… y

-Nym, entiende por favor, soy casi diez años mayor que tú, soy débil, pobre, enfermizo, sin nada que ofrecer y por si fuera poco… un licántropo.

-está bien, si es lo que quieres… como dice mi papá… negativo con positivo… dan negativo… no te puedo forzar ni obligar a quererme… me doy cuenta que te escondes en esas excusas baratas para no decirme que verdaderamente no me quieres, me queda claro ahora… adiós, no te molestaré más con juego estúpidos de niña…

Y así sin más, tomó su abrigo y salió a la lluvia, Remus Lupin la observaba desde la ventana, habían dejado la cocina para poder hablar con tranquilidad en la sala, que gracias a Molly Weasley era habitable.

Albus Dumbledore les había pedido que regularizaran su situación sentimental, es decir, o la consolidaban o la cortaban de raíz, ya que les afectaba el rendimiento, él quería en verdad mucho a Tonks pero no podía estar con ella, no era justo que le quitara su juventud…

Debía concentrarse además en la misión dada por el Director de Hogwarts, la cual no era menor y le exigía mucha concentración, pues el menor error podría ser fatal, internarse en un poblado abandonado con sólo hombres-lobo del lado de Voldemort no era un escenario muy confortable que digamos.

Exponerse de esa manera, exponerla a ella, no, era demasiado, jamás se perdonaría si algo le ocurría, incluso él mismo podría llegar a hacerle daño, aun así sus palabras rodaban en su cabeza, sus neuronas chocaban con el incansable eco de la melodiosa voz de Nym…

" … me doy cuenta que te escondes en esas excusas baratas para no decirme que verdaderamente no me quieres, me queda claro ahora…"al cual le había agregado un trágico "adiós"… él sí la quería, y por lo mismo no podría estar con ella, por más que sus enamoradas entrañas se lo pidieran.

Un extraño sentimiento se apoderó de él… quería gritarle a ella… al mundo que sí la quería, rabia mezclada con melancolía carcomía su corazón con pensar que ella no percibía su brillo al mirarla, su calor naciente en el estómago con solo sentir su olor a frescuras jovial… ciertamente la quería y más de lo que él mismo podía llegar a imaginar.

Cientos de estudiantes bajaban del Expreso de Hogwarts, cientos de cabezas despreocupadas por su destino más que el simple hecho de vivir, alumnos de todas las edades regresaban una vez más y como cada año a través del tren escarlata a la escuela de Magia y Hechicería.

Entre los jóvenes que iban y venían pudo percatarse de Ron Weasley y Hermione Granger, su instinto de Aurora le advirtió que algo no andaba bien, se suponía que Harry Potter, "el elegido", debía estar con ellos.

Trató de escabullirse desde la plataforma de la estación del pueblo de Hogsmade hacia el interior del ferrocarril, pero no fue tarea fácil, la masa la movía hacia el lado contrario, finalmente, el ser más alta que la mayoría de ellos pudo entrar en el casi vacío vagón.

Nadie en los pasillos… ¿Dónde estaría?... tuvo notificación de que subió al tren, así que debía buscarlo… ¿no era aquel Draco Malfoy? El joven heredero de la fortuna Malfoy salió cerrando la puerta tras de sí con cara de suficiencia. Chocaron de frente, la petulante mirada del rubio provocó la obviedad para Tonks… luego que el Sly dejará sola en el pasillo a la joven, ésta se movió con rapidez hasta el compartimiento desde donde salió él.

Estaba vacío, pero ese olor a sudor y a miedo mezclados eran más que conocidos para ella, abrió la puerta, la cual se trancó con lo que allí había, movió rápidamente su varita haciendo volar la capa de invisibilidad de Harry Potter mostrándolo a éste es una poco ortodoxa pose.

Lo ayudó a pararse… casi no escuchaba lo que él le decía, sentía que la miraba, sí, lo más seguro es que notará su horroroso aspecto¡no podía evitarlo, sólo quería irse a casa… dormir, no pensar, estar sola y tranquila… dejó a Harry en el colegio, a manos de Snape, la idea no le agradaba para nada… pero se sentía tan mal que prefirió dejarlo ahí y marcharse…

La lluvia caía, golpeaba en su rostro con furia, humedeciendo cada rincón de su cansado cuerpo, la tarea encomendada era sumamente difícil, pero debía concretarse, y él era el único capacitado para realizarla, pero el miedo no podía ser apartado de su interior.

El rostro de Nym apareció en su mente, miró el nublado cielo, le pareció verla juguetear entre las gotas que resbalaban desde las negras nubes, sonriéndole y diciéndole que todo estará bien…

Por qué será que todo es tan complicado en la vida de los adultos, por qué simplemente no se dejaba llevar por lo que sentía, no, eso era justamente lo que lo tenía así, los impulsos… esos impulsos eran los culpables de que él ahora la extrañará y necesitara tanto su aroma.

Lentamente la lluvia comenzó a desaparecer, a medida que se acercaba a su casa, el agua era menos y menos. Una nota le aguardaba en la mesa, junto a una esplendorosa lechuza gris, le dio unas palmaditas y arrancó el pergamino con sello de Hogwarts de su pata.

Remus: Me alegra saber que hayan tomado una decisión, quizás no debí entrometerme pero necesitaba que lo hicieran, si es la correcta o no, el tiempo les dirá, pero que sea la correcta no quiere decir que sea la mejor. En fin, a lo nuestro, durante la próxima luna llena los hombres lobo de Fernir Greyback se reunirán en el claro del bosque que está a las afueras de Londres, necesito que reúnas toda la información posible por favor. Atte. Albus Dumbledore.

Leyó varias veces la carta, y cada vez que pasaba por el nombre del que lo mordió cuando tan solo era un niño porque su padre lo ofendió un escalofrío recorría su espalda completa…

Se asomó a la ventana, una sombra caminaba lentamente a través de la calle, y al parecer se dirigía a su casa. Venía cubierta por una capa de viaje, el gorro de ésta cubría el rostro del desconocido, fue a abrir la puerta para ver de quién se trataba.

-hola, Remus.

-¿Nym?

-sí, sólo veía a dejarte esto- sacó una pequeña bolsa con un pote en su interior- vengo de donde los Weasleys, Molly insistió en envolverla, pensé que… bueno tú la necesitarías más que yo.

Lupin tomó en su manos la bolsa y miró a los ojos a la muchacha…

-no tenías que…

-sí, lo sé… pero bueno ya lo traje… ahora me voy, adiós

-espera… -el hombre la tomó del brazo, la joven se giró y sacó su brazo- en serio… sé que… me refiero… -respiró profundo- ¿quieres pasar un rato, necesito hablar con alguien… por favor.

-Remus… yo…

-por favor- le tomó la mano y rogó con sus pupilas color miel, no quería estar solo, y la compañía de Tonks era lo que más necesitaba.

-está bien…

La chica entró en el pequeño hogar del licántropo, se quitó la capa, y se sentó en uno de los antiguos sofás, mientras Remus calentaba con un sencillo hechizo la comida, y la servía en dos platos.

-gracias por quedarte…

-Remus… yo…

-lo sé, lo sé, pero… mira- le pasó la carta de Dumbledore

-¿Fernir Greyback¿¡Acaso se volvió loco?

-¿Quién mejor que yo?...

-¿y que querrá decir con… "lo correcto no es lo mejor"…?

Lupin la miró, ella le devolvió la mirada….

-creo que será mejor que…

-no, por favor, mi Nym, no te vayas…

Tonks lo miró sorprendida¿Por qué jugaba así con ella¿Por qué la llenaba de palabras lindas, de miradas, de gestos y todo eso si después le decía que no podía ser¿Por qué seguía con todo su corazón deseando que le dijera más, la mirara más, le diera más gestos?

Él por su parte, no entendía bien qué hacía, ni que decía, la última frase le salió casi del alma, en verdad no quería que se fuera, en verdad… quería que fuera SU Nym.

Tocó su mano, un golpe de corriente los sacudió, con la otra mano tomó su rostro, le acarició suavemente¡Dios la quería, la distancia quedó reducida a dos centímetros entre sus labios, sus respiraciones aumentaban en cada inhalación, ya no podía evitar lo inevitable.

La besó, la levantó de la mesa y la abrazó con fuerza, se sentía tan seguro, nada ocurriría, mientras que ella se sentía en cielo, se separaron un minuto, se miraron a los ojos, comprobando que estaban seguros de lo que hacían y caminaron abrazados hasta la habitación de Remus.


huuula!

uuuy si lo se! años y años y años

el colegio es el culpable! y si creo ke la falta d inspiracion tb ¬¬

en fin gracias a toos lo ke leen! sisisi miles y miles d kisses a toos los ke pasan por aki

aius!