Wenassss! aki stoy, con el primer Drabble de verdad (q emoción ToT) Gracias Debora por dejármelo, y espero que te guste

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Reto de Debora

pareja: cedric/OC
situación: una clase particular k cedric le haga
tiempo:en el cuarto libro, tu eliges cuando
lugar: un aula vacía
tipo: romance

dejo que vuele tu imaginacion


Odio

-Diggory…

Odiaba ese nombre. Odiaba a Diggory por ser quien era, le odiaba por ser bueno en quidditch, le odiaba por ser bueno en los estudios; le odiaba por participar en el Torneo de los Tres Magos, le odiaba por haber pasado tan bien las dos primeras pruebas. Le odiaba a él y a todos sus malditos fans.

-Devra.-contestó al saludo sonriendo él sinceramente

También odiaba esa sonrisa.

-¿Por dónde empezamos hoy?-preguntó aún sonriendo sin darse cuenta de la expresión de mosqueo de la chica

Odiaba a Diggory. Y también odiaba a McGonagall por haber sugerido taaan amablemente que él le diera esas clases. Maldita McGonagall y su estúpida clase. También odiaba esa aula en desuso llena de polvo y más polvo.

-Me da igual, lo que a ti te parezca.-respondió con tono borde

Otra odiosa sonrisa.

-Entonces, probemos con la transformación propia en un mueble.

Diggory le repitió lo que McGonagall les había enseñado unos días antes y se transformó a sí mismo en un bonito sillón. Unos segundos después volvió a ser él mismo. Indicó a la chica que intentara lo mismo, pero no hubo ningún resultado. Otra vez. Resultado nulo. De nuevo. Su túnica pasó a tener un bonito estampado de flores. Bueno, al menos ya tenía el tapizado, pensó amargamente. Odiaba ese maldito hechizo.

-Venga, inténtalo otra vez, ya estás más cerca.

Maldito Diggory y su odiosa sonrisa imborrable.

Media hora más tarde, el odio hacia el hechizo se había triplicado, y la sonrisa triden white de Diggory estaba a punto de desquiciarla.

-Volvamos a repasar la teoría.-insistió él sin desanimarse.

Repitieron el hechizo. Primero solo las palabras. Luego sólo el movimiento de varita. Odiaba que Diggory la tratara como una niña a quien se le enseña a sumar.

-¿Por qué no dejas de sonreír de una maldita vez?-preguntó ya casi cegada por el resplandor de sus dientes. ¿Así era cómo había encandilado a Chang? También odiaba a Chang. Diggory no desdibujó la curva en sus labios; al contrario, la acrecentó más.

-Vuelve a intentarlo.-ignoró completamente a la chica

-Y una mierda, ya estoy cansada de volver a intentarlo. Ahora contéstame y quítate esta maldita sonrisa de la cara.

Diggory rió suavemente.

-No lo haré, porqué se que te pone de los nervios que sonría siempre.

Devra se puso roja de indignación. Cómo odiaba a Diggory.

-¿Qué pasa¿Es que te gusta torturarme a base de sonrisas¿Quizás pretendes dejarme ciega con el brillo de tus dientes?

Diggory volvió a reír.

-Seguiré sonriendo hasta que te enamores de mí.-Devra se quedó en shock- Venga va, volvamos a intentarlo.

Odiaba a Diggory. Odiaba su sonrisa. Odiaba su voz. Odiaba sus ojos. Odiaba el sonido de su risa.

-¿Si consigo quitarte esa sonrisa, dejarás de hacerlo?

Él la miró pensándolo.

-¿Y si no lo haces?

Devra le miró molesta. Como odiaba que pensara en todo.

-Si no lo consigo intentaré enamorarme de ti.

Como odiaba que su sonrisa no hiciera más que aumentar de tamaño.

-Hecho.-contestó él.

Como le odiaba. Y como se odiaba a si misma por lo que iba a hacer. Rápidamente y sin pensarlo mucho, se acercó a él y le besó. Como odiaba sus labios, como odiaba el sabor a manzana que tenían, como odiaba su lengua contra la suya propia. Como odiaba sus brazos encerrando su cintura, como odiaba el suave tacto de su pelo entre los dedos. Y especialmente odiaba el suspiro que escapó de ella sin poder hacer nada. Se separaron lentamente, y odió sus ojos clavándose en los suyos. Pero le gustaban sus labios sin aquella sonrisa, le gustaban mucho. Pero no tardó en aparecer la odiosa sonrisa.

-He ganado Diggory.-susurró ella.-Esconde tus dientes de una vez.

La sonrisa de Diggory sólo aumentó más, más que en lo que llevaban de tarde.

-Creo que te equivocas.-le replicó.-Creo que yo he ganado, no me ha hecho falta ganar la apuesta para que tu cumplas lo que hubieras tenido que hacer si perdieras.

Como odiaba cuando Cedric Diggory tenía razón.


Qué tal ha estado? Os ha gustado? a mi particularmente sí

si eske del amor al odio hay un paso

weno, espero k os animéis a dejar más retos.

Para lo k keráis, dejad un review, q alegran el día

Besos,

Laia