Originalmente por kata-chan

Chocolate con Almendra

El aire entraba por la ventana y movía suabemente la cortina delgada y blanca, algo traslucida. Ella estaba sentada al lado de la ventana bebiendo un poco de agua, al frente de ella una cama larga... y en el interior de esas frasadas una muchacha, tenía un respirador en su boca, unos tubos que terminaban en agujas que estaban enterradas en la piel blanca de la muchacha, en la mitad del brazo en la muñeca y otras en las piernas.

Kagome solo contemplaba el rostro de ella, se sentía algo frustada... ya había pasado una semana del accidente. el doctor había sido bien claro, de 100 la oportunidad de una persona de sobrevivir a un derrame cereblar era del 1... pero mientras estubiera ese 1 ella seguiria creyendo y rezando a Dios. como ya algo habitual que se la había hecho en la tarde, entre sus manos tenía un rosario de color rosa... ese rosario había sido de su madre, una mujer debota a Dios y la Virgen... quizas Kagome sin darse cuenta había quedado en ella esa espiritualidad de su mamá.

Un golpe en la puerta la hizo sobresaltarse, era la enfermera.

-Señorita Kagome porque no va a dormir, yo cuidare a su amiga-le dijo la enferma amigablemente, quien habia visto como Kagome iba todos los días a ver a Sango, y se iba muy tarde del hospital.

-mm... pero yo..

-Nada de peros señorita, vaya que yo cuidare a su amiga, yo soy la enfermera...

de pronto él doctor entro, sin decir mucho y en su mano traia unos examenes, una sonrisa se podía notar en su rostro.

-Los examenes- susurro Kagome lo suficientemente fuerte como para que el doctor escuchara

-Kagome, su amiga ... se esta curando muy pero muy lentamente... quizas... pero solo quizas ella se pueda salbar

Los ojos de la jovencita se iluminaron.

-Pero no te alegres demasiado- las facciones del doctor se pusieron más serias- el que Sango se este levemente recuperando no quita lo siguiente, la gran mayoria de los pacientes que se salban quedan con secuelas, o en estado vegetal.

-Estado vegetal- dijo devilemente Kagome- ¿comó es eso?.

-Cuando solo puede mover los ojos, el resto de su cuerpo pierde la libertad del movimiento- explico la enfermera quien estaba poniendo más suero.

-Osea que solo es un cuerpo inerte con vida-se sento Kagome en el borde de la ventana reflexionando- pero... hay una posibilidad de que se cure sin ninguna secuela

-Si pero las minimas- respondio el doctor acariciando la cabeza oscura a Kagome, tratando de darle un pequeño consuelo.

-pero la esperanza es lo último que se pierde- dijo la enferma tranquilamente- ya y te dije que te fueras a descansar son las doce de la noche si se sigue haciendo tarde alguien te puede asaltar.

-Ah?-Kagome recordo lo del estupido hombre que trato de hacerle daño- si.. tiene razón

La Universitaria tomo su bolso, y se encamino hacia la puerta despidiendoce del doctor y la amable enfermera, y dio un último vistaso a la cama en donde el cuerpo de su amiga parecia dormir profundamente, y entonces salio del piso en que estaba, algo pensativa, quizas su vida se había combertido algo asi como un infierno terrenal, primero cuando era pequeña perdió a su querido padre, hace apenas unas semanas atras a su madre, la exploción y ahora su mejor amiga quizas se iba de su lado para siempre.. que diablos iba a ser ella, se sentía tan solo, Dios quería tan solo acorrucarse en unos Brazos calidos y llorar y que la protegieran de ese vaso amargo que tomaba cada día. Comenzo a caminar por la salida del hospital y entonces vio algo que le llamo la atención, apuro su paso poniendoce frente a él, los ojos del muchacho brillaban fuertemente con el contraste de la luna

-¿tú? que haces aquí.
-en verdad no se que estoy haciendo aquí pero... te vine a buscar.
-Inu..Yasha
-mm?
-Yo..
-Supongo que no quieres que te vuelvan a asaltar-InuYasha arqueo la ceja

Oh por Dios de esa forma se veía atrallente y masculino pensó Kagome algo sonrojada.

-vienes?
-Si!

Kagome lo siguió, y de pronto penso algo rápido

-Estas de hace mucho hay, como supiste que estaba aquí, porque viniste?
-hey tranquilisate.
-Lo siento.
-No estoy de hace mucho solo una media Hora, Miroku me dijo que estabas aquí, y realmente no se porque vine, pero tú..
-yo que?
-no se que diablos me pasa, pero simplemente vine y eso basta no?

en ese momento InuYasha se detubo frente a un Susuki baleno 0.7 de color negro, le indico a Kagome que subiese, y lo hizo.

-Esto es algo raro- repronto comento Kagome
-ah?
-No suelo confiar asi en la gente, osea eres un Hombre y apenas te conozco aun asi hay algo en ti que me da una gran confianza, sabes lo que pienso'
-Que diablos piensas- le respondió InuYasha algo desinteresado, pero al fin y al cabo escuchandola
-Que tú eres una linda persona y que tratas de hacerte el duro.

De pronto InuYasha freno brusco y Kagome no salio volando solo por tener su cinturon puesto

-Que paso por que frenaste asi?
-nada
-Nada? acabas de frenar de una manera muy peligrosa despues de lo que dije, estoy segura que... algo te hace tener esa apariencia de no interesarte nada, pero se que en el fondo hay un dulce hombre
-YA CALLATE, en donde mierda vives!

Kagome se hizo un poco para atras, InuYasha la miraba enfadado con una chispa en sus ojos y sus facciones duras.

-da la vuelta en esa esquina el resto lo puedo caminar- dijo la joven algo devil bajando su mirada.

InuYasha reacciono y miro hacia el frente

-no... yo te dejare frente a tu departamento- algo más calmado le respondio

Kagome se sintió algo nerviosa, quizas no había sido muy buena idea dejar que el la llevase a su casa, se sentía muy incomoda, no devía haver dicho eso. a lo mejor InuYasha no era tan bueno... pero algo la hacia pensar que eso no era verdad, habñía algo en él.. quizas penso.. hace tiempo atras algo le hizo daño... la voz del chico le interrumpio sus pensamientos.

-Ya llegamos
-Gracias por traerme.. disculpa por haverte enfadado...- Kagome puso unos ojos tan tiernos, InuYasha la quedo mirando-Tengo algo en mi cara InuYasha?
-No.. No!- reacciono algo nervioso
-Que estes bien Adios!

Kagome se bajo del auto y corrio a la entrada de el edifico sin antes dar la vuelta para ver como el auto desaparecia en la esquina, suspiro algo aliviada y subio al fin a su departamento.

Al llegar de pronto recordo algo camino hacia su closet y corrio las ropas colgadas tomo una caja que estaba bien escondida, y la llevo hasta su cama sentandoce en ella, entonces abrio la cajita y saco de ella una joya, parecia una gema,.. no mejor dicho era una perla de tono rosa, Kagome la tomo entre sus blancas manos y la apreto contra su pecho.

-Shikon No Tama- susurro levemente, mientras la oprimia más