Una semana , ya habían pasado desde que una pesadilla viviente empezó para
Kagome Higurashi, la muerte de su madre, el que casi le robasen, violacen, el extraño encuentro con InuYasha, el saber que el mismo nombrado la había salbado cuando era pequeña, la bomba, el derrame cerebral de Sango y su despertar.

-Todo parece una pesadilla que cesa de apoco- susurro para si mientras caminaba por una de las grandes calles de Tokio llena de miles de tientas de ropa, deporte, repuestos.
Kagome iba cargada de bolsas, en la noche había una fiesta para celebrar el despertar de Sango en la Universidad organizada por profesores que estimaban a esta alumna, y Kagome decidió que era hora ya de cambiar su ropero. A penas podía ver lo que había frente a ella, en eso una Bocina le toco.

-La llevo señorita
-Kagome giro los ojos para ver de quien provenía esa voz- Oh, muchas gracias señor, se lo agradecería mucho.-rió

InuYasha se bajo del Auto dejando las luces encendidas, y ayudo a Kagome a meter las cosas en el maletero

-No conduzcas muy rápido por..

Demasiado tarde, InuYasha había pisado el acelerador, dejando a una Kagome literalmente aplastada contra el asiento y sus manos aferradas totalmente al cinturon

-Deví suponer que ha´rías eso-le dijo mirandolo, InuYasha aprovecho el cemaforo para sostenerle la mirada.

Kagome no supo en que momento paso pero se sentía inundada por esos ojos dorados con formas de almendra tan preciosos , deceo perderse en ellos para siempre, ¿era su ide o él se le estaba acercando, al parecer no lo era, porque podía sentir su respiración muy cerca de ella, demasiado para ser exacto

Y ciertamente no era su impreción, InuYasha sostubo su mirada con intenciones de desafiarla para molestarla un rato, pero se olvido cuando obcervo aquellos grandes y
Achocolatados ojos que expresaban ¿ternura, lo estaban mirando con ¿ternura?
sintió la necesidad urgente de acercarse, sin saber porque, Se dio cuenta que estaba muy cerca de su rostro..de sus labios...sus labios, un impuslo le surgio, y mojo sus labios con su lengua imboluntariamente, pero entonces

"Ya pues, estupido crees que la calle es tuya", un chofer de bus le tocaba la bocina acompañada de otras, junto con improperios de todo tipo, InuYasha reacciono inmediatamente pisando el acelerador a fondo, con ello aprovechando unas energias que habían surgido de él raras.

-Estupido micrero. farfullo por lo bajo InuYasha, molesto concentrado en el camino, aunque por dentro se sentía ¿impaciente? ¿ansioso? ¿nervioso?

-¿Comó han estado los estudios?- pregunto Kagome para desatar esa tension que se apoderaba del veiculo

-Bien, solo tengo un ramo malo, pero no es de carrera asi que no es mucho de que preocuparse- respondio con voz ronca y profunda

-ya veo- miro a la ventana para quel no viese su sonrojo que se comenzaba a formular en sus blancas mejillas, se sentia extrañamente cohibida

-y tu?

-Yo que- respondio distraida

-rio burlon- como han estado los estudios?

-pues bien.. lo normal... ahhhh- Kagome suspiro más relajada

InuYasha sintio como se le tensaban los musculos, y un temblor raro lo recorria por todo su cuerpo, al solo escuchar el suspiro proveniente de la joven, remojo sus labios nuevamente, tratando de no imaginarse nada o si no se moriria para si de verguenza

o

-No pense que fueran tantas escaleras- dijo InuYasha algo sin aire
-jeje, no te crees el muy fuerte don InuYasha- le molesto Kagome mientras habría la puerta de su departamento, y le dejaba pasar- voy a la cocina

InuYasha dejo los paquetes en el suelo obcervando el lugar, era tal y como el se lo había imaginado, era bastante acojedor, plantas adornaban el lugar por todas partes, la luz entraba clara por la ventana, y la cortina blanca trasnparente se mecia suabemente, habian tres sillones, dos pequeños y uno grande, con una mesita de centro y en ella unas velas y otras figuritas, y al frente un televisor

-ya me imaginaba algo asi

-¿Qué dices?- Kagome regresaba de la cocina con dos vasos de jugo
-eh.. que tú departamento es tal como lo pensaba- respondía mientras aceptaba el vaso de jugo

-¿asi?

-Sí... me lo imaginaba... -callo- acojedor- comento despacio

-aps... bueno.. Sango dice que le doy un toque a las cosas jejeje... muchas gracias por traerme InuYasha- le sonrio agradecidamente mirandole a los ojos.. hoy se sentia rara.. no sabia por que y sin pensarlo-tienes unos ojos hermosos

-Ka..gome

ubo un silencio bastante incomodo, hasta que de pronto sono el celular de InuYasha, este desprendio sus ojos de los de la linda jovencita sacando su celular, y mirando el que lo llamaba.. al verlo abrio sus ojos enormemente.

-Kikyo- expreso con asombro, seguido de esto abrio la puerta y salio escalones abajo sin decir nada.. dejando a Una Kagome en total desconcierto

-I...nu..ya..sha- balbuceo