Una molesta visita
Habían pasado cerca de una semana desde la controversial toma de rehenes en la mansión Titus. Durante los días posteriores se había hecho un seguimiento bastante importante tanto en los medios como en las agencias de investigación gubernamental y en menos de 72 horas ya se les responsabilizaba no solo de robo de obras artes y de la masacre de policías en Viena y el Cairo, sino que además se les acuso de diversos ataque a edificios de importancia militar en Europa, donde además aprovecharon para robar información confidencial de armamento. Recientemente se había descubierto que en todos sus actos siempre dejaban una firma oculta, misma que se encontró en el patio de Titus al día siguiente del incidente: SC
Robin apenas y podía dormir, y en realidad no era de extrañarse, no solo por la idea que en la ciudad se encontrase dos psicópatas peligrosos que eran buscados en todo el mundo, sino que Titus presionaba todos los días para visitar la torre de los titanes. Nadie en el equipo tenia muchos deseas de verlo, especialmente cuando todavía se quejaba en los medios de la "ineptitud de los titanes para detener a los secuestradores y de cómo termino costándole millones de dólares en daños a sus propiedad y su colección". Tan famoso era su mal humor y su rencor que, un hombre llego a decir en la televisión: "Si quieres que te rompan la piernas, entonces entra con zapatos lleno de lodo en la casa Titus, pero cuidado con estornudar, porque eso ya amerita que te rompan los brazos también".
Robin, después de unas horas, se dejo caer en el sillón después de varias horas sentado frente a la pantalla. Era obvio que no se iban a dejar mostrar tan fácilmente y que su escondite podría estar incluso fuera de la ciudad. En las calles no se hablaba de ellos, no existían rumores, por lo menos no sensatos, de cual podría ser su próximo ataque ni parecían estar en contacto con ninguna clase de distribuidor de armas u cualquier material peligroso. Era incluso bastante probable que ya se hubieran ido, después de todo concordaría con su patrón de conducta, dado que nunca atacaban en una misma ciudad en un plazo no menor al año. Tampoco sirvió de nada buscar información de ellos basándose en las imágenes de las cámaras de vigilancia, ya que oficialmente ellos no existían y sus rostros no parecían haber sido registrados en ningún lado, ni siquiera en una credencial escolar. En efecto, oficialmente existían en ningún lugar del mundo a pesar que hace solo una semana uno de ellos estuvo a punto de romperle el brazo.
- Me alegra ver que decidieras tomarte un descanso – Robin volteo para ver a Star Fire, quien parecía haber esperado pacientemente detrás de el, preocupada como solía estarlo por el. Sabia cuanto se preocupaba ella por el y por ello no podía evitar sentirse culpable cuando sus obsesiones lo encerraban en su mundo de oscuridad, buscando a esos demonios que llegaban a atormentarlo - ¿Llegaste a descubrir algo?
- No, absolutamente nada – Se podía sentir con facilidad el cansancio en la voz de Robin – Sabes Star Fire, cuando se va a dar un golpe muy fuerte no es inusual que en las calles se esparzan los rumores, que se sepa de reclutamientos o que se de el robo o compra de materiales poco comunes. Aunque no lo pareciese, Titus es un esquizofrénico y su casa es una de las más seguras del mundo y entraron como si nada, y sin embargo nunca se llego a saber de su llegada a la ciudad hasta que dieron el golpe, por lo que no deben tener relación con el resto de los delincuentes. Sin duda deben tener recursos, el que puedan viajar por todo el mundo lo dice, pero no nunca vendieron nada de lo que robaron, incluso se sabe que los proyectos militares nunca cayeron en manos enemigas, por lo que nunca han ganado un centavo. Algo me dice que deben tener algún protector
- ¿Que trabajan para alguien? ¿Para quién crees que sea?
- No tengo idea, de hecho ni siquiera tengo manera de saber si mi teoría es cierta, dado que existen muchas posibilidades más. Lo único que se tiene son sus nombres y un patrón de comportamiento que dice que no atacaran en esta ciudad por lo menos por un año, aunque algo me dice que no pasara tanto tiempo para que los volvamos a ver.
En sus adentros, Star Fire tenía miedo que la paranoia de Robin volviera con la misma intensidad que antes. Esa misma esquizofrenia que alguna vez había llegado a lastimarla a ella y a si mismo. Desgraciadamente sabia que solo hacia falta una amenaza de grandes proporciones para que ese Robin, el que seria capaz de hacerle daño, volviese.
- ¿Dónde están los demás?
- Cyborg y el Chico Bestia estaban jugando a bola apestosa de nuevo y creo que convencieron a Raven para que hiciera de árbitro. Si lo deseas tal vez puedas jugar con ellos un rato.
- No, yo paso. Lo que ahora deseo realmente es ir a dormir. Por favor no me despierten a menos que ocurra algo importante – Star Fire asintio con la cabeza y sonrío mientras veia como se dirigía a su habitación. Le alegraba la idea que se tomase las cosas con calma y no perdiese el control.
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En una elegante cocina, con el radio con el volumen considerablemente alto, y sentados los dos en la mesa mientras bebía cada uno una taza de café, Gun Shoot y Puppet Master parecían pasar un rato bastante agradable, fuera de la pequeña discusión sobre el ruido causado por la radio.
- Te digo que el volumen esta demasiado alto – se quejaba Puppet Master – déjame bajarle.
- No esta tan alto y nadie te esta impidiendo nada – le contestaba su hermano – solo que espera a que acabe esta canción que me fascina.
- A ti todas las canciones te fascinan.
Luego de un rato, Gun Shoot apago la radio y junto con su hermano se dirigieron a la sala. La habitación era bastante amplia, con diversos muebles en los alrededores, en su mayoría usados para organizar la colección de películas, videojuegos y música de Gun Shoot, pero si algo sobresalía era la enorme pantalla de televisión, con un sistema de cable satelital y debajo de este una consola de videojuegos. Frente a el se encontraba un enorme sillón recién comprado y una pequeña mesa sencilla, que a juzgar por las manchas era utilizada para colocar diversos objetos y alimentos, pero en esta ocasión habían en el diversos folders llenos de papeles.
- Bueno es tiempo de organizar esto – En la voz de Puppet Master se podía sentir una clara señal de fastidio – ¿Cuál será nuestro próximo ataque?
- No te preocupes, tu me conoces bien y cuando se trata de cosas serias como esta hago muy bien mi trabajo – le tranquilizo Gun Shoot– en esos folders se encuentran mi idea para nuestra próxima aparición, y te garantizo que hará honor a nuestro titulo de "Soldados del caos"
- Mientras sea mejor que tu plan de limpieza, entonces me doy por satisfecho.
- Oye, hay que aprovechar que solo somos nosotros dos. Además estoy algo inspirado ya que ahora que tenemos total independencia con nuestros proyectos, podemos ser tan ruines como queramos.
Puppet Master al oír esto levanto todos los papeles con cierto gesto de asco, ya que estaban manchados con restos de mostaza y tomate, cortesía de la manía de su hermano de no alejarse de la televisión si se transmite una buena película, aun si ello significaba llevar la cocina a la despensa. A pesar de esto, le agrado lo que veía ante el.
- Nada mal, nada mal. Es ruin, malvado, tiene algo de suspenso, además que sin importar que nos salgamos con la nuestra o no, seremos realmente odiados por todos. Me sorprende que se te haya ocurrido a ti solo, en especial con la maratón de viajes a las estrellas.
- Te lo dije, estoy bastante inspirado. Y si haces una broma sobre el señor Spock sabes que soy capaz de darte un golpe en la quijada.
- Lo se, por eso no he abierto la boca. ¿Tienes elegido el lugar, el día, la hora y los materiales que requeriremos?
- Todo esta en los papeles. Tal vez no lo viste por la mancha de mostaza, déjame quitarsela…
- Olvídalo yo mismo me encargare de esto. Solo te pido una sola modificación a tu plan, nada realmente importante y si lo haces te deberé una Pizza como a ti…
- Déjate de rodeos y dímelo de una vez. Porque una vez que empiezas te toma semanas llegar al grano.
Puppet Master se puso bastante serio, mas de lo normal. Se acerco a su hermano, trago saliva y finalmente se lo dijo de un golpe.
- Quiero que tú pelees contra cuatro titanes al mismo tiempo mientras yo me enfoco solamente en uno solo.
- ¿Eso es todo? bueno si me lo pides de buena gana podemos modificar un poco el plan original.
- Perfecto, entonces yo dedicare todas mis energías en Raven mientras tú…
- Un momento, ¿dijiste Raven? – Gun Shoot dejo escapar una pequeña risa de tono burlón - Debí imaginármelo, desde que en la primera pelea que tuvimos pediste pelear contra las mujeres me imagine que eso pasaría.
- UN MOMENTO, NO ES LO QUE PARECE – En el rostro de Puppet Master se aprecia un claro sonrojo.
- Yo no he dicho nada – Gun Shoot hablaba con un claro cinismo - ¿Qué crees tu que estoy pensando?
- Se bien lo que piensas y no es verdad, sabes que yo no me distraería con algo como eso, y a diferencia de ti, en mi es imposible que me distraiga con esos pensamientos de la misión que tenemos.
- ¿Te volviste Gay?
- ¿QUÉ? CLARO QUE NO – exclamo airado.
- Entonces no digas que es imposible, recuerda que te conozco demasiado bien. Además todo el mundo sabe que eres enamoradizo, de hecho calculo que ya te han rechazado diez mujeres en lo que va del año.
- Escucha claramente – en la voz de Puppet Master ya era imposible ocultar la rabia – me di cuenta que ella tiene poderes telequineticos, cosa que tu patética investigación de los titanes nunca menciono y por ello investigue por mi cuenta. Hasta donde se, no solo puede tener poderes sumamente grandes, sino que podrían igualar o incluso superar los míos. Quiero saber, realmente necesito saber que tan grande son sus poderes y para ello debo pelear con ella y ver que ocurre.
- Bien, si tu lo dices te creo – la voz Gun Shoot había recuperado su seriedad, cosa que calmo a su hermano – ahora debemos modificar el plan y jugar un rato, que ya llevo una semana sin mis videojuegos y me estoy desesperando.
- Juega lo que quieras, solo recuerda que el Uroloki ya nos ha regañado por el escándalo de la televisión y porque no hemos hecho nada nuevo todavía, además que tenemos que debemos tener listos a mas tardar en una semana todos los instrumentos, preparar el terreno…
- Comprar flores, bombones y un osito de peluche – le interrumpió Gun Shoot y ante ello no se hizo esperar la respuesta de Puppet Master, dando inicio una larga y trivial discusión llena de burlas y amenazas de entre ambas partes.
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- Despierta Robin, me temo que necesitamos tu presencia.
Robin había tenido dormido por muy poco tiempo y de forma intranquila, y apenas despertó no pudo evitar que sus nervios se descontrolaran.
- ¿Qué ocurre? ¿Cuál es la alarma y en donde debemos dirigirnos?
- Tranquilo, no hay ninguna emergencia – en su repentino despertar no se dio cuenta hasta después que era Cyborg quien lo estaba despertando y que en su rostro se reflejaba incomodidad – acaba de llegar alguien y… - Cyborg no pudo terminar de hablar por un grito lleno de ira que llego incluso a la habitación.
-¿DÓNDE DEMONIOS ESTA ESE MUCHACHO?
- Oh no – la voz de Robin parecía mostrar arrepentimiento de haberse despertado - ¿Por qué lo dejaron entrar a la torre?
-Nadie le dio permiso, simplemente entro gritando y exigiendo hablar con todo el equipo y no hemos podido hacer que se valla de aquí. Lo único que no hemos hecho es sacarlo a patadas.
- ¿Y como se supone que cruzo el sistema de seguridad?
- No quiere decirlo y en lo personal eso hace que desee patearle el trasero.
Robin no tuvo mas remedio que levantarse e ir a ver que era lo que deseaba. Lo encontró sentado, apoyado en un bastón con una punta de plata y con una imagen difícil de de reconocer, y a su lado tenia una bolsa de plástico con algo adentro. Tal y como lo había visto en mas de una ocasión en las noticias, Randolph Titus reflejaba los cincuenta años que poseía pero a pesar de las arrugas que tenia alrededor de sus ojos, hubiera llegado a verse mas joven de no ser por su cana cabellera. Como siempre solía vérsele,vestía un traje negro con corbata incluida,y en su rostro se reflejaba una mueca de irritabilidad. A su lado se encontraba Raven, Star Fire y el Chico Bestia, siendo este ultimo el que se sentía mas incomodo en presencia del irritable Titus. En cuanto vio a Robin y Cyborg acercarse, arrojo un aparato en forma de control a sus pies.
- Es una especie de decodificador – dijo sin cambiar su expresión de disgusto – fue creado por mi empresa y puede funcionar a mas de un kilómetro de distancia para desactivar cualquier sistema de alarma al que este dirigido, creado a petición del hermoso gobierno de este país para operativos especiales y rechazado por los burócratas tacaños que lo infectan. Debo decir que la seguridad de la torre era muy buena, ya que le tomo casi diez minutos cumplir con su objetivo. Quédense con el, tal vez puedan crear una forma de desactivar su señal.
- ¿A que ha venido? Debe ser algo importante para visitar a "las amenazas adolescentes" violando nuestros códigos de seguridad y entrar sin que nadie lo invitase- Robin no pudo evitar recordar una de las muchas declaraciones que hizo Titus a la prensa después de salvarle la vida – dudo mucho que vengas con la intención de mejorar nuestra seguridad.
- jejeje… y dicen que yo soy el amargado. Si entre aquí, es porque tengo que hablar con ustedes, personalmente y dado que era obvio que nunca me darían permiso de entrar pues tuve que saltearme la parte en donde toco la puerta. Ahora que lo pienso tal vez debí esperar a que ustedes me recibieran, y así me hubiera evitado esta horrible sensación que tuve al entrar. No me importa como vivan aquí y menos la clase de experimentos que hagan, pero si van a tener un zoológico de monos apestosos por lo menos deberían mantenerlos en su jaula y bañarlos de vez en cuanto.
- ¿A QUIEN LLAMAS MONO APESTOSO? – de no haber sido detenido por Star Fire, el Chico Bestia se pudo haber abalanzado sobre Titus. Star Fire en un al detener a su amigo se dio cuenta que por unos instantes, en el rostro amargado de Titus aparecía una señal de satisfacción.
- Mejor vallamos al grano, dado que es obvio que no les caigo tan bien que digamos – continuo Titus – Verán, he estado reflexionando desde el secuestro y me he dado cuenta que he sido injusto con ustedes. Es cierto, arruinaron una valiosa colección de armas la cual me costara millones reparar, además de los daños a mi hogar y el hecho que dejaron a los bastardos escapar, pero al fin y al cabo de no ser por ustedes mi vida se habría acabado ahí. Así que vengo a pedirles disculpas por la mala publicidad que les di en los medios. Saben, estaba un tanto enojado.
- Muy amable de tu parte – Dijo Robin – claro que lo dices cuando solo te hacia falta culparnos por el hundimiento del Titanic.
- No deberías quejarte. Muchos de mis conocidos se fueron a la tumba esperando que me disculpe por alguna acción mía. Claro que ninguno de ellos tenia como compañeras unas adorables jovencitas – Estas inusuales palabras de halago, por lo menos para su persona, lo dijo fijando su mirada en Star Fire y Raven y mientras que la primera no pudo evitar agradecer el gesto, Raven se mantuvo inexpresiva.
- Entonces, ¿Solo vino a pedir disculpas? – Robin ya tenía suficiente conocimiento sobre Titus para saber que no era alguien confiable.
- No, hay algo más. Verán, he trabajado desde mi niñez para crear mi compañía, trabajando en diversos empleos para obtener el dinero suficiente para hacerme de una cuantiosa fortuna. No estaba cerca de cumplir los veinte cuando compre una compañía de electrodomésticos en bancarrota y la transforme en un gran emporio que va desde lo farmacéutico, videojuegos, aeronáutica, defensa y obviamente los mismos electrodomésticos. Durante años me conocieron como uno de los grandes genios financieros por resucitar empresas en quiebra y por ello es que llame a mi imperio Fénix, como el ave que resucita de entre sus cenizas. Pero me hice de muchos, demasiados enemigos, tal vez más de lo que un hombre suele llegar a tener. Y creo que uno de ellos es quien envío a los soldados del caos.
Robin abrió más que nunca sus oídos, interesado en lo que estaba a punto de decir Titus sobre su punto de vista de los soldados del caos.
- ¿Qué le hace pensar que su misión es hacerle su vida imposible?
- Si mal no recuerdo, todo empezó hace un año, en una planta química. El desastre fue inmenso y murieron más de veinte personas, pero logramos mantenerlo en secreto. Al principio lo considere como sabotaje industrial y confieso que no me preocupo demasiado, de hecho lo considere una revancha por una acción similar que había ordenado hace apenas una semana antes ya que como he mencionado tengo una larga lista de enemigos, pero entonces fue que la vi. La maldita firma, una clara SC pintada en una de las paredes.
Ese solo fue el comienzo. Durante meses, mis plantas de Europa y Asia fueron atacadas una tras otra, dejándome millones en perdidas y siempre dejaban la maldita SC, pero lo peor fue cuando comenzaron a robarme. Oficialmente, todos los objetos robados por esos malditos fueron devueltos, mientras que toda información de defensa e inteligencia ni siquiera fue hojeada, pero puedo decirles que es mentira, ya que fui yo a quien le robaron más planos y armas y me atrevo a creer que lo han aprovechado. Mi intento de secuestro y asesinato solo prueba mis miedos, y sin duda esos malditos fueron originalmente contratados por alguien para hacer mi vida miserable. Pienso en esta posibilidad todos los días y por ello he venido aquí.
- Podría decirnos como es que le podemos ayudar – pregunto Star Fire.
- Es sencillo. Simplemente he venido a comprarlos para que sean mis guardaespaldas – dijo esto con tanta naturalidad que sin duda hablaba en serio, y por un momento todo fue silencio, hasta que fue Raven quien rompió la incomoda escena.
- Tiene que estar bromeando.
- Claro que no, mi seguridad ha estado comprometida, y lo que no saben es que en cada lugar donde se ha dando un ataque de los Soldados del caos también tengo una parte de mi corporación. Por cada robo en un museo, se da un sabotaje en mi contra, y ahora que ya me atacan directamente, no se que tan seguro estaré yo o mi hijo. Seguramente si me cuidan la espalda, encontraran muy pronto a esos malditos.
- ¿Acaso se esta escuchando a si mismo? – le respondió Robin – No somos una corporación privada y no nos dedicaremos a cuidar exclusivamente sus intereses.
- Vamos, dígame cual es el precio. La vida me ha enseñado que el dinero soluciona cualquiera de estos desacuerdos. No tengo idea ni me importa como se han mantenido pero les garantizo que si me protegen, entonces…
- Váyase de una buena vez, si es todo lo que deseaba – En la voz de Robin se notaba que sus palabras eran definitivas y que no habría cambio de opinión al respecto, pero Titus no pareció sentirse demasiado mal al respecto. Levanto su bolsa y de ella saco una caja llena de dulces.
- Es obvio que por ahora no llegaremos a ningún acuerdo, pero me mantendré en contacto con ustedes, ya que me interesa saber si atrapan a los malditos que me humillaron. Por cierto, le he traído un obsequio a esa chica gótica que me salvo la vida. Son simplemente dulces y el mensaje de que ahora le debo un favor, el que quiera pedirme. Eso si, no lo malgastes en alguna estupidez así que no lo cobres hasta dentro de unos días, cuando este seguro que pensaste bien lo que deseas. Y otra cosa, me he enterado que alguno de ustedes ha estado pirateando algunos juegos que crea mi empresa de videojuegos – todos los presentes dieron una mirada acusadora a un avergonzado Chico Bestia – Si continua con eso, prometo que se arrepentirá.
Titus, se levanto del sillón de un golpe y camino apoyado ligeramente del bastón. En cuanto llego a la puerta se detuvo y se dio la vuelta. Todavía tenía algo que decir.
- El proyecto que creo el decodificador que esta ante ustedes se llamaba "llave maestra" y el resultado es el que tiene ante ustedes. No importa que tan buena sea la seguridad, al final todo aparato electrónico cede ante ella. Solo se construyeron tres llaves, uno fue destruido, el segundo es el que les entrego para poder crear una defensa contra ella y el tercero…la tienen ellos.
Robin y Cyborg dieron un vistazo al pequeño aparato. No mas grande y con un gran parecido al que tiene un control remoto, pero aun así podía destruir cualquier sistema de seguridad sin demasiada dificultad, y algo como así era demasiado peligroso si caía en las manos equivocadas.
- No importa lo que digan los expertos – dijo Titus de forma sombría - volverán a atacar en la ciudad muy pronto y lo saben tan bien como yo. Y tal vez, sean más despiadados que antes.
Titus se tomo su tiempo para irse, ya que en cuanto avanzaba unos metros, se quedaba inmóvil, mirando al vacío y pensando. Todos los titanes pudieron cuando llego a su yate y gritaba de forma amarga las órdenes de retirarse. No había forma de saber que lo que decía Titus era verdad, pero no impidió que todos se sintieran incómodos. Claro que algunos no habían perdido totalmente su sentido del humor.
- Oye Raven – le pregunto el chico bestia - ¿Te vas a comer esos dulces?
Esta solo lo miro un momento y antes de aventarle la caja, solo dijo una cosa
- Te los regalo
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Ha pasado una semana pero estaban listos. Tuvieron dificultad para que el Uroloki aceptase su plan, ya que deseaba algo más cruel y mortífero, pero como siempre contaban con el apoyo de su señor. Después estuvo el arduo y trabajo de conseguir todo el armamento y el equipo necesario para el espectáculo, además de estudiar el terreno en menos de la semana convenida. Pero con todo, estaban listos y ahora estaban frente al escenario del que seria su próximo juego: El museo de arte moderno.
Puppet Master y Gun Shoot estaban en una camioneta, esperando a que llegara la hora. Vestían exactamente lo mismo que la última vez, pero Puppet Master no llevaba en esta ocasión lentes oscuros y Gun Shoot vestía una gabardina que se veía más grande. En la parte trasera del camión, había al menos diez personas más, o eso parecían serlo, ya estaban completamente inmóviles, como si fuesen muñecos de trapos. Junto a ellos, había grandes aparatos, cubiertos con mantas.
- Sigo sin entender para que trajiste tantos – reclamaba Gun Shoot – sabes bien que nosotros bastamos para esto.
- No te quejes, necesitamos velocidad y son necesarios para algunos aspectos técnicos. Además serán útiles para el final.
- Como sea, ya es la hora – Gun Shoot saco de su bolsillo un control y apunto hacia el museo. Se mantuvo apuntando al menos unos segundos y un pequeño sonido fue la señal de finalización. Guardo el control dentro de su gabardina y junto a su hermano bajaron del camión, seguidos por sus acompañantes, que ahora mostraban un traje oscuro que los cubría de pies a cabeza, mientras cargaban si dificultad todos los aparatos con una impresionante velocidad. Mientras se dirigían con paso tranquilo al museo, Gun Shoot sacaba una ametralladora portátil y le ofreció a su hermano unas mentas y una rosa, lo que su hermano rechazo, sabiendo que era una nueva broma.
- Muy bien, es hora de trabajar – dicho esto, Ambos entraron al museo tranquilamente acompañado de los hombres vestidos de negro. Segundos después se escucharon disparos, gritos amenazadores y un veloz ajetreo que se llevaba a cabo dentro del lugar.
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Quiero agradecer aquellos que se tomen la molestia de leer este fic. Sepan que es bueno saber que alguien le gusta de mi historia, especialmente porque tenía muchas dudas en ella. Si tienen dudas, preguntas, cometarios o desean hacerme pedazos, no duden en mandarme un Review o incluso un Mail. Agradezco la atención y hasta la siguiente capitulo.
