Ataque en el museo

Primera parte

Desde hacia casi una semana que Cyborg analizaba el aparato era llamado como "llave maestra" pero se dio cuenta que su uso de llave era pequeño a comparación como arma. Su uso básico, como había dicho Titus, era el de destruir cualquier sistema de alarma con un ataque electromagnético sumamente poderoso llevándose con el cualquier aparato eléctrico, pero en la practica si un ser humano queda al frente de este rayo podría afectarle de forma irremediable al cuerpo, causando males físicos, mentales o incluso la muerte. Incluso debía reconocer que Titus sabía usar ese aparato con sorprendente maestría, puesto que cualquier otro hubiera causado un desastre dentro de la torre.

- ¿Cómo demonios habrá creado algo como esto? – Se decía mientras revisaba el aparato – esto es incluso mas poderoso que mi cañón sónico a pesar de no ser mas grande que un control. …Me pregunto si…

Cyborg se vio interrumpido al escuchar la alarma poco después del anochecer y en menos de lo que canta un gallo todos estaban reunidos frente a la computadora centrar, verificando de donde venia la señal.

- El museo de arte moderno – dijo Robin mientras revisaba toda la información – y su modo de operar es casi el mismo. Han asegurado el lugar, aunque esta vez el equipo SWAT parece estar dispuesto a entrar, pero las posibilidades de éxito son escasas ya que a diferencia de la última ocasión, tienen varios cómplices. Y al igual que la última vez, tienen muchos rehenes.

-¿Entonces por que perdemos el tiempo en este lugar? – Dijo el Cyborg con un tono que reflejaba impaciencia, causada tal vez por la idea de la clase de armas que estos tendrían en su poder.

Gun Shoot estaba fastidiado y no se molestaba en tratar de ocultarlo. Como suele ocurrir cuando tiene la adrenalina suficiente, era incapaz de mantenerse quieto en un solo lugar y caminaba por toda la habitación. Miraba la puerta de entrada y las ventanas a los lados y se lamentaba que la operación de la policía haya sido tan breve. Para el no había nada tan divertido como jugar tiro al blanco, sobre todo cuando este era uno móvil. No podía evitar recordar esa gran sensación mientras miraba las ventanas rotas, los agujeros que aun humeaban en la pared y las manchas de sangre en el piso. Lo único que se lamentaba es que su hermano le prohibiese dar ataques letales pero no era algo demasiado grave. Miraba a hacia arriba, tal vez intentasen entrar por el techo, se llego a decir pero sabia que era imposible, dado que esta estaba vigilado, por lo menos hasta que su hermano lo decidiese y sabia que eso ocurriría cuando los titanes llegasen.

Puppet Master no podía evitar ver como su hermano daba vueltas por todas partes y no estaba muy seguro si verlo caminar como un león enjaulado era triste o desesperante. Sin duda era mejor platicar con Diana, la joven que tenia atrapada y amordazada a su lado. Sin duda lo disfrutaba, el ver como temblaba de miedo al estar atrapada en esos anillos de acero con el casco que mantenía su cabeza fija, y sobre todo al saber que tenia una bomba entre sus piernas. El casco tenia fijado unos lentes especiales, en donde se desplegaba una pantalla en la que podía ver un contador. Puppet Master disfrutaba de hablarle, a sabiendas que era incapaz de oírlo dado que en una visión bizarra de la piedad, había decidido ponerle unos audífonos para que pudiese escuchar la novena sinfonía de Beethoven y se relajara un poco.

- Sabes Diana – le decía – se bien lo que piensas después de lo que te he contado, pero lo que yo deseo es tener una sencilla pelea con Raven, nada que ver con lo que te cuenta mi hermano, que se muy bien que ya te ha dicho algo sobre esto. ¿No crees que esta claro una vez que doy mi versión o también eres una mal pensada? – Lo ultimo lo dijo mientras le acercaba un cuchillo al cuello – dime, ¿Qué piensas?

- ¡DEJALA EN PAZ! – Puppet Master volteo pudo ver como los titanes entraban desde las ventanas y se ponían en guardia. Desde sus adentros se decía que ya era hora que llegaran.

- Muchachos, que bueno que llegaron, mi nueva amiga Diana me estaba recitando un hermoso poema de los goliardos que va de acuerdo con la ocasión. Si escuche bien, creo que la primera estrofa iba así:

Veni, veni, veni, venias

Ven memore facias

- Si mi latín no esta mal, esto se traduce como:

Ven, ven, ven, ven a mí

No me dejes morir.

- ¡Te lo advierto! – en la voz de Robin y en las reacciones de sus compañeros se podía sentir una gran hostilidad, estaban preparados para comenzar a pelear.

- Si lo piden así, entonces no veo por que no – Puppet Master se acerco a su rehén y susurro algo junto al casco. En ese momento, el casco se retiro de forma automática y los anillos se abrieron para dejar libre a su victima – Yo que tu, mi estimada Diana, correría a mi casa. No te preocupes, no hay trampas pero debes alejarte de aquí ya – No era necesario que le dijera eso, pues apenas se sintió libre corrió a la salida mas cercana.

Los titanes dejaron que esta se fuese, aunque no podían evitar sentir que esta era una trampa. Ante ellos, los autollamados soldados del caos estaban frente a ellos, uno de ellos mostraba una irritante calma, guardando sus lentes oscuros en sus bolsillos y mostrando su horrenda mueca cínica, mientras que su hermano portaba una pistola de gran tamaño que acababa de sacar de su bolsillo. Fue Puppet Master el que dio inicio a todo.

- Es hora de empezar con el juego, y si no quieren que quince personas exploten en pedazos van a cumplir las reglas al pie de la letra.

Al escuchar esto, los titanes no pudieron menos que sentirse alarmados ante la idea de quince rehenes más a punto de morir en manos de esos monstruos.

- ¿DÓNDE LOS TIENEN? – grito Robin lleno de furia.

- Claro que no se los diré, se perdería el chiste del juego – Puppet Master se mostraba cada vez mas cínico - ¿Acaso nunca han jugado videojuegos o de perdida las escondidas?

Puppet Master saco un extraño cronometro de tamaño considerable y una antena. Los titanes se dieron cuenta que el cronometro ya estaba en marcha.

- Este es el juego: hay quince personas atrapadas como Diana en este museo del peor arte moderno, de hecho exactamente igual. Desde el momento en que mi amiguita salio por esa puerta, se activo el cronometro de todas las bombas, todas ellas de no menos de quince kilogramos de explosivo y equipada con balines para expandir el tamaño del área de impacto si no quieren que todas ellas exploten deben desactivarlas antes que se acabe el tiempo.

- ¡ESTAS DEMENTE!

- Tal vez, pero eso no significa que no van jugar mi juego y bajo mis reglas. Ahora, lo único que deben hacer para detener tan terribles muertes es apagar todas las bombas en menos de treinta y cinco minutos y para hacerlo solo deben decir "libéralo" cerca del casco. Ahora, para evitar trampas, programamos las bombas para que si tratan de tocarlas, o un ataque llega a ellas o incluso si las miran demasiado tiempo, todas explotaran, aunque también lo harán si la temperatura sube a una distancia de diez centímetros de ellas o simplemente si yo doy la orden en voz alta. Tampoco se vale usar aparatos para localizarlos, y me dirijo a ti Cyborg, porque mis bombas también los detectaran y explotaran. La única forma como podrán apagarlas es con la clave de voz y si se detectan otro método prohibido… ¿acaso debo decirlo?

Los titanes estaban exasperados por las reglas de tan ridículo juego y sobre todo al ver como el cronometro que tenia en su mano avanzaba su marcha. Apenas Puppet Master paro de hablar, Robin dividía a los titanes, pero fue interrumpido por un grito de consternación del que estaba hablando.

- Antes de jugar deben conocer todas las reglas. Ahora, no pueden separarse, porque mi hermano los vigilara y si los cuatro titanes elegidos no están juntos, entonces el hará detonar todas las bombas. Y por ultimo, Raven se queda aquí y deberé pelear conmigo.

-¿QUÉ? – fue la respuesta que dieron los titanes ante esta ultima regla y miraron por unos instantes a Raven, que no podía ocultar su desagrado.

- Esto no es discutible, Raven se queda aquí y pelea contra a mi, si se va en medio de la pelea activo las bombas y si no pelea también.

- Que bien, me toca pelear de nuevo con el loco que no sabe cerrar la boca.

-Muy bien, entonces yo que ustedes me daría prisa, porque ya perdimos demasiado tiempo aquí y precisamente eso es lo que les falta: tic, tac, tic, tac…

A cualquiera de los titanes le hubiera encantado lanzarse contra ese tal Puppet Master, y romperle todos los dientes. Pero tenia razón, les quedaba muy poco tiempo y debían encontrar a los rehenes antes que fuese demasiado tarde, por lo que Robin, Star Fire, Cyborg y el Chico Bestia se fueron por uno de los pasillos, mientras que Raven se quedo ahí en posición de guardia, frente a Puppet Master. Y mientras que los titanes se marchaban, Gun Shoot los siguió de cerca, sacando una pequeña pistola láser que tenia en un guante en su cinturón.

- ¿y ahora que hacemos? – dijo el Chico bestia mientras corria - ¿como vamos a encontrar a quince personas en este museo? Es una locura.

- El chico bestia tiene razón – le siguió Cyborg – la ruta mas rápida toma al menos cuarenta y cinco minutos y no olvidemos que están los que pudo haber escondido de forma minuciosa.

- Lo se, pero no nos queda otra opción, debemos tratar de averiguar la forma de encontrarlos antes que…

- Hey chicos, creo que se como encontrarlos – les grito Star Fire, y cuando todos fueron a donde esta se encontraba, pudieron ver grandes flechas amarillos recién pintadas en los pasillos, algunas de los cuales dañaron de forma inevitable algunos cuadros, y en la dirección en la que señalaban estas había una habitación en donde se daba una exposición especial y en ella se encotraban cuatro personas atrapadas de la misma forma que la muchacha que encontraron junto con los hermanos. Inclusive, existían otros letreros señalando donde se localizaban el resto de los rehenes e instrucciones para que estos pudiesen salir rápido del edificio.

- No – decía Robin – Esto debe tratarse de una broma bizarra de ellos.

- Tienes razón, no puede ser tan fácil – En la voz de Star Fire se podía percibir desconfianza ante o que veía – deben tener algo oculto para nosotros.

- Bueno, si creen que esto es demasiado fácil, entonces puedo solucionar eso.

Ni Robin ni Star Fire pudieron voltear a tiempo para evitar los golpes que Gun Shoot lanzo contra ellos y que los lanzo contra el piso. Cyborg y el Chico Bestia lograron ponerse en guardia, pero los poderosos lasers que salían de las armas de su enemigo basto para que terminasen en el piso. Todos se pusieron de pie rápidamente para verlo, con una sonrisa de satisfacción y con su arma en la mano izquierda, y ponerse en guardia.

- Tienen razón, este juego es demasiado fácil desde la perspectiva que se le vea y es por ello que estoy aquí…así que divirtámonos hasta que nuestros involuntarios espectadores exploten en pedazos – si su propósito era enfurecer a los titanes entonces no tuvo dificultad para cumplir su cometido.

- Star Fire, libera a los rehenes – le ordeno Robin – ¡LOS DEMAS AL ATAQUE!

Al ver como los titanes se aproximaban a el, Gun Shoot los recibió con disparos de su arma, confiado como siempre lo estaba de su puntería. Los primeros golpes, casi a quemarropa, fueron certeros y sus blancos terminaron en el piso, y de ser personas normales no se habrían levantado. Al verlos recobrarse, reinicio sus disparos, con más saña que nunca pero no acertó, sus blancos se movían rápidamente incluso para el. Su irritación aumento cuando el Chico Bestia, transformado en tigre, se abalanzo sobre y lo desarmo. La furia de Gun Shoot estaba al máximo y de un solo golpe mando a volar al tigre verde. Se levanto de un salto y busco su arma, y al encontrarla solo fue para ver como se desintegraba a causa del cañón sónico de Cyborg. El ver su arma hecha polvo lo hizo desear hacer lo mismo con el montón de chatarra andante, y fue este acceso de ira lo que le impidió que viese cuando a Robin cuando le dio una patada en medio del rostro.

En unos instantes, Gun Shoot pasó de la ofensiva a la defensiva. Protegiéndose de los ataques de los tres titanes. Aun si lograse esquivar a uno o incluso dos, siempre era golpeado por el tercero y además estaba conciente que Star Fire no tardaría en llegar y unirse a la pelea. Había cometido un error al confiarse demasiado pero sabia bien como resolverlo. Apenas estuvo de nuevo en el suelo, puso su mano en su gabardina y antes de que se acercasen, el golpe de un látigo les detuvo el paso. El látigo era bastante largo y grueso y tenía un color metálico y su punta estaba afilada como si se tratase de un cuchillo. Gun Shoot estaba de pie y sonriente nuevamente, agitando su juguete que tenía escondido y cuyo extremo cortaba todo lo que estuviese cerca.

- ¿Acaso creían que llevaba esta gabardina para tener estilo? – Dijo con tono de burla – claro que no, es para que pueda mantener ocultos mis creaciones… ¡Y AHORA VEAN LO QUE PUEDO HACER CON ELLAS!

Gun Shoot avanzo frente a los titanes, agitando su látigo en el aire y dejando marcas de cortaduras donde este tocase. Robín lanzo uno de sus boomerangs y bombas, pero eran cortados limpiamente en dos en aire. Sabía muy bien como usar una de sus armas y estaba dispuesto a usarlas apropiadamente. Es cierto, tenia prohibido matar por ahora, pero eso no significaba que no podía torturarlos.

En ese momento sintió una poderosa energía y frente a sus ojos su látigo se rompió, y del cual se suponía estaba hecho de un material indestructible. Al fijar su mirada, vio a Star Fire bastante furiosa y con sus ojos brillando. Volaba mas cerca de lo que el deseaba y en sus manos emanaba un resplandor verde. Para su desgracia ya había liberado a los rehenes y al parecer no estaba muy contenta con el, tal vez por lo que le había hecho hace tiempo a Robin en su ultimo encuentro.

Star Fire grito antes de que lo atacase nuevamente con sus Starbolts, y esta vez dio de lleno en Gun Shoot, que voló por el impacto hasta darse contra la pared. Este llego a pararse, pero solo fue para recibir el poder de rayos que salían de los ojos de la tamarianiana, y cuya fuerza hizo que este atravesara la pared por el golpe.

Gun Shoot estaba ahora boca arriba, cubierto de polvo y con su ropa bastante maltratada. Frente a el, estaban los titanes con rostros bastante serios. Le hubiera gustado seguir peleando, pero debía admitir que los últimos golpes sorpresas le habían sacado el aire y debía recuperarse por unos segundos. Mientras tantos, debía aceptar lo que pasara.

- ¿Por qué hacen esto? – Les pregunto Robin - ¿Están siguiendo las órdenes de alguien?

- Ay muchacho – fue la respuesta que le dio – ¿Siempre haces preguntas tan tontas? Porque no creo que sea momentos para hacerlas, especialmente cuando hay rehenes en peligro, tienes un límite de tiempo para salvarlo y hay tres ametralladoras apuntándoles en este momento.

Como si hubiese dado una orden, una ráfaga de disparos cubría por toda la habitación. En la habitación que acababan de entrar había tres hombres armados, totalmente vestidos de negro y con solo unos agujeros por donde aparentemente podían ver. La ráfaga no tenía intención de dañarlos, sino que parecía buscar una distracción que tenia la intención de permitir la huida de Gun Shoot, y la cual tuvo un rotundo éxito, porque Gun Shoot desapareció casi por arte de magia. De la nada, salieron dos hombres más y estos comenzaron a lanzar explosivos de poder bastante limitado pero efectivos para no destruir el edificio entero. En un momento de distracción de los hombres vestidos de negro, un poderoso rayo sónico hizo volar a uno de ellos por los aires, mientras que a otro lo derribo un rayo verde. Los tres restantes se preparaban para una nueva ofensiva, pero una bomba de humo los dejos ciegos y antes de que este se disipase, un enorme rinoceronte verde los embistió. El Chico Bestia volteo para asegurarse que no atacasen de nuevo, pero no había nadie ahí, solamente un montón de polvo que ahora cubría el ambiente.

- Un momento – decía sorprendido el Chico Bestia – Estoy seguro de haber golpeado a tres personas ¿Dónde es que están?

- No lo se, pero no podemos preocuparnos por eso ahora. Recuerden que hay gente en peligro y el tiempo se agota. ¡SIGAMOS ADELANTE EQUIPO!

Todos los titanes siguieron su camino, siguiendo las sospechosas flechas que se habían pintado para ellos, pero mientras avanzaban, no podían evitar preguntarse que seria en ese momento de Raven.

Mientras tanto, un recobrado Gun Shoot los miraba marcharse mientras se colocaba unos gruesos guantes metálicos. En su rostro, más que preocupación, mostraba orgullo. Para el, todo estaba saliendo bien.

- Sigan el camino amarillo muchachos – Decía – después de todo, el round que sigue al primero suele ser mas emocionante… Sobre todo cuando lo que se busca es dar emoción para el espectáculo final.

Raven se mantenía en guardia ante su adversario, sin perder en ningún momento su vista sobre su adversario. Pero Puppet Master no cambiaba su posición, con una sonrisa en su rostro y mirándola atentamente, pero de una manera distraída a comparación de su adversaria.

- ¿Planeas pelear o solo querías hacerme perder mi tiempo? – le dijo de forma retadora Raven, pero sabia que no podía confiarse, especialmente cuando la ultima vez que se vieron este dio una muestra de sus poderes, pero aun así tardo en reaccionar y cuando lo hizo fue de una manera extraña.

- Me encanta tu nombre – Dijo de forma repentina sorprendiendo a Raven por tan trivial comentario en un momento como este – Raven…Cuervo…me recuerda tantas cosas, como ese poema de Edgar Allan Poe... ¿Cómo iba un fragmento? No se porque siempre recuerdo solo el final:

"Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.

Aún sigue posado, aún sigue posado

En el pálido busto de Palas.

En el dintel de la puerta de mi cuarto.

Y sus ojos tienen la apariencia

De los de un demonio que está soñando.

Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama

Tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,

Del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,

No podrá liberarse. ¡Nunca más!"

-¿No me digas que me querías para recitar poesía? – respondió sarcásticamente Raven.

- No claro que no, pero no puedo evitar pensar en eso al escuchar tu nombre. En mi opinión el cuervo era un recordatorio del sufrimiento que sentía en su alma por sus desgracias, y sin importar cuanto lo intensen, sus recuerdos lo atormentaban y como decía el cuervo, nunca más volvería a tener un momento de dicha ante los recuerdos de su amada perdida. ¿Dime Raven, acaso has llegado a pensar alguna vez si eres símbolo de las desgracias?

- Me estas cansando, ponte en guardia o déjame ir con mis amigos.

- Pero Raven, si ya hace unos momentos lance mi primer ataque.

Una fría sensación subió por su espalda y al voltear se dio cuenta de al menos cinco personas que estaban detrás de ella. Estaban cubiertos totalmente de negro y en sus manos portaban unos gruesos anillos de acero. De forma repentina los cinco saltaron hacia ella predispuestos a golpearla con todas sus fuerzas ante lo cual Raven creo un campo de fuerza con el que detuvo a sus atacantes. En unos instantes, los cinco la atacaban con todas sus fuerzas, haciendo tambalear a Raven por sus poderosos golpes y parecía que en cualquier momento su protección terminaría cediendo y al parecer sus adversarios se dieron cuenta de ello, ya que golpeaban con cada vez mayor energía y fuerza.

Los cinco golpeaban de una forma cada vez mas sincronizada y transformaban sus ataques en uno solo. Fue en su golpe más poderoso que una nube de polvo los rodeo y ante ellos se mostró un cráter creado por su ultimo ataque, pero no había rastro de la chica. Los atacantes comenzaron a buscar por toda la habitación, pero no había rastro de ella. Fue entonces que una garra atrapo a uno de ellos para elevarlo por los aires y para la sorpresa de sus compañeros, la enorme garra lo apretó con una fuerza desgarradora solo para estrellarlo contra el techo de forma violenta y este cayo finalmente al piso de forma inerte. Y entonces, a lado del hombre derrotado apareció Raven, cuyos ojos brillaban y de sus manos brotaba su energía oscura.

Los cuatro soldados restantes parecieron mostrar dudas después de lo que le ocurrió a su compañero, pero no duro mucho ya que en un momento estaban en guardia nuevamente y se abalanzaron sobre ella. Raven contesto al ataque creando por medio de sus poderes flechas con las que atravesó a dos de sus adversarios y dejándolos fuera de combate, pero los dos que quedaban eran rapidos y fuertes, por lo que la titan tuvo que levitar para salir del alcance de sus ataques.

- Azarath Metrion Zinthos – dicho esto, una energía oscura cubrió a ambos y causo que ambos se estrellaran con una terrible violencia contra la pared. Al regresar contra el suelo tenía a sus atacantes derrotados e inertes, para placer de Puppet Master quien se divirtió con lo que acababa de ver.

- Felicidades Raven, has hecho muestra de ese delicioso espíritu asesino que tienes dentro – le dijo con una sonrisa - ¿Dime que se siente matar a cinco pobres diablos sin piedad?

- Para decírtelo tendría que matar a alguien vivo – dijo Raven pateando a uno de sus atacantes, que termino reduciéndose al polvo al igual que el resto de sus compañeros caídos – le diste vida a esos soldados de barro, ese es tu poder y por lo que te llaman Puppet Master. Así es como eran capaces de hacer el trabajo de varios hombres tu y tu hermano y fueron ellos los que nos atacaron en la mansión de Titus

- Bueno si, pero no negaras que es un trabajo muy útil, especialmente cuando tienes mucho trabajo que hacer – con un chasquido, el polvo comenzó a reunirse y en un santiamén los cinco soldados estaban de pie nuevamente, pero en esta ocasión estaban armados con una bara-bo, muy parecidas a los de Robin y las cuales hacían girar sobre ellos. Por unos momentos parecía que saltarían sobre ella y reiniciarían su ataque sobre ella, pero en lugar de eso se desintegraron frente a ella, regresando al polvo.

- Es obvio que no desperdiciare tu tiempo peleando con mis marionetas, después de todos ambos tenemos poderes que tristemente hemos desperdiciado demasiado tiempo – Puppet Master mostraba su cínica sonrisa y se acomodaba el cuello lentamente – y seria lamentable estancarnos con simples muñecos, especialmente cuando tengo tantos trucos maravillosos que quiero mostrarte. ¿Qué te parece si tu das el primer golpe?

- Muy amable, pero te arrepentirás de esto… ¡AZARATH METRION ZINTHOS! – en ese instante el techo que se encontraba sobre Puppet Master cayo sobre el, pero antes que llegase a su blanco, los restos quedaron flotando en el aire.

- Me decepcionas Raven, esperaba un ataque mas rudo…mas vale que no… ¡ME ESTES SUBESTIMANDO! – de un golpe, todos los escombros que estaban sobre el fueron lanzaros contra Raven, quien se protegió con un campo de fuerza, pero quedo perpleja al ver como su campo era fácilmente destruido ante un golpe directo de Puppet Master. Esta trato de reaccionar a tiempo pero una energía oscura muy parecida a la suya rodeo su cuerpo y la estrello contra la pared más cercana. El golpe fue bastante duro, pero Raven pudo ponerse de pie y al hacerlo pudo ver algo distinto en su enemigo, y es que sus ojos se habían tornado completamente negros.

- ¡RAVEN! – grito con un tono que parecía derrochar furia – ¡SI NO QUIERES QUE TE MATE EN MI PROXIMO ATAQUE HAS ALGO MEJOR QUE UN INUTIL CAMPO DE FUERZA! – En unos instantes, el muro que estaba tras se abrieron y dejaron salir las cañerías que estaban dentro de ellas, las cuales se colocaron en posición flotando detrás de Puppet Master - ¡MUERE!

Como si fueran lanzas, los tubos se dirigieron a gran velocidad a su blanco. Puppet Master ya estaba pensando en una excusa de cómo justificar su muerte, pero antes de que le diese, desapareció frente a sus ojos. Esto dejo por completo indignado y busco por todas parte a la chica sin encontrarla, haciendo que su orgullo fuese lastimado mas de lo que ya estaba.

- ¿Me estas buscando?

Este se dio la vuelta y ante sus ojos se mostró un enorme cuervo, tan grande que apenas entraba en la habitación, con las alas extendidas, los ojos rojos y enormes garras que eran capaces de atrapar a un hombre. Puppet Master estaba maravillado y hubiera estado encantado de ver tal criatura, pero ante sus ojos, el cuervo lo atrapo con sus garras y lo apretó con una terrible fuerza y antes de que pudiese liberarse, no pudo mas que presenciar como el cuervo lo estrellaba contra el piso con furia. El golpe le causo un terrible dolor y creo una huella de impacto tal que si hubiera sido mas fuerte hubiera caído hasta el piso de abajo, pero se puso de pie, ya que el dolor no era suficiente para molestarle. Preparo un ataque, uno que no conociera su adversaria, pero una energía oscura rodeo sus pies y no pudo evitar que este lo azotara contra la el piso nuevamente, y después que una nueva concentración de energía lo golpease en el estomago directamente. Este golpe lo dejo de rodillas y casi sin aliento, y ante sus ojos pudo ver como Raven aparecía nuevamente ante el.

- AZARATH METRION ZINTHOS – grito Raven y el piso que estaba debajo de Puppet Master se rompió en pedazos y se desmorono llevándose consigo mas pisos hasta caer a una bodega que estaba en el sótano mas profundo, llevándose al soldado del caos, y para asegurarse, arrojo los restos que estaban alrededor hasta dejar el recibidor lo mas limpio que pudo, todo para poder dar como terminada a la batalla.

- Listo…ahora debo alcanzar a los otros – Raven comenzó a concentrarse para alcanzar a sus amigos que seguramente estarían en los pisos superiores, pero antes que pudiese hacerlo ese horrible golpe en la espalda, que parecía haberse hecho por una piedra calentada con fuego durante horas. Lentamente se dio la vuelta y ante ella se encontraba Puppet Master, sonriendo como si nada a pesar que tener diversos moretones, levitando por los cielos y armado con un mazo negro del que parecía salir humo en su mano derecha y en su izquierda tenia un escudo del mismo color. Raven se preparo para lanzar un ataque a pesar del dolor en la espalda, pero la velocidad de su enemigo no era la misma y antes de que pudiese hablar, le golpeo con terrible furia en el estomago. Debido al golpe, Raven cayó al piso y sintió deseo de vomitar. El dolor era terrible, pero como pudo invoco un hechizo e intento causarle heridas graves lanzando su poder como si fueran cuchillos, pero fueron rechazados como si nada haciendo uso del escudo.

- Así me gusta – decía Puppet Master y mientras hablaba el mazo y el escudo parecían derretirse y se unían a sus manos para formar guantes de hierro – resiste hasta el fin, pelea con lo que te queda de fuerza… de lo contrario serás una perdida de tiempo

Puppet Master golpeo a la todavía caída Raven en su estomago, como acostumbraba con su terrible fuerza. Ella tal vez motivada por el dolor o por el deseo de no perder de esa manera ante el, todavía era capaz de luchar y así lo demostró al atacarlo con sus poderes y poder lanzarlo lejos de ella, pero el no se mostró preocupado ante eso. Raven se sentía humillada de estar tan mal a causa de el, pero aun así sabia que debía controlarse, no podía salirse de control.

- ¿Qué te pasa Raven? – Dijo Puppet Master mientras se ponía en guardia - Se que puedes pelear mejor, te he visto pelear mejor. ¿Acaso tienes miedo de pelear, de usar tus poderes como deberías?

- Alguien debió decírtelo antes – le respondió Raven – pero debes aprender a cerrar tu boca – Esto molesto a Puppet Master quien corrió dispuesto a golpearla de nuevo, esta vez en su cabeza, tal y como esperaba ella, y es que en cuanto lo tuvo lo suficientemente cerca, uso su poder para darle un golpe de lleno en el rostro. Sin duda le dolió e inclusive perdió un diente, pero no lo altero realmente, y solo lo motivo más. Tras el golpe, uso un nuevo poder cubrió a Raven con una especie de fuego negro. Raven estaba adolorida, pero recordó uno de los ataque que Puppet Master uso anteriormente y con sus poderes atrajo un tubo que todavía estaba en la pared destruida y en un rápido movimiento, atrajo el tubo y lo arrojo con fuerza contra la cabeza de su enemigo. Por la forma que lo golpeo parecía que había logrado darle un golpe definitivo, un golpe que lo dejaría finalmente inconciente, pero no fue así. Antes de caer, Puppet Master se redujo al polvo y ante sus ojos, el verdadero Puppet Master se revelo tras el, sin un solo rasguño exceptuando su ropa que estaba ligeramente rota.

- No puede ser

- Lo lamento Raven – le Respondió Puppet Master – pero si no lograbas dejar inconsciente a ese muñeco, entonces no valía la pena que peleara. Ahora conocerás el dolor – al decir esto, su energía oscura rodeo sus manos - ¿Soportaras pelear contra mi?

- Bah, lo único que no soy capaz contigo, es soportar tu voz. Eres más irritante que el Chico Bestia.

- Muy bien, entonces hablare menos – Al decir esto, nuevamente una energía oscura rodeo sus manos y de sus manos salio un gigantesco mazo de su mano derecha y de su brazo izquierdo un grueso escudo que cubría gran parte de su cuerpo – que sean las acciones las que hablen por si solas.

A lo lejos, una figura con su cuerpo completamente cubierto por una túnica negra y una vacía mascara blanca miraba con atención el lugar donde se desarrollaba la pelea. Estaba lejos, pero aun así podía ver el lugar claramente ya que los muros no eran un obstáculo para el. Estaba sentado y frente a el portaba su guadaña, la cual limpiaba después de haberla usado recientemente.

- Ese par modifico el plan inicial sin consultarme – se dijo para si mismo mientras veía despreocupadamente lo que ocurría – sin duda el Uroloki se pondrá furioso pero no importa mientras cumplan con su misión. Además, todo va según lo planeado y no hay nada que lo evite…Nada.