El papel de Titus.
Dos días. Han pasado dos días desde la tragedia. Randolph Titus no dejaba de pensar en eso mientras daba vueltas en su oficina. Por momentos se sentaba en su escritorio y trataba de trabajar aunque era una tarea bastante infructuosa; en otras simplemente se quedaba viendo la pantalla que se encontraba en su oficina durante horas, actualizándose como le era posible de las explosiones que se dieron dentro y en los alrededores del Museo.
Mira de nuevo su reloj. Tres de la mañana. Esta agotado, pero es totalmente incapaz de dormir ni siquiera un minuto, en especial mientras veía las horribles imágenes de los cuerpos siendo retirados y los heridos que eran desesperadamente atendidos. En ese tiempo ha tenido que soportar las molestas peticiones para que diese entrevistas o comentarios dada sus palabras tan duras que dirigió a los titanes el día que fue secuestrado, ya que pensaban que ahora usaría para reafirmas sus palabras, pero en lugar de eso simplemente mandaba un mensaje asegurando que no hablaría del tema.
Según los últimos reportes que se dieron a conocer, la cantidad de victimas fue cercana a los veinte, además de ciento cincuenta lesionados. No le sorprende en lo mas mínimo e incluso esperaba que hubieran mas muertes. Eso no debería importarle tanto, en especial ahora que sus abogados le han enviado un aviso advirtiendo que es casi imposible mantener oculto muchos de sus movimientos y que era solo cuestión de días para que la justicia caiga sobre el. Sus acciones le han hecho perder el favor de poderosos aliados dentro del gobierno y a menos que lo recuperasen no le quedaba mas remedio que dedicar todos sus esfuerzos en su defensa. Se sirvió un trago de Whisky y se lo bebió tranquilamente, algo que incluso a el le sorprende dado las dificultades que estaban a punto de estallar sobre el.
Un fuerte golpe lo hace saltar, dejando caer su vaso y derramando todo su contenido. Se dio cuenta que su ventana se abrió de golpe y se propuso a cerrarla, ya que tenia deseos de estar completamente solo. Acto seguido, tomo la botella y bebió de el directamente.
- No es bueno beber de esa manera.
Reconoció al instante la voz. Se dio lentamente la vuelta y frente a el se encontraba Robin, observándolo de forma severa.
- ¿Te parece algo importante? – Le respondió con una sonrisa – ¿Podrías explicarme como diablos entraste aquí?
- ¿Te parece algo importante? – Titus no pudo menos que dar un par de carcajadas ante este comentario. Dejo la botella en su mesa y planeaba tratar de divertirse con el, pero al reflexionar se dio cuenta que no todo andaba bien.
- ¿Qué quieres jovencito maravilla, ¿acaso has meditado mejor mi petición para ser mi guardaespaldas?
- No, quiero que me hables de Mckallum & Chedwing.
Esto lo dejo helado. Ya bastaba los problemas que tenia, pero parecía que las cosas estaban por empeorar por completo. Sabia que era inútil, pero solo le quedaba dar largas al asunto.
- Si quieres preguntar algo sobre esa empresa, mejor pregúntale a uno de sus antiguos accionistas o miembros de su mesa directiva. Por ahora no quiero que me molestes con tonterías
Busco con su mano su botella pero esta estallo en pedazos. Algunos pequeños fragmentos de vidrio dieron con su mano y al frotársela se dio cuenta que a su lado había uno de sus los boomerang de Robin. Al voltearse a verlo sintió un terrible jalón que lo mando al otro lado de su oficina. El golpe fue bastante doloroso y quedo claro que hablaba totalmente en serio.
- Hace unos años, la empresa especializada en armas Mckallum & Chedwing fue contratada para desarrollar un prototipo que tendría como propósito evitar que generales u otros hombres de alto rango activasen por decisión propia armas que se consideraban restringidas. El proyecto se llamo "Las siete llaves" y tenía como propósito el asegurar que en caso de que el presidente cayera, se pudiesen activar o en su caso evitar que se activaran el armamento nuclear con que contamos. Consistía en un código que solo siete personar o mas podían conocer y que debía decirse en un tiempo determinado para confirma la orden de ataque de una arma cualquiera. Tengo entendido que fue rechazado porque presentaba demasiadas inconsistencias.
- Interesante clase de historia niño, pero no entiendo porque crees que me importa.
- ¿En serio, Me es difícil de pensar, ¡En especial porque tu la comprantes!
Titus nuevamente fue arrojado nuevamente, causándole un fuerte golpe en la cabeza, que para su desgracia no le afecto demasiado.
- Hace un año Mckallum & Chedwing se declaro en bancarrota por diversos sabotajes y experimentos que fueron rechazados por imprácticos. En menos de un año, la compañía se levanto de nuevo gracias a que fue comprada por ti en una transacción tan sutil que muy pocas personas se enteraron fuera del círculo de inversionistas que se beneficiaron con la operación y una de las ultimas cosas que se llevaron a cabo fue trasladar todos los prototipos y planos a diversos centro de operaciones de tu propiedad. Todos ellos, por una increíble coincidencia, fueron los lugares en que Puppet Master y Gun Shoot atacaron a tu empresa.
- ¿Por qué no llegas de una vez al grano? Si vas a acusarme de algo entonces hazlo de una vez.
- De acuerdo… ¿Qué tal si te acuso de tráfico de armas y de estar involucrado en el asesinato de al menos setenta personas? – Mientras grito esto se dio cuenta que Titus reacciono de forma sorpresiva y que se esforzaba por liberarse.
- ¡No tienes pruebas, Maldito bastardo! ¡No tienes forma de cómo acusarme!
- Hay mas pruebas de las que crees Titus – Al decir esto, Robin saco un Cd, el cual arrojo a los pies del empresario quien no pudo evitar sudar – En efecto, no hay registros que te hayan hecho pago alguno, por lo menos en tus cuentas conocidas, pero te olvidaste de las cámaras de vigilancia.
Titus se dio cuenta que Robin sacaba el control de la televisión y oprimía un botón. Se vio a si mismo, sentado en su escritorio y a Puppet Master hablando de forma despreocupada con el. El video estaba obviamente editado y mostraba diversas imágenes de cómo hablaban de forma animada, llegando incluso a jugar un par de juegos de cartas. Eso no podía ser verdad, se decía a si mismo, después de todo había desconectado las cámaras y el sistema de seguridad era casi impenetrable. ¿Cómo demonios habían obtenido ese video?
- Cyborg realmente quedo asombrado por la seguridad que te rodea – Dijo Robin – Hay que admitir que es casi impenetrable y encontrar videos de hasta cuatro años de antigüedad tampoco fue dormir sobre un lecho de rosas, pero desde que me di cuenta que tus atacantes tenían predilección por almacenes que tenían almacenados prototipos de armas que nunca llegaron a construirse y cuya indemnización por el seguro fue bastante beneficiosa para ti. Apuesto que por alguna razón no pudiste simplemente que los prototipos desaparecieran y montaron un impresionante Show que preferiste mantener en secreto al darte cuenta que estuvo lleno de errores de planeación. ¿Podrías contarme porque estos comenzaron a darte la espalda y trataron de matarte la otra noche?
- ¿Acaso eso importa? – Titus para ese momento parecía haberse dado por vencido con el asunto – Fueron esos bastardos los que decidieron esa maldita estupidez de hacer que lo que compraron fueron robadas. Por mi simplemente se los hubiera entregado, pero no, ellos decidieron hacer un maldito desastre que ellos incluso me pagaron. Se suponía que se llevarían todo, tanto los prototipos como los planos y luego de un estrechón de manos ellos los usarían en donde se les pegara la gana y me dejarían en paz. Bastardos, terminaron usándolas contra mi en la primera fiesta que hago en meses.
- ¿Y cuanto costo para ti las vidas de todas las personas que murieron a causa de ellos?
- Te sorprenderías si te lo dijera. Fue en efectivo y nunca había visto esas cantidades en billetes en baja denominación, de todos las monedas del mundo. Nos tardamos dos meses en ponernos de acuerdo y fue gracias a ellos que incluso pude hacerme mas poderoso por el dinero que gane del seguro. No creo que a ti te parezca, pero valió la pena el desastre que ellos ocasionaron con tal de ganar el dinero que he ganado.
Robin se puso furioso y levanto nuevamente a Titus. Este se sintió horrorizado al ver la expresión del joven titán pero se sintió aterrado mas al ver que era llevado a la ventana abierta. Titus se dio cuenta que su vida dependía completamente de Robin y se decía para si mismo que ojala el Titán mostrase la piedad que el tal vez nunca mostraría. Para su fortuna, al poco tiempo fue lanzado nuevamente al centro de su oficina.
- Entregare todo esto a la policía. Quédate con los videos que te di, tengo mas de donde salieron esos. Con los problemas que ya tienes, es seguro que pisaras la cárcel de por vida antes que acabe el año. No intentes huir, yo me encargare de que eso no llegue a pasar.
- No te preocupes por eso niño. Nunca he escapado de los problemas y no comenzare ahora. Solo te pido que me respondas una pregunta si es verdad que piensas condenarme.
- ¿Qué quieres saber?
- ¿Cómo esta Raven? – Al preguntar esto, en la voz de Titus se sintió un tono de tristeza, tal vez acorde a su rostro, el cual no quería mostrar a Robin.
- Esta inconciente. Fue herida por Puppet Master pero esperamos que este bien muy pronto.
- Ya veo. Bueno, ella estará bien, se que estará bien. Mándale saludos de mi parte
Tardo muy poco en darse cuenta que ya no se encontraba en la habitación. Se levanto lentamente y miro por la ventana en la que creía que se había ido.
- Jejejeje, realmente te asusto ese niño. Un poco mas y te hubieras orinado en tus pantalones.
Titus volteo a ver al intruso burlón y ante el se encontraba el. Era el segundo mas importante dentro del concilio y era la primera vez que lo veía fuera del templo en toda su vida. Portaba su báculo de serpiente, su túnica negra y sobre todo, su yelmo en forma de dragón que le cubría totalmente su cabeza a excepción de sus ojos.
- ¿Desde cuando estas ahí?
- Ah, desde hace horas. Ese Robin se tardo demasiado, a pesar que se le dio tantas pistas. Primero esos tarados que no saben callarse la boca, luego hacemos que salga a la luz tus negocios clandestinos y hasta infiltramos un par de videos y aun así se tomo dos días. Debería sentirse avergonzado.
- ¡¿Qué! ¿Cómo pudieron hacerme eso? He sido leal, estoy contando las cosas tal y como me han pedido que las cuente y mande al diablo mi reputación, mi dinero y hasta convencí a un amigo en comprar esas horribles fotografías solo para que las destruyeran porque me lo ordenaron.
- Tienes muy mal humor últimamente Titus, y si mal no recuerdas tu aceptaste no solo ser nuestro proveedor sino sacrificarte y eso es lo que estas haciendo. Es cierto, ahora las cosas se ven de mal en peor pero todo mejorara.
- Dile eso a mis abogados. Solo es cosa de horas para que termine en la cárcel mas repugnante en cuanto llegue a la opinión publica el hecho que hice tratos con terroristas.
- Deberías dejar de ver las cosas desde una perspectiva tan superficial. Si, serás investigado, perderás la confianza pública y un par de inversionistas, pero nunca pisaras la prisión. De eso me encargo yo en persona.
- ¿Viniste hasta aquí solo para asegurarte que estoy tranquilo y Robin me patease el trasero?
- Oh, no. Claro que no. Lo de Robin fuero los designios de mi señor, pero también quiero hablar contigo. Sabes, últimamente te has vuelto un tanto altanero con nosotros y eso debe terminar.
Titus escucho el sonido del televisor cambiando de canal y la imagen que estuvo ante el lo dejo boquiabierto. Ante el se encontraba un hombre, luego lo reconoció como el fotógrafo cuya exposición póstuma fue destruida en la explosión del museo. El se encontraba sentado, temblando de miedo, y mirando a dos direcciones. Tardo un poco pero se dio cuenta que se trataba de una ceremonia de castigo y solo podían ser dos personas las que se encontraban allí.
- Redrum y El… ¿Por qué? ¿Tan grave fue el delito?
- No, de hecho fue realmente leve. Pero la tolerancia ha sido considerablemente disminuida. Por ejemplo, nuestro amigo se le dio a elegir quien seria el que lo castigaría, Redrum o nuestro líder en persona, y fue tan tonto que pidió a nuestro líder. ¿Sabes que paso?
Un terrible grito lleno de dolor interrumpió la conversación. Frente a el pudo ver a un hombre, con el rostro desfigurándose por el miedo y otros motivos terribles e imperceptibles. Titus cayo al piso y vomito por la escena, que se volvía mas y mas grotesca y que parecía ser del agrado del Uroloki.
- Espero que estés disfrutando el video Titus. No queremos que te sientas presionado ni nada por el estilo, solo queremos recordarte cual es el destino de quienes muestran dudas y ceden ante la presión. Recuerda que si te mantienes fiel al plan, no tienes que temerle a nada. Ahora duerme, que tienes un largo día en la mañana, además que tienes que explicarle al pentágono porque vendiste las Esferas del infierno a terroristas.
Titus en cualquier otra situación se hubiera puesto de pie y habría contestado lleno de furia. Pero en ese momento, al escuchar el sonido de la tortura y las imágenes repugnantes, no pudo mas seguir vomitando y maldecir para sus adentros.
Raven despertó al tercer día. Estaba cansada y aun se sentía algo adolorida, especialmente del abdomen. Se dio cuenta que se encontraba en la enfermería y que Cyborg y Star Fire estaban ahí, pero todavía no se habían dado cuenta de que había despertado. Raven se pregunto cuanto tiempo se quedo dormida y que habría pasado en ese tiempo.
- Por fin despertaste – Cyborg fue el primero que se dio cuenta que Raven desperto – Ya estabas empezando a preocuparme.
-¡Raven! – Star fire abrazo de forma emocionada a su amiga al ver que se encontraba a salvo, olvidando a causa de su emoción controlar su propia fuerza, lo que se hizo evidente por el dolor que se reflejo en el rostro de Raven – Lo siento, ¿Te encuentras bien?
- Si Star Fire, tan bien como puede estar alguien al entrar en una trituradora. ¿Qué ha pasado?
- Bueno, digamos que recibiste un paliza y que por mas suerte que otra cosa estas viva
- Eso no me interesa, yo quiero saber que paso... en el museo.
Un silencio bastante incomodo lleno la habitación y el rostro alegre de Star-Fire desapareció y uno serio ocupo su lugar. Cyborg miro un momento al piso antes de contarle lo ocurrido.
- Todos salimos a tiempo gracia a ti, pero las explosiones fueron tan grandes que afecto toda la cuadra y sus alrededores. Todo lo que nos dijeron fue un engaño, no habían rehenes, no vivos por lo menos, y las bombas estaban ocultas bajo tierra. Las victimas fueron demasiadas, ya han superado los treinta muertos y los heridos son cada vez mas, pero pudo ser peor de no ser gracias a una llamada anónima que dijo que habían mas bombas a punto de explotar en el área. No hay forma de saber quien lanzo la advertencia pero salvo la vida de miles de muchas personas.
- ¿Qué hay de Puppet Master y Gun Shoot?
- Escaparon y no dejaron ninguna pista. Ni siquiera se tomaron la molestia de poner su tonta firma en esta ocasión.
- Ya veo – Raven se sentó. Ya no le dolía demasiado el estomago y no tenia en su cuerpo rastro alguno de la pelea por lo que pudo sentarse y suspiro profundamente antes de seguir hablando - ¿Qué hay de Robin? ¿Cómo ha tomado todo esto?
En esta ocasión fue Star Fire quien le respondió.
- No demasiado bien. Se obsesiono tanto como solía hacerlo con Slade y lo que descubrió lo ha hecho sentir muy mal. Ese hombre tan desagradable, que quería que trabajáramos para el en realidad era un hombre mas perverso de lo que se pensaba. Ese clorbag fue quien les dio sus armas a Puppet y Gun
- ¿Titus fue quien les dio sus armas? No parece nada sensato, pero es muy sabido que es demasiado codicioso. De seguro no esperaba que el tiro se le saliera por la culata… ¿Qué pruebas encontró Robin de ello?
- Fueron videos, cuando solo eran ladrones y desaparecían por ciertos periodos de tiempo. En ellos se ven a Puppet Master y Titus hablando con y bebiendo con gran alegría…¡Ese maldito! – En la voz de Cyborg emanaba una fuerte sensación de ira - ¡Le salvamos la vida, y a pesar de maldecirnos por todos lados trato de comprarnos para salvarle el trasero de nuevo! ¡Ese maldito Resulto ser uno de los que armaron hasta los dientes a esos malditos!
- No te sientas culpable por eso Cyborg – en la voz de Star Fire había un tono consolador – El era bastante desagradable pero después de lo que paso en su casa…Era difícil de creer que el estaría involucrado.
- No me sorprendería que el haya fingido lo del secuestro, todo con tal de sacarse cualquier sospecha de encima.
- No lo creo Cyborg – Le dijo Raven - Es cierto, puede que el les haya dado armas pero ellos no dependen de ellas. Gun Shoot ha demostrado ser resistente a los golpes y sin importar que tan grave sean sus heridas el se recupera con excesiva rapidez, ademas de saber pelear muy bien a mano limpia…y no olvidemos a Puppet Master, puede crear muñecos con vida artificial y sus poderes mágicos…no, el tuvo recibió esos poderes de alguien con muchas habilidades o tuvo que someterse a un entrenamiento de muchos años, no ellos han sido entrenados por algún tiempo… Oigan, ¿Qué paso con Robin y Chico Bestia?
- Tendrás que olvidarte un rato de chico bestia, el estuvo cuidándote toda la noche y ahora esta tomando una siesta, aunque no esta muy lejos – Cyborg señalo a un murciélago verde que estaba durmiendo profundamente en una esquina – en cuanto a Robin, pues esta afuera, buscando mas información y esta enfocando su atención en el arresto de Titus. Además de vender armas, se le descubrió un fraude de gran magnitud, sin duda algo digno de un ángel.
- Entiendo…tengo sed, ¿Podrían traerme un Té de hierbas?
- Será un placer mi amiga. ¿No te gustaría que te preparase un platillo de Tamaran? Te llenara de energía te dará algo de color al rostro.
- Emmm…no, gracias, estoy bien con el Té – Raven no era capaz de olvidar la ocasión que estuvo en cama durante una semana al probar la sopa que Star Fire le convenció probar la ultima vez, pero le agradado la sensación que este ofrecimiento le causo.
- ¡Maldición!
Con un golpe, Gun Shoot rompió en pedazos la televisión. Nunca fue capaz de controlar su ira y ahora, al tercer día de la paliza que recibió del Uroloki por no estar de acuerdo con la forma en que se desarrollaron en el museo. Se sentía humillado y frustrado, por ello no dejaba de destruir lo que tenia enfrente cada que tenia un acceso de ira. A su lado, Puppet Master se ponía a leer sus libros cuando se aburría de ver a su hermano furioso.
- ¿Podrías avisar la próxima vez que destruyas algo? Tal vez así pueda guardar mis cosas antes que las destruya, como el televisor que yo compre, la radio que yo compre y mi cama.
- Si claro, tal vez en cuanto mi furia desaparezca o el Uroloki caiga muerto.
- Tienes suerte que nadie te escucho decir eso. Vamos, olvida todo esto, ya pasaron tres días y deberíamos preocuparnos por otras cosas. Olvida tu obsesión por el Uroloki.
- ¿Bromeas verdad? Ese maldito la tiene contra nosotros. De no ser por El ya nos abría matado. Tiene algo en contra de nosotros y lo se muy bien. Ni siquiera sus castigos son realistas, como el que le dio ayer al imbecil del proveedor.
- ¿Qué paso con el? – Puppet Master, quien no solía prestar atención a su hermano mas que el necesario puso toda su atención en el. Su hermano tal vez tenia un horrible temperamento pero si se podía reconocer una cosa era que en medio de su mal genio cuando se enteraba mejor de lo que le rodeaba.
- ¿No lo sabes verdad? Bueno, por su culpa el ataque no tuvo la cantidad de muertes que se habían calculado. No me preguntes como, pero se enteraron que el fue quien hizo la llamada anónima que puso en alerta las autoridades.
- ¿Mando una advertencia que salvo a mucha gente y altero parte del plan de nuestro señor? Debe ser una mala broma, Titus lanzaría a su madre por un barranco antes que arriesgar su pellejo.
- Solo te digo lo que se. Obviamente las consecuencias no se hicieron esperar y ya se han encargado que se infiltre en tiempo record sus verdaderos negocios y sus tratos con nosotros. Creo que el mismo Uroloki mando una advertencia en persona.
- ¿En serio? Es interesante.
- ¿Qué demonios te parece interesante?
- Oh vamos, solo debes relajarte un poco y te darás cuenta lo ilógico que es todo esto. En primera debes recordar que los castigos no los sanciona el Uroloki, por tanto cualquier cosa que sufra Titus es por decisión de El. Ahora has memoria con lo que paso con Manning. ¿Recuerdas el castigo que se le dio a ese inglesito traumado que se negó a tomar unas fotos? Redrum y El en persona lo hicieron sufrir hasta caer en la locura, pero en cambio, Titus no solo se entero de un plan secreto sino que lo revelo a las autoridades que se encargaron de salvar la mayor cantidad de gente posible mientras peleábamos y solo recibió un castigo leve. Ni siquiera el hecho que advirtiese a la policía tiene sentido.
- Tal vez estaba resentido porque casi lo matamos.
- No se, todavía queda lo del castigo. Incluso un miembro del concilio hubiera sido condenado a muerte y a nosotros nos hubieran arrancado los ojos. No me evito pensar que no tiene sentido…A menos que nuestro señor lo hubiese planeado de esa manera…Bah, olvídalo. Últimamente estoy pensando demasiado y tu nunca me prestas suficiente atención cuando la requiero.
- Concuerdo contigo en eso ultimo.
Puppet Master quería decir algo mas, pero el sonido de un timbre los interrumpió. Fue el quien se dirigió a la puerta a sabiendas que su hermano en medio de su mal humor seria capas de lanzar de golpear al que se encontrase frente a el. Al abrir la puerta solo se encontró con un papel doblado por la mitad. Al abrirlo lo primero que llamo su atención fue el símbolo del ojo que resaltaba a simple vista. Al leer el contenido su sorpresa fue bastante grande y se demoro en destruir la nota como sabia que era su deber.
- ¿Qué demonios pasa hermano?
- Algo curioso. Nos acaban de despojar de toda libertad para planear nuestros propios ataques.
- ¡¿Qué! – Fue tanto su enojo que golpeo a la pared mas cercana, dejando un gran agujero en ella - ¡Es lo peor que nos pudo haber pasado! ¡Te dije que el imbécil del Uroloki la tiene contra nosotros!
- No exageres, conociendo a nuestro señor, seguramente nos seguirán apoyando para hacer lo que queramos pero con ciertas limitantes.
- ¡Estupideces, a ti te importa un bledo lo que pase mientras puedas pelear con Raven
- Y dale con esas tonterías. Deja de sobreactuar que estoy convencido que no nos afectara tanto. Además es una orden directa y no podemos desobedecerla. Ahora, lo primero que debemos hacer es sacar un presupuesto porque ya es hora que pagues lo que has roto.
- Creía que estarías meditando todavía.
Raven volteo y vio a Robin detrás de ella. No lo había visto desde que despertó en el día anterior. Desde entonces, Raven se levanto y se dedico a meditar en la azotea para asegurarse que estaba completamente recuperada. Según sabia, Robin se aseguro que la policía se hiciese con la información necesaria para que se iniciase un proceso legal por fraude y traición contra Titus, algo que seguramente no le dejara un buen sabor de boca, ya que sabia que este podría escaparse o zafarse de algún modo. Al final de cuentas era mejor así, no podía simplemente golpearlo y entregarlo a la policía ya que todavía contaba con algo de poder. No, era mejor entregarlo a las autoridades, personas entre los cuales sabia existían muchos que buscaban enjuiciar de forma estrictamente legal a un hombre como Titus, alguien desagradable que detrás de las sonrisas hipócritas que le dedicaban, se encontraban deseos de verlo caer.
- Hace un momento que termine – le respondió Raven – Pero tuve deseos de contemplar un rato el cielo. ¿Recuerdas lo que me dijiste hace algún tiempo sobre los amaneceres?
- Si, que eran la promesa de un emocionante y mejor día.
- Ese día me pareció algo ridículo, pero ahora comprendo lo que quisiste decirme.
- Me agrada oírte decir eso.
Ambos miraron un rato al cielo, sin emitir el mas mínimo sonido. El sonido de unas gaviotas volando y el viento era lo que predominaba en ese momento.
- Perdóname Raven... me hubiera gustado estar ahí cuando despertaste pero…- Robin suspiro brevemente – perdí la noción del tiempo.
- Espero que eso no haya sido en serio – en la voz de Raven se podía sentir cierto enojo fingido – Esa disculpa deberías dármela si te hubieras quedado todo el tiempo conmigo y hubieras dejado de lado tus responsabilidad y le hubieses dado oportunidad a Titus de darse cuenta de sus errores y borrar sus huellas. ¿Ya inicio la investigación?
- Ya, incluso se dice que con lo que tienen pueden encerrarlo de por vida y por fortuna se dejo poner un brazalete de ubicación. No importa lo que intente, si trata de escapar ahora empeorara su ya pesima situación.
- Ahora solo nos falta encontrar a Gun Shoot y Puppet Master.
- Si…y no creo que tarden mucho en volver al ataque…Sabes Raven, cuando Titus vino a la torre te prometió cumplirte un favor.
- Dudo mucho que el tenga algo que yo pudiese desear.
- ¿Ni siquiera algo que nos conduzca a los soldados del caos? – Raven pensó un momento antes de decidirse a contestar.
- No, dudo mucho que tenga siquiera conocimiento de eso…Sabes Robin, creo que Cyborg tiene un juego nuevo que quería mostrarte.
No podían encerrarlo. Titus se repetía eso una y otra vez hasta que se hizo demasiado obvio que la posibilidad podía ser realmente factible. Parte de la información se filtro a la prensa y ahora era odiado casi de forma unánime por la opinión pública. Sabia que podía zafarse de la acusación de traición, ya que el intercambio se dio cuando eran ladrones y en su mayor parte se trato de equipo que se podía usar para robar. Los fraudes y las compra de materiales ilegales no se había dado a conocer todavía al publico y de eso tendría que encargarse los abogados. Lo que le preocupaba, era Las esferas del Infierno. Su sola posesión era algo muy delicado y al enterarse en el pentágono que faltaban un numero significativo de ellas, sobre el caería todo el peso del gobierno estadounidense.
Necesitaba un trago. No podía beber, no por lo menos desde esa horrible visita de Robin y el Uroloki. Ese maldito Uroloki y ese maldito Concilio; se sacrifico por la garantía de una maravillosa recompensa que ahora parecía muy lejana. El poder que daba el dinero era algo muy grande, pero sabia que el Concilio le daría algo aun mayor, un poder que solo algunos sueñan y que el, después de diez años de lealtad y sacrificios que culminarían muy pronto, podría aspirar. El concilió dependía de el como el dependía del Concilio, pero ahora esos malditos parecían burlarse de el y el seria capaz de venderlos si supiera de donde están e ignorase los horribles castigos que tenían los que dudasen de El.
Miraba el atardecer cuando sintió una explosión de terrible magnitud. La vibración causada por ella lo tiro al piso. Minutos después hubo una segunda explosión que hizo que volviese al suelo. Al mirar por la ventana, se dio cuenta que un Hospital y la jefatura de policía estaba en llamas. No tenia dudas de quienes eran los responsables y su mente ideo una forma de tener el favor público de nuevo y hacer que las personas que lo odian no puedan cazarlo de forma ruidosa como muchos quisieran. Un asistente abrió la puerta de su despacho y casi suplico porque buscase un refugio pero no podía evitar ver tan horrendo espectáculo. Los titanes llegarían pronto, eso esperaba el. A una semana de su ultima pelea, esperaba que Raven estuviese recuperada.
- Explotaron – murmuro par si mismo – Si me preguntan, diré que explotaron. Cuando se den cuenta ya será muy tarde.
