Los jóvenes titanes no me pertenecen ni a mi, ni a Marvel, ni a Image y ni siquiera a Dark Horse sino que le pertenecen a DC comics y hago esto por el puro placer de hacerlo, y aunque me pagaran, créanme que no avanzaría mas rápido.
Dentro de una mente ajena
Raven abrió los ojos. Al principio todo era demasiado oscuro y le costo trabajo ver en un principio. Fueron necesarios que pasaran al menos unos minutos para que sus ojos se acostumbrasen lo suficiente a la oscuridad que estaba frente a ella. Finalmente pudo ver, pero se dio cuenta que no había en realidad nada especial que ver. Todo era un largo territorio árido, llenas de rocas y de un largo camino empedrado de la forma más tosca.
De repente reacciono. Se reviso todo el cuerpo, pero no había ninguna herida. Incluso su capa estaba intacta. No le parecía posible haberse recuperado tan rápido, al menos que hubieran pasado al menos unos días desmayadas. El lugar donde se encontraba no podía estar cerca de Jump City, eso lo revelaba todo el territorio que podía alcanzar su vista. Un enorme territorio muerto, con apenas luz suficiente para poder ver.
- ¿Dónde estoy?
- En el peor lugar que podrías estar
Raven volteo y frente a el se revelo un hombre sumamente extraño. Vestía una túnica sumamente sucia y maltratada que en otros tiempos debió ser de color blanco. Se apoyaba un báculo tan maltratado que no parecía tener mas uso que poder usarlo como bastón. El hombre no era viejo sin embargo, pues a pesar de estar ligeramente encorvado, su rostro no pasaba de los cuarenta años. Su rostro era sin embargo lo que mas llamaba la atención de la titán pues a pesar de su relativa juventud, sus ojos también expresaban una especie de locura demasiado evidente. Miraba a todas partes y a la vez a ningún lado, su barba tan enmarañada y sucia tenia evidencia que había arrancada por mechones de forma reciente.
- ¿Quién eres? – dijo Raven mientras se ponía en guardia. El desconocido se puso a reír pero de una forma que solo lo hacen los hombres que casi estaban en los linde de la locura.
- quien soy, quien soy, quien soy, la chica frente a mi me pregunta quien soy. No soy un rey, no soy un adivino, simplemente un mago fracasado, eso es lo que frente a la chica esta jajajajaja – la forma de hablar era cantando lo que decía mientras golpeaba su báculo al suelo – cierto , cierto, lo que quiere es mi nombre. Mucho gusto, mucho gusto, en mis tiempos, River es como era conocido. ¿Qué nombre tiene la chiquilla¿Quién es mi compañera de celda?
No parecía haber muchas dudas, el hombre que estaba frente a ella había enloquecido. Pero había algo que llamo su atención.
- ¿Qué quieres decir con compañera de celda?
- Si estas aquí, entonces es que fuiste atrapada por Maharya. Ese maldito, ese maldito, te atrapo en su mente y no te habías dado cuenta. Por favor me dirías tu nombre.
- ¿Maharya?
Raven se imagino que ese debía ser el nombre del enmascarado. Quiso intentar leer la mente del individuo. Fue entonces que se dio cuenta que algo estaba mal, pues sus poderes simplemente no funcionaban. Trato de concentrarse pero nada funcionaba. Al parecer si se encontraba en la mente del tal Maharya, pero era tan distinta a las que había llegado a ver antes.
- Debo salir de aquí
- Yo que tu no lo intentaría. Has lo mismo que el viejo River, ponte cómodo y disfruta el paisaje. Eres demasiado pequeña para intentar escapar, mejor espera unos años, mejor hazme compañía, por favor hazme compañía.
River ahora se mostraba con un tono más suplicante y humilde a la vez que racional, pero todavía mostraba señales erráticas.
- ¿Sabes de un camino para salir?
- Si, conozco un camino, un buen camino, pero es peligroso. Muchos lo han intentado, no se si escapan, personalmente a mi me da miedo, solo tres cuartas partes del camino recorro. Pero he estado solo, solo demasiado tiempo. Mejor hazme compañía, mejor vivamos aquí. Conozco lo suficiente para estar a salvo, lo suficiente para que Maharya no nos tome en cuenta.
Raven fue acercándose a el y se dio cuenta que tenia un aspecto mas lastimero que lo que se imaginaba. No mostraba señales de estar débil, de hecho mostraba señales de ser un hombre bastante fuerte e incluso atlético, pero era su mente lo que estaba sumamente dañada. La soledad le presiono al máximo su mente, o eso parecía frente a ella. No tenia forma de saberlo, no sin sus poderes.
- Tengo que buscar a mis amigos. Ellos me necesitan. Maharya quiere hacerles daño y debo tratar de impedirlo ¿Lo entiendes?
Lo dijo de uniforma que era sumamente fraternal, lo mas que pudo lograr. Trato de consolar la mente del hombre que estaba frente a el. A pesar de haber llegado a dudar, funciono perfectamente.
- Si, comprendo… Comprendo… pero es peligroso el camino, incluso el que conozco – parecía que algo de su cordura regreso en ese momento pues trataba de divagar menos – tendrás que seguirme en todo momento, no te separes, no te alejes. De lo contrario, no podré guiarte por el trecho seguro… eso si, solo un precio exijo.
- ¿Precio? – esto le pareció tanto desagradable como inesperado – ¿cual es tu precio?
- Nombre…por favor, dime tu nombre.
Raven lo miro por un momento. Parecía sentirse desesperado por saberlo. Decidió darle gusto.
- Raven
- Raven…. Raven, Raven, Raven, Raven, Raven… guiare a Raven por el camino… perfecto, sigueme Raven, yo te guiare a la que creo que es la salida.
El hombre que seguía caminaba con mucho vigor, casi no parecía tener verdadera necesidad del báculo. Al principió seguían el camino empedrado, pero luego se desvío completamente. El aseguro que era porque ese camino era una trampa más. Aquel que lo siguiese solo caminaría y caminaría sin rumbo para regresar otra vez al comienzo… el lo sabia bien.
Mientras mas avanzaba, más extraña le parecía esa mente. No había nada que indicase personalidad alguna, no existía, ni siquiera un solo rasgo que pudiese considerarse como un rasgo particular, nada mas existía ese horrible desierto. Mientras avanzaba se dio cuenta que no se cansaba, de hecho no sentía nada. Apenas y podía percatarse que estaba pisando el suelo o que sus manos podía tocar al hombre que estaba frente a el, pero era como si no existiese nada de lo que estaba frente a el.
- Te parece interesante ¿No es así?
- ¿Qué?
- La mente de Maharya… es interesante para ti verdad… ¡NO DEBARIA SERLO! Deberías tenerle miedo… pavor… horror
Raven debía admitir una cosa y era que se encontraba en una mente sumamente interesante.
- Pues…
- Curiosa… tenias que serlo… yo también lo fui en un principio, antes que el miedo me derrotase… era un gran hechicero… uno de los mas grandiosos… y entonces me enfrente a Maharya. No me mato, me tuvo lastima. Me absorbió dentro de su cabeza y se hizo mucho mas fuerte…ese es el destino de quien se le enfrenta… alimento para su mente… a menos que escapes… y solo unos cuantos conocen ese camino…aunque sus destinos los desconozco.
Raven miro a River un momento. En su rostro se reflejaba un hombre que hacia tiempo que había sido derrotado. Los deseos de vivir lo habían abandonado. No podía menos que sentir lastima por ese hombre que había sido invadido por el miedo y, sin duda, por la locura.
Luego de caminar un largo trayecto, encontró un enorme arco. River trato de evitarlo pero Raven llego a sentir algo de curiosidad. Se dio cuenta que tenia algo escrito, pero no podía leerlo.
- Yo que tu me alejaría, me alejaría, me alejaría. La mente de Maharya es peligrosa.
Raven decidió hacerle caso. Debía salir lo mas pronto posible y meterse en algún peligro innecesario era lo ultimo que deseaba en ese momento. Ya no sabía cuanto tiempo llevaría caminando. Era curioso, pero se dio cuenta que ahí el tiempo no parecía existir.
Mientras avanzaba algo extraño le ocurrió. Primero noto la existencia de una puerta, una vieja puerta casi arruinada. Decidió alejarse pero entonces se dio cuenta que estaba en otro lugar. Uno sumamente hermoso, lleno de flores y plantas, donde los árboles no solo eran grandes sino que sumamente hermosos. No importaba donde mirase, siempre estaban los árboles y las flores ahí, hasta lo mas lejos que alcanzaba su mirada. Música, de algún lado venia una hermosa melodía. A diferencia de lo que había ocurrido antes, todos sus sentidos funcionaban al máximo, sintiendo el maravilloso aroma de las plantas y escuchaba con gran placer la melodía que se oía por todo el lugar.
- ¡Primavera!
Escucho la voz de una niña gritando emocionada. Trato de esconderse entre los árboles y ahí estaba. El terrible Maharya, cargando su guadaña y portando su mascara pero estaba acompañado de una niña. El primero avanzaba lentamente, mientras que la segunda iba corriendo emocionada por el lugar.
- Si, se llama primavera. Primera de las cuatro estaciones de Vivaldi. Personalmente prefiero el Invierno por sus movimientos más audaces y enérgicos con los violines, pero por alguna razón la gente recuerda más la primavera. Simplemente son cosas de los gustos personales.
- A mi me parece bonita
- Nunca dije que fuera una mala pieza.
La pequeña miro y escucho con mucha atención. Estaba disfrutando lo que tenia ante ella.
- Algún día tocare las melodías que usted quiera escuchar mi señor.
- ¡Y dale con eso! – el tono de Maharya fingía una sensación de reproche con cierto tono juguetón - ¿Cuándo dejaras de llamarme señor?
- El día que usted me llame por mi nombre.
- Mmmm…muy bien, me ganaste esta.
Maharya tomo se acerco a la niña y le acaricio la cabeza. No tendría mas de ocho años y le extrañaba que mostrase tanto afecto por ella. Trato de acercarse para ver mejor, quería conocer la identidad de la chiquilla que estaba con ese monstruo.
El escenario cambio de pronto. Ya no se encontraba en ese hermoso lugar lleno de flores y arboles, sino que ahora era un calabozo o eso le recordó a primera vista. Mientras mas lo veía se dio cuenta que no podía serlo, puesto que era sumamente espacioso. Parecia ser un extraño lugar de entrenamiento.
Un grito lleno de dolor le hizo voltear. Reconocía de quien era la voz y no podía creerlo al principio. Se acerco y se dio cuenta que nuevamente la música estaba ahí, esta vez se trataba de un Réquiem. Un triste réquiem. Cuando llego al lugar donde venían los gritos, ahí estaban ellos otra vez. La niña ya no era esa pequeña sonriente sino que ahora estaba encadenada de las piernas. Se encontraba desnuda de la cintura para arriba y estaba completamente cubierta de sangre. Las heridas eran perceptibles desde donde estaba y tenían una apariencia sumamente desagradable. Tenía una espada tirada frente a ella, y por lo que podía ver, la había estado usando.
Maharya estaba ahí, portando una espada, dejando su guadaña apoyada en una pared. Ya no se mostraba en la misma actitud agradable que hace un minuto, sino que ahora era el ser que ella imaginaba que era.
- ¡UNA VEZ MAS! – grito el enmascarado – ¡YA CASI LO LOGRAS!
Ella se levanto sin titubear. Se notaba que había perdido demasiada sangre pero no llego a dudar ni una vez. Maharya se lanzo contra ella sin mostrar ninguna clase de consideración, atacando a matar. Esta a su vez se defendía lo mejor que podía, pero al final fue atravesada en el muslo por la espada de este. La pequeña cayo al suelo, gritando de dolor. El enmascarado solo retrocedió un par de pasos.
-¡TECNICA CHIQUILLA, TE FALTA TECNICA! NECESITAS PRACTICAR MAS… Tomate un descanso, luego veremos que puedo hacer contigo.
- No…quiero…intentarlo.
A pesar de su aspecto, ella parecía mostrarse firme. Quería seguir combatiendo esa tortura.
- no seas idiota, te voy a terminar matando.
- Solo… una vez… mas.
Maharya dudo. Luego levanto su espada y se lanzo contra ella. Esta vez mostró aun mas resistencia y logro salir sin ningún tipo de herida. Entonces cayo al suelo, bañada en sangre.
Raven fue entonces empujada con muchísima fuerza. De nuevo estaba frente a ese extraño lugar, oscuro y completamente árido. La puerta estaba ahí, pero ahora habían cientos de ellas, una a lado de la otra. River estaba junto a ella, completamente aterrado.
- NO ENTRES EN ELLAS, NO ENTRES SIN MI A TU LADO… la memoria de Maharya es peligrosa, es sentencia de muerte.
- ¿La memoria¿Esta detrás de las puertas?
- así es, toda esta detrás de la puerta. Sin embargo solo locura y horror puede causar. Yo una vez entre… nunca me recupere… cosas horribles eso es lo único que encontraras.
Raven le extraño esto. Sin duda esta mente era extraña, pero no podía creer que realmente haya visto a la misma persona actuar de forma completamente distinta. Primero trataba a una niña como su hija y posteriormente la atacaba a matar como si no le importase. Un ser tan contradictorio solo podía hacer movimientos completamente inesperados y peligrosos.
- Sigueme, sigueme… ya casi llegamos a los limites.
Raven y River siguieron el camino que este le señalaba. Mientras mas avanzaba, mas puertas se encontraba en su camino. Ninguna de ellas parecía tener algo especial, sino que eran igual de viejas y maltratadas. No podía evitar sentir algo de curiosidad, pero lo mejor era seguir el camino y no desviarse.
Ya no sabia por cuanto tiempo había caminado cuando encontró otro camino empedrado y mas adelante una encrucijada. River se negó avanzar un solo paso mas.
- Este es el límite… el ultimo lugar seguro de este repugnante sitio. Me temo que soy demasiado cobarde y hasta aquí llego… no daré un paso mas… ni un paso mas… solo debes elegir una ruta… una te llevara a la salida… cualquier otra me temo que no tengo idea.
- Gracias – dijo Raven – al menos es algo
- No, no es algo, es nada… soy un inútil… me temo que he fallado… lo lamento, hasta aquí llegamos. Mi amiga, lo lamento mucho.
Entonces se echo a correr gritando incoherencias. No pudo detenerlo, puesto que no quería alejarse demasiado del lugar. En realidad si había sido de ayuda, especialmente si lo que el decía de los peligros ocultos era verdad. Cuando River termino de correr fue obvio que ahora estaba sola. No tenia forma de guiarse, por lo que ahora debía seguir su instinto. Decidió seguir el camino de la izquierda y espero que hubiera tomado el camino correcto.
Mientras caminaba, se dio cuenta que el camino había cambiado. Ahora había encontraba rastros de edificios en ruinas. Apenas quedaban las bases de estos pero debieron ser edificios magníficos. Decidió alejarse de estos pues todavía quedaba la posibilidad que fuesen partes de los recuerdos. Luego de varias horas, o lo que le parecieron varias horas de tan monótono paisaje, se pregunto si había tomado el camino correcto.
Parpadeo un momento y hubo un cambio. De repente el camino empedrado y el desierto cubierto tanto por rocas como por ruinas desaparecieron ante sus ojos y revelo un largo pasillo iluminado apenas por antorchas. Raven se mostró sorprendida apenas por unos instantes pues luego de una breve caminata se encontró con una puerta. Era una puerta totalmente distinta a las que hubiera visto, pues se trataba de una puerta de bronce con un dibujo de un ojo sumamente realista rodeado por al menos tres triángulos que a su vez creaban uno mas. El ojo tenia una inscripción que reconoció al instante.
- Perded toda esperanza aquellos que entren aquí.
Raven no dudo y empujo la puerta. Tenía que salir de ahí y entraría en la puerta que fuera necesaria para eso. Tomo aire y entro rápidamente a la habitación que tenia enfrente.
Se trataba de una habitación en apariencia vacía. Las antorchas que la iluminaban mostraban claramente la desnudes de esta, con ningún color que la adornase mas que uno que otro cuadro negro desperdigado sin sentido. Continuo avanzando, no parecía haber nada que temer. Siguió caminando de frente, no podía echarse para atrás ahora. ¿Por qué se sentía incomoda dentro? No tenia sentido. Siguió avanzando. ¿El tal Maharya la encontró? No, debía pensar en otra cosa.
Frente a ella apareció otra puerta, exactamente igual que la anterior. Decidió abrirla. Nada ocurrió.
- No gastes tus energías.
Raven volteo. Frente a ella se encontraba un hombre que no había visto anteriormente. Estaba tirado en el piso, como una especie de costal. Lo que vio era totalmente distinto a River, puesto que este mostraba una apariencia famélica que causaba una sensación de desagrado. Pero eso no era lo que llamo la atención de la titán, sino el hecho que este portaba una mascara igual a la de Maharya.
- Solo el puede abrirla – continuo este – yo lo intente y solo llame su atención. Ahora pago el castigo con los otros.
- ¿Otros¿Qué otros?
- Valiente chica, deber escapar ahora, toma otro camino. No llames su atención o te obligara como a mi y a los otros. Debes escapara ahora. Creo que todavía no te ha visto. Debes escapar.
Raven quería saber mas, pero este comenzó a gritar desesperado. Cuando volteo se dio cuenta que el ojo que adornaba la puerta había cobrado vida y que la observaba atentamente.
- ¡TE HA VISTO! – Gritaba - ¡TE HA VISTO¡NO TIENES TIEMPO, DEBES ESCAPAR O TE ATRAPARA! MAHARYA NYASALEY, DURBSHAKGUL NYASALEY, SHAKBURZ NAAZZYARK… ¿QUÉ ESPERAS IDIOTA¡CORRE AHORA!
Raven obedeció corriendo a la dirección contraria. No hubo avanzado demasiado cuando se dio cuenta que lo que antes era una habitación vacía, ahora estaba completamente llena de personas, todas ellas tiradas en el piso y portando la mascara que gritaban las mismas palabras que le habían apenas. Era un coro, un horrible y repugnante coro que le ordenaba correr. Los gritos la aturdían; no sabia a donde corría, solo corría de frente, a veces tropezando con algunos de los infelices que estaban inmóviles en el piso.
Sin pensarlo, cruzo la primera puerta que encontró y nuevamente el escenario cambio. Ahora se trataba de una oficina, una oficina sumamente común y corriente…además de demasiado familiar.
- ¿Entonces cuando empieza todo el Show?
Reconoció la voz al instante. Al principio no lo creyó, pero rápidamente la incredulidad dio paso a la furia. Reconoció donde estaba al instante y corrió al lugar de donde provenían las voces. No le costo nada reconocer el rostro de Randolph Titus hablando junto a Maharya.
- Todo empezara y terminara pronto – le respondió el enmascarado – se muy bien que te sientes incomodo con todo esto pero créeme que valdrá la pena.
- Incomodo es poco decir. Lo único que me has dicho es que voy a ser sumamente afectado y que debo segur la corriente. Lo único que realmente espero es que me des la recompensa que me prometiste.
- Oh vamos mi buen Titus, no debes sentirte así. Se que arriesgar todos tus bienes materiales te duele muchísimo pero honestamente es un precio muy bajo por volver a verla… ¿no estas de acuerdo?
Solo dio un paso cuando la escena cambio completamente de nuevo. Ahora parecía ser una ciudad. No reconocía el lugar donde estaba. Solo se dio cuenta que parecía ser un pueblo medieval. No había ni un alma y solo podía sentir una horrible peste en todo el lugar.
Decidió avanzar, pero algo le dificultaba caminar. Al bajar la vista se dio cuenta que se trataban de miles de ratas, tantas que cubrían completamente todo el suelo. Trato de hacerlas un lado mientras caminaba pero no avanzaba demasiado mientras pateaba el mayor número de ratas que podía con cada paso. Finalmente el numero resulto ser tan grande que la terminaron derribando al suelo. Estando ahí se dio cuenta que las ratas se alejaban de un punto y con dificultad y golpeándolas como podía mientras hacia un lado su asco, fue que pudo seguir avanzando, caminado al lugar de donde se alejaban los roedores.
Frente a ella se encontraba el, afilando su guadaña frente a un numeroso grupo de huesos. Raven se imagino lo que esto significaba pero quiso olvidarlo, especialmente por la sensación de asco que la idea le provocaba. Descubrió que las ratas no escapaban de el, sino que salían de el. El ser silbaba despreocupado, seguía afilando sus armas mientras de sus piernas y brazos seguían saliendo más y más ratas.
Raven de nuevo se cayó al tratar de salir de esa escena. De nuevo se encontraba en un lugar distinto. No había duda, esto era el peligro del que hablaba River sobre los recuerdos. Llegaban a ti, uno seguido del otro, completamente al azar. Debía escapar, si River lo logro, entonces el también podría hacerlo. Se puso de pie dispuesta a buscar la salida.
Frente a ella se encontraba otro escenario, uno completamente oscuro. Se encontraba en medio de un circulo, rodeado por diez personas completamente cubiertas con una túnica y con un yelmo en forma de animales salvajes, destacándose uno que tenia la forma de un drago rojo, que portaba además un báculo rojo.
Este dio un paso y se puso en medio del círculo. Tomo su báculo y comenzó lo que parecía ser una ceremonia.
- ¡Hermanos, es hora de festejar¡Es hora de la gran unión¡Es hora de nuestro destino¡Es tiempo de que la legión y el concilio se revelen al mundo!
Con un grito ensordecedor se ilumino completamente la sala de un golpe. El lugar no estaba ocupado solo por diez hombres, sino que la enorme habitación estaba repleta de cientos de estos, vestidos de la misma forma como lo estaban los soldados de Redrum. Entonces esta apareció, avanzando con paso firme y sosteniendo una espada. A su lado estaban Puppet Master y Gun Shoot cumpliendo el papel de escoltas de ese monstruoso ser.
Ella se estaba impacientando, no podía seguir viendo todo esto. Hubo un momento en que decidió actuar y dejar de mirar. Se lanzo sobre ellos dando una patada, pero no golpeo nada. Hubo un nuevo cambio. Esto se estaba volviendo molesto.
Cuando se puso de pie se dio cuenta que sentía un horrible dolor. Toco su estomago y se dio cuenta que estaba sangrando. La causa era una herida sumamente profunda que atravesaba su cuerpo. Inmediatamente se dio cuenta que la cosa era peor puesto que el dolor era también muy fuerte en su rostro, como miles de agujas perforandolo. Al llevar sus manos se dio cuenta que una mascara lo obstaculizaba. Recordando a las personas que acababa de ver tiradas en esa habitación trato de quitársela desesperadamente mientras gritaba tanto por el horror como por el dolor. No podía, ni siquiera un milímetro.
Entonces sintió un golpe directamente en su pecho. Ahí se dio cuenta que también sus ropas habían cambiado por un habito y una capa negra, exactamente igual a las de ese monstruo. Un golpe más la derribo al suelo. Miro por todos lados y se dio cuenta que había una guadaña rota, cuyo dueño intuía quien era. Miro hacia arriba y encontró solo silueta de al menos seis personas. Vestían armaduras que en otros tiempos debieron ser hermosas pero que ahora solo eran la sombra de lo que eran a causa de los golpes, cortaduras y la sangre que las manchaba. Estos mostraron sus espadas y apuntaron directamente frente a ella. Las espadas eran sumamente hermosas y a la vez amenazantes. Ella comenzó a hablar, pero no sus palabras, sino que lo que salio de su boca salio eran las palabras de otro.
- ¿QUÉ ESPERAN BASTARDOS DE MIERDA¡DEN SU GOLPE, CORTENME EN PEDAZOS, MALDITOS COBARDES! YO REIRE AL ULTIMO, LA OSCURIDAD LOS DESTRUIRA A TODOS USTEDES…
Los seis comenzaron a apuñalarla con furia. Raven sintió los primeros golpes, tan horribles que no pudo contener los gritos. Entonces el dolor desapareció. Se puso de pie, completamente aterrada, pero ya no había nadie. Tenia deseos de correr, pero no había lugar donde hacerlo. Tenia frío. Cruzo sus brazos para calentarse un poco. Sus rodillas temblaban y sus piernas apenas podían sostener su cuerpo. No sabía que hacer, sabia que tenia que salir pero eso último la había debilitado enormemente. Tenia que avanzar, tenía que salir de ahí lo mas pronto posible.
Una luz se ilumino frente a ella, mostrando a Maharya sentado en un trono. Estaba algo lejos pero aun así lo veía con demasiada claridad. Dos seres lo escoltaban, pero no podía ver quienes eran. No quería saberlo, así que trato de alejarse pero no podía moverse. Lentamente se fue iluminando la habitación y revelo dos tronos mas, ocupados por seres cubiertos por las sombras. Uno de estos la lleno de terror, siendo el poseedor del trono mas grande y de la presencia mas terrible de las tres. Noto que estaba vestido de una armadura completamente negra que lo cubría completamente, excepto por sus ojos que la miraban directamente. Raven se lleno de miedo, esa era la única forma de describir lo que sentía. La observaba directamente, sentía que podía leer incluso sus pensamientos y sus sentimientos.
El ser se puso de pie. Raven apenas podía resistir.
- Al fin te encuentro.
Todo desapareció al instante. No se sentía tranquila, pues ahora se mantenía en el suelo en posición fetal. Fue entonces que sintió una mano calida que lograba mantenerla tranquila. El dolor y el miedo desaparecieron al instante. Por alguna razón se sentía en calma.
Al abrir los ojos se apareció ante ella la imagen de Maharya observándola. Esta de inmediato se puso de pie y se puso en guardia.
- Ahorra tus fuerzas. Acabas de vagar por mis recuerdos y dudo mucho que tengas energía suficiente para siquiera mantenerte en pie.
- Me queda suficiente para luchar contra ti.
- Vaya, eso me agrada de ti. Te mantienes como una retadora hasta el final. Pero no creo que sea buena idea que lo hagas. Anda, es hora que te tomes un buen descanso.
Raven no se podía mantener relajada. No ante la presencia de el.
- Bueno, olvídalo entonces, después de lo que vistes me sorprende que no terminases como el pobre diablo de River. A el le fue peor, termino vagando por años y años, aunque al menos tiene sus momentos de cordura. Ojala lo hubieras visto cuando entro aquí, uno de los mas poderosos hechiceros del mundo gritando como niña cuando decidí transformarlo en una mascota.
- ¿Por qué demonios me hiciste esto?
La reacción de Maharya indicaba que no esperaba esa pregunta, por lo menos no tan pronto.
- Tengo mis motivos personales. Sabes, tienes un enorme potencial pequeña Raven pero simplemente no lo usas. Se que no quieres terminar como tu padre pero recuerda que tu lado humano impedirá que eso ocurra, así que un día deberás dejarlo fluir
- ¿A ti que te importa?
- Mas de lo que crees. No me gusta ver potenciales despreciados.
- ¿Y por eso trataste a Redrum como un animal para transformarla en la asesina que es?
- Eso… es algo distinto – por su tono, debió sorprenderle realmente que supiera esto – contigo es algo completamente distinto. Solo tienes que decir si y veras como te transformo en…
- ¡Lo único que quiero es irme de aquí!
Maharya la miro por un rato. Dado su mascara era imposible saber como reaccionaba ante lo que escuchaba. Por un momento se mantuvo inmóvil. Entonces sus movimientos parecieron estar de acuerdo ante la idea.
- Si irte es lo que deseas, entonces puedes irte.
Era curioso, pues ese ser tan sombrío y cruel que parecía ser el, también inspiraba una enorme confianza. Con cualquier otro hubiera dudado, de hecho su sentido común le decía que debía alejarse, pero decidió seguirle. No avanzo demasiado cuando encontró una mascara, una mascara blanca.
- Primero debes pasar una prueba. Una prueba que indica el poder de tu mente. Veras, la mascara que esta frente a ti tratara de colocarse en tu rostro por su propia cuenta. Lo único que debes hacer es evitarlo, aunque debo advertirte, otros lo han intentado y han fracasado.
Raven se dio cuenta entonces de lo que había pasado a esos hombres dentro de ese cuarto. Era muy obvio, si fracasaba, su destino era transformarse en una especie de vegetal.
- ¿Cuándo empezamos?
- Ahora
Como si estuviese viva, la mascara salto hasta ella y de no ser por sus reflejos se hubiera insertado en su rostro. Raven ponía todas sus fuerzas en sus brazos y eso la hizo caer al suelo de rodillas. La mascara parecía tener mente propia, pues no solo empujaba con mayor fuerza, sino que incluso parecía que algo en ella cambiase a cada momento. Primero fue un frío intenso y luego fue un calor tan horrible que sentía como su piel se hacia jirones. Apenas podía con ella.
- Bien hecho Raven, aunque no lo creas has aguantado mas que cualquier otro mago que haya sido atrapado en mi mente. Pero tu no eres una simple hechicera, no tu eres alguien mucho mas especial. Sin embargo no dejas de ser de clase baja y esto es demasiado incluso para ti. Yo que tu me rendiría y dejaría que la mascara te absorbiera. No es tan malo como piensas, de hecho es agradable.
Un tentáculo negro salio de la mascara y rodeo la cabeza de Raven. Al principio sintió repugnancia pero luego se sintió bien. Por alguna razón había dejado de sentir malestar y ahora se sentía tranquila. Se imaginaba un mundo tranquilo donde no la necesitaban. Reconocía el lugar según las descripciones que había leído, era su mundo antes de Trigon. Se trataba de Azarath, pero no estaba cubierta por el fuego ni por las encarnaciones de Trigon, sino que era un lugar tranquilo y hasta hermoso. Incluso ella deseaba estar ahí.
No, se trataba de una ilusión. Abrió los ojos y ante ella se encontraba la mascara, demasiado cerca de ella y los tentáculos que salían de esta ya rodeaban su cabeza. Raven se desespero, no podía dejar que fuese atrapada por esa cosa. Tenía que ayudar a sus amigos, ahora que sabía quien era el verdadero líder. Debía ayudar a derrotarle.
La mascara se destruyo en frente de sus ojos. No recordaba haber hecho algo mas que resistirse pero eso parecía ser lo único que necesitaba. Ella se dejo caer al suelo y de no ser por que todavía tenia algo de fuerza se hubiera dado de lleno contra el suelo. Se levanto ligeramente y todavía logro poner una mirada retadora.
- ¿Por qué rechazaste esa visión tan rápido? Tratándose de la posibilidad de vivir un mundo feliz debiste dudar un poco más. ¿Acaso das como un hecho que la felicidad te esta negada¿Acaso te vez como alguien incapaz de vivir alegremente, sin miedo ni preocupaciones, adoptando la eterna idea que tu vida esta condenada al sufrimiento?
- Pase tu prueba Maharya, ahora déjame ir.
- ¿Maharya? – En su tono de voz se oía una verdadera sorpresa – Ese es solo mi titulo, no es mi nombre. Aunque es mejor que me llames de alguna manera y dudo mucho que me quieras llamar señor como Redrum o el viejo Uroloki.
- ¡Déjame ir!
- De acuerdo, de acuerdo. Solo espera a que te diga un par de cosas. Aunque no lo creas, me alegra ver que pasaste la prueba pero me temo que habrá algunas cosas que no harás. Y esa es rebelarle mi identidad a tus amigos, claro si es que quieres que vivan
Maharya comenzó a cambiar. Su apariencia física estaba intacta, sin embargo su presencia cambio dramáticamente. Ahora era la de un ser que inspiraba una presencia, una presencia que inspiraba miedo y horror. Incluso su tono de voz había cambiado, ahora se trataba de un verdadero monstruo.
- Tus amiguitos – continuo – no merecen saber quien soy, eso es lo que pienso y así se mantendrá. Veras, soy muy conservador en ese aspecto y no me gusta saber que seres inferiores me conocen sin mi permiso. ¿Lo entiendes?
Raven no se dio cuenta en el momento en que se acerco a ella y comenzó a apretar su cuello. La fuerza con que la levanto del suelo y le apretaba le decía que hablaba muy enserio.
- Espero que hayamos hablado claro, o de lo contrario te darás cuenta que el entrenamiento que le di a Redrum será un paseo en el parque… ¡ENTIEDES MALDITA CHIQUILLA!
Maharya comenzó a apretar con más y más fuerza el cuello. No podía respirar, apenas y podía moverse. Lo único que veía era la inexpresiva mascara mientras le hacia pedazos su cuello.
Raven abrió los ojos. Al instante se puso de pie poniéndose en guardia al darse cuenta que no estaba sola. Luego se relajo, pues se trataban de sus amigos.
- ¿Estas bien? – le pregunto una preocupada Star Fire
Raven miro por todos lados. Juraría que pasaron horas, incluso días. Ahora pareciese que solo pasaron minutos. Miraba por todos lados; los rastros de la pelea estaban ahí, pero no el contrincante.
- ¿Qué fue lo que paso aquí¿Qué es lo que hiciste?
Tenia que responder algo. Cualquier cosa que a su ver tuviese la suficiente lógica para que no para que no se le interrogase demasiado después. No se le ocurrieron demasiadas cosas, o por lo menos lo suficientemente buenas como ella deseaba.
- Sentí la presencia de hombres ocultos… francotiradores. Esperaban atacarnos por las espaldas, por lo que decidí encargarme de ellos. Entonces algo me ataco a traición.
- Debió tratarse de Redrum.
- ¿Redrum?
- Debiste verla Raven – decía el Chico Bestia – se volvió loca de repente. Nos ataco con mas saña de la que nunca habíamos visto y grito "padre" con todas sus fuerzas.
- Debe estar relacionada con algunos de sus soldados de alguna forma… a menos que el ser de la mascara tenga algo que ver.
Las palabras que escucho de Cyborg no fueron para nada del agrado de Raven. El la miraba con atención, incluso mas de lo que lo hacían los demás. Sabia que tenia un detector de mentiras integrado. Lo que el no sabia que hace tiempo que había aprendido como engañarlo aunque no hubiera deseado tener que tener que hacerlo.
- No, solo me encontré con simples soldados.
Los titanes no siguieron interrogándola. Todos ellos confiaban en ella, estaban seguros que no les ocultaría nada que fuese realmente importante. Raven lo sabía y en ese momento hubiera deseado que fuesen mas desconfiados. Cuanto deseaba decírselos, revelarles la verdad, pero si quería salvarlos tendría que guardar el secreto. Decidió que ella misma se encargaría de la legión y ya tenía una idea de cómo hacerlo.
- Bueno equipo, debemos regresar por los rehenes. Solo espero que nadie haya sido herido.
Maharya abrió los ojos. Ya no estaba en el tejado, de hecho se encontraba en un lugar sumamente familiar. Era un trono, su apreciado trono. No esperaba despertar ahí, así que concluyo que algo salió distinto a lo que esperaba. Debió dormir más de lo que esperaba, por lo menos eso era lo que debió pasar.
Intento ponerse de pie, fue entonces que sintió algo en su regazo. Al bajar la vista la encontró, profundamente dormida. Sujetaba sus ropas con fuerzas y su cuerpo estaba sobre sus piernas. La examino con mucho cuidado; en su rostro se reflejaban las huellas del llanto. La posición en la que se encontraba se miraba incomoda, estando arrodillada de una forma que no le molestase a el. Acaricio cuidadosamente su cabeza, tal y como lo hacia cuando era mas pequeña.
- ¡Señor!
Rápidamente puso su dedo frente a donde se encontraba su boca. No quería ningún ruido, no ahora.
- Disculpe señor, es que nos preocupo demasiado. Llevaba todo el día en ese estado, nunca antes había ocurrido algo como lo que vimos ese día. Todos lo sentimos, el escalofríos recorrió todo nuestro cuerpo. Deberá comprender señor, pero usted parecía haber muerto de repente.
- Lo cual esta bien. Todo sale como lo esperaba.
- Pero es que si hubiera visto lo que vi y oí. Esos malditos de Puppet Master y Gun Shoot amenazaron incluso con traicionarnos
- Lo cual no ocurrirá.
- La legión y el concilio se estaban rebelándose…
- Lo que haya ocurrido no importa. No ahora. Solo dime quienes fueron totalmente leales, aquello que nunca dudaron que me encontraba con vida.
- Por supuesto que yo y… - El Uroloki se puso en silencio unos momentos, como si dudase en continuar – Estaba Redrum, pero ella tiene que ser castigadas.
Su señor la miro unos momentos más. Era obvió que fue ella quien lo transporto hasta donde estaba y que incluso lo puso en su trono. No debió separarse en todo el día de el. Incluso es la primera persona que derrama lagrimas por el hasta donde tenia memoria.
- ¿Cuál fue su crimen?
- Ella… lo llamo padre
- Aahh… eso fue todo
- Pero señor, unas de las reglas…
- No se aplica esta, no en ella.
No tuvo que decir más. Uroloki sabia bien que lo que el dijera seria una ley absoluta y las disculpas también lo eran. Uno de los crímenes más terribles era llamar de otra forma que no sea señor al Uroloki y al supremo Líder, tan grave que solo se castigaba con la muerte. Una regla severa que sin embargo el se encargaba de cumplir. En ella se haría una excepción.
- Si me disculpas, tengo algo que hacer.
Con sumo cuidado la levanto y la puso entre sus brazos. Sin duda debió rendirse hace muy poco tiempo, a lo mucho una hora. Era probable que dedicase a mantener guardia sobre el y que las lagrimas sean porque realmente pareció haber muerto. Esa pobre no sabía nada de lo que iba a ocurrir, pero así era mejor.
Uso algo de su poder para llegar hasta donde se encontraba su habitación. Estaba completamente en silencio, sin duda Gun Shoot y su hermano debía estar fuera por el momento. Con cuidado la puso en su cama y la arropo, tal y como cuando era pequeña. Fue hace tan poco tiempo y el lo veía como si hubiera sido en otra época. La observo dormida un rato. Por primera vez en toda su vida no le llamo señor. No, le llamo padre. Debajo de su mascara, esbozo una pequeña sonrisa.
Randolph Titus se encontraba bebiendo en su estudio. Trataba de evitar que lo mirasen ebrio pero era cada vez mas difícil para el. Había ocasiones en las que deseaba simplemente terminar en prisión y acabar con todo el sufrimiento que sentía en ese momento. Elizabeth, su pequeña Elizabeth, solo por ella hacia todo esto.
Los chicos de Hive se encontraban en otra habitación, haciendo quien sabe que cosas. Últimamente le empezó a preocupar seriamente lo que estos hacían en su casa. Por lo menos su estudio se encontraba intacto, fuera de ese enorme agujero que destruyo parte de su biblioteca. Que mas da, mientras tuviese intacto sus fotografías no le interesaba nada mas.
Se tomo una copa más. Sabia que todo estaba desarrollándose como ese ser enmascarado esperaba. De hecho sabía que su papel ya casi acababa, y que el escenario ya casi estaba terminado. Solo faltaban unas cuantas cosas mas.
- Sabía que tarde o temprano vendrías.
Raven se presento frente a el. Se encontraba levitando, de una manera que le obligaba a alzar la cabeza para verla a los ojos. Titus la miro al principio de forma bastante sombrá. Luego sonrío un momento.
- Sabes, nunca lo había confesado a nadie. Me recuerdas muchísimo a mi hija Elizabeth. Ella murió hace años, pero fuera del color de cabello y piel, tú eres su viva imagen si ella continuase con vida.
- Sabes porque estoy aquí.
- Si, lo se muy bien – Titus suspiro un momento mientras bajaba la cabeza – te debo un favor… y has venido a cobrar. Sea cual sea, no importa el precio o su dificultad, te debo un favor y debo pagarlo…siempre que no sea una ridiculez
Eso último que dijo le causo una breve carcajada. No tardo demasiado en recuperar su compostura, era momento de pagar.
- Quiero que me hables de la legión.
- Muy bien – Titus no se mostró sorprendido, aparentemente esperaba que eso ocurriese tarde o temprano - ¿Qué quieres saber?
- Todo, quiero que me lo digas todo, especialmente su misión y como detenerlos.
Titus bebió otro trago. Iba a ser una larga noche.
El palabrerío de Ulick
Todavía no es tiempo, de hecho me estoy adelantando pues este capitulo debería ponerlo en un par de semanas mas, pero como no tengo forma de saber a que velocidad voy a terminar cada capitulo he decidido adelantarme. Y es que con este capitulo es que quiero celebrar que este mes se cumple un año desde que empecé a publicar en Fanfiction "El Emisario de la Oscuridad".
Me da gracia pensar en las cosas que tenia planeada al principio de esta historia, como que seria una comedia, que solo tendría seis capítulos y que seria lo mas sencilla posible, cosas que ahora parecen imposibles en este quinceavo capitulo. Sin embargo últimamente, mientras empiezo a preparar el final de esta historia, comencé a revisar los bocetos mas viejos que pude encontrar, incluyendo los que tenían al menos unos ocho meses, donde la historia todavia tenia mucho de su visión que tenia originalmente planeada, antes de que la historia se me complicase de veras y me doy cuenta de que tanto cambio conforme avanzaba.
Veo los bocetos y veo tantos cambios en la historia, especialmente con los personajes que yo cree. Veo a un Gun Shoot sumamente simpático y lleno de músculos exagerados que hacia bromas con un Puppet Master bastante paranoico. Hace poco incluso encontré unas notas en donde planeaba que el Uroloki peleaba por ahí del capitulo nueve, disparando con lanzamisiles y ese es solo el principio, de hecho tengo un montón de notas de posibles reacciones de los titanes, la mayoría tan tontas que me da pena haberlo escrito. Leo las notas mas tempranas de Redrum y veo que su carácter no cambio demasiado pero si su pasado, haciéndolo mas triste y cruel, de hecho este personaje ha sido en el que mas he terminado por profundizar desde su aparición.
Me he dado cuenta que conforme avanzo, mas ganas tengo de profundizar en la historia que he creado, siendo esta la razón por la que termine creando las historias extras, todo con la esperanza de poder ampliar mucho mas en esta historia tan enmarañada que he terminado creando, por desgracia dudo que pueda escribir todas las historias que tenia planeado originalmente, a decir verdad creo que no avanzare con las historias extras a pesar que tenia planeado algunas mas, el motivo esespecialmente porque el tiempo no me alcanza aunque si garantizo que escribiré al menos una mas. De hecho, creo que puedo adelantar que cuando acabe esto lo haré por medio de una historia extra final, centrada en la historia de Redrum y como se transformo en el personaje que es, o por lo menos ese es el plan que tengo en este momento.
Por ahora creo que es todo lo que pienso decir por ahora. Como siempre, espero que les siga gustando la historia y que tengan deseos de poder ver el final de la historia. Si desean dar un comentario positivo o bastante negativo, si tienen preguntas que hacer, sin importar cual, pueden escribirme un Review, de hecho los Review son buenos motivadores para que escriba un poquito mas rápido.
Hasta la próxima
