Los Jóvenes Titanes no me pertenecen, le pertenecen a DC Comics, una editorial muy fregona que en este momento tiene el evento más importante del año con su Crisis Infinita, evento en donde incluso los Titanes están involucrados…Y no, no me pagaron por la publicidad, aunque seria padre.
Ultima visita
- Bueno¿ahora que hacemos?
- Pues sigamos el plan auxiliar, este es un buen momento de averiguar si realmente funcionara.
Ambos regresaban después de dar un buen paseo por la ciudad, revisando con detalles el plan que su señor tenía planeado y se sentaron en el sofá. Puppet Master se mostraba sumamente tranquilo a pesar de lo que estaba pasando. Apenas hace unas horas fue testigo de cómo llevaron el cuerpo de Maharya, el hombre de la mascara al que estaban obligados a servir, el cual parecía estar bien muerto por razones que nadie entendía muy bien. El impacto fue tan catastrófico como esperaba que fuese, pues el concilio demostró finalmente su debilidad. Sin la presencia del señor, los miembros no parecían tener motivo alguno por que mantenerse juntos y la propia legión demostró su falta de lealtad. Fue necesario un solo día, y toda la organización demostró que sin su hombre fuerte solo era un gigante de pies de barro.
- Es simplemente obvio, si Maharya no despierta todo lo que construyo se vendrá abajo en cuestión de días. El concilio esta dividido, Redrum ha mostrado debilidad y ahora la legión se podría levantar contra todos y aquellos que tenemos desplegados para desarrollar el resto del plan ahora usaran sus medios conforme les de la gana.
- Bonito escenario, pero estás seguro que todo saldrá conforme lo predices.
- Estoy seguro…de hecho es probable que este peor… Es momento de poner a un nuevo líder, alguien que tome el papel de nuevo Uroloki.
- Y quien mejor para el trabajo que tú hermanito… solo te falta recordar que tenemos unos problemas encima: Primero no sabemos si ha muerto, segundo que harás con el Uroloki y tercero como evitaras que Redrum nos corte la cabeza.
- Solo estoy hablando, no digo que realmente debemos ponerlo en marcha ya…aunque en realidad el Uroloki no es un problema, ese viejo esta acabado y sin su gran guía ha dejado de ser nada. Además el mismo esta esperando que lo matemos, desde que empezó a sospechar sobre nuestra fidelidad hacia el se puso insoportable.
- Pero el concilio entero nos aplicaría la pena de muerte…
- Eso si es que hay un concilio… recuerda, que se encuentra dividido y los mas fuertes esperan que los otros se despidan de este mundo, incluyendo el buen Uroloki…además necesitan gente poderosa que calme a la legión en ausencia de Redrum…
- Y ahí viene la pregunta del millón mi buen y loco hermano¿Qué haremos con Redrum?
- Nada
- Espera, creo que me confundí, creo que dijiste nada.
- No tiene caso que hagamos algo, ella esta perdida. Me recuerda cierta clase de orugas, han pasado tantos años domesticadas que no pueden sobrevivir sin la manipulación humana. Ella para colmo tiene una descarada desestabilización emocional, por no decir que esta muy loca. Los he visto y no puede tomar decisiones sin ayuda del señor, de hecho sin el no tendría motivo para vivir… creo que ella se terminaría suicidando antes de que tuviésemos que hacer…
Un cuchillo que se clavo demasiado cerca de donde estaba le interrumpió. Era un cuchillo negro, uno que solo había visto en contadas ocasiones. Al voltear completamente asustado se encontró con la mirada de Redrum, una mirada tan aterradora que las pocas veces que la había visto sabia que ocurriría un desastre.
- Hola hermanito – Su voz causaba terror, no era necesario el modulador, el solo tono decía todo lo que podía decir – Me alegra ver que te preocupaste por mí.
- Hermana….por favor…
- También me he preocupado por ustedes. Despertar aquí en lugar de donde se encuentra mi señor fue una mala señal y luego verte hablar… Simplemente no dejo de preocuparme de cómo sobrevivirás cuando acabe contigo.
Gun Shoot se puso de pie y busco sus armas. No fue capaz de seguir el movimiento su movimiento y tampoco pudo hacer nada para evitar lo que le termino haciendo.
- Mierda, este va a ser uno de esos días.
Esa fue la primera reacción del detective Fincher al llegar al puerto. Avanzaba sin muchas ganas y fumando un cigarro mientras lo hacia. Sus ropas se mostraban claramente sucias, pues básicamente no había parado de trabajar y ya había adoptado su oficina como su segundo hogar, pero olvidando llevarse algo de ropa para vivir como el lo hacia en ella.
Considerado como un perfecto cínico o simplemente como un bastardo, Finch se estacaba por que al final de cuentas si hacia muy bien su trabajo, de hecho era eso lo único que impedía que fuese despedido o transferido. Esto también le termino ayudando a superar algunas acusaciones que se hicieron en su contra por corrupción y sobornos. Casi todo el mundo sabia que era culpable. También sabia que era uno de los pocos que sabían hacer su trabajo.
En los últimos meses, el exceso de trabajo había hecho estragos con sus costumbres y su ya bastante desagradable apariencia pero lo que ocurrió en la ultima semana era simplemente el colmo. Los tales soldados del caos habían hecho mil y un desastres, pero eso le importaba un comino, especialmente porque eso era "jurisdicción", que era como lo el lo llamaba, de los niños con trajes raros que andan por la ciudad. El solo se encargaba de los casos que involucraban seres humanos normales. Esperaba que este fuese uno de esos, pero al instante se dio cuenta que no era así.
Su primera reacción al llegar al lugar fue de asco. Ya había visto cosas como esas, pero no a esa escala. Decidió seguir el procedimiento habitual de interrogatorio y búsqueda de pruebas, cuando se adentro en el transporte que estaba frente a ellos y examino su contenido noto que lo que venia era un asunto mas delicado de lo que el pensaba al principio que era. Ordeno a todo su equipo que hiciera su trabajo y que luego se largasen. El se quedaría un rato más.
Desde su llegada hasta ese momento paso aproximadamente una hora y media. Caminaba por el lugar y mientras lo hacia fumaba un cigarro tras otro. Una de las características mas habituales de el era el hecho que verlo fumar no era un indicación de cómo se sentía. El era de esos que fumaban tres cajetillas simplemente porque le daba ganas.
- Considerando quien es tu maestro esperaba un poco mas de rapidez contigo…y un poco de sigilo también.
Hablaba en dirección de unas cajas que se encontraban frente a el. Al principio nadie reacciono pero luego una figura bastante familiar salio al paso y lo miro de una forma retadora.
- y cualquiera esperaría que ya tuvieses cáncer por ese ritmo que tienes con los cigarros.
- Bah, eso es lo que todos esperarían. Ya era hora que llegaras, hay cosas aquí que ni a mi me gustan.
Robin se acerco más a Fincher y lo siguió a la escena del crimen. Ya habían cruzado camino en un par de ocasiones en algunos casos de robos o asesinatos pero nada que fuese duradero. Fincher básicamente se iba cuando el asunto le parecía fuera de su interés pero compartía lo que tenia del caso. Este le trataba de forma muy despectiva en ocasiones pero en realidad parecía que le tuviese algo de respeto por pelearse con "esas tipos raros"
- Sabia que llegarías tarde o temprano, este es una de esas porquerías que llaman la atención. ¿Qué tan informado estas?
- Casi nada, se lo que encontraron pero no mas.
- Ah si, esas mierdas andan tratando que la información no se propague pero ya saldrá a la luz. Junto con la peste, las noticias y chismes se extienden sin que te des cuenta. Por cierto, tal y como yo crees que hay conexión con tus locos
Esto lo dijo no como una pregunta, sino que lo estaba afirmando.
- Ya lo creo.
- Pues espero que te des prisa con ambas cosas. Me encargare de salirme, de todas formas esto es en realidad competencia federal y en cuanto lo haga me largare de este pueblo en el primer camión. El jodido clima impide que los aviones salgan y últimamente las computadoras andan fallando también. Por tu parte, resuelve esas cosas. Harris anda cabreado y les hecha la culpa a ustedes.
- Lo se, vi el noticiero.
- Ah, lo que no sabes es que piensa hacer. Esta por declararlos a ti y a tus amigos como ilegales y no necesito decirte lo que significa…Sabes, he pensado en irme a Metrópolis, es una bonita ciudad pero honestamente no es de las que me gustan.
- ¿Qué dijiste?
- Que declarara a los titanes como vigilantes clandestinos y completamente ilegales, exigiendo su retiro en menos de dos semanas… Sabes, creo que iría mejor en ciudad Gótica. Tú eres de ahí, cuéntame como es en esta temporada. Me han contado que la ciudad es un asco pero que tienen trabajo de sobra para caballeros como yo.
- Como se atreve…
- Un mal agradecido y bastardo de primera, esa es la forma como podemos describir al buen Harris. Por cierto al fin llegamos.
Robin miro la escena y se dio cuenta el porque había tanto escándalo. La escena del crimen parecía sacada de una película de terror gore. Había sangre por todas partes y las marcas de gises indicaban que hubo al menos unos diez o quince muertos, todos torturados de las formas más terribles.
- Lo poco que sabemos por ahora es que nuestros finados estaban vaciando un transportador de carga y que fueron sorprendidos por alguien muy resentido. Todavía van a practicar las autopsias pero puedo decirte que la mayoría fue asesinada de un solo golpe. Con el resto se tomo su tiempo, de hecho se encontraron mas cuerpos dentro del barco, ojala lo hubieras visto, el tipo de plano se ensaño con ellos. Algunas características como la ausencia de huellas o pisadas, además de que se hecho veinticinco hombres de un solo ataque me indican que son del tipo que tu te tienes que encargar.
Robin miraba la escena. Todo indicaba que al parecer no hubo mucha resistencia pues casi todo el lugar estaba bastante ordenado, exceptuando lo que fue movido por las autoridades mientras investigaban.
- Todavía no te he contado lo más interesante. Aquí tengo fotografías que tome por mi cuenta del barco que estaban descargando. El carguero fue identificado como uno de los que fueron robados a la compañía Fénix dos años atrás. Como puedes ver fue remodelado un poco, incluyendo ese horrible dibujo del ojo que esta en el casco. Cuando entramos, encontramos mas cuerpo y esto.
Fincher le mostró una fotografía que lo dejo completamente pasmado. Adentro habían armas, todas ellas de alto calibre y en cantidades sumamente altas. Solo por lo que veía en la fotografía era suficiente para poner en alerta a la ciudad entera.
- Para la tarde los federales tomaran el caso, si es que podemos ponernos en contacto con ellos y para esta hora mañana estaré en camino a mis vacaciones adelantadas.
- ¿Cuánto fue que encontraron?
- ¿El armamento? Cinco veces las que tienen los departamentos de policía del estado. Si lo que quieren es declarar la guerra pues tienen como hacerlo. Lo peor del asunto es que se corre el rumor que este era solo el ultimo de los barcos que estaban descargando. ¿Te das una idea de cuantas armas están en la ciudad en este momento? La guerra de pandillas de hace diez años no será nada con lo que viene.
Lo sabía muy bien. Si lo que decían estaba en lo cierto la ciudad se haba transformado en un enorme polvorín listo para estallar tarde o temprano.
- Decidido, me voy a Metrópolis. Dicen que es una ciudad bastante limpia con todo y sus locos.
El uroloki le contó todo lo que sabia a su señor y aun así era demasiado poco. Todo lo que sabia le fue transmitido a el sin olvidar un solo detalle, y aun así se sentía avergonzado mientras lo hacia. Un completo desconocido fue capaz de llegar a uno de sus embarcaderos y en cuestión de minutos mato a todos los que se encontraban presentes. Lo peor era que no encontraron ni una pista, no había rastro de quien fue el responsable de toda esta masacre. Fueron completamente burlados en un territorio que les pertenecía.
- Ya veo… bueno, esas cosas pasan.
- ¿Qué ha dicho? – El Uroloki estaba incrédulo ante lo que oía – Señor, acaban de golpearnos, en nuestras propias narices y parte de nuestro arsenal se ha perdido
- Esas cosas suelen ocurrir
- ¡Pero Señor, no dejo ni una pista¡Nada de nada¡Es probable que fueran los seguidores de la Luz!
- No, si mal no recuerdas Redrum se encargo de ellos hace ya mucho tiempo.
El Uroloki se puso a reflexionar un momento. Era cierto, hace casi cuatro años que Redrum elimino a todos los lideres de esa secta que los conocía y se oponía a ellos, toda una escena que ni el quería volver a ver, además que a los pocos días dirigió su primer movimiento contra las bases de estos en la Isla Master. Un golpe contundente que los devasto por completo e incluso logro que un general medio loco se llevase la culpa a tan extremo que incluso pudo hacer explotar una bomba nuclear sin despertar sospechas. Esto no le dejaba satisfecho.
- Señor, recuerde que cuando ocurrió lo del museo uno de estos lanzo un ataque que, por mi completa incompetencia, usted se vio obligado a repeler. ¿Qué tal si hay mas sobrevivientes de los que pensamos?
- Si los hay no son molestia para mí…Además no fueron ellos, te lo puedo asegurar. ¿Cómo esta la salud de Gun Shoot?
- Se recuperó sin problemas gracias a usted – Su señor cambio la conversación sin ningún motivo, simplemente no podía creerlo – Estará disponible al cien por ciento para mañana.
- Jajajaja… No hay duda que fue algo divertido. Apenas me aguante la risa cuando lo encontre.
El Uroloki no estaba de acuerdo en eso, pues para el había sido un espectáculo sumamente grotesco. Fue cuando llego de visita con su señor para ver a Redrum y sus hermanos. Según le dijo su señor, Redrum estaba profundamente dormida todavía o debería estarlo debido al agotamiento que sintió en ella. La sorpresa se dio al momento de que nadie abriese la puerta al tocar. Tuvo que destrozarla de un golpe y al hacerlo encontró a Redrum enloquecida por la ira y atacando a sus propios hermanos con terrible furia. En ese momento estaba golpeando a Puppet Master quien no parecía capaz de defenderse de tan terrible ataque, mientras que Gun Shoot había sido clavado vivo en la pared con una espada y se encontraba agonizando. Ya antes había visto a Redrum manchada en sangre, era algo bastante usual, pero sus ojos, esos horribles ojos llenos de ira, nunca los había visto antes.
Casi por arte de magia se recupero apenas vio a su señor cruzar la puerta. Corrió ante el y para su mayor sorpresa le dio un abrazo mientras lloraba. Eran cosas que simplemente no podía ver ni creer pero que ocurrían frente a sus narices. El trato de interrogarle el porque había hecho algo así sin autorización y ella solo respondía incoherencias sobre haberla sacado del lado se su señor. Esta fue perdonada sin ningún problema y los soldados del caos llevados a recibir tratamiento urgente, ahora propinado en parte por su mismo lider. Cuando le pidió explicaciones a su señor le había dicho que lo hizo porque ella estaba triste y debió oír algo que no le agrado de parte de sus hermanos. Normalmente disfrutaría que algo les pasase pero esta vez no era así, algo entre las risitas de su señor le ponían demasiado tenso.
- Si señor, fue divertido.
- Por cierto, para esta hora todos los preparativos deben estar listos. Casi todo el armamento debería estar repartido, nuestros técnicos deben estar por terminar de obtener las claves y los buenos miembros del concilio ya deben tener listo sus movimientos.
- Así es señor, solo hay cosas que debemos discutir de forma urgente y necesaria. Acciones como las que debemos hacer deben hacerse con suma velocidad y eficiencia. Nadie se pondrá contento por lo que vamos a realizar y es probable que tengamos incluso a la sociedad de supervillanos contra nosotros…
- No es probables, ten por seguro que tanto los héroes como villanos trataran de cortarnos la cabeza. De hecho seguramente ya deben tener pistas y alguno de ellos ya piensa en como encontrarnos y destruirnos. Asegúrate que todo este listo, que esta misma semana debemos acabar con todo.
- No cabe duda, fue alguien cercano a Redrum.
Robin se encontraba en el tejado de un complejo departamental. Fue ahí directamente al acabar con el muelle. Había pasado todos sus resultados a Cyborg quien se estaba encargando de ver los resultados en búsqueda de algún dato que pudiese encontrar por ahí.
- Concuerdo contigo en que pudo ser alguien cercano a ellos, incluso Redrum, pero no veo porque atacaría un cargamento de armas, además que ese ojo se parece demasiado al que pinto Redrum en el teatro.
- Por ello es improbable que fuese alguien de su equipo. Lo mas seguro es que las armas fuesen para ellos pero alguien lo intercepto.
- ¿Crees que tenemos un aliado?
- No me atrevería a decirle aliado, tal vez tengamos un interés común y solamente eso. Por ahora quisiera que te encargaras de investigar un poco de donde podrían haber venido a esas armas mientras yo termino aquí. Por cierto¿Dónde está el resto del equipo?
- Raven no ha salido de su habitación, mientras que Bestia y Star Fire están con Jessica.
- ¿Jessica esta ahí? Star me dijo que no vendría un tiempo.
- Lo se, pero parece que cambio de idea de ultimo momento.
Robin se molesto un poco pero no le vio mucho remedio. Ya hablaría con Star luego pero por ahora quería hacer ese interrogatorio. Así que en cuanto corto la comunicación se adentro en el edificio.
No fue nada difícil, de hecho fue una de las entradas mas sencillas que había hecho. No se trataba de ningún complejo edificio, solo un humilde departamento y la persona que buscaba no se trataba más que de una mujer anciana. Entro sin hacer demasiado ruido y la encontró observando una jaula llena de pájaros.
- ¿Patricia Higgins?
La anciana volteo y lo observo con cuidado. Se dio cuenta que ya estaba tuerta de un ojo y que incluso parecia tener rastros de parkinson. Mientras duro la conversación esta no se movió de su silla y contesto todo lo que le pregunaba de la forma mas amable posible.
- Te he visto por la tele hijo…se lo que haces… en que puedo ayudarte.
- Necesito que me hables de una persona…Una niña que estuvo en el servicio infantil en el que tu trabajabas. Una niña de cabello blanco.
La anciana puso un gesto en el rostro antes de seguir hablando.
- Jane… Jane Doe… Así era como la llamaban. Un caso muy triste sin duda.
- ¿La recuerdas bien?
- Mejor de lo que desearía. Fue un caso que simplemente no pude olvidar por más que lo intente
- ¿Qué tanto puede decirme de ella?
- Apenas más de lo que encontraras en los archivos. Fue encontrada por unos oficiales en medio de la gran guerra de pandillas que se desarrollo hace unos años. Cuando la encontraron estaban convencido que había muerto pero reacciono en cuanto la llevaban a la morgue, pero por desgracia se le quedo ese nombre de Jane Doe. Lo horrible era su rostro, tan lamentablemente lastimado que casi nadie quería atenderla. Nunca me dijeron que fue lo que paso pero fue tan maltratada que no había ninguna parte de su cuerpo que no estuviese lastimado… Ni siquiera era capaz de hablar, a la pobre le atravesaron la garganta con un cuchillo. Tratamos por todos los medio de encontrar algún familiar pero casi nunca trataba de comunicarse y solo miraba por la ventana.
- Lo que quiero que me digas es que fue de ella
- Desapareció. Al parecer cuando cerraron varios orfanatos y hospitales hubieron serios problemas que causaron malestar entre el personal y varios niños huyeron, no estoy segura, para cuando eso ocurrió ya me había retirado. Si solo hubieran tratado de encontrarla, era muy fácil identificarla y apenas podía moverse.
- ¿Segura que es todo lo que sabe?
- Pobre niña…apenas y podía respirar, todo el tiempo teníamos que estar sobre ella. Tratamos de que la aceptaran en el un hospital pediátrico pero nadie la acepto, nunca entendí porque. Pobrecita, necesitaba atención pero esos malditos burócratas…es como si la hubieran rechazado desde el primer instante, como si hubiera sido marcada…
Por largo rato se quedo hablando sola. Robin no intento hacerla reaccionar y prefirió irse. Afuera llamo a Cyborg para corroborar todo lo que se sabia ahora. Jane Doe, como era conocida, fue una de las sobrevivientes de una guerra urbana a gran escala, dejándola marcada de por vida. Por razones desconocidas se le negó el acceso a cualquier hospital que intentaba ingresar y se quedo en el orfanato mas de un año hasta que simplemente desapareció sin dejar rastro. Basándose en lo que sabían por las casi milagrosas recuperaciones de Gun Shoot y Puppet Master, era posible que las cicatrices hayan desaparecido, que el modulador de voz no le era indispensable para hablar y que lo único que la caracteriza es su cabello blanco que seguramente se pintaba para pasar desapercibida. Era poco pero por lo menos estaba acercándose más a lo que buscaba.
Titus tomaba su última copa. Eso se había prometido, esta seria definitivamente su última copa. Las cosas que ocurrían a su alrededor eran demasiado para que el estuviese ebrio todo el tiempo. En ese momento lamentaba que no hubiese tomado su ultima copa antes, así hubiera podido dar esa noticia sobrio y tal vez le hubieran tomado mas en cuenta.
Mando a llamar a los chicos de Hive. Ni el podía creer que fuera de destruir parte de su casa, no ocurrió ningún incidente que pudiese lamentar. De hecho disfruto la compañía, la primera compañía real que tenia en mucho tiempo.
Los tres entraron discutiendo como llegaba a ser usual. Ya estaba acostumbrado a eso, tanto que se lamentaba que ya no tendría que ver ese espectáculo de nuevo.
- Si es por lo del escusado tapado, la culpa la tiene Mammoth
- No echarme la culpa a Mammoth, tú fuiste quien arruino escusado
- ¡No es cierto, fuiste tu y no lo niegues!
- Quisiera no tener que oír esto
- Me importa un maldito bledo lo que ocurriese en el baño… Lo que quiero avisar es que sus servicios ya no me son útiles. En este momento les haré el pago acordado y algo extra por las molestias. Quiero que se vayan mañana, antes de las siete de la mañana…y no quiero que vuelvan.
La habitación de puso completamente silenciosa. Las palabras que salieron de su boca parecían ser demasiado secas y frías incluso para el.
- Y… ¿Eso es todo? – Jinx se mostraba indignada por su tono de voz - ¿así nada mas nos echas¿Ya se acabo todo y simplemente nos ordenas que nos vayamos?
- Bah, me da igual…Vamos nos chicos, bueno Jinx toma tu el dinero y luego síguenos.
- mmm…Extrañare comidas.
Gizmo y Mammoth se fueron sin ningún problema pero Jinx se quedo mirando a Titus que parecía tratar de no transmitir ninguna clase de emoción mientras sacaba una maleta que tenia oculta.
- ¿En serio esto es todo¿Así nada mas se acabo?
- Tal vez no te lo parezca pero tengo mis motivos… buenos motivos… por favor váyanse lo mas pronto posible y no regresen.
Ella decidió no mostrar su indignación y simplemente tomo la maleta y decidió irse sin más.
- Espera
- ¿Qué quieres? – ella volteo esperando que le dijera algo que explicase esto
- ¿Qué baño fue el que arruinaron?
- Descúbrelo por ti mismo.
Gun shoot abrió sus ojos y se encontró en una cama que reconoció como la de la enfermería. Era extraño, lo último que recordaba era…
El recuerdo lo hizo pararse de un golpe, revisando cada palmo de su cuerpo. Estaba convencido que Redrum lo estaba matando y que incluso tenia una espada clavada en su abdomen. Se supone que debería estar muerte en ese momento
- No te molestes, fue nuestro señor quien te curo..estas completamente a salvo y sin cicatrices de ningún tipo.
Eso no le calmo, se mantenía igual de nervioso y de hecho solo le despertaba mas preguntas.
- ¿Qué demonios paso!
- La verdad… El plan se acabo. Ya se nos acabo la suerte y todos se dieron cuenta gracias a la ira de Redrum. Por suerte seguimos siendo útiles, pues mañana debemos pelear de nuevo. No tengo idea para que, solo se que me alegra que no nos matasen.
- Ya veo…bueno, eso nos pasa por tratar de conspirar todo el tiempo.
- Que mas da… solo lamento que no tuve tiempo de despedirme de mi hogar…era el mas cómodo de todos antes de la llegada de Redrum.
Robin se puso a trabajar en cuanto regreso a la torre. Junto a Cyborg habian logrado encontrar una cantidad considerable de nueva información no solo de Redrum, sino de lo que parecía ser su grupo entero. Aunque fue un hecho lamentable, los asesinatos en el puerto dieron una infinidad de datos nuevos sobre quienes se enfrentaban.
- ¿Qué has encontrado hasta ahora Cyborg?
- Nada bueno. Ese solo era uno de un gigantesco cargamento que ha estado llegando desde hace semanas y con las armas suficientes para destruir todo el estado en cuestión de horas.
- ¿Cómo es que llevan haciendo esto desde hace semanas?
- Es lo interesante. Al principio este trafico era completamente legal, haciendo entrega de un pedido que fue hecho por la armada. ¿Puedes adivinar quien era el encargado de la entrega?
- Titus
- Bingo. Pero solo fue al principio, pues cuando se descubrieron sus actividades delictivas, todo los tratos fueron cancelados y la compañía fragmentada para ser vendida a diversos compradores. Uno de estos compro la división de armas y otro compro la de transporte. Se supone que la segunda se encargaría de solo de frutas y verduras pero al parecer tenían también su propia agenda.
- ¿Averiguaste quienes fueron los compradores de estas?
- John Doe y Frank Reeves… Como puedes ver el segundo fue una mentira muy obvia, mientras que el segundo lleva varios años en una tumba. He intentado averiguar quienes son los verdaderos compradores pero solo me lleva a nombre tras nombre de gente inexistente. Si alguien hubiera tomado en serio este trabajo se habrían dado cuenta que todo esto.
- Bien… tenemos que encontrar mas cosas. Necesitamos averiguar a donde enviaban todas las cajas que llegaban al puerto.
- Me temo que ya lo intente pero algo obstaculiza la búsqueda. Creo que lo mejor seria hacer una búsqueda al viejo estilo.
- Ya veo… Llama a Star Fire y el Chico Bestia, para que me ayuden…
- Emmm…creo que no tiene de malo que no nos ayuden por ahora.
- ¿Por qué?
- Porque ambos están con Jessica
Robin volteo al escuchar a Raven. Ya llevaba un buen de rato de no verla pues se había encerrado en su habitación con la excusa de tener que meditar y por la forma que lo dijo había decidido hacerle caso. Ahora parecía verse sumamente relajada y con algo de buen humor aunque escuchar eso no le agrado en lo mas mínimo.
- No te molestes, esta será su última visita. Solo vino a despedirse definitivamente. Que te parece si por ahora te acompaño a investigar, necesito hacer algo de ejercicio.
Aunque algo molesto por lo que escuchaba, decidió aceptarlo. Ahora no era momento de perder tiempo.
El Uroloki escuchaba con atención todo lo que se le informaba. Mientras mas escuchaba, mas nervioso se ponía y las ganas de actuar incrementaban de forma considerable. Con todo, sabia que no podía hacer nada sin autorización. Por ahora solo podía informar a su aun mas ausente líder.
- Señor…
- ¿Ahora que ocurre? – le dijo sin siquiera voltearlo a ver – solo espero que sea importante.
- Señor… Nos han descubierto. Ya no nos podemos ocultar más, La liga de la justicia ya encontrado algunos de los nuestros y podrían escanear sus mentes sin problemas. Incluso los villanos nos han rastreado y sus métodos son mas… rudos. Me temo que la distracción con los titanes ya no va a funcionar mucho tiempo más e igual nos rastrearan. También esta el caso de la barrera…
- Ah… La barrera… cierto, sigue funcionando.
- Pero no muy bien, me temo que cada vez mas gente supera sus efectos y están cada vez mas cerca de salir de la ciudad… y las comunicaciones con el exterior son cada vez mas difíciles de alterar… Hoy tuvimos que matar a un policía que por poco descubre la barrera… En serio señor, cuando vamos a iniciar todo, necesito que me lo diga ya.
Maharya se quedo en silencio y finalmente volteo su mirada para encontrarse con su fiel servidor. Entonces se puso de pie y le dio la espalda.
- ¿Ha donde va señor?
- Vuelvo en un par de horas. Hasta ese momento no hagas nada, sin avisarme o te costara la vida.
- ¡Pero señor, nos van a encontrar tarde o temprano y su barrera ya no nos mantendrá a salvo!
- ¡si algo sale mal será por tu incompetencia¡ahora déjame trabajar!
El Uroloki callo y simplemente lo vio irse. No valía la pena intentar hacerle ver su punto de vista. Era pelear una batalla perdida.
Robin y Raven llegaron a lo que resulto ser una bodega abandonada. Mientras penetraban en ella, se dieron cuenta que habían rastros de que hubo alguna vez una gran actividad en su interior, pues aunque parecía por fuera que nadie había entrado en años, su interior estaba sumamente aseado, exceptuando algunas cajas que quedaron dispersas por el lugar. Robin miro al techo y encontró un dibujo bastante familiar de un ojo pintado en el techo.
- Por lo que veo este era el lugar.
- No hay nadie cerca de aquí. No puedo sentir siquiera que haya algo vivo en los alrededores.
- Cyborg, necesito que hagas algo por mi.
- Ya estoy en eso – dijo a través del intercomunicador – oficialmente esa bodega ha estado vacía por años pero al parecer ha habido mucha actividad en ella desde hace meses. De hecho apenas hace unas horas una gran cantidad de camiones salieron de ahí.
- ¿Cuál fue su destino?
- No lo se, la computadora esta fallando de nuevo. Tendré que hacer una reparación profunda para averiguar como solucionarlo.
Robin maldijo para sus adentros y tuvo que aceptarlo. Llamo a Raven para que fueran a la torre y se dio cuenta que por alguna razón se encontraba de un excelente humor. De hecho se encontraba sonriendo
- Raven…¿estas bien?
- Si¿Por qué?
- Bueno, es que estas sonriendo… de hecho es raro que estés de tan buen humor.
Como si se hubiera dado cuenta de lo que hacia, Raven volvió a poner su rostro acostumbrado. Incluso ella pareció mostrarse sorprendida.
- Si… no te preocupes, estoy bien.
En medio de tantas nubes oscuras era imposible apreciar el atardecer en el parque de Jump City. De hecho, hacia días que nadie se aparecía por el lugar, en parte por el mal clima y el deprimente espectáculo que causaba, pero sobre todo porque nadie se sentía seguro en el. Ya nadie se sentía seguro en ninguna parte.
Había quienes seguían viniendo a pesar de todo, pero eran muy pocas personas y solo venían de paso. Un par de ellas llegaron en ese momento volando, una sosteniendo a la otra y bajaron al suelo muy cuidadosamente. Al tocar el suelo, una de estas camino unos cuantos pasos y miro al parque de forma algo desolada.
- Es deprimente… simplemente deprimente
Star Fire asintió. Tenia razón, el parque era sumamente triste desde que la gente había dejado de venir, pero no podía culpar a nadie de ellos.
- Sin embargo se que volverá a ser un buen lugar para regresar dentro de muy poco…cuando ustedes los atrapen, la gente volverá a venir - La forma en como lo dijo puso de buen humor a Star Fire, pues mostraba verdadera confianza.
- ¿Segura que quieres que te deje aquí? Puedo llevarte a tu casa.
- No, estoy bien aquí. Además vivo cerca y no necesito caminar mucho para llegar… Fue un placer conocerte sabes.
- El gusto es mío… ¿A dónde es que iras?
- Tengo que irme por un tiempo de la ciudad…No me malentiendas, me agrada vivir aquí pero últimamente se ha vuelto mas asfixiante de lo que puedo soportar. Pero créeme, pienso volver aquí… Esta es la ciudad en la que mas tiempo he vivido y que mas he disfrutado.
La despedida fue bastante corta, pero ayudo a sentirse mejor. Jessica se alejo solo un poco antes de detenerse. Volteo la mirada y observo como Star Fire se iba volando. Incluso después de que ya no podía verla mantuvo su mirada en el aire, antes de resignarse y bajar la mirada.
Siguió caminando lentamente. Se decía a si misma que habían sido algo muy agradable, que realmente valió la pena cada segundo. Mientras avanzaba se daba cuenta que no se arrepentía de nada de lo que había hecho, solo que le hubiera gustado haber pasado mas tiempo con la que había sido su primera amiga.
Se detuvo en seco. Se dio cuenta que tenia una pequeña lágrima que le molestaba en el ojo. Ojala que no haya sido una molestia, la sola idea que fue un estorbo le aterrorizaba realmente. Ojala no lo haya sido, solo deseaba que nada saliese mal por su culpa.
Unas pisadas llamaron su atención y al levantar su cabeza pudo ver de cerca al causante. La miraba con una atención que podía llegar a perturbar y avanzaba con paso muy lento, cargando una guadaña bastante impresionante. Vestía unas ropas completamente oscuras y una capucha que cubría su cabeza pero que permitía ver perfectamente su mascara. Mientras se acercaba a ella parecía tener una débil pero perfectamente perceptible risa.
- Hola… Decidí venir personalmente por ti… Ya es hora de jugar.
El Palabrerío de Ulick
Últimamente he sentido mucho frío, demasiado incluso para mi gusto. Despierto por las noches con calambres, tiemblo todo el tiempo y ya me canse de ponerme tantos abrigos solo para salir a la calle. Por fortuna el estar encerrado tanto tiempo me ha dado oportunidad de avanzar con mucho de mi trabajo pendiente, incluyendo un trabajo que ni me acordaba que tenía hacer. Entre las cosas que pude avanzar se encuentran por supuesto este capitulo. En lo personal, este capitulo pudo ser mucho mejor pero es parte de lo que esta por venir. Ya es momento que empiece de nuevo con la acción y que el plan de Maharya se ponga en marcha de una vez por todas, porque honestamente, hace rato que quiero llegar a esa parte.
Me da gracia lo que esta acaba de pasar. La semana pasada me dedique a recordar borradores desechados y a ponerme nostálgico pues estaba convencido de que no podría actualizar antes de que se cumpliese el año de que inicie la historia pero me equivoque completamente. Haciendo a un lado la ligera pena que me hizo sentir esto, me gustaría agradecer a todos los que han hecho un Review en este año. Recuerden, que me gusta que me den sus opiniones, no me importa si son negativas o positivas. El único tipo de comentario que no acepto son amenazas de muerte, pues para esas tengo mi propia cuenta de correo y siempre esta llena. Bueno, hasta la próxima y ojala les siga gustando esta humilde historia.
Mil gracias a todos los que me dejaron un Review este año:
Artemisa2
Sephiroth Leonharth
Ravenmistaque
the Black Crow
hitoki-chan
Yoko
Harly Grace (¿cuando vas a actualizar la mascara del angel negro?)
LiLith091
Morearwen
Krystal of nol (el saber que te gusta mi fic es el mejor cumplido de todos)
Aneres27 (aunque no lo creas, yo dudo que tenga realmente mucha inspiracion)
Lucera (si insistes lo suficiente o me lo pide mas gente hago un crossover pero piensalo bien¿realmente quieres que Scatha y el Mini-nazgul conozcan a los titanes?)
Es gracias a su apoyo que esta historia se mantiene viva.
