Los jóvenes titanes no me pertenecen. Si así fuera seria un desastre para DC Comics, puesto que soy un chismoso consumado y ya habría platicado un año entero de la trama y capaz me despiden ese mismo año. No, solo soy un tipo que le gusta escribir historias locas y con tiempo suficiente para hacerlo.
El inicio del Caos
El Uroloki andaba con todos sus sentidos en alerta. Aunque había sido llamado por su señor y por tanto era su obligación llegar ante el, el desconocer el estado de animo de Redrum lo ponía demasiado nervioso. Era cierto, era la mas leal de entre todos los miembro de la legión, pero era también la mas peligrosa cuando se salía de control. Era raro cuando eso ocurría, pero cuando llegaba a pasar no había nadie que estuviese a salvo. El lo sabia, el se había encontrado demasiado cerca de una de esas ocasiones, cuando se intento hacer un levantamiento por la furia que despertó entre los soldados a causa de tener una simple niña como su general y cuyas respuesta causo que nadie jamás se atreviese a contradecirla. Apenas unas horas que ella entro en la estancia de su señor llena de ira y no le agradaba estar cerca de ella todavía.
Abrió la puerta y para su sorpresa Redrum estaba completamente calmada. Se dio cuenta que ya no portaba esa mascara que había comenzado a usar para las misiones y que su cabello estaba por fin de su color natural, cosa que no había visto desde hacia un año cuando menos. No presto demasiada atención, el solo saber que no estaba enloquecida era suficiente para el. Siguió avanzando hasta estar a la distancia que el protocolo decía que podía acercarse a su señor y se arrodillo ante el, su señor y líder, quien se encontraba sentado en su trono y observándolo como solo el podía llegar a hacerlo.
- ¿Me ha llamado señor?
- Si mi estimado amigo – le contesto - ¿podrías decirme cual es el estado de nuestros hombres alrededor del mundo?
Le repitió todo lo que le había estado diciendo. De cómo sus hombres se impacientaban y el concilio recientemente reunido nuevamente mostraba su poca lealtad. De cómo varios de ellos habían sido atrapados y que existía el riesgo de que llegasen a hablar tarde o temprano, ya sea por la tortura de los llamados villanos o las amenazas de los conocidos como héroes. Siguió contando hasta llegar al asunto de la barrera y como perdía su efectividad entre los ciudadanos de Jump City. Le dijo todo esto y mas, lo mas rápido y claro posible.
- Ya veo… Muy bien es la hora.
El Uroloki no pudo evitar reaccionar sorprendido y entusiasmado, pues finalmente escuchaba las palabras que deseaba escuchar de su señor. Incluso Redrum se mostró maravillada por lo que llego a escuchar.
- Uroloki, ve con Redrum y quiero que entre los dos den la orden de ejecutar el plan "Caos controlado", que salga tal y como lo he planteado, sin el mas mínimo error. Asegúrense que una cuarta parte de nuestros hombres actúen al mismo tiempo y el resto le siga conforme les ordenemos. Después de ello, hagan el favor de arreglarse, vístanse con sus mejores galas para cuando se presenten al mundo.
Redrum y el Uroloki hicieron una reverencia y se fueron caminando uno al lado del otro. No necesitaban voltearse a ver para saber que estaban emocionados porque el ansiado momento llego. Convocaron primeramente al concilio y este se presento con algo de retraso, cosa que era inaceptable para la ocasión por la importancia de las noticias. Los nueve integrantes se dieron cuenta de su importancia al ver que por primera vez Redrum estaba presente, sentado con el señor del concilio y por supuesto no ocultaron su sorpresa que finalmente se estaba dando la señal de inicio del evento máximo.
Casi al instante fueron a dar la noticia a todos los hombres que todavía se encontraban reunidos dentro de su base. Se eligieron a un grupo para que se mantuvieran dentro y el resto se repartiese por toda la ciudad. Su conducta fue por supuesto mas disciplinada y gustosamente hicieron cumplieron las ordenes que les dieron sin presentar la mas mínima vacilación. El Uroloki no pudo ocultar su gran satisfacción cuando pudo ver a unos heridos Gun Shoot y Puppet mastes llenos de vendajes y con rostros estupefactos por la noticia.
De inmediato fue necesario ir a la sala de maquinas, donde se encontraban todas las computadoras y donde se organizaba todo. Ni una sola cosa se les escapaba desde ahí, y fue desde ahí donde dio la orden a nivel global. Todos los técnicos comenzaron a trabajar a toda marcha con el solo propósito de terminar a tiempo. Ahí se dio cuenta que la situación estaba mas controlada de lo que esperaba y que los contratiempos no eran tan graves para poner en peligro la misión.
Se quedo observando junto a Redrum por un momento mientras toda la situación se desarrollaba. Era simplemente hermoso, aunque estaba al pendiente de todo, no podía creer la belleza y velocidad con que todo se desarrollaba. Solo era cuestión de poco tiempo para poder comenzar con todo tal y como deseaba que se desarrollara. Luego se retiro, andando todavía al lado de su igual. Avanzado unos metros, se volteo a verla y le puso el brazo en el hombro, lo cual ella respondió con una sonrisa llena de entusiasmo, expresando una emoción que tal vez superaba a la suya.
Se separaron para entrar a sus respectivas habitaciones. En cuanto entro se percato, tal vez por primera vez en toda su existencia la desnudez de esta, pues apenas habían unos cuantos objetos personales en ella y unos pocos muebles, apenas lo necesario. Se sentó frente a un gran espejo y por primera vez en años se quito su Yelmo. La sensación era extraña, pues sentía que este era ya parte de su propio cuerpo. Hacia tanto tiempo que había aprendido a ignorar las incomodidades que este le causaba, así que no le importo ver que su cabello era largo y se encontraba completamente maltratado, algo que simplemente se arreglaba con rasurarlo. No se molesto en ver su pálido y arrugado rostro, de cómo sus ojos apenas soportaban la luz que pasaba sin necesidad sin su yelmo y mucho menos las cicatrices de viejas heridas que ni siquiera podía recordar. Inmediatamente busco entre sus ropas y encontró lo que buscaba. Era otro yelmo, uno con un aspecto de dragón todavía más aterrador, con cuernos mas grandes y comillos todavía mas afilados, además de tener un ojo negro pintado entre los ojos. No podía evitarlo, llegar a ese momento era la cosa más emocionante que le había ocurrido.
Una puerta se hizo añicos en algún edificio de Jump City. Era uno perteneciente a un edificio de departamento en el centro de la ciudad, uno que era de lujo considerable. Después del terrible incidente que acababan de sufrir, se dieron cuenta que la computadora principal volvía a trabajar sin complicaciones y que había encontrado algo sumamente interesante. Se trataba de unas imágenes tomadas por las cámaras de transito y que se trataba de alguien que reconocieron como Gun Shoot entrando al edificio de departamentos. Investigando con mas profundidad, descubrieron que la cámara captaba la imagen de Jessica, siendo la primera vez el día antes que Redrum lanzara su primer ataque, demostrando que mentía cuando aseguraba que vivía cerca del parque. Al investigar el edificio, descubrieron que alguien había rentado todo el último piso y decidieron investigarlo.
Star Fire fue la que destruyo la puerta de la habitación que al parecer ocupaban y comenzaron y luego Robin se le adelanto, poniéndose al frente y con Star Fire y el Chico Bestia en la retaguardia. La habitación al principio parecía demasiado normal, llena de aparatos electrodomésticos de alta calidad y un sillón que había sido reparado una y otra vez, además de una que otra huella de desorden. La percepción inicial cambio al voltear hacia una de las paredes y encontrar una mancha enorme que reconocieron como sangre y que llegaba hasta el suelo y un delgado agujero.
- Al parecer hubo una pelea hace unos días.
- Y fue bastante dura – Dijo Star Fire – no me había dado cuenta pero la puerta había sido rota hace poco. Al parecer alguien tuvo que entrar a ayudar.
- Bien, entremos en las habitaciones y comiencen a revisar los cuartos.
De inmediato se separaron para investigar, encontrando señales mas evidentes de que hubo una pelea bastante fuerte hace poco. Encontró una de las habitaciones y se dio cuenta que estaban cerradas con candado. Tuvo que sacar un par de herramientas para lograr entrar y se dio cuenta que debía ser la habitación de Gun Shoot, era fácil intuir eso, pues la habitación estaba llena de armas de alto poder por doquier. De hecho era imposible caminar por todas las armas que habían regadas por el piso, algunas de ellas inclusive cargadas y el mas mínimo descuido las podías accionar. Encontró una infinidad de gabardinas, todas ellas con armas incluso en las mangas. Decidió salir de ahí, prácticamente se trataba de un polvorín que podía estallar de pronto.
Afuera se encontró con que Chico Bestia parecía estar saliendo del cuarto que el se había encargado de revisar.
- Cielos viejo, ahí solo había libros por todas partes. ¿Qué hay del tuyo?
- Un polvorín buscando una excusa para explotar. ¿Y Star?
Fueron a la que parecía ser la tercera habitación. Parecía que apenas hacia unas horas se trataba de un estudio, pues parecía haber sido adaptado para que alguien pudiese vivir ahí. Había ropa, cuidada y guardada en cajas, colocadas en una esquina, y una cantidad enorme de estuches de discos de música vacíos muy bien ordenados junto a un ropero de tamaño considerable y austero, y la cama era una bastante sencilla, con apenas espacio para que alguien pudiese dormir ahí. Star Fire se encontraba en ella, observando el techo. Cuando sus amigos levantaron la mirada notaron lo que ella no podía dejar de ver.
Eran notas y fotografías, todas ellas pegadas en todo el techo. En ellas podía ver la imagen de varias personas cuya identidad desconocían y que se encontraban tachados y fechados recientemente. Hubiera significado cualquier cosa, pero encontrar una foto de Terra en las mismas condiciones hizo que fuese obvio e indiscutible. Las notas decían todo tipo de cosas, muchas de ellas solo eran recordatorios pero algunas de estas podían llegar a aterrar, proponiendo las mas terribles muertes o torturas. Había una foto entre todas estas, una que reconocieron como la de Jinx y que se encontraba marcada, dando su muerte como un hecho y al lado de esta estaba la foto de la misma Jessica. En esta tenia escrita una nota que decía "que sufra… que todos sufran"
- Okaaaayyyy… No creo ser el único que piensa que esto parece sacado de El silencio de los Inocentes.
- Debo admitir que tienes razón, esto no se como algo que haría alguien sano. Se coloco a si misma como victima. Es probable que realmente creía que se mataba a si misma.
- ¿Cómo si tuviera personalidad doble?
- No… Siempre ha estado consiente de sus acciones.
En cuanto dijo esto, Star Fire abrió el ropero para revelar a sus amigos su contenido. A primera vista parecía que le pertenecía a dos personas distintas. Por un lado parecía que le pertenecía a una chica bastante normal, con una cantidad bastante considerable de ropa colocada en un espacio considerablemente reducido y con varias fotografías, en las cuales posaba en cada una de ellas en distintos lugares. Pero era la otra mitad lo que realmente aterraba, pues realmente ahí podían identificar a Redrum. Ahí se encontraba su traje, varios de ellos y una variedad de mascaras. Al verlos de cerca se dieron cuenta que no todos eran iguales, algunas tenían ojos pintados en la frente y algunos llegaban a tener colores distintos pero siempre oscuros. Bien guardada se encontraba la capa que uso en la primera ocasión que se encontraron, al igual que un cuchillo que en nunca llego a usar. En unas cajas especiales encontró unos cuchillos que luego reconocieron como los que envenenaron al Chico Bestia, justamente a lado de donde había colocado sus zapatos con suela a prueba de ruido. Ahí también habían fotos, ninguna de ellas agradable a la vista. Calculaban que eran de entre tres y cinco años, en los que parecían ser sus primeros trabajos.
- Demonios, esto es repugnante.
- Así es… y creo que comprendo lo que piensa Star Fire. No se para nada de una personalidad múltiple. Solo era una fachada, una que cobro mas vida de la que merecía y debía ser eliminada. Solo que quiso aprovechar para causarnos daño a nosotros de paso.
Robin siguió examinando el ropero, intentando averiguar mas cosas. Revisaba de ambos lados, encontrando que en el lado que parecía pertenecer a Jessica habían varios recuerdos, la mayoría bastante recientes, incluyendo una foto de Star Fire, tomada al parecer cuando se encontraba desprevenida. Justamente a lado encontró la cámara con la que tomo las fotografías, sumamente pequeña y que se podía esconder en la palma de la mano. Eso solo aumentaba su temor, puesto que fácilmente podría haberlos estado espiando.
- No tienes que buscar Robin – dijo Star Fire mientras sacaba una fotografía que tenia guardada – ya revise todo y lo que encontré fue… bueno, fue esto.
Robin y el Chico Bestia tomaron la fotografía y la observaron cuidadosamente. Se trataba de una fotografía de al menos cinco años, mostrando a una niña de cabello blanco sonriendo, pero lo que realmente llamaba la atención es que de todas era la única imagen en la que ella se encontraba acompañada. Se encontraba a lado de ella, sentado y simplemente observándola mientras esta reía. Vestía una túnica negra con una capucha que cubría casi por completo su cabeza, pero lo que quedaba visible de su rostro mostraba que portaba una mascara de color blanco.
- Sea quien sea, debe ser alguien fundamental.
- Hey, no se trata de esa persona de la que hablo Raven – dijo el Chico Bestia – Ya sabes, el de la mascara blanca que parecía que solo ella veía.
- Pues es obvio que al final de cuentas es alguien real. No solo eso, sino que esta bastante involucrado con los soldados del caos. Me atrevería a pensar que debe ser uno de los verdaderos cerebros en todo esto.
El comunicador sonó antes que los demás pudiesen decir algo. Robin contesto, era el quien esperaba la llamada mas que ninguno.
- ¿Qué descubriste Cyborg?
- ¡No vas a creer esto¡Nuestra computadora ha sido saboteada desde hace semanas¡Alguien penetro en nuestro sistema y ha estado manipulando toda la información que buscamos!
- ¿Qué dices!...Esa maldita Redrum
- No, no fue ella. Fue ese maldito de Titus, el fue quien manipulo nuestro sistema. Fue cuando nos dio ese sistema de seguridad, el que nos protegía de todos los programas que creo. Funcionaban, pero permitía que un espía se metiese en nuestro sistema. Cada vez que buscábamos información, este filtraba y destruía todos los datos que fueran comprometedores. Pero lo peor es que penetraron en nuestra seguridad, llevan semanas observando cada uno de nuestros movimientos.
Robin apenas y podía contener su furia, los tres se mostraban furiosos pero Robin era el que mas lo expresaba. Le costo algo de trabajo seguir hablando.
- ¿Qué se sabe de Titus?
- Sigue desaparecido desde que socorrieron a los amigos de Jinx. Es probable que haya huido o incluso que lo hayan matado ya.
- Comprendo…nos veremos en la torre entonces – Robin apago entonces su comunicador y volteo a ver a sus amigo - ¿creen que encontremos algo mas aquí?
Ambos inclinaron la cabeza en señal negativa. El lo comprendió y decidieron retirarse. Subieron para irse por el techo y dejar el menor rastro posible, aunque claro que seria notorio que se encontraban ahí cuando la policía reciba la llamada anónima avisando sobre las armas y las pistas que al final habían dejado donde las encontraron y al ver la puerta derribada de forma violenta.
Estando en el techo, Star Fire se quedo petrificada viendo al cielo, con una expresión que llegaba a expresar verdadero miedo.
- X'Hal…
Robin y Chico Bestia voltearon hacia donde veía su amiga y se percataron que era lo que le molestaba tanto. Por culpa de le destrucción de la planta eléctrica, no existía ni un solo lugar en toda la ciudad que hubiese luz, dejándola en la mas profunda y terrible oscuridad, pero era eso mismo que les permitía ver la verdadera apariencia que esta tenia. Desde hacia días que no había sol, solo unas nubes gruesas que no dejaban que los rayos penetrasen con facilidad y esa noche la ciudad estaba lo mas oscura que se había visto desde que se tenia memoria, una oscuridad que solo desaparecía por unos breves segundos cuando unos poderosos rayos cruzaban el cielo y los truenos eran lo único que rompía el silencio que imperaba en la ciudad entera. Era posiblemente la imagen mas deprimente que habían visto en mucho tiempo.
No muy lejos de donde estaban ellos, un hombre estaba tomando una botella de cerveza mientras miraba al cielo. No era un trabajo tan fácil como el hubiera deseado, puesto que tenia problemas para pasar la boca de la botella por su yelmo en forma de bestia salvaje. Si alguien lo hubiera visto sin duda le hubiera llamado la atención, no solo por el yelmo sino por la túnica negra que vestía en ese preciso momento. Normalmente no se hubiera dejado ver vestido de esa manera, ni en un millón de años, pero no se trataba de una noche normal, una noche que solo ocurría una sola vez.
- Con que así es como se ve el fin del mundo… Creí que seria más interesante – dijo mientras daba otro sorbo a su cerveza.
Raven necesitaba responder muchas preguntas y debía hacerlo lo mas pronto posible. Ya no solo se trataba de esos extraños vacíos en su mente y los muy repentinos cambios de temperamento, lo que ocurría ahora era mucho peor. Fue cuando se miro al espejo cuando se dio cuenta que todo estaba peor de lo que ella se había imaginado. No importaba cuanto tiempo se mirase, estaba convencida que quien veía reflejado en el no se trataba de ella. Era su rostro, pero no era ella, estaba viendo a alguien más.
Sabía que debía revisar desde adentro y tenía el instrumento necesario para ello. Mientras tomaba el espejo de Azarath esperaba que por fin descubriese que es lo que estaba pasando de una vez por todas. Los últimos días se estaban transformando en un verdadero infierno y quería detener todo esto a como diese lugar.
El viaje al interior de su mente había dejado de molestarle desde hacia algún tiempo pero aun le molestaba un poco estar en el territorio que era su mente. No iba a perder tiempo, lo primero que hizo fue llamarlas a todas, cada una de las Ravens que representaban cada una de sus emociones y todas estas aparecieron al instante. Las emociones normales, como la valentía, timidez, felicidad, inteligencia, llegaron sin ninguna gran dificultad, pero era la ira la que solía presentar problemas. Al final incluso esta se presento, completamente encadenada y contenida. Mostraba sus completos arranques de furia pero aun así se encontraba contenida.
- ¿En que podemos ayudarte? – dijo la inteligencia, reconocible por unos anteojos
- Ya deberían saberlo… algo esta muy mal, demasiado mal conmigo y necesito saber donde esta el problema.
- ¿Mal? De que hablas tontita – decía entre risas la felicidad – todo marcha completamente normal.
- No es cierto, algo esta mal. Apenas unas horas estaba completamente furiosa y desinteresada por la salud de los demás.
- Lo lamento, pero no sabemos de nada anormal. Tu ira como puedes ver esta completamente contenida, y no se ha liberado de donde esta desde la ultima vez que la contuviste, mientras que tu apatía se ha mantenido normal.
- Essteee… Lo lamento… hace poco… creo que me salí ligeramente de control… - hablaba la tristeza entre sollozos – tal vez… eso fue lo que salio mal…
- ¡No, no hablo de eso¡Algo esta realmente mal conmigo, demasiado mal y parece que ustedes me lo están ocultando!
- Tranquilízate.
Raven se detuvo al instante y comenzó a relajarse. Muy cerca de ella, ira parecía que por momentos había recobrado parte de sus fuerzas y puesto de pie. En cuanto se contuvo, volvió a caer presa de las cadenas.
- Realmente se que algo esta mal…
- Si, algo esta mal pero no con tu interior. No podemos mentirte y podemos decirte que tu mente esta como debe estar. Sin embargo hay algo que no marcha bien: Destruir la llave.
Raven se quedo fría por un momento. Lo había olvidado, se había decidido a destruir la llave pero con todo lo que ocurrió se le olvido.
- Debería decírselo a los demás…podrían ayudarme.
- ¡Vamos! Tu no necesitas la ayuda de nadie – decía con emoción valentía – contigo basta para patearle con ganas el trasero.
- Aunque lo dijo de forma demasiado tosca, tiene razón – siguió inteligencia – me temo que no puedes contar con tus amigos.
- Ellos me ayudarían…
- A capturarla, de eso no hay duda, pero no darían el siguiente paso.
- Podría convencerlos…
- Hasta tu sabes que eso no es verdad. Incluso tu, que sabes lo que puede ocurrir, tienes dudas de hacerlo, los demás se opondrán rotundamente. Esto es algo que debes hacer tu sola.
- Lo se… lo se… no debo dudar…
- Así se habla.
- ¿Pero me dirás que es lo que esta mal conmigo¿acaso alguien esta tratando de dominar mi mente?
- Tranquila… hablo en serio cuando digo que no te ocurre nada.
- Comprendo.
- Y también lo hago cuando digo que no debes dudar, por nada del mundo debes dudar.
En un parpadeo se encontraba de nuevo en su habitación. Miro al espejo y nuevamente ahí estaba, ese rostro ajeno que la miraba a los ojos. Era obvio, las cosas marchaban bastante mal y que era posible que ella misma estuviese engañándose. No importaba, sabia que ella podría arreglarlo. Solamente tenia que matar a la llave, todo se arreglaría cuando Redrum cayera muerta de una vez por todas.
Luego de un largo baño, Redrum cerro la regadera y comenzó a secarse. El baño le tomo mas tiempo del que esperaba, puesto que todo su cuerpo estaba manchado de sangre, tanto suya como ajena, y era muy cuidadosa para quitársela toda, especialmente en el cabello, que solía terminar hecho un desastre. Todavía recordaba la vez que trato dejarse crecer el cabello y prácticamente tuvo que rapárselo después de una misión. No solo le era estorboso sino que su cabello era tan delicado que las manchas de sangre se lo arruinaron.
Se secaba con cuidado por todo el cuerpo y entonces no pudo evitar observarse en su espejo. Por años había tenido que ver esas horribles cicatrices que le recordaban su vieja vida, una que simplemente detestaba recordar. No sabia porque su señor no se las había quitado antes y menos porque se las quito ahora. En realidad le costaba entender como funcionaba su forma de pensar, pero estaba sumamente alegre de que por fin se decidió eliminarlas. El solo verlas le causaba un terrible malestar, para ella la vida que tuvo antes de conocer a su señor no era mas que un infierno y recordarlo era el mas horrible de los suplicios.
Su viejo uniforme estaba simplemente hecho un completo desastre, con señales de quemaduras, rasgaduras y sangre, al punto que ni dedicándole toda una semana no podría repararla, así que simplemente lo tiro a la basura mientras sacaba su nuevo uniforme. Por iniciativa propia, ella solía abstenerse de usar ropas finas de cualquier clase y sus uniformes solían ser de materiales bastante corrientes, pero para esta ocasión tan especial había decidido usar una de sus uniformes que había dejado relegados. Le habían dicho que era lo mejor para ella, creado especialmente para el combate con un material cuyo nombre ni siquiera se acordaba y quien sabe que tantas cosas mas, solo le interesaba que no le estorbaba al pelear. Venia incluida con una mascara pero ya no tenia caso usarla.
No tardo demasiado en vestirse, como sea, todavía tenia la costumbre de vestirse con velocidad y aun cuando ahora podía tomarse un poco de tiempo, realmente le costaba trabajo la idea. Demasiadas cosas a la que se había terminado acostumbrándose, pues ni siquiera se dio cuenta que un par de minutos estaba completamente vestida y ahora seguía arreglándose al cabello. Sin duda, su cabello era simplemente horrible, pues aunque había gente que aseguraba que le encantaba el color, no sabían lo terrible que era cuidar un cabello tan delicado como el suyo. Lo peor era lo de pintarlo constantemente, pues una peluca no terminaba por satisfacerle durante las peleas, pero los tintes le causaban daño. De no ser por su señor seria alguien sumamente enfermiza por esos venenos que se ponía en la cabeza.
No se coloco los guantes, pues tenia que seguirse arreglando. Esta seria la primera vez que tendría la oportunidad de ponerse maquillaje. Sabia que no debía ponerse mucho, pues así es como era que le gustaba a su señor, o era eso lo que le había oído comentar. Si, eso se lo dijo en una ocasión, lo recordaba perfectamente. No más de lo necesario, pero si trataba de tomarse los suficientes cuidados con sus ojos mientras se colocaba el delineador y se coloco una pintura de labios de color natural. Finalmente se arreglo un poco más el cabello antes de colocarse sus guantes. Al verse en el espejo, se dio cuenta que en realidad no había un cambio tan grande, excepto un poco en los ojos, pero que importaba, así era como le gustaba a su señor, un rostro lo mas natural posible. Además era una ocasión especial, la primera vez que podría mostrar su rostro sin preocupación.
Tomo su cinturón especialmente creado para el tipo de trabajo que desempeñaba. Podía colocar no solo dos espadas, sino una cantidad considerable de cuchillos pequeños y uno más especialmente para cacería y se coloco una capa hecha para la situación. Cuando finalmente estaba preparada salio de la habitación, preparada para poder iniciar el gran evento. Mientras avanzaba por el pasillo se encontró con Gun Shoot y Puppet Master, hablando como si nada. Al parecer habían sido sanados con el poder de su señor pues estaban como si nada, además que vestían ropas nuevas y en el caso de Puppet Master, bastante finas, demasiado incluso para el. Lo único que hizo fue darles un pequeño regaño y luego les ordeno irse a tomar sus posiciones tal y como debían hacerlo. De hecho todavía tenían tiempo, pero tenia ganas de darles un susto.
Siguió caminando hasta llegar a donde se encontraba su señor, el cuartel de operaciones especiales, un lugar que no le gustaba visitar. En ella no había mas que un veintenar de personas trabajando en procesar datos todo el día, revisando la situación de los hombres en todo el mundo por medio de enormes pantallas que estaban por todas partes, un lugar que en pocos minutos podía llenar de tedio a todo el que entrase ahí.
Su señor ya se encontraba ahí, al igual que el Uroloki, portando un yelmo nuevo, de una apariencia que realmente se imponía fácilmente y ahí también se encontraban ocho miembros mas del concilio. Solo faltaba uno, pero seguramente andará teniendo algún trabajo por ahí, en realidad no le importaba en lo mas mínimo.
Al darse cuenta de su presencia, su señor se acerco a ella y le tomo del rostro para verla cuidadosamente. No le dijo nada, solamente le miro antes de soltarla, pero ella sabia que le agradaba lo que veía.
- Me alegra que ya estés lista. ¿Y tus hermanos?
- Afuera, todavía estaban conversando pero les hice que se apresurar.
- Muy bien, quiero que iniciemos lo mas pronto posible. ¿Qué me dicen de nuestros hombres?
- Solo esperan la orden de Redrum para iniciar.
- Perfecto, entonces quiero que inicien de una buena vez con todo.
- Si señor… ¡Todos en posición!
El Uroloki y ella llevaron a todos los miembros del concilio y posteriormente a sus hermanos a una habitación llena de cámaras. El fondo era simplemente oscuro y apenas con suficiente iluminación para que ellos sobresalgan. Comenzaron a ponerse en posición, de una forma que casi era teatral. Los ocho miembros del concilio, reconocibles por sus yelmos de perros salvajes se colocaban al fondo, mientras que el Uroloki se colocaba al frente de estos, exactamente en medio. Ella y sus hermanos estarían frente a ellos, estando ella parada un paso delante de sus hermanos, siendo que ellos serian los primeros en ser reconocidos cuando todo iniciase. Delante de ellos, su señor estaba con dos operadores que le enviaban los datos que se procesaban desde cuartel de operaciones.
- ¿Estado?
- Estamos entrando a la señal de todos los satélites de comunicación disponibles. Señales de audio y video serán enviadas de forma simultanea a todas partes del mundo. Hemos agregado una señal para enviar subtítulos en lugares seleccionados.
- Perfecto
- Iniciando ocupación de los satélites
- Preparando envío de transmisión… Transmisión enviada… Preparando inicio para dentro de exactamente 10 minutos con 16 segundos señor. Las tropas alrededor del mundo recibirán la transmisión dependiendo la diferencia horaria, con un retraso de entre 20 segundos o un minuto según la condición del satélite que envíe la transmisión. Inicio en 9 minutos y cincuenta segundos señor.
- Hagan que me sienta orgulloso
Cyborg estaba como loco revisando la computadora. Simplemente nada tenia sentido, no podía creer lo que veía. Desde un servidor remoto han estado filtrando toda la información que ha llegado a ellos de una forma bastante selectiva, de una forma que unos simples Hackers no habrían logrado, debió ser algo todavía mas complejo, mas preparado, simplemente no era posible que se pudiese filtrar tanto en tan poco tiempo. Era tanta la información que habían evitado que llegara a ellos¿como lo habían logrado?
Pudo escuchar una puerta abrirse detrás de el. Al voltear se dio cuenta que se trataba de Raven. Simplemente decidió ignorarla.
Esta se fue acercando a donde este se encontraba. Parecía que deseaba hablar con el, pero no tenia realmente deseos de hablar con ella por ahora.
- Hola cy… ¿Qué ocurre?
- Tu amigo Titus nos dio un doble regalo. Nos dio un sistema de seguridad pero a cambio nos ha estado espiando y robándonos información. Desde hace semanas hemos sido un libro abierto para el y quien sabe quien mas. Ya me estoy encargando del asunto.
- Ya veo.
Raven notaba sin problema lo cortante de la forma de hablar de Cyborg. Al parecer no tenia muchas ganas de hablar, al menos no con ella.
- ¿Cómo esta Jinx?
- ¿Realmente te interesa o lo preguntas por amabilidad?
- ¿Me creerías si te digo que hablo en serio?
Cyborg reflexiono un momento antes de responder al oír esta respuesta.
- Estable, pero no sabremos su estado hasta dentro de algunos días. Ahora dime¿Qué es lo que te pasa a ti?
- No paso nada.
- Ni tu te crees esa respuesta.
- Es la verdad.
- Basta de mentir. Somos un equipo pero parece que no lo piensas así. Cada día te encierras mas en tu mundo y no pareces querer nada de nuestra parte, ni siquiera nuestra ayuda. Todos en el equipo nos sentimos así desde hace días.
- ¿A dónde quieres llegar?
- Por dios Raven, escúchate nada más. Lo único que queremos es ayudarte.
- Y lo aprecio mucho, realmente lo aprecio. Cuando realmente necesite su ayuda, se que podré contar con ustedes, mis amigos.
Cyborg estuvo a punto de contestar pero el sonido de la puerta abriéndose de nuevo lo distrajo. Quienes entraron en ella hablaban algo animados al principio pero luego quedaron en silencio al ver a Raven ahí. Como a el, los demás se sentían algo incómodos al verla ahí, pues todavía recordaban las ultimas reacciones de Raven. Esta sintió esto desde un principio.
- Creo que voy a regresare a mi habitación.
- Espera Raven, tenemos que hablar contigo.
- Ya lo se y les digo que me encuentro bien, además ahora no es momento de hablar de lo que ocurrió. Solo diré que mantengo mi posición.
- Pero Raven…
La alarma sonó en ese preciso momento. Algo que para Raven parecía llegar en un momento bastante preciso. Cyborg consulto la computadora y se dio cuenta que se trataba de una transmisión de emergencia.
- Esta transmisión lleva varios días tratando de llegar… Y no vas a creer quien la envía.
- ¿Batman? – Robin no podía ocultar su sorpresa
- Creí que el no se comunicaba contigo a menos que fuese realmente necesario.
- Así es, el rara vez escribe y mucho menos por algo de emergencia.
- La transmisión esta dañada pero creo que puedo poner la mayor parte de esta.
Como decía, logro poner la transmisión de Batman en la pantalla. La imagen estaba bastante dañada y fragmentada, pero era notorio que este estaba realmente preocupado por algo. Era notorio que realmente se trataba de algo serio.
- Robin… contesta este mensaje… algo ocurre en tu ciudad… algo la esta cubriendo… ¡maldición Robin, algo ocurre en tu ciudad!... Una guerrilla llamada la legión… un ataque masivo… algo esta a punto de ocurrir…
- Eso es todo lo que se puede transmitir… eso y una imagen que nos ha enviado también. Veamos que… ¡No puede ser!
Todos los titanes quedaron petrificados ante lo que estaban viendo, todos menos Raven. Se trataba de una imagen satelital de la ciudad, tomada apenas un día antes que se enviase la transmisión. También tenia partes dañadas, pero realmente lo que mostraba era claro y lo que mostraba era un gigantesco circulo negro que cubría completamente la ciudad.
- No es posible…
-¡Que demonios es eso!
- Es un campo de magia – dijo sin inmutarse Raven – Uno que ha cubierto la ciudad por completo.
- ¡Cuando es que se formo esa cosa!
- Para que tenga ese tamaño, seguramente días
- ¿Sin que nadie se haya dado cuenta!... Demonios, debimos darnos cuenta, ahora que recuerdo nadie ha salido ni entrado de la ciudad, solo esos barcos que pertenecen a esos malditos.
- Pero no puede ser así… no lo creo posible.
- Tenemos que examinar esto y ver como resolverlo. Me temo que esto es mas grave de lo que pensábamos.
La pantalla de la computadora se puso en ese momento completamente oscura y una imagen de un ojo rojo se encontraba en medio. De forma brusca, la imagen cambio a una que enfermo el estomago de los titanes. En ella se encontraban tres personas conocidas. Dos de ellas sonreían con su horrible cinismo y vistiendo lo que parecían ser ropas de diseñador. En medio de ambos, una chica con cabello blanco y portando espadas en su cintura se mostraba con una terrible seriedad.
Los tres se arrodillaron al mismo tiempo y permitieron ver a un grupo de hombres que se encontraban a sus espaldas. Vestían ropas completamente oscuras pero si se destacaban por algo era por los yelmos que portaban, cubrían por completo sus cabezas y apenas dejaban ver los ojos de su portador, con horribles diseños que parecían ser de animales salvajes furiosos. El que se encontraba en medio era quien parecía ser el líder del grupo, portando un yelmo rojo y con un ojo pintado en la frente. El suyo era el mas horrible de todos, pues tomaba la apariencia de un terrible dragón furioso. De hecho ni siquiera era posible ver sus ojos. Fue este quien comenzó ha hablar.
- Estimados televidentes, no voy a hacerles perder su tiempo. La vida ya es demasiado corta para que tengan que escuchar largos e innecesarios discursos. Solo he de decirles que hemos estado escondidos en la sombra durante muchos años esperando este día, el día en que nuestro propósito se vera cumplido. Para su desgracia, la mayoría de ustedes vivirá lo suficiente para ver nuestro glorioso propósito.
Al callar, en ese preciso momento Redrum se puso de pie y saco su espada para levantarla en alto y lanzar un fuerte grito.
- ¡GLADIUS!
La transmisión se corto en ese preciso instante. Por unos segundos dejo desconcertados a los titanes, pero en ese preciso instante un poderoso ruido llego a ellos y un temblor incluso les hizo perder por un momento el equilibrio. Al asomarse a la ventana pudieron ver con horror lo que había causado esto. Apenas unos minutos, Jump City estaba inmersa en la oscuridad, pero ahora era distinto, pues se encontraba completamente iluminada por el fuego. Habían sido cinco las explosiones todas hechas en lugares estratégicos de la ciudad y realizadas exactamente al mismo tiempo, lo que aumento en gran medida la sensación del impacto. La fuerza de estos causo que los edificios cercanos se rompiesen en pedazos a pesar de no recibir el impacto directo. Todo el centro de la ciudad se encontraba hecho pedazos en ese preciso momento, además de otros lugares mas. Lo único que parecía haber dejado en paz eran los suburbios pero no sabían por cuanto tiempo seria así.
- ¡Debemos ir a ayudar! – Gritaba Robin – Y debemos evitar que sigan con estos ataques.
- Yo no haría eso mi estimado Robin
Todos los titanes voltearon y se encontraron con alguien detrás de ellos, portando un arma y apuntando contra ellos. Por la forma en que vestía concluyeron al instante de que se trataba de uno de los que estaban con Redrum y los demás. Portaba la túnica negra y sobre todo, el yelmo en forma de bestia salvaje que cubría completamente su cabeza. Todos se sintieron desconcertados, pero Raven avanzo como si nada hacia el intruso, como si hubiera esperado su visita.
- Así que viniste…
Maharya se encontraba sentado junto a Redrum mirando la pantalla y lo que miraba y escuchaba le llenaba de tanto placer. Todo había salido como deseaba, con algunos errores pero marchando tan bien como lo deseaba.
- Porcentaje de hombres capturados o eliminados: 25
- Porcentaje de hombres disponibles que han lanzado su ataque al momento de la orden: 66
- Relación de ciudades y porcentaje de ataque cumplidos: Washington D.C. 66 ; Star City 43 , Gothan City 12, Moscu 66, Hub City 65...
- Todos lo ataques realizados han golpeado blancos claves. Será imposible que las ciudades atacadas se recuperen en corto plazo. De los puntos golpeados, casi todos ellos no solo afectaran a las ciudades, al menos 32 de ellas afectaran sus propios países y de estos 19 afectaran de forma global. Confirmada la destrucción de 72 de Wall Street, garantizamos una destrucción económica continental y global por al menos siete años.
- …Ataques a Metropolis Neutralizados en 98 , podemos considerar a Metropolis una causa perdida a causa del hombre de acero. Los blancos de Gothan City son insignificantes para nuestra causa…
- …Fracaso en blancos 392843 y 294024 no afectan al programa total. Al menos 39 ataques importantes han sido neutralizados pero el resto han sido destruidos parcial o totalmente. Hemos garantizado paralización económica para garantizar caos por tiempo suficiente para nuestras causas.
- Confirmamos que la Liga de la Justicia, JSA y otros grupos de héroes e incluso villanos que se incluyen Luthor, Deathstroke/Slade Wilson, Jokery Black Adam, han detenido varios de nuestros ataques y ahora han comenzado a atacarnos. Iniciando estrategia defensiva Alfa-1243
- Alfa-1243 activada, entrando a las redes de defensa. Iniciando ataques con misiles nucleares en 79 blancos. Garantizado que mantendremos a todos ocupados o que estos llegaran a su destino. Ataque realizado ya.
- … Bluehaven 52, Jump City 71, San Francisco 64, New York 39, Londres 41...
Cada una de estás palabras le parecía simplemente hermosa. Había estado esperando tanto tiempo para escuchar estas cosas. Mientras oía tan melodiosas palabras se dedicaba a acariciar la cabeza de Redrum, quien se mostraba igual de alegre aunque no por las mismas razones que el. Solo le quedaban unos minutos para disfrutar tan hermoso espectáculo que sucedía a su alrededor, pues era momento de iniciar con el gran espectáculo que ha organizado durante tantos años. Solo faltaban unas cuantas cosas mas que prácticamente tenia en la palma de la mano para que sus planes salieran a la perfección.
El Palabrerio de Ulick
Espero que con esto pueda demostrar que sus opiniones si me importan, pues decidí apresurarme un poco para escribir este capitulo y lo único que necesitaba era un Review tan entusiasta como el de Krystal of Nol, aunque advierto que si tengo bastante trabajo que se me acumula y no se si podré seguir con el ritmo.
Tal vez este capitulo no sea tan bueno, pero como pueden darse cuenta es el inicio del gran fin de esta historia. Finalmente el gran Plan de Maharya se pone en marcha y podremos ver que era lo que este ser ha estado planeando por tanto tiempo. En el próximo capitulo, puedo adelantar, revelare mucha información y comenzare ya con lo que llamo en cierto tono de broma "el largo final" de esta historia. Hasta dan ganas de llorar que por fin estoy llegando a este punto.
Recuerden, cada opinión cuenta y entre mas honestas mas me alegraran. Si hay algo que no les gusta díganlo con confianza, si hay algo que les guste avisen para que trabaje con mas velocidad, en pocas palabras, díganme su opinión con confianza. Bueno, hasta la próxima, en realidad no tenia mucho que decir en esta ocasión…ahora que lo pienso esto lo hice tan rápido que no tenia idea de que iba a platicar esta ocasión.
