Me parece haber visto un lindo gatito
YuGiOh
By Kaede Sakuragi

Capitulo 01

Era una fiesta de lo mas aburrida, su representante lo había llevado con la excusa que los patrocinadores del próximo desfile, darían una buena cuota extra, si el modelo mostraba sus hermosas sonrisa. Bufo por lo bajo, sabia que Bakura, su manager era una maldita sanguijuela para los negocios, y no se iba a permitir que algo así se le escapara. Su rostro le dolía de tanto sonreír, le dolía su trasero de tantos pellizcos y o manoseo. Pero todo sea por su pequeña hermana.

Ágilmente salió por un momento hasta uno de los balcones, buscando un lugar oculto para respirar un poco. Llego hasta el final de este, donde se podía observar unas bancas. Sin prestar atención a su alrededor, se sentó y fijo su vista al cielo negro. Las estrellas titilaban con un brillo especial, esa noche. Se despojo sus rubios cabellos rebeldes para poder admirarla mas detenidamente.

Estaban en unos de las empresas de modelos más grandes de Japón, en el ultimo piso, desde allí podía verse hasta la torre de Tokio.

Cerro sus ojos, relajándose, concentrándose en los ruidos del lugar, hasta que sintió como alguien echaba el humo de un cigarrillo no muy lejos de allí. Se giro curioso, hasta ver a alguien sentado en la baranda de la esquina. Ni siquiera le prestaba atención, apenas le había dirigido una mirada, que la interpreto como reproche

- Tienes un cigarrillo de mas? - el modelo, pregunto, sentándose mejor en aquella silla.

- - ... - el otro sujeto, no dijo nada, pero si saco de entre sus ropas, una cajetilla de cigarrillos rubios.

- Gracias ... - lo tomo delicadamente, para luego acercársele y capturándolo desprevenidamente, al otro cigarrillo que estaba en la boca del otro, encendiéndolo así, coquetamente.

- Podrías haberme pedido el encendedor ... - la vos suave y varonil impacto en todo el cuerpo, al modelo.

- Si supiera tu nombre, por lo menos lo habría pedido correctamente ... - el muchacho no perdió movimiento alguno, por unos segundos pudo ver detenidamente su rostro. Era algo elegante, y fino, su mirada era seria y algo triste, pero aun así, lo que mas llamo su atención, fueron sus pupilas azules, hermosas ... realmente hermosas. Cabellos castaño oscuro caía perfectamente peinado sobre sus hombros - ... – el silencio que había en el ambiente improvisado, lo sintió divertido. Vio fastidio en su rostro, sonrió de costado - Joey Wheeler ... encantado - extendió su mano para saludarlo.

- Seto Kaiba ...- dijo secamente, sin saludarlo - ... Se quien es Señor Wheeler ... conozco su trabajo ... y su reputación ... – el ultimo comentario lo dijo con disgusto. Se levanto, tiro lo que quedaba del cigarrillo al suelo y se dispuso a marcharse.

- Ah ... si ... mi reputación ... – dio una calada, el cual dejo salir el humo pausadamente, mientras se sentaba en el mismo lugar donde el de ojos azules había estado - ... Adivinare ... que soy un niño caprichoso, codicioso ... y que me encanta estar como pica flor ... de cama en cama de los empresarios ricos ...

- Usted solo se conoce ... – no se giro, ni se despidió, solo dejo escapar esas palabras con desagrado. El rubio sonrió, interesante sujeto.

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Había llegado a la dichosa fiesta, solo porque sabia que estaba él. Sonrió, saludo a unas cuantas personas, y empezó a buscar alguna señal de su hermoso espécimen. Sintió como alguien tocaba su hombro, se giro encontrándose con su pequeño hermano, el cual lo acompañaba. Giro su vista para ver un grupo de empresarios charlando animadamente con la mano derecha de su querido Dragón. Se acerco con una sonrisa iluminada, a pasos tranquilos.

- Buenas noches ... – su vos sensual hizo que los hombres que conversaran se callaran por un momento y se giraran a mirarlo

- Oh! ... Señor Motou ... que placer encontrarlo aquí ... – uno de ellos lo saludo. Pero el mas joven de los que estaba allí, no se giro a saludarlo, por lo contrario tomo una de las copas, que le habían ofrecido y se dedico a beberla. Sus ojos verdes, buscaban con ansias a su amigo, si lo veía allí, no sabría si llegarían a irse de allí sin ningún golpe.

- Señor Méndez ... – se contuvo al darse vuelta, y no romperle la cara por el tono de vos altanero que había utilizado.

- Atemu ... – dijo con una sonrisa de costado, sabia que no le gustaba que lo llamaran por su nombre de pila – A que viene tal presencia ... creí que tu no estabas invitado ... – el aire se volvió raro.

Atemu Yami Motou, un empresario de uno de los estudios de grabación muy importante de Europa. De unos 23 años, cabello de tres colores, de ojos color morado y una gran sonrisa altanera. Hijo mayor y cabeza de la familia, tras la muerte de su abuelo, los bienes habían pasado todo a su nombre, era uno de los mas odiados en el medio, pero aun así, era el mas solicitado. Su carácter y sus maneras de hacer negocios había cosechado respeto.

Lucio Méndez, empresario y mano derecho de uno de los hombres mas ricos de Tokio, Seto Kaiba. El ojos verdes, era latino, había llegado desde el Ecuador, cuando tenia solo cinco años, pero ahora con 26, había ascendido en la Corporación Kaiba, la mejor empresa de telecomunicaciones, y diseño de juegos virtuales. A diferencia de muchos, el había llegado a la mansión Kaiba, como un simple criado, pero con el tiempo, el amo de la casa, se dio cuenta de la capacidad, y le dio la oportunidad de estudiar junto a sus hijos. Gracias a eso, pudo convertirse en la mano derecha y mejor amigo del mayor de los hermanos Kaiba. Con su aspecto exótico, su piel morena y sus cabellos castaños, le daban un toque interesante a cualquier vista femenina y masculina del lugar.

- Pero ya habrás visto que a mi si me invitaron ... Luc ... – dijo en forma maliciosa, iba a seguir insultándolo, cuando sus ojos divisaron a su presa - ... Si me disculpan ... – hizo una reverencia y desapareció entre la gente, en dirección al gran bacón. Seguido por su pequeño hermano, el cual solo sonrió agradecido.

- Una gran lastima que sean hermanos ... – uno de los hombres levanto su copa, como brindando al muchacho - ... Su hermano mayor es un maldito bastardo ... – dijo en vos baja, pero lo suficiente para que el resto lo escuchara, y aun así, asintieran tal comentario. Lucio miro detenidamente, donde se dirigía.

- "Demonios" – pensó - ... Disculpen ... – se retiro apresuradamente, rogando que no sucediera nada, en ese lapso de distancia.

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Estaba molesto y le dolía la cabeza, había asistido a ese lugar solo y exclusivamente, porque sabia que ese maldito bastado no estaría allí. Suspiro desganado, mirando su reloj, no faltaba mucho para que las once de la noche se hiciera presente. Unos minutos mas y luego se iría sin decir nada a nadie. Lucio sabia que ese era su plan, y no le armaría una escena en el trabajo. Aunque al presidente de la corporación nadie podía criticarlo.

Se recostó en la pared del otro lado del gran bacón, gracias a las columnas nadie lo vería, y de paso, lo molestaría. Busco uno de sus cigarrillos, para luego encenderlo. Sonrió irónicamente, al mirar la pequeña cajita de fósforos en su mano.

- Maldito play boy ... – murmuro despacio. Degusto aquel vicio, en paz y con calma. La imagen que recordó, fue lo que paso momentos antes.

Lo había visto venir, tan tranquilo sin prestar atención a su alrededor. Observo su rostro y pudo ver que era aun mas apuesto de lo que las revistas y los videos de publicidad lo demostraban. Sus ojos demostraban cansancio, y algo de fastidio. Pero por un momento, vio algo distinto a lo que demostraba en publico o frente a las cámaras.

Exhaló el humo, cuando el otro se percato de su presencia. Sus ojos volvieron a cambiar, lo miraba como a todas sus presas ... con ganas de terminar en la cama de alguien. Interiormente se disgusto.

- JA! ... – murmuro despacio al aire – Ni siquiera se porque me preocupo ... no haré negocios con él ... – termino su cigarrillo y miro su reloj, nuevamente. Hora de irse. Cuando se encontró con alguien a quien preferiría verlo muerto.

- Hablas solo ... mi amor ...- aquel sujeto sonrió, mientras se el acercaba - ...Si buscabas compañía ... ya estoy aquí para no aburrirte ... – maldijo su suerte.

- No quiero nada de ti ... Motou ... – empezó a caminar hasta la salida, lo cual fue impedido por el tricolor - ... O si ... la verdad ... si me gustaría que hicieras algo por mi ... – las pupilas moradas del otro, se iluminaron, sin prestarle atención a la vos de desprecio

- Lo que quieras ... Mi Hermoso Seto ... – se le fue acercando, estirando su mano, para tocar su rostro, pero lo que no se percato fue que las intenciones del otro, habían sido, partirle la nariz de un golpe.

- Quiero que te mueras, de una puta vez! – de un segundo a otro, Yami, se encontraba en el suelo, con la nariz sangrando, en el regazo de su pequeño hermano. Quien lo miro furioso.

Con su pequeña estructura, se levanto e intento propinarle un golpe en el rostro, fallando rotundamente. Yugi Motou, el menor de la familia, una replica exacta de Yami, pero con tres años menos. Aunque su rostro de niño, daba de aparentar mucho menos. Lo cual fue el detonante, el estudiar artes marciales y defensa personal. Pero la altura de Seto Kaiba, con su metro setenta y ocho, superaba rotundamente su metro sesenta y cinco, del muchacho.

- Alto ahí ... pequeña sabandija ...! - el grito del otro lado del bacón, hizo girar a ambos, encontrándose a un muchacho rubio con las manos en sus caderas, con una mirada de pocos amigos – Quita tus manos de mi Seto ... – tales palabras descolocaron a los tres allí presentes.

Yami a duras penas se levanto, intentando con un pañuelo limpiar su sangre, quiso reprochar, pero aquel sujeto que se les acercaba, paso como si nada, empujando a Yugi a un lado y sorpresivamente colgándose del cuello del empresario, besándolo como si fuera la ultima cosa en el mundo. Tratando de devorarle el alma.

Cuando se separo del ojiazul, le guiño el ojo y le dijo algo en forma de susurro que solo el entendió. Se giro en forma disgustada y apunto con su dedos a los hermanos Motou.

- Tu ... pelo de puerco espin, mas te vale que te alejes de mi novio ... porque me las pagaras ... – señalando al mas pequeño – y Tu ojos de pez ... si vuelves a agredirlo, te juro que lamentaras no haber estudiado el ultimo dan de las artes marciales – sin dejarlos siquiera protestar, tomo la mano del CEO y lo jalo sacándolo de allí rápidamente.

No supo como, pero Seto Kaiba se encontraba montado en el ascensor en dirección al estacionamiento, pero volvió a la realidad cuando sintió las risas de otras personas que estaban a su lado.

- Mokuba? – dijo despacio, para luego ver los rostros de Lucio, el modelo rubio, y otro sujeto el cual le era familiar.

- Ay ... hermano ... da gracias que me antes que pasara algo ... encontramos a Duke, a su amigo, para que te ayudaran – las risas se hicieron un poco mas dispersas cuando se fijaron en el rostro del CEO – Oh ... Oh ... – Lucio y Mokuba dijeron unísono.

- CÓMO TE ATREVISTE A BESARME ... MALDITO BASTARDO! – se había enojado.

Eso ... solo provoco una sonrisa aun mas amplia en el rostro del modelo. Ningún hombre le había interesado tanto a Joey Wheeler. Seto Kaiba ... era un hermoso gatito.

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Nota de la autora:

1) o.o saben? Cuando estaba leyendo este primer capitulo me acorde del fic de Nut ... de Karel y Noel XDDDDD ... jejejej ... o.o pero no quiere decir que me lo copiare o algo ... pues ... n.n si alguien piensa así, pido disculpas ... jeje

2) XDDDD yare yare ... tengo taaaaaaaaaaaaaaaantos fics echos y aun sigo publicando otros … no puedo evitarlo …

3) O.o sobre las actualizaciones rapidas, n.n den gracias a mis musas de turno, XD y a las cadenas que las ata al pie de mi cama XDDDDD

4) Y por ultimo ... dedico este fic a ... CHARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN

Milharu, Riona, Luna Shinigami, Kitsune, Forfirith Greenleaf y Elen-ses

Jeje … mata neeee!