Me parece haber visto un lindo gatito
YuGiOh
By Kaede Sakuragi
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Nota Principal – CAMPAÑA :No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. Kaede Sakuragi adherida a esta propuesta. Gracias, Katrinna Le Fay, por prestar tus palabras, y que seamos varios en gritarlas.
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Capitulo 03En un edificio de categoría, en la zona empresarial, en las oficinas de modelos " Sortija del Milenio", la mañana había sido tranquila, hasta que el bullicio en una de ellas, se escuchaba hasta en el pasillo principal.
En forma infantil, un muchacho rubio, trataba de que su amigo, aquel muchacho de los ojos esmeraldas le contara algo que le interesaba de aquel gatito de ojos azules.
- Dime ... dime ... dime ... dime ... – una y otra vez la misma palabra. Algo desesperante si trataba de usar el mismo tono, de un niño queriendo un juguete nuevo, e insistiéndole a su madre, hasta cansarla.
- BASTA! – exploto exasperado, con una gran vena en su cien.
- Eres malo ... – sus ojos se transformaron en una pequeña capa cristalina.
- No ... ni lo intentes Joey ...! No caeré en tus trucos de pobre perro a la par de la ruta ... esos ojos no me harán caer ... – el rubio modelo, lo miraba con mayor intensidad - ... Demonios ... – murmuro despacio para luego mirarlo seriamente - ... No te daré ninguna información ... – sentencio seriamente. El otro, lo observo por unos minutos, para luego bufar y sentarse sobre el escritorio, mientras miraba desinteresado unos papeles.
- Que mal amigo eres? Duke ... – aquel chico del zarcillo en forma de dado sonrió de costado.
- Al contrario ... soy un buen amigo ... – señalándolo con el dedo – Y por eso mismo no dejare que te acerques al hermano de Mokuba ... – y antes que el otro replicara algo, siguió hablando - ... Y no insistas ... Seto Kaiba esta muy lejos de tu alcance ... y no permitiré que sea otra victima tuya ... – termino la conversación con un suspiro molesto, para luego hacerle señas que se retirara - ... Tengo mucho trabajo ... Bakura llegara y no quiero que me vea holgazaneando ... – el rubio se encamino hasta la puerta, pero antes de abrirla se giro para mirarlo y hacer un ultimo comentario.
- Acaso ese puerco espin tricolor tiene algo que ver? - Duke no levanto la cabeza de los papeles, pero tampoco respondió o dio la señal de estarlo escuchando.
Se retiro despacio, estaba obsesionado con ese empresario. Se había puesto como meta, tenerlo en su cama costara lo que costara.
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A las afuera de la cuidad, en una gran mansión, muy cerca de un barranco. El amor de la estancia, estaba encerrado en su despacho, golpeteando insistentemente un lápiz contra un cuadernillo, mientras esperaba impaciente que del otro lado de la línea del teléfono atendieran. Colgó abruptamente, maldiciendo en varios idiomas.
La puerta se abrió despacio, mostrando a su hermano, aparecer con una caja de curación. Instintivamente se llevo la mano a su rostro, encontrando aquel vendaje incomodo sobre su nariz. No estaba rota, como pensó en un principio, pero si había lastimado parte de su superficie, por lo viste aquel sujeto rubio, tenia algún anillo, logrando su golpe aun más doloroso. Apretó sus puños, furioso, mientras se dejaba atender.
- Se ve mucho mejor que ayer ... – el hermano menor hablo, despacio, con una vos calidad, pero aun así, era algo fría y triste - ... el ungüento que nos dio aquel medico, esta funcionando ...
- Déjame ...! – interrumpió molesto, mientras tomaba un espejo y miraba su rostro.
Su cara blanca, presentaba un gran tono verde morado en el centro. Su nariz era más grande de lo normal, la cual poseía una herida que recorría todo su largo, el golpe que había recibido, era algo imperdonable. En el momento de debilidad, arrojo el espejo contra la pared contraria, para luego tirar todo lo que había en el escritorio.
Su hermano lo vio venir, por lo cual se hizo a un lado, evitando estar en el camino de su deshago. El teléfono móvil sonó de repente, cuando quiso atenderlo, Yami prácticamente lo empujo para que no lo hiciera.
- DIGA! – grito exasperado – A Buena hora te comunicas! Donde demonios te has metido! Me he cansado de llamarte ...! – se giro abruptamente, mirando a Yugi y le hizo señas que se fuera, el cual obedeció sin decir nada.
Cuando la puerta sé cerro, el tricolor, se sentó en su sillón y continuo la conversación.
- No me vengas con excusas ... Quiero que me hagas un trabajo ... y no quiero errores ... – escucho atentamente al interlocutor, para luego sonreír despacio - ... Si, como quieras, sé que solo te gusta jugar ... Bueno su nombre es Joey Wheeler ... y trabaja en la empresa " Sortija del Milenio" ... – un silencio se hizo, para luego largar una carcajada - ... En serio? Espero que no me defraudes ... – y colgó.
Miro detenidamente hacia la puerta, sabia que detrás de ella se encontraría Yugi, pero no lo culpaba, aunque era un chico desinteresado, siempre terminaba preocupándose de él. Sonrió de costado, esperaba que eso no fuera una molestia en el futuro.
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Ya paso el medio día, en la agencia, estaban reunidos algunos modelos, Duke y Joey en el mini comedor del lugar. El lugar era alegre y de un buen ambiente, hasta que el dueño apareció enojado, maldiciendo en un idioma, el cual interpretaron que era egipcio, aunque no les era raro tal lenguaje, sabían de por sí que el creador de la agencia de modelos, poseía esa descendencia.
- A trabajar! – dijo disgustado, mientras se acercaba peligrosamente hasta sus dos mejores hombres - ... Tu ... – señalando a Duke – ... y tu ... – señalando al rubio - ... venga YA a mi OFICINA! – al salir de allí, los demás muchachos ya había desaparecido del lugar, para luego verlos asomarse por las distintas oficinas, dándoles con la mirada el apoyo de lo que sea que aquel albino estuviera enojado.
La puerta fue cerrada despacio, cuando los dos muchachos cruzaron la oficina principal. Bakura se veía algo exaltado y de muy mal humor. Los minutos que estuvieron en silencio, fueron eternos, hasta que, sorpresivamente, la vos dulce del albino salió.
- Saben que son mis amigos ... – dijo sonriendo, haciendo temblar a los otros dos - ... Que los quiero como hermanos ... Que nos criamos prácticamente juntos, desde la preparatoria ... Verdad? – su vos era demasiada calmada, ambos se miraron entre sí, asintiendo - ... Bueno, ya que ese punto esta claro ... yo quería saber ... – cambiando su rostro por uno enfadado, se levanto abruptamente apoyando las manos sobre el escritorio – QUE DEMONIOS PASO EN LA FIESTA DE ANOCHE ...! Me han estado llamando de algunas empresas, para decirme que mi mejor modelo estuvo involucrado en una pelea ... Y no solo eso ... que tu ... DUKE ... estabas allí y no hiciste nada para ayudarlo ... Y para rematarla ... a quien golpeaste ... ERA AL JOVEN MOTOU ... el empresario mas popular e importante del ramo ... COMO DEMONIOS SE TE OCURRIO TAL COSA ...! ME QUIERES DECIR ...! – volvió a golpear el escritorio, volteando en el momento, unas fotos que se encontraban en ella.
- Jefe ... la tensión ...! – Duke dijo con una sonrisa falsa mientras trataba de empezar a retirar su silla, por si al albino se le ocurría golpearlo.
- Dadito ...! – dijo sarcásticamente Bakura mientras se levantaba y se acercaba a este – No me vengas con la tensión ... Sabes bien que hace rato que no tengo desde que ustedes dos empezaron a trabajar aquí...! – golpeo la mesa, con furia - ... Para que sepan ... Ambos cometieron un gran error al enfrentarse con ese sujeto ... Eso quizás nos lleve a graves problemas ... ENTIENDES! – la cara del albino estaba desencajada.
- Yo tuve la culpa ... Bakura ... – el rubio dijo seriamente – No es necesario que Duke cargue con todo esto ...
- Joey ...- dijo molesto - ... Me gustaría apretar tu cuello y ...- la frase quedo a media terminar al abrirse la puerta abruptamente, estaba por replicar una maldición, cuando su rostro cambio de furioso al mas dulce e interrogativo.
- Interrumpo?... Querido Ryu ...- en la puerta, se encontraba un joven vestido todo de blanco, un traje típico egipcio. Sus ojos morados relucían con su cabello color marfil y su tostada piel. La sonrisa de este, era la de un hermoso ángel.
- Claro que no ... – Bakura se acerco rápidamente, tomando sus manos y besarlas - ... Marik, que te trae por estos lado ... Acabas de llegar? Porque no me avisaste, hubiera ido a buscarte al aeropuerto ... – mientras decía todo eso, lo llevaba amablemente hasta su escritorio, donde hizo señas a los otros dos que se levantaran, dejando el lugar libre para el hermoso egipcio.
- Sé que estas ocupado ... Ryu ... – su vos era suave - ... Llegue esta mañana, muy temprano, tuve tiempo de descansar en el hotel de siempre ... No te preocupes ... – sus ojos morados se posaron en los demás – Hola muchachos ... tanto tiempo ...
- Una eternidad ... – Joey dijo con una vos sensual, mientras tomaba su mano y la besaba - ... si contamos el no verte seguido ... – Bakura gruño despacio, mientras que son su mirada lo fulminaba.
- Joey tan galante como siempre ... Espero que seamos bueno compañeros ... – la sonrisa de satisfacción en su rostro, fue la de interrogante para los demás.
- Compañeros? – el albino fue el primero en hablar.
- Claro ... Para eso vine ... – hizo una pausa para luego decir entusiasmado – He decidido ser modelo y como primera empresa ... he elegido la tuya ... Ryu ... – sus ojos lo miraban deseosos - ... Verdad que me darás la oportunidad de poder trabajar contigo? – los dos muchachos miraron a su jefe, parecía más pálido que antes.
- Pero ... tu hermana ... – empezó a carraspear.
- Esta de acuerdo ... – el egipcio dijo contento – La convencí de dejarme modela, siempre y cuando sea en tu agencia ... – por un momento, el aire de esa habitación se volvió rara.
- Si ... así ... lo quieres ... – dijo despacio, mientras se perdía en la mirada inocente y angelical.
- Gracias Ryu! - grito emocionado, mientras se abalanzaba y se abrazaba a este – Eres un buen amigo ... – dijo dándole un beso en la mejilla y soltarlo – Bueno me retiro, le diré a Ishizu que tengo trabajo y que empezare a buscar un departamento para quedarme en la cuidad ... – y desapareció rápidamente.
Los ojos de Bakura estaba abiertos, no sabia lo que había pasado en aquella habitación. Solo se escucho murmurar.
- Solo soy ... un ... amigo ... – un pequeño tic nervioso apareció en su ojos derecho.
Los otros dos muchachos, aprovecharon para escabullirse despacio, antes que su jefe reaccionara. Sabían bien, que la llegada de Marik la agencia no solo estaría mas calmada con el humor de Bakura, si no que ahora que trabajarían juntos seria mas divertido. Aunque a ambos le daba pena, porque conocían el amor imposible del jefe, poseía ojos turquesa.
