Me parece haber visto un lindo gatito
YuGiOh
By Kaede Sakuragi

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Nota Principal – CAMPAÑA : No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. Kaede Sakuragi adherida a esta propuesta. Gracias, Katrinna Le Fay, por prestar tus palabras, y que seamos varios en gritarlas.

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Capitulo 04

El taxi se detuvo en la puerta de un gran edificio de oficinas elegantes. Al bajar, admiro la estructura, detrás de sus gafas oscuras, pero aun así no perdiendo la esencia de elegancia, mientras caminaba. Algunos se daban vuelta para mirarlo, llevaba un traje oscuro de verano, cuyas mangas de la chaqueta iban arremangadas hasta los codos, en forma de rebelde seductor.

Entro por las puertas de cristal, saludando a los de seguridad, eran los mismo de siempre, por lo cual no tuvo que explicar su presencia. Llego hasta el piso que ansiaba, con algunas modelos que lo miraban de reojo, mientras murmuraban y se reían ... si él no fuera gay de seguro pasaría un buen día en cama ... Sonrió al mismo tiempo que las puertas se abrían y como todo caballero las dejaba pasar. Llego a la recepción, mientras se retiraba sus anteojos negros, mostrando dos pupilas marrones oscuras que hacían juego con su cabello.

- Disculpe ... pero necesitaría saber si Duke Deblin se encuentra ... – su vos salió grave provocando que las secretarias de la mesa de entrada casi dejaran de respirar.

- Oh ... este ... el señor Deblin esta ocupado ... – una muchacha de cabellos rubios ensortijados, lo miraba seductoramente, mientras se le acercaba coqueta - ... Pero si quieres puedo ayudarte en lo que quieras ...? ...

- Esta bien ... – dijo despacio, pero cuando estaba por proseguir, la vos cálida de otro recién llegado llamo su atención.

- Nos volvemos a encontrar ... – un muchacho de cabellos marfil lo miraba sonriente.

- Marik ... – tomo su mano para besarla - ... Que pequeño es Tokio para encontrarte en el mismo lugar dos veces ...

- Jeje ... tú si eres galante ... – el monologo siguió hasta que alguien los interrumpió ... molesto.

- Valla ... Tristan ... que sorpresa – la vos de Duke salió seria, mientras se cruzaba de brazos y lo miraba en forma altanera.

- Amigo, tanto tiempo ... Llegue hoy de EEUU, pero sorpresivamente me tope con Marik, y no pude evitar recordar como nos conocimos, por un accidente de choque telefónico ... – el castaño llevo sus dedos a una de las mejilla del otro, mientras sonreía al recordar – No se nota el pequeño golpe, por suerte, si no ... me condenaría por dañar tan hermoso rostro ... Pero fue irónico que ambos estuviéramos hablando pro teléfono en ese momento ... jeje ... – esas palabras eran mal intencionadas, pero no para el egipcio, mas bien para cierto peli negro de ojos verdes, que lo había despreciado la ultima vez que se habían visto. VA, o mejor dicho, la ultima ves que Tristan había intentado robarle un fogoso beso, y como repuesta Duke le había partido la nariz, buena excusa para operársela y hacerse un retoque en ella.

- Si vienes aquí a coquetear mas te vale que te des la vuelta y te vallas. Este no es tu lugar de trabajo, y tampoco puedes estar molestando a los que si lo hacemos ... – el ojos verdes estaba enojado, pero interiormente mas era por la cercanía que tenia con Marik.

- En fin ... – Tristan lo ignoro - ... Quieres almorzar conmigo? – pregunto al egipcio – Te debo una cena, pero digamos que esta vez será cortesía mía y la próxima será donde elijas ...

- Claro ... no hay problema ... – girándose al morocho – Nos vemos ... dile a Ryu que me fui a comer regreso mas tarde ... – ambos chicos desaparecieron detrás de las puertas del ascensor, dejando al del zarcillo muy furioso, y a unos ojos tristes, que habían mirado desde lejos la situación.

- " Maldito ... maldito ... te odio .. te odio .. " – Duke pensó interiormente, al mismo tiempo que regresaba a trabajar, le había dolido que solo se fuera con Malik.

No muy lejos de allí, mas bien en la oficina del Jefe, con la puerta cerrada, Bakura pensaba detenidamente en la situación que le habían comunicado hacia unos minutos, y cuando se disponía ir hablar con Marik, se encontró a uno del staff contrario, y la escena de coqueteo le dolió ... Observo el teléfono, que tenia la culpa de darle una noticia que no le gustaba para nada, pero no debía precipitarse, seria cauteloso y avanzaría según como la situación lo apremie.

- En que lío te has metido ... amigo mío ... En que lío ... – murmuro para si, mientras cerraba sus ojos y tomaba un sorbo largo de un vaso con wisky. Debería cuidar a sus niños, si no ... todo hubiera sido en vano.

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En el ultimo piso, de aquel lujoso edificio de oficinas, parecía que la misma peste había atacado a todos, con terror. El Presidente de la compañía, estaba totalmente furioso, se había enterado que su pequeño hermano, el día anterior en su ausencia, había adquirido un contrato de publicidad y demás cosas para sus productos con la agencia " Sortija del Milenio". Nunca le había importado las publicidades que Lucio y Mokuba hacían para vender, pero eso era el colmo, no solo por que el maldito perro rubio trabajaba allí, si que ... ERA EL MISMO MODELO QUE UTILIZARIAN ...

- Quieres un calmante? – el castaño de los ojos verdes pregunto casi resignado, tratando que su "jefe" no sufría un colapso nervioso o estrés sobre medida por aquel arranque de ... enojo? exagerado.

- COMO QUIERES QUE ME CALME ... MENDEZ ...! – grito fuertemente, al mismo tiempo que se escuchaban pequeños gemidos de susto detrás de las puertas del despacho – COMO PUDIERON HACERME ESTO TU Y MI HERMANO ...! – caminaba de un lado a otro como león enjaulado.

- Ya cálmate Seto, no se porque haces tanto escándalo. Si tomamos la lógica sabrás que es la mejor empresa para hacer lo que pedimos, para la competencia de las otras empresas. Y antes que me interrumpas ... – le hizo señas para que se callara y lo dejara continuar - ... Con el caso " aquel", es mas difícil poder contratar gente de confianza o por lo menos de buena calidad. Por lo visto tu rechazo hizo mover algunos hilos del mercado, y a los pocos que pueden acceder la agenda de Kaiba Corp fueron amenazados o algo para que solo y exclusivamente se pueda trabajar con la Agencia Motou ... – el silencio se hizo frió.

- PERO PORQUE JUSTAMENTE EL MALDITO DE WHEELER ...! –grito desesperado, al mismo tiempo que caía sobre el sillón.

- A ver ... querido Seto, te lo explicare por centésima vez. Joey Wheeler es el modelo mas cotizado, y si quieres ganar en el mercado, es ideal para la campaña – Lucio se quedo callado, esperando que el castaño volviera a explotar - ... Escúchame bien ... y ya luego me largare a trabajar, y así puedas despedazar la oficina – dijo seriamente, al mismo tiempo que se levantaba y se acercaba al escritorio del otro - ... Piénsalo, es la única agencia que el maldito no tiene comprada. Y no me preguntes porque ... no lo se y no quisiera saberlo. Deblin es confiable como su jefe Bakura. Tenemos a la competencia detrás de nosotros como lobos salvajes, y debemos hacer algo espectacular en publicidad y demás cosas, aquel modelo es perfecto, y con algunos contactos de la compañía es ideal para la expansión y sorprender a todos ... – el ojiverde se dio la media vuelta y salió de allí sin agregar mas nada, ni voltear.

La mañana se había perdido por aquella "situación". El ojiazul se maldecía una y otra ves su suerte, conocer a Yami, y luego al rubio engreído trepador. Suspiro desganado, realmente estaba furioso, como pudieron traicionarlo así? Su propio hermano, socio y amigo ...

Despeino sus cabellos castaños, dejándolos rebeldes, cerrando fuertemente los ojos, tratar de canalizar su furia ... furia? Enojo? ... Si, eso era lo que sentía, cuando escucho que seria el modelo que lo había besado ...

" ... la sensación de sus labios cálidos ... sus brazos ... su sonrisa ... el brillo de sus ojos ... "

- MALDICIÓN ...! – grito al mismo tiempo que tiraba todo lo que había en su escritorio – Maldición ... – murmuro despacio, para luego empezar a reírse. Para luego inconscientemente llevar sus dedos a sus labios. No recordaba que alguien lo hiciera, aunque sea de mentira y para engañar, tan dulce, suave y hasta ... pensar en quizás querer otro ... – " No ... no ... no ..." – sacudió su cabeza, tratando de olvidarse de eso, él se había jurado no permitir que nadie se le acercara, NADIE NI NADA ... no volvería a cometer lo de la ultima vez ...

" ... Aquella sensación de miedo, de desagrado y de tortura. Labios cálidos, de sabor metálico, de su propia sangre al morderse para no permitir la intromisión en su boca . Manos recorriendo su cuerpo, mientras era desvestido abruptamente, tratando de resistirse, pero la corbata que su captor llevaba, ahora estaban atando sus muñecas. Las lagrimas no se dejaron esperar, mientras gritaba que no le hiciera nada ... que lo dejara ... que quería irse ... Pero como repuesta un beso enfermo, arrebatador, y asfixiante cubrían su boca. El primer beso era de un sujeto que solo buscaba violarlo, y a falta de eso, lo torturaba cortando su carne, mientras lo escuchaba gemir de placer ... desagradable .. tortuoso ... repugnante ..."

- Seto ... Seto! – Mokuba lo sacudía de los hombros al mismo tiempo que se encontraba con una mirada preocupante – Seto ... háblame ...! ...

- Estoy bien ... – murmuro, para luego mirar a su alrededor, la ventana presentaba un pronto atardecer - ... Que haces aquí? – pregunto mirando a su alrededor, la oficina estaba en limpia y ordenada, como si alguien hubiera entrado y arreglado el desastre que en la mañana había armado.

- Llegue hace un rato ... – respondió posando sus ojos azules tristes en su hermano – Lucio me contó de tu desacuerdo y de tu enojo contra la oficina ... Pero me las arregle bastante para ponerla en orden antes que despertaras ... – Kaiba se sorprendió al sentir los brazos del pelinegro rodeándole el cuello y sollozando - ... No pensé que te lo tomaras de esa forma, hablare con el dueño de la agencia y le pediré disculpas, buscaremos con Lucio otro lugar, aunque sea traerlo del extranjero ... Perdóname ...

- No, Moki, discúlpame tu a mi ... No debí reaccionar así. Yo solo ... – suspiro desganado, encontrándose estúpidamente al reconocer que había actuado exageradamente - ... No es la agencia, ni el modelo, solo que ... – desvió la mirada hacia un costado, para luego sentir que sus mejillas se sonrojaban rabiosamente - ... Pensar que ese idiota me beso, creo que ... me puso ... – no termino la frase, estaba nerviosamente abochornado.

- Jajajaja ... Ay Seto, eres único ... – Mokuba lo abrazo cariñosamente, mientras seguía riéndose, pero esta ves no conteniendo sus lagrimas - ... Me imagine que era eso, pero tampoco pensé que te lo tomaras tan mal ... – ambos se miraron, para luego reírse.

- Vamos a casa ... – Kaiba le dijo con una sonrisa tierna, mientras se levantaba e iba al baño a asearse y arreglarse.

Pero Mokuba sabia que en la mente de Seto no era eso únicamente, que aquel maldito lo había herido sicológicamente, y esos pequeños detalles o estupideces, en el estado de su hermano .. podían ser fatales.

Cuando la puerta del toilet se cerro, marco rápidamente en su móvil, el numero de alguien que le habían recomendado, ya no aguantaba esta situación, ver a su hermano saltar por cualquier cosa, pesadillas, llorar cuando creía que nadie lo veía, las cicatrices de su alma y cuerpo, y todo eso llevaba nombre y apellido ... Atemu Motou.

- Diga ... – escucho una vos algo juvenil, pero seria.

- Buenas tardes. Mi nombre es Mokuba Kaiba, y me recomendaron sus servicios – el pelinegro hablaba lo mas claro posible, tratando de no levantar la vos, para que su hermano no lo escuchara.

- Si, me avisaron que llamaría. Estoy al tanto de su "problema". Mañana por la mañana estaré cerca del centro, si gusta nos encontraríamos en el café Le Blanque a dos cuadras de la avenida principal, por Kishy, como a las 10 AM ... – le agrado la iniciativa y la seguridad que demostraba.

- Nos estamos viendo, entonces ... – corto justamente cuando Kaiba salía.

- Sucedió algo? – pregunto, al mismo tiempo que tomaba sus portafolio y guardaba algunos documentos

- No ... – sonrió infantilmente como siempre lo hacia de pequeño – Solo numero equivocado ... Nos vamos, quiero llegar a casa, ya que Nana cocinara su plato especial ... Carne asada con papas y buñuelos de arroz – se retiraron de allí, comentándose trivialidades.

Pero el pelinegro interiormente sabia que hacia lo correcto, mientras que el castaño, pensaba que debía sonreír y no preocupar a su hermano ya resolvería su problema, aunque luego se arrepentiría de por vida.

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Su apartamento era grande, pero no tan lujoso como se esperaría de un modelo, prácticamente todo el departamento poseía ventanales que recorría cada rincón del lugar. Desde el living comedor, que estaba mas bien en el centro de lugar, hasta la recamara principal ubicada a la izquierda, apenas el baño se había salvado ya que estaba en el lado contrario de la misma, donde solo una pequeña ventana de ventilación daba a la medianera del otro edificio. La cocina estaba pegada a la par de la terraza, por la derecha, donde un gran ventanal la separaba de poder comer bajo el cielo azul o las brillantes estrellas si quería.

No había paredes, la estructura de aquel lugar solo mostraba cuatro columnas principales sosteniendo el techo, piso de madera, los muebles se intercalaban entre el negro y el blanco, desde cortinas hasta las sabanas de la gran cama tamaño king. Un edificio de unos 15 departamentos, y el poseía el ultimo loft.

Joey Wheeler estaba preparando algunas ropas, para el trabajo del otro día, el atardecer se reflejaba en sus cabellos rubios, mientras hablaba por teléfono, mediante el alta voz.

- Y es tan lindo como muestras las fotos? – la vos juvenil y varonil se mostraba emocionada por lo que su amigo le contaba.

- Mas que eso ... Posee unos ojos totalmente azules, un cabello chocolate y unos labios que dan ganas de comérselo entero ... – el rubio hablaba con un dejo de sensualidad, mientras observaba el modelo que había puesto sobre la cama, no convencido de su elección.

- Wow ... Jouny ... nunca pensé que estuviera enamorado de esa forma ...

- ANTUL ...! – grito interrumpiendo a su amigo, mientras se sonrojaba fuertemente molesto – No seas ridículo, sabes bien que a mi nadie me atrapa de esa forma ... – refunfuño al mismo tiempo que tiraba la ropa al suelo y elegía otra.

- Que? – el interlocutor dijo con un tono inocente – Desmiénteme que alguna ves describiste a tu presa de la misma forma que lo hiciste con Kaiba hace segundos ... – se hizo silencio, al mismo tiempo que volvía a tirar la ropa al suelo descontento de lo que había elegido.

- No digas idioteces, Kaiba no me gusta, solo quiero tenerlo por una noche, sabes bien que me gusta morder, probar, degustar y luego buscar otra cosa ... – dijo muy seguro de si, pero la vos seria de Antul le bajo las defensas totalmente.

- Cuando dejaras de ser egoísta e hipócrita y te olvidaras de aquel bastardo de Seichiro, que hizo exactamente lo que Tú haces ahora con cada tipo que se te cruza ...

- Mira ... Yo ... – dijo apresuradamente, pero fue interrumpido por el otro.

- No ... no ... y no. No lo reconocerás, y yo no te obligare a hacerlo. Has lo que quieras, lastima que pensé que esta llamada seria para decirme algo nuevo, no una posible presa. Eres muy bueno e inteligente, deja de comportarte como un idiota y empieza a pensar como persona normal, no como un estúpido gigoló ... – el otro suspiro resignado – Te dejo, vienen a buscarme dentro de cinco minutos y no quiero que mi hermanito se ponga pesado ... Te cuidas Jouny, sabes que te quiero y lo digo por tu bien ... – no dejo que se despidiera ni dijera nada. Simplemente colgó.

Se sentó desganado sobre la cama, mientras miraba el suelo cubierto de prendas. Maldijo a su amigo, el no comprendía que no podía enamorarse, ni nada, que solo aquella sensación era satisfecha por el amante de turno ...?.

El atardecer callo finalmente dejando en penumbras a todo el lugar ... quedo recostado sobre la cama, observando el techo. No importaba, el se había puesto la idea de disfrutar aquel cuerpo, y lo lograría sin importar lo que su amigo y cualquier dijera.