Me parece haber visto un
lindo gatito
YuGiOh
By Kaede Sakuragi
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Nota Principal – CAMPAÑA :No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. Kaede Sakuragi adherida a esta propuesta. Gracias, Katrinna Le Fay, por prestar tus palabras, y que seamos varios en gritarlas.
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Capitulo 05
La cabeza dolía, sentía su cuerpo pesado y además, los ojos le lloraban un poco. Trato de incorporarse de aquella mullida cama, de enfocar su vista para ver donde estaba. Las cortinas blancas dejaban pasar apenas la luz de un pronto amanecer, soleado a diferencia de la noche anterior que había llovido. Pudo sentarse, tratando de no marearse en el momento, buscando algún indicio de la identidad de aquel dueño de magnifico departamento, la cama estaba cerca de la pared, y tenia amplia vista de todo el resto del lugar. Sus ojos se enfocaron en la figura que estaba en la terraza, y la suave música llega a sus oídos,
Aquellas orbes azules se abrieron sorprendiéndose, aquel modelo rubio, el perro Wheeler, estaba haciendo ejercicios de relajación, como aquellas personas mayores que siempre veía en Nueva York practicar en los parques.
La piel estaba perlada por un leve sudor, mientras movía sus brazos y piernas al compás de la música suave, sus cabellos estaban alborotados, pero no parecía incomodar al modelo. Sus piernas quedaban delineadas por aquel fino pantalón pijama que tenia, de color celeste, sujeto simplemente por el cordón de la cintura. Su pecho era blanco, y bien formado, parecía ser casi como las estatuas de Davinci ... "simplemente hermosas".
Seto Kaiba movió su cabeza en forma de reproche, no debía pensar en cosas como esa, aquel maldito había querido abusar de él, y no iba a darle la oportunidad de nada. Quiso levantarse rápidamente de la cama, pero encontrándose con un inconveniente ... estaba desnudo. Se horrorizo ante la idea de estar en ese estado ... Busco frenéticamente su ropa, pero no la encontraba, es mas ... ni siquiera había indicio de las del modelo o una bata o algo. Iba a levantarse apresuradamente, para llegar al baño, cuando la vos de sus peores pesadillas denotaba diversión.
Valla ... valla ... parece que al gatito se le perdió algo? – el rubio estaba parado frente a la cama, con una toalla en su cuello donde sus manos también reposaban.
DÓNDE ESTA MI ROPA? QUE HAS HECHO CON ELLA? – Kaiba grito desesperado, intentándose levantar abruptamente, pero logrando solo un mareo fuerte, cayendo nuevamente sentado en la cama, sosteniéndose la cabeza.
No ... no ... hermoso neko, deberías primero saludar y decir " Buenos días, Joey. Gracias por ayudarme anoche" – la vos fue en forma teatral, y cómica.
No estoy para juegos! Wheeler! Dame mi ropa ahora, o te demandare por acoso y violación! – el CEO estaba enfurecido, la cabeza le dolía y se sentía mas desnudo de lo que estaba ante la presencia de aquel sujeto.
... – los ojos mieles lo miraron con enojo, para luego dar la vuelta y elegir algunas prendas de aquel perchero de ropa que poseía - ... Has lo que quieras Kaiba, pero antes de acusarme ... – se giro con una gran sonrisa burlona - ... Debes pensar en redactar bien esa demanda, tu cuerpo no posee signos de violencia y muchos menos de violación, tu hermoso trasero esta intacto, y no puedo negar que estando en esa cama, desnudo y sudoroso por la fiebre, no se me ... – sonrisa picara, haciendo señas con sus dedos - ... Pero ante todo prefiero que se me entreguen totalmente, y no me aprovecho de la gente enferma, además ... – se acerco a la cama, con una mirada seductora y casi gateando sobre ella - ... Si me acostara con alguien enfermo ... me contagiaría y eso ... – lamió sus labios mirando aquel pecho agitado del castaño - ... aunque en tu caso me arriesgaría a hacerlo ... – se alejo de él, al mismo tiempo que sentía un almohadazo en la espalda. Su carcajada se escuchaba hasta debajo del agua.
Se maldijo, estaba frustrado y furioso. El maldito tenia razón, su cuerpo no experimentaba algún rastro de violación o algo parecido. Su cabeza estaba por estallarle, y no quería estar mas allí, pero sin ropa y su debilidad no podría hacer mucho. Su mente jugo mala pasada recordando lo que había sucedido.
Flash Back
Tres días después del escándalo que había armado, se encontraba en el set de filmación. Era cerca de la playa, en una privada, cortesía de Bakura, aunque Duke dijo que no preguntaran que solo trabajaran.
La escena representaba varios niños jugando en la playa, y al modelo sentado en una orilla observándolos mientras luego los pequeños se acercaban a el, y empezaban a mojarlo. Una escena dulce, enternecedora y muy carismática, pero tenían que esperar las olas, la marea, y la posición del sol.
En uno de los puestos, estaba Duke, Joey, algunos ayudantes de la empresa de Kaiba, viendo como las escenas se rodaban y editaban. Esperaban que la tormenta marina no llegara antes y arruinara el día de trabajo. El propio CEO se encontraba allí, vestido con forma informal, aunque no dejaba de ser cara y elegante, la idea del director y de los hombres de Lucio, era mostrar no solo el producto, si no también al gran dueño de la empresa en aquel comercial, dándole a entender la gente que este los usaba y que lo disfrutaba. Aunque por lo bajo todos pensaban si realmente ese dragón azul poseía diversión en su vida, ya que era un carácter amargo y despreciable.
Las horas corrieron, como las mismas nubes negras se posaron sobre la locacion, el productor dijo que todo estaba bien y podían levantar los puestos, para irse a la compañía de edición, con solo un día de trabajo allí, habían hecho casi todo el comercial. Lucio acompañaba a Kaiba, mientras este solo lo miraba y asentía, pero no decía mucho ante la mirada de las demás personas, y en particular de cierto modelo rubio, que lo sacaba de sus casillas.
... Hola ... – el ojos esmeraldas atendió su móvil, al mismo tiempo que hacia una mueca de molestia – enseguida iré para allá ... – colgó apresuradamente mientras buscaba algunos papeles y los guardaba.
Sucede algo? – la vos del CEO salió algo seria, levantando una ceja tratando de descifrar el enojo de su mano derecha.
Las hijas de mi madrastra llegaron ... – dijo con desagrado – Y por lo visto quieren que este presente ante la lectura de un testamento, ya todos están reunidos en la casa grande y es indispensable que este presente ... – parecían que sus manos temblaban pero sus ojos demostraban furia.
Ve ... – Kaiba tomo los papeles, y el portafolio que este pretendía cerrar fallando - ... llamare al chofer para que venga a recogerme ... – los ojos azules ordenaron, provocando una media sonrisa del castaño.
Nos vemos mañana Seto ... – hizo una reverencia y salió de allí, rumbo a su auto y partir en dirección contraria de la cuidad.
Kaiba se quedo un momento mirando como se retiraba, e interiormente se compadecía de su " amigo", porque realmente así parecía que eran algo que el CEO nunca tuvo y el castaño de ojos verdes se gano con el tiempo. Era adoptado, por una familia rica y como tal, había conflicto de intereses, como novela de drama a él le tocaba la mayor parte de un testamento y eso provocaba furia a los demás parientes. Sonrió de costado, todos eran buitres esperando sacar el mejor pedazo del muerto, él lo vivía día a día con su junta directiva y los cinco grandes.
Demonios! ... No tengo una cámara a mano ...- la vos del modelo rubio hizo girar su rostro y mirarlo molesto.
Se te perdió algo ... Perro! – pero antes de esperar alguna respuesta, tomo los últimos documentos y su saco, para caminar hasta el camino que llegaba hasta la playa.
Hubiera hecho fortuna por enmarcar esa leve sonrisa en tu rostro ... dragón – dijo en forma de burla, provocando que el ojiazul se girara y lo mirara con furia.
Para ti perro soy Señor Kaiba... espero que esas orejas que tienes sirvan de algo y tu raciocinio de animal no deja que tus únicas dos neuronas se entorpecen en pensar – hizo una mueca de sarcasmo – aunque lo dudo, las dos no pueden respirar ni coordinar al mismo tiempo, se turnan ...
Valla ... y puedes decir todo eso sin la computadora conectada al cerebro ... eso si es la tecnología autómata ... – el rubia había puesto su mano en el pecho, haciéndose el sorprendido mientras lo miraba igual que un niño en un laboratorio de ciencias, fascinado.
No me provoques perro, porque te juro que lo lamentaras ... – se giro caminando en dirección al sendero, percatándose que ya había menos gente, el director, Duke y algunos asistentes ya se habían ido y solo quedaban algunos técnicos guardando las ultimas mesas. Tomo su móvil e intento llamar al chofer, el cual parecía que lo había despertado quien sabe donde estuviera dormido.
Vas a mojarte ricachon ... – el modelo lo había seguido, parándose cerca de este con una sonrisa en su rostro.
No te interesa Wheeler, mi chofer llegara en unos minutos ... – dijo mirando su reloj.
Mi estimado Kaiba si tu cerebro ultra fantástico no te lo ha dicho, la tormenta esta casi sobre nosotros, y el camino desde la cuidad, hasta aquí tarda mas o menos media hora y no creo que puedas esperar aquí como gato mojado a tu chofer ... – sonrió de costado superiormente - ... O puedes quedarte y adquirir un hermoso catarro o simplemente irte conmigo ... – le dijo mientras le mostraba las llaves de su auto, deportivo.
No sueñes perro ... me quedare aquí hasta que el chofer venga ... – empezó a caminar por el sendero, ignorando los truenos no muy lejos ...
20 minutos después Joey iba cantando al compás de la radio, con una gran sonrisa, mientras su acompañante, iba con el semblante enojado y furioso, aparte de estar empapado y calado hasta los huesos. Aunque la calefacción del auto era lo suficiente para calmar un poco su tembladera, y una toalla del bolso del rubio le servia para secarse el cabello.
La tormenta había caído cinco minutos después que el rubio había subido al auto, cayendo un fuerte chaparrón demostrando que el humor del CEO puede ser peor y sin decir el vocabulario. Sonrió al reconocer algunas palabras en ingles, francés y hasta japonés, insultando al cielo y a cualquier santo que provocaba llover. Espero unos minutos mas hasta que le mismo ojiazul se encamino hasta el auto jaguar negro que poseía, subiendo sin decir alguna palabra. La ruta se hizo tranquila, y silenciosa, aunque el móvil quedo estrellado contra el suelo del mismo auto, luego de torturar al chofer por su incompetencia y despedirlo. Seto Kaiba estaba de mal humor, y el repentino estornudo no lo mejoraba.
Llegaron hasta uno de los barrios más populares, donde estaciono en un parking privado. Bajo techo. Ambos jóvenes, bajaron y se dirigieron hasta el ascensor, donde los llevarían al ultimo piso, al loft del modelo. Al entrar, la tormenta se veía a pleno desde aquel lugar, un espectáculo digno de admirar, los relámpagos parecían danzar entre ellos y de allí caer a tierra.
Necesito el teléfono... – la vos del CEO era seria, y podría decirse cansado.
Allí, en la cocina... – el rubio sonrió mientras se sacaba la chaqueta y la dejaba en un perchero, acercándose al pequeño bar y servir algo de coñac. Cuando se giro para acercárselo, se veía más furioso.
Los teléfonos de la cuidad no funcionan...! – golpeo el aparato al colgar bruscamente – Hay granizada a las afueras de la ciudad, y por lo visto ha dañado las antenas ...! – el rubio no dijo nada, pero le entrego el coñac, cosa que fue bebido de un solo trago.
Debes darte un baño, te daré ropa seca ... – le sonrió dejándolo en la cocina, dirigiéndose hasta el dormitorio.
El ojiazul miro por donde se había ido, bufo y maldijo su suerte, pero realmente necesitaba un baño caliente. Era un maldito bastardo, pero era conciente de que no podía enfermarse, no podía faltar a la empresa. Lo siguió con pasos lentos, parecía que su cuerpo pesaba y eso estaba mal, el rubio le indico donde estaba el baño y le acerco un conjunto deportivo de color blanco, grande, como si fuera de su medida, aunque para el CEO interpreto de un amante de turno. El agua corrió por su espalda, haciendo que su piel se relajara ante aquella caricia cálida, haciendo que sus huesos se reconfortaran por tal cosa. Cuando salió del baño, se encontró que la estancia estaba solo iluminada por velas, y el modelo sentado en uno de los sofás, frente al ventanal, con una copa de vino observando la tormenta. Por un momento la imagen le pareció una fantasía, su semblante no era el arrogante ni perro desagradable, si no ... era humano, un hombre perdido en sus pensamientos
El estornudo repentino hizo romper el momento, girando el rostro del rubio y sonriendo.
Espero que este mejor ... – dijo mientras se levantaba y se le acercaba.
Ninguna tormenta podrá conmigo señor Wheeler ... – dijo mirándolo altivamente mientras cruzaba sus brazos. Pero retrocedió al ver que el rubio levantaba su mano y trataba de tocar su rostro – Que cree que haces perro? – manoteo aquel brazo.
Su rostro esta rojo ... y quería comprobar si tenia fiebre ... – dio una media sonrisa, mientras se acercaba, provocando que el ojiazul retrocediera, chocando sin querer el borde de la cama, cayendo sobre ella - .. Valla ... valla ... el terco gatito esta a manos de este hermoso perrito ... – dijo en un tono sensual y provocativo, mientras se agachaba y llevaba sus labios al rostro del CEO.
ALEJE DE MÍ! MALDITO! – grito mientras trataba de empujarlo, pero abrió sus ojos asustado al darse cuenta que sus fuerzas no eran las de siempre – QUE ME HA HECHO! ESTO ES UNA VIOLACIÓN! – volvió a gritar cuando tuvo el rostro del rubio a centímetros de sus labios.
La verdad que no tenia pensado en eso .. – susurro sensualmente, mientras sus manos se colocaban al costado de las caderas del castaño – .. pero si me esta invitando a hacerlo, no tengo problema ...- dijo con media sonrisa ante los ojos asustados y enojados del otro. Pero ante el desconcierto y cierto temor de Kaiba de un movimiento lo giro colocándolo boca abajo, y apretarlo contra el colchón.
SUÉLTAME ...! MALDITO! Aaaahhhhh! – grito para luego gemir. Joey había colocado sus manos sobre las caderas, y de allí empezar a propinarle un buen masaje, suave apretando las zonas que Kaiba se daba cuenta que le dolían. Aquellos dedos parecían saber donde presionar y relajar el cuerpo del CEO, quien por inercia cerro sus ojos, dejándose llevar inconscientemente. Los sentidos se percataron del olor del incienso en el departamento, la música suave y las velas, todo eso lo estaba relajando, sintiendo ahora la fiebre que se había levantado.
Se siente bien verdad? – la vos del modelo fue un susurro al oído, provocando que un escalofrió reconfortante pasara por todo su cuerpo, acalorando aun más su cuerpo - ... Té estas quedando dormido ... gatito ... lastima que no ronronees ...- casa palabra fue dicha soplándole la oreja, provocando una punzada en su entrepierna.
Seto ... – dijo casi semi dormido - ... mi nombre es ... Seto ... – sus ojos estaban algo cerrados, pero pudo ver la sonrisa del rubio, y por primera ves ... la vio angelical.
Fin Flash BackLa puerta de entrada se escucho abrirse con llaves, despertándolo de aquel recuerdo, provocando que el ojiazul se alertara, se sentó apresuradamente, observando como alguien llegaba, dejaba algo en una mesa y se acercaba hasta la cama, pero aun sin mirarlo, ya que venia entretenido leyendo mensajes en su móvil.
Amor ...! Llegueeee! – la vos suave y divertida del sujeto se detuvo ante la figura que yacía en la cama – Tu no eres mi amor? – dijo sorprendido, para luego admirarlo en un instante, y sonriendo de costado – Aunque no me negaría que me encantaría que lo fueras ... – le mando un beso al aire, cosa que a Kaiba no le agrado, se sentía un ratón en una jaula de gatos.
El sujeto estaba vestido todo de negro, pantalones de cuero a la cadera, una camiseta sin mangas de red, botas, una gabardina larga también de cuero, con el detalle particular de tres plumas negras en sus ya negros cabellos.
Antul! – la vos del modelo hizo girar el rostro de ambos hombres, mostrando una imagen que hizo sonrojar al CEO y sonreír piracamente al otro
Bello ...! - le dijo con una vos seductora mientras se le acercaba y le daba un pequeño beso en los labios - ... Si me recibes todos los días así, yo creo que no saldríamos de la cama ... – el rubio solo llevaba una ropa interior estilo tanga. Dejando muy poco a la imaginación.
Si así lo hiciera, yo creo que nos terminarían internando por exceso de sexo ... – el rubio paso a su lado, para luego empezar a elegir la ropa, dando la espalda a Kaiba, el cual ahora miraba a otro lado, aquella pequeña ropa mostraba la mayoría de sus nalgas.
El timbre sonó de repente, mientras Antul sonreía ante las caras de aquel castaño, he hizo una seña que él abriría. Camino despacio, en su mente se imaginaba quien era aquel personaje, Joey lo había llamado contándole de la fiebre del castaño, pero le pareció gracioso su cara de inocencia, la verdad que se había levantado con ganas de jugar. El timbre volvió a sonar, el cual el cuervo solo abrió sin preguntar, encontrándose allí, parado estático ante la vista de tal espécimen.
Buenos días ... Busco a Joey Wheleer ... - la vos varonil, lo hizo despertar de aquel hechizo, dejándolo pasar con una seña. Aquel hombre vestía con un traje marrón oscuro, con una corbata verde y camisa haciendo juego, sus cabellos bien peinados, castaños resaltaban sus ojos también verdes – Y bien? – aquel tono molesto lo trajo a la realidad.
Esta vistiéndose ... – su vos salió algo molesta – Me daría su nombre así puede ser que lo atienda Joey ... – dijo altaneramente, aquel muchacho seria muy bonito, pero no se dejaría pisotear con aquel mal carácter.
Dígale que Lucio Méndez le ha traído lo que pidió ...- el muchacho levanto su ceja, mirando aquel darketa, para luego darse cuenta de donde estaba la cama, y allí, su jefe. Sin decir mas nada, lo esquivo y se dirigió hasta el otro castaño.
Oye ... espera ...! – Antul grito tratando de detenerlo, pero Lucio era bastante rápido.
Llego hasta el pie de la cama, miro al costado y vio al rubio vistiendo unos pantalones color durazno liviano y una camisa blanca sin prender, sus pies estaban semis calzados por unas zapatillas del gallito.
Lucio! – el castaño llamo su atención, mientras no podía estar más rojo. Era una situación algo incomoda, Seto Kaiba desnudo, solo tapado por una sabana, con un rubio que quitaba el aliento a varios a medio vestir, un darketa detrás de su asistente, y Lucio ... mirándolo con una sonrisa de costado.
Jefe ... – dijo divertido, mientras le entregaba un traje Armani que llevaba en un forro para transportarlo - ... Mokuba le envía esto, y dice que si necesita descanso que te tome el día ... que de seguro paso una noche muy agitada ... – la sonrisa se profundizo aun mas por el sonrojo del dragón azul.
QUE QUIERES DECIR CON ESO MENDEZ ...! NO PASO NADA CON ESTE PERRO RASTRERO! – dijo señalando al rubio, mientras la sabana caía despacio, mostrando un poco mas de piel ... y bello pubico. Sonrojándolo tapándose con una almohada.
No es lindo? – dijo infantilmente el modelo para luego jalar a su amigo hasta la cocina – Vamos a preparar el desayuno ... – dijo con burla mientras dejaba a esos dos solos. Lucio sonrió mientras veía que su jefe trataba de salir de la cama, sin lograr taparse lo suficiente y entrar al baño. Donde minutos después salía elegantemente vestido con un traje de color vino, con camisa color marfil oscuro.
Nos vamos ... – dijo secamente, dirigiéndose a la puerta de salida, pero la vos del rubio lo hizo detener.
No desayunara con nosotros ... Seto ... – dijo con una gran sonrisa, haciéndolo enfurecer y acercársele como un gato erizado.
No me llames por mi nombre, perro ... no te he dado el derecho ... – se le acerco peligrosamente enojado, mientras observaba sus ojos mieles con rastros de superioridad.
Después de lo de anoche ... Seto yo creo que tengo todo el derecho ... – sonrió mientras pasaba su lengua por sus propios labios. Lucio suspiro, eso era una provocación y eso provocaría que ... ... ... ...
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Mokuba estaba en su oficina, revisando algunos papeles, encontrando el contrato de hacia dos días atrás, habían llegado a un acuerdo con la empresa Sortija del Milenio, para luego recordar que hacia dos días había visto aquel sujeto. Suspiro desganado, mirando por la ventana, de la oficina de su hermano en Kaiba Corp¿había hecho lo correcto, aun rondaba esa pregunta en su cabeza, si alguien se enteraba de seguro todo lo que Seto había construido se iría por el mismísimo caño.
Flash BackSe encontraba en la dirección que le había indicado, mirando aquel papel y aquel café. Pensó que estaba a metros de cancelar todo, pero su hermano era más importante. La campanilla del local sonó cuando abrió la puerta, donde una muchacha muy bonita se le acercaba para atenderlo, diciéndole que buscaba a alguien, pero sin siquiera decir mas nada, fue guiado hasta la ultima mesa del lugar, en uno de los rincones mas alejados de la vista de curiosos.
En la mesa había un muchacho de cabellos castaños oscuros, de seguro no pasaba los 20 años. Sus ojos verdes lo miraron detenidamente, encontrándose con unas pupilas frías. Se sentó frente a este, mientras la muchacha traía una tasa de café y desaparecía antes que el ojiazul dijera algo. Por unos minutos se estuvieron viendo a la cara.
Mi nombre es ...
Sé quien es, Señor Kaiba ... – aquel muchacho poseía una vos seria y juvenil - ... Y sé cual es el motivo de la llamada – hizo silencio un momento para luego sacar entre sus ropas una hoja de computadora, entregándosela. Mokuba abrió sorprendido sus ojos.
De donde ...?
... Hago mi trabajo ... – el muchacho tomo una mini factura que le habían traído con el café, llevándoselo a su boca - ... Acepto el trabajo, solo usted puede dar el visto bueno para que yo lo realice ... – el pelinegro lo observo casi sin entenderlo, para reaccionar luego de que su teléfono móvil sonara.
Kaiba ... – dijo atendiendo al interlocutor del otro lado – Sí .. hermano no me he olvidado ... iré en seguida, solo me detuve por un café ... – separo el teléfono de su oído, del otro lado estaban gritándole - ... Si Seto ... yo y media docena del café te escucharon decirlo ... Ya voy – corto la comunicación, para luego suspirar, mirando al muchacho - ... Quiero primero pruebas, algo sólido para poder destruirlo, y si no se puede ... – hizo una pausa - .. ya veremos ... – dijo sacando dinero de su billetera, pero el muchacho no se lo permitió.
Yo pago el café ... señor Kaiba ...
Aun no sé su nombre ... – Mokuba se levanto mientras acomodaba sus ropas.
Farel ... – dijo mientras sacaba algo de dinero – Farel Lacreaux ... – dejo tres billetes en la mesa, guardo la hoja de computadora, y con una reverencia paso por su lado y desapareció detrás de la puerta, por la calle arriba.
Fin Flash BackEl sonido del golpeteo suave de la puerta, lo trajo a la realidad. La secretaria aparecía con unas carpetas, acompañado con una gran tasa de café con crema.
Gracias Liz ... – el pelinegro sonrió, mientras la muchacha se inclinaba y se retiraba. Miro nuevamente los papeles - ... Seto ... es por tu bien ... – termino la frase, ya estaba echo ... y no se retractaría por su decisión.
