Mons-Ter-Oh!

Yu-Gi-Oh

by

Kaede Sakuragi y Luna Shinigami

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Nota Principal – CAMPAÑA: No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. Kaede Sakuragi y Luna Shinigami adheridas a esta propuesta. Gracias, Katrinna Le Fay, por prestar tus palabras, y que seamos varios en gritarlas.

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Capitulo 02

La noche estaba pesada, fría e intranquila. A su vez, él sentía mucho calor, los nervios lo estaban destrozando, por cada suspiro de las sombras él saltaba como gato nervioso, su cola blanca estaba levantada, sus orejas albinas, ahora manchadas de sangre. Sus garras, sus manos y sus brazos, sostenían aquel cuerpo inerte que solo balbuceaba maldiciones. Tenía miedo, su cuerpo temblaba, pero el instinto le decía que debía proteger su presa.

Una gran ráfaga sobre voló sobre él, dando un gran grito desesperado, sus ojos melados vieron un gran monstruo de alas negras, cola pesada y de grandes zarpas que destrozarían sus cuerpos en dos segundos. Gruño fuertemente, queriendo hacerle frente a la bestia, pero apenas era un ronroneo para esa criatura.

Aquel entre sus brazos se movió, tratando de levantarse, y por orgullo enfrentarse a las sombras que cada vez los rodeaban. Grito, mostró sus colmillos, hablo en un idioma extraño, y algunos recitados de la antigua familia de su clan, pero nada provocaba que las dos enormes gárgolas de piedra no quisieran matarlos.

La gran bestia se largo en picada, ante ellos, el lobezno solo atino a abrazarlo, tirarlo al suelo y cubrirlo con su propio cuerpo, sabia que él moriría primero... "Lo prometí, yo seré tu amigo"... fue la ultima frase que pudo murmurarle al oído...

…………..

... Un gran rugido se escucho por todo el instituto, haciendo temblar los vidrios y algunas columnas viejas. Joey despertó sobresaltado por tal estruendo, tratando de ubicar donde había quedado dormido, pero su sorpresa fue al verse sobre su cama, en el dormitorio que le habían asignado. Llevo su mano al pecho agitado, sintiendo su corazón latir desbocadamente como si hubiera corrido entre los pastizales.

-Un sueño... – dijo despacio, mientras secaba el sudor de su frente.

-Valla... pensé que los lobos no dormían tan placidamente como lo has hecho... – la voz de su compañero de cuarto lo hizo girarse y sonrojarse. Estaba apoyado sobre el borde de la cama, prácticamente sobre él.

-Yo... es que... jejeje... Me dormí ... – dijo vergonzoso incorporándose rápidamente, mientras revolvía sus cabellos rubios nervioso, y sacaba la lengua - ... gracias por traerme ... – Joey hizo una reverencia de agradecimiento.

-Yo no te traje... – la pequeña momia lo miro con una ceja levantada - ... En si te encontré en tu cama, pensé que cuando saliste corriendo viniste directamente aquí, y te tendiste y automáticamente te dormiste... – el rubio lo miro desconcertado - ... Además, yo creo que es tarde para que vallas a cenar, ya son casi las diez de la noche... – el rubio abrió sus ojos sorprendido.

-Cena...? ... – pero antes que pudiera decir algo mas, Yugi le señalo aquel reloj antiguo, donde marcaba exactamente las nueve y cuarenta de la noche - ...

-Demonios ... volví a hacerlo ... – murmuro despacio.

-Que volviste hacer? – esta vez la cercanía que la momia había puesto, lo hizo saltar de sorpresa y casi correr hasta la puerta nervioso.

-Yo ... nada ... que ... volví a saltarme la comida .. Jejeje ... eso ... – Joey estaba nervioso, y Yugi lo noto, pero solo pensó que era por falta de alimento en todo el día.

-Bueno ... no te preocupes ... – le dijo sonriente - ... El Señor Pegasus me dijo que si tenias hambre podrías comer algo de aquella canasta que te dejo la cocinera ... – el rubio agradeció, en realidad tenia hambre. Se acerco hasta la pequeña cesta que estaba sobre el escritorio de su lado de la habitación, y de allí pudo percatarse de un olor metálico. Al abrirlo, observo pequeños cortes de carne cruda, y algo de leche - ... No comerás? – Yugi lo estudiaba detenidamente, sonrió maliciosamente, cuando vio que su voz calmada lo había hecho saltar otro poco.

-Es que ... no me gusta la carne cruda ... – contesto avergonzado.

-Eres raro ... – la momia se le acerco despacio, para luego tocar su rostro lampiño en una caricia suave - ... Eres hermoso ... – la voz de él salió sedosa, seductora, mientras que sus propios ojos morados empezaban a formarse dorados, y reflejar movimientos como el de una cobra.

El propio Joey caía nuevamente en un cansancio, mientras sentía que su cuerpo perdía fuerza. Yugi estaba por sujetarlo por la cintura y llevarlo hasta la cama, cuando los golpes de la puerta, los hizo separarse abruptamente, y de allí el rubio despertar del hipnotismo.

-Siento la interrupción ... – Pegasus entraba al cuarto, con la sonrisa de costumbre - ... Ah, Joven Wheeler, veo que ya ha despertado ... – aquella sonrisa tan placentera que presentaba lo ponían nervioso.

-Si ... jeje ... perdón ... Señor Pegasus ... – hizo una reverencia. Pero llamo la atención de los que estaban allí. Al agacharse pudieron ver que lo hacia en forma de sumisión, y no de respeto, además se podía observar una gran cicatriz en su cabeza debajo de sus largos cabellos rubios, descubierta por la inclinación.

-No tienes por que ... Pequeño ... – la vos del peli morado cambio por una mas tranquila - ... Espero que la comida este a su gusto ... – señalando la cesta - ... es conejo de las montañas, uno de los privilegios de ser un hombre lobo ...

-A el no le gusta la carne cruda ... – Yugi comento, sonriente, mientras el rubio se ruborizaba y bajaba la cabeza.

-Es que ... – sin mirar a los ojos, murmuro - ... cuando vivía en la colina, me acostumbre que la carne sea asada, ya que ... a veces los animales de allí, podrían estar enfermos ... y ... y ... – su tez blanca se puso algo pálida, pero levanto su rostro sonriente - ... Y bueno ... eso ... por lo cual la cocinaban y ... yo me habitué a comer así ... jejeje ... – coloco su mano detrás de su cabeza, con una enorme sonrisa, pero fue evidente que el rubio estaba mintiendo.

-Oh, no se preocupe Joven Wheeler ... – Pegasus corto la tensión que surgió en esos segundos - ... Si puede aguantar hasta el desayuno con un vaso de leche ... Yo mañana le diré a la Señora Dorothy que cocine algo para usted ... – Joey estaba por protestar, pero fue interrumpido por el Director de la Institución - ... Y no tenga miedo ... no mencionare sobre esto a nadie ... – su sonrisa fue sincera, y mas cuando apoyo disimuladamente su mano, sobre la pequeña momia.

-Mientras te adaptas ... te ayudare en todo ... – Yugi lo miro con sus ojos morados, dándole una sensación de paz al rubio.

-De ... acuerdo ... – contesto este más tranquilo.

-Bueno ... yo me retiro ... – Pegasus, hablo mientras se giraba y acomodaba su gran capa - ... Por favor ... Señoriíto Motou ... podría llevar la cesta a la cocina, yo lo acompañare así Lucio no lo sanciona ... – volvió a mirar a Joey, y dándole una reverencia de despedida salió de la habitación.

-En seguida regreso ... tu puedes ir usando el baño ... – la pequeña momia salió detrás del pelimorado, dejando solo al rubio.

Llevo su mano al pecho, sintió que su corazón estaba alterado, y sus manos sudaban. Se sentó un momento en la silla frente a la ventana, para luego sobresaltarse por el picoteo del cuervo en el vidrio.

-Antul ... – dijo asustado, mientras tomaba al ave entre sus manos - ... Yo ... me desmaye de nuevo ... estoy asustado ... – el cuervo quiso transformarse para poder consolarlo, pero no se lo permitió - ... En cualquier momento volverá Yugi, y no quiero que te vea ... – beso su pico, y luego acaricio su cabeza, y recorrió el ala lastimada - ... Gracias por traerme ... – murmuro despacio, pero el aleteo desesperado del animal llamo su atención - ... Como que tu no me trajiste? – abrió sus ojos asustado - ... Pero ... yo ... es la primera ves que estoy aquí ... no pude haber llegado así no mas ... yo ... – se tapo la boca horrorizado - ... Oh Madre luna ...! Tu crees que ... – pero callo abruptamente, cuando vio que la puerta se abría despacio, y aparecía Yugi cabizbajo, serio. Antul salió rápidamente de allí, sin que el otro se diera cuenta – Sucede algo ...? – el rubio pregunto, disimiladamente.

-No ... claro que no ... – el otro sonrió - ... Es que me entere que harán un examen general a todos los del instituto y de allí el mejor promedio será el líder por un día ... – el tricolor al cerrar la puerta se acerco hasta el escritorio y guardo algo.

-Oh ... valla ... Bueno ... no tengo porque preocuparme ... – Joey comento, y ante la mirada de interrogación del otro continuo - ... Yo nunca fue bueno para los estudios ... jeje ... – dijo avergonzado.

-No te preocupes ... yo te ayudare ... Pero ahora ... es hora de dormir ... – el lobezno asintió, y ambos se prepararon para descansar.

Joey se durmió instantáneamente, ya que el viaje hasta allí, lo había cansado, pero Yugi lo observaba de su cama. Las palabras de Pegasus resonaban una y otra vez en su cabeza, pero había prometido no decir absolutamente nada a nadie. Cerro sus ojos cansados, ya vería que hacer, aunque específicamente no tenia ni idea de cómo lidiar con eso, así que se levanto de nuevo y se acerco al rubio despejando los mechones rubio y trazando con sus dedos la herida que tenia en su cabeza, una muy grande, una que seguramente se la había hecha en una batalla.

-como demonios puedes hacer tanto daño…? Para que te tengan tanto miedo y seguir siendo así.. Duerme bien destello del cielo que mañana será otro día- dijo besándole en la frente, pero ya no con su concebida malicia sino con unos ojos más puros.

De nuevo cayó bajo el embrujo de Hipnos y pudo dormir en paz, claro que no sabia que era vigilado por una constante sombra.

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El gran patio de aquel instituto, que comprendía de una gran hectárea de las montañas, estaba cubierto por casi todos los alumnos, era la hora de receso, y cada uno de los clanes, y razas se juntaban. Debajo de una de las seis glorietas de granito, se encontraban los nuevos amigos del rubio, Yugi los presento a cada uno, Yami su primero, el faraón de Egipto, Bakura científico dedicado a la cura de lo que llamaba su enfermedad, Tristan, el Frankeinstain que se había burlado de el, pero a regañadientes le había pedido perdón.

Las conversaciones iban desde los horarios, hábitos y reglas, hasta quien merecía su amistad y de quien se tenía que cuidar.

-Valla ... valla ... si es el rincón de los tontos ... – una vos burlona los interrumpió, haciendo que Tristan se levantara y se interpusiera ante el sujeto.

-Que quieres ... Gasparin ... – dijo con sarna, que fue respondido con una sonrisa.

-Tsk, tsk ... podrías cambiar el repertorio ... Tornillitos ... – el castaño estaba por golpear al fantasma cuando la vos de Yami lo detuvo.

-Vete ... Duke ...! ... no queremos arruinar el día…

-Oh... por el santo de Ra! ... el Faraón de la dinastía Egipcia ha hablado ... – el muchacho reptil, que el rubio había visto cuando fue presentado, se acerco con malicia, mientras hacia una exagerada reverencia en forma de burla.

-Marik ... por favor ... – El científico había hablado con vos tierna

-Oh ... por un demonio ... debes juntarte menos con estos ... Me caes mejor cuando eres Ryu Hayde ... y no ... Bakura Jekyl ... – dijo tomándose los brazos simulando que tenia escalofríos.

-Cada uno con su estirpe ... con su raza y su clan ... – fue la frase que hizo girar a todos, detrás de la glorieta, debajo de uno de los más hermosos rosales de flores negras. Joey abrió sus ojos sorprendido, era un muchacho de cabello largo, rojizo, sus ojos grises penetrantes lo ponían nervioso. Cuando se fue acercando, pudo observar que poseía orejas grandes de color negro, su rostro apenas estaba cubierto con pelo - ... No sé porque estas aquí ... deberías haberte presentado ante nosotros ... como un futuro líder de tu clan ... y como un hombre lobo que eres ... – hablo seriamente, solamente al rubio, ignorando a los demás.

-Yo ... yo ... – empezó a balbucear, pero fue interrumpido por su amigo.

-Oh, disculpa ... es mi error ... Alistar – Yugi hablo calmadamente mientras le sonreía - ... es que el Señor Pegasus me puso como tutor de Joey hasta que se adaptara, y para que luego al final del semestre pueda tener su propia habitación donde le corresponde ... – el pelirrojo lo miraba seriamente, para luego fijarse en el lobezno el cual podía percatarse que su presencia le incomodaba.

-Es tu error ... tu falta ... Motou ... – dijo en forma fría, calmada - ... No es excusa no haberlo llevado ante nosotros ... – Yami se enojo, y estaba por darle un buen discurso por tratar a su primo de esa manera, pero el pequeño Yugi, le hizo seña que se callara.

-Lo siento ... – dijo seriamente, mientras se inclinaba en forma de respeto - ... Tienes la justa razón en reclamarme ... – lo miro a los ojos y sonrió cálidamente - ... Acepta mis disculpas ... – el otro solo lo observo por unos segundo y luego gruño.

-Estamos en receso, es un buen momento para que me acompañes ... – no fue una opinión, fue una orden. Por un momento el rubio no supo que hacer, pero la pequeña momia le hizo señas que lo hiciera. Mirando el rostro de los demás, pudo entender que debía seguirlo.

El rubio bajo la cabeza en son de derrota y camino junto al pelirrojo que lo miraba despectivamente, aquel joven lucano que tenía miedo de subir la cabeza, como le gustaba parecer humano.

- Los lideres del clan son fuertes y aguerridos, más te vale sacar tu parte lucana y obviar la de humano...- murmuro dejando al rubio callado aun más de lo que estaba -... y esperamos por la madre luna que no vuelvas a juntarte con ese cuervo infesto que no pertenece a nuestro clan - Joey paro su camino y Alistar le sonrió de medio lado, mostrando sus hermosos ojos grises - Crees que no me daría cuenta que andas con aquel bicho que trae la muerte... somos de clanes diferentes... es una regla, no te olvides de cumplirla o te ira verdaderamente mal, pequeño..- dijo sosteniéndole el mentón, pero Joey se safo a tiempo antes de que el espíritu sobre protector de su amigo se hiciera visible y se le lanzara al pelirrojo.

- No es tu problema de quien soy amigo y de quien no, con tal de que...- iba a decir algo más, pero el brazo fuerte de alistar lo aprisiono clavándole las garras al pequeño lobo.

- Con tal de que, sabes pequeño... si tu no fueras el jefe del clan ten por seguro que harías un buen trabajo en mi cama... desde que cruzaste el portal te tengo ganas.. y no precisamente para verte gozar... eso te lo puedo jurar...- dijo soltándolo y llevándolo a la mesa principal donde habían por lo menos 20 licántropos todos más feroces que el mismo pelirrojo, pero por lo visto el jefe era el chico de ojos grises.

El rubio hizo una mediana reverencia como le habían enseñado aquellos humanos y los lobos aullaron al mismo tiempo reconociendo al jefe de la manada… Alistar hizo las presentaciones y lo invito asentarse para platicar sobre las nuevas resoluciones del clan… al de ojos miel le estaba dando vueltas la cabeza, detestaba estar rodeado de lobos, detestaba ser parte de ese clan, miro sus manos de nuevo y las comparo con las de sus compañeros, eran lampiñas y suaves, no como las de ellos grandes y con garras… que absoluta diferencia, como quisiera estar en esos momentos pasándola en cualquier parte del campo con su amigo o alejado del mundo en su defecto.

Alistar lo sostuvo del brazo para llamar su atención –joven Wheeler... aquí nuestro amigo Kasuki pide saber que va a hacer cuando se enfrenten los clanes por la supremacía… es hora de pensar como va a hacer para acabar con esos malditos chupa sangre ¿no lo cree?- media sonrisa sarcástica fue lo que le dedico Alistar,

El lobo solo bajo la cabeza y medio sonrió –aun no soy el jefe del clan, me preocupare de eso cuando llegue la hora… - dijo seriamente – y si me disculpan….-

Se levanto de aquel lugar y fue a reunirse con Yugi, al menos en el pequeño egipcio si confiaba…sentía que las piernas le temblaban, pero se sobrepuso y llego hasta el comedor, de nuevo a la mesa que le habían indicado el día anterior, donde están reunidos los chicos.

- Cómo te fue?- pregunto Bakura tiernamente.

- Creo que bien…- susurro apenas audiblemente.

Tristan miro lánguidamente al rubio y pasó su mano por el hombro del chico que se asusto un poco – ...Sabias que para ser jefe del clan más poderoso de los licántropos eres bastante asustadizo..- sonrió un poco y el rubio le respondió… que le iba a decir?.. Perdona pero tuve una infancia difícil y me enseñaron a temerle hasta a él agua…. No mejor solo sonreír de todas maneras si lo hacia nadie preguntaba que tenia, ni lo obligaban a hablar más de la cuenta.

Yami también sonrió y por debajo de la mesa toco la pierna de Yugi que correspondió a la sonrisa… pero para el pequeño , Yami no era el plato fuerte no aun… miro del nuevo al rubio, ya había decidido que esa seria su presa, pero después lo miro de nuevo bien… tal vez, no debía hacerle daño, el chico era muy inocente para hacer lo que él quería hacer…. Mejor no tocarlo, aunque le tocara salir a saciarse las ganas… aunque pensándolo mejor si tenía a Yami para que buscar a alguien más?

En el comedor se escuchaban mucho más murmullos, y había mas mesas que antes. Joey se pregunto el motivo, hasta que Tristan antes que preguntara, le susurro ... " Arpías ... y Hembras ..." No había entendido el significado, pero cuando escucho unos chillidos desde una de las ventanas, pudo ver que grandes aves revoloteaban por fuera.

Una de los ventanales se abrió abruptamente, para luego ver como una manda de mujeres con alas entraban. Sus plumas eran de colores fuertes, y hermosas, no podía negarlo, sus vestimentas eran todas con faldas cortas, y un top que solo cubría parte de sus pechos. La líder de toda la bandada, era rubia, exuberante, y al parecer la más hermosa, para varios de los que estaban reunidos, pero al lobezno, era algo inexplicable, había una esencia de rechazo ante aquella Arpía, algo en ella se le hizo conocida, una fragancia a repulsión…

Cada uno de ellas se posó a un costado de las mesas del fondo, acomodando sus plumas y ropa, para luego hacer una reverencia.

-Disculpa nuestro retraso, Maestro Pegasus ... pero como vera, una gran tormenta es la que nos viene siguiendo, y casi era peligroso para nosotras volar ... – aquella rubia, platinada hablaba despacio y coquetamente, mientras que sus ojos miraban rápidamente a los nuevos alumnos, posándose en un hermoso cachorro de ojos melados. Le guiño el ojo, pero la reacción de este fue bajar la cabeza, pero no sonrojarse, levanto su ceja en forma de desconcierto, por lo general los chicos cada vez que la miraban quedaban hipnotizados por su belleza natural ((Lunita se esta pateando mentalmente, mientras Kaede saca una escopeta por lo de belleza natural y apunta contra Lunita. Pero la población femenina anti peliteñida apunta con armas que poseen mira láser ...K: debo modernizarme ... y tirar la escopeta ... ññ))

-No te preocupes, Señorita May, entiendo el motivo ... – en ese momento, por el gran portal del lugar, aparecieron varias hembras de las distintas razas, haciendo reverencia, y saludos respectivamente.

Yugi por lo bajo, le explico al rubio, que algunas hembras de allí, solo partían cuando era época de celo, ya que como la mayoría eran de familias prestigiosas, no quería que sus instintos carnales se desbocaran en el instituto. También le dijo, que no todas tenían ese periodo de copulación, solo que era injusto para las que eran del sexo contrario, quedaran solas ante todos los machos del lugar.

Pero Joey sabia perfectamente que la época era mas o menos seis veces al año ... o eso le había explicado Antul, con respecto al tema de pareja, aunque eso no se lo comento a la pequeña momia. Yugi sonrió, ante esa pregunta, y solo le dijo que era solo dos veces al año, por lo cual, todo era en semestres. El rubio se quedo tranquilo, y empezaron a comer, pero la paz fue sepulcral cuando alguien llego tarde, y solo se inclino desde la puerta y paso derecho hasta la mesa de los vampiros.

Estaba cubierto de por una gran capa negra, pesada, su rostro lo cubría totalmente una capucha de terciopelo del mismo color. Se sentó como si nada, a un lado del menor de los Kaiba, para luego quedarse allí, como si fuera una estatua. No bebió nada de lo que le sirvieron, ni comió nada de lo que en la mesa había. Ni siquiera dirigió la palabra a los vampiros. Joey quedo desconcertado.

-No prestes atención ... – Yami dijo por lo bajo, haciéndolo mirar a los ojos, y sin dejar que preguntara le contesto - ... Mantente alejado lo mas posible de el ... – su vos era seria.

-El ... – murmuro despacio. Para luego sentir la mano de Yugi en su hombro.

-Dos cosas ... Mantente lejos de las arpías ... en especial de su líder ... y ni siquiera intentes preguntar sobre "él" ... – Joey quiso decir algo, pero fue interrumpido - ... No ... hables de nada ... Si sabes a que te atienes ... – el silencio se volvió murmullo en todo el comedor, el cual, el lobezno se sumergió en sus pensamientos.

No supo porque miro de reojo hasta la mesa de aquel Vampiro de los ojos azules que había conocido mejor dicho que le habían dicho que era el jefe de los Nosferatu del lugar, pero casi pego el grito al ver que la figura de negro lo miraba fijamente a los ojos, con un destello de maldad, largando así abruptamente los cubiertos sobre la mesa, levantándose asustado. Todos allí lo miraron entre sorpresa y desconcierto.

-Lo siento ... creo que me siento mal ... – dijo despacio para luego salir corriendo mucho antes que Yugi lo detuviera.

Se movía rápidamente por los pasillos de aquel instituto - ... Bastantes problemas tengo yo con esto como para que ahora me venga a encontrar a ese... por la madre luna... - dijo moviendo de nuevo sus manos nerviosamente - ... porque ese vampiro tenia que venir precisamente aquí... no hay mas instituciones sobre el planeta...? - Definitivamente las cosas no se estaban dando y menos porque una figura lo seguía bastante de cerca, cuando iba a salir vio al cuervo que siempre acompañaba al rubio - Antul... soy el lobo más desgraciado del planeta...- dijo al punto del sollozo, el cuervo de nuevo tomo forma y lo abrazo.

- Eres el lobo más hermoso del planeta, desgraciado lo dudo bastante... por favor Joey ten cuidado, sabes que ese vampiro...-

El rubio alzo las cejas - no me lo recuerdes... por favor... tengo bastantes recordatorios de ese maldito el resto de mi vida…- dijo tocando la cicatriz de su cabeza –oye esta en pie el plan de largarnos de aquí?- pregunto el rubio por lo cual el cuervo sonrió.

- De verdad?- pregunto escéptico.

- Si…- dijo recostándose de nuevo –mañana es luna llena y se que no estaré muy bien que digamos, debo escapar… pero ahora viene ese maldito chupa sangre y aquellas mujeres que me producen desconfianza y para rematar me gane a Alistar de enemigo…-

El cuervo hizo un gesto obsceno con la mano que solo hizo sonreír al rubio.

- Que ni se atreva a cercarte a ti, porque juro que adelanto su linda alma para el infierno, hasta los monstruos deben morir….- dijo friccionando sus manos y quitándose una pluma de la cabeza.

- No hagas nada Antul, aunque lo de la escapada es en serio… debemos irnos de este lugar y …- se escucharon pasos fuertes y Antul se convirtió de nuevo en un cuervo y salió a volar dejando al rubio licántropo solo… estaba asustado, no deberían saber que el tenia una amistad con una raza prohibida…

Trato de finar sus sentidos, pero no vio a nadie… como si los pasos no los hubiera escuchado… miro para todas parte y no vio nada, estaba paranoico, dios como dolía ser el más extraño del grupo… trato de ir de nuevo a su habitación, pero fue interceptado por Yugi y compañía.

Mientras se iba por uno de los pilares salió un castaño de ojos azules, que hablaba con la sombras.

- Vigílalo bien – la orden fue echa

- Si amo…. – contesto mientras desaparecía en una de las formas de columnas.

El vampiro de ojos azules estaba extrañado, nunca había visto una ambigüedad en alguien y eso era digno si no de que ocupara su atención completamente si de averiguar que pasaba… porque tanto misterio con ese lobo rubio, que a simple vista era un debilucho, pero como dicen por ahí las apariencias engañas…

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Mientras tanto el ave sobrevolaba todo el instituto, para buscar a alguien en especial y lo vio, aquel lobo de cabellos rojo fuego, se estaba despidiendo de alguien y entrando aun recamara… voló con agilidad y le dio la vuelta a la habitación, luego se coló por una de las ventanas… cuando vio que el pelirrojo se quitaba la ropa lentamente, fue adquiriendo su forma humana.

- Así que aquí esta el lobo más fiel de la manada…- dijo en son de mofa el de ojos azules mirando al pelirrojo.

- Que demonios haces en mi habitación?- grito el pelirrojo mostrando las garras.

- No estoy por gusto imbecil, solo vengo a advertirte algo… deja en paz a Joey o te juro…- dijo amenazando mostrando sus plumas negras que brillaban como dagas.

Pero el lobo solo se rió macabramente mostrando unos bellos colmillos y gruñendo pasito –me amenazas… tú… una raza que no tiene fuerza… tú, solo un enviado..- dijo en pos de mofa.

Antul sonrió de medio lado –si te amenazo, porque puedo hacer que esa santidad de sangre de la cual te sientes tan orgulloso se valla por el traste… deja en paz a Joey y si no te juro que cada uno de los licántropos se enteren quien fue tu padre no te va a gustar…-

El pelirrojo abrió sus ojos grises y cerro sus garras con rencor –no te atreverías.. Traicionarías a tu gente…- gruño más audiblemente.

- No me importa… solo tengo a Joey y si lo lastimas será lo ultimo que hagas en tu lobezna vida… además vuelvo a repetirlo no creo que a la gente de los clanes le guste saber que este cuervo infesto que atrae el ama de los muertos y es despreciado por todos los clanes y tu… compartimos la misma sangre, así que más te vale pisar con pies de plumas o te juro que te arrepentirás…- después de eso tomo la figura de cuervo y salió disparado por la ventan, estaba tan feliz que no sintió que cuando daba un giro en el aire, una cerbatana fue disparada y le hizo una herida considerable en un ala… fue cayendo en picada… cuando sintió que era recogido por unos brazos fuertes, abrió sus ojitos azules de cuervo pudo ver los ojos verdes del samurai…..y como en su mano derecha llevaba el arma que le daño el alita…

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licántropo, Lucano hombre lobo

Nosferatu vampiro… que dices si o no….

Autora de Turno ... Kaede Sakuragi ... n.n

Bueno, yo aquí de Nuevo XD … este epy digamos que nos inspiramos bastante, y espero que les guste ... o.o para las chicas que nos dejaron comentarios ... pos en el siguiente les respondemos ... ñ.ñ gomen ...!

Otra cosa ... XDDDDDDDDDDDDDDDDD ... AMO A LUCIO Y A ANTUL ... quien los quiere como pareja ...? XD

Matta neeeeeeeeeeee!