HOLA! DE NUEVO YO! ME EXTRAÑARON? (JA JA JA, HASTA CREO)BUENO DESPUÉS DE TERMINAR MI HISTORIA DE 'LA ERA DE LA LUZ' HE DECIDIDO PRESENTAR ANTE USTEDES ESTA PEQUEÑA HISTORIA SOBRE HARUKA Y MICHIRU, ESPERO LES AGRADE.

Y PARA LOS QUE SIGUIERON MI OTRO FIC, DESPUÉS DE TERMINAR ESTA (Y CUANDO LAS POCAS NEURONAS QUE LA TELEVISIÓN Y LA COMPUTADORA LE HAN DEJADO A MI HERMANA COMIENCEN A FUNCIONAR DE NUEVO) SUBIRÉ EL EPISODIO 2 (POR SI NO LO HABÍAN NOTADO EN EL PRIMER CAP. DE MI FIC DICE EPISODIO 1).

BUENO ESPERO LES AGRADE ESTA HISTORIA (MENCIONE ACASO QUE ES BREVE?). SALUDOS!


D E C I S I O N E S


Capítulo 1: Después

- No soporto que peleen entre ustedes. ¡No lo hagan por favor!- gritó la chica.
- Si quieres obligarnos, hazlo por la fuerza- contestó una de ellas.

Ella aceptó. Fue una lucha breve, pero intensa. Al final sucedió lo que esperaban.

- Nosotros queríamos probar su poder al final Princesa- dijo una de ellas.
- Al final ¿de qué?- preguntó la chica.
- Hemos cumplido con nuestro deber en esta ciudad. Es hora de retirarnos.
- Encontramos al verdadero enviado del bien y la Tierra fue salvada. Misión cumplida Princesa Serena.
- ¿Y quién es el verdadero enviado del bien?- preguntó la chica sin comprender.
- Siempre es lo mismo.
- Ella siempre estuvo protegiendo a la Sailor de la Destrucción- contestó la otra, y ambas jóvenes se retiraron.
- Desde que llegamos a esta ciudad tuvimos momentos muy difíciles, siempre estuvimos peleando ¿verdad?
- Pero fuimos recompensadas- contestó ella.
- Sí, y no solo Sailor Saturn fue salvada por el enviado del bien, creo que nosotras también debemos darle las gracias¿no crees Sailor Neptune?

Así, el atardecer acompañaba a dos jóvenes mientras cruzaban el puente en un automóvil, mientras recorrían el camino que les conducía a su nueva vida.


Era un hermoso día. El sol brillaba, la dulce brisa matutina podía sentirse y olerse... En fin, todo en el mundo parecía celebrar el nuevo día, su victoria.

Una joven de cabellos aguamarina y ojos de color del mar veía como el sol iluminaban las olas que descansaban en la playa.

- Interesante ¿no?- dijo una voz detrás de ella.
- Mucho- respondió la joven y se dio la vuelta- ¿A qué debo el honor de tu compañía a esta hora de la mañana?- preguntó sonriendo.
- ¿Insinuas que no puedo levantarme temprano?
- No, solo que no lo haces muy seguido- contestó la joven divertida.
- Siendo así, volveré a la cama.
- Demasiado tarde- dijo la joven jalándo del brazo a la otra persona- Ahora tienes que acompañarme a desayunar.
- Lo dices como si fuera una obligación.
- ¿Lo es?
- Estar a tu lado no es una obligación Michiru, es un placer.

Michiru sonrió. Tampoco para ella era una obligación estar al lado de Haruka.

Después de un agradable almuerzo, salieron a recorrer la ciudad. Cada edificio, cada calle, todo les era desconocido. Se habían acostumbrado a la vida en Tokio, a sus paisajes, a sus habitantes. De pronto la mirada de Haruka cambió.

- Las extrañas¿verdad?- preguntó Michiru.
- Eso creo- respondió Haruka encogiéndose de hombros.
- No te pongas así. Volveremos a verlas- dijo Michiru para levantarle el ánimo.
- Lo sé. Es solo que no entiendo porque me siento así. Ha pasado tan poco tiempo desde que todo sucedió.
- Sin embargo, parece una eternidad ¿no?
- Sí- dijo Haruka sin mirar a Michiru.

No podía ocultarle nada. Michiru sabía lo duro que resultó dejar todo atrás. La tristeza por la muerte de Setsuna, la despedida de Hotaru. Y sobre todo, dejarla atrás a ella. Porque Michiru intuía que Haruka aún se preocupaba por esa niñita rubia y de ojos brillantes. Después de todo era su Princesa y debían protegerla y estar a su lado.

Pero Haruka quizo irse, olvidarse de todo lo que perdieron y comenzar de nuevo. Y Michiru estuvo siempre a su lado.

- Creo que deberiamos regresar- sugirió Michiru con ternura. Haruka la miró con sorpresa.
- ¿Cómo!
- Si tanto te preocupa, deberiamos regresar.
- Pero decidimos volver a empezar.
- ¿Y cómo podemos volver a empezar si no eres feliz?- preguntó Michiru seriamente.

Haruka caminó hacia ella y puso sus manos en los hombros de la joven. Michiru notó un brillo especial en sus ojos.

- Mi felicidad eres tú- dijo con suavidad- Mientras tú seas feliz, yo lo seré. Lo siento, no sé que me pasó, creo que es un trauma post-lucha- sonrió- Pero aún pienso que hicimos lo correcto. Ella nunca estará sola.

Michiru no supo que responder, pero no hizo falta que dijera algo, al sonreir Haruka supo que pensaba lo mismo.

- Vamos. Ya recorrimos los lugares que me interesan. Ahora faltan los que te interesan a tí- dijo Haruka tomándola de la mano.
- Bien. Pero te advierto que son muchos- contestó Michiru con tono travieso.
- ¡Perfecto! Tenemos todo el día.


Tiendas de música, de pintura, bibliotecas y muchos lugares más. Nada faltó por explorar. Al caer la tarde decidieron ir a comer (pues aún no lo habían hecho) a un pequeño restaurante.

Cuando ya se habían sentado un mesero llegó para informarle a Haruka que habían tenido un problema con su auto. Haruka se puso de pie y le pidió a Michiru que ordenara mientras iba a ver que sucedía. La joven leía el menú cuando algo (o más bien alguien) la interrumpió.

- Vaya, vaya- dijo una voz frente a Michiru- Cuando el destino nos alcanza.

Al oír esas palabras Michiru levantó la mirada y se encontró cara a cara con alguien a quien no pensó que volvería a ver en su vida.

- Volvemos a vernos señorita Kaiou- dijo un joven de cabello café oscuro y ojos verdes.
- ¡Etienne!- exclamó Michiru sin dar crédito a lo que veía.
- ¡El mismo! Me alegra ver que no te olvidas de los viejos amigos.
- Pero ¿qué haces aquí?
- Cenando- respondió Etienne con una sonrisa burlona.

Michiru le devolvió el gesto y su sorpresa dio paso a la alegría.

- Me refiero a ¿qué haces en Japón?- preguntó Michiru con calidez.
- Vengo por... negocios- respondió Etienne haciendo énfasis en la última palabra- Y mira a quien vuelvo a ver después de tanto tiempo. Quisiera llamarlo 'casualidad', pero mejor lo llamaré 'suerte'.

La joven sonrió. No había cambiado, aún era simpático y encantador. Y, tenía que admitirlo, también un hombre muy atractivo.

- Siento haberme tardado Michiru- se disculpó Haruka que se detuvo al ver que un desconocido ocupaba su silla.

Etienne le dirigió una mirada curiosa.

- ¿No vas a presentarnos?- preguntó este en tono travieso.
- Sí, lo siento. Haruka él es Etienne Henry un antiguo amigo. Etienne te presento a Haruka Tenou.
- Mucho gusto- dijo Haruka.
- Igualmente.

Ambos se estrecharon las manos por educación. Sin embargo, Michiru notó enseguida que no se habían caído nada bien.


Etienne se despidió de la pareja poco después, no sin antes darle su dirección en la ciudad y su número telefónico a Michiru, frente a una mirada de absoluta desaprobación por parte de Haruka.

Hubo momentos en que Haruka intentó preguntarle el sin fin de preguntas que rondaban en su cabeza desde su encuentro con su 'amigo', pero se contuvo. No era el momento, pensaba. Así la cena transcurrió con aparente tranquilidad.

El regreso a casa estuvo muy silencioso, y Michiru intuía que tendría que dar algunas explicaciones.

- ¿Dónde lo conociste?- preguntó Haruka en cuanto entraron al departamento.
- En Francia, cuando viví ahí- contestó Michiru sin levantar la mirada.

Hubo un momento de silencio. Michiru estaba algo incómoda frente a la situación, no le había contado a Haruka nada respecto a Etienne, ni de su pasado en común y se dio cuenta de que fue un gran error no haberlo hecho.

- Fueron más que amigos¿no es verdad?- preguntó Haruka al observar la actitud de Michiru- ¿Qué hubo entre ustedes?-agregó después de dudar un poco.

Y esa era precisamente la pregunta que Michiru no quería escuchar y mucho menos responder. Sin embargo, decidió decirle la verdad, después de todo, si no lo hacía, Haruka sabría que mentía.

- Estuvimos comprometidos- contestó Michiru- Fue hace algunos años. Eramos muy jóvenes- añadió al notar la expresión de sorpresa e incredulidad de Haruka.

Haruka la miró. Habían acordado no ocultarse nada. Pero, por lo visto, Michiru lo había hecho y eso le dolía.

Un extraño escalofrío recorrió el cuerpo de Haruka, no supo como reaccionar. Sentía enojo, miedo, confusión, todo tan extrañamente mezclado que al final no pudo ni moverse.

- Entiendo- fue todo lo que dijo y bajó la vista al piso.

Pero Michiru no quería que las cosas se quedaran así. Tenía que explicarle, aunque sabía que no serviría de mucho.

- Etienne y yo crecimos juntos. Nuestros padres eran grandes amigos y pensaron que sería buena idea que nuestras familias fueran una sola. Sin embargo, yo nunca estuve de acuerdo. Cuando supe quien era yo y cual era mi misión rompí mi compromiso con él y vine a Japón.

Haruka solo se limitaba a observarla. Michiru hubiera querido que gritara y le reclamara porque rayos no le había dicho algo tan importante. Pero no ocurrió. La joven de cabellos aguamarina comprendió cuanto le había afectado lo ocurrido.

- Yo... siento no habertelo dicho- se disculpó Michiru.
- No tienes porque pedir disculpas. Es solo que creí que confiabas en mí, eso es todo.
- Haruka...
- Fue un día muy agitado, me voy a descansar- la interrumpió Haruka retirándose, dejando a Michiru a solas, confundida y sintiéndose terriblemente mal.

- Cuando el destino nos alcanza- eso había dicho Etienne, era la frase favorita de ambos.

-Solo tienes dos opciones: enfrentarlo... o huir de él- dijo Michiru para sí misma- Pero ¿por qué? Porque justo en este momento en el que mi vida comenzaba a ser normal de nuevo- pensó la chica mirando con tristeza el ocaso.


YA SABEN, CRITICAS, REGAÑOS, SUGERENCIAS, PROPUESTAS (QUE NO SEAN INDECOROSAS), DEJEN UN REVIEW. HASTA LA PRÓXIMA.