D E C I S I O N E S
Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, aún cuando no tengas la seguridad de estar decidiendo correctamente.
Paulo Coelho, 'Brida'
Capítulo 3: Felicidad
- Vine por
tí- respondió Etienne acercándose lentamente.
- ¿Por mí?
- Dejaste Paris sin decirme
porque. Durante mucho tiempo no supe nada de tí. Comprendo
que no te hayas querido comprometer tan joven, pero por lo menos
debiste decírmelo de frente- contestó Etienne con
seriedad.
- Lo siento. Tenía algo importante que hacer
aquí.
- ¿Más importante que nosotros?
-
Etienne...
- No. No busco explicaciones. Lo único que
quiero es que regreses conmigo. Michiru, regresemos juntos- dijo
Etienne tomando las manos de la chica- Por favor.
- Yo no...-
pero el joven no la dejó terminar, la besó con
delicada pasión.
Al sentir sus labios Michiru recordó aquellos tiempos en que ambos compartían sus tristezas y sus alegrías, en que se besaban soñando en un futuro juntos. Sin pensarlo, los brazos de Michiru rodearon el cuello de Etienne y le correspondió el beso.
- Mientras estés a mi lado nada más importa- esas palabras vinieron a la mente de Michiru. De pronto la joven se apartó y retrocedió nerviosa.
- ¿Qué
sucede?- preguntó Etienne sin comprender.
- No debemos.
No debo- respondió la chica dirigiéndose a la
puerta.
- Es por Haruka ¿verdad?- preguntó él,
Michiru bajó la mirada.
- Tú no entiendes todo
lo que hemos pasado. Todo lo que nos une- contestó ella de
espaldas a Etienne, tomando entre sus manos el medallón que
le regaló Haruka y apretándolo con fuerza.
- Entonces explícame.
- No
puedo- dijo Michiru y se volvió hacia él.
-
Michiru, si Haruka te quisiera se daría cuenta de que estas
sufriendo.
- No es cierto.
- Sí lo es. No puedes
quedarte en un lugar, muriendo poco a poco, solo por querer hacer
feliz a otra persona.
- Te suplico que no hables de lo que no
sabes.
- ¡Pues dime¡Explícame que sucede¡Porque no puedo creer que estes al lado de Haruka solo por
obligación!- gritó Etienne.
Michiru no respondió, se dio la vuelta y salió corriendo del departamento.
No lo soportaba. Michiru le ocultaba algo y no soportaba su silencio, sus evasivas. Así que tomó una decisión. Buscó en la agenda de Michiru y marcó el número de la única persona que podría responder a sus preguntas.
- Bueno.
-
¿Está Michiru contigo?- preguntó Haruka sin
rodeos, temiendo la respuesta.
- No- respondió la voz
del otro lado de la línea.
- Tenemos que hablar.
Alguien tocó dos veces a su puerta. Al abrir se encontró a un joven rubio de mirada penetrante.
-
Interesante forma de mirar- pensó Etienne- Adelante-
le dijo a su invitado y ambos se sentaron en la sala- Y bien ¿a
qué debo el honor de tu visita?
- Vine a saber que
demonios haces aquí.
- ¿Ah sí?
-
Desde que llegaste, Michiru se ha comportado de forma extraña.
Me evade.
- Y tú crees que yo tengo la culpa- aseguró
el francés.
- ¿No es así?
- Tal vez-
aceptó Etienne, hizo una pausa, sabía que no se iría
sin saber la verdad, así que continuó- Correcto
Haruka, te diré porque estoy aquí. Como sabrás,
Michiru y yo estuvimos comprometidos, pero por alguna razón
(que no alcanzo a comprender) ella rompió el compromiso y
dejó Francia.
- Sí, lo sé.
- Bien-
Etienne suspiró- Al principio yo acepté esa
decisión, éramos unos niños, ninguno de los
dos quería casarse aún. Sin embargo, yo sentía
algo por ella. Después me enteré que Michiru había
vuelto a Japón y que poco a poco comenzó a ganar
fama como violinista y pintora. Me alegré por ella. Por fin
estaba cumpliendo su sueño. Así que intenté
contactarla para ofrecerle mi apoyo, pero nunca respondió a
mis llamadas.
- ¿Tu apoyo?
- Mi padre conoce a Karl
Müller, director de un prestigiado instituto de música
en Viena. Le hablé de ella, le mostré videos de los
recitales a los que se presentaba. Pronto el Sr. Müller se
mostró muy interesado en que Michiru estudiara en el
instituto, estaba convencido de que ahí podría
llegar a ser la mejor.
- ¿Michiru sabe de eso?-
preguntó Haruka con asombro.
- El propio Sr. Müller
habló con ella. Pero dijo que no podía dejar Japón
y lo rechazó, más de una vez.
Haruka lo miró sin poder creerlo. Michiru no le había dicho nada al respecto. Entonces recordó las misteriosas llamadas cuando aún estaban en Tokio. Cada vez que ella contestaba, su humor cambiaba, se ponía triste y melancólica. Había hecho su sueño, su felicidad, a un lado.
-
¿Entiendes por qué he estado buscándola¿Por
qué estoy aquí?
- Sí- contestó
Haruka con voz apagada- Pero, no solo es por eso ¿verdad?-
añadió mirándolo con recelo. Etienne sonrió
levemente.
- No te voy a negar que ese es mi único
motivo. Sería un hipócrita si lo hiciera- respondió
el joven. Haruka sonrió con ironía.
- Claro.
Austria está más cerca que Japón ¿no
es cierto?
- Sé que quizás lo que hubo entre
Michiru y yo terminó hace tiempo, pero quisiera que
volvieramos a intentarlo, sí ella me lo permite.
- ¿Y
si no quiere ir!- exclamó Haruka sin poder contenerse.
-
¿Realmente crees eso¡Es su sueño!
- Ya
lo sé... lo sé.
- Si realmente te importara no
se lo impedirías.
- ¡A tí no te importa su
sueño¡Lo único que te interesa es llevártela
para reconquistarla!- gritó Haruka apretando los puños
con fuerza.
- Te equivocas. Me importa más su
felicidad.
- Sí como no.
- Es en serio Haruka.
Pregúntate a tí mismo si ella es verdaderamente
feliz aquí- dijo Etienne con seriedad.
Haruka le lanzó una mirada asesina, no pudo soportar escuchar más y salió tan rápido como pudo. Quería pensar a solas, con calma.
No sabía que hacer, daba vueltas por todo el departamento sin poder tranquilizarse. Necesitaba respuestas a las miles de interrogantes que giraban en su cabeza. Pero ¿a quién preguntarle¿a quién pedir ayuda? Con tristeza recordó a Setsuna, quien fue la única persona (además de Michiru) a la que había acudido en busca de consejo y solo ella podría ayudarle en un momento así. Sin embargo, ya no estaba ahí.
De pronto se le ocurrió ¿cómo no había pensado en eso! Iba a tomar el teléfono pero... ¿sería correcto, no quería molestarla por algo así. Dudó un poco, después tomó el aparato y marcó un número al que solo había llamado una vez, y por motivos muy distintos.
Uno, dos timbrazos, nadie contestaba. Al quinto tono Haruka tuvo deseos de colgar, pero alguien levantó el auricular.
- Hola-
dijo una voz algo somnolienta. Haruka no pudo evitar sonreír.
- ¿Te desperté?- preguntó.
-
¡Haruka!- gritó la persona al otro lado de la línea.
- ¿Acaso interrumpí tu siesta?
- No, claro
que no- respondió la persona con fingido reproche- Me
alegra escucharte. ¿Cómo estás?
- Bien-
mintió Haruka- Solo... solo llamé para saber como va
todo por allá- añadió sin atreverse a
preguntar lo que deseaba saber.
- Sí, sí¿te
han dicho que no sabes mentir?- preguntó la voz con
suavidad- No es eso por lo que llamaste¿por qué no
dices la verdad? Te oyes triste.
- N-no pasa nada.
- Sí
pasa algo. Puedes confiar en mí, lo sabes ¿no?
-
Lo sé.
- Entonces habla. Te escucho.
Haruka suspiró y comenzó a relatar lo que había sucedido, lentamente al principio, pero conforme hablaba sus dudas, sus temores, comenzaron a fluir con mayor rapidez. La persona al teléfono guardó silencio para que Haruka se desahogara. Al final, contestó con ternura.
- Vaya, que
difícil. Comprendo como te sientes en estos momentos, pero
debes entender a Michiru, también ella debe estar
confundida.
- Sí, lo entiendo, pero aún así
todo esto me está matando. No puedo soportarlo- dijo Haruka
con desesperación.
- Bien¿qué piensas
hacer?
- Romperle la cara al tipo- contestó Haruka para
tratar de aliviar la tensión.
- Mmm, no, no creo que
eso ayude.
- Tal vez no. ¿Entonces qué
hago!
- Primero, tranquilizarte, sé como actuas cuando
te alteras. Segundo, no creo que Michiru tire a la basura todo lo
que han vivido.
- ¿Y si ella se va?
- Habrá
tomado una decisión y deberás respetarla.
- No
quiero perderla.
- Haruka ¿qué te asusta más:
que ella se vaya o que te abandone?
- ¿Cuál es
la diferencia?
- Si ella se va, será por seguir un
sueño, algo que había dejado a un lado. Pero si te
abandona, quizás sea porque no está conforme o huye
de algo.
- O de alguien- corrigió Haruka con amargura.
- Es posible. Pero conozco a Michiru y ella no abandonaría
lo que más le importa sin pelear por defenderlo. En eso se
parece a tí.
- Entonces ¿me pides que me cruze
de brazos mientras pierdo a una de las personas que más me
importan?
- No. Te pido que hagas algo mucho más
difícil.
- ¿Qué?
- Esperar y confiar.
Espera a saber su decisión y confía en ella. ¿Sabes?
el amor y la amistad exigen algunos sacrificios, pero si los
sentimientos son verdaderos, bien valen la pena.
- No sé
si podré hacerlo.
- Yo sé que sí. Tienes
una extraordinaria fortaleza y saldrás adelante, te lo
aseguro.
Haruka guardó silencio por un momento. Al fin habló con más calma.
- Gracias.
- De nada. Recuerda que si necesitas hablar con alguien, o un
poco de compañía, aquí estoy.
- ¿Aunque
te despierte?
- Bueno, no puedo dormir todo el día-
respondió la persona con tono pensativo- Después de
todo ¿a qué hora comería?- bromeó.
Haruka rió de buena gana.
- Por cierto¿desde
cuando te volviste una consejera experta Cabeza de Bombón?
- Desde que veo telenovelas- ambos rieron de nuevo- No, en
realidad mis amigas y yo hemos tenido distintas experiencias, y
gracias a eso aprendemos unas de otras.
- Se nota- dijo Haruka
con tranquilidad, la charla realmente le había ayudado-
Bien, te dejo dormir.
- ¡Oye!
- ¡Es una broma!
Saluda a las chicas de mi parte ¿quieres?
- Lo haré.
Hasta pronto Haruka.
- Hasta luego Serena.
HOLA! BUENO YA DE REGRESO, SIENTO QUE LAS ACTUALIZACIONES TARDEN TANTO PERO MI JEFE ME HA REGAÑADO EN VARIAS OCASIONES POR ESTAR HACIENDO OTRAS COSAS (Y COMO SOY POBRE Y DE FAMILIA NUMEROSA NO PUEDO DARME EL LUJO DE QUE ME HECHEN DEL TRABAJO, JEJE ERA BROMA PERO SI ME HAN REGAÑADO). ASÍ QUE ME HE VISTO EN LA PENOSA NECESIDAD DE DEJAR LAS ACTUALIZACIONES HASTA CADA DOMINGO.
WOMENVENUS: NO SABES COMO AGRADEZCO TUS REVIEWS, QUE ME DAN ÁNIMOS Y ME IMPULSAN A SEGUIR CON MIS LOCURAS, JE JE. ESPERO QUE TE AGRADE ESTE CAPÍTULO, AL IGUAL QUE AL RESTO DE LOS LECTORES Y YA SABEN DUDAS, SUGERENCIAS, COMENTARIOS, ETC, SUS REVIEWS SON BIEN RECIBIDO. HASTA LA PRÓXIMA.
