D E C I S I O N E S


Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, aún cuando no tengas la seguridad de estar decidiendo correctamente.
Paulo Coelho, 'Brida'

Capítulo 5: Destino

Hechó un último vistazo a su departamento, para luego darle la espalda a todos aquellos recuerdos. Al abrir la puerta se detuvo súbitamente.

- ¿Acaso te vas?- preguntó una delicada voz. Haruka retrocedió unos pasos sin dar crédito a lo que veía.
- ¿Tú¿pero?
- ¿Te sorprende?

Haruka creyó que era un sueño, una de esas crueles alucinaciones que aparecen en los momentos de melancolía. Dejó caer la maleta y se talló los ojos. Pero al abrirlos ella seguía ahí, sonriendo.

Michiru se presentó en su departamento. Y aún antes de abrir la puerta, Etienne ya sabía que era ella.

- Hola. Pasa por favor- dijo el joven y ambos se sentaron en la sala- Me alegra que estés aquí.
- Tengo algo importante que decirte.
- Bien, te escucho.
- Etienne, me sorprendió mucho verte aquí y aún más el saber a que habías venido- dijo Michiru seriamente.
- Entiendo, pero vine porque me preocupé por tí.
- Lo sé, créeme y no sabes cuanto lamento haberte preocupado- Michiru bajó la mirada y guardó silencio- Esto es muy difícil.

Etienne supiró y tomó sus manos para intentar tranquilizarla.

- Sé que es muy difícil, pero debes pensar en lo mejor para tí. De esto depende tu futuro- dijo Etienne. Michiru asintió en silencio.
- Mi futuro- susurró la joven llevándose la mano derecha al pecho para apretar un medallón de oro.
- Michiru¿por qué dudas? Sabes que se trata de tu sueño.
- Sin embargo, debes entender que todo ha cambiado, yo he cambiado.
- ¿Qué quieres decir?- preguntó Etienne sin comprender. Michiru respiró hondo.
- Que no voy a irme contigo- contestó ella. Etienne la miró asombrado.
- ¿Tienes idea de lo que estás haciendo!- exclamó él levantándose bruscamente.
- Sí.
- ¿Entonces por qué...?- iba a decir Etienne pero ella lo interrumpió.
- No quiero abandonar lo que más me importa.
- No quieres... o no puedes.
- No me malinterpretes. Me quedo porque decidí hacerlo. Sin obligaciones, sin ataduras.
- Lo haces por Haruka- afirmó Etienne apretando los puños con ira contenida.
- Lo hago por mí. Porque mi vida está aquí- contestó Michiru levantándose también.
- ¿Tu vida? Tu vida estaba en Paris ¿lo recuerdas? Conmigo.
- Sí, lo recuerdo. Pero ahora soy feliz aquí.
- ¡No puedo creer eso¿Haruka te obligó?- preguntó él tratando de hallar una explicación, Michiru negó con la cabeza.
- Ha sido mi decisión, solo mía. Haruka se hizo a un lado, me dejó decidir.
- ¿Y entonces por qué te quedas?
- Porque ahora entiendo que este es mi lugar.
- ¿Q-qué sucederá con tu sueño?
- Puedo cumplirlo aquí. Sé que no será fácil, pero no tengo ninguna duda de que lograré hacerlo.

Etienne no supo que decir, estaba consternado. La perdería una vez más.

- Adiós- dijo Michiru y se encaminó a la puerta. Pero el joven la detuvo parándose frente a ella y tomándola de los hombros.

- No te creo¡no te creo!- aseguró Etienne- No eres feliz.
- Etienne por favor.
- No eres feliz y te lo voy a demostrar- dijo él y la besó apasionadamente. Sin embargo, en esta ocasión Michiru no correspondió al beso.

Etienne intentó besarla de nuevo pero la chica le negó sus labios. Él retrocedió. Ambos se miraron a los ojos. La mirada de Michiru era intensa y reflejaba su voluntad, su fuerza. El joven francés comprendió que se había equivocado, retrocedió un poco, intentando asimilar lo que sucedía. Un incómodo silencio los envolvió.

- Yo... Michiru...perdóname- se disculpó Etienne bajando la mirada.
- No tienes porque pedir perdón.
- Sí, si tengo- insistió él- Me aferré a una vaga esperanza de que al encontrarnos, al tratar de recordar lo que vivimos juntos, todo sería igual que antes, aunque en el fondo sabía que no sería así.
- Todos debemos tener esperanzas. Es lo que nos impulsa a seguir adelante.
- Quizás tengas razón- dijo Etienne encogiéndose de hombros con resignación- Es solo que no quería perderte- agregó con tristeza.
- Siempre que me necesites aquí estaré- contestó ella con suavidad.
- Lo sé.
- Te agradezco todos los bellos momentos que compartimos y por todo lo que has hecho por mí Etienne. Realmente espero que seas feliz.

Michiru tomó sus manos con ternura. Etienne la miró maravillado. Había tomado una decisión muy difícil, y aún así, algo en sus ojos, en su voz, le decía que la joven frente a él no tenía duda alguna. Pudo ver su determinación. Ella tenía razón, no era la misma que había conocido en su infancia. Había crecido, madurado, como persona y como mujer. Él sonrió.

- Gracias- dijo él con lágrimas en los ojos- Yo no te desearé lo mismo, porque sé que ya lo eres. Cuídate mucho y sé feliz ¿quieres?

La chica asintió sonriendo. Los dos jóvenes se abrazaron con calidez y Michiru le dió un tierno beso en la mejilla a su amigo.

- Adiós Etienne.
- Adiós Michiru.


- Michiru ¿por qué?
- No podía hacerlo, simplemente no podía irme. Todo lo que me importa y quiero está aquí- contestó ella con suavidad y caminó hacia Haruka.
- ¿Aquí? No- dijo Haruka negando con la cabeza- Tu lugar está allá junto a tu gente, en donde tu sueño puede cumplirse, donde serás feliz- añadió y retrocedió un poco.
- Mi sueño se cumplirá en donde yo me esfuerce por cumplirlo- contestó Michiru- En cuanto a estar junto a mi gente, hace mucho que lo estoy.

Haruka la miró. No podía creerlo¿realmente estaba pasando? Michiru estaba ahí diciéndole que se quedaría... a su lado.

- ¿Por qué te quedaste?
- Me dí cuenta de cuanto te costó hacer lo que hiciste, dejaste que tomara mi propio camino y, aunque sabías que quizás no era el mismo que el tuyo, no te interpusiste. Confiaste en mí y te lo agradezco- dijo Michiru acercándose.
- Yo...- Haruka no supo que más responder.
- Ahora sé cuanto valor necesitaste para tomar la decisión de aceptar tu destino. Sin embargo, creo que nuestro destino siempre ha sido estar juntas. Tú tomaste tu decisión Haruka, y yo la mía, decidí quedarme.
- No debiste.
- ¿Querías que me fuera?
- ¡No!... Sí... yo- Haruka se llevó las manos al rostro y lo frotó con fuerza para intentar despejarse- Esto es muy complicado.
- No tanto. Tú no querías que me fuera y yo no quería irme. ¿Ves? es más fácil de lo que crees.
- Si te quedaste solo porque te sentías obligada...- empezó a decir Haruka.
- No, no es por eso- le interrumpió Michiru- Simplemente comprendí que este era mi lugar, donde me siento bien, donde quiero vivir y donde soy... feliz.
- ¿Feliz?
- Sí. Ahora Haruka, pregúntame de nuevo si soy feliz- dijo Michiru con ternura.

Haruka titubeó, después de un momento preguntó con cierto temor.

- ¿E-eres feliz?
- Sí, lo soy- respondió la joven de cabellos aguamarina con voz delicada pero firme.

Al mirar la decisón en sus ojos, Haruka le creyó. Se quedó inmóvil, admirándola. De pronto sintió miedo, miedo de que todo eso no fuera más que un sueño, de que si se movía ella se desvanecería en el aire. Sin embargo, parecía tan real.

Michiru se enterneció por la mirada de Haruka. Tan inocente, tan pura, tan noble. Se acercó lentamente y rodeó su cintura con sus brazos, pero no hubo reacción alguna.

- ¿E-estoy soñando verdad?- preguntó Haruka en voz baja. Michiru esbozó una sonrisa y respondió con suavidad, aferrándose aún más al cuerpo de Haruka.
- No, Haruka, estoy aquí.

El cálido abrazo de Michiru pareció despertar a Haruka, muy despacio sus brazos se movieron y rodearon a la joven. La estrechó con fuerza, temiendo que se alejara. No pudo evitar que un par de lágrimas se deslizaran por sus mejillas y un sollozo escapara de su garganta.

Se separaron después de unos instantes. Haruka intentó decir algo pero Michiru puso un dedo sobre sus labios y negó con la cabeza, acercó su rostro al de Haruka y le dió un suave beso. Se miraron a los ojos, no había más que decir.

La noche ya había caído. La luna llena resplandecía en el cielo estrellado, siendo muda testigo del reencuentro de dos almas, de la reunión de dos destinos que jamás volverían a separarse.


El lugar estaba rodeado de enormes peceras, tan grandes que sus paredes de cristal ocupaban del suelo hasta el techo y dejaban ver peces de hermosos colores y formas variadas.

- Te gusta mucho ¿verdad?- preguntó con una sonrisa.
- Sí, porque al verlo me hace sentir bien. Puedo estar así eternamente.
- Bueno a mi me relaja más estar conduciendo un automóvil.
- Que torpe- rió la chica dándose la vuelta- Me refería al pez.
- ¿Qué?

Afuera una lluvia de estrellas iluminaba la noche.

- Entonces ¿de qué?
- Es impresionante ¿no crees?
- Sí, tienes razón.
- ¿Sabes, desde hace un momento sentí como una energía maligna se acercaba pero...
- ¿Es el enemigo?
- No lo sé. La imagen se desaparece muy rápido.
- Entonces debe ser una energía que fue atraída por la gravedad de la Tierra.
- Te has vuelto muy optimista ¿verdad?
- Si esa energía no es capaz de reflejarse en tu espejo, significa que no vale la pena.
- Eso fue un sarcasmo.
- Por supuesto que no. Yo creo en tí, ciegamente.

Ella recargó la cabeza en su hombro. De pronto la lluvia de estrellas cesó.

- Se terminó.
- ¿Qué?

Unos instantes después algo extraño comenzó a suceder, las parejas que habían estado admirando la lluvia de estrellas comenzaron a quejarse y a tallarse los ojos.

- ¿Qué es lo que pasa¡Ah!
- ¡Haruka!
- Algo se me incrustó.
- Déjame ver- dijo la joven y tomó su mano para observar la herida- Parece un pedazo de cristal- añadió mostrando un pequeño objeto en su pañuelo, inesperadamente el objeto comenzó a brillar.
- ¡Suéltalo Michiru!

Haruka hizo que Michiru soltara el objeto, que momentos después de caer comenzó a transformarse en una estatua de cristal. Al cabo de unos segundos esta cobró vida.

- ¿Quién eres?- preguntó Haruka desafiante.

Pero eso no era todo, con sorpresa observaron que a su alrededor nuevas criaturas aparecían listas para atacar.

- Parece ser que a tu espejo le hace falta un poco de mantenimiento.
- ¿Es el momento para hacer bromas?
- Perdón.

Lo que siguió fue aún más sorprendente. Una voz ordenando a las criaturas de cristal que atacaran. Un grito. Sailor Plut. Hotaru. Una nueva batalla.

- Con que vamos a pelear de nuevo contra el mal ¿verdad?
- Recuerda que ese es nuestro destino- dijo ella.

- Sí, lo es, y no importa, mientras estés a mi lado nada más importa- pensó Haruka.

Michiru sonrió, pues ella también compartía ese sentimiento.

- Cuando el destino nos alcanza tienes dos opciones: enfrentarlo o huir de él. Yo he decidido enfrentarlo- pensó la joven y miró a Haruka-Y no me arrepiento.


BUENO HE AQUÍ EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE LA HISTORIA, SÍ LO SÉ UN POCO CORTA, PERO NO SÉ SI MENCIONÉ QUE LO SERÍA (COMO DOY LATA CON ESO NO?). ESPERO LES HAYA GUSTADO. ESPERARÉ SUS CRÍTICAS, OPINIONES, SALUDOS, DESPEDIDAS, AMENAZAS DE MUERTE, ETC.

MUCHAS GRACIAS POR EL APOYO QUE ME HAN BRINDADO. GRACIAS PARTICULARMENTE A WOMENVENUS Y A CHIBIDARKXIAO POR TOMARSE LA MOLESTIA DE ESCRIBIRME (ME HAN HECHO TAN FELIZ! JEJE).

NO SE PIERDAN PROXIMAMENTE EL SEGUNDO EPISODIO DE LA ERA DE LA LUZ, TITULADO UNA 'NUEVA BATALLA' , TENDRÁ DE TODO UN POCO Y ALGUNA QUE OTRA SORPRESILLA (PARA UNA MEJOR COMPRENSIÓN DE LA HISTORIA SUGIERO QUE LEAN 'LA ERA DE LA LUZ: EL ALMA DEL FÉNIX', NO ES QUE ME ESTÉ HACIENDO PROPAGANDA,AHHHH ESTA BIEN LO ADMITO). HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA.