Primero y antes de cualquier otro comentario de nuevo agradezco a mi beta por ayudarme con la redacción ;)


Bueno, quiero disculparme con ustedes por haber tardado, se que no hay perdón pero les explicare, verán un amigo de la facultad ocupaba editar un video para entrar a un concurso en Alemania y por azares del destino en ese tiempo le entro un virus de memoria a la laptop que me inutilizo la computadora y tuve que formatear para eso perdí casi 2 semanas afortunadamente había grabado unos días antes los fics en un cd así que no se perdieron :)

Pero pues también se atravesaron las fechas decembrinas y con ellas los deberes en la casa, créanme no he tenido vacaciones jeje. Espero sea suficiente para que no se enojen conmigo y les prometo que no vuelve a pasar tanto tiempo sin que actualice. :P aunque es tarde lo se Feliz Navidad, Año Nuevo y Día de Reyes espero que este año sea bueno para ustedes.


Reviews!!

Dark – Gracias y disculpame jeje aquí esta la siguiente parte feliz año nuevo ¡! :)

Kotetsu – Gracias por tu review y disculpa la tardanza, te agradezco mucho tu apoyo, en realidad me da mucho animo para continuar y hacer mas fics, te deseo feliz año y espero que el resto de esta historia siga siendo de tu interes ;)

Eli-chan Gracias por tu review disculpa la tardanza y feliz año!!, ya sabes contra viento y marea seguire actualizando jeje

DUO V.P.V.M. – Gracias por tu reviews, disculpa mi tardanza ya no se ni como disculparme jeje te agradezco tu interés y el de tus amigas, son alentadoras :) espero que te agraden las siguientes partes feliz año ¡! ;)

Alba-chan – Gracias por tu review, y si también se que es un lento haberlo dejado asi pobre Duo, disculpa la tardanza y feliz año ¡! :P


Nota: Ninguno de los personajes de Gundam Wing me pertenece yo como cualquier otra mortal solo deseo alcanzarlos


"Sin Mascara"

por sErA

Capitulo 13. Música, el amor entre los dos.

Confesiones Parte 3.

- Si Duo esta aquí es mejor comenzar a buscarlo – unas palabras de aliento de quien menos esperaba ayuda. Ahora si sabía que podía confiar en ella.

- Si – "Te encontrare y no te dejare ir nunca" – Misión Aceptada – termino murmurando el soldado estoico antes de salir por la habitación.


"El tiempo y su importancia". Tomo una copa que contenía uno del mas fino vino tinto y agitándola suavemente para tratar de no ver su reflejo en el cristal comenzó su andar hacia la terraza. "Una nueva batalla... la última de Shinigami". Suspiro observando las calles y personas alejadas de la altitud en la que se encontraba. La iluminación en la colonia disminuía anunciando la llegada del anochecer.

- Duo... – el piloto miro a su alrededor ante el llamado pero solo encontró su propia presencia. Entendía claramente el significado y mas aún conocía esa voz.

Ingirió el contenido del trago antes de avanzar de nuevo dejando la copa vacía en la mesa de la sala que se encontraba a un lado de la recamara principal. Lentamente continuo hacia el dormitorio, esta era la ventaja de su posición podía darse el lujo de llegar a las mejores suites y penthouses de la galaxia. La amplia habitación era realmente confortable. Fijo la vista en el amplio ventanal al lado del lecho donde podía divisar las estrellas mientras perezosamente se recostaba en la suave cama. El agotamiento del viaje surtía sus efectos sin importar la juventud y resistencia del piloto.

- No deben preocuparse por mi... yo... pronto terminara... Hilde, Solo, Hermana Helen y Padre Maxwell pronto estaré con ustedes – sonriendo amargamente y cerrando sus grandes ojos violetas le dio la bienvenida a la inconciencia.


Nuevamente el dolor se apodero de su pecho sin embargo en esta ocasión con mayor intensidad obligándolo a sostener su peso recargándose en la pared. De inmediato sintió los fuetes brazos del piloto 03 que sujetaba sus hombros firme y delicadamente.

- Quatre... – el murmullo llegaba a los oídos del rubio junto a la calidez de su aliento ocasionándole un sonrojo ante tal acercamiento.

- Creo que Duo... – se separo abruptamente fingiendo estar recuperado y haciendo un esfuerzo –esperando que el otro joven no lo notara- para subir los escalones dejando atrás al piloto 03.

- ¿Que hay con el? – sintió un fuerte dolor en su corazón al observar el desprecio de su ángel. Sin embargo Trowa sabía muy bien el motivo: su amor no deseaba preocuparlo, claramente podía observar el dolor en el rostro de Quatre. Angustiado continúo siguiéndolo en silencio. No debía demostrar angustia.... por el.


El soldado perfecto observaba de pie por el balcón de su habitación. En su mente continuaban repitiéndose las últimas palabras del trenzado: "Ahora. Solo soy Duo el "normal" solitario e incompleto Duo que finge con su mejor mascara estar feliz. Siempre actuando cuando en la guerra de verdad se sentía feliz porque sabia... ellos estaban ahí para ayudarlo y el para ayudarlos".

Finalmente había obscurecido en toda la colonia y las pequeñas luces de los edificios y casas en los alrededores resaltaban. No superaban a la magnificencia de las estrellas pero si logrando un aspecto aceptable. "En la guerra de verdad se sentía feliz porque sabia... ellos estaban ahí para ayudarlo y el para ayudarlos".

- Aun estamos aquí para ti baka... como pudiste dudarlo... – se acercaba a su cama haciendo a un lado su preciada laptop antes de recostarse y fijar su mirada en el techo.

- Si hubiera sabido que eras tan sentimental nunca me habría marchado – una pequeña sonrisa figuro en su rostro al terminar la oración. "Pero fui cobarde... creí que escapar de todos los sentimientos y rechazarlos era la mejor opción. Que equivocado estuve al vivir todos estos años engañándome al pensar que no me importabas".


Trowa abrió la puerta de la inmensa habitación en penumbras. La única iluminación provenía de la luz de la luna que se filtraba por la ventana. Unas pequeñas ráfagas de aire movían suavemente parte de las cortinas que la cubrían. El rubio fue el primero en entrar ya que estaba acostumbrado al lugar rápidamente desapareció de la vista del piloto 03, el cual se encontraba distraído buscando los interruptores de luz.

- ¿Quatre? – observaba con cuidado el resto del lugar ya iluminado pero sin la presencia del rubio. - ¿Quatre? – al no recibir respuesta comenzaba a desesperarse hasta notar la apertura entre las cortinas señal de que alguien había salido a la veranda.

Se asomo observando la figura del piloto 04 de pie con sus hermosos ojos color aqua centrados en los edificios ubicados a lo lejos. Trowa camino sigilosamente hasta colocarse a su derecha recargado en la protección del balcón. El delicioso aroma de los jardines de la mansión recién rociados invadía los sentidos de ambos aún en silencio.

- Es curioso – finalmente se escucho la voz del heredero Winner, atrayendo toda la atención de su acompañante – Hace cuatro años luchábamos por la paz... era nuestro único objetivo, y cuando la obtuvimos no fuimos verdaderamente felices – termino con voz agridulce.

- Solo éramos soldados preparados para esa batalla Quatre... nadie nos enseño el resto... a ser humanos – las palabras resultaban coherentes aunque el se encontraba profundamente abatido por lo dicho anteriormente por el rubio.

Sabía que respondía con la verdad más profunda que su corazón creía inexistente. Nadie le había mostrado el verdadero significado de la felicidad en una vida similar a la del soldado perfecto: pelear y matar por ordenes de otros. Los recuerdos del pasado aparecían en su mente, las imágenes de todas las batallas: los mobiles suits de Marimeia, Colmillo Blanco, OZ, la Alianza, Trowa Barton.

Ese tiempo tan duro cuando fue acogido en su ejercito. Se le enseño como pelear y porque hacerlo. El haber sido asesinado por la traición de esa niña, quien de nuevo lo había dejado solo.... sin un rumbo fijo por el cual decidir pero.... con un nuevo descubrimiento: su nombre.

- Parece que de nuevo me he quedado sin nombre – Trowa observaba la explosión y los restos de los tres gundams aún en llamas.

- ¿Por qué no te dejas Trowa? – el rubio lo miraba sonriente.

Salió del pequeño trance al sentir la permanente mirada aqua sobre su rostro.

- Trowa... – el murmullo se escuchaba lleno de dolor, este sentimiento se reflejaba en la mirada y el rostro al borde del llanto del rubio.

- ¿Qué sucede Quatre? – el silencio domino el lugar al terminar la pregunta.

- Trowa yo... lo lamento – irrumpió el rubio tomando por sorpresa al otro piloto.

Ambos correspondían las miradas como antes. La diferencia era que en esta ocasión no había dos gundams que reparar, ni una guerra por la cual preocuparse.

- ¿Qué es lo que lamentas Quatre? – no dejaba de sostener la mirada contra esos ojos aqua que amaba, los cuales continuaban frente a el. Los débiles rayos de la luna que acariciaban las mejillas de Quatre dejaban ver el ligero tono rojizo que las comenzaba a teñir. Como le gustaba ver a ese rostro angelical sonrojado era simplemente maravilloso. Instintivamente Trowa abrazó tiernamente a Quatre... sus labios a escasos centímetros....

- Trowa yo... yo... – el ruido entre los árboles detuvo la confesión atrayendo toda la atención de ambos. Que se separaron rápidamente.

Una familiar figura cruzaba despreocupada por el medio del jardín. Una sombra a la que solo podían distinguirse vagamente sus rasgos. Siendo sorpresivo para los estupefactos pilotos que la observaban pasear con suma tranquilidad.


- ¿Estas segura que quieres hacer esto? – ambos continuaban en la misma posición sin importar el transcurso del tiempo - ¿Relena? – Wufei insistió ante al silencio de la chica que solo asintió como respuesta.

El piloto se recargaba tensamente sobre la silla. La rubia estaba triste ya que existían buenas y bastantes razones para ello. Aunque rayaba en la obsesión ella amaba limpiamente al soldado perfecto y unos momentos antes había aceptado no solo perderlo sino que también ayudarlo a encontrar a Duo Maxwell: su rival.

El rostro serio de la ex reina de las naciones mundiales transformaba por completo su imagen. Ella ahora no aparentaba ser la niña caprichuda y malcriada por el fallecido viceministro Darlian. Relena lucía mas como lo que era una mujer.

Wufei detenidamente la estudiaba. Durante los últimos cuatro años como preventer había tenido que ser su acompañante y guardaespaldas en fiestas y reuniones con otros líderes en innumerables ocasiones. El había conocido la otra Relena: la importante y siempre decidida a hacer lo correcto por otros.

Un extraño sonido distrajo a ambos de sus pensamientos. Volvieron sus miradas hacia el pasillo permaneciendo boquiabiertos al observar la sombra que cruzaba tranquilamente como si fuera un hecho cotidiano transitar por ahí.


- ¿Qué es eso? – el rubio señalaba la sombra humana que entraba a la mansión por una de las puertas del jardín. Deseando que el abrazo no terminara nunca.

- Vamos a averiguarlo – con cuidado Trowa soltándose de Quatre al momento que tomaba la mano izquierda de el y dándole un fugaz beso a esta lo llevo en busca de la solución de el misterio que acababan de presenciar. Debían aclarar el significado e identidad de la misteriosa presencia.

"Trowa ha besado mi mano...."–sonrojo-"Trowa..... aishi....teru..."

"Creo que me deje llevar..... espero que no se moleste conmigo" –al pasar por uno de los espejos pudo observar como el tono rojizo no disminuía en la cara de Quatre. "Lo amo....tanto......"


- Wufei ¿Qué fue eso? – la rubia se levantó tan rápidamente que la silla termino en el piso.

- ¡No lo se! Pero es mejor que vaya a investigar – el piloto comenzaba a correr cuando sintió una mano aprisionar uno de sus brazos deteniendo su marcha. Miro en la dirección para reconocer el rostro temeroso de Relena.

- No me dejes aquí por favor – Wufei sintió enternecerse por la suplica y la imagen atemorizada de la viceministro. Relena tenía razón en estar asustada muchas personas deseaban su muerte y ella al igual que cualquier ser humano no deseaba morir.

- ¡Bien! vamos – le ofreció mejor su mano para que ambos se alejaran en la misma dirección que la sombra había tomado.


Caminaba por un lugar extraño y desconocido invadido por las penumbras y a pesar de todo le resultaba familiar. Desconocía la razón por la que se encontraba ahí o que camino tomar simplemente algo le llamaba y curiosamente su cuerpo continuaba su travesía por el sitio sin complicaciones. Observo al final del pasillo un espejo al que se aproximo lentamente, por unos minutos permaneció mirando con detenimiento analizando cada aspecto de su imagen reflejada en el objeto.

"¿Qué es este lugar? ¿Por qué estoy aquí?" – Duo...- fue claro el murmullo que llamo su nombre proveniente de una de las habitaciones. Sentía desconfianza pero no temor al acercase a la puerta y escuchar de nuevo el llamado a su nombre – Duo... – abrió permaneciendo en el marco de la puerta observando a la persona que insistía en llamarlo.


¿Cuánto tiempo tenía durmiendo? Lo desconocía. Lo único importante era que se encontraba en ese lugar de nuevo, conocía perfectamente la razón por la que lo visitaba. Y quienes lo llevaban ahí, solo debía esperar a que ellos aparecieran. Cerro sus ojos recargando su cabeza en la base fría de la estatua.

- Hola Heero – la chica frente a el sonreía amablemente.

- Hilde – hizo un ademán antes de colocarse en pie y acercarse a ella.

- Sígueme Heero – Hilde comenzaba a caminar en dirección de la parte trasera de la estatua.

El soldado se detuvo al observar el lugar parecido al verde pastizal anterior pero que en diferencia poseía grandes árboles frondosos y estáticos.

- Vamos – apresuro su paso al escuchar el llamado de la buena amiga de Duo.

- ¿Qué es esto? Luce muy diferente.– no podía contener la curiosidad que cegaba el normal comportamiento y raciocinio característicos de el.

- Este es un lugar que Duo creo para nosotros – la chica parecía indiferente ante sus palabras.

- Pero... – no pudo terminar de articular el enunciado confuso en sus propios pensamientos "¿Duo? Eso no es posible, no tiene sentido".

- No hay razón para que lo tenga Heero – Hilde lo miraba de nuevo sonriente – Pero creo que al menos mereces una breve explicación -

- Hmm – el piloto asintió intrigado por todos los misterios que parecía querer aclararle la amiga de Duo. Aunque todavía no comprendía en su totalidad.

El viaje continuo por un largo tiempo que en realidad para el piloto fue poco ante la amena charla de Hilde. Ella le aclaraba muchas cosas del pasado, presente e increíblemente del futuro al que debía prepararse Heero si deseaba rescatar al "viejo" Duo de nuevo. Finalmente se detuvieron al llegar a una iglesia la cual reconoció el ex piloto de inmediato: el templo donde Duo estaba en aquella fotografía "La Iglesia Maxwell".

- Así es Heero – reafirmo Hilde dirigiéndose a la entrada.

- ¿Cómo es que tu? – se sentía vulnerable al imaginar que ella leyese todos sus pensamientos.

- ¿Se lo que piensas? – la chica sonrió – Como anteriormente te lo he comentado aquí no hay secretos Heero. ¡Ven! Hay algo que debo mostrarte – entro al edificio desapareciendo de la vista del anonadado piloto.

Recuperándose de la impresión decidió entrar a la parroquia. En muchas ocasiones había visitado otras iglesias sin embargo existían detalles bastante peculiares en esta que no dejaban de provocar una confusión en sus sentimientos. El decorado extraño del lugar consistía en el color blanco cubriendo completamente las paredes y techo incrementando la iluminación que entraba por un inmenso vitral colocado en la pared detrás de una cruz. Los asientos de madera brillaban con la combinación del barniz obscuro y la luz entrante.

Era extraño observar al final de cada línea de bancas en los extremos cerca de las paredes laterales un espejo. Hilde había desaparecido y el lugar le atraía demasiado, principalmente esos espejos que no producían reflejo solo un espacio blanco. Se adentro en una de las filas hasta colocarse frente a uno de ellos, iba a tocarlo con su mano cuando un grito lo detuvo.

- ¡¡NO!! – observo en dirección donde provenía el sonido encontrando al Padre Maxwell acompañado de Hilde, una mujer vestida de monja y un muchacho.

- Aléjate de ellos Heero – Hilde suplico con el rostro serio y preocupado a lo que de inmediato y sin dudarlo obedeció el soldado.

- ¿Qué son esas cosas? – señalo en dirección de los extraños objetos.

- Son trampas de Shinigami – el muchacho analizaba a Heero creando algo de molestia en el piloto obviamente reflejada en su rostro – Yo soy Solo, Heero Yuy -

Como respuesta solo se escucho un gruñido del piloto antes de ignorarlo y caminar hacia el Padre Maxwell quien lo miraba con paciencia.

- ¿Por qué estoy en este lugar? – demandaba al mismo tiempo que conservaba su voz controlada y calmada.

- Deseas encontrar a Duo ¿no es así? – con el tono amable habitual del Padre Maxwell – Bien. Entonces esto es lo que queremos mostrarte muchacho – se hizo a un lado dejando una imagen que Heero jamás olvidaría durante toda su vida.


Finalmente entraba a la habitación sin perder de vista al durmiente que continuaba llamándolo. Camino hasta estar frente a su cama "¿Por qué no puedo dejar de pensar en lo mismo? ¿Por qué no puedo olvidar todo esto? ¿Por qué Heero? Si nunca signifique nada para ti, a excepción de un estorbo al que deseaba matar. El baka que estuvo a punto de errar y hacerlo fracasar en las misiones. ¡Por favor detente! No me llames mas... mi destino esta muy lejos de encontrarse cerca del tuyo y ya ha sido elegido...aunque yo....yo....".


Todo figuraba a una bruma de mal gusto, irreal y absurda pero que en realidad mostrada los profundos pensamientos del piloto 02.

- ¿Qué esta sucediendo? – intento acercarse al trenzado mas no pudo lograrlo por un grueso vidrio que lo aislaba.

Rodeo tocando todo el espacio que aún siendo transparente poseía la apariencia de un cuadrado en el que Duo estaba dentro. Duo se encontraba simplemente de pie con su larga cabellera suelta y su rostro agachado, rodeado de una tiniebla que helaba el vidrio a su alrededor. Su rostro no demostraba tranquilidad mas bien abandono.

Un espacio obscuro al que toda la luz de la iglesia no lograba penetrar y al parecer nada ni nadie mas lo lograría. Heero comenzaba a inquietarse por la situación recordando cada una de las explicaciones de Hilde. Desesperado dio un fuerte golpe con su puño a esa especie de caja, esto propicio un estruendo que estremeció toda la iglesia y preocupando a las cuatro personas que presenciaban.

- Es mejor que te tranquilices – aun sintiendo furia y frustración el soldado perfecto no podía mas que aceptar las palabras de Solo, todavía no llegaba el tiempo de luchar para sacarlo de ese lugar. Resignado se alejo en silencio.

- Heero – la voz de Hilde expresaba decisión – Ya es tiempo. Recuerda todo lo que te dije... pronto comenzara, si en verdad deseas ayudar y sacarlo del lugar al que no podemos entrar deberás estar preparado.... para todo y..... pagar cualquier precio... -

- Lo estoy – el piloto asintió con su rostro inexpresivo pero sus ojos color cobalto reflejaban coraje y deseos de lucha.

- No te atrevas a defraudarnos soldado – Solo utilizo un tono un tanto agresivo pero serio a la vez que demostraba su aceptación al piloto 01.

- Nosotros estaremos ayudándote en lo que necesites – el Padre Maxwell sonrió.

- Cuídelo mucho por favor joven Yuy. Cuidad de Duo por favor. No permitas que desperdicie mas su tiempo con esto – el rostro triste de la mujer al decir esas palabras fue finalmente reconocido por el piloto al recordar los dibujos.

- No deben preocuparse... yo protegeré a Duo.... y me encargare que sea realmente feliz, Hermana Helen... al costo que sea – sintió su cuerpo ligero como si flotase en el interior del agua o en el amplio universo y entrecerro sus ojos.

Enfoco de nuevo su visión encontrando la figura de una sombra a la que sin poder distinguir su rostro podía sentir la mirada fija en el. Lentamente levanto su cuerpo para analizarla. El temor no existía pues ya conocía el significado de esos extraños sucesos gracias a Hilde.

- ¡Yuy! ¡¿Estas bien?! – los gritos de Wufei al otro lado de la entrada alertaron a ambas figuras aunque el soldado perfecto continuaba inmutable.

- ¡Heero! ¡Por favor responde! – una suplica de parte del rubio Winner, pero sin respuesta del piloto 01 concentrado observando las reacciones de la sombra.

- ¡Heero vamos a entrar! – el mensaje decidido de Trowa había hecho avanzar al ente en dirección de la ventana buscando escapar.

El soldado perfecto salió de su cama y se acercaba a la asustada sombra extendiendo su mano revelando sus intenciones de ayudarla. La puerta se abrió súbitamente como consecuencia de una patada del chino. Los pilotos y Relena quedaron estáticos al observar la escena que aún en penumbras distinguía le extraña silueta y el soldado acercándose. Relena al encontrarse mas cerca del interruptor de luz decidió aclarar el misterio.

- ¡No! ¡Esperen! – fue una reacción demasiado tarde de Heero al ver como la iluminación desvanecía por completo la existencia del visitante.


Duo despertó fatigado, sudando, con el arma automática que como de costumbre guardaba bajo su almohada sujeta firmemente en su mano señal del temor que invadía su mente. Analizo su alrededor en busca de algo fuera de lo normal antes de devolverla a su lugar de origen.

Tomo el celular verificando la hora "Apenas son las 10 de la noche... tan temprano y ya estas pesadillas" lo puso de nuevo en el lugar antes de levantarse "Iré por un trago con eso dormiré mejor". Extrajo un cambio de ropa antes de desaparecer por la entrada del baño en la habitación.


- Creo que esta vez si nos debes una buena explicación Yuy – Wufei no abandonaría su insistencia tan fácilmente.

Aunque el silencio continuaba con el soldado perfecto sentado a la orilla de su cama aparentemente perdido en sus pensamientos. Quatre se acerco hasta ocupar un lugar a su lado extrayéndolo del trance al colocar una mano sobre el hombro de Heero pero de nuevo con una respuesta silenciosa dirigida con la mirada cobalto.

- No es tiempo para explicar – interrumpió el silencio con su habitual frialdad.

- Heero al parecer no has entendido. Duo va a terminar haciéndonos perder la razón – aunque se conocía la seriedad un poco mas de burla se entendía del mensaje de Trowa quien continuaba de pie fingiendo indiferencia.

- Mañana les explicare – resulto extraño observar el cambio en la actitud del soldado estoico mas relajado e inclusive al borde de una sonrisa.

Vencidos y para nada convencidos los tres pilotos y Relena abandonaron la habitación. Trowa y Quatre eran los menos persuadidos pero no les quedaba mas que esperar.


"Que torpe, digo, ¿Qué estaba a punto de hacer? ¡No! Fue bueno haberme detenido antes de que lo dijera sabiendo que me arrepentiría mas tarde". Abrió el estuche colocado en la mesa frente a el revelando un fino y hermoso violín, el mismo que guardaba con recelo desde hacia tantos años. Con el que había hecho dueto con Trowa en medio de la guerra con OZ.

- ¿Quatre? Es tarde – el joven latino lo observaba desde la entrada.

El piloto 03 se encontraba atormentado al no poder olvidar lo que ocurría antes del incidente de la sombra. Su pequeño ángel le intentase confesar algo demasiado importante para ambos. Lo había buscado por casi toda la mansión después de que desapareciera, solo faltaba un espacio: la sala de música.

- Agradezco tu preocupación pero no estoy cansado Trowa – una falsa sonrisa dibujaba el rostro del rubio antes de comenzar a entonar una melodía con el instrumento ignorando al otro piloto.

Para Quatre lo único que importaba en ese momento era el sonido de su música, aunque egoísta la necesitaba... el olvidar todo... sus responsabilidades, sus amigos, el sentimiento mas importante que le aprisionaba en el pecho acompañado de un fuerte dolor.

"No me ignoraras ni tampoco desechare esta oportunidad Quatre. Hemos sido demasiado cobardes, nos amamos... desde hace tanto...". Hacía seis años de la guerra con Marimeia. Todo ese tiempo de separación, de avance y ese mismo instante parecía ser completamente igual al de cuando ambos pasaron la tarde juntos, tocando esa melodía en una de las bases de la familia Winner.

El piloto 04 se detuvo dirigiéndose a la salida de la habitación "No debo hacer esto, esta mal...", una mano le sujeto en el hombro con fuerza pero sin lastimarlo comenzó a observar el rostro frente a el: las líneas dibujadas alrededor de los ojos esmeraldas, la fina nariz y su boca, de la que tanto anhelaba escuchar dos simples palabras. Sintió sonrojarse al verse descubierto por la mirada fija de Trowa en sus ojos e inmediatamente condujo los ojos aqua a otra posición dentro de la habitación.

- ¿Qué... que sucede Trowa? – Quatre estaba nervioso pero aun mas curioso por toda la reciente actitud del otro piloto.

- Yo... – Trowa tomaba con ambas manos el pálido rostro del heredero Winner, acercando lentamente el suyo y cerrando sus ojos sin apreciar la sorpresa del otro.


"Hace tiempo que no visitaba esta colonia, espero que ese lugar siga abierto". Aparentaba estar distraído en sus pensamientos pero no permitía pasar nada de su alrededor analizándole cuidadosamente. "Un día de fiesta", la nostalgia se apodero de su mente al observar todas esas familias platicando con alegría, conviviendo sin sentir nada parecido a los pesares que atormentaban sus sueños y si vida en general.

"El destino... solo depende de cómo construyamos el pasado. Es por eso que un piloto Gundam siempre lo será".


Aún sentía la calidez de su aliento y del dulce aroma del rubio. Ciertamente no había sido sencillo aceptar sus sentimientos mucho menos expresarlos con palabras... pero talvez con ese beso bastaría para entenderlos. No importaba si era precipitado para ambos. Necesitaba hacerlo... lo amaba y era imperativo decírselo.

Los suaves brazos de Quatre lo rodearon abrazándolo con fuerza escondiendo su rostro al recargarlo sobre Trowa. Era tan placentero estar así juntos como un sueño. Pero no. Por fin estaban como pareja... una magnifica y preciosa realidad que tanto habían esperado desde aquella ocasión tocando la melodía. Tantos años desperdiciados por la cobardía.

Continuaron de esa manera hasta el amanecer recargados en uno de los sillones. Ambos dormidos arrullados por el dulce sonido de sus latidos. Esta unión de dos almas y corazones no sería rota por nada o por nadie. A partir de ahora no se separarían jamás y no dejarían de amarse nunca. Empezaban una nueva etapa en sus vidas: ser una pareja.


La colonia se iluminaba a su alrededor en la señal del amanecer. Miro el reloj en su celular pero batallando por los efectos del alcohol nublando su visión. "Las siete de la mañana creo que debo dormir un rato, fue una excelente despedida". Curiosamente fuera de la visión ningún otro de sus sentidos se encontraba alterado por el estado embriagante del piloto que avanzaba normalmente por las calles apenas visitadas por algunas personas.


Los cuatro pilotos estaban ya alistados para tomar el desayuno en la mansión cuando Relena los detuvo en la entrada del comedor principal.

- ¡Oigan! Que les parece si hoy variamos – la rubia sonrió sosteniendo una mano asemejando una señal de detención al transito.

- ¿Qué tienes en mente Darlian? – se le acerco intrigado Wufei.

- Vamos a un restaurante y a visitar la ciudad y maravilloso lugar en el centro. Necesitamos distraernos un poco para continuar con nuevos bríos con nuestra investigación. –las visitas era el estilo de vida acostumbrado de la viceministro de relaciones entre las colonias y la tierra. Pero mas que eso Relena quería que la nueva pareja tuviera mas tiempo a solas y que mejor oportunidad que organizar una escapada a la ciudad.

Los pilotos accedieron reconociendo el buen gusto tradicional de la chica rica en cuanto a la elección de lugares. Después de todo durante toda su vida había sido acostumbrada a ello.


Entro como de costumbre ignorando todo a su alrededor, deseando correr hasta su cama por la debilidad de su cuerpo en señal de fatiga. Casi terminaba de cruzar el lobby cuando uno de los empleados se colocó desesperado enfrente irritando para nada agradable humor.

- ¿Si? – deseaba la tranquilidad de su habitación sin los estorbos y lo demostró en toda su expresión facial y de tono en su voz.

- E.. este... yo... le llego este paquete y venía a entregárselo personalmente señor, lo... lo lamento – la actitud nerviosa del empleado le era evidente al hacer juego con el sudor y pálido color en su rostro.

Duo con calma y paciencia lo tomo antes de pasar por la izquierda y dejar atrás al inocente trabajador. No abrió el sobre algo no estaba bien. Podía percibir una presencia conocida una fuerte mirada postrada en su cuerpo. Inconscientemente identifico el lugar de origen fingiendo no sorprenderse por los ojos cobalto y el rostro del soldado estoico. "Maldición".

Continuara...


Gracias por haberlo leído, espero les haya gustado.

Ahora es cuando comienza la verdadera batalla para recuperar a Duo.

En el siguiente capítulo: "Maldición, es genial... Heero cuando menos lo esperada... y debe estar acompañado de los otros". Suspiro apartando arrogantemente con su mano libre los mechones largos de cabello que cubrían su rostro...

En Capitulo 14: Encuentro con el piloto perdido. Sin Mascara Parte 1.