Nota: Ninguno de los personajes de Gundam Wing me pertenece yo como cualquier otra mortal solo deseo alcanzarlos


Reviews!

Jotaru Hibari Yui – Muchas gracias por tu review y tu apoyo, los errores ejem, antes tenia una lector beta pero la despedí (mentiras) es que se pierde mucho tiempo en arreglarlo y como deje mucho tiempo sin actualizar creo que ya publicar los últimos es lo que mas merecen ustedes los lectores jejeje. Espero que te guste este y los siguientes capítulos y contar con mas reviews jejeje sobre todo cuando descubras mas cosas, saludos ;)

Salmabell – Gracias por tu review y si, es bueno saber contar con buenos amigos… snif, creo que me da envidia Duo, gracias por tu apoyo y espero que continues leyendo los siguientes capítulos :P saludos.

Syrande – A ver, ya ya, aquí esta el siguiente eso de colapsar espero no te haya sucedido jejeje, gracias por tu review y te quedaste hasta las 4am ? Vaya, y se me hace un fic cortito Oo jaja saludos espero que te guste también este capítulo.

Dark – Vamos no fue una venganza completamente perversa, malo hubiera sido que robara su coche y lo chocara o le escondiera las llaves por un par de días jajajaja muchas gracias por tus reviews y tu apoyo amiga, te agregue ya a mi lista de contactos de Messenger y con gusto te envío el mail con la fecha de mi cumpleaños, aunque falta muuucho je. Saludos.


"Sin Mascara"

por sErA

- Deseo escuchar una explicación coherente a lo que sucedió Chang – el silencio fue roto en ese pasillo del hospital despertando la tensión e intercambio de miradas cargadas de impaciencia y arrogancia.

- En el informe que envié a los preventers esta relatado todo lo que ocurrió – Wufei se acercaba al interrogante marcando fuertemente los pasos manteniendo ambos brazos cruzados – No hay mas que decir, Merchise -

Un extraño brillo figuraba en los azules ojos del ex conde relámpago, como si estos contuvieran la furia y odio. Ninguno de los pilotos restantes opinaba al estar "ocupados" en sus propios problemas. Una forma de considerar la frustración pero a la vez fascinación del soldado estoico en cuanto a la nueva y extraña actitud del trenzado, tan humano y expresivo sin importar cuanto fingiera y los hermosos ojos amatista.

Un poco mas alejados pero al lado de Heero se encontraban Quatre y Trowa ambos ensimismados en su conversación, o mas bien la charla constante del rubio y la mirada esmeralda fija solo asintiendo, claramente concentrado en estudiar los juegos y movimientos de todas y cada una de las suaves facciones que conformaban al piloto 04.

Ya era más notoria la energía negativa en batalla alrededor de Zechs y Wufei, pero estando al tanto de lo sucedido alrededor incluso la casi silenciosa salida de Noin vistiendo al igual que todos los uniformes de preventers y de inmediato encaminándose a donde se encontraban el expiloto del Tallgeese y el chino rebelde.

- Estable por ahora – Noin utilizó su voz casi deseando golpear con ella a ambos al instante que tomaba una posición atemorizante en medio de ellos obligando a detener ese pequeño duelo de liderazgo y obediencia. Wufei cedió no por temor demostrando al rubio platinado aburrimiento además de una corta palabra ofensiva en mandarín.

- Te lo agradezco Noin – sintiéndose un poco victorioso Zechs se dirigió a ella con los gestos un poco relajados pero cargado de preocupación por la salud de la viceministro.

- Si Relena no se dio por vencida al perseguir a Heero hace unos años, es incapaz de permitirse ceder ante algo como esto Zechs, lo superara y dentro de unos cuantos días regresara a su estado habitual de política rica – para Noin, Relena era importante, mas nunca igualaría su importancia a la del compañero de batallas en su vida, y al observarlo tan preocupado ella misma sentía abatirse completamente. Debía hacer algo, tomo su mano y sonrió deseando que el correspondiera y por solamente unos segundos el exconde relámpago lo hizo.

- En un momento regreso – Zechs entro a la misma habitación de la que saliese momentos antes Noin olvidando por completo la discusión con uno de los pilotos gundam.

Era un sitio cubierto de colores claros en tonos suaves y una pequeña ventana cerrada hasta la mejoría del convaleciente, el resto del lugar se encontraba invadido por los diferentes aromas de las flores enviadas por conocidos, líderes y personas que apreciaban el trabajo de la viceministro, en total un ambiente bastante cómodo tanto para los visitantes como los postrados en camas reposando hasta recuperarse.

Zechs camino hasta encontrarse cerca de Relena aparentemente dormida rodeada de maquinas producentes de diferentes sonidos reflejados vibratoriamente en los monitores. De nuevo se desesperaba por la imagen presenciada de su pequeña hermana con las líneas de sueros y marcaras de oxigeno cubriendo el rostro. Apenas había alcanzado a tomar la suave mano cuando el llamado en la puerta lo hizo reaccionar en defensiva, para después controlarse al observar el médico y una enfermera acompañante, pero sin abandonar la posición cercana de Relena.

- Usted debe ser el pariente que se nos aviso vendría – inició la conversación el médico examinando los monitores detrás de la cama.

- Si, soy Milliardo Peacecraft, hermano mayor de Relena – Zechs respondía tranquilo, aunque antes Noin le había informado que la salud de la rubia era estable, sabía que al presentarse con parentesco le darían el verdadero conocimiento de lo que pasaría con ella.

- Bien – suspiro el médico colocándose frente al exconde relámpago – Joven Peacecraft, tengo serias noticias para usted sobre la viceministro, quiero decir su hermana Relena, pero… quiero que este preparado porque ella -


Noin permanecía mirando la puerta en la que momentos antes se desvanecía su amado expiloto del Tallgease, un par de minutos transcurrieron antes de que reaccionara en lo que faltaba. Desde que ella y Zechs llegaron al pasillo del hospital al encontrarse con los expilotos gundam daba la ligera impresión de que algo andaba mal, tomo un par de minutos mas analizar lo que faltaba observando a cada uno de los silenciosos jóvenes.

- ¿Dónde esta Maxwell? – una simple pregunta de Noin que provocaba la atención inmediata de los cuatro hacia ella.


Capitulo 17. Los Ángeles del Pacifismo.

- ¡Escuchen! Para instaurar un nuevo orden y libertad es necesario eliminar a todos aquellos que crean que la paz es la solución. Ríndanse colonias y tierra, acepten la llegada de una nueva era para los que deseamos un cambio real no solo en la historia de la humanidad sino también en el futuro de nuestras vidas. En este momento nuestro ejército de Mobiles Suits se encuentra disperso vigilando todos y cada uno de los puertos espaciales, aquellos que se resistan serán eliminados – Noin detuvo la grabación en la pantalla del televisor dejando la imagen fija del terrorista líder que amenazaba con iniciar un nuevo periodo de guerra y muerte.

De nuevo excesivo silencio dominaba la estancia, Noin se puso en pie en dirección de una pequeña cafetera no sin antes dar una ojeada rápida de análisis en los rostros de los pilotos, todos concentrados en la imagen prevaleciente en la pantalla y de inmediato buscando otro punto al notar la persistencia de la mujer.

- Porque tengo la ligera impresión de que esconden algo – empezó la de cabello azulado sirviendo elegantemente café en su taza.

Realmente ese corto comentario incomodaba a los pilotos ya que los cuatro se reacomodaban en los asientos, algunos con molestia como los casos de Heero y Wufei, Trowa intentando demostrar no tener importancia pero con cierta tensión conservada y terminando con el nerviosismo del rubio moviendo rítmicamente los dedos de ambas manos.

- Vamos, chicos, no me hagan atarlos e inyectar unas cuantas series de jeringas con suero de la verdad – continuo Noin ya seria tomando un lugar frente a ellos – Esto se encuentra relacionado con Maxwell, no intenten conservar tal información como secreto – revelo antes de tomar un sorbo del líquido oscuro observando de reojo a los cuatro impresionados.

- ¿Cómo sabes eso Noin? – era tarde para Wufei poder contener la intriga sobre la indagación afirmada de la exmiembro de OZ.

- Primero por la extraña ausencia de Maxwell, y después por esto – Noin señalo el rostro en la pantalla sorprendiendo de nuevo a los pilotos al saber que no reconocer al terrorista no solo concernía a ellos.

Como no reconocerlo si en el figuraban las facciones un poco toscas y gestos del trenzado además de esa vivacidad en su mirada aunque de color diferente; con el color de cabello mas claro y corto, ojos azules y mas pequeños, ese hombre era el trenzado aproximadamente con 15 o 20 años mas.


Pequeñas y numerosas aves volaron asustados del vasto ruido, alejándose de la inmensa casa rodeada de bellos jardines vagamente iluminados por decadente luz solar señal del atardecer. Las aves escapaban principalmente de la ira predominante del dueño y pocos pero duros reclamos de su esposa. Mensajes perturbadores para la quietud ahora en juego con el llanto de un bebe.

- ¡Basta! No tengo razón para continuar esta discusión contigo Aline, no puedes elegir ni tampoco detenerme – el fuerte hombre sujetaba los hombros de la joven mujer agitándola ferozmente, deteniéndose y abrazándola al notar el rostro temeroso y cubierto de llanto y sufrimiento en la frágil dama – Mañana partiremos para unirnos al grupo, ahí tu y el niño recibirán el entrenamiento adecuado para la nueva vida que construiremos -

- Pero esto no es bueno Len… - sollozo la mujer dejando de cubrir su rostro para aferrarse al regazo de su arrepentido esposo.

- No… escucha, es lo mejor que podemos hacer por el, de cualquier forma la guerra comenzara y al menos de esta manera podremos protegerlo – la opción era equivocada, trastornaría la vida de su familia para siempre, pero no podía detenerse y continuaba intentando convencerla.

- Nos convertiremos en asesinos – la bella dama se separo acercándose a la cuna donde yacía el pequeño, deteniendo su llanto al contemplar el cariñoso abrazo de su madre.

Permaneció en el mismo lugar por unos minutos antes de dirigirse a la salida de la habitación mirando por última ocasión el cuadro de la adoración y verdadero amor que su esposa mantenía con el pequeño. Murmuro un poco audible "Lo siento" antes de salir cabizbajo, conmovido pero no confuso.

Medianoche en la tierra anuncio con campanadas el reloj en la estancia por toda la silenciosa casa, obscura con excepción de una pequeña lámpara en la cocina con una muy delgada figura desesperada incapaz de detenerse guardando documentos y artículos para el cuidado del bebe en un bolso. Finalmente pareció descansar sobre una silla y la débil iluminación del aparato se detuvo sobre una mesa, alumbrando el movimiento de la delgada, blanca y suave mano escribiendo sobre un corto pedazo de papel.

Cortos y ahogados sollozos aparecieron con el brillo de las lágrimas cayendo sobre el rostro y los grandes, hermosos ojos amatistas sufrían por la decisión tomada, soltó la pluma despacio tomando el bolso y saliendo del espacio hasta llegar a la habitación donde dormía placidamente el bebe, su bebe. Con extrema delicadeza lo arropo y mantuvo de inmediato abrazado hasta desaparecer por completo de la casa compartida con el hombre que tanto había amado, su esposo y compañero, irremediablemente y aunque negándose aun amaba.

- Por favor, perdóname, no puedo permitir que tu destino sea el de un asesino, si esta en mis manos poder cambiarlo lo haré – hablo al pequeño mientras corría alejándose hasta subir a un auto partiendo inmediatamente.

El viaje en el vehículo creaba la impresión de ser lento aumentando la desesperación en la delicada mujer, figuraba una eternidad conociendo a la perfección la reacción que su huida crearía en el hombre al que había jurado acompañar hasta que la muerte les separase, de un momento a otro sumergida en sus pensamientos olvido el alrededor apenas "despertada" por el chofer repitiendo el aviso de la llegada al puerto espacial. Bajo del auto pagando antes al conductor dirigiéndose a la entrada sin esperar el cambio, solo una decisión viajaba por su mente con fortaleza: Comenzar de nuevo para proteger a su hijo.

Para su fortuna en las salidas para viajar al espacio era común observar mujeres u hombres solos en muchas ocasiones acompañados de sus hijos o bebes listos para encontrar a sus parejas en las colonias espaciales adaptándose a los estilos de vida implicados. Olvido todo el nerviosismo al solicitar los boletos para el trasbordador a la colonia L2, en unos minutos ya abordaba observando por la ventanilla el amanecer.

Los viajes a las colonias no eran tan costosos en comparación con los que actualmente solamente podían costear las familias de mayor capacidad económica o los políticos como el caso de Relena. Una nueva era comenzaba con las colonias recién creadas esperando poblarse, y las opciones para habitarlas eran ridículamente sencillas, de manera que cualquier viajero o viajera permanecía bien recibido y era la misma sencillez de viajar la que sin saberlo permitiría el asesinato del líder mundial Heero Yuy, con las consecuencias en el cambio de un futuro que la mayoría aseguraba mantener pacíficamente.

Amanecía y la luz solar entraba por la ventana no cubierta debidamente por una cortina casi golpeando el rostro adormilado del hombre rubio, despertó observando a su derecha el espacio de su esposa vacío. Se puso en pie, luchando por mantener los ojos abiertos e instintivamente caminando en dirección de la habitación del bebe. Un mal presentimiento lo invadía al encontrar el lugar aun con los muebles y juguetes pero carente de la vida proporcionada por el pequeño.

Llego hasta la cocina desconociendo la razón exacta para tomar ese camino, quizás por la tradición de su esposa dedicada a preparar con una calma y tranquilidad considerada hasta tenebrosa los alimentos; pero tampoco encontró a su familia en el lugar divisando la nota sobre la mesa, se acerco y la tomo entre sus manos, leyendo en repetidas ocasiones el mensaje como si no entendiera a la perfección. El silencio se mantuvo largo rato roto con un fuerte grito estremecedor y la figura del hombre corriendo, el papel quedo tirado en el piso, arriscado y semi destruido.


- Así que ellos asesinaron a Hilde y ahora Maxwell poseído por la venganza desea acabar con todos, aunque le cueste la vida intentarlo – Noin suspiro mientras se recargaba en el respaldo del sillón con la mirada perdida.

- Si – asintió y reanudo su charla Quatre – Por lo tanto, señorita Noin usted comprenderá nuestra desesperación, queremos ayudarlo talvez pelear, porque por dejarlo solo todas estas cosas malas le han sucedido -

- Entiendo su preocupación, pero lo que ustedes piden no soy capaz de brindarlo – sostuvo la de cabello azulado mientras observaba la colonia por la ventana, enfocando poco al rostro de Heero invadido por la impotencia – Creo que no han entendido a la perfección la intención de Maxwell – termino sorbiendo el liquido oscuro en la taza conservada entre sus manos.

- ¿Qué quieres decir? – casi saltó el soldado estoico olvidándose de todo autocontrol en expresiones y sentimientos.

- Piénsenlo bien – aseguro aun tranquila Noin – No esta haciendo esto solo, por egoísmo, sino por protección – hizo una pausa dando otro trago al liquido con los atónitos rostros de los pilotos – Vamos¿no se han dado cuenta? Lo hace porque ya ha perdido a muchos seres amados a causa de la guerra, y conociendo a Maxwell ustedes son lo último que posee, no permitirá que peleen. Esta vez debo apoyarlo, su decisión es correcta – continuó – la mejor forma de ayudarlo es permitirle cumplir esa misión que tanto anhela: salvar la paz, cumplir su venganza y asegurar que ustedes, mas bien, todos tengamos un mejor futuro lejos de las guerras. Ustedes ya son personas normales, tienen una buena vida un formidable destino, el no desea que lo pierdan – se detuvo al observar como Heero salía enfurecido del lugar.

- Esta molesto – dijo Trowa con calma como si nada sucediese – Usted comprenderá, Duo es su mejor amigo, el único capaz de arrancarle una sonrisa y despertarlo como humano -

- Lo entiendo – la mujer sonrió – Si que lo entiendo -

Suaves golpes avisaron en la puerta después con el rubio platinado entrando por ella dirigiéndose a Noin con el rostro interrogante y con saludos cortos a los expilotos gundam.

- ¿Qué le dijeron a Yuy, porque vaya que salió hecho peor que una fiera? – dijo con una leve gracia no desapercibida para los oyentes.

- Solo que ellos no entraran en esta guerra Zechs – respondió Noin sirviendo otra taza con café y entregándosela al conde relámpago.

- Ya veo – se detuvo Zechs agitando el objeto con su mano – Entiendo… ustedes tienen sus razones, por lo tanto deseo pedirles un favor en especial – hizo una corta pausa con un sorbo al contenido de la taza – Quiero que nos ayuden desde aquí -

Las pilotos no respondieron, agradeciendo mentalmente la falta del 01 en la sala que de inmediato habría extraído un arma y disparado media docena de veces al cuerpo del hermano mayor de Relena, primero por solo tenerlo de frente, a el, a su eterno rival, y en segundo por que este le quisiera su ayuda pero no como piloto sino un simple soldado.

- ¿Qué podemos hacer? – interrumpió el de ojos esmeralda con una pequeña sonrisa apenas visible para Quatre a su lado.

- Cuiden de mi hermana… estoy seguro que esos sujetos volverán a intentar algo; este lugar, esta base de los preventers es segura pero no totalmente, saben a lo que me refiero. Relena ya fue trasládala a uno de los pisos, espero contar su apoyo – termino Zechs con la voz un poco cansada.

- Bah – Wufei dijo unas palabras en su idioma natal y se puso en pie caminando por la habitación con ambas manos en las bolsas de su chaqueta hasta llegar a la ventana antes utilizada por Noin.

- Lo haremos Sr. Merchise – mencionó Quatre – Pero, necesitamos algo de usted – Tanto Noin como Zechs se sorprendieron por la actitud y palabras del pequeño rubio – Queremos que traiga a Duo de regreso, con vida.


Heero había vuelto a la mansión de Quatre en la colonia, desplomándose sobre el primer sillón visto con un fuerte dolor de cabeza. Las palabras de Noin aun bailaban vacilantes repitiéndose en infinidad de veces. ¿Era cierto¿Eran lo último con significado verdadero en la vida del piloto trenzado? Odiaba admitirlo pero su actitud indiferente encajaba a la perfección… Noin… tenía razón.

Permaneció observando el techo del lugar, el dolor ya reducido a una simple molestia en la parte frontal, señal de tensión, y presión. Cerro ambos ojos de nuevo con aquella pesadez sobre su cuerpo como nunca sentida ni siquiera al finalizar las batallas y esforzarse en el sistema Zero. No pudo percibir con claridad cuando dejo de controlar su propio cuerpo alrededor solo había silencio, era un estado cercano a la inconciencia.

Fue interrumpido al sentir la palma de una mano, cálida y muy suave, con un aroma característico brotando de ella, mantuvo la calma al no poder mover ninguna parte de su cuerpo decidido a concentrarse en abrir ambos ojos cobalto. Ahí estaba, frente a el la figura completa del trenzado, observándolo pero careciente de color ni en sus ojos, como una visión fantasmagórica variante de las tonalidades grises y negras. Quito lentamente la mano de la frente del soldado estoico con esa mirada oscura y vacía, entonces Heero sentía recuperar el control de su cuerpo.

- ¿Por qué haces esto? – pregunto el soldado estoico suponiendo que tal ente poseía la capacidad de expresarse.

Mas no hubo respuesta por la sombra, solamente extendió su mano como petición de su acompañamiento. El piloto vacilo desconfiado por un par de minutos accediendo después y sujetando la cálida mano ofrecida, todo alrededor se trasformo en oscuridad. Heero se descubrió de pie con la ensombrecida figura de Duo a su lado ambos cubiertos de un rayo de luz blanca y una extraña pero dulce voz de una mujer que aparecía sin saber exactamente su provenir.

Querido Len:

Mi amado esposo, jure ante dios el permanecer a tu lado sin importar lo que sucediese, ni hambre, ni guerra, nada en lo absoluto sería capaz de separarnos. Ahora me odio y lo haré siempre por romper ese juramento porque debo alejarme de ti, debo continuar para que no sea nuestro hijo quien pague las decisiones equívocas que hemos elegido. Aunque eso parece ya inevitable.

No puedo pedir tu perdón, como tú tampoco el mió, dijiste que protegerías nuestro amor, nuestras vidas y solamente del hombre que prometió tantas bellas cosas desapareció movido por las vanas ilusiones de la guerra. Si en la decisión que has tomado es la correcta entonces no pienso intervenir. Continua, tu hijo y yo partiremos lejos no intentes buscarnos, a menos que en tus manos crezca el verdadero deseo de verlo crecer en paz, no como un guerrero, no como un asesino.

Lamento tanto que sea de esta manera, lamento romper el juramento que hicimos en esa capilla, pero jamás romperé la promesa de amarte para siempre.

Aline.

- ¿Qué fue eso? – Heero interrogante regreso a la sombra, recibiendo como respuesta la forma en que esta apuntaba a un punto en la oscuridad.


Zechs estaba confundido por la extraña petición de los pilotos, busco la respuesta en Noin a su lado que asintió.

- Esta bien, traeré de regreso a su amigo – finalmente dijo con extraña seriedad pero sin desconfiar en la respuesta dada.

- Confiamos en usted – respondió el rubio hablando con un aire angelical pero serio y tenebroso, poniéndose en pie en dirección a la salida seguido de Trowa y Wufei.

- Wufei – llamo Noin cuando se alejaron los pilotos 03 y 04 – Tenemos un asunto que tratar contigo -

- Los Ángeles están preparados – pronunció Zechs con tranquilidad – Esperamos contar contigo -

- Creí que tu deseo era que permaneciera protegiendo a Relena – Wufei tomo asiento en uno de los brazos del sillón frente al de Noin y Zechs.

- Confío en Barton y Winner – sacudió un poco la larga melena platinada – Además, estoy seguro que Yuy también vendrá – agrego recargando su brazo alrededor de los hombros de la mujer a su lado.

- Chang, tu ángel espera – dijo Noin sonriendo - ¿Cómo lo llamarás? Espero que no consideres Sally – terminó riendo intentando eliminar la tensión de la nueva guerra.

- ¿Cómo llamas al tuyo? Espero que no sea ni Milliardo ni Zechs – respondió el chino con toda la intención de despertar la atención del expiloto del Tallegease en el.

- Por supuesto que no – respondió vivazmente Noin – lo llamare relámpago -

- Noin – rió Zechs fingiendo avergonzarse.

- ¿Qué? Venga Zechs ¿Cómo llamarás a tu ángel? – pregunto ansiosa Noin buscando alguna respuesta que delatara el estado de animo menos tenso en su compañero.

- Pegaso – respondió después de vagar por unos segundos en silencio – Igual que en la mitología griega, el hijo de Poseidón e indomable corcel -

- Fénix – irrumpió Wufei antes de que Noin olvidara por completo su presencia.

- ¿Fénix? – pregunto Noin intrigada por ambos pilotos.

- Si – dijo Wufei – Ustedes ya lo saben, el ave mística capaz de regresar y renacer de sus propias cenizas, y siendo que yo de todos peleare y ayudare a Maxwell, merece llevar el símbolo de lo que somos no solo Heero, también Duo, Quatre, Trowa, yo y… estoy seguro que Relena -


El cambio de oscuridad a un nuevo lugar fue extremadamente veloz para la percepción de Heero; resultaba familiar, quizás demasiado. El Duo grisáceo permanecía a su lado en silencio y con la mirada fija en la que parecía entrada, - Bienvenidos a la Colonia Espacial L2 - se escucho al fondo al instante en que esa puerta se abría dando paso a decenas de personas de diferentes edades y nacionalidades. "Es el puerto espacial de la colonia" pensó el soldado caminando para buscar la fecha y hora en las pantallas pero siendo detenido por la mano de la sombra sujeta a su brazo.

- ¿Qué sucede? – pregunto de nuevo observando que la versión gris del trenzado cambiaba la dirección a la entrada de abortantes.

Tomo poco tiempo antes de que Heero entendiera al encontrar la figura destacante de la mujer, con los ojos amatistas y la larga cabellera castaña oscura sujeta en una trenza, si creía antes que Duo mantenía un parecido con el terrorista, esta mujer era increíblemente igual al piloto. Rasgos finos, grandes y expresivos ojos, pero probablemente lo más característico resultaba el largo de la cabellera curiosamente sujeta de la misma manera que el piloto la utilizaría.

El bebe en sus brazos se movía haciendo que ella tuviera que soltarlo un poco del agarre contra su cuerpo, quedando sus ojos del mismo color a su madre, centrados en los del piloto estoico. Heero quedo anonadado al notar como el niño extendía los brazos hacia el con esa sonrisa habitual y familiar, era Duo Maxwell.

Pero la madre del pequeño no pensaba quedarse mucho tiempo en el lugar extrayendo un papel y revisándolo antes de guardarlo de nuevo y comenzar a salir apresurada del lugar. Heero la siguió acompañado del Duo gris hasta verla perderse por las calles a bordo de un auto conducido velozmente como acostumbraban los transportistas públicos.

De nuevo sin pistas volteó a la sombra y todo el lugar cambio de nuevo esta vez pudo contemplar como ellos eran quienes se trasladaban a los diferentes sitios, hasta detenerse en el interior de un departamento.

- Entiendo – escucho la voz de una primer mujer – Puedes quedarte aquí Aline, tu y tu pequeño estarán seguros -

Heero llego a la estancia observando ambas mujeres sentadas una frente a la otra, observando a los pequeños que jugaban sentados en la alfombra, es decir el bebe futuro piloto y otro niño muy familiar para el soldado estoico.

- Zoe veo que Solo ha crecido bastante – dijo la de ojos amatistas sonriendo dulcemente al ver a los niños.

Cada vez, en cada imagen eran nuevas revelaciones para Heero, sorprendiendolo en todas las ocasiones enfrentando el pasado de Duo puesto a sus ojos. "¿Solo? Ella conocio a Solo… o mas bien esa otra mujer era la madre de Solo, quiere decir que entonces ellos estuvieron juntos desde pequeños".


- Aquí esta – murmuro el trenzado apuntando con una pequeña lámpara hacía el interior del lugar apenas caminando sigilosamente por la oscuridad.

- Bien Duo, nosotros nos encargaremos – respondió una voz perteneciente a un anciano pero cargada de vida y energía, como si disfrutara a plenitud lo que ocurría.

- Cuento con eso – aseguro despacio el piloto esforzándose por mantener una miserable sonrisa en su rostro. Después daba media vuelta encaminándose a la salida con las perplejas miradas sobre su cuerpo.

- ¡Oye¿A dónde vas? – grito otro de los ancianos, demandando una explicación a la partida súbita del trenzado.

- Debo hacer algo antes, regresare pronto - rápidamente Duo corría por las calles solitarias hasta frías, finalmente tenía sentido, la última pieza del rompecabezas aparecía y era tiempo de enfrentar la verdad escondida bajo toda una vida de mentiras. "Estas aquí, no puedes escapar del pasado al igual que yo".

Se detuvo en las afueras de un extenso jardín, observando con cuidado la figura de un hombre en pie debajo del árbol con una gran roca, todo en medio de la plantación. Continuó hasta mantenerse a una distancia considerable estudiándolo con mayor detenimiento.

- Aleja tu asqueroso cuerpo de la tumba de mi madre -

Continuara…