Nota: Ninguno de los personajes de Gundam Wing me pertenece yo como cualquier otra mortal solo deseo alcanzarlos
Bueno, primero me disculpo sinceramente con ustedes al no haber actualizado en tantos meses… y les deseo lo mejor para este 2006, no intento dar excusas pero si les contare un poco lo que sucedió. Inicie el noveno semestre de mi carrera, penúltimo realmente, tuve que hacer la memoria del servicio social, tomar materias optativas y cumplir con las oficiales bastante pesadas, ya se imaginaran taller de producción en radio 2 y taller de producción audiovisual 2, grabamos radio revistas, y un cortometraje que después tuve que editar en la facultad. También cumplía con otra carrera que inicie y el frances que estudio por las tardes, realmente me saturaron de trabajo y problemas lloviendo por todos lados. La laptop no funcionaba, tuve que borrar varias veces y editar partes del cortometraje en ella, examenes, trabajos, campañas publicitarias, fotografías de práctica y sus revelados, y clases literalmente mañana, tarde y noche. Y los fines de semana ? Pues bien acabada con tanto estrés… y cuando por fin sali de todo con algunos trabajos restantes para este enero y posiblemente febrero, y en diciembre que operan a una de mis dos hermanas… se me acabo más la inspiración y regreso el cansancio. Esto es para que no crean que la he pasado tranquila y olvidada de los fics, si todo sale bien estare entregándoles el final al menos en febrero.
Disculpen que esta vez no responda los reviews pero tengo muy poco tiempo para subir y demasiadas interrupciones llamandome en la casa. Pero les agradezco en verdad que dejen sus opiniones y no saben como me encantan las suposiciones e imaginar que piensan ustedes que sucedera :P
"Sin Mascara"
por sErA
Capitulo 18. Ángel de la Muerte.
Gundam Shinigami.
La fuerza de un rayo rojizo ilumino el recién creado campo de batalla cuya principal celebración yacia en la muerte; los tres pilotos pertenecientes a los mobiles suits blancos observaron perplejos el origen del luminoso ataque, ninguno intercambio palabras simplemente se dedicaban a sorprenderse por aquella magnifica maquina destructiva y su piloto. Era dificil distinguir la forma exacta, solo captaban lineas en la oscuridad igual e incluso mas profunda que el espacio mismo. El inicio del desafío fue marcado con las naves nodrizas esparciendo sus correspondientes tropas en seguida enfilándose a los tres mobiles suits y el oscuro restante.
- ¿Piensan permanecer ahí para siempre? – se escucho por las frecuencias la voz del piloto antes de brillar excesivamente y viajar en dirección a sus enemigos cuyas armas ya dirigían centenares de ataques.
- Aleja tu asqueroso cuerpo de la tumba de mi madre – la voz del trenzado revelaba odio en demasía terminando el enunciado con tono de sentencia mortal al crujir un arma semiautomática conservada en su mano y apuntando firmemente al intruso anonadado.
- Escucha Duo, no es como crees – respondió con tranquilidad avanzando hacia el piloto deteniendose al resonar una bala que apenas había cruzado al lado izquierdo, una clara advertencia – Yo no fui quien la asesino – termino intentando mantener su voz firme – Dejame explicarte -
- No hay nada que explicar – respondió Duo con brusquedad pero sin rabia inclinándose al suelo y bajando la semiautomática.
- Fue mi culpa, es cierto, pero no de la forma que imaginas – suspiro el extraño pasando una mano sobre su frente y depositándola en uno de los bolsillos de su abrigo.
- Deja los rodeos, tienes unos minutos para intentar convencerme o morir – sentenció el trenzado con los ojos cerrados.
- Cuando ella se fue, creí que perdería la razón… no solo porque era mi esposa quien abandonaba, también se llevaba a mi único hijo. Pero era ridículo pensar que ese era el problema Duo. Arriesgaba demasiado… la vida de ambos… solo… si yo la encontraba podía protegerles incluso de ellos, pero fue tarde…
y le cazaron como a una liebre -
- Sabes, esto no es por mi propio gusto… pero debo cumplir or… - comenzó a justificarse la mujer con el arma en sus manos
- ordenes, lo se – completo la otra completamente serena.
- ¿Por qué no preguntas nada mas? – "¿Acaso lo sabía¿Sabía de mi traición?" cuestionaba mentalmente la agresora con miradas fugazes sostenidas a la otra, y es que por mas que lo intentaba no desaparecía la culpa – Lo siento en verdad Aline, pero tanto tu hijo como el mío pertenecen a algo y no podemos¡no debemos interponernos! – el arma temblaba muestra del nerviosismo traicionando su cuerpo.
- Un destino… - sonrió – Cuan equivocados se encuentran – murmuro desconcertando a las dos personas frente a ella -
- Dinos de una buena vez donde los escondiste Aline – irrumpió desesperado el hombre ubicado al lado de la madre de Solo – No intentes jugar a llevar secretos hasta la tumba -
No hubo respuesta, los atacantes se observaron entre ellos y luego volvieron su atención a la hermosa mujer continuaba tranquila con los grandes ojos amatistas cerrados parecía descansar a pesar de lo dificultosa de la situación. Viajando por su mente hacía todas las imágenes que descansaban acompañadas de cariño, su vida en la tierra antes de las guerras y conspiraciones, su esposo… su pequeño hijo.
El piloto trenzado observo la hierba, su madre bastante tiempo antes salvó su vida, la primera persona en salvarle, protegerlo, en amarlo… le corrió un fuerte escalofrío por la espalda cuando dirigió su mirada de nuevo al hombre que se hacía llamar "su padre".
Heero observaba y escuchaba en silencio escondido entre los árboles, aun no diferenciaba si estaba dormido o despierto, pero lo real era estar presente en aquel parque obscuro. Ya conocía a la totalidad la historia de la madre de Duo, sin desearlo momentos antes presenciaba incluso su muerte, el mismo tema tratado por el padre del piloto y el trenzado sin dejar de apuntarle.
Solo entro corriendo por el lugar en dirección a la habitación de su madre, "bastante extraño" penso Aline al haberlo visto – Solo, Solo – decidió seguirlo.
- Ya veran, con esto les mostrare… se arrepentiran – dijo bajando de la silla antes utilizada para alcanzar una caja mediana de zapatos.
- Solo¿Qué sucede? – la mujer se acerco extrañada por la conducta del niño que continuaba agitado emitiendo amenazas. Ella jamás olvidaría ese extraño sentimiento de culpa y temor al contemplar aquella arma de fuego que el pequeño extraía de la caja pero conservo la calma – Solo… deja eso por favor -
- ¡No puedo! Ellos dijeron que mi padre fue un cobarde… se burlan porque el murió ¡Se burlan de mi! Pero con esto entenderan – señalo al objeto bélico con sus ojos comenzando a humedecerse por el dolor.
- Sabes que no es verdad… Solo, tu padre fue muy valiente, no debes creer lo que esos niños te dicen, lo hacen por molestarte – Aline quito el arma de las pequeñas manos y colocándola en uno de los extremos de la cama para posteriormente tomarlo en sus brazos y abrazarlo cariñosamente – La violencia nunca resolvera nada, lo ha olvidado la gente por esta época de guerra, eres fuerte Solo, muy fuerte. Por eso nunca debes permitir caer en el error que todos llegan -
Permanecieron unos momentos en silencio, con los apenas audibles sollozos del pequeño y los murmullos de la mujer diciendo "todo estara bien". Solo lamentaba no haber conocido años atrás a quién cariñosamente llamaba tía Aline, una persona dulce y noble incapaz de dañar aunque se lo propusiera, en realidad ella se comportaba como si fuese su hijo, detalle no desapercibido para su madre. Finalmente unas risas provenientes de otra habitación despertando la atención de ambos.
- Oh no, si "el lloron" se encontro con mi tarea estara gozando en destruirla tía – dijo Solo secando su rostro
Ella sonrió al escuchar el apodo de Solo al otro pequeño, soltando el agarre y observando como salía rápido de la habitación. Se puso en pié analizando el arma, bastante familiar, tomo la caja y continuo observando fijamente su contenido. Su temor no era mal infundado aquel objeto además del arma guardaba bastante dinero en efectivo pero le atrajo mas la atención los papeles que salían por unas esquinas.
Los extrajo cuidadosamente distinguiendo con claridad el contenido: fotografías de ella y su pequeño, impresiones con datos del vuelo espacial que había tomado y un telegrama donde las órdenes eran precisas. Ese tormentoso abatimiento continuaba, guardo con tranquilidad todo el contenido colocando la caja de regreso al lugar donde Solo había tomado.
"Traicionada…" penso saliendo de la habitación "no tengo forma de escapar ya, pero" escucho las risas de ambos niños observando como Solo jugaba con el bebe "moriría por salvarlos a ambos".
- Esa tarde – Duo se dirigió a su padre – ella tomo a Solo y a mi y nos escondió en un lugar que nunca imaginaste – sonrió satisfactoriamente – nos dio lo suficiente para sobrevivir unos años antes de iniciar nuestra vida en las calles, como huerfanos y de todas maneras ni tu ni ellos podían encontrarnos – solto una carcajada – no te das cuenta que ella me enseño como habría de acabar contigo. Ese fue su último deseo – cambió la expresión de su rostro transformando una sonrisa en dolor – Ella murió… Solo también… tu pudiste haberlo evitado, tenias el poder suficiente para que no fuera asesinada y sin embargo… lo permitiste -
- ¡Eso no es cierto! – grito rabioso el otro.
- Claro que lo es, te cegaste por la ira, nos decepcionaste… mi madre lo sabía, yo lo sabía. En algún lugar de esta colonia continuamos como huerfanos y de todas maneras cuando esa epidemia llego no hiciste nada por ayudarnos. Deseaste que finalmente estuviera muerto, así la única voz capaz de evocar a tu conciencia nunca te diría lo que digo justo ahora – el trenzado suspiro – pero… no te odio, aunque mi mente lo dictamine, ella dice lo contrario – señalo a la piedra bajando el arma – no he venido a matarte, lo hare cuando las circunstancias y sean las víctimas quienes lo pidan. Shinigami hace justicia, no venganza –
- ¡Espera¡Duo! – grito desconcertado y ligeramente lloroso el hombre
- Nos veremos en el campo de batalla padre – sentenció alzando la mano en señal de despedida – Shinigami estará esperando por tu juicio -
Heero despertó sacudido por un fuerte escalofrío, salió corriendo la dirección era clara. El escondite del trenzado o mas bien de su madre le había sido revelado solo esperaba llegar a tiempo. Los pasillos parecían eternos hasta que entro a una habitación
- Quatre necesito tu ayuda – dijo al entrar sorprendiendo a los otros dos expilotos trabajando en una portátil.
- Heero… pero… ¿Qué sucede? – apenas pronunció el rubio extrañado por el aspecto desesperado del otro.
- Se donde esta y que piensa partir a la batalla. Quatre debo detenerlo – replico en tono de súplica algo nunca antes visto en el una vez conocido como piloto estoico.
Minutos más tarde conducía apresurado por las calles desoladas de la colonia, incrementando la fuerza en el pedal del acelerador contando los latidos desesperados de su corazón y con la frente sudorosa.
- ¿El puerto espacial? – pregunto Trowa dirigiendose al rubio.
- Si. Hay una nave privada, la familia Winner siempre conserva una en cada colonia espacial para los casos de emergencia. Di que vas de mi parte, yo me encargare del resto Heero – termino acercándose al piloto.
- Gracias – dio media vuelta listo para partir.
- Espera – llamo Quatre – Heero, no vayas a cometer un error -
- Descuida -
"Un error…" pensaba divisando el puerto espacial donde decenas de personas corrían con maletas en pleno pánico a una nueva guerra. Llego hasta la entrada y bajo perdiéndose entre la multitud y escuchando los reclamos que entre ellos hacían.
- Se ha formado un ejército -
- ¡No! Ya no deben existir más guerras -
- Por dios, dicen que la Viceministro Darlian esta muy grave, que pronto morira -
- La historia se repite, todos vamos a morir -
- No queremos más guerras -
- ¿Por qué todo inicia de nuevo? -
Salió de la terminal central en dirección de las salidas privadas siguiendo las direcciones que el heredero Winner había brindado amablemente.
- ¡Señor Yuy! – grito a lo lejos un empleado señalandole la puerta y sin darle oportunidad de hablar – El señor Winner me ha contado, todo esta listo es por ahí -
- Gracias -
- Quatre – llamo Trowa intrigado por las palabras a la salida hacia Heero - ¿Cuál crees tu que pudiera ser error? -
El rubio guardo silencio unos minutos ligeramente molesto, toda la situación comenzaba a fastidiarle. En primer lugar se estaba jugando la soberanía de las colonias y la tierra, esa paz lograda en bases sangrientas de miles muertes pasadas, en segundo hacia cuestiones personales podía perder a varias personas queridas, incluyendo a la chica herida tendida cerca de ellos quien durante esos años se había ganado aprecio por su labor pacifista y centrada.
- Trowa, si Heero detiene a Duo el jamás podra estar en paz con las almas de sus seres queridos además es el único que puede proteger a las colonias y a la tierra ademas de Noin, Zech y Wufei, pero si no lo detiene Heero se odiara el resto de su vida – se volvió centrando los ojos aqua humedecidos en los esmeralda.
El expiloto 03 brindo de inmediato un cariñoso abrazo, en esos momentos comprendió las palabras de despedida. – Duo lo sabia ¿cierto? – sintió asentir al rubio.
- Por fin acompañaría a quienes le amaron sin olvidar restaurar la paz, Trowa, el planeo todos estos años una mision suicida -
- ¿Por qué nos vamos? – pregunto Solo cargando una pequeña maleta.
- Escucha Solo, a veces suceden cosas que no podemos controlar, totalmente fuera de que hagamos nada les cambiara – Aline se inclino sujetando a su bebe entre ambos brazos.
- ¿Mi madre¿Ella es mala? – miro directamente a los dulces ojos amatistas de la mujer.
- No Solo, ella no es mala, simplemente hara lo que sabe que debe – suspiro – Cuando crezcas lo entenderas, y también el porque de mi actuación -
Entraron por un orificio de las paredes de la iglesia aparentemente abandonada por feligreses y predicadores católicos. Caminaban a obscuras escuchando el sonido de los zapatos golpear el suelo, aumentando conforme se movían el frío del ambiente.
- Este lugar es seguro – sentenció Aline acomodando las pocas cosas.
- El espacio – corrió Solo observando por unas pequeñas ventanas.
- Solo, permaneceran aquí un tiempo, sera nuestro lugar secreto esta bien – la mujer entrego al pequeño en una pequeña cama y posteriormente abrazando al niño mayor.
- ¿Te quedaras con nosotros? – pregunto con inocencia pero sintiendo ese dolor, era extraño, era una despedida.
- No puedo hacerlo – sollozo Aline – Cuidalo mucho Solo, ambos son mis pequeños, mis niños, por nada dejes que ellos los atrapen – se separon bezando la frente y partiendo de inmediato por uno de los pasillos que antes había tomado.
- La antigua área de construcción de la colonia, utilizada mayormente para carga y descarga de materiales habituales durante los inicios estructurales del lugar – murmuro Heero.
Un escondite perfecto alejado y abandonado completamente hacía décadas, una parte pocas veces vista desde el espacio exterior, con el tamaño suficiente para abrigar maquinas de construcción de algo muy especial y familiar. Maniobro la nave sin sorprenderse al contemplar abrirse el puerto de descarga. Sin embargo fue otra la cosa la que le dejo helado.
- ¿En donde se han colocado esos bastardos? – renego Wufei por el comunicador mientras accionaba los motores de su "angel".
- Se han reagrupado en dirección a la tierra – replico Noin apareciendo en unas de las pantallas en el área de control – Creo que te agradara verlos – rió transmitiendo las imágenes directas de la imensidad de mobiles suits acumulados.
- Esto se pondrá divertido -
- Heero¿Qué haces aquí? – preguntó intrigado uno de los ancianos caminando en su dirección.
- ¿Doctor J? – no podía controlar la impresión – Se supone que ustedes estan muertos – agrego desconcertado.
- De nosotros puedes suponer muchas cosas muchacho – sonrió el Profesor G - ¿Contemplas nuestra obra maestra? – señalo al inmenso artefacto.
- Ustedes ayudaron a Duo – reclamo amenazador.
- No – Respondió el Doctor J al instante en que los tres científicos se acercaban – Duo fue quien nos ayudo -
- El nos contacto hace unos años – continuo el Profesor G.
- Nos entero de la guerra que vendría – menciono el Doctor S
- Y nos pidió que le ayudaramos a proteger a las colonias y la tierra – siguió el Instructor H
- Nos reunió de nuevo para producir el gundam perfecto de esta era – Master O señalo al espacio del otro lado de un ventanal.
- Y lo hemos logrado – sonrió el Doctor J satisfecho por la perfección de su obra.
"Yo no quería que todo fuera de esta manera
solo deseaba protegerte, deseaba con todas mis
fuerzas verte crecer, hecho un hombre de bien
no un asesino, por eso me fui de su lado hijo
y si por mi error debía pagarlo con la vida
no importa ya"
Continuó ajustando su traje espacial diseñado y construido de materiales especiales al igual que su gundam, recordando las palabras, aquellas escritas suavemente relatandole la verdad de su pasado. Por instante incluso le pareció escuchar el sonido de un disparo, un disparo… solo uno como su madre había recibido además del grito y súplicas por parte de la madre de Solo, por traicionar también pagando el mismo precio a manos del verdadero asesino. Llego frente a un espejo contemplando al "otro" Duo, con la mirada fija pero sin vida.
- ¿Cómo descubriste este lugar? – entro Heero figurando también en el espejo.
- Al finalizar la guerra y regresar a esta colonia – respondió el trenzado – me llamaron, conduciendome a este lugar, sabes perfectamente quienes lo hicieron -
Heero permaneció estupefacto ¿Cómo sabía Duo que el también veía a esos fantasmas?
- No tienes porque ocultarlo Heero, no se porque ellos creyeron que debían establecer un vínculo entre nosotros -
- Es porque me importa lo que hagas -
- ¿Qué has decidido Heero¿Dejarme ir o detenerme? -
- Por supuesto que te detendre -
- ¿Por qué¿No eres un soldado¿No importa más la paz? -
Quedaron en silencio, cruzando miradas amatista y cobalto. Armado de valor el trenzado tomo el casto y se dirigió a la salida.
- Dije que no te dejare ir – el expiloto del Wing Zero sujetaba uno de los brazos del otro piloto – Duo, no puedo permitirlo – y sin dar oportunidad de protestar o escapar atrajo el delgado cuerpo formando un cálido abrazo – Duo… no puedo perderte -
Heero sintió destensarse a Duo continuando en la misma posición soltando lentamente su aprisionamiento hasta contemplar como el rostro del trenzado descansaba bajo el cuello del japones.
- Se que no le permitirias Heero – susurro antes de levantar su brazo y propinarle un fuerte golpe en el estómago, con las suficiente fuerza para quitarle el aliento.
Intento mantenerse en pie, esforzandose al máximo, esforzando su cuerpo solo para darse cuenta de que este no respondía como quisiera cayendo de rodillas en el piso mientras sujetaba la parte abdominal con ambas manos. Observo al trenzado, este le devolvía la mirada pero esta vez sonriente.
- Lo siento en verdad, desearía quedarme tal vez tendría la vida que nunca pude, pero… - camino hacia la salida – Tengo una misión -
Estaba en silencio arrodillado a una distancia un poco lejana pero frente al espejo contemplando su propio rostro, era increíble lágrimas rodaban de sus mejillas, el soldado capaz de controlar sus sentimientos a la perfección lloraba sin poder contenerse, lágrimas decorando el rostro derrotado de un soldado nunca antes vencido hasta ahora. Bajo sus manos hasta tocar el frío piso metálico mientras caía un pequeño pedazo de papel del lugar donde antes golpeara Duo.
- Grupo Alfa permanezcan cerca de la colonia, debemos protegerla a como de lugar – ordenó Zechs a bordo de su mobile suit blanco.
- Zechs lamento informarte que existen preventers suficientes para ese ejército – dijo Wufei con cierta burla – Tendremos que cambiar de táctica -
- Chang, jamás imagina que fueses tan pesimista – entro en la charla Noin con mayor burla en sus comentarios – Sabes perfectamente que no estaremos los preventers solos en esta batalla -
- Dejense de juegos, no necesitamos al super héroe para hacer nuestro trabajo – interrumpio molesto el conde relámpago – Grupo Beta y Gama rodeen el sector no dejaremos que esos miserables escapen – regreso a las ordenes.
- Vamos Noin, dile a tu dama de compañía que no se enoje, después de todo Fénix y yo nos encargaremos – el chino rió confiado en sus habilidades como piloto aunque sabía que en esta batalla ocuparía mas que eso para sobrevivir.
Las naves nodrizas parecían brillar por las cantidades exorbitantes de mobiles suits salientes de sus hangares primero formando decenas, centenas y finalizando en miles. Un poder destructivo claramente construido bajo perfectas conspiraciones.
Milliardo Peacecraft alias Zechs Merchise no se mostro sorprendido era tal como lo había dicho Duo Maxwell en el encuentro mantenido años antes, al finalizar la guerra, al creerlo de nuevo desaparecido al igual que Lucrecia Noin. Ambos navegaban de colonia en colonia estableciendo cuarteles y reclutando nuevos preventers hasta que ese día el trenzado les había encontrado visitando la misma oficina que utilizaban para sus actividades.
- Vaya, es verdad, se trata de Duo Maxwell – dijo Noin saludando al trenzado – No ha pasado tanto tiempo¿Cómo nos encontraste? -
- No fue difícil para quien tiene acceso a todas las colonias estructuralmente hablando – presumió el piloto mostrando una credencial.
- ¿Max Schbeiker¿Estrenando identidad eh 02? – soltó en una risa la mujer.
- Llama a Zechs Noin, hay algo muy importante que deben saber – dijo tranquilamente tomando lugar en un cómodo sofa.
- ¿Importante? -
La conversación entre los tres continuó el resto de la tarde, con el trenzado como locutor principal detallando los planes y por menores de un grupo supuestamente "secreto", con décadas manteniendo deseos fervientes para controlar la tierra y colonias espaciales. La proximidad de una nueva guerra, el despertar de viejos soldados mercenarios y el fanatismo de los fieles a la causa.
"Es tu deber Zechs, mas que el mio o el de cualquier otro piloto gundam, tu debes proteger la tierra, ellos también intentaran asesinar a tu hermana". Se puso en pie escapando de las miradas atónitas de sus oyentes.
- ¿Qué piensas hacer Maxwell? – pregunto el conde relámpago observando al piloto ubicado a espaldas.
- Pelear, porque esto también es personal – volteó su rostro para mirar a los ojos azules del otro con una expresión seria hasta considerada como aterradora en los amatistas – Recuerden Zechs, Noin, cortar la cabeza -
Después de ese encuentro no sabían nada del piloto, con un trabajo reconocido y sin embargo parecía haberselo tragado el espacio mismo. A veces trabajando en colonias alejadas y al día siguiente en la tierra. Devolvio su mirada al próximo campo de batalla, aguardandole en el su destino como guerrero y protector de la paz, siempre compartiendo el destino de la familia.
Camino con velocidad hacia el coloso obscuro descansando en el área amplia de su base privada, perturbado al tenerse que despedir de esa manera tan abrupta. Aunque todo su interior le rogaba quedarse, escuchar y sentir todo lo dicho y lo que no debia decirse. Duo sonrió colocandose el casco le aguardaban los cinco ingenieros.
- Duo, como sabes el sistema depende totalmente de ti, entre mas fuerza tengas mas poder proyectara este gundam pero… - se detuvo el profesor G – Si lo dañan sera como herirte, el enlace neurológico es demasiado fuerte -
- No se preocupen se exactamente que hacer – paso de largo intentando no mirar atrás, todo lo que dejaba – Cumplire mi misión – y con un ademán desapareció en el interior del imponente artefacto.
Arrancaron los motores creando un fuerte estruendo mientras los ancianos se alejaban hasta un lugar seguro cerrando todos los accesos a ese depósito principal el cual abría su entrada con lentitud y observando melancólicamente la salida del gundam, su mayor obra, el mas hermoso y mortifero de todos con el aspecto de un angel y a la vez un demonio, negro como el espacio mismo, con iluminación solamente en los motores y los ojos de la moustrosa bestia.
Sosteniendo en sus manos el pequeño pedazo de papel Heero observaba desde una de las ventanas, en verdad ese gundam reflejaba al dueño e inmediatamente supo su nombre – Shinigami – murmuro justo cuando este se alejaba a gran velocidad de la base y las puertas iniciaban el proceso de cierre.
Y sin embargo, una verdadera satisfacción y tristeza se apoderaba de todo su cuerpo pues esta vez había encontrado al verdadero Duo, sin ninguna máscara, el ser humano real y también lo perdió.
"En el mar de estrellas te esperare.
Ai shitteru Heero".
Continuara…
