Nota: Ninguno de los personajes de Gundam Wing me pertenece yo como cualquier otra mortal solo deseo alcanzarlos
"Sin Mascara"
por sErA
Capitulo 21. Sayonara.
Shinigami Duo.
Año 206 D.C.
¿Por qué sigues apareciendo entre sueños? En la misma iglesia apartado de todo rodeado de cristal, sin vida e intocable, la oscuridad ha dejado de cubrirte… quisiera sentirme alegre por ello. Y al verte bajo la luz aun encerrado se cuanto no pertenecías a este mundo, mi Shinigami realmente conocías a la perfección tus limites de semi humano y semi dios.
No lo sabes, no existe forma de que puedas saberlo pero tu familia aguarda ahí en esa misma iglesia esperando el despertar de su amado ángel de la muerte. A veces despierto torturado en silencio por los repetidos sueños con las últimas imágenes que pude contemplar en el espacio.
Luchaste como ningún otro soldado ni piloto gundam antes, entregando por completo tu vida bajo la esperanza de brindarnos un mañana, tu padre murió casi instantáneamente después de la explosión, aparente suicida pero se cumplió la promesa hecha a tu madre y a ti, ambos lo hicieron a través de la justicia no venganza como muchas personas suponen.
Debo admitir que fue tu mejor actuación, desafortunadamente logré comprenderlo cuando partiste, el eterno bromista, el incanzable dios de la muerte y el arrepentido Duo Maxwell aceptando su destino sin desear su propio descenlace trágico. Pero dime ¿Por qué no te despediste¿Acaso sabías? A la mitad de cada noche despertarme con tu silueta gris observándome con calma, estudiándome con desanhelo y desafiando alcanzarte.
Entonces quiero que sepas: no creo en los demonios, pero si en los ángeles, no podras asustarme ni alejarme de tu recuerdo. Estas son las últimas páginas de tu diario el cual continue desde el final de aquella batalla. Nos encomendaste ser humanos, y son palabras de humano las plasmadas, desde las profundidades de mi mente y mi corazón, solo para ti, si decides en alguna ocasión leer este final.
Sin embargo, estas aquí y se no es demencia, puedo sentirlo, puedo creerlo y nada más es necesario para ello.
Detuvo su escritura, los sentidos de Heero alertaban una presencia situando su atención de inmediato en la figura en la puerta y la rubia observandole. Casi a la totalidad Relena se encontraba recuperada desde el atentado que había puesto su vida en peligro y posteriormente haberla postrado de una silla de ruedas y bastantes terapias difíciles. Era una mujer fuerte y admirada por ello, cualquiera habría pensado en su retiro de la política de paz realizando ella todo lo contrario aun fungiendo pero con mejor puesto: Lider de ministros en relaciones exteriores.
Pocas personas imaginaban que el ataque suicida de Duo y su padre a un aparente asteroide inhabitado era en realidad la base de los consejeros integrantes del grupo de choque, ricos conspiradores con puestos estratégicos tanto en la esfera terrestre como en las colonias espaciales, todos distribuidos a excepción de ese día cuando misteriosamente habían citado en aquel lugar secreto para contemplar la caída de la tierra en sus manos.
Tampoco imaginaban los detalles descubiertos por el piloto y la comunicación mantenida por varios meses antes de la nueva guerra con su padre, en verdad había sido la mejor actuación de sus vidas. ¿Cómo imaginar que el lider del ataque resultaría en el primero en atacar a sus oficiales superiores?
Desde la partida de su esposa Len urgente contacto a su hermano un sacerdote católico habitante de la tierra, enviado bajo confidencialidad a L2 para encontrarles y protegerlos. Aun con el asesinato de su esposa tuvo que continuar fingiendo servir, unos años mas tarde su hermano le comunicaría el estado de su hijo tan solo diciendo: esta bien, es hermoso como su difunta madre y valiente como su perdido padre.
Varios de esos misterios resueltos por Heero al descubrir los comprobantes y anotaciones en la base oculta donde los gundams fuesen construidos. "Quien diría que el verdadero apellido de Duo si era Maxwell" sonrió al recordar los archivos en el computador donde el trenzado rastreaba su cadena genética.
- Se hace tarde – dijo con la voz baja la rubia - ¿Heero? -
- Si – respondió el alguna vez piloto gundam colocándose en pie – Ya deben estar esperando – sujeto el libro y los otros objetos bien conocidos.
No es tan malo vivir con Relena, ha cambiado mucho desde su debate entre la vida y la muerte. Creo que nadie aseguraría que ella fue alguna vez una niña malcriada.
- Ya es la hora y no llegan, ni siquiera veo el coche de Yuy – bufó el chino desganado y arrojándose al pasto del lugar. Seguido del abrazo de una pequeña de cabello negro, era su hija con Sally, la sorpresa aguardando durante la última batalla.
- Papa ¿Por qué estamos aquí? – preguntó de inmediato postrando sus bellos ojos azules sobre los oscuros del chino.
- Vamos a despedirnos de un buen amigo Hilde, el te conoció aunque tu no lo recuerdas -
Nunca te olvidaste de nosotros, desapareciste aparentemente pero nos seguiste, en varias ocasiones hasta modificaste para poder continuar nuestras vidas como personas normales. Sabías la separación de Sally y Wufei, sabías que ella pronto daría a luz a su hija, por eso tomaste la decisión de dejarlo fuera de la batalla.
Para Zechs y Noin fuiste mas preciso. Creaste el momento para usarlos como líderes y defender la colonia, demostraste su lealtad ante la humanidad y fortaleciste la paz, al lograr tu objetivo retomaste el control de los gundams, era la ventaja del sistema que instalaste, nunca imaginarían el hecho de oprimir un botón otorgando el control automático de sus gundams al tuyo.
- ¡Duo! – se escucho el grito de Milliardo - ¡Ya ha sido suficiente baja de ahí! – ordenaba a la silueta balanceandose entre las ramas altas del arbol.
- Vamos Zechs, deja que se rompa un brazo para que aprenda – suspiro resignada Noin volviendo su atención a la charla con Sally escabullendose de la mirada semi asesina del rubio platinado.
- Bromeas cierto – murmuro – Duo, ya me canse -
- No debieron haberlo llamado igual que al trenzado, parece que heredo el mismo humor bestial bromista – opinó el chino con la actitud de un padre responsable.
- ¿Cuál trenzado bromista tio Wufei? – bajo de un brinco el pequeño. Asombraba el parecido con su padre Peacecraft, igual de rubio, facciones y finas pero un par de ojos cobalto.
- Tu tío Maxwell, era peor que tu¿quedarse quieto? De la única manera en que podías decir eso de el era cuando dormía – irrumpió Trowa llegando al lugar acompañado de Quatre.
- ¿Donde esta Relena y Heero? – se separo Winner en dirección al par de mujeres cómodas en la banca del jardín.
- ¿Qué paso con el? – Siguió intrigado el pequeño - ¿En donde esta? -
- Bueno Duo, el murió hace mucho tiempo, cuando aun crecías en el vientre de tu madre – respondió Zechs – Fue un verdadero héroe -
- ¿En serio¿Cómo murió? -
- No importa como, sino el porque, Duo, el murió por todos nosotros -
Se que Relena mantiene un interés por casarse, me lo ha preguntado, sabe cuanto la aprecio y admiro, pero no la amo, aunque talvez algún día quizas pueda lograrlo.
- Es aquí – dijo el japonés observando a la rubia – Ya nos esperan – abrió la puerta.
- Heero – llamo Relena – espero un hijo – murmuro avergonzada.
- Lo se, no te preocupes Relena, me hare cargo y estare contigo -
Es la vida que tu anhelabas, la que me deseaste. En tu honor han llamado al niño Peacecraft, para cargar en su cuerpo tu eterno espíritu. Noin y Zechs en verdad te apreciaban Shinigami. Wufei y Sally hicieron lo mismo con su hija le llamaron Hilde, no es difícil suponer la amistad entre ambos niños siempre viviendo tan allegados.
Mientras yo, Acepto tomar este nuevo camino, no me enseñaron a ser padre, debo aprenderlo, supongo me ira bien, tampoco sabía ser humano y no he pasado pena sin superar.
- ¡Tio Heero! – corrió el pequeño Peacecraft en dirección al expiloto emocionado ante su sola presencia.
- Hola Duo – Heero no podía dejar de enternecerse al pronunciar tan solo el nombre del pequeño tan parecido al fallecido trenzado.
- Hola Duo – agregó Relena entregandole un regalo.
- Muchas gracias tia Relena -
Honra tu nombre Duo, pero no creo cargue tu espíritu en su interior. No. Estas en lugar lejano, ni la tierra ni el cielo menos el infierno.
Desde hace vario tiempo encontre ese lugar donde tu madre solía traerte cuando eras un bebe, el sitio donde naciste en la tierra, el jardín paradisiaco exacto donde ella entonaba las canciones antes de dormir.
- Vamos – Heero ordenó de inmediato sin dejar espacio a preguntas en dirección al centro del lugar.
En este lugar reconstruido deposito tus últimas pertenencias, tu diario, tu cruz y su caja, enterrados bajo la fuente donde se estuviste en varias ocasiones de tu vida, tu verdadero y antiguo hogar. Nadie puede hablar pero todos te agradecen en sus silencios.
Aquí termina el camino, nos pediste olvidar, renunciar a la muerte y dedicarnos a la vida, ellos lo cumplen. Es mi turno.
- Gracias -
Se alejaron en la misma forma grupal en la que habían llegado, quedaría intacta la cruz en medio de la fuente, nadie debería regresar a ella. De ellos no volverían a leer la leyenda escrita, eso era para la humanidad.
En Memoria de
Duo Shinigami Maxwell
Valiente piloto
Excelente guerrero
Ángel de la muerte.
